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Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad de las autoras Silvia Grinberg y Esther

Levy

El texto "Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad" escrito por Silvia Grinberg y


Esther Levy aborda la relación entre los dispositivos pedagógicos y la infancia en el contexto de
la modernidad. Las autoras examinan cómo los cambios históricos, sociales y culturales han
influido en la forma en que se concibe y se educa a la infancia.

En primer lugar, Grinberg y Levy exploran cómo la concepción de la infancia ha evolucionado a


lo largo del tiempo. En la modernidad, la infancia comenzó a ser vista como una etapa distinta
de la vida, con características y necesidades propias. A medida que la sociedad industrial se
desarrollaba, surgieron nuevas ideas sobre la educación de los niños y se establecieron
instituciones específicas para su cuidado y formación.

Las autoras también analizan los dispositivos pedagógicos que se han utilizado para educar a
los niños en la modernidad. Estos dispositivos incluyen no solo los materiales y métodos de
enseñanza, sino también las instituciones y prácticas que configuran la experiencia educativa
de los niños. Grinberg y Levy destacan cómo estos dispositivos han sido utilizados para
transmitir conocimientos, socializar a los niños y prepararlos para su papel en la sociedad.

Además, las autoras examinan cómo los dispositivos pedagógicos han sido utilizados como
mecanismos de control y disciplina. En la modernidad, la educación de los niños se convirtió en
un proyecto de normalización y homogeneización, con el objetivo de producir ciudadanos
obedientes y productivos. Los dispositivos pedagógicos jugaron un papel crucial en esta
empresa, al regular los comportamientos y modelar las identidades de los niños.

Sin embargo, Grinberg y Levy también señalan las resistencias y las tensiones que han surgido
en torno a estos dispositivos pedagógicos. La infancia no es una categoría estática, sino que
está en constante transformación, y los niños pueden desafiar y resistir las normas impuestas
por los dispositivos pedagógicos. Además, las autoras resaltan la importancia de considerar la
diversidad de experiencias y contextos en la educación de la infancia, y de no imponer un
modelo único de crianza y enseñanza.

Resumiendo, el texto "Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad" de Silvia Grinberg


y Esther Levy examina la relación entre los dispositivos pedagógicos y la infancia en el contexto
de la modernidad. Las autoras analizan cómo los cambios históricos y sociales han influido en
la forma en que se concibe y se educa a la infancia, y exploran cómo los dispositivos
pedagógicos han sido utilizados para educar, controlar y disciplinar a los niños. También
destacan las resistencias y las tensiones que han surgido en torno a estos dispositivos y la
importancia de considerar la diversidad en la educación de la infancia.

Aportes de Foucault

En el texto "Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad" de Silvia Grinberg y Esther


Levy, se pueden identificar varios aportes de Michel Foucault en relación con la temática
abordada. Foucault es conocido por su análisis del poder y de los dispositivos de disciplina y
control en la sociedad.
Una de las contribuciones de Foucault que se refleja en el texto es su concepto de
"dispositivo". Foucault entendía el dispositivo como un conjunto de elementos, tanto
materiales como discursivos, que operan en la sociedad para regular y controlar los
comportamientos de las personas. En el caso de la educación de la infancia, los dispositivos
pedagógicos son herramientas que se utilizan para influir en la forma en que los niños
aprenden, se comportan y se socializan.

El análisis de Grinberg y Levy se basa en la idea de que los dispositivos pedagógicos no son
neutrales, sino que están imbuidos de relaciones de poder. Foucault argumentaba que el poder
no solo se ejerce de manera represiva, sino que también se manifiesta a través de mecanismos
de normalización y control. En el contexto de la educación de la infancia, los dispositivos
pedagógicos desempeñan un papel importante en la normalización de los niños y en la
producción de ciudadanos dóciles y adaptados a las normas sociales.

