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Coordinador
Esta investigación fue dictaminada por pares académicos.
Autores:
Pedro Cázares Aboytes; José Alberto Ortega Campos; Samuel Octavio Ojeda Gas-
telum; Armando Bueno Blanco; María del Rosario Heras Torres; María del Rosario
Vidaca Montenegro; Rafael Santos Cenobio; Luis García Valenzuela; Dolores Ro-
mero Acosta; Alejandra Espinoza López; Fernando Rodelo Mendoza.
EPUB
ISBN: 978-84-17934-56-9
Copyrigth © 2019
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guna forma y por ningún medio (incluido electrónico, mecánico u otro, como ser
fotocopia, grabación o cualquier sistema de almacenamiento o reproducción de
información) sin el permiso por escrito del propietario de los Derechos de Autor.
Contenido
Contenido ........................................................................................................................4
Prólogo ............................................................................................................................5
María Elda Rivera Calvo.
Introducción ...................................................................................................................9
Pedro Cázares Aboytes.
4
Prólogo
Durante el surgimiento y desarrollo de los estados nación, comenzaron a formar-
se los sistemas educativos y sus grandes proyectos pedagógicos que pretendían
llevar la educación a la mayor parte de la población. Esta obra colectiva se inscri-
be en este proceso denominado el Estado Educador, que inicia en nuestro país
con la consumación de la independencia y el tortuoso camino para establecer un
proyecto de nación de corte liberal que apostaba por la educación como una llave
para desarrollo económico, social y cultural de la población.
Este libro se estructura de manera diacrónica, empezando con la educación
en Siglo XIX en el puerto de Mazatlán y cerrando con una interesante investiga-
ción educativa sobre los estilos de enseñanza en el nivel superior. No obstante,
que los trabajos se circunscriben al espacio sinaloense, han establecido una vin-
culación con los proyectos y lineamientos emanados del gobierno federal, sobre
todo a partir de la creación de la Secretaría de Educación Pública.
Se abordan en un entramado complejo diferentes tópicos como la reglamen-
tación educativa, políticas educativas, planes de estudios, la figura de los profe-
sores en su actuar educativo y social, la participación de los padres de familia y la
sociedad en las actividades educativas emprendidas desde las escuelas.
Los autores que participaron en esta obra, poseen una sólida formación aca-
démica en el terreno de la investigación histórica y educativa, sus contribuciones
son ejercicios heurísticos sustentados en una sólida base empírica de fuentes pri-
marias y secundarias: datos estadísticos, informes de gobierno, fuentes hemero-
gráficas, actas del congreso estatal, archivos municipales, archivos de escuelas, así
como entrevistas que permitieron escribir historias individuales y colectivas en el
escenario educativo de Sinaloa.
La investigación da cuenta del surgimiento en el puerto de Mazatlán de cen-
tros educativos de primeras letras y las vicisitudes que padecieron para lograr el
cometido de enseñar, pues no contaban con espacios adecuados, aunado a lo
anterior la falta de profesores y sobre todo por carencia de recursos económicos.
Es interesante destacar la presencia de la compañía lancasteriana, asociación
que disminuía la necesidad de contar con muchos profesores, porque su método
conocido como enseñanza mutua se apoyaba en los alumnos más avanzados para
enseñar a otros alumnos.
El avance de la educación tropezó con las resistencias que externaron ciertos
sectores de población por el establecimiento de la educación laica. También a
fines de este siglo, la pedagogía como disciplina que estudia el hecho educati-
vo, comienza a ser parte importante de la formación de los profesores, llama la
atención como el ayuntamiento de Mazatlán pagaba suscripciones al periódico
“Enseñanza Objetiva”, el cual distribuía entre las escuelas de su demarcación.
5
6 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
9
10 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Posteriormente está el texto “Los estilos de enseñanza utilizados por los do-
centes de la Universidad Autónoma de Sinaloa” José Alberto Ortega Campos.
Este texto es un estudio de caso en la Facultad de Derecho y Ciencia Política/
Universidad Autónoma de Sinaloa donde su autor mediante la implementación
de un instrumento de análisis, así como realizando observación participante, in-
tentan indagar acerca de los estilos de enseñanza de escuela mencionada.
Un trabajo donde señalan la presencia de modelos tradicionales, durante una
época donde la implementación del modelo de competencias docentes se estaba
analizando como una propuesta pertinente. Sería sugerente retomar la temática
para ver cuáles son los cambios (si los hubo) después de la instrucción del mo-
delo mencionado.
Un breve balance sobre la obra nos dice que se abordan experiencias educa-
tivas desde educación primaria hasta nivel universitario, analizando subsistemas
de universidades públicas estatales e interculturales. Para futuras empresas de
investigación entre otras cosas, podrían incluirse estudios de caso sobre nivel
preescolar, educación a adultos, trabajadores indígenas migrantes, estudios de
caso sobre educación técnica, educación inclusiva y otras series de problemas no
menos relevantes.
Como se dijo al principio, no tenemos pretensiones imperiales de presentar
el trabajo como una historia integral de la educación, pero consideramos que
existe un esfuerzo honesto y apasionado de todas las personas involucradas, por
imprimirle un sello de seriedad y respeto a la presente temática.
Pedro Cázares Aboytes.
1. Educación e instrucción en el Mazatlán decimonònico
Pedro Cázares Aboytes1
Samuel Octavio Ojeda Gastelum2
Educación
13
14 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
7 Memoria que sobre los ramos de la Administración Pública del Estado de Sina-
loa, formó su Gobernador Provisional Ciudadano Pomposo Verdugo y leyó al Honora-
ble Congreso del mismo Estado en la Sesión de 7 de enero de 1850, pp. 22-23.
8 Karina Busto Ibarra, “Mazatlán: estructura económica y social de una ciudad
portuaria, 1854-1869”, en Manuel Miño Grijalva (coordinador), Núcleos urbanos mexi-
canos siglos XVIII y XIX. Mercado, perfiles sociodemográficos y conflictos de autori-
dad, El Colegio de México, México, 2006, pp. 324-325.
9 El Universal (UN), 5 de enero de1855, p. 3.
10 El Registro Oficial. Periódico Oficial del Estado de Durango, 21 de octubre de
1849, p. 6.
Educación e instrucción en el Mazatlán decimonónico 15
del municipio”. Ese mismo año, ya se contaba con una escuela para adultos, pero
se cerró por falta de alumnos. Antonio Lerma Garay comentó solamente existía
una escuela atendida por el preceptor Juan J. Vázquez, quien dentro de su toma
de protesta como docente juró la constitución de 1857.11 Sobre la escuela de
adultos, Santiago Calderón dice que la primera escuela orientada a esos alumnos,
fue abierta en 1860.12 Es posible coincida con la reapertura de la escuela nocturna
para adultos.
Según noticia periodística, para 1860, derivado del progreso social, en Mazat-
lán. Una muestra de ese bienestar era que “todo el mundo usaba pantalones” y se
obligó a todos los niños de 5 años en adelante a asistir a la escuela. Las escuelas
que funcionaban en ese momento eran la Nacional, la de D. Vicente Martines,
y la de D. Vicente Peláez.13 Al parecer en materia de educación fue un año muy
activo para los mazatlecos.
Pero los tiempos mejoraron y otros centros educativos abrieron sus puertas,
lo cual era motivo de alegría de parte de los mazatlecos. Por ello, la apertura de
escuelas o colegios, animó para la celebración de festividades con carácter cívico.
Pongamos por caso la apertura del Colegio Mercantil, el cual se daría una fiesta
para solemnizar la inauguración,14 así como el apoyo económico de la corpora-
ción civil para tal acto como una muestra del esfuerzo de la administración local
hacia la educación y la cultura en tales años.
Este Colegio Mercantil fue formado y puesto en operaciones por una junta
directora de estudios integrada por las personas más respetables de este Puerto.
Para coadyuvar este proyecto educativo, el gobierno estatal expidió un decreto
a fin de que cada municipalidad enviara una veintena de alumnos a este colegio,
pero solamente llegaron con regularidad los procedentes de San Ignacio y Ma-
zatlán; y en menor medida, Concordia, El Rosario, El Fuerte y Cosalá. Las otras
municipalidades (Badiraguato, Mocorito, Sinaloa y Culiacán) no enviaron alum-
nos por falta de por omisión o falta de recursos e interés.15
Dicha labor formativa y pedagógica se continuaría desarrollando en años
posteriores, por ello durante los primeros meses de 1863, el propio gobernador
García Morales decretó la formación de una Junta Directiva de instrucción públi-
taquio Valle, Carlos y Federico Ramírez, pero los hermanos Ramírez no fueron
promovidos al establecimiento educativo del profesor Lacy, debido a que tenían
parentesco con el comisionado de instrucción pública y procedió a la elección
entre los más inteligentes y más pobres y les tocó a los niños siguientes: Eusta-
quio Valle, Silvano González, Cosme Rivero, Julián Sandoval, Francisca Gon-
zález, Luis Saavedra, Alejandro Cerisola, Yriberto Moreno, Evaristo Paredes y
Miguel Fernández.21
Al parecer el preceptor Vicente Martínez no quedó conforme con la decisión
del cabildo y la comisión de instrucción pública, pues envió una carta donde
intercedió por sus alumnos Carlos y Federico Ramírez. Las autoridades rehusa-
ron categóricamente promover a sus promovidos, dado que señalaban eran sus
sobrinos por la vía materna y señalaban la holgada capacidad económica del pa-
dre Luis Ramírez quien es propietario. El cabildo apoyado en las observaciones
anteriores, insistió en su fallo, pese a la insistencia de la comisión de instrucción
pública de apoyar a los alumnos marginados.22
En materia de educación, el cabildo lidió con distintas situaciones. Por ejem-
plo, Ponciano Ruiz presentó un ocurso a las autoridades aludidas donde señaló la
falta del pago de la renta del local arrendado a la 2.ª escuela de niños. El atraso era
de varios meses. Las autoridades le propusieron pagarle de momento tres meses
de renta y lo conminaron a esperar el resto para otro momento. Cabe mencionar
que dicho local lo rentaba a las autoridades de agosto de 1863, de tal forma que
decidió apelar a la paciencia y tolerar de momento el resto del adeudo. Ni hablar,
debió esperar.
Otra situación la cual reclamó un dictamen de la comisión de escuelas fue el
ocurso de Juan Vázquez, presentando el 23 de noviembre de 1866, donde solicitó
la colocación en la dirección de la 2.ª escuela de niños. Para ello, se le realizó una
inspección y no hubo problemas en la manera en la cual impartía clases y des-
empeñaba con los alumnos. Por lo tanto, la comisión de instrucción consideró
procedente ascender al preceptor como director de la escuela mencionada.23
En 1867 había 19 escuelas en el puerto de Mazatlán. En ocho de ellas maes-
tros varones impartían clases y mujeres en los once restantes. En diez de ellas se
impartían las mismas materias: lectura, escritura, doctrina cristiana, aritmética y
costura. Las escuelas atendían a 673 estudiantes de los cuales 472 eran hombres y
231 mujeres. La distribución espacial de las escuelas en la ciudad, tenía asentadas
cinco escuelas en el cuartel 1. El segundo cuartel tenía siete escuelas.
Una de las más significativas iniciativas educativas que se presentaron en Ma-
zatlán fue la formación de una Compañía “Lancasteriana” suceso ocurrido a fi-
y carencias; lo anterior era difundido por El Pacifico y recogido por otros perió-
dicos del país. Puntualmente, en febrero de 1884 se destacaba como noticia que
esta institución educativa contaba con un solo catedrático, el capitán de corbeta
Alejandro Cerisola, quien impartía clases a primero, segundo y tercer año.
Un periódico nacional comentaba al respecto: “Es lamentable que ese estable-
cimiento que tan bien dotado se encuentra por el gobierno, no de los resultados
que era de esperar; desde que se abrió, un solo catedrático ha tenido y de allí no
pasa.” Al parecer para cubrir adecuadamente con la formación de pilotos navales
hacía falta quien impartiera las cátedras de historia, geografía, física, química,
idiomas, etc., sino se piensa en dispensar a los futuros pilotos de tales conoci-
mientos.43 Las iniciativas y buenas voluntades no eran suficientes para consolidar
un proyecto educativo, así que para la década siguiente el panorama continuaba
igual de lamentable, por eso las altas autoridades de la Armada Nacional decidie-
ron cerrar la Escuela Náutica de Mazatlán44 el 31 de diciembre de 1894, debido a
la carencia de oficiales preparados para cumplir con éxito esta tarea educativa.45
Esta institución era de las más importantes en este ramo, pero no fue la única
en la vida educativa porteña. Otros importantes esfuerzos educativos se esceni-
ficaron desde principios de 1879. La sociedad veía con beneplácito que la seño-
rita Marina, profesora de educación primaria y secundaria, presentó los últimos
exámenes de un amplio número de alumnas, quienes dejaron constancia de sus
importantes avances y de la misma dedicación de la profesora. Estas alumnas
pertenecientes todas a la escuela lancasteriana que dirigía dicha señorita.46
Además de lo anterior, se realizaban instrucciones más especializadas y per-
sonalidades. Parte de esa actividad se desarrollaba en el puerto de Mazatlán por
parte del sr. Jesús Loreto, sobre quien —en septiembre de 1879— se anunciaba
que impartía clases de geografía, historia, álgebra y telegrafía; estas clases eran
gratuitas y se ofrecían todos los domingos a todas las personas que gustaran asis-
tir.47 Una labor de verdadera filantropía.
Para 1880, se ampliaron las opciones formativas para alumnos e interesados
radicados en Mazatlán. Ese año quedó establecida una academia musical para va-
rones, la que se encontraba bajo la dirección del maestro Sr. Rojas Vértiz. Dicha
En vista del gran número de alumnos que faltan sin motivo a las escuelas oficiales,
fueron citados hoy a la Prefectura varios jefes de familia, para hacerles saber que que-
daban multados con un peso, por no cumplir con las obligaciones que les impone la
ley de Instrucción Pública. El número de chiquillos ausentes de las escuelas asciende
a ochenta, siendo la núm. 2 la que más faltas de asistencia registra.6767
Así que todo indica que no todo era bonanza en esta materia, pese al número
de escuelas existentes en la ciudad. Como también la propia educación impulsada
por la Compañía Lancasteriana viviría momentos nada gratos, pues en la sesión
del cabildo de Mazatlán donde se aprobó el presupuesto de egresos y los sueldos
de los profesores de las escuelas municipales para el año de 1900, se acordó mo-
dificar uno de los puntos de la propuesta inicial que contemplaba la propuesta de
préstamo de dos mil pesos para dicha institución, la cual se suprimió y no se les
otorgó ningún empréstito.68
Desde el último lustro del siglo XIX surgió otro tipo de establecimientos edu-
cativos mazatlecos, como sería el caso del Instituto Sinaloense, fundado en 1896
y dirigido por el Ingeniero Carlos A, Ferrer. Sus alumnos presentaban exámenes
bajo la inspección de las autoridades del gobierno estatal, como lo disponía la ley
de Instrucción Pública del Estado. Por sus resultados satisfactorios, el origen de
alumnos no se reducía a la ciudad de Mazatlán sino de otras poblaciones cercanas
e incluso algo distantes.
