Tu hijo Tu espejo Capitulo 5
Capitulo No. 1
Cap. 12. Los caminos espirituales
que ahora me encanta, en aquellos momentos me resultaba des-
agradable debido a la imagen que se me había inculcado de Él. .
Le llamaba entonces la Divinidad, y esta forma me gustaba; sen-
tía que le hablaba a un amigo. Un nuevo amigo por cierto, que me
caía muy bien, pero de cuyo poder y amor incondicional todavía
dudaba. Luego intenté reconciliarme con la Madre Divina, repre-
sentaba en la Virgen María, porque de alguna manera intuía que al
rechazarla, estaba rechazando a mi propia maternidad y mi pro-
pia feminidad
Pero me era muy difícil identificarme con ella; la forma en que me
la habían presentado era justamente la clase de mujer que yo no
quería ser; y en cualquiera de sus múltiples representaciones, no
me podía sentir conectada con ella aunque en verdad lo deseaba.
La casualidad, o quizá la misma Virgen María puso en mi camino
la fotografía de una hermosa virgen hindú llamada Mahalakshmi;
me encanto desde el primer momento. A esa mujer tan viva, tan
plena, si quería parecerme, y de inmediato me identifiqué con ella,
no la conocía. El símbolo de, Mahalakshmi me sirviy como puente
para reconciliarme con la Madre Divina y así con mi propia madre
terrenal y mi propia maternidad. En una etapa de nuestro camino
espiritual necesitamos de los símbolos y, así, oramos ante un mu-
ñeco
de madera o yeso, besamos una imagen resaltada en una meda-
lla de oro y nos sentimos protegidos al sujetarla de nuestro cuello.
Utilizamos un sin número de símbolos, porque éstos nos conec-
tan con el Poder Superior representando en ellos; los símbolos
nos abren puertas, crean caminos, extienden lazos y provocan
cambios de conciencia. Somos seres de símbolos y nuestra vida
está llena de ellos. No obstante, en etapas posteriores del camino
espiritual, los símbolos no resultan necesarios para sentir y man-
tener ese contacto con lo Divino. Se puede sentir a Dios en todas
partes y en todo momento Dios dejy de ser alguien al margen de
uno mismo, separado y distinto. En esa etapa del camino espiri-
tual no se requieren nombres especiales, ni formas específicas ni
elementos externos que nos confirme nada, porque simplemente
se sabe y se siente con una profunda certeza, presente en cada
célula, en cada átomo, en cada partícula de nuestro ser. En este
punto del camino espiritual sabemos que Dios no se puede mo-
lestar si le llamamos con ciertos nombres (Jehová, Alá, Krishna,
Jesús, Osiris, Om) y sabemos que no sylo ama y escucha a los
que lo llaman de determinada forma. Tampoco podemos concebir
que se moleste si cometemos errores y nos envíe castigos por
ello, o que nos dé la espalda si lo buscamos por caminos diferen-
tes (meditaciyn, mantras, oraciones, cuarzos, arte, etc.). Sylo se
concibe a un Dios amoroso, abundante, bondadoso, omnipresen-
te, omnipotente, omnisapiente, misericordioso, incondicional, que
desea que llegues a Él, £Excelente!
56
Capitulo 1 Requerimientos
Debido a la propagaciyn de infinidad de agrupaciones que han
optado por trabajar con el 4to. y 5to. Pasos, algunos con ciertos
principios, otros con procedimientos creados por su propia suposi-
ciyn y algunos a través de la experiencia adquirida en la practica.
Pero sin un objetivo claro, donde el miembro que realiza el trabajo
de 4to. y 5to. pasos, logre mantener ese despertar espiritual ad-
quirido como resultado de este trabajo.
Normalmente, en un principio andan muy bien espiritualmente,
pero a falta de alimento, el espíritu perece y la persona regresa a
los antiguos juicios y actitudes.
Por estos motivos y muchos mas es necesario que después de
un tiempo pertinente, aproximadamente a tres meses después de
haber realizado su 4to. y 5to. Paso, se propongan para realizar
Pasos 6to. y 7mo. he aquí algunas sugerencias.
Requerimientos
1.- Realizar el 4to y 5to Pasos: si tiene mas de un mes que lo
hizo.
2.- Entrevista con el Padre Daniel o Coordinador para hacer una
evaluaciyn.
