Bien Común, Solidaridad y

Subsidiariedad
Pbro. Francisco Hernández Rojas.
Coordinador Regional de Caritas de América Latina y el Caribe.
 DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA, BASE
DE LOS PRINCIPIOS
La Biblia nos dice dos cosas de
extraordinaria importancia sobre la
dignidad de la persona: que el hombre,
varón y mujer, es persona porque es
imagen de Dios y que Dios mismo, en la
persona de Jesús, se hizo hombre. Ambas
afirmaciones nos remiten a la comunión de
las personas divinas, porque Dios se revela
como comunión de personas, y a la
comunión de las personas humanas,
porque el proyecto que Dios quiere ver
realizado entre las personas, su Reino, es
precisamente el de la comunión de las
personas entre sí por la fraternidad, y con
Dios por la filiación.
• Así, para la Iglesia, en este ser imagen de Dios que se realiza
en el reconocerse y «hacerse» como hijo y hermano, en la
vocación a la comunión, radica la dignidad del ser humano.
Por eso, la dignidad de la persona es un don y una tarea, un
proyecto abierto a su realización. Y también por eso la
imagen de persona-solidaria o persona-comunión de
personas expresa muy bien en qué consiste la dignidad
humana a reconocer, promover y realizar: «Las ideas de
persona y solidaridad son correlativas: la persona crece
cuando construye solidaridad, y decrece cuando la destruye;
a su vez, el crecimiento de la solidaridad permite a las
personas crecer más, mientras que la desunión o ruptura de
la solidaridad tienta a las personas para empequeñecerlas y
deformarlas provocándoles al aislamiento egoísta».
• Ricardo Antoncich y José Miguel Munárriz, «La doctrina social
de la Iglesia», Paulinas, Madrid 1987, p. 75.
Inteligencia, conciencia y libertad son elementos
esenciales de la dignidad humana que reclaman ser
reconocidos, respetados y promovidos personal y
socialmente. Los tres apuntan hacia la
responsabilidad del ser humano. La dignidad de la
persona implica y exige su ser responsable de sí
mismo y de los demás.
 Por eso, el reconocimiento
de la dignidad humana
Dimensión Social. implica y exige el respeto y
la promoción de este
carácter social y
Si limitamos la comprensión de la persona comunitario del ser
como imagen de Dios (su dignidad por tanto) humano y la creación de
a las cualidades de su interioridad y las unas condiciones sociales
desvinculamos de las relaciones concretas de de vida que la hagan
solidaridad y subsidiariedad hacia el BC, o posible en la práctica para
rechazo de los otros, achatamos la dignidad todos.
humana. La imagen de Dios se hace plena en
el ser humano cuando las cualidades de su
interioridad se proyectan hacia la solidaridad
con los demás; es decir, cuando el individuo
orienta su inteligencia y libertad hacia la
comunión y participación con los demás. Es el
ejercicio de la inteligencia y la libertad en la
convivencia en común lo que nos hace
imágenes de Dios. Por eso, nunca existirá un
desarrollo integral del ser humano que no sea
solidario, comunitario.
 Bien Común.
• Jn XXIII define el bien común como “el conjunto de condiciones sociales que
permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su propia perfección”
(MM 65).
• PT asume esta definición y agrega algunas apreciaciones entre los numerales del
53-60:
a) Todos los individuos y grupos intermedios están obligados a colaborar en el
bien común.
b) El bien común está ligado a la naturaleza humana y al concepto de persona.
c) El bien común debe redundar en provecho de todos, aunque el gobierno debe
cuidar de los más débiles.
d) Abarca a toda la persona, por tanto también lo espiritual. No debe poner
obstáculos a la salvación, sino ayudar a ella.
e) Hoy el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y
deberes de la persona en sus cinco generaciones (económicos, políticos,
sociales, culturales y ambientales)
Y en GS 26…
Bien Común es “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más
pleno y más fácil de la propia perfección.”