Al Finalizar esta centuria, esta institución educativa se proyectaba como una
opción educativa nutrida con profesores aptos, con abundantes conocimientos y
práctica de la enseñanza, lo que conjuntado con una dirección ordenada, metódi-
ca y concienzuda, [el Instituto Sinaloense] ha logrado separarse de la tradicional
rutina, estableciendo un método esencialmente moderno.69
Presumían un amplio programa de estudios, después de la educación primaria
elemental y superior se podía optar por estudios preparatorios que los iniciaban
en carreras científicas o bien dedicarse a obtener conocimientos para profesiones
prácticas. Así que, después de estudios primarios, los estudiantes podían formar-
se como tenedor de libros, mecánico, electricista, agrimensor, ensayador de me-
tales, arquitecto, etc.70 Es decir, ofrecían enseñanza elemental, superior, mercantil
y preparatoria.
Imagen I. El edificio del Instituto Sinaloense (J. Figueroa Doménech, dir., Guía General Des-
criptiva de la República Mexicana, Barcelona, Imprenta de Herich y Compañía, tomo II, 1899,
p. 575).
Imagen II. Interior del Instituto Sinaloense (J. Figueroa Doménech, dir., Guía General Des-
criptiva de la República Mexicana, Barcelona, Imprenta de Herich y Compañía, tomo II, 1899,
p. 57).
33
34 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
90 Claude Fell, José Vasconselos, Los Años del Águila, 1920-1925: Educación, Cultura
e Iberoamericanismo en el México Postrevolucionario, UNAM, México, 1989, p. 313.
91 María de Lourdes Velázquez Albo, Origen y desarrollo del plan de estudios del bachille-
rato universitario 1867-1990, CESU-UNAM, México, 1992, p. 43.
36 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Tercer año
Física Física Física Física
Geografía Geografía Geografía Cronología e Historia
Latín II Latín II Latín II Literatura
Teneduría de Libros
Inglés II Inglés II Inglés II Inglés II
Alemán I
Cuarto año
Química Química Química Química
Historia Historia Historia Historia Natural
Cronología Cronología Cronología Lógica
Latín III Latín III Latín III Ideología
Teneduría de Libros Teneduría de Libros Teneduría de Libros Moral
Alemán I Alemán I Alemán I
Quinto año
Historia natural Historia natural Historia natural
Lógica Lógica Lógica
Ideología Ideología
Moral Moral Moral
Historia de la meta-
física
Gramática General Gramática General Gramática General
Literatura poética, Literatura poética, Literatura poética,
Elocuencia y Decla- Elocuencia y Decla- Elocuencia y Decla-
mación mación mación
Alemán II Alemán II
92 María Lourdes Velázquez Albo, Op. Cit., p. 30. Ernesto Meneses, Op. Cit.. p. 18.
Inicios del bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa... 37
estudio de las “ciencias duras”, enseguida las ciencias naturales, y luego las más
“subjetivas”, y finalizan en lógica, siendo intercaladas por otras como idiomas.
Este planteamiento forma parte de las ideas germinadas por Gabino Barreda,
designado por el presidente Benito Juárez como responsable para dirigir la escue-
la de estudios preparatorios. El doctor Barreda, seguidor del pensamiento positi-
vista de Augusto Comte, expone las razones del ordenamiento e integración del
plan de estudios en una extensa carta que dirige a Mariano Riva Palacio en 1870:
Lugar de preferencia en la clase, salida a sus casas en días festivos que no sea ge-
neral para todos los alumnos, recomendaciones a las personas encargadas de su edu-
cación, y notas honoríficas. Destaca entre los premios la concesión de una medalla de
plata, en cuyo anverso se leerá: Premio al Mérito, y en su reverso: “Ateneo Hidalgo
de Mazatlán”, la cual será concedida al alumno que en los exámenes tuviera la nota
superior, o al que la suerte designare, en caso de competencia. Entre los castigos se
refiere Plantón en las clases, Privación de recreos y salidas a sus casas, Privación de
objetos de comidas, Arresto en algún lugar ventilado, claro y decente, por algunas
horas y Expulsión del colegio.
tan el antecedente más significativo del Liceo Rosales, institución que inicia sus
funciones en Sinaloa el año de 1873 a iniciativa del gobernador Lic. Eustaquio
Buelna, adversario personal y político de Plácido Vega, aun siendo ambos precur-
sores del pensamiento liberal en el estado de Sinaloa.
Ignacio Barraza, Antonio Neda, Federico Gómez Flores, Mateo Magaña, Manuel
Gómez Flores, Carlos Ferrer y Crespo, Federico Pardo, Andrés Vasavilvaso, José
Isordia e Ignacio Guerrero,106 el Liceo Rosales ve afectado su funcionamiento al
trasladarse los poderes del estado a la ciudad de Culiacán, debido a problemas
que tuvo el gobernador Buelna con los comerciantes mazatlecos.107 Aún con ello,
el Liceo mantuvo su funcionamiento en Mazatlán durante algunos años, depen-
diendo de la subsecuente institución educativa creada en la ciudad de Culiacán
por Eustaquio Buelna.108
Al trasladarse los poderes del estado a la ciudad de Culiacán, con la anuencia del
Congreso del Estado, el gobernador Buelna crea el Colegio Rosales, sustituyendo
al Liceo. Desde enero del mismo año, el gobernador había integrado la Junta
Directiva de Estudios del Estado, encabezada como presidente por el ingeniero
Ismael Castelazo; tomando el acuerdo de que el plan de estudios del Colegio
Rosales se diseñara “de acuerdo con el correspondiente del Distrito Federal, a fin
de que los alumnos del establecimiento sean admitidos con simples certificados
en los colegios profesionales de la capital”.109
En marzo de 1874 el gobernador expide el Plan de Estudios del Estado de
Sinaloa,110 donde se indicaba que la duración de la enseñanza secundaria o prepa-
ratoria era de tres años, e incluía las siguientes materias:
Aunque el plan de estudios es para tres años, al igual que el de 1873, se pre-
sentan algunas similitudes y otras diferencias entre ambos: Se repiten de manera
idéntica en número de cursos y denominación los siguientes: Matemáticas (se
suprime el adjetivo pura), Inglés, Dibujo Lineal, Física, y Contabilidad. Se repiten
con diferencias: Francés (disminuye a un solo curso); Latín, (aumenta un curso).
En el caso de Química e Historia Natural solo se mantiene el nombre de
Química. Al curso inicial de Lógica se le agrega Ideología. Desaparecen las ma-
terias de Literatura, Historia y Geografía. Aparecen como nuevos los cursos de
Botánica y Zoología, Alemán, Moral y Nociones generales de Derecho. Otra
particularidad planteada en el nuevo proyecto educativo del Colegio Rosales es
que las materias y los años a cursar durante los estudios de preparatoria son dife-
renciados, de acuerdo con la carrera que se pretendía ingresar.111
Desde este momento el ingreso a las carreras profesionales tiene como re-
quisito el haber acreditado determinadas materias en los estudios preparatorios,
111 Ibíd.
46 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Para que la conducta práctica sea, en cuanto cabe, suficientemente armónica con
las necesidades reales de la sociedad, es preciso que haya un fondo común de verda-
des de que todos partamos, más o menos deliberadamente, pero de una manera cons-
tante. Este fondo de verdades que nos han de servir de punto de partida, debe pre-
sentar un carácter general y enciclopédico, para que ni un sólo hecho de importancia
se haya inculcado en nuestro espíritu sin haber sido antes sometido a una discusión,
aunque somera, suficiente para darnos a conocer sus verdaderos fundamentos. Ahora
bien; solo la edad en que se acostumbra hacer los estudios preparatorios, es la propia
para satisfacer esta necesidad de la sociedad actual, necesidad que todos sienten, pero
que pocos explican. Pero para llenarla por el único medio capaz de conseguirlo, que
es una educación sistemáticamente calculada para este fin, se necesita que esta sea;
igual para todos, cualquiera que sea la profesión que deban abrazar, pues por más que
estas profesiones parezcan disímbolas, todas deben obrar de consuno, porque todas
tienden a un mismo fin, que es el bienestar social, y todas deben partir de principios
concordantes.113
de estudio.
Similitudes
Diferencias
llana y nociones de la general; Matemáticas (1.er, 2.º, 3.er, y 4.º) latín (1.º y 2.º),
Lógica e Ideología, francés, inglés, Dibujo natural, lineal y topográfico, Teneduría
de libros, Raíces griegas, Cosmografía, Geografía e historia, Mecánica, Física y
Telegrafía. En dicho informe se agregaba que algunos profesores trabajaban sin
cobrar como resultado de la situación económica existente, además de puntua-
lizar la necesidad de contar con aparatos para la enseñanza de la física y otras
asignaturas experimentales, y la urgencia por contar con un local más amplio.118
Es en esta época del Colegio Nacional Rosales cuando, con el respaldo del
gobernador Mariano Martínez de Castro, los alumnos de la institución reciben
uniformes de verano colegiales y se reubica el edificio del Colegio; incluso, en
1883 se adquiere material de apoyo instrumental para la enseñanza de los cursos
de física y química, importado de Europa.119
De la Ley de Instrucción Pública aprobada resultó el Plan de Estudios del
Colegio Nacional Rosales en el que se especificaba que los estudios preparatorios
deben cursarse en cinco años, atendiendo las siguientes materias:120
Cuadro VI. Plan de estudios del Colegio Nacional Rosales (1882)
Primer año Segundo año Tercer año
Aritmética Geometría plana y en el Física
espacio
Álgebra Trigonometría rectilínea Cosmografía
Francés (1.er curso) Francés (2.º curso) Inglés (1.er curso)
Gramática española y general Raíces Griegas
Dibujos Dibujos
Gimnasia Higiénica
Cuarto año Quinto año
Química Historia Natural
Latín (1.er Curso). Latín (2.º Curso)
Inglés (2.º curso)
Historia General y del país Literatura
Cronología Lógica e Ideología
Moral
Gimnasia Higiénica
En este nuevo plan se amplían los estudios del área de Ciencias Sociales y Hu-
manidades, las Matemáticas, y Dibujo; aparecen por primera vez las asignaturas
de: Gimnasia Higiénica, Cosmografía; Historia General y del País, Cronología,
Gramática Española y Raíces Griegas; y reaparece Literatura. En el caso de idio-
mas desaparece el alemán. Este plan se distingue de forma notable respecto a los
anteriores, ya que en este caso los estudiantes están obligados a cursar todas las
materias, independientemente de la carrera a cursar. La intención era conformar
una cultura general básica, al margen de la posible elección profesional futura.
En estos momentos, en lo nacional el debate sobre los fines del bachillerato se
había agudizado, encontrándose posiciones que planteaban que este nivel debería
dirigir sus esfuerzos para que los jóvenes contaran con una cultura general, y por
la otra parte se afirmaba que la formación estudiantil debería ser una preparación
especializada para el ingreso a los estudios profesionales. De acuerdo con lo pre-
visto, en estos momentos en el Colegio Nacional Rosales se optó por la primera
opción, lo cual cambiará de nuevo años después.
Durante estos primeros años de funcionamiento del Colegio Rosales, las di-
vergencias conceptuales sobre la enseñanza media, acontecidas nacionalmente,
al igual que las diversas alteraciones del acontecer político e ideológico, se ven
acompañadas por las dificultades financieras y la insuficiente comprensión social
para la tarea iniciada. Aún en estas circunstancias la institución configura un plan-
teamiento pedagógico que recupera las ideas positivistas promovidas por Gabino
Barreda, donde las ciencias naturales desempeñan un papel primordial en la in-
tención de conformar un pensamiento científico en los alumnos.
Lo anterior se evidencia con claridad en el discurso pronunciado por el Ing.
Francisco Sosa y Ávila, director del Colegio Rosales, al dar apertura de los cursos
en octubre de 1887:
Frente a las animadas expresiones del director del Colegio, el joven estudiante
Herlindo Elenes Gaxiola expresa un discurso que confirma la penetración del
pensamiento positivista que sostiene al Colegio durante estos años:
122 Ibíd., p. 2.
123 Instituto La Crónica de Culiacán, Investigaciones Históricas y Archivísticas
(2009). Enaltecedor reporte de la actividad docente en 1888. Boletín No. 201, Culiacán,
Rosales, Sinaloa, miércoles 4 de febrero de 2009.
124 José Luis Sánchez, Op. Cit., p. 99.
125 Javier Garcíadiego, “De Justo Sierra a Vasconcelos. La Universidad Nacional
durante la revolución mexicana.”, Historia Mexicana. El Colegio de México, Centro de
Estudios Históricos, v. 40, no. 4 (160) (abr.-jun. 1991), pp. 761-765.
52 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
1ª. La Enseñanza Preparatoria debe ser uniforme para todas las carreras. 2ª. Debe
ser uniforme en toda la República. 3ª. Debe durar seis años. 4ª. Debe comenzar por
las matemáticas. 5ª. Debe concluir por la lógica, consistiendo ésta en la sistematiza-
ción de los métodos científicos, con entera exclusión de todo concepto teológico ó
(sic) metafísico. 6ª. Puede comenzar á (sic) los doce años de edad. 7ª. Los ramos que
la constituyen, deberán conservar la misma extensión que hoy tienen en la Escuela N.
Preparatoria 8º. En un solo programa pueden caber la preparación científica y la lite-
raria de los alumnos. 9ª. El programa de estudios y ejercicios deberá ser el siguiente:
10ª. Los alumnos que justifiquen haber sido examinados y aprobados de las materias
de enseñanza obligatoria de las Escuelas Preparatorias, recibirán un diploma que lle-
vará el nombre que acuerde la autoridad respectiva.127
El plan de estudios que se plantea como único para toda la República mexi-
cana es el siguiente:
Cuadro VII. Plan de estudios acordado en el Segundo Congreso Nacional de Instrucción Pública
1891
Primer Año Hrs. Segundo Año Hrs. Tercer año Hrs.
/ s. / s. / s.
Aritmética y Álgebra 6 Geometría plana y en 6 Geometría analítica 3
el espacio. Trigonome- de dos dimensiones
tría rectilínea y nociones de cálculo
infinitesimal
Primer curso de 3 Segundo curso de 3 Cosmografía 3
Francés Francés
Canto 3 Canto 3 Raíces griega y latinas 3
Ejercicios de lectura 3 Ejercicios de decla- 3 Primer curso de 3
superior mación Inglés
Dibujo 3 Dibujo 3 Primer curso de Gra- 3
mática Española
Ejercicios militares 3 Ejercicios militares 3 Dibujo 3
Conferencias sobre 3 Conferencias sobre 3 Ejercicios gimnás- 3
moral e Instrucción ciencias y viajes ticos
cívica
Conferencias sobre 3
historia de la industria
Total Hrs. semana 24 24 24
Cuarto año Hrs. Quinto año Hrs. Sexto año Hrs.
/ s. / s. / s.
