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el 19 de mayo de 1928 en Fráncfort del Meno, Alemania. Fue uno de los principales
representantes de la filosofía fenomenológica en el siglo XX y realizó contribuciones
significativas en áreas como la ética, la filosofía de la religión y la antropología filosófica.
Aquí tienes información relevante sobre Max Scheler:
Fenomenología: Scheler estudió con el filósofo Edmund Husserl en la Universidad de
Gotinga y se convirtió en uno de los principales exponentes de la fenomenología, una
corriente filosófica que se enfoca en el estudio de la experiencia consciente y la percepción
de la realidad.
Valor y ética: Scheler es conocido por su trabajo en ética y valor. Desarrolló una teoría ética
basada en los valores, en la que argumentaba que los valores son realidades objetivas que
se presentan en la experiencia humana. Su obra más destacada en este campo es "El
formalismo en la ética y la ética material de los valores" (1913).
Antropología filosófica: Scheler también se interesó en la antropología filosófica,
investigando la naturaleza y la esencia de la persona humana. Argumentaba que la persona
es un ser con múltiples dimensiones, incluyendo la dimensión emocional, intelectual y
volitiva.
Filosofía de la religión: Scheler abordó la filosofía de la religión desde una perspectiva
fenomenológica. Escribió sobre temas como la relación entre la religión y la moralidad, la
experiencia religiosa y la esencia de la fe.
Influencia y legado: La obra de Max Scheler ha tenido una influencia significativa en la
filosofía del siglo XX, particularmente en la fenomenología y la ética. Sus ideas han sido
debatidas y desarrolladas por otros filósofos, y su trabajo sigue siendo objeto de estudio en
la actualidad.
Vida y carrera: Scheler tuvo una vida personal y académica intensa. Después de su
formación con Husserl, ocupó diversos cargos académicos y escribió numerosos libros y
ensayos. Sin embargo, también tuvo conflictos con colegas y enfrentó dificultades
económicas.
Max Scheler es considerado una figura importante en la filosofía del siglo XX y su trabajo
continúa siendo relevante para aquellos interesados en la fenomenología, la ética y la
filosofía de la religión. Sus ideas sobre los valores y la naturaleza humana siguen siendo
objeto de debate y reflexión en la filosofía contemporánea.
Max Scheler (Múnich, 22 de agosto de 1874-Fráncfort del Meno, 19 de mayo de 1928) fue
un filósofo alemán, de gran importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la
antropología filosófica, además de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión. Fue
uno de los primeros en señalar el peligro que implicaba para Alemania el advenimiento del
nazismo. Hijo de padre luterano y de madre judía, se convirtió inicialmente al catolicismo,
del que se apartó al final de su vida.1
El 22 de agosto de 1874 nace en Múnich Max Scheler, hijo de padre protestante y madre
judía. Se bautiza en la Iglesia católica durante sus estudios secundarios, en 1889. Fue, en
su juventud, dirigente estudiantil por lo que pudo percibir directamente la problemática de la
universidad Alemana y Europea de su época. Al finalizar esos estudios se matrícula en la
facultad de Medicina de la Universidad de Múnich, pero el año siguiente se traslada a la
Universidad de Berlín para estudiar filosofía y sociología, bajo el magisterio de Simmel,
Dilthey y Stumpf, entre otros. En 1894 celebra una boda civil con Amelie von Dewittz.
Apenas pasa otro año cuando Scheler se vuelve a mudar, esta vez a Jena, en cuya
universidad enseñan los conocidos Häckel y Eucken (Rudolf Eucken había sido
galardonado en 1908 con el Premio Nobel de Literatura).
Filosofía
Scheler utilizó la fenomenología para estudiar los fenómenos emocionales y sus respectivas
intencionalidades (los valores) y a partir de ellos elaboró una muy sólida y original
fundamentación personalista de la ética: la realización de los valores se concretiza en
modelos humanos que invitan a su seguimiento. Dichos modelos serían el héroe para los
valores vitales, el genio para los valores espirituales y el santo para los valores religiosos.