Es superior al bien privado e inseparable del bien de la persona

humana y compromete “a los poderes públicos a reconocer, respetar,
acomodar, tutelar y promover los derechos humanos, y a hacer más
fácil el cumplimiento de las respectivas obligaciones.”(Orientaciones
37)
• CA 47 nos recuerda que el BC no es la simple suma de intereses particulares, sino
la valoración y armonización de estos, realizada según una jerarquía de valores
basada en la exacta comprensión de la dignidad de la persona. Y se le considera
como la dimensión social y comunitaria del bien moral (CDSI 164).
• El CDSI hace derivar el bien común(164-170) de la dignidad, unidad e igualdad de
todas las personas. Por eso debe ser provechoso a todos los miembros de la
comunidad salvo que, por justicia y equidad haya que hacer una opción por los
más débiles.
• El bien común es la meta primera para toda sociedad y estado que quiera estar al
servicio del ser humano y el desarrollo de sus capacidades y potencialidades.
Además el estado debe facilitar a cada ciudadano el cumplimiento de sus
respectivos deberes. (165)
• Las condiciones del BC están en relación con las condiciones sociales de cada
época y a las características de cada nación; y están unidas al respeto y
promoción integral de la personas y sus derechos fundamentales (166). Así
también el bien común limita el poder público. Procurar el bien común es un
derecho de todos las personas, y por lo tanto todos tenemos derecho de gozar de
las condiciones de la vida que resultan de la búsqueda del mismo. (167)
 Adquisición de
la cultura.

Ampliación
De los
conociminetos.
Victoria sobre
las calamidades
Sociales.

Posesión de
lo necesario
 La voluntad
de paz.

Cooperación
en el bien
común.
Orientación
hacia el espíritu
pobreza.

Consideración de la
dignidad de los demás.
 El espíritu de 1. Son inseparables la preocupación por la
pobreza.(LS 10-12) naturaleza, la justicia con los pobres, el
compromiso con la sociedad y la paz interior.
(10)
2. Cualquier criatura era su hermana, unida a él
con lazos de cariño. (11)
3. Sino hablamos el lenguaje de la fraternidad y de
la belleza corremos el riesgo de entrar en el
esquema del dominador, explotador incapaz de
poner límites a sus intereses. (11)
4. Si estamos íntimamente unidos a todo lo que
existe, la sobriedad y el cuidado brotarán
espontáneamente. Su pobreza y austeridad no
era una ascesis, sino la renuncia a convertir la
realidad en mero objeto de uso y dominio. (11)
5. La naturaleza es el libro en el cual Dios nos
habla y nos refleja algo de su hermosura y de su
bondad. (12)
 Y de Dios

Reconocimiento
de los valores
Supremos.
 La unidad de
la caridad de
Cristo.

La fe.
 Exigencias-tareas concretas del BC.
• Es importante considerar que toda política económica es social. Por lo
tanto, lo que llaman el desarrollo económico, los servicios esenciales
y el progreso social deben avanzar al mismo tiempo. En realidad
deben ser una sola agenda. Por ejemplo hoy día podría ser la Agenda
2030, ODS.
• De RH 17 concluimos que el BC es un factor de estabilidad social
porque es un destino común, una utopía que se hace posible paso a
paso y de esto tenemos preocupaciones comunes que anhelamos
concretar.
• Si estamos organizados debemos intervenir de manera eficaz para
conseguir fines legítimos. (cfr. SRS 26) (FT)
Principio de Solidaridad.

NO ES BUENO QUE EL
HOMBRE ESTÉ SOLO.
EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD.
“…la determinación firme y
perseverante de empeñarse por
el bien común; es decir, por el
bien de todos y cada uno, para
que todos seamos
verdaderamente responsables
de todos. Por solidaridad vemos
al otro (persona, pueblo,
nación) como un semejante
nuestro” (SRS 39e)
Implica una espiritualidad de comunión, que es
"ante todo una mirada del corazón sobre todo
hacia el misterio de la Trinidad que habita en
nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida
también en el rostro de los hermanos que
están a nuestro lado…significa, además,
capacidad de sentir al hermano de fe en la
unidad profunda del Cuerpo Místico y, por lo
tanto, como uno que me pertenece, para saber
compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para
intuir sus deseos y atender a sus necesidades,
para ofrecerle una verdadera y profunda
amistad…es también capacidad de ver ante
todo lo que de positivo hay en el otro para
acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un
don para mí, además de ser un don para el
hermano que lo ha recibido directamente. En
fin…es saber dar espacio al hermano, llevando
mutuamente la carga de los otros( cf. Ga 6.2) y
rechazando las tentaciones egoístas que
continuamente nos acechan y engendran
competitividad, ganas de hacer carrera,
desconfianza y envidias.(N.M.I.,43)