Física precedida de 6 Química y Mineralogía 6 Ciencias biológicas 6
nociones de mecánica
Academias prácticas 3 Academias prácticas 3 Psicología, Lógica y 6
Moral
Física del globo y Geo- 3 Geografía patria 3 Academias prácticas 3
grafía general de biología
Segundo año de Inglés 3 Historia general 6 Historia Americana 6
y patria
Segundo año de Gra- 3 Literatura general y 3 Literatura Española 3
mática española preceptiva y patria
Dibujo 3 Dibujo 3 Manejo de armas 3
Ejercicios gimnásticos 3 Manejo de armas 3 Conferencias sobre 3
sociología
Conferencias sobre 3 Conferencias sobre 3 Conferencias sobre 3
historia del arte y la educación Higiene y Moral
civilización
Total Hrs./semana 27 30 33
Cursos facultativos
Griego, Latín, Alemán e Italiano (dos años cada uno)
54 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Justo Sierra, quien fungió como presidente de la Junta Directiva del Congreso,
defendió con vehemencia el acuerdo de uniformidad del plan de estudios acorda-
do para toda la República, caracterizándolo como integral, científico e incluyente
de las Humanidades científicas; también justificó la necesidad de diversificar los
idiomas, argumentando que el estudio del latín en etapas previas respondió a una
época hegemónica de la educación religiosa, y a una idea equivocada de condi-
ción necesaria para otros aprendizajes. Dentro de sus argumentaciones planteó
la exclusión de todo concepto teológico o metafísico en los estudios de lógica,
aduciendo razones pedagógicas y políticas. En parte de su discurso Justo Sierra
expresaba:
el valor de estos conceptos, y autorizamos así una enseñanza suprimida por la ley,
y violadora de la neutralidad en la escuela.
Más si no hay necesidad de acudir a estos conceptos —así como no hay
necesidad de acudir al fundamento religioso de la moral, para exponer sus pre-
ceptos— ¿de qué proviene el escándalo, y los reproches, y las protestas? No;
afirmémoslo muy alto, el Congreso se ha ajustado a la verdad, a la necesidad y a
la libertad.128
Las expresiones de Justo Sierra sobre la enseñanza de la lógica, y particu-
larmente el dogmatismo procientífico aludido, provocaron agrias discordancias
entre el mismo grupo de positivistas de la época, de tal manera que afectaron las
resoluciones del Congreso de Instrucción al intentar promover nacionalmente
los referidos acuerdos.
Dicho evento mantiene un significado relevante debido a la representatividad
nacional de los asistentes y por la profundización temática abordada, sin embar-
go, no tiene los resultados esperados, ya que algunos de los acuerdos no viven
buenaventura, destacando la no aplicación del plan de estudios en la Escuela
Nacional Preparatoria, centro guía de las ideas pedagógicas mexicanas para este
nivel.129
La situación anterior se repite en el Colegio Rosales, ya que, aunque el Lic.
Francisco Gómez Flores asiste con la representación del estado de Sinaloa por
encomienda del gobernador Mariano Martínez de Castro, y forma parte de la Co-
misión de Instrucción Preparatoria como Prosecretario, los resolutivos no fue-
ron aplicados inmediatamente en la institución. Será hasta el año de 1895 cuando
el Colegio Rosales formula un nuevo plan de estudios, recuperando solo algunos
planteamientos de los resueltos en el Segundo Congreso Nacional de Instrucción
de 1891, como se observa enseguida.
El año de 1895 la institución recibe de nuevo el nombre de Colegio Rosales,
suprimiendo la denominación de Nacional, y ratifica la instrucción pública de ni-
vel preparatoria y profesional de carácter gratuita, subsidiada por el Gobierno del
estado y abierta a todos aquellos que la soliciten.130 El decreto correspondiente
plantea un plan de estudios de preparatoria con duración de cinco años, y nueva-
mente toma el matiz especializado.
Cuadro VIII. Plan de estudios de preparatoria del Colegio Rosales en 1895 (Decreto No. 13,
POES, 1895)
Para Médicos, Farmacéuticos y Veterinarios
Primer año Segundo año Tercer año
Matemáticas 1.er Curso (Arit- Matemáticas 2.º curso (Geo- Física, precedida de nociones
mética y Álgebra) metría plana y del espacio y de Mecánica
Trigonometría rectilínea)
Cosmografía
Francés 1.er Curso Francés 2.º Curso
Inglés 1.er Curso Inglés 2.º Curso
Latín 1.er Curso
Español 1.er Curso (Analogía Español 2do. curso (sintaxis, y
y Ortografía, ejercicios de prosodia, ejercicios de Análi-
Recitación, Narración, Des- sis, Composición y Lectura de
cripción y Composición) Autores Clásicos)
Dibujo Natural Dibujo de paisaje
Cuarto año Quinto año
Química General Botánica
Zoología
Geografía Mineralogía y Geología (nociones)
Raíces griegas
Latín 2do. Curso Alemán 2do. Curso (sic )
Dibujo lineal 3.er Curso (sic)
Higiene
Historia General Historia patria
Lógica, Psicología y Moral
Geografía
Latín (2.º Curso) Latín (3.er Curso)
Raíces griegas
Higiene
Literatura
Historia general
Lógica, psicología y moral
Para Abogados
Primer año Segundo año Tercer año
Matemáticas (1.er Curso) Matemáticas (2.º Curso) Física, precedida de nociones
de Mecánica
Cosmografía
Francés (1.er Curso) Francés (2.º Curso)
Inicios del bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa... 57
Para Arquitectos
Primer año Segundo año Tercer año Cuarto año
Matemáticas (1.er Matemáticas (2.º Matemáticas (3.er
Curso) Curso) Curso) (Geometría
Analítica y Trigono-
metría Esférica)
Física, precedida de Química general
nociones de Mecánica
Cosmografía Geografía
Francés (1.er Curso) Francés (2.º Curso)
Inglés (1.er Curso) Inglés (2.º Curso)
Dibujo Natural y de Dibujo de Ornato y Dibujo Lineal y de Dibujo Lineal y de
Ornato 1er. Curso de Dibujo Ornato (2.º Curso) Ornato (3.er Curso)
Lineal
Historia general
Historia patria
Lógica, psicología y
moral
Para Notarios
Primer año Segundo año Tercer año
Matemáticas (1.er Curso) Matemáticas (2.º Curso) Nociones de Ciencias Físicas
y Naturales
Francés (1.er Curso) Francés (2.º Curso)
Inglés (1.er Curso) Inglés (2.º Curso)
Español (1.er Curso) Español (2.º Curso)
Ortografía
Historia Universal y patria
Lógica, psicología y moral
cursarse en tres años, pero nadie lo estudió en dicho tiempo; ya que para iniciar
debieron incluirse asignaturas que correspondían a primaria y, en 1878 se intro-
dujo un curso de álgebra que extendió el tiempo necesario para estudiar la prepa-
ratoria y modificó la orientación de los estudios, diferenciándolo aún más del que
se estudiaba en México; ya que en la Nacional Preparatoria las matemáticas eran
la base inicial sobre la que descansaban los últimos cuatro años de preparatoria,
en Sinaloa fueron el punto de llegada y significaron la conclusión del plan de
estudios que realmente se cursaba. Con el aumento del número de profesionistas
en Culiacán, estas diferencias fueron disminuyendo para desaparecer, casi por
completo, en los albores del nuevo siglo.135
Vale aclarar las diferencias de hallazgo con Sánchez Gastélum: mientras este
investigador afirma que la independencia del Colegio con respecto a las pro-
puestas del centro del país, fueron notables al formular el plan de estudios, acá
encontramos diversas similitudes al igual que diferencias, pero finalmente se en-
contraban enmarcadas en la misma orientación liberal y positivista impulsada por
el gobierno de Benito Juárez y durante el periodo denominado porfiriato.
Comentarios finales
Introducción
63
64 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
En Sinaloa al final del periodo porfirista la educación pública estaba a cargo del
gobierno del estado, y en su organización técnica administrativa participaba el
Colegio Civil Rosales, no solo por la educación superior que ofrecía, sino porque
a través de él se planeaba la educación de todo tipo que se impartía en el esta-
do.138
La estructura institucional en esta materia era inestable y débil, para el cum-
plimiento de los propósitos que anunciaban las autoridades locales. Todo lo re-
lativo a la educación en la entidad dependía de una sección del Departamento
de Gobernación, misma que no señalaba con claridad las responsabilidades y los
límites del servicio educativo estatal y de los municipios. Ello provocó diversos
conflictos en perjuicio de los alumnos, de los profesores y la educación pública.139
A fines del periodo porfirista eran muchas las necesidades de nuevas escuelas,
los prefectos levantaban padrones escolares que daban cuenta de las rancherías
donde era necesario el establecimiento de escuelas, o el nombramiento de ayu-
dantes en algunas por ser bastante grande la cantidad de niños que asistían. Las
necesidades de nuevos establecimientos, se reconocían por parte de las autori-
dades locales, en las celadurías del Distrito de El Fuerte, El Realito y Reparito,
requerían del establecimiento de una escuela mixta pues en total había más de
cien niños. Para la cabecera del Distrito por ser gran cantidad de alumnos se pe-
dían nombramientos de ayudantes y un director, ya que había 222 estudiantes.140
Estas peticiones no pudieron ser resueltas en el porfiriato, por los desajustes
138 Sergio Ortega Noriega, Breve historia de Sinaloa, Fondo de Cultura Económica,
1999, p. 288.
139 María Lourdes Cuevas Tazzer, La educación socialista en Sinaloa (1934-1940), Uni-
versidad de Occidente, Tinta Editores, México 2001, p. 46.
140 Archivo Histórico Municipal de El Fuerte, Sección Gobierno, Caja 55, Crono-
logía 1908-1935.
Educación básica en Sinaloa de 1920 a 1930 65
141 Rafael Santos Cenobio, Entre las aspiraciones agrarias y los vaivenes de la políti-
ca en Sinaloa, 1915-1969, (tesis de doctorado, inédita) Universidad de Guadalajara, 2013,
p. 348.
142 María Lourdes Cueva Tazzer, Op. Cit., p. 46.
66 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
joven e inclusive al adulto, una buena formación física y mental. Por ello se puso
en marcha una fuerte campaña contra las adicciones, donde el juego y el alcohol
serían restringidos de cierta forma, se buscaron alternativas como el deporte, era
un propósito nacional retomado por el estado, y se comenzó construyendo en la
capital un estadio.143 Ese proyecto también se reflejó en los programas escolares.
Se impartieron cursos como: gimnasia, disciplina militar, educación física y tra-
bajo manual.
Las campañas antialcohólicas tuvieron en las escuelas un gran impulso, ade-
más estaba prohibida la existencia de establecimientos de venta cerca de estas. En
noviembre de 1918 se giró una circular donde la Dirección General de Educación
advertía que la embriaguez, aunque no fuese consuetudinaria, se tendría como
motivo de destitución de empleo para los maestros. Podían ser denunciados por
los ciudadanos, un ejemplo de ello se presentó el 27 de diciembre de 1920, pues
los vecinos de la comisaría de Ojitos, El Fuerte, denunciaron al director del plan-
tel escolar Ignacio M. López, ya que decían:
143 Fernando Rodelo Mendoza, “La mutación intelectual y sus mecanismos educa-
tivos en Sinaloa, 1880-1924”, en Repercusiones socioculturales de la independencia y la revolución
mexicana en Sinaloa, Nuevas miradas, Roberto A. Mendieta Vega, Fernando Rodelo Mendo-
za, (Coordinadores), Culiacán 2010, p. 267.
144 Archivo Histórico Municipal de El Fuerte, sección Gobierno, Serie Educación,
1920.
Educación básica en Sinaloa de 1920 a 1930 67
Para entender una arista de la organización de las escuelas públicas del nivel
básico en el estado, apreciamos que en el ciclo escolar (1931-1932) se partió de
una calendarización que iniciaba la última semana de septiembre para el proceso
de inscripción y de inicio de clases, a partir del mes de octubre hasta finalizar el
163 “El papel social del maestro”, El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 31 de agos-
to de 1931, citado por Jorge Verdugo Quintero, Op. Cit., p. 332.
164 Informe de Gobierno Macario Gaxiola, 1930.
Educación básica en Sinaloa de 1920 a 1930 75
mes de junio.165
Las cifras totales para el ciclo mencionado (1931-1932) fueron de un total de
242 días trabajados, 19 días feriados y 62 de vacaciones, lo que incluía labores
hasta los días sábados. Respecto a los días feriados estos eran el 12 Octubre (día
de la raza), 2 de noviembre (día de los fieles difuntos), 20 de noviembre (aniver-
sario de la revolución mexicana), 22 de diciembre (aniversario de la batalla de San
Pedro), 25 de diciembre (Navidad), 1 enero, 5 de febrero, 8 y 9 febrero (carnaval),
21 y 26 de marzo, 31 de marzo (aniversario de la muerte del general A. Flores),
5 de mayo batalla de puebla, 17 de julio aniversario general Obregón, 18 de ju-
lio Aniversario de la muerte de Juárez. Otras conmemoraciones realizadas sin
suspender labores eran el 15 de febrero día del árbol, 22 de febrero (ceremonia
luctuosa en memoria de don Francisco I. Madero, 21 marzo Natalicio de Juárez,
10 de mayo fiesta social en honor de las madres y el 8 de mayo aniversario del
natalicio de don Miguel Hidalgo y Costilla.
En el calendario escolar para el ciclo escolar 1932-1933, se programa un pe-
riodo de inscripciones entre el 27 y el 30 de septiembre, con un total de 250 días
laborados, seis días de suspensiones laborales, seis días de vacaciones de prima-
vera y 66 días de vacaciones generales.
Los días feriados eran el Día 12, día de la raza; Día 21, aniversario de la re-
volución; 22 de diciembre, aniversario de la batalla de San Pedro y de la muerte
de Morelos; 5 de Febrero, aniversario de la Constitución del 17; día 15 febrero,
ceremonia escolar con motivo del mes del árbol; 21 marzo, aniversario del nata-
licio de Juárez; 31 de marzo, aniversario de la muerte del general Ángel Flores;
del 10 al 15 de abril, vacaciones de primavera; mayo 1, día del niño y del trabajo,
suspensión de labores; 5 de mayo, aniversario de la batalla de Puebla; 8 de mayo,
ceremonia escolar en memoria de don Miguel Hidalgo; 10 de mayo, fiesta social
en honor de las madres; 15 de mayo, día del maestro; del 1 al 12 de julio, los exá-
menes finales y, del 13 al 26, organización de documentación y el 17, del mismo
mes, se celebraría la ceremonia escolar en memoria del general Obregón; el 18,
ceremonia escolar en memoria de don Benito Juárez y, finalmente, las vacaciones
de verano entre el 27 de julio y el 26 de septiembre.
Se impartían las materias de: lengua nacional, aritmética y geometría, historia,
prácticas agrícolas, trabajos manuales o labores femeninas, dibujo, canto y edu-
cación física. En los planteles donde contaban con bibliotecas, que por cierto no
eran voluminosas; contenían lo necesario para la consulta, tales como libros de
Geografía Universal, Historia de México, Gramática castellana, Aritmética, Eco-
166 María del Rosario Heras Torres, “Escuelas públicas de Navolato de 1930 a
1940”. José María Figueroa, Gilberto López Alanís, (Coordinadores), Navolato, Encuen-
tros con la historia, Culiacán, Once Ríos Editores, 2002.
167 AHGES-FE-EG, Caja Escuela Primaria Benito Juárez, (1931-1932), carpeta 3,
calendario escolar 1932-1933 y 1933-1934.
