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Casación social 22/09/2011

Omar Mora 1018

Digna Carmona Contra La Alcaldía Del Municipio Páez Del Estado


Portuguesa

RESUMEN

MATERIA CRITERIO ESTABLECIDO


Principio de No pueden aplicarse normas para situaciones acaecidas con
Irretroactividad de la anterioridad a su vigencia.
Ley.
Del Beneficio de El beneficio de alimentación adeudado debía cancelarse por los días
alimentación. efectivamente laborados, calculados por el valor de la unidad
tributaria que refiere la norma -artículo 5, parágrafo primero-, para el
momento en el cual nació el derecho a percibir el referido beneficio,
es decir, al valor de la unidad tributaria vigente para cada período.

NORMAS RELACIONADAS
LOT:
LOPCYMAT: alimentación adeudado debía cancelarse por los días efectivamente
laborados, calculados por el valor de la unidad tributaria que refiere
RLOT:
la norma -artículo 5, parágrafo primero-, para el momento en el cual
LOPT: nació el derecho a percibir el referido beneficio, es decir, al valor de
la unidad tributaria vigente para cada período”
Ponencia del Magistrado OMAR ALFREDO MORA DÍAZ

En el juicio que por cobro de retroactivo del beneficio de alimentación, siguen los
ciudadanos DIGNA JOSEFINA CARMONA DAZA, FRANCISCO RAMÓN
QUINTANA DÍAZ, MARITZA ZULAY GUEVARA, CLAUDIO BENITO
LOBATÓN, MARIANO ANTONIO OCHOA GÁMEZ, JOEL ANTONIO
GALÍNDEZ PADRÓN, ALEXANDER JOSÉ MORALES ARTEAGA, BELKIS
JOSEFINA VERA, JAIRO JOSÉ ROJAS ESCALONA, ALIX RAMONA GÓMEZ
SÁNCHEZ, JOSÉ VALENTÍN CASTILLO PARRA y ENRIQUE YSIDRO LADINO
JIMÉNEZ, representados judicialmente por los abogados Adrianys Rosángel Higuera
Paraco, Jorge González, Rafael David Querales Álvarez y Nersa Adela Ortiz Vargas, contra
la ALCALDÍA DEL MUNICIPIO PÁEZ DEL ESTADO PORTUGUESA,
representada judicialmente por los abogados Milagro Coromoto Sarmiento Chirino, Rosa
Luisa Arias Colmenarez, Blanca Nadivis Barrios Leal y Yomaira Yhudit Ariza Pulido; el
Juzgado Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa,
mediante decisión de fecha 7 de octubre de 2010, declaró sin lugar el recurso de apelación
interpuesto por la representación judicial de la parte demandada, y confirmó el fallo emitido
por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Estado Portuguesa,
con sede en Acarigua, el cual declaró con lugar la demanda.

Contra la decisión emitida por la Alzada, la representación judicial de la parte demandada


interpuso recurso de control de la legalidad, siendo remitido el expediente a esta Sala de
Casación Social.
En fecha 10 de febrero de 2011, se dio cuenta en Sala designándose ponente al Magistrado
Omar Alfredo Mora Díaz.

Mediante decisión N° 252 de fecha 17 de marzo de 2011, esta Sala de Casación Social
admitió el recurso de control de la legalidad interpuesto.
Por auto de Sala fechado 22 de junio de 2011, se fijó la realización de la
audiencia oral, pública y contradictoria para el día jueves cuatro (4) de agosto de 2011 a las
diez y treinta minutos de la mañana (10:30 a.m.), todo en sujeción a lo regulado por el
artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Celebrada la audiencia oral y habiendo esta Sala pronunciado su decisión de manera


inmediata, pasa a reproducir la misma en la oportunidad que ordena el artículo 174 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las siguientes consideraciones:

DEL RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD


Denuncia la parte demandada recurrente, que la Alcaldía del Municipio Páez del
Estado Portuguesa, fue condenada a pagar el beneficio de alimentación a razón del 0,25%
del valor actual de la unidad tributaria, por aplicación del Reglamento de la Ley de
Alimentación, sin tomar en cuenta que se ha debido aplicar el artículo 5 del parágrafo
primero de la Ley de Alimentación para los Trabajadores, de fecha 27 de diciembre de
2004, por ser este último cuerpo normativo, la legislación aplicable al caso de autos.

En tal sentido, se explica que el Juez de Alzada incurre en una motivación


errada, al aplicar de manera retroactiva el contenido del artículo 36 del mencionado
Reglamento, el cual entró en vigencia a partir de abril de 2006, por lo que, debió condenar
el 0,25% del valor de la unidad tributaria vigente para el momento en que nació el derecho
a percibir el referido beneficio, es decir, al valor de la unidad tributaria vigente para cada
período, desde el 1° de abril de 2001 hasta el 20 de febrero de 2006.