Tipos de saberes
Scheler distingue tres clases de saberes: el inductivo, el de la estructura esencial o
fenomenológico y el metafísico.
● El saber inductivo es el de las ciencias positivas. La intención de este saber es el
dominio del mundo circundante. Su objeto de estudio es la realidad (Scheler
entiende por la realidad aquello que se percibe por nuestros sentidos como que
nos presenta resistencia. La muralla no podemos traspasarla, un viento fuerte
puede impedir nuestro avance, etc.). Este saber tiene como finalidad utilizar el
saber como una técnica, un procedimiento para vencer esa resistencia. Y una
vez vencida la resistencia se la puede utilizar en provecho del ser humano. Es el
saber de dominio. Ejemplo de ello es la ciencia que se ha desarrollado en
Occidente desde la filosofía griega.
● El saber de la estructura esencial es el saber que nos permite captar de un modo
inmediato el qué de las cosas.
Está de acuerdo con Immanuel Kant en que existe el conocimiento de lo a priori, y que este
carácter lo tienen las proposiciones ideales que refieren a una estructura trascendental del
sujeto. Dicha estructura trascendental antecede a todo conocimiento objetivo o basado en la
experiencia del sujeto, mostrando así la disposición natural con que cuenta la sensibilidad,
el entendimiento y la razón, como dimensiones de la conciencia humana. A cambio de esta
coincidencia parcial con Kant, mantiene cinco diferencias:
1. No son los juicios elaborados por el entendimiento sino las esencias
percibidas las que constituyen primordialmente lo a priori.
2. La región de lo a priori no coincide con la región de lo formal, como pensó
Kant, sino que hay también un a priori material o con contenido: el valor.
3. En el lugar de la cuestión: ¿cómo es posible que se dé algo?, la cuestión
fundamental, dice Scheler, es más bien esta otra: ¿qué es lo que se da?
4. Scheler considera falsa la teoría kantiana según la cual todo lo que es ha
tenido que ser producido por el entendimiento, pues la percepción del valor
es por sí misma objetiva o intencional.
5. Tampoco está de acuerdo en que lo a priori se equipare con lo racional, pues
la afectividad, con el amor como actitud radical, es tanto o más a priori que la
actitud racional. En otros términos: sólo el que ama algo es capaz de conocer
racionalmente, ya que sin el amor no podría tener la experiencia de dicho
fenómeno. Lo que no queda claro es si este saber puede equipararse a lo
que tradicionalmente se ha llamado el saber culto. Ejemplo de ello es la idea
de microcosmos, Aristóteles decía que el alma humana puede ser todas las
cosas. Es una suerte de participación del hombre en la totalidad del mundo.
● El saber metafísico, también llamado saber de salvación, que es la forma más
alta de saber, pues se refiere a los más altos valores personales, vale decir, los
propios de lo divino. Consiste en gran medida en aquel saber que eleva al
hombre hacia algo mayor que él mismo. Ejemplo de ello ha sido el saber como
disciplina espiritual elaborado en la India.
Sin embargo, lo que ha sucedido históricamente es la sobrevaloración de una forma de
saber por sobre las otras. La gran tarea de nuestra época, señala Scheler, consiste en
lograr trabar el saber de dominio, con el saber culto y el saber de salvación. Trabazón que
implicaría jerarquizar dichos saberes.
"No hay suficiente amor en el mundo para derrocharlo en nada más que en seres
humanos"
Obras
En La naturaleza de la simpatía (1913), usa del método de Husserl de la
descripción fenomenológica detallada a las emociones sociales que relacionan a los
seres humanos unos con otros, especialmente el amor y el odio. Partiendo del
concepto husserliano de reducción fenomenolífica, Scheler distinguió las esencias
de lo intangible, lo que llevó a la afirmación de la independencia de los valores
eternos e inmortales. A este título le siguió su obra más famosa El formalismo en
la ética y teoría material de los valores (1913), un tratado en dos volúmenes de
ética en donde critica el enfoque ético formal del filósofo alemán Immanuel Kant y lo
cambia por un estudio de los valores específicos como se presentan de un modo
directo a la conciencia.