168 María del Rosario Heras Torres, Op. Cit., p. 107.
Educación básica en Sinaloa de 1920 a 1930 77
Trabajos manuales, Canto y cultura Física. En los grupos superiores Lengua na-
cional, Aritmética y geometría, Ciencias naturales, Prácticas agrícolas, Geografía,
Historia, Educación cívica y social, Dibujo, Trabajos manuales, Solfeo y canto y
Cultura física.
Una importante vinculación entre la escuela y la comunidad se ejercía a través
de la integración de los miembros de la sociedad a partir de diversas organizacio-
nes como ligas infantiles, ligas protectoras de la infancia, ligas antialcohólicas de
señoritas, comités de padres de familia. Creando para tal fin, estatutos y mesas
directivas, entidades que ejercían una función de enlace y difusión de las cam-
pañas, a la par con el desarrollo de actividades propiamente cocurriculares que
incluían deportes, eventos culturales al aire libre, encuentros atléticos, bailables y
danzas, conferencias y dramatizaciones contra el alcoholismo. Dichas actividades
podrían favorecer la construcción de significados en el ámbito escolar. Asimismo
al interior de las escuelas las ligas apoyaban la resolución de las necesidades ma-
teriales no resueltas de infraestructura y materiales para usos didácticos.
El propio gobernador Macario Gaxiola apunta en su informe de 1932 que
muy importante era la actitud de los vecinos que con entusiasmo se organizaron
y trabajaron en la construcción de casas-escuela así como huertos, gallineros,
campos deportivos, teatros al aire libre, etcétera.170
Llama la atención una nota donde el gobierno agradece con especial mención
al personal docente y alumnos de Culiacán y Mazatlán por haber contribuido
al mejoramiento y embellecimiento sus escuelas, que dan una grata sensación
de esmerado aseo y de fresca alegría. “paredes y techos recién pintados, ya los
tiestos que ostentan plantas lozanas y esmeradamente cuidadas, ya los saloncitos
de lectura o de labores, lo que demuestra que maestros y alumnos, con cariño,
con esfuerzo propio y hasta con pequeños desembolsos, han logrado hacer del
recinto de la ciencia un lugar ameno y atractivo”.171
Para la adquisición de material escolar, los Comités Educativos constituidos
en diversos lugares del estado, aportaban valioso apoyo, organizando kermés,
fiestas de teatro, rifas, etc., invirtiendo estas ganancias en la compra de muebles
y útiles escolares. Se nota la cooperación entre la federación y el gobierno del es-
tado en la labor educativa, las Direcciones de Educación tanto Federal como del
Estado, acordaron laborar con la misma orientación ideológica y así formar un
frente único al problema educativo. La organización de las actividades de las ligas
se desarrollaría en reuniones dentro de las instalaciones escolares, los días sába-
dos por la mañana o domingos por la tarde, los fondos para el funcionamiento de
y madera; así como un álbum prohigiene para la biblioteca infantil, mismos que
servirían para la retroalimentación de los procesos educativos, la evaluación de
las mismas y el desarrollo de la metacognición.
Las actividades concretas a desarrollar en dicha campaña incluían el sanea-
miento de espacios y equipos escolares, aseo personal, socialización del conoci-
miento sobre la salud y el saneamiento y actividades recreativas. Sobre los ele-
mentos participantes en dicha campaña se incluía tanto a alumnos, maestros,
directivos, ayudantes, madres de familia y jóvenes. La organización debía promo-
verse una agrupación escolar organizada en una brigada sanitaria y de Cruz Roja,
cuyos campos de acción incidirían en la creación y mejoramiento de las instala-
ciones sanitarias, peluquerías, así como de instalaciones culturales y deportivas a
favor de una vida sana.
El plan operativo consideraba, en primer término, fortalecer en la comunidad;
la confianza en la escuela como ente social, capaz de promover ideas y acciones
de mejoramiento social; ejecutar acciones concretas como campañas de arboriza-
ción, urbanización, en las zonas campesinas impulso a cultivos agrícolas para el
respaldar la economía familiar, convertir la escuela en la casa del pueblo e incidir
en el mejoramiento de las comunicaciones, el mercado, el servicio de agua pota-
ble y en general las pautas de vida.
Para la campaña contra la tifoidea y paratífica, se enviaron circulares a los
directores de las escuelas primarias por la delegación federal de Salubridad en
enero de 1932; se enfatizaba que la aplicación de la vacuna era voluntad expresa
de los padres.179 Sin embargo, durante dicho ciclo los maestros participaron con-
cientizando a los padres sobre la importancia de la vacunación, a fin de superar
los prejuicios culturales y avanzar en la prevención de enfermedades.180
Para 1933, transcurrido un año fue enviada otra circular donde se confirmaba
la participación de las escuelas y su personal docente, específicamente la escuela
Benito Juárez No. 1 fue responsable de aplicar la vacunación preventiva a sus
alumnos a la par de otras instancias como el hospital civil, farmacias, boticas de
la localidad, y en la delegación federal de salubridad, en Mazatlán, y en el resto del
estado por los encargados de las unidades sanitarias.181
Otra campaña encaminada a mejoramiento de la salubridad fue la de proar-
borización.
Dicha campaña fue propuesta por el Gobierno del Estado durante el mes
de enero de 1932, a fin de desarrollarse obligatoriamente para el ciclo escolar
(1932-1933), en las escuelas primarias, y se organizó una semana del árbol del 14
179 Ibíd.
180 Ibíd.
181 Ibíd.
Educación básica en Sinaloa de 1920 a 1930 83
Conclusión
Introducción
85
86 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
diente, gobierno del estado de Sinaloa, departamento de educación, Escuela Oficial Mix-
ta, número 414, ciclo escolar, 1920-1921: “Oficio de Venustiano Garibaldi, Director, a la
Dirección General de Educación Pública”, Cofradía, Sindicatura de Tamazula, Guasave,
26 de julio de 1921.
186 Félix Brito Rodríguez, “Alcohol, política, corrupción y prostitución en el Sina-
loa pos revolucionario”, en Samuel Octavio Ojeda Gastelum y Matías Hiram Lazcano
Armienta (coordinadores), Historias de la Revolución en Sinaloa, Universidad Autónoma de
Sinaloa, Culiacán, 2011, pp. 210.
187 El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 7 de junio de 1927, citado por Félix Brito
Rodríguez, Op. Cit., p. 213.
88 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
de Gimnasia calistécnica; luego las alumnas dirigidas por la señorita María Gua-
dalupe Gastélum y el señor Simón Ibarra, protagonizaron el bailable rítmico -las
niñas estaban divididas en dos grupos: uno usaba uniforme azul el otro vestido
de color rosa, hacían vistosas figuras y combinaciones sin perder ni por un mo-
mento el compás de la música-; y por último los alumnos de tercer grado aseso-
rados por el Prof. Ontiveros formaron pirámides.200
En agosto de 1932, el gobierno de Macario Gaxiola, desplegó la circular vein-
te estableciendo que las escuelas del estado debían lanzar una campaña prohi-
giene. La respuesta fue contundente, en la escuela de Agua Blanca, Guasave,
el director promovió entre los alumnos de segundo grado la formación de una
Sociedad de Higienización Pública y Privada, cuya tarea esencial era la adquisi-
ción de medicinas para un botiquín escolar; de materiales para la fabricación de
jabón; y de herramientas para poner a funcionar una pequeña carpintería; y de
inspección sanitaria se ocupó de visitar enfermos y dar atención a los estudiantes
accidentados en la escuela.201
Las comisiones desplegadas se ocuparon de diferentes actividades. La Co-
misión de Deportes se encargó de localizar y realizar estudios sobre el terreno
aledaño al plantel educativo con el fin de adecuarlo para las acciones deportivas;
los niños comisionados, apoyados por el excomisario ejidal de la colonia Portes
Gil, Francisco Santa Cruz; consiguieron de la SEP, 60 libros que fueron guarda-
dos en la casa de Francisco Reina. El profesor, instrumentó la “campaña contra
la basura” donde los niños limpiaron los alrededores y al interior de la escuela;
además, el docente estimuló la arborización del lugar con 68 plantas de ornato y
8 árboles frutales, pero por falta de agua solo sobrevivieron 32 de las primeras y
4 de las últimas.202
Las actividades escolares y las festividades culturales como el Día y la Semana
del Árbol, los bailables y la poesía fueron difíciles de ponerlas en práctica a cabali-
dad por los docentes. Primero porque los niños contribuían con el gasto familiar
y se veían obligados a emplearse como trabajadores en las haciendas; segundo,
porque los padres de familia no tenían interés en enviar sus hijos a la escuela.
En El Fuerte, el Comité de Educación y el inspector de Policía Ambrosio Fie-
rro convocaron reuniones de padres de familia para tratar asuntos relacionados
200 Ibíd.
201 AHGES-FE, Carpeta 11R3, Fin de Curso, Municipio de Guasave, 1918-1946.
Exp. Gobierno del estado de Sinaloa, departamento de educación, Escuela Oficial Mixta,
número 11, ciclo escolar, 1932-1933: “Informe del Director de la escuela Oficial Rural
Mixta, número 11, al Director General Jefe del Departamento de Educación Pública”,
Agua Blanca, Guasave, 1 de julio de 1933.
202 Ibíd.
92 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
con la educación de sus hijos, pero la asistencia fue muy limitada.203 De la inasis-
tencia escolar se quejaba la profesora de Vivajaqui, María del Rosario Aréchiga,204
quien decía que los niños solicitaban permiso para irse por temporadas a trabajar
a la hacienda de Chinobampo; otras veces, como el caso de La Palma, Sindicatura
de Charay, el dueño del local de la Escuela y el comisario municipal, preferían
clausurar la escuela y crear una cantina en su lugar.205 Y a veces los padres de
familia se resistían a que sus hijos realizaran labores como plantación de árboles
y construcción de jardines, quería que se dedicaran solamente a la instrucción de
conocimientos.
En esa tesitura, la profesora de Vivajaqui decía: “El comisario es persona
muy generosa y me ha ofertado un regular espacio de terreno, yo de mi parte,
conseguí semillas de morera […] tengo variedad de flores pero ellos [los padres
de familia] nunca son culpados solo la maestra y el comisario resultan culpados
de todo proyecto”.206
En la política educativa, Bassols insertó nociones de biología social, eugenesia
y mejoramiento racial compatibles con la idea de Estado, en beneficio de la co-
lectividad, debía de mejorar la salud espiritual y física de sus ciudadanos. Durante
el mandato de Bassols, se consolidaron la vacunación, la salud comunitarita y
campañas contra el alcoholismo, los juegos de azar y la prostitución. Su antítesis
eran los juegos atléticos (béisbol y baloncesto), teatro didáctico y festivales laicos
y patrióticos.207
Bassols, creía que el poder trasformador de la ciencia, contrarrestaban la cues-
tión religiosa en el centro de la política educativa. Sus esfuerzos por limitar el
papel de la Iglesia en la enseñanza e introducir la educación sexual provocaron la
ira de miles de católicos de la Unión de Padres de Familia. Bassols en 1934, fue
203 El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 24 de septiembre de 1928, p. 2; Ibíd., 22 de
septiembre de 1929, p. 3.
204 AHGES-FE, Carpeta 10RU1, F, Tetaroba, Llanos de los Soto y Vivajaqui, Mu-
nicipio de El Fuerte, 1918-1946, Carpeta, Noticias estadísticas mensuales, Escuela oficial
mixta, 17, Vivajaqui, ciclo 1931-1932:“Oficio de queja de la profesora María Rosario
Aréchiga, al Jefe del Departamento de Educación”, Vivajaqui, El Fuerte, 29 de enero de
1932.
205 Archivo Municipal Ayuntamiento El Fuerte-Fondo Correspondencia (AMAE-
FC), Secretaria de Gobierno, 1937: “Queja de los vecinos de La Palma, del Procurador de
Pueblos en los estados de Sinaloa y Nayarit, Cuauhtémoc Ríos, al presidente municipal,
Fuerte”, Culiacán, 26 de noviembre de 1931, f. 58.
206 AHES, Carpeta 10RU1, Tetaroba, Llanos de los Soto y Vivajaqui…Op. Cit.
207 Mary Kay Vaughan, “Cambio ideológico en la política educativa de la SEP: pro-
gramas y libros de texto, 1921-1940”, en Susana Quintanilla y Mary Kay Vaughan, Escuela
y sociedad en el periodo cardenista, Fondo de Cultura Económica, México, 1997, p. 86.
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 93
213 AHSEP, exp. 248.53, citado en María Lourdes Cuevas Tazzer, Op. Cit., p. 108.
214 Su quehacer funcionó de la siguiente manera: en Badiraguato, el periodo de inves-
tigación abarcó del 6 al 20 de junio; Ahome, la primera fase se llevó del 27 de septiembre al
10 de octubre, y la segunda etapa se distribuyó del 11 de octubre al 21 de noviembre.
96 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
215 AHSEP, expediente 318.11 y 297.5, citado en María Lourdes Cuevas Tazzer, Op.
Cit., p. 112.
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 97
del Castillo apoyado por las defensas rurales atacó con injurias y gritos a Loaiza
y Delgado. Los ánimos se exacerbaron, al grado de que los castillistas Avelino
Moreno y la defensa rural golpearon con pistola a Aurelio Rodríguez, simpatizan-
te de Loaiza-Delgado, pero sus compañeros respondieron con disparos, lo cual
provocó la intervención del ejército comandados por el general de División Ortiz
Sevilla, quien sentenció al síndico municipal, “sino controlas las defensas rurales,
armaré a mil agraristas y voy a deponer las defensas rurales”.219
En septiembre de 1937, Agustín G. del Castillo respaldado por Isabel F. Gar-
cía, representante de Liga de Comunidades Agrarias Gabriel Leyva y Francisco
Quintero fue nominado candidato al senado de la República.220 Para esos mo-
mentos del Castillo hizo coalición con Ramón F. Iturbe y Gabriel Leyva, lo cual
le facilitó convertirse fácilmente en senador. En lo posterior esa alianza se forta-
leció y se ensanchó, quedando incluida también la poderosa Central de Trabaja-
dores de México (CTM) dirigida por Lombardo Toledano. Ese poderoso bloque
pronto enfiló sus baterías contra Loaiza y Delgado.
Las confrontaciones entre ambos bloques se sucedieron en distintos escena-
rios y en diferentes niveles de intensidad. Un caso claro, aconteció en El Triunfo,
lugar donde el comité agrario identificado con la Liga Gabriel Leyva solicitó al
director de Educación Federal, Eliseo P. Silva Garza, la destitución del profesor
Ramón Sánchez M., asesor del Sindicato Venustiano Carranza. Los argumentos
esgrimidos contra el maestro sostenían: “en este lugar es mayor número de niñas
que de varones en edad escolar y porque siendo mujer la directora del plantel
educativo, impartirá una mejor enseñanza con más confianza. Porque el actual
director con frecuencia se ausenta de este lugar, por cuyo motivo la niñez escolar
pierde casi constantemente varias horas de clase”.221
El profesor Sánchez era acusado de lo siguiente: ausencia escolar frecuente;
asesor jurídico sindical; intento de presionar a los padres de familia por medio
de multas a los niños que faltasen a la escuela; y prohibición de los indígenas de
219 AMAEF-FC, Asuntos agrarios ante este magistrado, 1936: “Participando al pre-
sidente municipal, con copia para el gobernador, lo ocurrido ayer por la Defensa Rural
y Destacamento Federal, del Síndico Municipal de San Blas, Jesús Esparragoza, al presi-
dente municipal”, San Blas, 20 de marzo de 1936, f. 66.