Finalmente, se delata que, la Alzada, incurrió en error al condenar en costas al


ente Político Territorial, Municipio Páez del Estado Portuguesa, y no acogió la doctrina
vinculante de la Sala Constitucional, en materia de improcedencia de costas de los entes
políticos territoriales, que gozan de privilegios y prerrogativas procesales que tiene la
República.

Para decidir, se observa:


El principal motivo de la presente litis consiste en que los demandantes alegan
que la Alcaldía del Municipio Páez del Estado Portuguesa, violentó el derecho de los
trabajadores de percibir el beneficio de alimentación, durante el período comprendido desde
el 1° de abril de 2001 hasta el 20 de febrero de 2006, al privarlos de manera intempestiva
del mismo, sin explicación alguna, el cual venían recibiendo regularmente en cupones o
tickets de alimentación.

De las actas que conforman el expediente, observa esta Sala que, respecto al
punto medular, ambos Jueces de Instancia declararon la procedencia del beneficio de
alimentación que les asiste a los accionantes.

No obstante, con respecto al pago condenatorio del beneficio de alimentación


declarado procedente por la Alzada, se denuncia a través del presente recurso de control de
la legalidad, la aplicación retroactiva de una norma no vigente para el período en el que se
reclama la falta de cumplimiento, específicamente, el artículo 36 del Reglamento de la Ley
de Alimentación para los Trabajadores, el cual entró en vigencia a partir de abril de 2006,
siendo que lo correcto era condenar el pago de dicho beneficio de conformidad con el
artículo 5, parágrafo primero de la Ley Programa de Alimentación para los Trabajadores,
publicada en fecha 27 de diciembre de 2004, por ser esta la legislación aplicable al caso.

Una vez obtenido el conocimiento sobre los argumentos que sustentan la


demanda y la denuncia del recurso aquí presentado, en esta fase de análisis resulta
necesario para la Sala reproducir el criterio sostenido por el Juzgador de Alzada, en cuanto
al punto en discusión, a los efectos de decidir acerca de las violaciones que se apuntan:

En atención al primer punto controvertido, relativo a la condenatoria del


beneficio de alimentación (cestas tickets), conceptos éstos que fueron un hecho
controvertido y discutido durante el desarrollo del juicio; es importante
destacar, que el beneficio que aquí se reclama, nace con ocasión de la
promulgación de la Ley Programa de Alimentación para los Trabajadores,
según Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nro.- 36.538 de fecha
15/09/1998, la cual por disposición del artículo 10 ejusdem, entraría en vigencia
el 1 de enero de 1999.
Posteriormente, en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nro.-
38.094, se deroga la Ley que la antecedió, pero el beneficio alimentario se
mantiene. Ente las principales reformas de esta nueva Ley (2004) están de las
modalidades de cumplimiento del beneficio así como la reducción del número
de trabajadores beneficiados. El 28/04/2006, en la Gaceta Oficial Nro.- 38.426
de la Republica Bolivariana de Venezuela, sale publicado el Reglamento de la
Ley in comento.
Por su parte, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en
relación al pago de Cesta Tickets alimentación ha señalado en sentencia Nro.-
0327 del 23/02/2006 (Caso: J Bohórquez contra Construcciones Industriales
C.A. y otro) que cuando se ha verificado que el empleador ha incumplido con
este beneficio que le correspondía al trabajador en su debido momento, tal
concepto puede ser reclamado por el trabajador y el pago del mismo es
procedente en bolívares por parte de la accionada al no ser satisfecho en su
oportunidad.
En cuanto a la forma de pago del beneficio del cesta ticket de alimentación el
cual se encuentra contemplado en el artículo 5 de la Ley de Alimentación para
los Trabajadores, en su parágrafo primero, se indica que si el patrono otorga el
beneficio de cupones o tickets, corresponderá uno por cada jornada de trabajo,
cuyo valor no podrá ser inferior a 0.25 Unidades Tributarias ni superior a 0,50
Unidades Tributarias.
“Artículo 5. El beneficio contemplado en esta Ley no será considerado como
salario de conformidad a lo establecido en la Ley Orgánica del Trabajo, salvo
que en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales
de trabajo se estipule lo contrario.
Parágrafo Primero: En caso de que el empleador otorgue el beneficio previsto
en esta Ley, a través de la entrega e cupones, tickets o tarjetas electrónicas de
alimentación, se suministrará un (1) cupón o tickets o una (1) carga de tarjeta
electrónica por cada trabajador, cuyo valor no podrá ser inferior a cero coma
veinticinco unidades tributarias (0,25 U.T.) ni superior a cero coma cincuenta
unidades tributarias (0,50 U.T.)…”. (Fin de la cita).
Por su parte, el Reglamente de la Ley de Alimentación para los Trabajadores,
específicamente el artículo 36, previsto en el TÍTULO V, denominado “DE
LAS OBLIGACIONES DEL EMPLEADOR O EMPLEADORA” señala:
Artículo 36. Cumplimiento retroactivo
Si durante la relación de trabajo el empleador o empleadora no hubiere
cumplido con el beneficio de alimentación, estará obligado a otorgarlo
retroactivamente al trabajador o trabajadora desde el momento en que haya
nacido la obligación a través de la entrega de cupones, tickets o tarjetas
electrónicas de alimentación, independientemente de la modalidad elegida.
En caso de terminación de la relación de trabajo por cualquier causa, sin que el
empleador o empleadora haya cumplido con el beneficio de alimentación,
deberá pagarle al trabajador o trabajadora, a título indemnizatorio lo que le
adeude por este concepto en dinero efectivo.
En ambos casos el cumplimiento retroactivo será con base en el valor de la
unidad tributaria vigente al momento en que se verifique el cumplimiento”. (Fin
de la cita. Resaltado propio de esta Alzada).
En este cuanto (sic) a este (sic) punto, quien juzga, acoge criterio del a quo,
considerando que “Corresponde al trabajador el pago de beneficio contenido en
la Ley de Alimentación para los Trabajadores de conformidad con el artículo 36
del Reglamento de la Ley de Alimentación para los Trabajadores” (comillas,
cursivas y subraya propias del tribunal), puesto que el mismo, no cumplió con
dicho pago en la oportunidad correspondiente, en consecuencia la Jueza del a-
quo actúo conforme a derecho al ordenar el pago de dicho concepto en base a la
unidad tributaria vigente para el momento que la parte demandada cumpla con
su pago. Así se establece. (Resaltado de la Sala).
Como se aprecia de la trascripción que antecede, el Juez Superior acogió el
criterio mantenido por el A quo, para establecer la forma de pago del beneficio de cesta
tickets por el incumplimiento patronal en el período reclamado, por lo que, en
consecuencia, ordenó el pago de dicho concepto en base a la unidad tributaria vigente para
el momento en que la parte demandada de cumplimiento a la condenatoria, por aplicación
del artículo 36 del Reglamento de la Ley de Alimentación para los Trabajadores.

Así las cosas, se observa que tal y como lo estableció el Juez A quo, en su
decisión, resulta evidente que para el período en que los demandantes reclaman que les fue
cercenado el beneficio de alimentación, esto es, del 1° de abril de 2001 al 20 de febrero de
2006, no se encontraba vigente el Reglamento de la Ley de Alimentación para los
Trabajadores, ya que fue a partir del 28 de abril del 2006 con la publicación en la Gaceta
Oficial N° 38.426 de dicho cuerpo normativo, que se estableció la forma de cancelarse el
beneficio de alimentación no cumplido por el patrono de forma oportuna, en cuyo supuesto
se estipuló que debía hacerse con base al valor de la unidad tributaria vigente para el
momento en que se verifique el cumplimiento.

Por consiguiente, cuando la recurrida aplica el artículo 36 del Reglamento


aludido al caso en concreto, para determinar la forma de pago del beneficio de alimentación
que se reclama, lo hace indebidamente en virtud a que emplea una norma no vigente al
momento de los hechos respectivos, infringiendo en consecuencia dicha norma, y
otorgándole además un efecto retroactivo, con lo cual infringe la prohibición al respecto
contenida en los artículos 24 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
3 del Código Civil.
Respecto al principio de irretroactividad de la Ley, tenemos que el mismo se
encuentra consagrado en nuestro ordenamiento, a nivel constitucional, en el artículo 24 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en los siguientes términos:

Artículo 24: Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto


cuando imponga menor pena.
Las Leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de entrar en
vigencia aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos
penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o a la
rea, conforme a la Ley vigente para la fecha en que se promovieron.
Cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o a la rea.
En relación con ello, la Sala Constitucional, en decisión N° 15 de fecha 15 de
febrero de 2005 (caso: Tomás Arencibia Ramírez, Richard Urpino y otros), señaló lo
siguiente:

La inclinación de la redacción de la norma hacia la aplicación de este principio


en la especial materia penal no puede conducir, en modo alguno, a entender que
la irretroactividad de las Leyes es únicamente garantía penal, y no exigible en
relación con las normas que regulen otros ámbitos jurídicos. Antes por el
contrario, se trata de un principio general del Derecho, que fue elevado, en
nuestro ordenamiento jurídico, al rango de derecho constitucional, cuya
importancia es tal que, como sostuvo esta Sala en sentencia N° 1507 de
05.06.03 (Caso Ley de Regulación de la Emergencia Financiera), no es
susceptible siquiera de restricción ni suspensión en el caso de regímenes de
excepción.
En relación con este principio, la jurisprudencia de esta Sala (entre otras,
sentencias 1760/2001, 2482/2001, 104/2002 y 1507/2003), ha señalado lo
siguiente:
“Una elemental regla de técnica fundamental informa que las normas jurídicas,
en tanto preceptos ordenadores de la conducta de los sujetos a los cuales se
dirigen, son de aplicación a eventos que acaezcan bajo su vigencia, ya que no
puede exigirse que dichos sujetos (naturales o jurídicos, públicos o privados) se
conduzcan u operen conforme a disposiciones inexistentes o carentes de
vigencia para el momento en que hubieron de actuar.
La garantía del principio de irretroactividad de las leyes está así vinculada, en un
primer plano, con la seguridad de que las normas futuras no modificarán
situaciones jurídicas surgidas bajo el amparo de una norma vigente en un
momento determinado, es decir, con la incolumidad de las ventajas, beneficios o
situaciones concebidas bajo un régimen previo a aquél que innove respecto a un
determinado supuesto o trate un caso similar de modo distinto. En un segundo
plano, la irretroactividad de la Ley no es más que una técnica conforme a la cual
el Derecho se afirma como un instrumento de ordenación de la vida en sociedad.
Por lo que, si las normas fuesen de aplicación temporal irrestricta en cuanto a
los sucesos que ordenan, el Derecho, en tanto medio institucionalizado a través
del cual son impuestos modelos de conducta conforme a pautas de
comportamiento, perdería buena parte de su hálito formal, institucional y
coactivo, ya que ninguna situación, decisión o estado jurídico se consolidaría.
Dejaría, en definitiva, de ser un orden”.
Ahora bien, como afirma Joaquín Sánchez-Covisa, la noción de retroactividad
se encuentra intrínsecamente relacionada con la noción de derecho adquirido, si
se entiende por tal “aquel que no pueda ser afectado por una Ley sin dar a la
misma aplicación retroactiva”, por lo que ambos son “el aspecto objetivo y el
aspecto subjetivo de un mismo fenómeno”, expresión que esta Sala ha hecho
suya en sentencias Nros. 389/2000 (Caso Diógenes Santiago Celta) y 104/2002
(Caso Douglas Rafael Gil), entre otras. En consecuencia, esta Sala considera que
ha de partirse de la premisa de que “una Ley será retroactiva cuando vulnere
derechos adquiridos” (Sánchez-Covisa Hernando, Joaquín, La vigencia temporal
de la Ley en el ordenamiento jurídico venezolano, 1943, pp. 149 y 237).
Asimismo, ha sido criterio de esta Sala en un caso similar al de autos que “antes
de la entrada en vigencia de dicho Reglamento, cuando no existía tal especificación
normativa, conforme a la jurisprudencia dictada por esta Sala de Casación Social, en la
interpretación de las normas relativas a Ley Programa de Alimentación para los
Trabajadores, posteriormente Ley de Alimentación para los Trabajadores, la solución
había sido que el beneficio de alimentación adeudado debía cancelarse por los días
efectivamente laborados, calculados por el valor de la unidad tributaria que refiere la
norma -artículo 5, parágrafo primero-, para el momento en el cual nació el derecho a
percibir el referido beneficio, es decir, al valor de la unidad tributaria vigente para cada
período”. (Sentencia N° 326 de fecha 31 de marzo de 2011).

En consecuencia, visto que la decisión del Superior resulta contraria al principio de


irretroactividad de la Ley, al aplicar indebidamente el contenido del artículo 36 del
Reglamento de la Ley de Alimentación para los Trabajadores, el cual –como se explicó en
acápites anteriores- no existía para el momento en que se generó la falta de cumplimiento
del beneficio de alimentación en cupones, generando con tal proceder consecuencias
determinantes en la dispositiva del fallo, resta a esta Sala declarar con lugar el presente
recurso de control de la legalidad interpuesto por la parte demandada y por esta razón se
anula el fallo recurrido. Así se decide.
En virtud de lo antes establecido y a tenor de lo dispuesto en el artículo 179 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, esta Sala desciende a las actas del expediente, y pasa a
decidir el fondo del asunto, bajo las siguientes consideraciones:

DECISIÓN SOBRE EL FONDO DE LA CONTROVERSIA


Los accionantes alegaron, en su escrito libelar, que actualmente prestan sus
servicios para la Alcaldía del Municipio Páez del Estado Portuguesa, cumpliendo con un
horario de trabajo de lunes a sábado de 8:00 a.m. a 12:00 m. y de 2:00 p.m. a 6:00 p.m. y
devengando el salario mínimo estipulado por el Ejecutivo Nacional.