Otro importante aspecto de la vida de Kierkegaard (quizá el que mayor influencia ejerció
en su obra) fue la ruptura de su compromiso con Regine Olsen (1822-1904). Kierkegaard
conoció a Regine el 8 de mayo de 1837 y se sintió inmediatamente atraído por ella, igual
que ella por él.10i espíritu tan poderosamente que me glorifico y siento que es bueno
estar aquí.8
La etapa ética es el momento en que el hombre se escoge a sí mismo y el tipo de vida que
vivirá. El hombre toma esa decisión frente a la muerte, y sella con esa decisión la manera
que vivirá la única vida que tiene y que tendrá. Un ejemplo de una persona ética sería un
esposo. Un día tomó la decisión de unirse a otra persona para el resto de su vida. Día a día
tendrá que reafirmar ese compromiso actuando de acuerdo a sus votos. En esta etapa la
persona se rige por reglas universales y es guiada por el deber a hacer lo que se considera
correcto.
La tercera etapa es la religiosa. Esta etapa es la afirmación del individuo sobre el colectivo o
de lo particular sobre lo universal. El hombre religioso en ocasiones debe romper con la
ética universal (la ética/moral social) por el llamamiento divino. Pero ese rompimiento con lo
universal no es fácil, sino que se lleva a cabo con temor y temblor. En la vida
contemporánea usualmente no es algo bueno contra algo malo, sino bienes rivales donde
estamos atados a hacer un mal de todos modos y nuestros motivos no son claros. Es en
esa unicidad, en lo particular de nuestra existencia, que nos vemos obligados a
trascender las reglas universales y actuar de acuerdo al corazón.
Temas en su filosofía
Alienación
Alienación es un término que los filósofos aplican a una amplia variedad de fenómenos,
incluyendo cualquier sentimiento de separación y descontento con la sociedad; sentir que
hay un colapso moral en la sociedad; sentimientos de impotencia ante la solidez de las
instituciones sociales; la naturaleza impersonal y deshumanizada de las organizaciones
sociales burocráticas y de gran escala.8Kierkegaard reconoce y acepta la noción de
alienación, aunque la expresa y la entiende en sus propios términos distintivamente
originales. Para Kierkegaard, la época actual es una época reflexiva: una que valora la
objetividad y el pensamiento sobre la acción, la palabrería sobre los ideales en lugar de la
acción, la discusión sobre la acción, la publicidad y la publicidad sobre la realidad y la
fantasía sobre el mundo real. Para Kierkegaard, el significado de los valores se ha quitado
de la vida, al no encontrar una autoridad verdadera y legítima. En lugar de caer en cualquier
autoridad reclamada, cualquier libro sagrado "literal" o cualquier otra voz grande y duradera,
los humanos conscientes de sí mismos deben enfrentar una incertidumbre existencial.
Muerte
La muerte es inevitable y temporalmente impredecible. Kierkegaard creía que las personas
necesitaban llegar a darse cuenta de manera sincera e intensa de la verdad de ese hecho
para poder vivir apasionadamente. Kierkegaard acusa a la sociedad de estar en negación
de la muerte. Aunque las personas ven la muerte a su alrededor y comprenden como un
hecho objetivo que todos mueren, pocas personas comprenden de verdad, subjetiva e
interiormente, que algún día morirán. Por ejemplo, en Postdata no científica final ,
Kierkegaard señala que la gente nunca piensa en decir: "Sin duda asistiré a tu fiesta, pero
debo hacer una excepción por la contingencia de que una teja se derrita y mátame, porque
en ese caso, no puedo asistir ".9Esto es una broma en lo que respecta a Kierkegaard. Pero
también hay seriedad involucrada en el pensamiento de la muerte