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Ensayos

El Hijo del Ahuizote.


Liberal ejemplar, modelo de ciudadano moderno.
Algunos acercamientos al discurso visual del semanario

Mónica Morales Flores*

Resumen: Análisis del semanario El Hijo del Ahuizote a partir del discurso visual de sus caricatu-
ras, para mostrar su línea político-ideológica, desentrañar su estilo estético, desarrollo y transfor-
mación al cambio de siglo resultado de su radicalización y condiciones de represión imperantes en
los últimos años del régimen porfirista.
Palabras clave: historia de México, Porfiriato, Daniel Cabrera, prensa de oposición, caricatura política.

Abstract: Analysis of the weekly El Hijo del Ahuizote through the visual discourse of its cartoons to
show its political and ideological inclination, explore its aesthetic style, development, and transfor-
mation at the turn of the century as the result of its radicalization under the prevailing conditions
of repression in the final years of the Díaz regime.
Keywords: History of Mexico, Porfiriato, Daniel Cabrera, opposition press, political cartoon.

Fecha de recepción: 26 de enero de 2016


Fecha de aprobación: 26 de marzo de 2016

A lo largo de la historia de México la prensa gobernantes y políticos mediante textos críti-


cos; otros, la pluma estilográfica y las planchas
ha desempeñado un papel importante, e incluso
clave en ciertos momentos y acontecimientos litográficas para cuestionar o ridiculizar a tra-
políticos. En el siglo xix, específicamente du- vés de imágenes satíricas, críticas y mordaces.
rante el periodo presidencial de Porfirio Díaz De esa forma la prensa ilustrada se convirtió
(1876-1911), periodistas y caricaturistas no só- en el medio idóneo para difundir las posturas de
lo cumplieron con su tarea de informar, sino directores, editores, periodistas e ilustradores afi-
que buscaron también defender y difundir sus liados a partidos liberales o conservadores donde
ideales políticos en las páginas de las publica- también dirimían sus diferencias.
ciones periódicas para las que trabajaron e in- La hemerografía del siglo xix es una excelen-
cluso fundaron para tal objetivo. Algunos usaron te e invaluable fuente de primera mano que per-
la pluma caligráfica para atacar o defender a mite acercarnos al escenario político-social de
entonces y replantearnos su uso como objeto
de estudio. Y, al mismo tiempo, es una fuente
* Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humani- documental de primera mano, puesto que en sus
dades, Universidad de Guadalajara. páginas se guardan la cotidianidad del pueblo,

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la vida política del país, las crisis económicas, Tertulia. Sin embargo, existe uno que resalta de
los acontecimientos sociales; es decir, todos los entre todos, empezando por su antecedente
escenarios que conforman la historia del país en directo, El Ahuizote (1874-1876), de quien toma
un periodo determinado. En este sentido, en las el nombre y parentesco.
siguientes páginas se busca mostrar la postura
política reflejada en las caricaturas de uno de los
semanarios opositores más importantes durante Páginas centrales
el régimen del general Porfirio Díaz. El estudio
del discurso visual de El Hijo del Ahuizote no só- En esta multiplicidad de títulos, aquellos que
lo nos acercará a sus objetivos políticos, también dan vida a un personaje con características par-
nos permitirá ver con otra lupa el campo de ba- ticulares adquirieron tal autonomía que termi-
talla que significó la prensa en la difícil e intrin- naron desligándose, en ciertos casos, de sus
cada construcción del México moderno. creadores, tal es el caso de El Hijo del Ahuizote,1
que desde que salió a la luz se presentó atavia-
do con la vestimenta que lo caracterizó durante
A manera de editorial 18 años: pantalón doblado hasta la pantorrilla,
camisa de manta —que lo identifican con el
Desde sus inicios las publicaciones periódicas pueblo—, sombrero de copa y chistera —atuen-
tomaron como título nombres peculiares que do usado por la elite, ligado así con ambas esfe-
de una u otra manera se fueron identificando ras sociales—, el frasco de tinta y, por supuesto,
con los lectores; esos nombres remontaban a sus plumas litográfica y estilográfica,2 herra-
personajes conocidos —ya fueran ficticios o rea- mientas indispensables para todo periodista y
les— que con el tiempo adquirieron personali- caricaturista y que, en manos de El Hijo del
dad propia. Así tenemos a El Gallo Pitagórico Ahuizote, se convirtieron en feroces armas para
(1842-1844), en franca alusión a los gustos de atacar al régimen. Algunos de sus rasgos físicos
Antonio López de Santa Anna por las peleas nos remiten a su padre El Ahuizote. Aunque
de gallos, Don Simplicio. Periódico burlesco, durante el periodo de gestación perdió las alas
crítico y filosófico por unos simples. Don Sim- y le creció el colmillo que muestra con orgullo y
plicio —editado por Vicente García Torres des- listo para desangrar a cualquier político, perio-
de 1845—, El Calavera. Periódico joco-serio, dista subvencionado o lo que se le presente en
político y literario —fundado por Ignacio Díaz el camino (figura 1).
en 1847—, Guillermo Tell, Fray Gerundio, Me- En el oficio periodístico, un colmillo con estas
fistófeles, El Padre Cobos, El Ahuizote o El Hi- características es necesario para escribir entre
jo del Ahuizote continuaron dándole el toque líneas, decir su “verdad” de forma diplomática
satírico a las publicaciones ilustradas durante —o no— pero sin benevolencia, evadir la mano
el siglo xix. de la psicología,3 y salir airoso de las pestilentes
El Ahuizote, hombre pequeño, alado, sin ro-
pas pero con un grande y afilado colmillo apa-
rece en el cabezal de la portada del semanario 1
El nombre completo de la publicación tal como apare-
del mismo nombre, este peculiar personaje, ce en el cabezal de la primera página es El Hijo del Ahui-
mezcla de duende y hombre, carga siempre con zote. Semanario feroz aunque de nobles instintos. Político
y sin subvención como su padre, y como su padre matrero y
su pluma litográfica dispuesto a ridiculizar a calaverón (no tiene madre).
cualquier político corrupto o inepto. En esta lar- 2
En algunas ocasiones aparece sólo con una de las dos
ga lista de publicaciones encontramos títulos plumas e incluso sin ningún instrumento de trabajo. Lo
satíricos y chuscos como La Tos de mi Mamá, único que aparece constante es su sombrero de copa y su
chistera.
La Carabina de Ambrosio, Los Espejuelos del 3
El término psicología fue de uso común entre los perio-
Diablo, El Jarocho, Juan Diego, La Pulga o La distas opositores al régimen del general Díaz, y lo usaban