Señalan que la demandada violentó sostenidamente en el período comprendido


desde el 1° de abril de 2001 hasta el 20 de febrero de 2006, los derechos de los accionantes,
en relación al suministro de una comida balanceada, o en su defecto, en la percepción de un
cupón o tarjeta electrónica en dicho lapso, y tomando en cuenta que se les cercenó su
derecho de manera intempestiva, por cuanto los mismos venían percibiendo de manera
regular su beneficio de alimentación en cupones o tickets, hasta que, sin explicación de
ninguna naturaleza, se les privó de ese derecho, por lo que solicitan el pago del retroactivo
del beneficio previsto en la Ley Programa de Alimentación para los Trabajadores y Ley de
Alimentación para los Trabajadores durante el período indicado.

Manifestaron que ingresaron a prestar sus servicios así: Digna Carmona en


fecha 20 de octubre de 1994, Francisco Ramón Quintana Díaz en fecha 24 de mayo de
1999, Maritza Zulay Guevara en fecha 16 de julio de 1993, Claudio Benito Lobatón en
fecha 25 de marzo de 1994, Mariano Antonio Ochoa Gámez en fecha 16 de mayo de 1997,
Joel Antonio Galíndez Padrón en fecha 14 de marzo de 1997, Alexander José Morales
Arteaga en fecha 12 de diciembre de 1993, Belkys Josefina Vera en fecha 26 de julio de
1999, Jairo José Rojas Escalona en fecha 31 de marzo de 997, Alix Ramona Gómez
Sánchez en fecha 11 de febrero de 1994, José Valentín Castillo Parra en fecha 22 de
noviembre de 1991 y Enrique Ysidro Ladino Jiménez en fecha 02 de febrero de 1999, y que
todos devengan el salario mínimo fijado por el Ejecutivo Nacional.

Por su parte, la demandada, en su escrito de contestación, adujo que en la


presente causa se encuentra involucrado un ente municipal, en tal sentido alega que éste no
contaba con recursos para pagar el concepto peticionado por los accionantes, para el
período comprendido entre los años 2001 al 2006, ya que a partir del 2006 fue que el
Ejecutivo Nacional comenzó a enviar los recursos, y es por ello que dicho derecho no les
nació en el 2001, sino a partir de enero de 2006.

Agrega que en el supuesto negado que el Tribunal no considere lo antes


expuesto y considere que el derecho a los demandantes se les generó en el año que estos
indican y condene a pagar todos los años que los actores reclaman, a todo evento niega y
rechaza que la demandada deba pagar a los trabajadores activos todos los días que éstos
reclaman, por cuanto algunos de los días que los actores señalan, no fueron laborados por
una u otra circunstancia (vacaciones, reposos o inasistencia), siendo que el beneficio de
alimentación previsto en la Ley, fue creado a los fines de proteger y mejorar el estado
nutricional de los trabajadores, a fin de fortalecer su salud, prevenir las enfermedades
ocupacionales y propender a una mayor productividad laboral, en tal sentido dicho
beneficio está estipulado para cada trabajador durante la jornada de trabajo, es decir, por
cada día efectivamente laborado, para lo cual señala de manera pormenorizada en su litis
contestatio, para cada uno de los actores, los días en que no laboraron y en que, por
consiguiente, no le corresponde el beneficio aludido.

Por otra parte, niega que a todos los actores se les deba pagar por el beneficio de
alimentación reclamado y contemplado en la Ley Programa de Alimentación para los
Trabajadores, en base al 0,25% de la unidad tributaria vigente para el momento de
interposición de la presente demanda, por cuanto los accionantes pretenden la aplicación de
la retroactividad del Reglamento de la Ley de Alimentación para los Trabajadores, de fecha
28 de abril de 2006, cuando calcula dicho concepto en base a una última unidad tributaria,
siendo que se está reclamando desde el año 2001 hasta el año 2006.

A tal efecto, explican que los artículos 24 de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela y 1 del Código Civil consagran el principio de irretroactividad de
las leyes, por lo que habiendo entrado en vigencia el Reglamento de la Ley de
Alimentación para los Trabajadores a partir del 28 de abril de 2006, solicitan que se ordene
la aplicación del porcentaje mínimo de la unidad tributaria vigente para cada año
correspondiente, es decir, el 0,25% de la unidad tributaria vigente para cada período,
además de no incluirse los sábados, domingos, días de vacaciones, días de fiestas
nacionales y regionales, reposos, inasistencias injustificadas.

