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¡Buenos días!

Hoy quiero hablarles sobre la gestión de riesgos y cómo aplicar este concepto en sus vidas
estudiantiles. La vida está llena de incertidumbres y desafíos, y saber cómo manejar los riesgos
es fundamental para alcanzar el éxito.

Un riesgo es la PROBABILIDAD de ocurrencia de que EVENTO pueda tener un IMPACTO


POTENCIAL negativo en los objetivos, metas o bienestar de una persona, organización o
sistema. En el contexto más general, el riesgo se refiere a la incertidumbre sobre los resultados
futuros y la probabilidad de que estos resultados sean diferentes de lo esperado. Los riesgos
pueden surgir en diversas formas y ámbitos, incluyendo riesgos financieros, riesgos de seguridad,
riesgos ambientales, riesgos de salud, entre otros. Gestionar los riesgos de manera efectiva
implica identificarlos, evaluar su probabilidad y posible impacto, y tomar medidas para
mitigarlos o manejarlos de manera adecuada.

En el mundo académico, enfrentamos riesgos todos los días: desde tomar decisiones sobre qué
clases tomar hasta cómo administrar nuestro tiempo para estudiar y socializar. Pero no se trata
solo de evitar riesgos, se trata de saber cómo enfrentarlos de manera efectiva.

Primero, es importante identificar y evaluar los riesgos. Esto significa reconocer los obstáculos
que podrían surgir en nuestro camino hacia nuestros objetivos académicos, ya sea un examen
difícil, una tarea complicada o incluso distracciones que nos alejen del estudio.

Una vez que identificamos los riesgos, debemos planificar cómo manejarlos. Esto puede implicar
establecer metas claras, desarrollar un horario de estudio efectivo, buscar ayuda cuando sea
necesario y estar preparados para adaptarnos a los cambios inesperados.

La clave para una gestión de riesgos exitosa es mantener una mentalidad positiva y proactiva. En
lugar de ver los obstáculos como barreras insuperables, debemos verlos como oportunidades para
crecer y aprender. Cada desafío superado nos hace más fuertes y nos acerca un paso más hacia
nuestros objetivos.

Recuerden, la gestión de riesgos no se trata de evitar el fracaso, se trata de aprender a


recuperarnos rápidamente cuando las cosas no salen como esperábamos. Así que no tengan
miedo de enfrentar los desafíos que se les presenten en su vida estudiantil. Con determinación,
perseverancia y una buena gestión de riesgos, pueden alcanzar cualquier meta que se propongan.

Aplicar los principios de la norma ISO 31000:2018 en la toma de decisiones personales puede
ser muy útil para gestionar riesgos en la vida cotidiana. Aquí te muestro cómo puedes hacerlo:

1. Comprensión del contexto personal: Antes de tomar cualquier decisión


importante, tómate el tiempo para comprender tu situación personal y el entorno en el que
operas. Considera tus metas, valores, recursos disponibles y las circunstancias que te rodean.
2. Identificación de riesgos: Identifica los posibles riesgos que podrían afectar tus
decisiones. Esto puede incluir riesgos relacionados con la salud, las finanzas, las relaciones
personales, la carrera profesional, entre otros.
3. Análisis de riesgos: Evalúa la probabilidad y el impacto de cada riesgo
identificado en tus decisiones. Considera cómo podrían afectar tus objetivos y qué tan grave sería
el resultado si ocurriera el riesgo.
4. Evaluación de riesgos: Decide si los riesgos identificados son aceptables o si
necesitas tomar medidas adicionales para mitigarlos. Pregúntate si estás dispuesto a asumir
ciertos riesgos o si prefieres evitarlos o reducirlos.
5. Tratamiento de riesgos: Implementa medidas para gestionar los riesgos
identificados. Esto puede implicar tomar precauciones adicionales, buscar asesoramiento
experto, establecer un plan de contingencia o simplemente aceptar el riesgo con pleno
conocimiento de sus posibles consecuencias.
6. Monitoreo y revisión: Monitorea continuamente tu situación personal y revisa
regularmente tus decisiones para asegurarte de que sigan siendo apropiadas en función de tu
entorno cambiante. Estar abierto a ajustar tus decisiones según sea necesario te permitirá
adaptarte a nuevas circunstancias y minimizar los riesgos potenciales.

Al aplicar estos principios de gestión de riesgos en tu toma de decisiones personales, podrás


tomar decisiones más informadas y efectivas que te ayudarán a alcanzar tus objetivos mientras
minimizas los riesgos involucrados.
Hoy hemos explorado juntos el poder de la gestión de riesgos y la toma de decisiones en vuestras
vidas. En un mundo lleno de oportunidades y desafíos, es crucial entender que cada decisión que
tomamos tiene un impacto, ya sea pequeño o grande.

La gestión de riesgos no se trata solo de evitar peligros, sino de reconocerlos, evaluarlos y tomar
decisiones informadas para alcanzar vuestros objetivos. Recordad siempre que cada obstáculo es
una oportunidad para aprender y crecer.

La clave está en confiar en vosotros mismos, en vuestras habilidades y en vuestra capacidad para
adaptaros a las circunstancias. No tengáis miedo de tomar decisiones difíciles, pues son esas
decisiones las que moldean vuestro futuro.

En vuestro camino hacia el éxito, recordad siempre manteneros fieles a vuestros valores y
principios. Sed valientes, sed resilientes y nunca dejéis de perseguir vuestros sueños.

Recordad, el riesgo es parte del camino hacia el éxito, pero con una gestión adecuada y
decisiones bien pensadas, estáis preparados para enfrentar cualquier desafío que se os presente.

Gracias por vuestra atención y compromiso durante esta conferencia. ¡El futuro está
en vuestras manos!

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