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Figura 1. Para cerrar. Fuente: El Hijo del Ahuizote, 27 de diciembre de 1896.

al referirse a las “técnicas” de represión llevadas a cabo como la detención de los periodiqueros que vendían en la
por el gobierno que iban desde el otorgamiento de alguna calle las publicaciones. Se llegaron a decomisar planchas
curul dentro del Congreso o a la subvención del periódico litográficas e imprentas en las que se imprimían los pe-
en cuestión a cambio de terminar con las críticas a la dic- riódicos disidentes. Véase Fausta Gantús hace un minu-
tadura, hasta el encarcelamiento sin previa orden de cioso análisis de la génesis de este término. Fausta Gantús,
aprehensión de todos los colaboradores incluyendo res- Caricatura y poder político: crítica, censura y represión
ponsables de los talleres donde se imprimía el periódico en la Ciudad de México, 1876-1888, México, El Colegio
que en muchas ocasiones no tenían ninguna relación de México-Centro de Estudios Históricos / Instituto Mora,
ni comulgaban con los idearios de los periodistas; así 2009.

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bartolinas de Belem. La pequeña estatura del popular con múltiples acepciones que está en
Ahuizote le da una apariencia infantil; con cabello función del contexto en el que sea utilizada.
negro, rizado y alborotado, nariz respingada y Así, puede significar la carencia total de ética,
afilada para percibir cualquier olor desagradable de vergüenza, de respeto hacia los demás, no
expedido por las cloacas del sistema, por la insa- temer romper reglas o rebasar límites, o bien,
lubridad de la Ciudad de México y para oler los la falta de responsabilidad; en resumen, es ca-
problemas que se avecinaran. En todo momento recer de cualquier valor moral inherente al ser
está con los ojos bien abiertos, listos para observar humano. Por otro lado; y en completa oposición
y manifestar su desacuerdo y encajar de manera a las definiciones anteriores, “No tener madre”
certera y a la menor provocación su colmillo, de­ también puede significar tener cualidades o ca-
sangrando a la víctima pero, como buen ahuizote, racterísticas superiores a todo lo visto, es decir,
cuidando de no quitarle la vida. Una muerte len- puede ser usado como adjetivo superlativo. En
ta le espera a su presa. este orden de ideas, podemos afirmar que El
Parte de su rutina diaria era correr como ga- Hijo del Ahuizote utilizó la frase de manera va-
cela, resultado de su oficio de escritor opositor; ga y confusa, dejando a sus lectores la libertad
por consiguiente, tener unas piernas largas, del- de decidir qué sentido le adjudican.
gadas y unos pies pequeños pero ágiles eran de Si bien en la mayor parte de sus apariciones
importancia vital, aunque no siempre se libraba adopta una actitud crítica y mordaz contra el
de ser aprehendido, en estos casos no tenía más gobierno, en algunos momentos —y cuando la
remedio que permanecer durante días o meses ocasión así lo requiere— aparece benevolente y
encerrado en Belem, cuando algún juez de Dis- protector, con espíritu justiciero y solidario e
trito demoraba el seguimiento de su caso. incluso aplaudiendo los avances tecnológicos
Regresando al primer día de su publicación, del progreso. En el primer caso, y con una de-
este singular hombrecito se presenta con corte- terminante actitud paternal, aparece El Hijo
sía ante sus lectores y colegas diciéndoles: “El del Ahuizote convertido en padre, a pesar de su
Hijo del Ahuizote saluda cordialmente á todos corta edad. Su hijo, El Nieto del Ahuizote, guar-
sus colegas independientes y dependientes, da gran parecido con sus antepasados. Camisón
pues su mamá cuando lo tuvo, le enseñó las re- de manta y sombrero de copa como su padre; el
glas de urbanidad, y solía repetirle que nada frasco de tinta y su pluma litográfica, y el col-
quita lo cortés a lo valiente”.4 Como todo buen millo seguramente aún de leche, herencia de su
hijo, nunca desconoció a su padre, aunque no abuelo. Lo vemos un tanto más regordete, con
podemos decir lo mismo cuando se refiere a su sus piernas rollizas y con las mejillas infladas,
madre, como veremos más adelante. características que en aquella época eran signo
El estilo editorial del semanario era joco-se- de un niño “sano”5 (figura 2).
rio, es decir, estaba compuesto de artículos de Su padre lo lleva de la mano a conocer todo
“guasa” y artículos “serios”. Ese particular es- aquello que debe saber un periodista opositor y
tilo literario le permitió tener lectores de todas un buen ciudadano. Sin salir del primer cuadro
las condiciones sociales, quienes leían y enten- de la ciudad hacen su primera parada en el Pa-
dían lo que se escribía en el periódico, ya fueran lacio Nacional, aquel edificio donde despacha el
frases populares o análisis críticos y de fondo presidente y desde donde se toman las decisio-
político, ya fueran palabras cultas o mensajes
que encerraban un doble sentido. En este con- 5
Helia Bonilla habla de su extraordinario parecido con
texto la frase “no tiene madre”, que comple- un personaje de la revista Mecachis, publicada en el perió-
menta el nombre del semanario, no sólo hace dico La Broma. Helia Bonilla Reyna, “José Guadalupe Po-
referencia a la falta de progenitora; es un dicho sada: el intento de una biografía más fidedigna, inserción
del grabado dentro de la gráfica satírica y la caricatura en
la prensa mexicana”, tesis de licenciatura, México, unam,
4
El Hijo del Ahuizote, 2 de agosto de 1885, p. 7. 1995.