Niega rechaza y contradice que el trabajador Claudio Benito Lobatón se


encuentre activo.

Alega que los accionantes al momento de realizar el descuento de vacaciones, lo


hacen en base de una constante de dieciocho (18) días por años, sin incluir el día adicional
que se añade por cada año de servicios prestado, además que no deducen del cálculo de
cobro de cesta tickets los días 19 de abril, 24 de junio, 12 de octubre, 24, 25 y 31 de
diciembre y el 29 de septiembre, días estos de fiestas nacional, regional y municipal.

Por último, conviene en la prestación de los servicios por parte de los


ciudadanos Digna Carmona, Francisco Quintana, Maritza Guevara, Mariano Ochoa, Joel
Galíndez, Alexander Morales, Belkys Vera, Jairo José Rojas, Alix Gómez, José Valentín
Castillo y Enrique Ladino, no obstante, niega la jornada de trabajo alegada por los
demandantes de lunes a sábados de 08:00 a.m. a 12:00 m y de 02:00 p.m. a 06:00 p.m.,
puesto que alegando que la misma es de lunes a viernes de 08:00 a.m. a 12:00 m y de 01:00
p.m. a 04:00 p.m.

Para decidir, la Sala observa:

En innumerables sentencias, esta Sala de Casación Social ha señalado que la


distribución de la carga de la prueba en materia laboral se fijará de acuerdo con la forma en
la que el accionando dé contestación a la demanda, todo ello de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 72 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en concordancia con el
artículo 135 eiusdem.

Planteados como han quedado los hechos alegados por la parte actora, así como las
excepciones y defensas opuestas por la demandada, la Sala observa, que los puntos
medulares del contradictorio se reducen a los siguientes: 1°) Determinar la jornada de
trabajo invocada por los accionantes en su escrito libelar, por cuanto ellos aducen que la
misma la cumplían de lunes a sábados de 08:00 a.m. a 12:00 m. y de 02:00 p.m. a 06:00
p.m., mientras que la parte demandada, señala que éstos tienen una jornada de trabajo de
lunes a viernes de 08:00 a.m. a 12:00 m. y de 01:00 p.m. a 04:00 p.m.; 2°) Determinar la
procedencia o no de la excepción en el pago del beneficio de alimentación, invocada por la
representación judicial de la Alcaldía del Municipio Páez del Estado Portuguesa, la cual
consistió en que para el período comprendido desde el año 2001 hasta el año 2006, dicho
ente no contaba con los recursos para cumplir con el beneficio de alimentación, y que fue a
partir de enero de 2006, cuando el Ejecutivo Nacional comenzó a enviar los respectivos
recursos; y 3°) De establecerse la procedencia del beneficio de alimentación reclamado,
restaría determinar los días en que les correspondería dicho beneficio a los accionantes, ya
que éstos peticionan el pago del mismo por todos los días comprendidos de lunes a sábados,
y por su parte, la parte accionada aduce, en su litis contestatio, que para cada uno de los
trabajadores no procede el beneficio de alimentación en los días en que no laboraron, bien
sea por disfrute de vacaciones, reposos o inasistencias injustificadas; así como la unidad
tributaria bajo la cual correspondería calcular el beneficio.

Establecidos como han quedado los términos del presente contradictorio, esta Sala quiere
antes de pasar a resolver el presente asunto, establecer lo siguiente:

De la lectura que se hace a las actas que conforman el presente expediente, se


aprecia que únicamente la demandada -Alcaldía del Municipio Páez del Estado Portuguesa-
apeló de la decisión dictada por el Juzgado de la causa e impugnó la decisión emitida en
Alzada, por vía del recurso de control de la legalidad, en virtud a que manifestó una
disconformidad en cuanto a la condenatoria del beneficio de alimentación (cesta tickets),
conforme lo prevé el artículo 36 del Reglamento de la Ley de Alimentación para los
Trabajadores, según los parámetros establecidos en acápites anteriores; y respecto a la
condenatoria en costas que recayó sobre el ente público municipal.

En atención a la forma como han venido suscitándose los recursos pertinentes al caso, en
esta ocasión la Sala debe atender al principio de la reformatio in peius, evitando caer en una
reforma en perjuicio, con una proyección de la congruencia en este grado de jurisdicción en
vía de recurso, en consecuencia, se concluye que la demandada se conformó con la
procedencia en derecho del beneficio de alimentación que les asiste a los accionantes,
decretada por ambos juzgadores de instancia.