Además, Foucault introdujo el concepto de "biopoder", que se refiere al poder ejercido sobre
los cuerpos y las vidas de los individuos. En el caso de la educación de la infancia, el biopoder
se manifiesta en los dispositivos pedagógicos que regulan y moldean los cuerpos, las conductas
y las identidades de los niños. Estos dispositivos se convierten en mecanismos de control que
operan a nivel individual y colectivo, influyendo en la forma en que los niños se constituyen
como sujetos.

En línea con las ideas de Foucault, Grinberg y Levy también destacan las resistencias y las
tensiones que surgen en relación con los dispositivos pedagógicos. Foucault señalaba que el
poder siempre es contestado y resistido, y esto se aplica también a la educación de la infancia.
Los niños, como sujetos activos, pueden desafiar y resistir las normas impuestas por los
dispositivos pedagógicos, ejerciendo su agencia y cuestionando las formas de control y
disciplina.

Como conclusión se afirma que el texto de Grinberg y Levy sobre los dispositivos pedagógicos e
infancia en la modernidad incorpora los aportes de Michel Foucault en relación con el análisis
de los mecanismos de poder, control y disciplina en la educación de la infancia. Se destaca la
importancia de comprender los dispositivos pedagógicos como elementos que operan en la
regulación y normalización de los niños, así como la resistencia y las tensiones que surgen en
torno a ellos.

"Relato de la formación en la modernidad" con aportes de Comenio, Rousseau y Kant

En el texto "Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad", además de los aportes de


Foucault, se mencionan los aportes de importantes pensadores de la modernidad en el ámbito
de la educación de la infancia, como Comenio, Rousseau y Kant.

Comenio, también conocido como Juan Amós Comenio, fue un filósofo y pedagogo checo del
siglo XVII. Se le considera uno de los precursores de la educación moderna y abogó por una
educación universal para todos los niños, independientemente de su origen social. Comenio
defendía que la educación debía ser práctica y basada en la experiencia, promoviendo un
aprendizaje significativo para los niños.

En cuanto a Rousseau, su obra más influyente en relación con la educación de la infancia es


"Emilio, o De la educación". Rousseau argumentaba que los niños son seres naturales y que su
educación debe respetar su desarrollo natural y sus instintos. Abogaba por una educación que
fomente la libertad y la autonomía de los niños, permitiéndoles explorar el mundo a través de
la experiencia directa y evitando la influencia de la sociedad corrupta.

Kant, por su parte, también realizó importantes contribuciones a la educación en la


modernidad. En su obra "Pedagogía", Kant planteó la importancia de la educación moral y ética
de los niños. Consideraba que la educación debía centrarse en el desarrollo de la autonomía y
la capacidad de razonamiento de los niños, preparándolos para ser ciudadanos responsables y
autónomos en la sociedad.

En el texto, los aportes de estos pensadores se mencionan en el contexto del "Relato de la


formación en la modernidad". Este relato hace referencia a las ideas y concepciones sobre la
educación de la infancia que se han ido construyendo a lo largo de la historia moderna. Estos
pensadores desempeñaron un papel fundamental en la configuración de este relato, aportando
ideas y perspectivas que influyeron en la concepción y práctica de la educación de la infancia
en la modernidad.

Los aportes de Comenio, Rousseau y Kant en el ámbito de la educación de la infancia son


mencionados en el texto como parte del "Relato de la formación en la modernidad". Cada uno
de ellos planteó ideas y enfoques pedagógicos que han tenido un impacto duradero en la
forma en que se concibe y se educa a los niños en la sociedad moderna.

Vigilar y castigar de Foucault

"Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión" es una obra clave del filósofo francés Michel
Foucault, publicada en 1975. El libro aborda la historia de los sistemas de castigo y control
social, centrándose en el cambio de los métodos de castigo desde la tortura y la ejecución
pública hacia el surgimiento de las instituciones penitenciarias modernas.