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Figura 2. El Nieto del Ahuizote. Fuente: El Hijo del Ahuizote, 14 de noviembre de 1886.

nes del país. La Cámara de Diputados es su si- Una vez en territorio seguro, el padre nue-
guiente destino; allí El Hijo del Ahuizote da vamente da sabios y prácticos consejos a su
certero consejo a su progenitor: cuidarse de la primogénito: cuidarse de no ofender a los polí-
política para evitar llegar a Belem. El nieto, co- ticos, pues al hacerlo irá a parar inevitable-
mo todo niño curioso, pide conocer a su “mamá”, mente a Belem, situación que como buen padre
a lo cual se resiste su padre; por experiencia pretende evitar El Hijo del Ahuizote a su primer
propia sabe de los terrores que guarda la cárcel descendiente.
de la ciudad. Inevitablemente, el padre lleva a Como ya mencionamos, la actitud de El Hijo
su hijo a la casa de su madre, la Psicología, la del Ahuizote no siempre es crítica. Ante las des-
cárcel de Belem, visita obligada si se escribe gracias de los más desprotegidos se solidariza
contra las decisiones tomadas en el primer edi- y llama a los mexicanos a colaborar con sus her-
ficio visitado por padre e hijo; a su paso por Be- manos en desgracia. Tal es el caso de la actitud
lem aceleran la marcha para evitar que la sostenida por este personaje ante “la terrible
enérgica e implacable mano de mamá Psicología inundación que ha afligido en estos días á varias
los alcance. Finalmente llegan al taller de El Hi- importantes poblaciones del Interior, principal-
jo del Ahuizote. En la pared vemos los rostros de mente León, Silao, Lagos y Aguascalientes”.6
los ministros que conforman el gabinete presi- Como muestra de humanismo (figura 3), “El Hi-
dencial para el periodo 1884-1888. De izquierda jo del Ahuizote depone un momento el látigo de
a derecha: Manuel González, Ignacio Mariscal, la censura y se quita su aboyada chistera, para
Porfirio Díaz, Manuel Romero Rubio y Joaquín saludar con respeto y simpatía, como buen mexi-
Baranda; en la fila inferior y en el mismo orden cano á los 262 cadáveres de los leoneses ahogados
aparece en la primera hoja el número cero. Esto y á las 20 y tantas mil que han sobrevivido á la
probablemente hacía referencia al dicho popular
que comparaba al régimen con un “cero a la iz-
quierda”. Enseguida vemos a Manuel Dublán, 6
“Miscelánea”, El Hijo del Ahuizote, 24 de junio de
Carlos Pacheco y Pedro Hinojosa. 1888, p. 7.

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Figura 3. Un llamamiento á la caridad. Fuente: El Hijo del Ahuizote, 1 de julio de 1888.

catástrofe”.7 Cumpliendo con su promesa, y de- ca ante los lamentables acontecimientos, la Re-
jando a un lado las elecciones celebradas el 24 dacción escribe las siguientes líneas:
de junio, informa puntualmente a lo largo de
quince días lo ocurrido en aquellas ciudades, las El grito de la caridad resonó en Guanajua-
muestras de caridad y la ayuda recibida por im- to, tan solemne y patriótico como el Grito
portantes personajes de todas las clases sociales de Dolores. Todas las clases sociales de
del país. Como muestra de imparcialidad políti- León se dispersaron por las dos ciudades
[León y Silao] auxiliando y salvando mu-
chas víctimas. Aquí en la capital todo el
7
“Miscelánea. La inundación y la caridad”, El Hijo del
Ahuizote, 1 de julio de 1888, p. 7.
mundo desde el presidente hasta los niños

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de la escuela y las tortillerías, han exten- a la difusión de lo que debía ser la historia patria
dido su mano con su óbolo. Hasta hoy solo y los héroes liberales.10 Lo que Daniel Cabrera
en metálico, se ha recolectado más de Rivera pretendía a través de las páginas de su
79,000 pesos. ¡Honor á la generosidad na- semanario era “educar al pueblo, es decir, a las
cional y extranjera! ¡Salud á las víctimas! minorías liberales, lejos de la influencia católi-
¡Loor á la caridad!8 ca y del control del Estado, en sus derechos de-
mocráticos e inculcar en ellos una “fe liberal
Este alejamiento de la crítica política duró radical”.11
apenas unos instantes. Aun en sus palabras de El 21 de abril de 1889 murió Sebastián Lerdo
solidaridad, mostró su característico estilo sa- de Tejada. El equipo editorial del semanario le
tírico y crítico. En un artículo aparecido el pri- rinde tributo como muestra de respeto y admi-
mer domingo de julio leemos lo siguiente: ración. En la portada de ese domingo aparece
la caricatura titulada De duelo (figura 4). En
Para los inundados de León hasta hoy cien ella vemos a El Hijo del Ahuizote con el sombre-
mil pesos de las clases civiles y militares y ro en las manos, afligido por la muerte de este
algunas papas y frijoles de los periodistas liberal; frente a él se encuentra la Nación cu-
clericales. briéndose el rostro ante la infortunada pérdida
Para los inundados de indignación por la del expresidente; en la mano izquierda sostiene
galantería gringa, la prisión de Santiago. la tradicional corona de laureles otorgada a los
Para los inundados de la reelección… hombres ilustres. Ambos personajes se postran
chitón. desconsolados ante la tumba de Lerdo de Tejada
Para los periodistas inundados de ver- haciendo caso a la convocatoria hecha por obre-
dades amargas, la dulce psicología. ros y estudiantes de la capital para manifestar-
Para los inundados de la Constitución, se patrióticamente en honor a este personaje.
el desagüe de las reformas. En uno de los artículos publicados leemos las
Para los inundados de curiosidad política, siguientes líneas: “El último de los gobernantes
El hijo del Ahuizote.9 cívicos de México, el último de los adalides de la
Reforma [cuyo] cuerpo y memoria van a reposar
El Hijo del Ahuizote no desaprovecha ninguna […] en el Panteón y en la Historia”.12 Durante
oportunidad y, valiéndose de la ironía que lo ca- varios días se realizaron veladas literarias en ho-
racteriza, lanza sus juicios sarcásticos aún en los nor al desaparecido, e incluso Francisco Bulnes
momentos más álgidos y difíciles del país.
Siguiendo con las actitudes de protección, so- 10
Helia Bonilla afirma que “una de las estrategias cen-
lidaridad, caridad y duelo que en ocasiones muy trales del semanario fue la promoción de una visión histó-
contadas pero necesarias adquiere este perso- rica en la incipiente colectividad de ciudadanos, la cual
naje, encontramos una caricatura que ejempli- pretendía contrarrestar y servir de crítica a la gestación
fica, además de las acciones arriba citadas, su porfirista y su manejo de la historia”. La manera como pre-
tendía llevarla a cabo era a través “de la enseñanza de los de-
patriotismo inquebrantable y la lucha que pro- rechos democráticos, deberes cívicos, y una historia liberal
tagonizaron el gobierno y los liberales en torno que exaltaba a los héroes de la Independencia, la Reforma y
la lucha contra la Intervención y sus aliados clericales”. Helia
Bonilla, “La historia patria en una publicación jacobina: El
8
En ese mismo número la redacción anuncia que abrirá Hijo del Ahuizote”, en Museo Nacional de Arte, Los pinceles
suscripciones para los necesitados de esas ciudades. El Tiem- de la historia. La fabricación del Estado: 1864-1910, Méxi-
po y El Nacional se unen a tan noble gesto y aceptan donati- co, inba-Conaculta/iie-unam/Munal, 2003, p. 191. Serie de
vos con su respectivo recibo. El municipio de Zaca­tlán, Puebla, publicaciones en blog, recuperado de <http://www.artese
donó 120 pesos a través de la “Sociedad de Artesanos” por historia.mx/blog-descripcion.php?idbl=888>.
conducto del señor D. Ángel W. Cabrera, depositándose este 11
Idem.
donativo en el Banco Nacional, el 10 de junio. Ibidem, p. 3. 12
“En serio, Sebastián Lerdo de Tejada”, El Hijo del
9
El Hijo del Ahuizote, 1 de julio de 1888, p. 7. Ahuizote, 5 de mayo de 1889, p. 2.