220 AGN, F. Lázaro Cárdenas, C. 953, exp. 555.2 /74:“Isabel F. García represen-
tante de las Ligas de las Comunidades Agrarias del Estado de Sinaloa Gabriel Leyva y
Francisco Quintero, al presidente de la República, El Fuerte, 9 de septiembre de 1937, f.
65.
221 AMAEF-FC, exp. Acuerdos, oficios y asuntos agrarios, 1938:“Solicitud de pa-
dres de familia de El Triunfo, al Director de Educación Federal en el Estado”, El Triunfo,
El Fuerte, 9 de marzo de 1938, f. 28.
100 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
222 Esporádicos fueron los casos en Sinaloa donde los apóstoles de la edu-
cación atacaron a la religión, si acaso una vez el director de Educación Federal
Silva Garza solicitó al gobernador expulsar a dos sacerdotes “sin escrúpulo” que
estaban actuando contra la educación socialistas, mientras que en Palos Verdes,
Guasave, los agraristas acusaban en julio de 1935 a dos maestras de “reacciona-
rias y beatas”. En el norte la regularidad fue no meterse o atacar las tradiciones
religiosas de los indígenas. Al respecto recuerdan los profesores: “donde nunca
penetramos fue en lo que los indios creían y han creído siempre, en las cosas que
deben ellos sus fiestas, donde bailan sus pescolas y todo eso. Como interpreta el
indígena el sacrificio de Cristo, lo que era la Semana Santa, en que los oficios eran
verdaderos ritos […] Cada quien tenían lo que quería tener de ideas […] ellos
creían […] en esta zona son muy creyentes, católicos ¿no?, las judías por ejemplo,
hacían sus fiestas, vivimos entre ellos y las festejábamos como fiestas no como
religión. Entrevista 7 y Miguel Castillo Cruz en Lourdes Cuevas Tazzer, Op. cit.,
pp. 126-127.
223 AMAEF-FC., Asuntos agrarios ante este magistrado, 1936: “Se transcribe oficio
de queja, del gobernador Provisional del Estado, al presidente municipal de El Fuerte”,
Culiacán, 16 de enero de 1936, f. 95.
224 AMAEF-FC, Asuntos agrarios ante este magistrado, 1936: “Oficio del Síndico
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 101
Tesorero Rosalino Sombra, al gobernador interino del estado, coronel Gabriel Leyva V”,
El Pochotal, El Fuerte, 14 de enero de 1936, fs.- 33-34.
228 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Queja del Comité Particular eje-
cutivo Agrario, al gobernador del estado”, Pochotal, 14 de febrero de 1936, f. 29.
229 ARAN-DS, “Oficio del comisario Municipal, Narciso Cruz, al presidente muni-
cipal, Emiliano C. García”, El Pochotal, Charay, 24 de marzo de 1936, f. 63.
230 ARAN-DS, “Pide garantías para la escuela de Pochotal, del inspector de la Pri-
mera Zona, Prof. Magdaleno Constantino, al presidente municipal, Emiliano C. García,
El Fuerte, 26 de marzo de 1936, f. 61-62.
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 103
municipal, que no les quedó otra opción ordenar al síndico municipal hacer com-
parecer al vituperado por lesiones contra Celedonio y al mismo tiempo se le
pedía entregar el archivo al comité agrario a los sindicalizados.234
El síndico Municipal llamó a comparecer a Catarino González y sus delatores
Joaquín López y compañía; sin embargo, el primero se abalanzó contra sus ad-
versarios esgrimiendo:
Yo les contesto, que no podía entregarles el archivo hasta que no hubiera una
asamblea general de todos los vecinos peticionarios a mis representados; para que
ellos expusieran si yo había cumplido con lo ordenado en el inciso c) del art. 17 del
Código Agrario […] no se encuentran agremiados [los sindicalizados] en esta agrupa-
ción agrarista que yo represento, usted les indique que no sigan molestando en pedir
el archivo de esta agrupación. Ellos son miembros de una Federación que tiene, en
Los Mochis, la que se encuentra adherida a la Confederación de Obreros y Campesi-
nos que formo el Lic. Vicente Lombardo Toledano en México […] no tienen derecho
para intervenir en los destinos de esta agrupación, como representante; que se sirva
hacer las investigaciones que en este caso reclama para que sea usted el que resuelva
esta dificultad por el que atraviesa esa institución agraria.235
234 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Se transcribe oficio del Comité
Ejecutivo Agrario de Mochicahui, del secretario general encargado del Despacho, Lic.
Miguel Gaxiola, al presidente municipal”, Culiacán, 19 de febrero de 1936, f. 5-6.
235 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Denuncia del presidente del Co-
mité Particular Ejecutivo Agrario, Catarino E. González; Srio. Antonio L. Leyva y Teso-
rero Eutolio Ruiz, al Mochicahui, 13 de febrero de 1936, f. 15.
236 Ernesto Tellez, aliado de González hasta la agencia de correo, llegó a controlar
para evitar que sus adversarios recogieran correspondencia. Tellez ordenaba a la encarga-
da de la oficina, Refugio G. Leyva, que los únicos capacitados para recoger corresponden-
cia era el Comité Agrario de González. Éste mismo recibía apoyo del Síndico Municipal
de Mochicahui, Abelardo O. Balderrama, por ello pedían su destitución los sindicaliza-
dos, pues siempre utilizaba la policía en su contra. ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara,
dotación: “Preguntamos a ud. Que facultad tiene Ernesto Téllez para impedir que este
Comité reciba su correspondencia, del Comité Ejecutivo de Mochicahui, Srio. Gabriel
Gutiérrez y tesorero Joaquín A. López, al Presidente Municipal de El Fuerte, Emilia-
no C. García”, Mochicahui, 22 de febrero de 1936, f. 3; “Oficio del Comité Ejecutivo,
miembros de la Federación de Local de Obreros y Campesinos del Valle de El Fuerte;
miembros de la Federación Regional de Obreros y Campesinos del Estado, miembros de
la CTM, presidente Celedonio E. Urias, Srio. Gabriel Gutiérrez y al presidente municipal
de El Fuerte, Emiliano García”, Mochicahui, El Fuerte, 10 de junio de 1936, f. 2.
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 105
Hace bastante tiempo andan haciendo mala propaganda entre los agremiados y
organizados de este lugar en perjuicio de la vecindad […] el maestro de Jahuara en
vez de estar dando clases nocturnas a los vecinos de Jahuara se viene hasta este lugar
a formar porras entre los compañeros agremiados, yo [el comisario municipal] pre-
sencié el conflicto, el maestro se hechó sobre la dirección de los debates.239
nicipal, exigieron a Rosario Vega la entrega del archivo, pero este se negó:
Una persona inteligente y hábil para toda clase de actividades y que dirige según
sus intereses personales a los incautos que tienen oportunidad de dar oídos a sus
indicaciones […] para conservar la autoridad en contra de la voluntad de la mayoría
se vale de acusaciones gratuitas contra el maestro que guía honradamente y dentro de
sus atribuciones y dentro del programa de su calidad de orientador desinteresado.245
245 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Informe del inspector de la Pri-
mera Zona, Prof. Magdaleno Constantino, al director federal de educación, Prof. Eliseo
P. Silva Garza”, s/l y f, f. 53.
246 Ibíd., f. 54; ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Que ya rindió informe
respecto de la queja del Comité Agrario de Jahuara, del inspector de la Primera Zona,
Magdaleno Constantino, al director federal de Educación, prof. Eliseso P. Silvia Garza”,
EL Fuerte, 9 de marzo de 1937, f. 51.
247 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, dotación: “Oficio del Comité Ejecutivo
Agrario de Jahuara, al Jahuara, al delegado del DA”, El Fuerte, 14 de marzo de 1937, f.48;
“Elevamos nuestra más enérgica protesta en contra de Inocente V. Flores y Magdaleno
Constantino, del Comité Ejecutivo Agrario, al Prof. Eliseso P. Salazar, director de Educa-
Políticas culturales y educación en el Sinaloa posrevolucionario, 1920-1940 109
Desprecio para este miserable hipócrita es una cuestión que hay que aplicarle
cuantas veces sea necesario la mala suerte que nos llegase a poner frente a estos tan
bajos e infame superados que por una parte chupan el sueldo que el gobierno federal
les otorga y por otra hacen propaganda en contra de él mismo y de la Liga esperamos
que tomara en cuenta estas razones.248
Las acusaciones que realizaban los agraristas contra el profesor Inocente Flo-
res y Magdaleno Constantino, se referían a las huelgas magisteriales y a las mani-
festaciones públicas desarrolladas por las filiales de la CTM contra el gobernador
Alfredo Delgado.
Conclusión
111
112 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
dio, distribución de los libros de texto gratuitos, capacitación para los maestros,
construcción de edificios escolares, incremento de plazas para los trabajadores
de la educación pública.
En Sinaloa, así como en todo el país, a fines de los cincuentas principios de
los sesentas del Siglo XX, era necesaria la expansión y modernización de la edu-
cación primaria, ya que las exigencias del momento, así lo requerían; en nuestro
estado, se vivía un contexto social, en el que la población estaba en aumento, se
vivía un proceso de urbanización y crecimiento de las ciudades por la migración
de población del campo a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida;
todo ello exigía más y mejores condiciones de educación.
Es importante reconocer que aún y a pesar, de que la aplicación del Plan de
Once Años no logró solucionar, en su totalidad, los problemas que se vivían en
la educación primaria, en nuestro país y en nuestro estado; vino a representar un
valioso detonante para el impulso de la educación en Sinaloa, ya que sentó las
bases para una educación moderna, más planeada y organizada y que ha contri-
buido a algunos de los rasgos que aún están vigentes en nuestra educación actual.
para que se cumpliera con dicho convenio. El sueldo de los maestros estatales
aumentó a $45.00 por el convenio de nivelación, haciendo un total de $270.00
mensuales para 2,400 plazas de maestros pertenecientes al Estado. Para el año
de 1960, se llevó a cabo un incremento, aún mayor, en los sueldos del magisterio
dependiente del estado; esto se debió a que el gobernador Gabriel Leyva Veláz-
quez se comprometió a nivelar los sueldos en partes, hasta culminar en el año
de 1961, con la nivelación total de los sueldos de los maestros del estado con los
maestros federales.
A continuación, se muestran unos datos en los que se hace una comparación
entre los sueldos que percibían los maestros estatales en el año de 1957 y los que
percibían en el año de 1960.
Cuadro I. Sueldos percibidos por los maestros del estado en los años de 1957 y 1960 en el estado
de Sinaloa
Sueldos percibidos en 1957 Sueldos percibidos en 1960
Cantidad Tipo de plaza Cantidad Tipo de plaza
$457.00 Maestro “A” de primaria rural $865.00 Maestro “A” de primaria rural
$716.00 Maestro “A” de primaria $1,236.00 Maestro “A” de primaria normalista
normalista urbano urbano
$1,082,00 Inspector escolar $1,960.00 Inspector escolar
Fuente: Cuarto informe de gobierno del general Gabriel Leyva Velázquez, Congreso del Estado,
1960. p. 8.
256 Cuarto informe de gobierno del General Gabriel Leyva Velázquez, 15 de di-
ciembre de 1960, p. 7.
El plan de once años y su impacto en la educación primaria en Sinaloa... 121
gobierno del Estado invertía la mitad del erario en educación, correspondía dicha
cantidad al 53.4 %, de hecho, el estado de Sinaloa figuraba entre uno de los que
más presupuesto invertía en este ámbito, lo cual, habla del gran esfuerzo que se
hacía por parte del General Gabriel Leyva Velázquez, por tratar de mejorar la
educación en el estado y principalmente la educación primaria, sin embargo, esto
no era suficiente, ya que el panorama general que presentaba la educación prima-
ria en el estado de Sinaloa era desolador.
Sin embargo, el gobierno del estado nunca se cansó de insistir en el apoyo
que necesitaba por parte del gobierno federal, y también por parte de la SEP,
para tratar de aminorar este grave problema. En este año el gobierno del total del
presupuesto que correspondió a $57, 939,560 le invirtió al ramo de educación la
cantidad de $29’598,174.56, lo cual quiere decir que la mitad del presupuesto era
inyectado en este ámbito, y esto por supuesto habla de la importancia que se le
dio por parte del gobierno a la educación.260
Este cuadro muestra la cantidad de partida presupuestal que se inyectó en el
rubro de educación en el estado de Sinaloa y, se puede apreciar que desde el inicio
de la gestión del General Gabriel Leyva Velázquez, en el año de 1957; aumentó
considerablemente el presupuesto invertido en tan importante rubro, de hecho,
en casi toda su gestión se invirtió casi la mitad del presupuesto en la educación
de Sinaloa.
Se puede aseverar que una vez que sale el gobernador Gabriel Leyva de la ad-
ministración pública de Sinaloa; la cantidad de presupuesto invertida sufre varia-
ciones y por desgracia, el presupuesto invertido en educación por los gobiernos
posteriores es menor, aunque a continuación, solo se mostrara la evolución pre-
supuestal que se le invirtió al ramo educativo por parte del gobierno de Sánchez
Celis, el que tomó el poder después de Leyva en el año de 1963. Así lo indican las
cifras que a continuación se muestran.
Cuadro IV. Presupuesto invertido en educación en el estado de Sinaloa, 1963-1967
Año Presupuesto Presupuesto Porcentaje
total invertido en
educación
1963 100,769,700 42,254,631 41 %
1964 122,871,625 46,729,261 38 %
1965 150,572,035 52,256,136 34 %
1966 204,321,768 65,238,645 31 %
1967 214,826,405 63,986,735 29 %
Fuente: Estadísticas históricas de finanzas públicas y producto estatal bruto, Op. Cit, pp. 81-82.
Escuelas primarias
Construcciones de escuelas
En el año de 1959, por parte del Gobierno del General Gabriel Leyva, se termi-
naron de construir 39 escuelas; se repararon 37, se ampliaron y adaptaron 10.265
17 En el año de 1959, de enero a agosto, se invirtió la cantidad de tres millones
en la construcción y reparación de aulas. Y de esa cantidad el 50 % se invirtió en
la ciudad de Culiacán, lo cual habla, de que se invertía más dinero en las escuelas
urbanas, en detrimento de las escuelas rurales.
El Ingeniero Andrés Izaguirre jefe del departamento de obras públicas en
el Estado, informó que esta cantidad tan raquítica, que se invirtió en el año de
1959 para este rubro; tan solo alcanzaba para hacer enmiendas a las escuelas y
para pagar la mano de obra que se hacía en la reparación de las mismas y, que se
necesitaba, cuando mucho, una cantidad de diez millones de pesos para poder
subsanar el problema de las construcciones, reparaciones y ampliaciones, que
hacían falta en el Estado.
Esto ilustra, a grandes rasgos, el problema tan grave que se vivía en este ren-
glón, tomando en consideración, que lo que se invertía por parte del gobierno
estatal, no alcanzaba, cayendo en manos del pueblo la responsabilidad de la cons-
trucción, reparación y ampliación que se tenía que hacer a las escuelas.