Foucault examina cómo la sociedad occidental ha pasado de un sistema de castigo violento y


espectacular, que tenía como objetivo infundir miedo y mantener el orden social, hacia un
enfoque más disciplinario y normalizador. El autor se interesa particularmente en la forma en
que los métodos de castigo reflejan las estructuras de poder y cómo influyen en la construcción
de las identidades y subjetividades de los individuos.

El libro se divide en cuatro partes. En la primera parte, titulada "Suplicio", Foucault describe las
prácticas de tortura y ejecución que predominaron en Europa hasta el siglo XVIII. Analiza los
rituales públicos de tortura y muerte, destacando cómo estos actos violentos servían como
espectáculos de poder y como ejemplos destinados a disuadir a otros de cometer delitos.

La segunda parte, "Punición", se centra en el surgimiento de las instituciones penales y la


forma en que se fueron desarrollando a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Foucault analiza el
sistema de las prisiones, que se convierte en la forma dominante de castigo y control social.
Examina las estructuras disciplinarias y los métodos utilizados para normalizar y vigilar a los
prisioneros, destacando cómo se establecen reglas y rutinas para controlar su
comportamiento.

En la tercera parte, "Disciplina", Foucault se adentra en los mecanismos de control y vigilancia


que operan en las instituciones disciplinarias. Explora el concepto de panoptismo, basado en el
modelo arquitectónico de la torre de vigilancia central que permite la observación constante
de los individuos en su entorno. Foucault argumenta que este tipo de estructura permite
control y la disciplina a través del miedo a la vigilancia constante, incluso si no hay una
supervisión efectiva en todo momento.
La última parte, "Prisión", se centra en el surgimiento y la evolución de las prisiones modernas
y cómo han impactado en la sociedad y en la forma de castigar. Foucault examina cómo la
prisión se ha convertido en una forma de clasificar, controlar y normalizar a la población,
influyendo en la construcción de identidades criminales y en la perpetuación de sistemas de
poder.

"Vigilar y castigar" de Michel Foucault es una obra que analiza la historia de los métodos de
castigo y control social, desde la tortura hasta la prisión moderna. Foucault examina cómo
estos sistemas de castigo reflejan las estructuras de poder y cómo influyen en la conformación
de las identidades y subjetividades de los individuos. El libro plantea cuestionamientos
profundos sobre la relación entre el poder, el castigo y la disciplina en la sociedad occidental.

Panóptico de Foucault

El concepto del panóptico, desarrollado por Michel Foucault en su obra "Vigilar y castigar", es
una metáfora poderosa para entender el funcionamiento del poder y la disciplina en la
sociedad moderna. El panóptico es un modelo arquitectónico que sirve como una herramienta
de control y vigilancia.

El diseño del panóptico se basa en una estructura circular con una torre central de vigilancia
que tiene visibilidad completa sobre todas las celdas dispuestas en forma de anillo alrededor
de la torre. Cada celda está iluminada, mientras que la torre de vigilancia está en la oscuridad.
Esto crea una asimetría de poder, donde los individuos en las celdas están constantemente
expuestos a la mirada del vigilante, pero no pueden saber cuándo están siendo observados.

La idea central del panóptico es que la simple posibilidad de ser vigilado en cualquier momento
genera un sentimiento de autocontrol y conformidad en los individuos. Aunque el vigilante no
está presente físicamente todo el tiempo, su presencia potencial y el temor a la observación
constante se convierten en un mecanismo de control efectivo.

El panóptico representa una forma de poder disciplinario que se basa en la vigilancia y la


normalización. Foucault argumenta que esta estructura arquitectónica se extiende más allá de
las prisiones y se aplica en diversos ámbitos de la sociedad, como las escuelas, los hospitales,
las fábricas y otros espacios institucionales. El panóptico se convierte en un símbolo de cómo el
poder se ejerce de manera sutil y eficiente a través de la internalización de la vigilancia y el
autocastigo.

El concepto del panóptico plantea interrogantes sobre la relación entre el poder, la vigilancia y
la autonomía individual. Foucault señala que el panóptico no solo influye en el
comportamiento de los individuos, sino que también moldea sus subjetividades y crea una
sociedad disciplinada y normalizada.