En este mismo sentido, la Sala siguiendo lo anteriormente expuesto, acoge y ratifica los
motivos de hecho y de derecho establecidos en la decisión de Primera Instancia,
posteriormente ratificados por la recurrida, con relación a la distribución de la carga
probatoria y el análisis valorativo de las pruebas, dejando establecido lo que se especifica a
continuación:

Que la Alcaldía del Municipio Páez del Estado Portuguesa, no demostró su


alegato según el cual, comenzó a otorgar el beneficio de alimentación a sus trabajadores en
el año 2006.

Al respecto, se precisa que el Juzgado de Juicio por vía de notoriedad judicial,


tuvo conocimiento que fue a partir de enero de 2001 que la Alcaldía comenzó a otorgar el
beneficio, pues éste -el Juzgador- en su sentencia señaló que en ese mismo Juzgado cursa
diversas causas signadas bajo las siglas PP21-L-2008-000594, PP21-L-2008-000645,
PP21-L-2008-000770 y PP21-L-2009-000016, contentivas de demandas interpuestas contra
el mismo sujeto pasivo, en la que fue recibida la información por parte de la Dirección de
Recursos Humanos de dicho ente, que dice: “le informo que de acuerdo a la Ley Programa
de Alimentación derogada y vigente, ciertamente el beneficio de alimentación se comenzó
a otorgar por esta Institución a partir del mes de enero del año 2001”.

Entonces, habiendo la demandada comenzado a otorgar el beneficio desde el mes de enero


de 2001 a sus trabajadores, consecuencialmente decae la defensa opuesta en el escrito de
contestación, por lo que resulta claro que procede en derecho el reclamo del beneficio de
alimentación peticionado en el período comprendido desde el 1° de abril de 2001 hasta el
20 de febrero de 2006, tal y como fue declarado en la instancia de juicio. Así se decide.

Que la demandada, no cumplió con su carga de desvirtuar la jornada de trabajo


alegada por los actores, quienes sostuvieron que laboraban para el ente municipal de lunes a
sábados, en horario comprendido de 08:00 a.m. a 12:00 m. y de 02:00 p.m. a 06:00 p.m.,
cuestión que fue negada y rechazada de manera enfática por la parte demandada, señalando
que éstos tienen una jornada de trabajo de lunes a viernes de 08:00 a.m. a 12:00 m. y de
01:00 p.m. a 04:00 p.m..

Sobre el particular, la representación judicial de la Alcaldía del Municipio Páez


del Estado Portuguesa, no trajo a los autos medio probatorio alguno que desvirtuara la
jornada de trabajo alegada por los accionantes, por lo que, en consecuencia, debe tenerse
como cierta la jornada aducida por éstos, la cual es, de lunes a sábados, en horario
comprendido de 08:00 a.m. a 12:00 m. y de 02:00 p.m. a 06:00 p.m.
Asimismo, esta Sala ratifica lo decidido por el A quo en cuanto a que el beneficio de
alimentación procede por jornada efectivamente laborada, por lo que no se considerarán a
los efectos del cálculo final del derecho que aquí se declaró procedente, lo correspondiente
a días feriados -en cuyo caso los actores no cumplieron con su carga probatoria de
demostrar que hubiesen trabajado-, así como los períodos en que los trabajadores hayan
disfrutados de sus vacaciones, o hayan inasistido injustificadamente al trabajo o se
encontraran de reposo, que estableció dicha Sentenciadora producto del análisis valorativo
de las pruebas –argumentos no atacados por ninguna de las partes en fases de conocimiento
posteriores-.

En cuanto al punto controvertido, referido a la unidad tributaria que servirá de base para el
cálculo del beneficio de alimentación, debe precisarse que ello escapa de cualquier labor de
valoración probatoria, pues, se trata de un punto de derecho y como tal debe ser resuelto
por esta Sala, en los términos siguientes:

Tal y como se dejó establecido al resolverse el recurso de control de legalidad


incoado por la parte demandada, para el período en que los demandantes reclaman que no
les fue suministrado el beneficio de alimentación, esto es, a partir del 1° de abril de 2001 al
20 de febrero de 2006, no se encontraba vigente el Reglamento de la Ley de Alimentación
para los Trabajadores, por lo que , antes de la entrada en vigencia de dicho Reglamento,
conforme a la jurisprudencia dictada por esta Sala de Casación Social, en la interpretación
de las normas relativas a Ley Programa de Alimentación para los Trabajadores,
posteriormente Ley de Alimentación para los Trabajadores, la solución había sido que el
beneficio de alimentación adeudado debía cancelarse por los días efectivamente laborados,
calculados con base al valor de la unidad tributaria para el momento en el cual nació el
derecho a percibir el referido beneficio, es decir, al valor de la unidad tributaria vigente
para cada período. Así se decide.