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Figura 4. De Duelo. Fuente: El Hijo del Ahuizote, 2 de abril de 1889.

pronunció un patriótico discurso ante la Cámara lado de Benito Juárez. En las tres columnas de
en honor al prócer nacional.13 la página 2, la Redacción le rinde un homenaje
Como complemento a esa caricatura aparece con las siguientes líneas:
en el mismo número un artículo titulado “En
serio”, que proclama el intachable actuar del El 21 de abril murió en Nueva York D. Se-
fallecido, otorgándole un lugar en la historia al bastián Lerdo de Tejada-. Aceptó el destie-
rro con estoica resignación por más que el
alejamiento de la patria minase poco a po-
13
Durante tres semanas la publicación destinó parte de
sus páginas a reproducir íntegro el discurso de Bulnes. Cfr.
co su existencia, y como Catón prefirió mo-
El Hijo del Ahuizote, 19 y 26 de mayo y 2 de junio de 1889. rir antes que ver en su propia tierra las

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desgracias de la República […] El Pre- un ciudadano más, en un dibujo independiente


sidente Lerdo si no fue un gobernante mo- con voz y voto en los asuntos nacionales y aun
delo, fue superior á los que le han sucedido, de los internacionales. Probablemente esta si-
como liberal, como honrado y como patriota tuación fue promovida por el mismo caricatu-
[…] Honrado á carta cabal, no registramos rista, quien, al darle una identidad propia, se
en su gobierno los negocios realizados des- desligó un tanto del decir y actuar del persona-
pués. Constitucionalista de convicciones je. Podemos ver esa decisión como una defensa
profundas, respetó las garantías individua- en caso de ser aprehendido por los juicios emi-
les de la insurrección […] jamás apeló al tidos por el Ahuizote.
asesinato político como medio, ó so pre- Un ejemplo de lo anterior lo encontramos en
texto de conservar la paz […] Saludemos la contraportada del último número del año
al mártir ilustre víctima de la soldadesca 1899 (figura 5). Al finalizar cada año, El Hijo
insurrección y preparémonos á depositar del Ahuizote desea parabienes a sus lectores y
sobre su tumba coronas hermanas de las hace un balance de las escasas cosas buenas y de
que ya depositamos sobre el sepulcro de todo lo malo que deja el año que se va. A pesar
Juárez, como mexicanos agradecidos.14 de los apabullantes resultados negativos, este
singular hijo nunca pierde la compostura ni la
Este texto es claro ejemplo del peso político buena educación, y, fiel a su labor periodística,
y moral que, después de treinta años, aún con- trabaja hasta que las manecillas del reloj indi-
servan los liberales de la Reforma sobre estos quen el inicio, en este caso, de un prometedor y
periodistas independientes comprometidos de feliz 1900.
igual forma con el proyecto político defendido Con esta imagen concluyen dos importantes
en la Constitución de 1857. Por otro lado, nos ciclos. Por un lado marca el fin del siglo xix, y
muestran una vez más el enfrentamiento que por otro, el fin de un periodo dentro del sema-
existió a lo largo del Porfiriato por difundir y nario. A partir de 1900 El Hijo del Ahuizote fue
establecer las fechas cívicas, los héroes nacio- dirigido por diferentes periodistas liberales,
nales y principalmente la historia patria. miembros del Club Liberal Ponciano Arriaga,
Para finalizar con este acontecimiento am- como consecuencia del retiro definitivo de Da-
pliamente difundido en la prensa de la época, niel Cabrera de la dirección. Sucesivamente
citamos un estribillo que apareció en la portada aparecen como directores o redactores responsa-
del domingo 19 de mayo. Como era de esperar- bles —hasta su cierre definitivo, en 1903— Ra-
se, la letra cargada de ironía, recuerda la forma món Lobato, Remigio Mateos, Néstor González
en cómo Lerdo de Tejada abandonó la silla pre- y Juan Sarabia. Al equipo de caricaturistas se
sidencial al ser derrotado por Porfirio Díaz. El sumaron de manera permanente Jesús Martí-
autor, anónimo, pone en boca del propio presi- nez Carrión, Santiago Hernández y Tirso Tina-
dente las siguientes palabras: “No os podéis jero. Si bien el estilo editorial no sufrió grandes
quejar de mí / Señor a quien derroqué / Si bue- cambios, éstos son notables en las caricaturas,
na silla os quité / Buena sepultura os dí”.15 mostrando que la mano de Cabrera Rivera co-
Después de tantos años en circulación, la fi- mo escritor y caricaturista ya no tiene tanto
gura de El Hijo del Ahuizote adquirió tal pre- peso en el semanario, aunque no ocurrió lo mis-
sencia que la separación entre creador y creación mo con el peso moral que mantuvo en las pu-
era notoria. Este voraz personaje se convirtió en blicaciones posteriores, pertenecientes a esta
familia “ahuizotuna”. “El Hijo del Ahuizote
lanza directamente una pregunta a sus lecto-
14
“En serio. El Sr. Lic. Sebastián Lerdo de Tejada”, El res, que él mismo contesta, dejando clara la
Hijo del Ahuizote, 28 de abril de 1889, p. 2.
15
“Una escena de don Juan Tenorio”, El Hijo del Ahui- separación creador-creación, de la que hemos
zote, 19 de mayo de 1889, portada. hablado: ‘¿Dónde piensan que voy á pasar la

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Figura 5. Contraportada de El Hijo del Ahuizote, 31 de diciembre de 1899.