En resumen, el panóptico de Foucault es un concepto que representa un modelo


arquitectónico de vigilancia y control, en el cual la posibilidad de ser observado en todo
momento genera un efecto de autocontrol en los individuos. El panóptico ejemplifica cómo el
poder disciplinario se basa en la vigilancia constante y cómo influye en la conformación de las
subjetividades en la sociedad moderna.

La relación entre el concepto del panóptico y la educación en la actualidad puede analizarse


desde diferentes perspectivas. Aquí hay algunas consideraciones:
Vigilancia en las instituciones educativas: Algunas críticas han señalado que las escuelas
modernas se asemejan al panóptico, ya que los estudiantes están constantemente vigilados
por profesores, cámaras de seguridad y normas estrictas. Este ambiente de vigilancia puede
generar un sentido de autocontrol en los estudiantes y promover comportamientos conformes
a las expectativas establecidas.

Efectos de la evaluación y el rendimiento: En muchas instituciones educativas, los estudiantes


son evaluados y clasificados de acuerdo con su rendimiento académico. Esta evaluación
constante puede generar una sensación de vigilancia y presión, ya que los estudiantes sienten
que están siendo constantemente observados y juzgados. Esto puede tener efectos en su
bienestar emocional y en su motivación para aprender.

Digitalización y tecnología en el aula: Con el aumento de la tecnología en el entorno educativo,


como el uso de cámaras de video, sistemas de monitoreo y herramientas de seguimiento en
línea, también se plantean preocupaciones sobre la vigilancia y la privacidad de los estudiantes.
El uso de estas tecnologías puede generar una sensación de estar constantemente observados
y controlados, lo que puede tener implicaciones en la libertad y autonomía de los estudiantes.

Impacto en la creatividad y el pensamiento crítico: La cultura de vigilancia en la educación


actual puede influir en la forma en que los estudiantes se perciben a sí mismos como sujetos
de conocimiento. El enfoque excesivo en el control y la conformidad puede limitar la capacidad
de los estudiantes para desarrollar pensamiento crítico, creatividad e independencia
intelectual, ya que se prioriza la adhesión a normas preestablecidas y la reproducción de
conocimiento en lugar de la exploración y la reflexión crítica.

Es importante tener en cuenta que no todas las instituciones educativas funcionan como
panópticos y que existen enfoques pedagógicos que promueven la participación activa de los
estudiantes, el aprendizaje colaborativo y la autonomía. Sin embargo, la reflexión sobre el
concepto del panóptico en la educación actual puede ayudar a cuestionar y repensar las
dinámicas de poder y control presentes en los sistemas educativos, fomentando enfoques
que promuevan la libertad, la creatividad y el desarrollo integral de los estudiantes.

Escenarios de la infancia y de la escuela moderna

Durante la modernidad, se produjeron importantes transformaciones en los escenarios de la


infancia y de la escuela. A continuación, se mencionan algunos de los escenarios clave de esa
época:

Hogar y familia: A lo largo de la modernidad, el hogar y la familia continuaron siendo un


escenario fundamental para la infancia. Sin embargo, hubo cambios en la forma en que se
concebía el papel de la familia en la educación de los niños. A medida que surgieron nuevas
ideas sobre la infancia y la importancia de la educación, las familias comenzaron a asumir un
papel más activo en la formación de sus hijos, proporcionándoles una crianza más estructurada
y una educación básica.