En consecuencia, para la determinación del monto que por concepto de bono de


alimentación adeuda la demandada a los accionantes, siguiendo los parámetros contenidos
en la sentencia Nº 629 de fecha 16 de junio de 2005, se tomará como base los días hábiles y
efectivamente laborados y no pagados por la demandada, en el período comprendido entre
el 1° de abril de 2001 hasta el 20 de febrero de 2006, los cuales fueron establecidos en la
decisión de Primera Instancia y ratificados por el Superior, así:

Para el caso del ciudadano Claudio Benito Lobatón, quien ya no labora para el
ente demandado, deberá cancelársele en dinero en efectivo lo adeudado por este concepto,
tomando como base el 0,25 % del valor de la unidad tributaria correspondiente al día
efectivamente laborado y en el cual nació el derecho a percibir el referido beneficio. Así se
establece.

Para el caso de los ciudadanos Digna Josefina Carmona Daza, Francisco Ramón
Quintana Díaz, Maritza Zulay Guevara, Mariano Antonio Ochoa Gámez, Joel Antonio
Galíndez Padrón, Alexander José Morales Arteaga, Belkis Josefina Vera, Jairo José Rojas
Escalona, Alix Ramona Gómez Sánchez, José Valentín Castillo Parra y Enrique Ysidro
Ladino Jiménez, se condena el pago del beneficio de alimentación mediante la entrega de
cupones, tickets o tarjeta electrónica con base al mínimo establecido por la Ley que rige el
beneficio de alimentación para los trabajadores, es decir, al 0,25 % del valor de la unidad
tributaria vigente para cada período. Así se decide.

Para la determinación del cálculo del beneficio de alimentación adeudado, se ordena una
experticia complementaria del fallo, de conformidad con el artículo 159 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, bajo los siguientes parámetros: 1°) Será efectuada por un único perito,
designado por el Juzgado de Ejecución; 2°) El experto deberá calcular el beneficio de
alimentación tomando en consideración los días efectivamente laborados por cada uno de
los trabajadores demandantes, que se encuentran especificados en la decisión de Primera
Instancia, lo cuales se dan aquí por reproducidos, y computarlos con base al 0,25 % del
valor de la unidad tributaria vigente para cada período; y 3°) Los resultados que arroje la
experticia deberán ser expresados en bolívares fuertes.
Las obligaciones de pago que aquí se condenan deberán ejecutarse siguiendo los
parámetros establecidos en los artículo 158 y 159 de la Ley Orgánica del Poder Público
Municipal.
Por las consideraciones antes expuestas, esta Sala de Casación Social

declara con lugar la demanda intentada por los ciudadanos Digna Josefina Carmona Daza,
Francisco Ramón Quintana Díaz, Maritza Zulay Guevara, Claudio Benito Lobatón,
Mariano Antonio Ochoa Gámez, Joel Antonio Galíndez Padrón, Alexander José Morales
Arteaga, Belkis Josefina Vera, Jairo José Rojas Escalona, Alix Ramona Gómez Sánchez,
José Valentín Castillo Parra y Enrique Ysidro Ladino Jiménez contra la Alcaldía del
Municipio Páez del Estado Portuguesa. Así se decide.
DECISIÓN

Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Social, en nombre de la República, y por autoridad de la Ley, declara: 1) CON LUGAR el
recurso de control de la legalidad interpuesto por la representación judicial de la parte
demandada, contra la sentencia proferida por el Juzgado Superior del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Portuguesa, en fecha 7 de octubre de 2010, 2) SE
ANULA el fallo recurrido, y 3) CON LUGAR la demanda incoada, condenándose a la
parte demandada a cancelar a los actores el beneficio de alimentación reclamado, conforme
los lineamientos que han sido expuestos en párrafos anteriores.

No se condena en costas al ente público municipal.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de


Documentos de la Circunscripción Judicial del Trabajo arriba identificada, a los fines
consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes
mencionado, todo de conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo.

No firma la presente decisión el Magistrado Juan Rafael Perdomo, en virtud a que no


estuvo presente en la audiencia oral y pública, por causas debidamente justificadas.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social


del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintidós (22) días del mes de
septiembre del año 2011. Años 201° de la Independencia y 152° de la Federación.

El Presidente de la Sala y Ponente,

____________________________
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ

El Vicepresidente, Magistrado,

______________________________ _____________________
LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ JUAN RAFAEL PERDOMO

Magistrado, Magistrada,

______________________________ ________________________________
ALFONSO VALBUENA CORDERO CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA

El Secretario,

___________________________
MARCOS ENRIQUE PAREDES

R.C. N° AA60-S-2011-000164
Nota: Publicada en su fecha a
El Secretario,

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