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última noche del año? Pues aquí donde me pin- tadura. En su conjunto podemos leer la historia
tó el dibujante, acabando de encuadernar este del periódico, sus objetivos políticos y los de-
tomo. Para servir a ustedes’”.16 seos de esperanza para el año nuevo. La ente-
En la imagen de la contraportada vemos a reza del personaje también nos dice mucho
nuestro personaje sentado en el tomo xiv, que sobre la firme convicción que tienen los colabo-
se encuentra en la cima de los trece tomos en- radores del periódico de seguir con su lucha.
cuadernados del periódico.17 Esta caricatura lle- Vale la pena rescatar el excelente trabajo del
na de símbolos nos remite a la influencia caricaturista y del taller litográfico. Los deta-
francesa de principios de siglo, en ella aparecen lles de cada uno de los elementos que integran
diferentes figuras (animales, instrumentos mu- el dibujo dan muestra de un total dominio de
sicales, personajes, etcétera), que forman letras esta técnica. La escala de grises, la expresivi-
y a su vez palabras o frases, muy usadas por dad de El Hijo del Ahuizote, los rasgos físicos
Constantino Escalante en La Orquesta. Los de las figuras secundarias son ejecutados con
troncos, los cirios que velan al año que esta a una precisión extraordinaria que en cierto mo-
punto de morir, personajes eclesiásticos, monos mento parecieran salirse de la hoja como en ter-
y monigotes dan forma al título de la publica- cera dimensión. No cabe duda de que aquellas
ción El Hijo del Ahuizote; al fondo, como un ra- primeras caricaturas aparecidas en La Época
yo de esperanza vemos nacer el sol de 1900, un Ilustrada han quedado atrás, y ahora vemos los
nuevo año, un nuevo siglo y una nueva etapa resultados de tantos años dedicados a este arte.
del periódico. En la portada del último tomo Días antes de publicar esta caricatura, el di-
leemos “México para los mexicanos”, leyenda rector notifica a los “agentes, suscritores y de-
que a partir de 1897 será el subtítulo del sema- más personas que tengan negocios con esta
nario. En la rama del tronco de la derecha cuel- casa, que desde el 1º de diciembre en adelante
ga una paleta que tiene grabado el número 714, toda clase de documentos relativos á la adminis-
correspondiente al número del 31 de diciembre tración de El Hijo serán firmados por el Sr. Al-
de 1899; al lado opuesto leemos un letrero que fonso Cabrera, á quien tengo referido poder
dice “caricaturas”. Todos esos elementos repre- bastante para tal efecto”.18 Esto nos lleva a pen-
sentan el discurso gráfico del semanario. Publi- sar que seguramente la mencionada caricatura
cación especializada en caricatura política que fue la última que realizó como parte de su traba-
lo mismo ataca al clero, los gachupines y la dic- jo permanente y que las siguientes que aparecie-
ron fueron colaboraciones especiales de Cabrera.
Lo anterior queda demostrado con la primera
16
El Hijo del Ahuizote, 31 de diciembre de 1899, contra- caricatura del año 1900, autoría de Tirso Tina-
portada, p. 833.
17
El semanario obtuvo tal éxito desde su aparición, que
jero (figura 6), que rompe con el estilo usual del
varios números se imprimieron en repetidas ocasiones, de- semanario. Si bien es cierto que este caricatu-
bido a las espectaculares ventas alcanzadas. Es común en- rista colaboraba desde hacía algún tiempo
contrar en la sección Miscelánea la solicitud de la redacción de manera esporádica en el semanario al lado
de remitir números agotados a cambio de las primas otor-
gadas por el mismo periódico a sus suscriptores, siempre
y cuando no lo coleccionen. Muy pronto empezaron a llegar
cartas del interior del país solicitando colecciones comple- 18
El Hijo del Ahuizote, 10 de diciembre de 1899. Debido
tas. La Biblioteca de Cuernavaca y la Biblioteca Pública al ataque cerebral que sufrió Daniel Cabrera Rivera [dcr]
Sociedad Unión Fraternal Obreros de Brownsville, Texas, el 12 de noviembre de 1899, se vio en la necesidad de ale-
solicitaron en 1892 el envío de ejemplares del periódico pa- jarse de sus negocios periodísticos para intentar reestable-
ra sus colecciones; así mismo la Biblioteca Nacional, en cerse fuera de la capital. Desde esa fecha y hasta el 22 de
1894, ya resguardaba a El Hijo del Ahuizote como colección. abril de 1900 el periódico estuvo administrado por Luis
Por estos motivos la directiva decidió vender los tomos, Cabrera y dirigido por Víctor O. Vov, quienes fueron rele-
encuadernados o no, en las alacenas donde tradicional- vados por Remigio Mateos, que a partir de esa fecha tuvo
mente se vendían los números sueltos y se recogían las el cargo de director de la publicación. El Hijo del Ahuizote,
suscripciones. 22 de abril de 1900, pp. 250-251.

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Figura 6. México para los mexicanos. Fuente: El Hijo del Ahuizote,


7 de enero de 1900.

de Jesús Martínez Carrión y Santiago Hernández, los de El Hijo del Ahuizote sufrieron modificacio-
no es sino hasta ese momento que todo el peso nes, imperando el estilo de Martínez Carrión.
de las imágenes recayó sobre estos caricaturis- Este personaje aparece con un rostro más temi-
tas. Y el cambio de pluma se hizo evidente: las ble, de estatura más alta y el colmillo más gran-
caricaturas de las páginas interiores, que por lo de —seguramente antecedente del personaje
general habían sido monocromáticas, comenza- que aparecerá años más tarde en El Ahuizote
ron a aparecer con fondo a color (rojo, azul, ver- Jacobino y El Colmillo Público, ambos ilustra-
de, amarillo), se enmarcan con trazos más dos por ese mismo caricaturista. A partir de aho-
estilizados, en algunas ocasiones con decoración ra resulta más fácil identificar las caricaturas
muy recargada, y —lo más importante— los ras- hechas por Daniel Cabrera, particularmente
gos físicos de los personajes cambiaron; incluso cuando en ellas aparece El Hijo del Ahuizote.