Escuela: Uno de los escenarios principales de la infancia en la modernidad fue la escuela. A


medida que se valoraba cada vez más la educación formal, se establecieron escuelas para
proporcionar una educación sistemática y estandarizada a los niños. Estas escuelas tenían una
estructura jerárquica y se basaban en un currículo definido. Los métodos de enseñanza se
volvieron más disciplinados y se enfocaron en la transmisión de conocimientos y habilidades
considerados importantes para la sociedad moderna.
Instituciones asistenciales y educativas: Además de las escuelas, se establecieron otras
instituciones específicas para atender las necesidades de la infancia en la modernidad. Por
ejemplo, se crearon orfanatos y hospicios para brindar cuidado y educación a los niños
huérfanos o en situación de vulnerabilidad. Estas instituciones buscaban suplir las carencias
familiares y proporcionar un ambiente controlado y disciplinado para la formación de los niños.

Espacios públicos y recreativos: En la modernidad, también se empezaron a valorar los espacios


públicos y recreativos como escenarios importantes para la infancia. Parques, plazas y áreas de
juego se convirtieron en lugares donde los niños podían socializar, explorar y desarrollar
habilidades físicas. Estos espacios permitían un mayor contacto con otros niños y con el
entorno urbano, fomentando la interacción social y la construcción de experiencias
compartidas.

Es importante tener en cuenta que estos escenarios pueden variar dependiendo del contexto
histórico y cultural específico. Además, es crucial reconocer que las experiencias de la infancia
y de la escuela moderna no fueron homogéneas, ya que estuvieron influenciadas por factores
como la clase social, el género y la ubicación geográfica, entre otros.

Configuraciones de la categoría de la infancia

Según Silvia Grinberg y Esther Levy, en su texto "Dispositivos pedagógicos e infancia en la


modernidad", la categoría de la infancia se fue configurando a lo largo de la historia de la
modernidad a través de una serie de transformaciones y discursos. A continuación, se
presentan algunos puntos clave sobre cómo se configuró la categoría de la infancia según las
autoras:

Desarrollo de la noción de la infancia como etapa específica: Grinberg y Levy señalan que
durante la modernidad, comenzó a surgir la idea de que la infancia es una etapa específica y
diferenciada en la vida de una persona. Antes de este periodo, los niños eran vistos como
adultos en miniatura y se les asignaban roles y responsabilidades similares a los de los adultos.
Sin embargo, con el surgimiento de nuevas concepciones sobre la infancia, se empezó a
considerar que los niños poseen características, necesidades y derechos particulares.

Influencia de pensadores como Comenio, Rousseau y Kant: Grinberg y Levy resaltan la


influencia de filósofos y pensadores como Juan Amós Comenio, Jean-Jacques Rousseau e
Immanuel Kant en la configuración de la categoría de la infancia. Estos pensadores
argumentaron a favor de la importancia de la educación y la formación en la infancia,
destacando la necesidad de tener en cuenta las peculiaridades y capacidades propias de los
niños.

Surgimiento de instituciones educativas específicas para la infancia: Durante la modernidad, se


establecieron instituciones específicas para la educación y el cuidado de los niños, como las
escuelas. Estas instituciones reflejaron la creciente importancia que se le otorgaba a la
educación en la formación de los niños y en la construcción de una sociedad moderna. A través
de estas instituciones, se buscaba proporcionar una educación sistemática y estandarizada,
adaptada a las necesidades de los niños.

Relación entre la infancia y la moralidad: Grinberg y Levy también destacan la relación entre la
infancia y la moralidad en la configuración de la categoría de la infancia. Durante la
modernidad, se desarrolló la idea de que la infancia es una etapa crucial para la formación
moral de los individuos. Se consideraba que los niños debían ser educados de acuerdo con
principios morales y éticos, y se establecieron normas y disciplinas para fomentar su desarrollo
moral.

Concluyendo, según Grinberg y Levy, la categoría de la infancia se configuró a lo largo de la


modernidad a través de la concepción de la infancia como una etapa específica, la influencia de
pensadores como Comenio, Rousseau y Kant, el establecimiento de instituciones educativas
específicas y la relación entre la infancia y la moralidad. Estos procesos históricos y discursivos
contribuyeron a la construcción de la noción moderna de la infancia como una etapa de
desarrollo con características, necesidades y derechos propios.

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