Para el año de 1960, la realidad es que no mejoró mucho la situación que
permeaba en las escuelas primarias del Estado, porque las escuelas no eran su-
ficientes; las escuelas urbanas, que eran las que tenían mejores condiciones, ca-
recían de las condiciones adecuadas de trabajo, de reparaciones, ampliaciones y
de más construcciones. Ahora, ¿qué se puede decir de las rurales?, las cuales, tan
solo contaban con dos o tres grados y, con un maestro para varios grupos y, de
manera general, se encontraban en pésimas condiciones materiales, con carencia
de aulas; falta de maestros, de material escolar y hasta de pupitres.
Para 1960, en el informe de gobierno del General Gabriel Leyva Velázquez,
aparecen los siguientes datos acerca de las escuelas primarias: se encontraban en
proceso de construcción 31 escuelas con 32 aulas. Este dato, habla por sí mismo,
de que las escuelas que se estaban construyendo eran de una sola aula, dejando la
construcción de aulas para el futuro, a los demás sectores de la sociedad, pasando
el demás trabajo a los padres de familia y vecinos.
maestros que laboraban en dicha escuela. Campaña que fue emprendida hacia los
padres de familia y vecinos de la localidad, para obtener la ayuda y la cooperación
que tanto se necesitaba para el plantel; pero en realidad lo que lograron fue poco,
sin embargo, se menciona que una familia ayudó de forma desinteresada para
arreglar peligrosas cuarteadoras que tenía un salón de clases y dos más que tenían
los servicios sanitarios.268
En lo que respecta, a la escuela General Anatolio B. Ortega, en el informe de
labores de la directora profesora María Teresa Zevada R., con fecha del 6 de julio
de 1961; dice que se trabajó para obtener el mayor rendimiento en los grupos, a
pesar de las condiciones en que se trabajaba, ya que un grupo de tercero y otro de
cuarto carecían de aula y, los grupos de quinto y el mismo de tercero no contaban
con mobiliario. Le pidió al inspector escolar, que le diera su ayuda para que se
construyeran las aulas que el gobierno del Estado les prometió. Estos ejemplos,
nos muestran de forma ilustrativa, como se carecía en las escuelas de materiales,
de arreglos en las aulas, de ampliaciones, que a veces se podían hacer por medio
de los vecinos, padres de familia y por otros medios.
Las tiendas escolares, eran un elemento importante que no se puede dejar de
mencionar, las cuales eran puestas en marcha por parte del gobierno, para que
por medio de sus ingresos se repararan las aulas o se comprara material escolar,
por lo tanto, estas ayudaron a mitigar un poco los gastos que se tenían en las
escuelas. Sin embargo, en este año de 1960, EL Comité Administrador del Pro-
grama Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), llevó a cabo una impor-
tante labor en cuanto a la construcción de escuelas, aclarando que se necesitaba
mucho más que eso para solucionar el problema, ya que se requería una mayor
participación de la iniciativa privada.
Las escuelas prefabricadas, representaron una verdadera novedad que impul-
só la CAPFCE en el importante renglón de construcción de escuelas como parte
del Plan de Once Años. Las características generales, que tenían estas escuelas
es que eran previamente construídas y traídas al estado de Sinaloa, como a otros
estados, ya listas para ser armadas, el material que se usaba para su instalación
era, estructuras metálicas, cancelería, puertas, instalación eléctrica y ventanales
con plástico translucido.
Estas escuelas iban a ser exclusivamente para el medio rural y los poblados
que más las necesitaran iban a presentar una solicitud ante la SEP, este era el
requisito que se debía realizar para poder tener la escuela rural, además por su-
puesto de la cooperación económica.
Las escuelas prefabricadas, además de contar con un aula con capacidad para
75 alumnos y una casa anexa para el maestro; también estaban dotadas de mo-
biliario, aparato cinematográfico, tocadiscos, biblioteca y material didáctico, solo
que para ser instaladas los pobladores de los lugares en donde iban a ser coloca-
das necesitaban cooperar con los gastos de instalación, además de una aportación
de 17,500 pesos.
En el mes de abril de 1960, llegaron las primeras 16 escuelas prefabricas al
estado de Sinaloa, trasportadas por cuatro tráilers; dichas escuelas, fueron lleva-
das a la parte posterior del palacio de gobierno. Esta noticia despertó muchas
esperanzas en la población de Sinaloa, de que se pudiera dar una mejora en la
educación primaria.269
Para el mes de junio de 1960, ya se habían completado 30 escuelas prefabri-
cadas, sobrepasando las 26 que la SEP había prometido mandar al estado de
Sinaloa, las primeras cinco escuelas se instalaron en los poblados de La Cofradía
de Navolato, Rancho Viejo y Santa Rosa de Mocorito, pueblo Viejo y Las Parritas
pertenecientes al municipio de Guasave.
En junio de este mismo año, ya se había incrementado el número de escuelas
prefabricadas a 50, incluyendo las primeras 30, que se habían traído inicialmente;
los poblados en donde se instalaron estas escuelas fueron 12, en el municipio de
Culiacán, una en el Vergel, una en el ejido del Rosario sindicatura de el Dorado;
cinco escuelas con la cooperación de AARC, se instalaron en distintos puntos de
las zonas de trabajo, una en el ejido de Navolato, en los municipios de Ahome;
una en el ejido de Jiquilpan, en El Fuerte; una en Tetaroba y otra en El Rincón
de Aliso y en Guasave se construyeron dos escuelas.270 También se construyeron
más escuelas de este tipo en los municipios de Escuinapa y Angostura.
Respondiendo a la iniciativa lanzada por parte de la Agencia Mexicana de
Publicidad, En mayo de 1960, se convocó a una reunión por parte del gerente de
la sucursal del Banco Nacional de México en Culiacán, señor Teodoro Peralta;
para invitar a formar un Comité Reconstrucción de Escuelas y, de esta forma, se
diera por parte de la iniciativa privada la ayuda tan necesaria que se requería en el
renglón de reconstrucción de escuelas.
El Comité Pro-Reconstrucción de Escuelas quedó integrado por el General
de División Leandro A. Sánchez Salazar el cual fungió como presidente y tam-
bién por el licenciado Román R. Millán el cual fue el vicepresidente.
Este Comité, recibió ayuda de los diferentes Clubes Rotarios existentes, los
cuales estaban formados por empresarios y también, por los grupos de agriculto-
res del estado de Sinaloa; así como de las Juntas de Mejoramiento Moral, Cívico
y material (JMMCM), de los padres de familia, alumnos de la universidad de Si-
Cuadro V. Escuelas que se reconstruyeron en el año de 1960 en el estado de Sinaloa por el Comi-
té Pro-reconstrucción de Escuelas
Escuelas reconstruidas
Ponciano Arriaga
Antonio Rosales
Ruperto L. Paliza
Eustaquio Buelna
Anatolio Ortega
Julio Hernández
Agustina Ramírez
Escuela Anexa a la Normal
Fuente: El Diario de Culiacán, 18 de diciembre de 1960, p. 1.
Con respecto a las parcelas escolares, se puede decir, que cumplieron un papel
muy importante en la obtención de apoyo económico para la construcción de
escuelas; es relevante mencionar, que se presentó un problema referente al fun-
cionamiento de dichas parcelas escolares, en el año de 1959, fue cuando salió a
la luz pública el problema de corrupción y del mal funcionamiento que se estaba
presentando en las parcelas escolares; incluso es en ese mismo año, cuando se
El plan de once años y su impacto en la educación primaria en Sinaloa... 131
elaboró un proyecto para que se pusieran en marcha dichas parcelas, con la in-
tención de que se trabajarán y que las ganancias que se obtuvieran se mandarán
directamente a la Dirección de Educación, quien iba a controlar directamente las
parcelas escolares por lo del problema, antes mencionado.
De acuerdo con la legislatura vigente en esos años, se debían repartir 10 hec-
táreas por ejido, supuestamente en el año de 1960 se contaba con un total de
13,270 hectáreas, las cuales muchas veces no producían nada, ya que no eran
trabajadas o el dinero recaudado no se invertía en las escuelas o muchas veces
eran rentadas o vendidas por algunos funcionarios.
Según el comandante de la novena zona militar debía de existir el número de
parcelas antes mencionado, contemplando que por ejido se dotaban de 10 hec-
táreas, sin embargo, esto fue solo una conjetura de él, porque muchos ejidos no
eran dotados de parcelas o algunos las venían a terceros. En el año de 1960, se
denunció públicamente el caso de un líder agrarista Salvador Cuadras, el cual fue
acusado por el Comité Regional Campesino número 11 de Navolato, ante los di-
rectivos de la delegación de Asuntos Agrarios, y declararon que este líder vendía
parcelas y que estaba entusiasmando a varios campesinos para que le compraran
por la cantidad de $50.00 pesos.
Cuadro VI. Número de parcelas escolares existentes en el año de 1960 en el estado de Sinaloa
Cantidad total de parcelas existentes 167
Número de parcelas sembradas 123
Parcelas de temporal 61
Parcelas de riego 62
Total de hectáreas 744
Se obtuvó la cantidad de $176,225.00
Fuente: Cuarto informe de gobierno, Op. Cit., p.10.
Como se puede apreciar, el número total de parcelas existentes en este año era
de 167, sin embargo, no se trabajan 44 parcelas, lo cual, indica que no se les daba
la atención que merecían, por lo tanto, los resultados que se obtenían no eran tan
satisfactorios como debían de ser.
Por otro lado, entra la realidad mencionada anteriormente, que tiene que ver
con los actos de corrupción, los cuales impedían el buen funcionamiento de
dichas parcelas escolares. También los eventos, que se realizaban en las escuelas
primarias por parte de los directores del plantel, de los maestros, y padres de
familia, cumplían una función muy importante, ya que brindaban apoyo econó-
mico en lo que concierne a este rubro de reparación, ampliación o ayuda para
construcción de escuelas. Dichos eventos, consistían en vender antojitos mexi-
132 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Campaña alfabeƟzante
Alumnos
272 Tercer informe de gobierno, Op. Cit., p. 19, El Diario de Culiacán, 31 de mayo
de 1959, p. 1.
273 Cuarto Informe de Gobierno, Op. Cit., p. 5.
El plan de once años y su impacto en la educación primaria en Sinaloa... 135
AnalfabeƟsmo y alfabeƟsmo
Desayunos escolares
Estos desayunos que empezaron a ser distribuidos por el Estado con la ayuda
e iniciativa del presidente López Mateos y de su esposa Eva Sámano de López
Mateos; esta última, era la que en realidad estaba encargada de esta importante
labor de promoción y apoyo de la distribución de los desayunos escolares en el
país; esta misma labor fue secundada en el estado de Sinaloa por la esposa del
gobernador Gabriel Leyva Velázquez, doña Rosario Ochoa de Leyva, mediante
el Comité Pro-Infancia. Los desayunos escolares que se distribuían estaban com-
puestos por raciones de leche, pan y huevos y los alumnos solo cooperaban con
la mínima cantidad de $1 peso.
Programas escolares
Con relación a este aspecto, solo se puede destacar que los nuevos Planes y Pro-
gramas de educación primaria entrarían en vigor para el año de 1961; por lo
tanto, de 1958 a 1960 se seguían utilizando los mismos planes y programas que
estaban vigentes desde 1946 y no habían sido actualizados; tan solo en el año de
1960, se menciona que la Secretaría de Educación Pública hizo una invitación al
gobierno del Estado para que se integrara una comisión mixta, la cual se iba a
encargar de conocer los importantes cambios que se deseaban implantar en los
planes y programas.
Conclusiones
La educación primaria en Sinaloa, con la aplicación del Plan de Once Años reci-
bió un impulso importante; que representaría el inicio de un proceso de expan-
sión de la oferta educativa en el nivel primario y el mejoramiento de la calidad
del proceso educativo en lo que se refiere a construcción de escuelas; incremento
de plazas para los trabajadores de la educación, elevación del mejoramiento pro-
140 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
que el Plan era un proyecto del gobierno federal y, este se encargaba de construir
escuelas en donde no había tanta acción del gobierno estatal y esto, en el medio
rural; sin embargo, las construcciones de escuela que se realizaron por mandato
del Plan no fueron suficientes, ya que las demandas y exigencias de más escuelas
por parte de la población eran cada vez mayores, ya que la población iba en cons-
tante aumento. Pensamos que como efecto del mismo Plan, el Comité Federal
para la Construcción de Escuelas (CAPFCE), sería detonante multiplicador en la
construcción de infraestructura escolar.
En lo referente a la creación de más plazas para maestros, si se llevó a cabo
este importante aspecto en la educación primaria en Sinaloa, pero de manera
lenta, además las nuevas plazas se creaban principalmente para apoyar al medio
rural. Al gobierno federal, correspondía al principio la creación de plazas y en
su mayoría estaban destinadas a cubrir las necesidades del medio rural, ya que el
gobierno estatal se centraba en tratar de solucionar este problema en el medio
urbano. Sin embargo, las plazas que se crearon no fueron suficientes para solu-
cionar el gran problema que se vivía en la educación primaria en Sinaloa a causa
de la falta de maestros.
Para ver que se hiciera realidad lo que planteaba el Plan de Once Años, se ne-
cesitaba de la acción conjunta del gobierno federal, del gobierno estatal, del mu-
nicipal y la iniciativa privada; ya que las necesidades educativas eran enormes, la
educación demandaba por un lado, más escuelas y mejores condiciones de traba-
jo, por otro, más y mejores maestros, lo cual, era difícil de lograr pues se requería
un gran presupuesto y aportación de todos los sectores implicados. Para el caso
de Sinaloa, si se hizo un esfuerzo, por cooperar con el gobierno federal en tan
difícil tarea, y gobierno estatal y municipal, trabajaron en conjunto, no se puede
decir lo mismo, de la iniciativa privada, la cual, en la mayoría de los casos hizo una
aportación mínima. Los padres de familia, apoyaron esta iniciativa consciente de
los beneficios que el mejoramiento de la educación representaba para sus hijos.
A pesar, de que la aplicación del Plan de Once Años, no vino a solucionar
en su totalidad los problemas que se vivían en la educación primaria, porque las
carencias sociales que se padecían eran muy grandes; representó un detonante
para el impulso de la educación en Sinaloa, ya que se sentaron las bases para una
educación moderna, más planeada, más organizada, más formal e institucional,
ya que contribuía decisivamente en la trasformación educativa y que hoy es pal-
pable.
El Plan de Once Años es una clara expresión de tradición y modernidad, por
ello, se debe entender que este Plan es parte de un proceso que hunde sus raíces
muchas décadas antes y que fue posible, gracias a las condiciones mundiales y
nacionales que se empezaron a matizar a fines de los cincuenta, principio de los
sesenta.
6. La educación en Sinaloa: evolución, infraestructura y
programas, 1946-1964
Fernando Rodelo Mendoza274
Es interesante trabajar sobre un análisis sobre educación hoy en día (2016), esto
por las revueltas ideológicas que el Ejecutivo confronta con la población docente
del país. Por eso, mirar la segunda mitad del siglo XX tiene como fin encontrar
el porqué implantar una Reforma Educativa en pleno siglo XXI. ¿Qué acaso la
postura institucional o programas de enseñanza no estaban fundamentadas para
el buen desarrollo del educando?, o simplemente era justificar una postura políti-
ca retrógrada para lastimar aún más a la comunidad docente.