3.- Se hace una lista para formar un grupo de 4 a 7 prospectos.
4.- Las reuniones serán los días sábados de las 8:00 a las 18:00
horas.
5.- Es indispensable que los prospectos no tengan ausencias pa-
ra no perder la secuencia.
6.- Adquirir la “Guía del Sexto y Séptimo Pasos” .
7.- Llevar libreta y bolígrafo o lápiz para hacer apuntes, Libro de
Pasos AA, el libro Leyes de la Enfermedad Mental y Emocio-
nal de NA.
1,- Realizar el Cuarto y Quinto Pasos: si tiene mas de seis
semanas que lo hizo.
El Propysito de volver a realizar el Inventario Moral y la admi-
siyn de nuestros defectos ante Dios, ante nosotros mismos y ante
otro ser humano, es para obtener el despertar espiritual que se
necesita para realizar el trabajo del Sexto Paso y que con esto se
alcance un mejor resultado, para beneficio de la persona que
desee hacerlo y obtener un crecimiento como ser humano. a ima-
gen y semejanza de su Creador
1
 Instrucciones Capitulo 1
Requerimientos
Al realizar el 4to. y 5to. Pasos, la persona se reconoce a si
mismo con sus defectos de carácter y virtudes; este estado de
conciencia es el que se necesita para empezar a trabajar con es-
tos o con que mas lo atosigue, así podrá afrontar al orgullo que
es el enemigo numero uno, para poder liberarse del yugo que im-
pone cualquier defecto de carácter.
2.- Entrevista con Coordinador
En esta entrevista se hará una evaluaciyn de la persona que
aspire a realizar el Sexto Paso, hay ocasiones que alguien quiere
hacer el trabajo, pero muchas veces no para crecer sino por cu-
riosidad, otras tantas veces para presumir que ya los hizo, aun-
que también se pueden encontrar personas que si tengan la ne-
cesidad de hacer este trabajo.
3.-Se forma un grupo de 4 a 7 personas
De las personas entrevistadas se hace una lista de 4 a 7 que
deseen y estén totalmente dispuestas a dejar que Dios los libere
de sus Defectos de Carácter.
Con esta cantidad de personas se puede trabajar adecuada-
mente, tomando en cuenta el tipo de trabajo. del Sexto Paso y
Séptimo Pasos.
4- Es indispensable que no tengan ausencias los que forman
el grupo para no perder el avance.
Se si alguien, falta perdería la secuencia del trabajo y el rum-
bo del camino que lleva a la liberaciyn de la cárcel en que le tie-
nen sometido los defectos de carácter, es necesaria la puntuali-
dad, disciplina y conciencia de que; sin la ayuda de Dios no podrá
liberarse.
5.- Las reuniones serán los días y horarios asignados de acuerdo a un
plan y lugar.
A las 8:00 horas del 1° y/o 3° sábado de mes, iniciamos asis-
tiendo a misa en la Parroquia San Francisco de Asís, cerca Cen-
tro Medico La Raza, cuando se termine la misa nos reunimos en
el salyn de trabajo después de hacer la aportaciyn para los ali-
mentos, se Inicia el trabajo de Sexto y Séptimo Pasos. Cuando
nos avisen que el desayuno esta listo al salyn que se utiliza para
comedor, terminando de desayunar regresamos al salyn de tra-
bajo, continuamos con el plan de trabajo, cuando avisen que la
comida esta lista y hacemos lo mismo que en el desayuno. A las
18:00 horas concluimos el trabajo del día y continuamos el 1° o 3°
sábado.
2 55
Capitulo 5 Los Caminos Espirituales
Cap. 12. Los caminos espirituales
La religiyn, cualquiera que sea su nombre, la entendemos como
un conjunto de rituales, normas, símbolos, prácticas, creencias,
cuya intenciyn es conducirnos a la espiritualidad. Cada religiyn
posee sus propias formas y todas, absolutamente todas, buscan
en el fondo lo mismo. Pero la espiritualidad puede ser alcanzada
por muchos caminos, no sylo a través del camino de una religiyn.