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Ensayos

Es así que, comenzando este año, aparecen si- situar a los conservadores, blancos y econó-
multáneamente dos hijos del Ahuizote: el de micamente poderosos, del lado del no-Mé-
Cabrera Rivera y el de Martínez Carrión. xico, en última instancia del lado de los
Regresando a los colores usados para ilumi- enemigos de la nación mexicana, de los con-
nar las litografías, notamos que al usar tonos quistadores y de los gachupines. Eran due-
más encendidos como el rojo de esta portada, ños del país pero extranjeros en él. El Hijo
sumado a los rasgos más duros del personaje, del Ahuizote irá todavía más lejos y, de
nos resulta un estilo más agresivo, tanto en el forma explícita y reiterativa, insistirá una
discurso gráfico como en el literario. Si a partir y otra vez sobre la falta de patriotismo de
de 1892 la represión a la prensa independiente las clases altas, o de un patriotismo que,
se hizo sistemática, al iniciar el siglo xx, y con estaba del lado de los traidores a la patria,
la aparición de los primeros Clubes Liberales, del no-México.19
el aparato de Estado estaba dirigido a desapa-
recer a los disidentes políticos. Por esta razón, Tomás Pérez Vejo sostiene que la teoría de la
tanto caricaturas como artículos dieron un giro conspiración y la xenofobia son elementos cons-
hacia el radicalismo político e ideológico. titutivos fundamentales del discurso nacio-
Si bien es cierto que la mayoría de las porta- nalista. “Atribuir la responsabilidad de la
das fueron policromas, los colores usados no se decadencia a alguien identificable y concreto
inclinaron por tonos agresivos o demasiado de- sirve para dar coherencia al discurso naciona-
finidos, por el contrario, se habían caracteriza- lista y, además para hacerlo eficaz. Poder de-
do por una tendencia hacia los tonos suaves. signar las causas es poder actuar sobre ellas”.20
Tomando en cuenta que todo lo aparecido en el En este caso, la raíz de todos los males del país
semanario no era casual, por el contrario, cada eran sin duda los extranjeros y en particular los
uno de los elementos, frases, personajes, etcéte- gachupines, el clero no se escapaba y de la mis-
ra, tenían una justificación, en todos los casos, ma manera contribuía a aumentar dichos ma-
política; bien podemos deducir que el uso de es- les. A estos traidores había que combatir si se
tos colores encendidos responde al radicalismo quería tener una nación soberana, laica y pro-
al que habían llegado los periodistas opositores, gresista, y precisamente a estos elementos com-
la mayoría de ellos miembros prominentes de batía ferozmente El Hijo del Ahuizote.
los más importantes Clubes Liberales del país. En este sentido, la frase “México para los
Otro elemento del radicalismo liberal lo en- mexicanos” tiene de forma implícita un “México
contramos en el subtítulo “México para los para los mexicanos y no para los gachupines”21
mexicanos”, que si bien había cambiado desde y “México para los mexicanos y sólo para los
1897, adquiere ahora un significado xenófobo al mexicanos”. El Hijo del Ahuizote aprovechó esta
estar acompañado de imágenes prehispánicas. frase para mostrar, por un lado, su declarada
Este discurso gráfico se complementa con el hispanofobia, y por otro —sin perder la oportu-
discurso escrito de los liberales que señalaba a nidad de utilizar la frase acuñada por la Doctrina
los indígenas como los verdaderos mexicanos,
pero no los indígenas contemporáneos, sino los 19
Tomás Pérez Vejo, “La conspiración gachupina en El
indígenas históricos, aquellos de cuya grandeza hijo del Ahuizote”, ponencia presentada dentro del Semi-
debían sentirse orgullosos los buenos mexica- nario Permanente México y España siglos xix-xx, El Cole-
gio de México, febrero de 2003.
nos, aquellos que formaban el México auténtico, 20
Ibidem, p. 2. Tomás Pérez Vejo desarrolla el naciona-
el México al que había que defender. lismo y la teoría de la conspiración gachupina en El Hijo
del Ahuizote, y aborda de manera amplia los elementos que
Este discurso subliminal, dado el compo- la forman, partiendo del caso del nacionalismo francés del
siglo xix para aterrizar finalmente en el caso mexicano de
nente étnico de la estructura socioeconó- finales del siglo xix y principios del siglo xx.
mica mexicana decimonónica, tendió a 21
Ibidem, p. 7.

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Monroe, “América para los americanos”—, invi- sia. Los adelantos que provenían del exterior
tar a los verdaderos mexicanos a rechazar lo no eran aplaudidos vigorosamente porque signifi-
mexicano, es decir, los negocios con gachupines caban progreso para México.23
y las invasiones imperialistas europeas y esta- Uno de estos adelantos fue el ferrocarril. El
dounidenses en África y América. En este caso siglo xix representó el siglo del progreso y el fe-
bien podría aplicarse de manera más amplia: rrocarril fue su bandera; toda nación que pre-
“América para los americanos y no para Estados tendiera entrar a la modernidad debía tener, en
Unidos y mucho menos para los europeos”. primer lugar, líneas férreas seguidas de la in-
Retomando el discurso indigenista del Porfi- dustria, la electricidad, el telégrafo, el teléfono,
riato, los glifos prehispánicos cumplen en esta la fotografía y años más tarde el cinematógrafo.
caricatura una doble función. En primer térmi- México no podía quedarse atrás y desde el pri-
no, como fondo decorativo del dibujo, y en segun- mer periodo presidencial de Díaz iniciaron los
do, aún más significativo, exalta la grandeza del trabajos para dotar a la República de tendidos
México prehispánico y paralelamente crítica al ferroviarios. La expansión de la red ferroviaria
indigenismo e hispanismo porfiriano oficial lle- fue el factor más importante del desarrollo co-
vado hasta la Exposición de París en 1899 con el mercial durante el Porfiriato. Para lograrla fue
famoso Palacio Azteca, magna obra de la ar- necesaria la intervención de tres elementos:
quitectura moderna —diseño, entre otros, del
arquitecto Peñafiel—, que combinaba la esplen- 1. La estabilidad política interna, que ofreció
dorosa arquitectura indígena con un exotismo seguridad tanto a los inversionistas como a
fuera de lugar. El Palacio Azteca fue el irónico los usuarios.
“resultado tanto de la extravagante idea de un 2. La necesidad de transporte en gran escala,
México azteca en la belle époque parisiense como pero en función no de las necesidades de co-
de la decisión autoritaria de dar fuertes rasgos municación de los mexicanos sino para faci-
prehispánicos a la imagen nacional”.22 litar la exportación de las materias primas
La caricatura a la que hacemos referencia y nacionales al vecino del norte.
que da la bienvenida al año 1900 es el colofón 3. La llegada a la frontera norte de los grandes
de una serie de caricaturas publicadas durante y avanzados sistemas ferroviarios estadouni-
1899 cuyo objetivo fue criticar la historia y el denses.
indigenismo oficiales durante la Exposición de
1899. Es además otro intento por ganarle la En la construcción de estas redes se invirtie-
partida al gobierno en el campo de la historia ron básicamente capitales extranjeros, aunque
patria. Sólo los verdaderos mexicanos podían en menor grado el capital nacional adquirió par-
difundir y hacer uso de la historia antigua, y El ticipación. En un principio, la colaboración del
Hijo del Ahuizote, como buen mexicano, creía gobierno se limitó al otorgamiento de subsidios
tener el derecho a ello. y franquicias a las compañías constructoras, pe-
Todo lo mexicano fue ferozmente defendido ro para 1880 intervino además en la programa-
por El Hijo del Ahuizote, sin que esto quisiera ción y reglamentación de la red ferroviaria del
decir que todo lo extranjero fuera rechazado. país. Las líneas de mayor extensión fueron las
Como buen liberal, aplaudía el progreso cientí-
fico y tecnológico de la nación, pues al acercarse 23
Es importante recordar que los liberales no estaban
al pensamiento racional el país se alejaba del contra las instituciones sino contra sus representantes.
fanatismo religioso, restándole poder a la Igle- Atacaba a la jerarquía eclesiástica pero no a la religión; al
imperialismo yanqui y europeo pero no a sus aportaciones
científicas, tecnológicas y culturales —creadas por los
22
Mauricio Tenorio Trillo, Artilugio de la nación moder- hombres—, a los gachupines, pero no a los ciudadanos es-
na. México en las exposiciones universales, 1880- 1930, Mé- pañoles, atacaba a los jueces correccionales, pero no a la
xico, fce, 1998, p. 231. justicia.