“Es esa actitud que hace que
uno no pueda ser feliz si no lo
son los demás. Es una
conciencia de dependencia y
vinculación mutuas. Sentirnos
y vivirnos como iguales en
dignidad de derechos,
trabajando por igualar las
oportunidades de vida para
todos los miembros de esta
gran familia humana. La
solidaridad hace sentir la
situación del prójimo como
propia, es un sentimiento y un
concepto de igualdad
fraterna.”
Cardenal Silva Enríquez
SOLIDARIDAD
Solidaridad nos evoca una fuerte
dimensión liberadora: mira al prójimo
como sujeto y agente de su destino,
junto al que buscamos y luchamos por
caminos y estructuras que le posibiliten
ese destino de dignidad y no lo marginen
o lo opriman como individuo o como
clase social. Por eso podemos hablar de
solidaridad tanto con un niño
minusválido o un menor abandonado,
como con una clase social, o un país
empobrecido…Porque la solidaridad
tiene la amplitud de lo humano. Es
soldadura de vida y destino…
Luis Pérez Aguirre.
• La solidaridad complementa a la justicia en la visión que ofrece Juan
Pablo II en su encíclica sobre el desarrollo (SRS): no solo denuncia las
injusticias crecientes y busca una explicación a ese escándalo, sino
que destaca el carácter cada vez más interdependiente de nuestro
mundo. Es, partiendo de esa interdependencia como explica el valor
y el sentido de la solidaridad: ésta es la mejor respuesta a esa
característica de hoy. Y es, ante todo, una actitud moral, que implica
el que “todos seamos verdaderamente responsables de todos”.
Evidentemente, entendida así, no se trata de una solidaridad blanda,
sino de una actitud que compromete a toda la persona.
 Solidaridad ASISTENCIAL
• Asistir al hermano en necesidad, es una tarea irrenunciable, este tipo de
solidaridad, siempre habrá que hacerla, sin caer en el asistencialismo, en el
hacer depender al otro de mi ayuda o sustento económico, incluso de mi
soporte moral.

• La Solidaridad que asiste, no puede estar comprometida con un

sistema que oprime y que a la vez, mientras con una mano ayuda de manera
pródiga y generosa, con la otra sigue sosteniendo estructuras generadoras de
pobreza, manteniendo un status en el cual siempre habrá que hacer obras de
asistencia más que de justicia, se debe llegar a un equilibrio.

• Siempre se necesitará la solidaridad asistencial, no porque existan o no

pobres, este no es el fundamento, sino que la raíz está en el ser cristiano, ya
que la expresión básica del cristianismo, es la preocupación por el otro, amar
al prójimo como a uno mismo y a Dios sobre todas las cosas, en esta breve
frase, compilaba el mismo Jesús, toda la Ley y los Profetas del Antiguo
Testamento, porque ¿cómo podemos decir que amamos a Dios a quien no
vemos, si no atendemos, si no amamos al hermano(a), que sí vemos?
 Solidaridad promocional
• La Solidaridad promocional despierta la conciencia
social, fortalece la capacidad de liderazgo, anima el
surgimiento de procesos comunitarios, procura el
fortalecimiento de redes locales y el mejoramiento de la
calidad de vida.
• Por eso pretende que las personas pasen de
condiciones de vida menos humanas a más humanas.
(DA 399. PP 20-21) Aspira a potenciar en cada persona,
hombre y mujer, su crecimiento hasta la meta de su
realización personal, social y religiosa. De tal manera
que el resultado final permita ir generando un orden
social justo, fruto de corazones convertidos. (DA 399)
 Solidaridad liberadora
• (23) La Solidaridad Liberadora busca la creación de estructuras
sociales que, dentro de un marco de justicia, equidad y participación,
impulsen la inclusión de todos y todas en el desarrollo integral de la
comunidad local, nacional e internacional.
• Es el esfuerzo de toda la Iglesia de "poner fin al dominio del
hombre sobre el hombre y promover la igualdad y fraternidad de
todos los hombres". Por esta razón el estilo de solidaridad que se
requiere es aquella donde se den "procesos que tiendan a procurar y
garantizar las condiciones requeridas para una auténtica libertad
humana".
• (24) La Solidaridad liberadora nos permite actuar inspirados
desde la fe, desde el amor, basándonos en una sólida reflexión
teológica: la ortodoxia, y para enriquecer nuestra práctica social:
ortopraxis. Es decir; unas bases sólidas doctrinales, nos ayudan a
enfrentar adversas y cambiantes situaciones que viven nuestros
pueblos, con procesos de incidencia, empoderamiento y
participación ciudadana.
 Solidaridad (Acogida fraterna).
Reconciliadora, Construcción de Paz y
Respeto de los DDHH
• Nos hace caminar en la esperanza en medio de los conflictos, la inequidad social,
los retos ambientales y estructuras deshumanizadas que han surgido en las últimas
décadas; nos hace asumir y aliviar el sufrimiento de los excluidos, de las víctimas,
de los empobrecidos.