Todas aquellas actividades que te ponen en contacto con tu ser
interno, con la bondad con el amor y con la vida, son caminos
para lograr la espiritualidad. La meditaciyn , la oraciyn, el arte, el
contacto con la naturaleza, la música, el mar, la creaciyn, la con-
templaciyn y la apreciaciyn de la belleza de la vida, los actos de
generosidad, el silencio, el trabajo, la alegría, la tristeza, la sole-
dad, la compañía, la religiyn, todos son caminos hacia la espiri-
tualidad. Los padres necesitamos espiritualidad en nuestras vi-
das, necesitamos una estrecha uniyn con el Ser Superior como
cada uno lo conciba. Los padres sabemos muy bien que de nin-
guna manera podríamos solos con el sagrado compromiso de
criar a un hijo. Sabemos que hay momentos duros en la vida con
nuestros amados hijos en los que no supimos de donde saliy la
soluciyn, de dynde saliy la curaciyn, de dynde saliy el dinero, de
dynde saliy la fuerza, de dynde la capacidad de producir mila-
gros, de dynde la capacidad de Amar incondicionalmente. Amar
incondicionalmente, aunque sea sylo por momentos. Pero en el
centro de nosotros mismos, ahí donde somos perfectos, ahí sa-
bemos de dynde saliy. Yo nací dentro de una familia catylica, con
una madre sumamente congruente con sus creencias religiosas,
que siempre ha practicado honesta y fielmente. Fui criada bajo el
cobijo de esas creencias, fuertemente reforzadas en el colegio
catylico donde recibí toda mi educaciyn hasta los 15 años. Pero
llegy un momento de mi vida en que no podía seguirme engañan-
do; me daba cuenta que no sentía a Dios, no sentía su amor, no
podía creer en Él y no estaban funcionando para mí todas esas
prácticas y creencias religiosas dentro de las que había vivido
toda mi infancia y parte de mi adolescencia. Decidí entonces reti-
rarme e iniciar mi búsqueda personal de Dios, un proceso que me
llevy algunos años y que todavía no ha terminado (yo creo que
nunca termina). Por principio, fue necesario cambiarle el nombre,
porque la palabra Dios,
 Tu hijo Tu espejo Capitulo 5
Cap. 3 El poder del contacto físico
Cuando estamos tristes, temerosos enfermos, cansados, frustra-
dos, el contacto físico nos llega como un bálsamo que sana y
restablece nuestro equilibrio. Cuando estamos sanos, felices, ple-
nos, el contacto físico incrementa todas estas sensaciones ya de
por si sanadoras. Las cosas, las plantas, los animales y por su-
puesto los seres humanos respondemos al contacto físico amoro-
so; entonces, ¿Por qué desperdiciamos este recurso que nos ha-
ce sentir tan bien? Porque desgraciadamente a lo largo de la vida
vamos construyendo tabúes al respecto, como si tocarnos fuera
algo malo y peligroso.
Las manos no son para el trabajo, el castigo y el sexo. Son mu-
cho más: un medio humano realmente creíble de tomar contac-
to”. Recuerdo a mi paciente Alejandra, quien a sus 18 años me
decía tristemente que en cuanto llego la pubertad y su cuerpo
empezy a tomar forma de mujer, su padre antes muy cariñoso,
de pronto dejo de serlo y el recordaba con nostalgia aquellos
tiempos.
Esto pasa frecuentemente con los padres varones; abandonan la
expresiyn física de afecto hacia sus hijas porque suponen que
esta mal hacerlo cuando han llegado a cierta edad. La verdad es
que no existe una edad limite en la que las expresiones físicas de
amor deban suprimirse. Como todo en la vida, simplemente cam-
bian. Así como cambia la forma en que hablamos a los hijos
cuando son bebés o cuando tiene cinco o veinte años; así como
cambia la forma en que ponemos limites a nuestros hijos cuando
tiene dos, quince o veinte años; o bien, como cambia la forma en
que los alimentamos cuando son bebes con respecto a cuando
son niños mayores, así también, de manera natural muy esponta-
nea, cambia la forma de expresarles físicamente nuestro amor. Lo
que lo hace difícil es esa carga de prejuicios que hemos aso-
ciado al contacto físico. En la pubertad (entre los 11 y 13 años
aproximadamente) es común que los hijos les disguste el contac-
to físico de sus padres; mucho mas en público, es una incomodi-
dad que a veces tiene que soportar, sin embrago sigue siendo
importante para ellos.