Serían muchas las preguntas las que podrían plantear para encontrar la inten-
cionalidad de la instalación de la Reforma Educativa del sexenio del presidente
Enrique Peña Nieto. Sin embargo, este trabajo será la evolución que sostuvo la
educación durante un gobierno encabezado por el Partido Revolucionario Ins-
titucional (PRI) en el Estado de Sinaloa, por tres décadas (1946-1964), con seis
gobiernos de: Pablo Macías Valenzuela (1944-1950), Enrique Pérez Arce (1950-
1952), Rigoberto Aguilar Pico (1953-1956), Gabriel Leyva Velázquez (1956-
1962) y Leopoldo Sánchez Celis (1962-1968). Importante señalar que el periodo
de Sánchez Celis culminó en un corte importante en la historia de la educación
(1968), por lo que, se deja en espera para un análisis propio de ese sexenio que a
México y Sinaloa lo tiene todavía impactado ante los movimientos estudiantiles
de la época.
Estos gobiernos locales estaban a la par con sexenios de Miguel Alemán
Valdés (1946-1952), Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) y Adolfo López Mateos
(1958-1964). Vemos que en el ámbito nacional el espacio político mantenía un
seguimiento firme ante sus sexenios, todo lo contrario en Sinaloa, ya que las ma-
niobras políticas se mantenían en vilo.
Decir que estas tres décadas de análisis educativo está en pañales. Es muy
pobre el trabajo que se ha desarrollado a fondo, por lo que es fundamental —se-
gún mi opinión— revisar el antecedente histórico para valorar si el trabajo en la
enseñanza no fue el adecuado, con ello, sufrir ataques a la población estudiantil,
mantenerse en constantes reformas y programas de educación.
143
144 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
275 Blanca Torres, Historia de la Revolución Mexicana, 1940-1952. Hacia la utopía indus-
trial, México, El Colegio de México, 2006, p. 19.
276 Olga Pellicer de Brody y José Luis Reyna, “El afianzamiento de la estabilidad
política”, en: Historia de la Revolución Mexicana 1952-1960, México, El Colegio de México,
2002, p. 10.
La educación en Sinaloa: evolución, infraestructura y programas, 1946-1964 145
En todas las escuelas del estado se desarrolló una labor cívica, intensa y fecunda
para despertar en los niños el sentimiento de amor a la Patria y de respeto para sus
héroes, creando en la mente infantil un vigoroso concepto de nacionalidad. Entre
los festivales organizados con la cooperación escolar, se distinguieron entre otros
los siguientes: el Día de la Revolución, 20 de noviembre; 5 de febrero, 19 de febrero,
día consagrado al Ejército Nacional; 10 de mayo, dedicado a las madres; 15 de mayo,
Día del Maestro; 24 de febrero, en honor de la Bandera Nacional y festivales de fin
de cursos.277
presidencia del Lic. Miguel Alemán Valdés,282 ya que los actos vandálicos estaban
a la orden del día, los sindicatos en manos de corruptos, la falta de atención a
los agricultores y el crecimiento de pobreza en el país, hacía que las cosas no se
afianzaran tan fácilmente en el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines.
Sin embargo, en Sinaloa la línea de una implantación a una enseñanza téc-
nica para el favorecimiento de la población estaba instalada con fuerza. En las
escuelas de educación básica su mirada era formar a jóvenes que tuvieran un
futuro inmediato para poder apoyar al sustento familiar, dar un respaldo técnico
profesional y ético.
Una de las escuelas educativas más emblemáticas de la época fue sin duda
el Instituto Webster, que durante más de cinco décadas funcionó como motor
generador de la mano de obra para la comunidad culiacanense. Esto lo podemos
corroborar en la entrevista realizada a la Sra. Carmen María Mendoza Jacobo,
donde se le pregunta qué asignaturas eran las que tomaban en su programa de
estudio: “Las que recuerdo son: Matemáticas, Español, Historia universal, Geo-
grafía, Civismo y Ciencias naturales; esas materias nos las daban por la mañana,
de 8:00 a 13:00 horas, y regresábamos de 15:00 a 17:00 por la tarde, en donde nos
enseñaban canto, deporte, tecnología (costura, corte y bordado)”.283
Como lo mencionamos anteriormente, era necesario comenzar dar la herra-
mienta a la población sinaloense para poder sobrevivir de una u otra manera.
En cuanto a los horarios, podemos observar que la organización se establecía en
asignaturas naturales por la mañana y tecnológicas por la tarde.
Ciertamente era la filosofía de modernizar a un país faltante de trabajo, de
comenzar a darle un aspecto más de cientificidad y dar aprovechamiento a la
mano de obra y los recursos naturales del estado. Para esto, Sinaloa mantenía una
estrategia de solidaridad social, donando los ejidatarios parte de sus tierras para
la construcción de escuelas.
En el período escolar 1950-1951 se cultivaron con la cooperación de los eji-
datarios y vecinos, 157 parcelas escolares, que hicieron un total de 496 hectáreas,
obteniéndose de esta operación una utilidad líquida de $40,248.00 que se aplica-
ron a la construcción y mejoras de algunos edificios escolares.284
Señalar que el deseo de sacar adelante la educación de la juventud sinaloense
viene a la par de la misma población que se involucra directamente. Sociedad
282 Rogelio Hernández Rodríguez (Coord.), Adolfo López Mateos. Una vida dedicada
a la política, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Internacionales, 2015, p.
115.
283 Entrevista a la Sra. Carmen María Mendoza Jacobo, Culiacán, Sin., a junio del
2010. Véase también, El Sol de Sinaloa, Culiacán, septiembre del 2010.
284 Informe de Gobierno del Lic. Enrique Pérez Arce, 1951, p. 14.
148 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
La educación a finales de los años 50 mantuvo poco apoyo por parte del gobierno
local, no obstante, fue la educación técnica la que salió adelante para el beneficio de
Culiacán. Fueron varias las escuelas las que aparecieron como: Instituto Webster,
Colegio América y Pitman. Pero la de mayor renombre era el Webster, de ahí salían
los contadores y secretarias que necesitaban las empresas para su administración.287
Esa tendencia se mantuvo durante la década de los 60. Los trabajos en dife-
rentes empresas de la capital del estado y otras áreas como Mazatlán necesitaban
de estudiantes de educación técnica. Los programas que se establecieron por va-
rias décadas fueron: Contador Privado, Secretaria Ejecutiva y Comercio. La Lic.
Martha Clarisa Chaidez Mendoza nos dice:
En Culiacán las escuelas técnicas dieron vida a las familias para un mejor sustento.
En mi experiencia, el haber cursado la carrera de comercio me sirvió para seguir estu-
diando la carrera de psicología, ya que no me conformé con mi carrera técnica, pero
me dio fortaleza para seguir adelante. Y me sirvió de mucho para pasar los exámenes
en la Ciudad de México en la UAM.288
La educación técnica que apoyaron los gobernantes durante este periodo, dio
una estabilidad a las familias de Culiacán y otras poblaciones del país. Para ello,
el gobierno central tenía como objeto diferentes mecanismos para armonizar los
problemas de la educación básica que afrontaba el país. Fue así como el presi-
dente López Mateos, de una manera sensible y preocupante por el espacio de la
enseñanza:
287 Entrevista a la Sra. Leticia Sánchez Mendoza, Culiacán, Sin., a noviembre del
2016.
288 Entrevista a la Sra. Martha Clarisa Chaidez Mendoza, Ciudad de México., a
noviembre del 2016.
150 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Aprobó la propuesta del Secretario de Educación Jaime Torres Bodet para que el
estado editara y distribuyera en forma gratuita libros de texto y cuadernos de ejerci-
cios para todos los alumnos que cursaran educación elemental. Esta iniciativa surgía
de la necesidad de cumplir con la gratuidad de la educación estipulada por el artículo
3.º Constitucional. La obligatoriedad de los libros de texto gratuitos dio lugar a una
enconada polémica. La diversidad de argumentos mostró el amplio frente organizado
en contra de esta medida tomada por el gobierno. En buena parte el debate reflejó
la antigua rivalidad entre el Estado y la Iglesia por el control del sistema educativo.
El conflicto escolar llegó a rebasar los límites de una polémica meramente educativa
para tomar, aunque por corto tiempo, las dimensiones de un conflicto en la nación.289
289 Cecilia Greaves Laine, “Política educativa y libros de textos gratuitos. Una po-
lémica en torno al control por la educación”, México, Revista Mexicana de Investigación
Educativa, Vol. 6, Núm. 12, mayo-agosto del 2001, p. 3.
290 El Nacional, México D. F., 01 de agosto de 1949. En el periódico ponen como
título la problemática que mantenía la Iglesia con el Estado, esto a raíz de la Constitución
de 1917 en su Artículo 3° Constitucional como “Laica y Gratuita”.
291 María Alejandra López Espinoza, La educación primaria Sinaloa y el Plan de
Once Años 1958-1964, Culiacán, Universidad Autónoma de Sinaloa, (tesis para obtener
el grado de Maestro en Historia, inédita) Culiacán, Sin., a marzo del 2006, p. 6.
La educación en Sinaloa: evolución, infraestructura y programas, 1946-1964 151
Abatir considerablemente el rezago de 47,000 niños sin escuela que nos en-
contramos al llegar al gobierno.
Descongestionar grupos, significó la trasferencia de 8,000 niños a otras aulas.
Muchas cuestiones fueron favorecidas durante este periodo, como el creci-
miento de parcelas, de escuelas secundarias, el incremento de la enseñanza media
obtuvo un 95 % más al gobierno anterior. El aumento del servicio general de
educación exigió la reorganización de la Dirección de Educación Pública del
Estado, creándose dos nuevas oficinas: la de Educación Primaria y Coordinación
de la Supervisión.
Sin duda, la educación durante estas tres décadas mantuvo un progreso fa-
vorable en cuanto a infraestructura y programas para el buen desarrollo de la
enseñanza. Lo que si hay que mencionar es la falta de captación de educandos
en las escuelas. Todavía existía la ausencia muy marcada en las zonas rurales y de
extrema pobreza en las urbanas. Un fenómeno que no supieron solucionar. Sin
embargo, la estrategia de recuperar presupuesto ante los recursos era bien favo-
recida en Sinaloa por la riqueza de la región.
Tres décadas llenas de sucesos de gran relevancia para comprender la histo-
ria de la educación. Ver los por qué el hoy se mantiene un estereotipo de cuello
blanco en los puestos de mayor importancia en la educación. Ya se dejó la mano
dura para instalar un vínculo empresarial, un linaje que por más de medio siglo se
afirma y no se mira por dónde podría ser derrocado.
Conclusión
301 Véase Celso Almuiña Fernández, “Prensa y opinión pública. La prensa como
fuente histórica para el estudio de la masonería”, en: La prensa vallisoletana durante el
siglo XIX, España, Universidad de Valladolid, 1977, pp. 245-279.
156 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
ser de buscar una mejora a la comunidad sinaloense, inculcando una buena ense-
ñanza a nuestros hijos para sembrar en un futuro unos ciudadanos modelos. Para
ello se necesita del apoyo del gobierno para que den los recursos necesarios para
construir mentes brillantes.
7. Los esƟlos de enseñanza uƟlizados por los docentes de
la Universidad Autónoma de Sinaloa
José Alberto Ortega Campos302
Introducción
157
158 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
las aspiraciones del ser humano, como individuo y como ser social; contribuiría,
de manera sustancial, a lograr cierto tipo de equilibrio en la sociedad, a punto de
partida, sobre todo de la suavización o eliminación de las contradicciones entre
las clases y dentro de las clases mismas.
En las ideas de Dewey, aflora con meridiana claridad, que la escuela es una real
institución social en la cual se deben concentrar todos los medios disponibles que
contribuyan y posibiliten que el individuo exprese, con la mayor fuerza y alcance,
las potencialidades biológicas y cognitivas que posee o, lo que es lo mismo; que
el individuo llegue a desarrollar al máximo sus capacidades para luego proyectar-
las en la sociedad de manera tal que contribuya a su desarrollo ulterior y al suyo
propio. “El hombre se forma para vivir dentro de su medio social” decía este
filósofo y pedagogo estadounidense, “como si la escuela fuera en la práctica una
comunidad en miniatura, con un fuerte sentido democrático favorecedor de la
colaboración y ayuda mutua entre los ciudadanos; a ella resulta necesario llevar
el avance industrial de todo tipo alcanzado hasta ese momento para poner así en
contacto al individuo con lo ya logrado y promover en él la necesidad de alcanzar
otros nuevos y superiores”.
La divisa de la Escuela Nueva como tendencia pedagógica es aprenderlo todo,
haciéndolo, en un intento de subordinar a la experiencia práctica concreta los
aspectos teóricos contenidos en los libros.
En resumen, a la tendencia Pedagógica desarrollada y que se sustenta esen-
cialmente en las ideas de Dewey se le puede considerar como una pedagogía que
además de tener una esencia genética resulta, al mismo tiempo, funcional y social.
Lo genético está en correspondencia con el hecho de que la educación no es más
que la apariencia fenoménica de la expresión de determinadas potencialidades
biológicas determinantes a su vez de capacidades cognitivas en el individuo. Es
también funcional porque en definitiva persigue desarrollar las referidas poten-
cialidades biológicas cognitivas en el camino de la búsqueda y consecución de los
procesos mentales que resulten útiles tanto para la acción presente como para
la futura, es decir, considera a los procesos y actividades de naturaleza psíquica.
Como los instrumentos capaces de proporcionarle al individuo el mantenimiento
de su propia vida.
El aspecto social se basa en la concepción de que siendo el ser humano una
parte o elemento necesario de la sociedad es imprescindible educarlo de manera
tal que en su práctica resulte útil para la misma y contribuya a su desarrollo pro-
gresivo.
Los estudios de enseñanza utilizados por los docentes de la UAS 167
Así mismo, esta tendencia pedagógica se la puede considerar como una verda-
dera respuesta reactiva a la enseñanza tradicional, que no se ocupó de preocupar-
se por la forma en que la misma debía realizarse, para lo cual, sin lugar a dudas,
hay que recurrir a las denominadas ciencias de la conducta haciendo al mismo
tiempo uso correcto de aquellas tecnologías imprescindibles para ello. En esta
tendencia se considera a lo psicológico como un factor de particularísima impor-
tancia en la planificación y organización del proceso docente-educativo que toma
en consideración los aspectos conductuales de la enseñanza, los procedimientos
que resultan útiles para todo lo relacionado con la investigación referente a la
misma, encontrándose sus más profundas raíces en la llamada teoría del refor-
zamiento, respecto a la cual se pone en evidencia la búsqueda de los métodos y
procedimientos idóneos para individualizar, tanto como se pueda, el proceso de
la trasmisión de información, de que la huella dejada por esta última sea la mayor
posible.
Como ya fue planteado, esta tendencia pedagógica recurre sustancialmente a
lo psicológico para sustentar y explicar, en lo fundamental, todo lo relacionado
con la enseñanza, el aprendizaje, la educación y la capacitación, de aquí sus simili-
tudes o semejanzas con el ya descrito condicionamiento operante y la tecnología
educativa.