• La solidaridad reconciliadora nos hace afrontar la historia y la memoria de quienes

sufren, para construir de manera solidaria estructuras y sistemas más humanos y
fraternos, nos da una nueva visión de la responsabilidad y del desarrollo, al mismo
tiempo que nos lleva a profundizar en el compromiso ético de la sociedad, en la
voluntad permanente de asumir la libertad, la racionalidad y las potencialidades de
cada ser humano para ser constructor de un mundo que asegure la dignidad de
cada persona, un caminar al que le da sentido el “Dios de la esperanza”.
• Ante todo se trata de la interdependencia, percibida como sistema
determinante de relaciones en el mundo actual, en sus aspectos
económico, cultural, político y religioso, y asumida como categoría
moral. Cuando la interdependencia es reconocida así, su correspondiente
respuesta, como actitud moral y social, y como « virtud », es
la solidaridad. Esta no es, pues, un sentimiento superficial por los males de
tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme
y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de
todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de
todos. Esta determinación se funda en la firme convicción de que lo que
frena el pleno desarrollo es aquel afán de ganancia y aquella sed de poder
de que ya se ha hablado. Tales « actitudes y estructuras de pecado »
solamente se vencen —con la ayuda de la gracia divina— mediante
una actitud diametralmente opuesta: la entrega por el bien del prójimo,
que está dispuesto a « perderse », en sentido evangélico, por el otro en
lugar de explotarlo, y a « servirlo » en lugar de oprimirlo para el propio
provecho (cf. Mt 10, 40-42; 20, 25; Mc 10, 42-45; Lc 22, 25-27).(No. 38e).
• “El ejercicio de la solidaridad dentro de cada sociedad es válido sólo
cuando sus miembros se reconocen unos a otros como personas. Los
que cuentan más, al disponer de una porción mayor de bienes y
servicios comunes, han de sentirse responsables de los más débiles,
dispuestos a compartir con ellos lo que poseen. Estos, por su parte,
en la misma línea de solidaridad, no deben adoptar una actitud
meramente pasiva o destructiva del tejido social y, aunque
reivindicando sus legítimos derechos, han de realizar lo que les
corresponde, para el bien de todos. Por su parte, los grupos
intermedios no han de insistir egoísticamente en sus intereses
particulares, sino que deben respetar los intereses de los demás.”
(No. 39a).
 Los tres niveles de la solidaridad.
1. La interdependencias entre las personas y entre los pueblos(cfr. SRS
17, CA 27, CDSI 192) y los abismos entre los pueblos desarrollados y los
subdesarrollados (CDSI 192)
2. La interdependencia como deber moral que hace la relación de la
solidaridad con la justicia, por la urgente tarea del cambio de
estructuras de pecado a estructuras de solidaridad. (SRS 26, CDSI 193)
3. La vivencia de la solidaridad como virtud cristiana relacionada con la
caridad. Algunas estiman que la solidaridad es el nuevo nombre de la
Caridad. Porque la solidaridad tiende a superarse (IAm) y a revestirse
de gratuidad, perdón, reconciliación, es decir, de la caridad misma. (cfr.
SRS 40)
 Solidaridad unida al Bien Común y a la Subsidiariedad.
• Está vinculada con el bien común, el destino universal de los bienes,
la igualdad entre las personas y los pueblos , la paz y el cuidado de la
Casa Común.
• Con la subsidiariedad son complementarios, porque el primero se
refiere a la ordenación y articulación de las distintas comunidades,
grupos y asociaciones que forman el tejido social, unas con otras y en
el interior de cada una de ellas y la solidaridad se refiere al
compromiso responsable de todas ellas en procurar el bien común.
• Además mientras la subsidiariedad salvaguarda la libre iniciativa
creadora de la persona y la sociedad (contra toda forma de
colectivismo) la segunda vela por la procuración del bien común que
es el fin al que debe tender toda la sociedad (oponiéndose al
individualismo social o político).
 Principio
de
la Subsidiaridad.
• Frente al principio liberal de la no intervención del estado en el ámbito
socioeconómico ya RN sostenía el deber estricto del Estado de procurar y
asegurar el bienestar de los obreros y tutelar los derechos de la persona.
• Y será Pío XI quien asumirá que el vacío entre el individuo y el Estado lo llenan las
asociaciones. Cuyas relaciones se rigen por el Principio de Subsidiariedad:
“Como no se puede quitar a los individuos y dar a la comunidad lo que ellos
pueden realizar con su propio esfuerzo e industria, así tampoco es justo,
constituyendo un grave perjuicio y perturbación del recto orden, quitar a las
comunidades menores e inferiores lo que ellas pueden hacer y proporcionar y
dárselo a una sociedad mayor y más elevada, ya que toda acción de la sociedad,
por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo
social, pero no destruirlos y absorberlos.” (QA 79)
• Sin asociaciones quedan casi solos frente a frente los individuos y el Estado(78):
individualismo.
¿Y el Estado?
• Ayuda a todos los cuerpos inferiores en la sociedad.