Los caminos espirituales
Hay una diferencia entre religiyn y espiritualidad; una persona
puede ser religiosa pero no espiritual, o muy espiritual pero no
religiosa. La espiritualidad es una fusiyn, una conexiyn profunda
y real con lo divino, con el Ser Superior que se encuentra dentro
de nosotros y que esta en todo y en todos, cualquiera que sea el
nombre que le de a ese Ser Superior : Dios, Universo, Vida, Ala,
Jehová, Energía Cysmica, Esencia, Poder Superior. Al pronun-
ciar cualquiera de estos nombres estamos hablando de lo mismo y
por lo tanto, el nombre solo refleja tu preferencia personal. La
palabra “religiyn” proviene del vocablo latín religare, que significa
“religar” (reunir).
“
54
Necesidades Capitulo 1
Temario y Mecánica
Necesidades:
6.- Adquirir la “Guía del Sexto Paso”
Al adquirir “La Guía del Sexto Paso”, se evita cargar alguna
literatura que a veces al final de cuentas no se consigue tan fácil-
mente, en este folleto se concentra una buena parte de informa-
ciyn que necesitamos para realizar el Sexto y Séptimo Paso.
7.- Acudir con libreta y bolígrafo para hacer apuntes de los
temas.
Es necesario hacer apuntes ya sea de tareas o de los temas
que se tratan en este trabajo, muchas veces encontramos la
clave para la soluciyn de alguna dificultad que tenemos, alguna
frase, alguna observaciyn o cualquier otra necesidad.
8.- Llevar a las reuniones el siguiente material:
8. 1 - En todas la reuniones: Libro Gua del 6° y 7° Pasos, Libreta
y Bolígrafo
8. 2.-1° Reuniyn: Libro los 12 Pasos de AA y partida 9-1
8. 3.-2°. Libro las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. y la partida 8.1
8. 4.-3°. Libro de los 12 Pasos de AA y la partida 8.1
8. 5 -4° Reuniyn: La partida 8.1
TEMARIO Y MECANICA
1ra. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Es-
píritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. Plan de trabajo, temas de las reuniones, mecánica de las
reuniones, Lectura de la declaraciyn del Sexto y Séptimo Pa-
sos. Selecciyn de 3 a 5 defectos de carácter por persona, (30
minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. Compartimiento de los defectos propuestos por los que van a
realizar el Sexto y Séptimo Pasos, (30 minutos) 12:00 horas
5. Sexto Paso de AA, (150 minutos) 14:30 horas.
Comida (60 minutos), 15:30 horas
7. Los 7 defectos de carácter: Orgullo, Avaricia, Lujuria, Ira, Envi-
dia, Gula y Pereza, (90 minutos), 17:00 horas,
8. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
9. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
3
 Sesiones Capitulo 1
Temario y Mecánica
2da. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Es-
píritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. Tarea: comportamiento de los defectos desde la última reuniyn
(30 minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. Los 7 defectos de carácter: Orgullo, Avaricia, Lujuria, Ira, Envi-
dia, Gula y Pereza, (120 minutos) 12:30 horas
5. Sexto Paso Courage, (120 minutos), 14:30 horas
6. Comida (60 minutos) 15:30 horas
7. Los 7 defectos de carácter: Orgullo, Avaricia, Lujuria, Ira, Envi-
dia, Gula y Pereza, (30 minutos), 16:00 horas.
9. 1er. Capítulo del libro Leyes de la Enfermedad Mental y Emo-
cional de N.A. (60 minutos) 17:00 horas
10. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
11. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
3ra. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Es-
píritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. Tarea: comportamiento de los defectos desde la última reuniyn
(30 minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. Tarea: comportamiento de los defectos desde la última reuniyn
(30 minutos) 11:30 horas
5. 1er. Capítulo del libro Leyes de la Enfermedad Mental y Emo-
cional de N.A. (60 minutos) 12:30 horas
6. 3er. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (120 minutos) 14:30 horas
7. Comida (60 minutos) 15:30 horas
8. 5to. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (90 minutos) 17:00 horas
9. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
10. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
4 53
Capitulo 5 Tu hijo Tu espejo
Cap. 3. El Poder del Contacto Fisico
12. El poder del contacto físico
Existen tantas formas de reaccionar ante el contacto físico como
seres humanos hay sobre la tierra. Algunos le temen, otros lo dis-
frutan; algunos lo buscan, otros lo rechazan; hay quien lo evita y
hay quien no puede vivir sin el. “Ashley Montague habla del ham-
bre de la piel, que todos conocemos porque existen muchos ta-
búes contra el tacto”, El contacto físico satisface esa hambre que
todos tenemos.