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que enlazaron la capital con las principales ciu- los invitados especiales y los corresponsales de
dades de la frontera norte, los centros de explo- la prensa, llegó a San Luis Potosí el tren inau-
tación agrícola y minera que se conectaban con gural [que] partió en la noche para Tampico”.25
los grandes sistemas troncales comunicándose Sin perder ocasión, El Hijo del Ahuizote se-
entre sí y con el exterior, llegando a los merca- ñala los errores administrativos del gobierno;
dos potenciales de Estados Unidos. en “El Inmenso Pulpo”, artículo que acompaña
Con la construcción del Ferrocarril Mexi- a esa caricatura, pone de manifiesto el endeu-
cano en 1871, que unía a la capital con el puer- damiento del Estado por la construcción de esta
to de Veracruz, se inició la larga carrera en pos nueva obra del progreso porfiriano y el alto cos-
de adquirir concesiones para construir nuevas to que significó ese nuevo paso a la modernidad.
líneas. El interés que despertaron en las em- “Cruzan las vías férreas nuestro territorio en
presas extranjeras estas concesiones se debió a todas direcciones y si bien es cierto que el estado
las condiciones favorables que otorgaba el go- de Texas tiene tantos kilómetros en explota-
bierno mexicano. Por cada kilómetro de vía ción como la República entera, también lo es
construida se les otorgaba cierta cantidad de que le han costado muchísimo menos que a
dinero, y ésta aumentaba si la construcción se nosotros”. 26 En su acostumbrado estilo, lan-
hacía sobre terreno montañoso. Además de las za las siguientes interrogantes: “¿Cuánto im-
subvenciones, se les otorgaban tierras gratuitas porta la subvención de ese nuevo ferrocarril?
para el tendido de las vías, libertad para fijar Quién sabe: la pregunta es indiscreta en los
la dirección de las mismas y el derecho de em- momentos de regocijo universal y de gozo in-
plear jornaleros mexicanos. calculable. No importa lo que importe la sub-
La construcción de líneas ferroviarias a cargo vención, si al fin tenemos una nueva vía férrea,
del gobierno pronto dio resultados y El Hijo del un nuevo comprobante de nuestro inmenso pro-
Ahuizote aplaudió los esfuerzos de los ciudada- greso, de nuestra envidiable situación”.27
nos, no así del gobierno, cuando el 16 de abril de Aún en desacuerdo con las políticas económi-
1890 se inauguró el ferrocarril que unía las ciu- cas empleadas para la construcción de dicha
dades de Tampico y San Luis Potosí (figura 7), obra pública, El Hijo del Ahuizote echa las cam-
que posteriormente se convirtió en el Ferroca- panas al vuelo, y agitando la bandera del pro-
rril Central Aguascalientes-San Luis Potosí- greso, hace una crónica de lo que fueron las
Tampico. El cambio de nombre permitió que los fiestas, espontáneas y populares, en aquellos
trabajos de construcción se intensificaran. El estados de la República.
primer tramo “Aguascalientes-San Luis Potosí
quedó concluido relativamente pronto, y el 3 de Las iluminaciones, los conciertos, la orna-
junio de 1889, la locomotora no. 107, con 36 pla- mentación exterior de las ciudades y de los
taformas llegó a esta ciudad [San Luis Potosí]. salones de banquete y de baile, imitando
Una gran comitiva, con el gobernador y la Cá- paraísos dentro de una gruta gigantesca;
mara de Comercio a la cabeza, fue a recibirla en las aclamaciones del pueblo en masas, au-
el río de Santiago y desde allí la acompañó, mentadas con el sin número de viajeros,
en coches, en tranvía y a pié, hasta la estación, las procesiones con antorchas y músicas de
al oriente de la Alameda”.24 El último tramo tar- corporaciones y de millares de ciudadanos,
dó un año en concluir y finalmente, el 16 de la animación y el regocijo general, son co-
abril de 1890, “partiendo de Aguascalientes, con sas que escapan á toda descripción, y que
los ministros de Fomento y de Guerra a bordo,
25
Idem.
24
Rafael Montejano y Aguinaga et al., Centenario del 26
“El Inmenso Pulpo”, El Hijo del Ahuizote, 20 de abril
Ferrocarril de San Luis Potosí, 1888-1988, México, Archi- de 1890, p. 2.
vo Histórico del Estado de San Luis Potosí, 1991, p. 11. 27
Idem.