• Y esto lo hace: dirigiendo, vigilando, urgiendo, castigando… (QA 80)

Las asociaciones
Una forma de superar la lucha de clases:
“la curación total no llegará, sin embargo, sino cuando, eliminada esa
lucha, los miembros del cuerpo social reciban la adecuada
organización, es decir, cuando se constituyan unos “órdenes” en que
los hombres se encuadren no conforme a la categoría que se les
asigna en el mercado de trabajo, sino en conformidad con la función
social que cada uno desempeña”(QA 83)
OA 46, citando a QA MM y GS dice que el poder político
“dentro de los límites propios de su competencia”, no quita, ni
a los individuos ni a los cuerpos intermedios, “el campo de
actividades y responsabilidades propias de ellos, los cuales les
inducen a cooperar en la realización del bien común”. Esto
es, “una exigencia fundamental de la naturaleza del hombre,
un ejercicio concreto de su libertad, un camino para su
desarrollo” especialmente “en la vida económica,
particularmente en la empresa”, aunque “hoy día el ámbito es
más vasto: se extiende al campo social y político”. Es ahí
“donde debe ser instituida e intensificada la participación
razonable en las responsabilidades y opciones”(OA 47).
 Elementos claves de la subsidiariedad.
• Expresa la idea básica del servicio, esencial en el ámbito de la sociedad civil
(familia, grupos, asociaciones, organizaciones territoriales locales y/o regionales.
Y el Estado ayuda al ciudadano a lograr con facilidad y plenitud su propia
perfección.
• También tiene un enfoque de cooperación en el sentido de que el Estado debe
favorecer, estimular y completar la acción de las entidades sociales más
pequeñas, y al mismo tiempo el Estado se sabe limitado ante la iniciativa, libertad
y responsabilidad de esas mismas entidades sociales pequeñas.
• Es esencial a toda la vida social, porque el Estado no puede apropiarse de ser
representante único de la sociedad y realizar funciones que grupos intermedios
pueden hacer, tampoco los grupos puedan asumir el área de autonomía de otros
grupos menores o anular la libre iniciativa del individuo.
• Todas las sociedades u organización de orden superior deben ponerse en actitud
de servicio-ayuda (subsidium), es decir, de apoyo, promoción, desarrollo de las
menores, para que estas realicen lo que les es propio.
 Algunas precisiones concretas que nos da el CDSI (187-188)
• El principio quiere proteger a las personas y a los grupos intermedios de
los abusos de las instancias sociales superiores, animándolas a ayudar a los
individuos y a los cuerpos intermedios a desarrollar sus tareas, puesto que
ellas(personas y cuerpos intermedios) pueden ofrecer algo de si a la
comunidad. Esto es importante porque es contrario a toda forma de
centralización, de burocratización, de asistencialismo, de presencia
injustificada y excesiva del Estado y de la administración. Por lo tanto, no
es lícito, ni justo, traspasar a la comunidad mayor y quitar a las personas,
grupos menores e inferiores lo que ellos puedan realizar por su propio
esfuerzo e iniciativa. De esta manera se logra que cada cual (persona u
organización) realice de manera libre, firme y eficaz sus responsabilidades y
competencias.
• Si fuera necesario que el Estado asuma una función de suplencia esta no
debe ser prolongada, ni ir más allá de lo estrictamente necesario. Es decir,
se presta la ayuda sin destruir ni absorber a los miembros del cuerpo
social.
 MUCHAS GRACIAS
NADA EN LA VIDA DEBE SER TEMIDO,
SOLAMENTE COMPRENDIDO. AHORA ES EL
MOMENTO DE COMPRENDER MÁS, PARA TEMER
MENOS.
Marie Curie.