La instrucción personalizada concibe al comportamiento determinado me-
diante un proceso de reforzamiento, en el cual lo que debe ser aprendido se dis-
tribuye en el tiempo, en pequeñas unidades para su estudio, debidamente relacio-
nadas y concatenadas entre sí para asegurar el éxito final del educando; siempre
de lo más simple a lo más complejo, a través de pasos lógicos, atendiendo a las
particularidades y peculiaridades de cada individuo en correspondencia con su
potencial biológico cognitivo, con controles periódicos y un sistema de retroali-
mentación facilitadora frecuente, todo lo cual se estructura con un único fin: que
se cumplan los objetivos trazados.
En resumen, con el Sistema de Instrucción Personalizada, se introducen im-
portantes cambios en lo concerniente a los papeles desempeñados por el pro-
fesor y el educando en el complejo proceso docente-educativo asignándole, al
segundo; un papel activo mucho más allá de que resulte, en la práctica, un simple
oyente o anotador pasivo de la información, que hasta él se hace llegar mediante
los métodos y procedimientos más idóneos; con el propósito de convertirlo en
un sujeto individualizado, capaz de posibilitarse con su praxis el propio desarro-
llo futuro, con una atención particular a las responsabilidades que contrae por
el hecho de estudiar algo concreto, propiciando, al mismo tiempo, el desarrollo
evolutivo de su autocontrol.
La tendencia al alto grado de individualización que se persigue alcanzar, no
debe olvidarse que representa una insuficiencia de esta tendencia pedagógica,
170 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Para enseñar, hay que hacerlo con el arte que se sustenta sobre bases científicas,
atendiendo a las leyes propias de una pedagogía que, como ciencia que es; esta-
blece y aclara las concordancias que habrán de existir entre lo que se pretende en-
señar, lo que se necesita y desea realmente aprender; de aquí que en la heterogé-
nea corriente del pensamiento pedagógico autogestionario, se busque con afán,
la creación de una escuela completamente diferente a la tradicional, novedosa y
audaz; apoyada en la autogestión promotora del desarrollo de la responsabilidad
de los educandos en relación con el aprendizaje de los mismos, que procura al
mismo tiempo la formación de aquellos valores sociales que se precisan para la
integración de un alto grado de colectivismo y una participación social de todos
y para todos, de manera consciente y consecuente.
La Pedagogía Autogestionaria constituye, de manera sustancial, todo un pro-
yecto de cambio social, donde tienen cabida las iniciativas individuales y colecti-
vas, en un movimiento económico, político, ideológico y social hacia el desarrollo
más pleno de las múltiples facetas del individuo como ente en el seno de una
sociedad en desarrollo sostenido. La Pedagogía Autogestionaria le confiere al
profesor un papel menos directivo, como de renuncia a la posesión exclusiva del
poder para ser este compartido con el grupo. El mismo se sitúa a disposición de
los alumnos, a los cuales ofrece no solo sus conocimientos sino también su ayu-
da para que logren sus objetivos. Se comporta, en definitiva, como un animador
que plantea preguntas, crea situaciones problémicas, al tiempo que estimula y
muestra situaciones probables y alternativas posibles; todo lo cual enriquece sus
relaciones con el grupo permitiéndole lograr de él resultados cuantitativa y cua-
litativamente superiores, siempre en base de un principio de demanda de honda
significación psicológica por tanto representa un cambio radical en cuanto a la
relación de poder maestro-alumno se refiere.
En resumen, la Pedagogía Autogestionaria como tendencia pedagógica tie-
ne como objetivo supremo la trasformación del proceso educativo capacitivo a
punto de partida de una integración participativa directa de todos los interesados,
profesores, alumnos e incluso los padres, en la planificación, organización y desa-
rrollo de todas las esferas de la vida práctica y espiritual-psicológica del educando,
con estimulación de la autonomía y la creatividad, el análisis crítico y contrapues-
Los estudios de enseñanza utilizados por los docentes de la UAS 171
to de los posibles distintos puntos de vista acerca de una misma situación, con
lo que se rompe, de manera definitiva y productiva respecto al proceso de ense-
ñanza-aprendizaje las aptitudes pasivas y rutinarias de estudiantes y profesores.
los mismos; en base del supuesto de que todo ser humano, en condiciones de
normalidad biológica, es capaz de llegar a comprenderse, de solucionar sus pro-
blemas existenciales del modo que le permita lograr el grado de satisfacción y la
eficacia; necesarios para sostener su funcionamiento auto regenerativo en rela-
ción con los cambios de todo tipo que puedan producirse en su entorno y que él
necesariamente está obligado a enfrentar.
El Enfoque Personalista-Psicológico ha influido poderosamente en la llama-
da Orientación no Directiva en la Pedagogía. Esta orientación considera que el
profesor no debe desempeñarse como reformador, como ente que cambia, diag-
nóstica y valora, unilateralmente la conducta, el comportamiento, las necesidades
y los objetivos del educando; sino que debe conducirse, en todo momento, como
promotor y facilitador de todas aquellas condiciones que puedan a su vez influir
en la expresión de las potencialidades y capacidades de autodeterminación de los
educandos, tanto en lo individual como en el contexto social.
La Orientación no Directiva promueve el rompimiento definitivo con una
actitud de desconfianza en las posibilidades con que cuenta el ser humano para su
desarrollo, liberándolo de las restricciones que respecto a ello puedan imponer-
le determinados programas de enseñanza-aprendizaje que, de manera inflexible,
puedan asignarle desde afuera y que lo único que sirven, a decir de Rogers; es
para ser dependiente al sujeto alumno y pedirle el movimiento evolutivo de su au-
tocontrol, creándole barreras e inhibiciones de múltiples tipos, que atentan todas
ellas, contra el aprendizaje eficiente y la adquisición de conocimientos adecuados,
en lo cuantitativo y lo cualitativo.
Pudiera resumirse diciendo que, si bien el enfoque o estilo no directivo puede
resultar un modelo idóneo, hasta cierto punto, en lo referente a la facilitación del
aprendizaje y la educación capacitiva; no debe olvidarse, igualmente, que nunca
van a existir grupos de sujetos educandos apoderándose de un conocimiento
determinado por sí solos y que tampoco habrá sujetos profesores o docentes en-
señando a objetos-sujetos que no sean los primeros, aunque ello no significa que
estos últimos hayan de oponerse a sus intereses, deseos o necesidades.
Un rasgo distintivo de la práctica pedagógica científica contemporánea es el
número elevado de corrientes y de teorías que, apoyándose en diferentes puntos
de vistas económicos, filosóficos, sociales y psicológicos, intentan explicar el lar-
go y complejo proceso de la educación del hombre; sobre todo en lo referente al
desarrollo y consolidación de su personalidad, la que luego, a su vez, interviene,
de manera controladora y reguladora cognitiva; a la expresión de una praxis que
se integra, en correspondencia con sus intereses, más o menos mejor en el con-
texto social del cual no le es dado sustraerse y al cual contribuye, necesariamente,
en su movimiento.
Los estudios de enseñanza utilizados por los docentes de la UAS 173
vas que han existido, tales como: la tradicional, la nueva, la crítica y la tecnológica,
con la finalidad de conocer las características de cada una que influyen en la con-
formación de los estilos de enseñanza. Hoy en día existe la necesidad de educar
y formar a los estudiantes para que respondan a una sociedad cambiante, donde
prevalece una creciente demanda social de habilidades para el aprendizaje como
un elemento indispensable de la educación, exigiendo de ellos que no solo ad-
quieran conocimientos ya elaborados sino que también sean capaces de aprender
con mayor eficacia.
A partir de los avances en materia de Psicología y Pedagogía se considera
que el aprendizaje escolar no debe ser una mera acumulación de conocimientos,
sino más bien una integración de los nuevos conocimientos con los antiguos que
modifique la organización de estos últimos, si es preciso. Se considera que esta
integración y reorganización de conocimientos debe afectar; tanto al “saber algo
sobre algo” (esquemas conceptuales), al “saber qué hacer y cómo con lo que se
sabe sobre algo” (conocimientos sobre procedimientos), como al “saber cuándo
hacerlo” (conocimientos sobre las condiciones en las cuales usar lo que se sabe).
305 Pere Marques Graells, Buenas prácticas docentes. Discursos Educativos, 2000.
Consultado el 27 de agosto de 2015.
178 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Marco metodológico
Tipo de estudio
Población y muestra
Para lograr los objetivos planteados se requirió explorar, para después describir,
cómo se manifiestan en el proceso educativo los estilos de enseñanza de los do-
centes de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se hizo necesario realizar una ob-
servación semiestructurada a los profesores en el aula, para describir todo lo que
ocurre en clase, identificando concretamente el papel del docente y el del alumno,
las estrategias y el ambiente educativo desde la perspectiva de las corrientes edu-
cativas existentes y de los estilos de enseñanza que estas definen.
La observación fue complementada con la opinión de los alumnos, recogida
mediante entrevistas semiestructuradas. La construcción de dichos instrumentos
se realizó con base en el conjunto de categorías y sus respectivos indicadores ya
expuestos en el apartado anterior, cuya dimensión de análisis fue los estilos de
enseñanza docentes.
La observación y la entrevista semiestructuradas, fueron los instrumentos
empleados en este trabajo para recabar información. James McCormick define
a la observación como el registro de la conducta que se desarrolla en el aula en
términos de los estilos de enseñanza que utilizan los docentes y las categorías que
los describen, reflejando la aparición de esas conductas en un cuadro de frecuen-
cias o en sucesión.308 El mismo autor, señala que la entrevista, por su parte, se
308 James R. McCormick James R. (1991). Evaluación del currículo en los centros escolares.
Madrid: Morata, 1991.
180 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Validez
Los datos recabados para conocer cuáles son los estilos de enseñanza que utilizan
los docentes de la UAS, fueron sometidos a un análisis donde se pasó del grueso
de la información hasta la simplificación de la misma, de manera tal que se pu-
diera llegar al contraste de la información obtenida a través de una observación
semiestructurada y la información vertida por los alumnos en la entrevista.
Para describir cuáles son los estilos de enseñanza que utilizan los docentes de
la UAS, se analizaron los datos tomando como punto de referencia los indicado-
res que aluden a las categorías y describen a la dimensión de análisis “los estilos
de enseñanza de los docentes de la UAS”; lo que se observa en el aula y las res-
puestas de los alumnos en la entrevista se codifican a través de un proceso donde
se intenta fragmentar la información hasta lograr ubicar los datos en algunos de
los indicadores que muestran cada categoría; es decir, respecto al papel docente
se analiza la información y se determina su inserción en algunos de los indicado-
res, para este caso el papel docente descrito en alguna de las diferentes corrientes
educativas: Tradicional, Nueva, Crítica y Tecnológica, y así se registra con cada
categoría tanto en la observación como en las respuestas dadas por los entrevista-
dos. Para sintetizar la información obtenida mediante la observación se recurrió a
182 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
las categorías y sus respectivos indicadores; de ahí que se construyó una tabla que
permite visualizar lo observado en términos de presencia o ausencia.
Donde:
P: Total de “Presencia”
A: Total de “Ausencia”
Resultados
se puede inferir que los alumnos pueden adoptar papeles más críticos no como
consecuencia definitiva del docente, sino influenciados por el ambiente externo
a la universidad y, a su vez, ellos impulsan el cambio del papel del docente hacia
un paradigma no tradicional.
En lo que respecta a las corrientes nueva y tecnocrática, con porcentajes de
8 % y 20 % respectivamente, se pudo observar que algunos docentes pueden
impactar de alguna manera con su actividad al propio papel del alumno, sin em-
bargo, en un porcentaje mínimo.
Estrategias
Ambiente educaƟvo
escuela; no obstante, que en cuanto al papel del alumno, hay una paridad en
porcentajes entre la escuela tradicional y la escuela crítica, lo cual indica que es el
alumno quien de alguna manera se opone a una relación autoritaria en proceso
de aprendizaje y se aventuran a participar en forma reflexiva y crítica durante las
sesiones, motivando y alentando un cambio de actitud en los docentes.
Sin embargo, cabe mencionar que, si bien la escuela tradicional alcanza los
mayores porcentajes, en general no rebasa el 50 % del total de docentes observa-
dos, lo cual indica que el estilo de enseñanza de los docentes de la UAS presen-
ta una visible tendencia hacia prácticas educativas relacionadas con las escuelas
nueva y crítica, y, en menor medida, hacia la escuela tecnológica aun cuando esta
muestra cierto repunte en el uso de estrategias y técnicas didácticas.
Por otra parte, cabe hacer notar que, si bien la escuela nueva y la crítica se
manifiestan como alternativas a los estilos docentes de la escuela tradicional; los
resultados obtenidos en cuanto al empleo de estrategias y el ambiente educativo
imperante, demuestran que aún falta una mayor correspondencia en estas, ya que
en cuanto a las estrategias se observa un mayor uso de estrategias provenientes
de la escuela nueva frente a un porcentaje igual entre las escuelas crítica y tec-
nológica, menor al de la escuela nueva; asimismo, en el ambiente educativo, las
escuelas nueva y crítica muestran apenas una pequeña diferencia en el porcentaje
de su presencia en las observaciones realizadas, lo cual pudiera estar indicando
que existe cierto grado de confusión en los docentes respecto de las estrategias
adecuadas que para crear un ambiente efectivo de aprendizaje de acuerdo con las
diversas escuelas educativas.
Por lo tanto, es posible deducir que en la Universidad Autónoma de Sinaloa,
hay claros intentos por rebasar el paradigma tradicional de la educación; pero
que aún no existe un estilo definido que la caracterice y la sitúe dentro de una
escuela en particular, lo cual lleva a considerar que hace falta una mayor orienta-
ción a los docentes para que puedan identificar su propio estilo de enseñanza; así
como seleccionar y aplicar, o en su caso perfeccionar, aquel que mejor responda
a los objetivos y metas institucionales, en primer lugar, así como a sus intereses
y preferencias personales, en segundo lugar, respecto del tipo de docente que
consideran más adecuado para ofrecer a sus alumnos experiencias de aprendizaje
que apoyen su formación profesional y personal.
En la siguiente gráfica se compararan en forma general los resultados obteni-
dos mediante la entrevista, para observar las tendencias que, según los alumnos,
muestran los estilos de enseñanza de sus maestros.
192 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Conclusiones
Recomendaciones
Tomando en cuenta los resultados arrojados por esta investigación sobre los es-
tilos de enseñanza de los docentes de la Facultad de Derecho de la Universidad
Autónoma de Sinaloa, así como con la discusión y conclusiones presentados, se
ofrecen las siguientes recomendaciones:
- Difundir los hallazgos de la investigación realizada, tanto en la Facultad de De-
recho como en las diferentes dependencias de la Unidad Regional Norte de la
universidad, con la finalidad de motivar el interés de los docentes por conocer
los estilos de enseñanza que prevalecen y unificar el trabajo académico de la
institución y dar elementos a las autoridades universitarias para elaborar o
contratar cursos de capacitación en las debilidades identificadas a partir del
presente estudio.
194 Alumnos, escuelas y maestros en Sinaloa; siglos XIX-XXI
Fuentes
Hemerograİa
Entrevistas
Bibliograİa
Almuiña Fernández, Celso, “Prensa y opinión pública. La prensa como fuente
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