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D. RESPECTO A:
“La afectación al principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales previsto en el inciso 2)
del Artículo 26 de la Constitución Política del Estado Peruano.”.
Que, en el “El principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales previsto en el inciso 2) del
artículo 26 de la Constitución Política del Perú, que hace referencia a la regla de no abrogación e
irrenunciabilidad de los derechos reconocidos al trabajador por la Constitución y la Ley, negando
validez jurídica a todo acto del trabajador que implique una renuncia a sus derechos laborales
constituyendo de esta forma una limitación a la autonomía de la voluntad del trabajador.”.
Que, el contradictorio señalado precedentemente y lo expuesto por el Colegiado constituye una clara
flagrancia y trasgresión al principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales, que como garantía
constitucional se encuentra regulada en el inciso 2) del Artículo 26 de la Constitución Política del
Estado Peruano.
E. Que, el Tribunal Constitucional en el Fundamento 4º de la Sentencia recaída en el Expediente Nº
3218-2004-AA/TC, a señalado:
“(…) el criterio del Tribunal está orientado hacia la protección de los derechos del trabajador,
(…), en tanto éstos se sustentan en la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad que constituyen los pilares básicos sobre los cuales se estructura la sociedad y el
Estado. En tal perspectiva, en la STC Nº 2906-2002-AA/TC se ha concluido que “La
Constitución protege, pues, al trabajador, aún respecto de sus actos propios, cuando pretenda
renunciar a los derechos y beneficios que por mandato constitucional y legal le
corresponden, evitando que, por desconocimiento o ignorancia –y sobre todo, en los casos
de amenaza, coacción o violencia– se perjudique”. En ese sentido, resulta evidente que si la
protección constitucional a los derechos del trabajador se extiende inclusive a los actos propios
originados en una declaración de voluntad viciada, con mayor razón dicho amparo alcanza a los
supuestos en los que el acto lesionador provenga de la voluntad unilateral y discrecional del
empleador.”.
F. Que, a ello debe sumarse que la Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la
Corte de Suprema de la República, por Sentencia de fecha 06 de julio del 2015, Casación Laboral
Nº 10712-2014-LIMA ha establecido como precedente de obligatorio cumplimiento para todas las
instancias del Poder Judicial un conjunto de reglas para la correcta aplicación del principio de
irrenunciabilidad de derechos en el ámbito laboral, indicando que “El principio de irrenunciabilidad
de los derechos laborales previsto en el inciso 2) del artículo 26 de la Constitución Política del
Perú, hace referencia a la regla de no abrogación e irrenunciabilidad de los derechos reconocidos
al trabajador por la Constitución y la Ley, negando validez jurídica a todo acto del trabajador
que implique una renuncia a sus derechos laborales constituyendo de esta forma una limitación a
la autonomía de la voluntad del trabajador.”; y, en esta Sentencia aludida, en el Considerando Sexto
fija las siguientes reglas para la aplicación del principio constitucional de “irrenunciabilidad de
derechos”:
1. Los derechos cuya fuente de origen sea la ley o cualquier otra norma estatal (sin
importar su jerarquía) son irrenunciables para el trabajador; por lo que sí resulta
aplicable el principio.
1. Los derechos cuya fuente de origen sea un convenio colectivo o laudo arbitral son
irrenunciables para el trabajador, mas no para la organización sindical que los pactó, la
que podría celebrar un nuevo acuerdo colectivo con el empleador para modificarlos o
suprimirlos; por lo que resulta aplicable el principio solo en el primer supuesto.
1. Los derechos cuya fuente de origen sea el contrato o acuerdo individual de trabajo o la
decisión unilateral del empleador pueden ser objeto de libre disposición por parte del
trabajador; es decir, en estos casos no cabe la aplicación del principio de
irrenunciabilidad de derechos.
Que, con esta sentencia la Corte Suprema reconoce acertada e inobjetablemente que los derechos
laborales irrenunciables para el trabajador individual no solo nacen de la Constitución y la ley, sino
también de fuentes como la convención colectiva y el laudo arbitral.
G. Que, en consecuencia teniendo en cuenta el reconocimiento efectuado por la misma Sala Laboral
Transitoria de la Corte Superior de Justicia del Santa, de la aplicación del D.S. Nº 009-76-TR, en su
Fundamento 8, y alegar que por la firma del Convenio de Reestructuración Salarial NO le corresponde
el reintegro reclamado, es una trasgresión a la garantía constitucional señalada.
Que, además ya el Tribunal Constitucional en la Sentencia de fecha 20 de enero del 2004 emitida en
el Expediente N° 2906-2002-AA/TC dispuso que:
3. El artículo 22º de la Constitución establece que el trabajo es un deber y un derecho,
interesando únicamente, en el caso de autos, su dimensión como derecho, en atención al
contenido de la demanda. Además, el tercer párrafo del artículo 23º precisa que
“Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni
desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”. Se impone, así, una cláusula de
salvaguarda de los derechos del trabajador, en concordancia con el artículo 1º de la
Constitución, que estatuye que la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Con ello, además, se permite que
el principio de igualdad surta efectos, justamente, en una relación asimétrica, como la
que se produce entre una empresa y un trabajador.
4. La Constitución protege, pues, al trabajador, aun respecto de sus actos propios, cuando
pretenda renunciar a los derechos y beneficios que por mandato constitucional y legal le
corresponden, evitando que, por desconocimiento o ignorancia –y sobre todo, en los casos
de amenaza, coacción o violencia–, se perjudique.”.
Que, también el mismo el Tribunal Constitucional por Sentencia de fecha 27 de febrero del 2007 en el
Expediente Nº 02637-2006-PA/TC ha indicado:
“(…) el "carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley"
garantiza la imposibilidad jurídica de disponer o renunciar libremente a los derechos que
en favor del trabajador reconoce el ordenamiento laboral, sea antes de la iniciación de
una relación de trabajo, durante su desarrollo o una vez culminada. En ese sentido, la
protección contra la “autorrenuncia” de un derecho reconocido por la Constitución o la
ley tiene por finalidad impedir que la condición de desigualdad material en la relación
laboral pueda ser utilizada por el empleador con el objeto de forzar un pacto cuyas
condiciones contravengan los derechos reconocidos por normas inderogables del derecho
laboral.”.
2.3. En consecuencia:
Que, advertidos los errores de hecho y de derecho en la sentencia que se impugna, peticionamos se nos
conceda el recurso impuesto en el modo y forma de ley.
POR TANTO:
A Ud., Sra. Juez solcito proveer conforme a lo peticionado y sus legales
atribuciones.
Chimbote, 03 de Junio del 2019.