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Figura 7. ¡A Tampico! Fuente: El Hijo del Ahuizote, 20 de abril de 1890.

según el testimonio unánime, jamás se ha- la perseverancia y de los sacrificios de esos pue-
bían visto como ahora. Mexicanos y extran- blos para obtenerla. ¡Ojalá que sus afanes en
jeros unieron su entusiasmo, su regocijo y pro de la paz y del progreso sean fecundos
sus anhelos por el porvenir, y á todos em- en bienes para ellos y sus hermanos, y no sola-
bargó el sentimiento de la dignificación hu- mente un medio para ser explotados en son de
mana por el amor y el trabajo.28 conquistas prácticas por la absorbente codicia
sajona!”.29 Como podemos observar, el hecho de
En esta misma crónica, hace públicos sus de- que El Hijo del Ahuizote esté en desacuerdo con
seos para que el servicio favorezca a los pobla- el gobierno no limita su aprobación y beneplá-
dores de aquellas regiones y no a intereses cito cuando se trata de mejoras para la po-
extranjeros. “Esa mejora es el fruto precioso de blación y el país. De la misma manera en que

28
“Las fiestas en Tampico y S. Luis”, El Hijo del Ahui-
zote, 4 de mayo de 1890, p. 6. 29
Idem.

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Ensayos

acoge el progreso del ferrocarril, admira los fotográfica, no habría duda de que su trabajo es-
avances tecnológicos llegados con la fotografía. taba basado en esa realidad irrefutable.
Ejemplos de esta actitud encontramos en A partir de 1894, aparecieron en los forros co-
varias ocasiones dentro de las páginas y forros merciales del semanario establecimientos que
comerciales de la publicación. El más signifi- ofrecían servicios fotográficos completos. Habían
cativo lo da la caricatura que recibe al año pasado casi cuarenta años de la llegada de las
1897 (figura 8). Además de brindarnos una vi- primeras cámaras fotográficas a México, y los
sión de la importancia que la fotografía había adelantos logrados habían sido de considerable
adquirido en el país, nos proporciona elementos importancia. Las Cartes-de-visite, los retratos,
para conocer los adelantos técnicos de reve- las vistas, las postales, etcétera, eran de produc-
lado e impresión y de las cámaras fotográficas ción masiva. Los diferentes papeles sensibles ya
de la época, aporte importante para los estu- habían sido inventados y todos esos adelantos
diosos de la historia de la fotografía en México. eran aprovechados para hacer una publicidad
En esta caricatura vemos al fotógrafo Ahuizo- más convincente. Además de los diferentes esti-
te listo para “disparar” la primera toma del los fotográficos, las casas especializadas en esa
año. Como medida preventiva, en caso de que novedosa técnica ofrecían impresiones en “papel
la tecnología falle, sostiene en su mano iz- salado, albuminado, etc, etc., Impresiones sobre
quierda el lápiz del retoque para disimular pañuelos, telas de lana, algodón o seda; ilumina-
fallas que pudieran dañar la imagen del retra- ciones al óleo, acuarelas y otros procedimientos”.
tado y con esto evitar una visita más a las bar- Además se encargaban de “revelar películas y
tolinas de Belem. Este mismo instrumento placas de retocar negativas y de hacer impresio-
personifica a la oposición feroz que, aunque que- nes para los aficionados a precios módicos”.30 Es-
brada, no se rompe. te anuncio comercial nos habla de la penetración
Sus objetivos, como siempre, son el clerica- que había logrado la fotografía, si bien durante
lismo, Tuxtepec, no reelección, gachupinismo, los primeros años fue un trabajo exclusivo de
etcétera, aunque en esta ocasión sólo aparecen ciertos sectores —en general de los sectores altos
en segundo plano las banderas de los dos pri- de la sociedad—, vemos ahora que ya es conside-
meros enemigos del “fotógrafo”. Sin ser una ca- rado un oficio común. Era un gremio formado
ricatura con tema específico, como la mayoría, por profesionales como los Hermanos Valleto o
retrata fielmente los objetivos del semanario; La Cía. Cruces y Campa, así como aficionados
atacar al régimen auxiliándose de cualquier que veían la fotografía como un pasatiempo y no
instrumento y en este caso optó por lo más mo- como un trabajo formal. En 1897 vemos por pri-
derno: la fotografía. mera vez una imagen fotográfica en las páginas
Sacerdote, juez, bailaor, preso común, padre y de El Hijo del Ahuizote, se trata del rostro de la
ahora fotógrafo, El Hijo del Ahuizote muestra famosa y atractiva cantante de ópera Adelina
una faceta más de su personalidad. Como todo Patti Nicolini, usado para mostrar las maravi-
ciudadano moderno, se sube al tren del progreso llas de “La crema rosada Adelina Patti”.31 En es-
y hace suyo uno de los oficios más populares de tas mismas fechas aparece, en una caricatura,
la época, el de fotógrafo. A diferencia de sus “co- otra cámara fotográfica como la de El Hijo del
legas”, que se centran en retratar a la elite porfi- Ahuizote, ahora acompañando a Rafael Reyes
riana en las populares Cartes-de-visite, este Spíndola, fundador del diario porfirista El Im-
nuevo fotógrafo enfocará con su mordaz lente a parcial y precursor del periodismo moderno en
todos aquellos que desde 1885 ha tenido en la mi- México.32
ra. El imaginario de la época asumía que, si apa-
recía en una imagen fotográfica, luego entonces 30
El Hijo del Ahuizote, forros comerciales.
era verdad incuestionable. En este sentido, al re- 31
El Hijo del Ahuizote, 31 de enero de1897, p. 75.
forzar su labor de caricaturista con la imagen 32
“Rafaelito Reyes”, El Hijo del Ahuizote, 1896, p. 8.

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Figura 8. Para 1897. Fuente: El Hijo del Ahuizote, 3 de enero de 1897.

Forros comerciales ciudadano respetuoso, solidario, fraternal, libre-


pensador, defensor de la libertad de expresión,
Lo aquí esbozado es apenas un pequeño intento comprometido con un nuevo Estado moderno,
de estudiar la multitud de temas que encierran laico y, por supuesto, liberal; un mexicano pa-
las páginas de El Hijo del Ahuizote. Recorrer triótico, con la libertad y responsabilidad para
todas las personalidades que mostró el semana- elegir o destituir a sus gobernantes.
rio en sus páginas a lo largo de 18 años rebasa- Todo eso representa este “hombrecito” que
ría el objetivo de esta investigación. Lo hasta nació como complemento gráfico de una publi-
aquí presentado es solamente un primer acer- cación dominical que a lo largo de su vida ad-
camiento que intenta mostrar la importancia quirió tal madurez y libertad que terminó
que tuvo el discurso gráfico del periódico, y en siendo un personaje autónomo que “prestó” su
particular la figura de El Hijo del Ahuizote, nombre a uno de los semanarios opositores más
para la construcción de un nuevo ciudadano, importantes de finales del siglo xix y principios
acorde con el liberalismo de sus creadores. Un del xx.

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