Cuando somos bebés nos sentimos seguros y amados a través
del contacto físico de nuestra madre en primer lugar y el de nues-
tro padre y otras personas que nos aman, en segundo plano. Un
bebé al que se le priva del contacto físico puede presentar una
gama de enfermedades físicas y emocionales que van desde la
ansiedad, trastornos del sueño y del apetito, hasta fiebres inexpli-
cables, anemia e incluso raquitismo.
El contacto físico es una necesidad física y emocional básica del
ser humano y sylo cuando se ha padecido rechazo, desamor o
agresiyn física, la gente desarrolla temor o aversiyn hacia este
contacto. Pero en su estado natural, el ser humano lo busca y lo
disfruta. Un bebé o un niño pequeño, que están en etapa de la
vida en que mostramos más nuestra verdadera naturaleza, bus-
can el contacto físico y pueden sosegarse ante un brote de ansie-
dad con sylo ser tocados amorosa y suavemente durante un rato.
El Instituto de Investigaciyn del tacto, de la universidad de Miami,
ha realizado numerosos estudios relativos a los efectos sanado-
res del contacto físico, colaborando además con colaboradores
de la Universidad de Duque y Harvard. Han hallado, por ejemplo,
la reducciyn de ataques de apnea (muerte súbita) y como los be-
bes prematuros que son tocados suave y amorosamente todos los
días aumentan de peso casi el doble de rápido de los que no son
acariciados. Asimismo, han relacionado el contacto físico con el
desarrollo de mejores reflejos, mayor resistencia a las enferme-
dades y estados de ánimo más tranquilos en bebes normales que
son acariciados.
En investigaciones con personas de cualquier edad, el Instituto de
Investigaciones del Tacto ha descubierto que incluso el más leve
contacto físico tiene importantes efectos: por ejemplo, baja la fre-
cuencia cardiaca y la presiyn arterial, estimula el sistema inmuni-
tario
y por lo tanto aumenta la resistencia a las enfermedades favore-
ce la secreciyn de endorfinas (los analgésicos naturales) reduce
la concentraciyn de cortisol y noradrenalina (hormona del estrés)
y reduce la tendencia a la depresiyn y a la sensaciyn de soledad.
 Tu hijo Tu espejo Capitulo 5
Cap. 3. Yo no puedo hacerlo hazlo tu por mi
Con frecuencia me encuentro con que la problemática de la elec-
ciyn de carrera en los jyvenes afecta profundamente a los pa-
dres, a los hijos y la relaciyn entre ambos. No hay duda que la
presiyn que muchos padres ejercen sobre los hijos para que es-
tudien o no estudien una determinada carrera está mi vida por un
interés de bienestar y amor para ellos, pero no perdamos de vista
que el éxito profesional no lo brinda la carrera, ni siquiera, de ma-
nera determinante, la universidad en que se estudie, sino mas
bien la persona. No hay carreras de éxito, hay personas exitosas.
Todos venimos a la vida a hacer algo, a eso llamamos vocaciyn
o misiyn, nacemos con habilidades y talentos para ello, desde
niños sabemos cuales son; es mas jugamos a eso. Sin embrago,
los miedos, los prejuicios, y las opiniones de los adultos que nos
rodean nos comienzan poco a poco a influenciarnos y a poner en
duda esa claridad respecto a nuestra vocaciyn, de modo que
cuando llegamos a la adolescencia nos convertimos en uno de
esos jyvenes que han olvidado lo que quieren en la vida y para
que son buenos. Pero una cosa es cierta: cuando alguien hace
algo congruente con su vocaciyn, se le facilita su actividad, la
ama, la disfruta, la desempeña bien y por lo tanto el éxito vendrá
por añadidura. Estos factores no se inyectan desde afuera con
una carrera o una universidad, se llevan dentro.
He escuchado la preocupaciyn de muchos padres de que si su
hijo estudia determinada carrera va a fracasar y no va obtener el
dinero suficiente para mantener a una familia.
Usan esa típica expresiyn de “con eso te vas a morir de hambre”.
Te diré algo: es mucho mas probable que fracasen, que no pue-
dan mantener una familia y “Se mueran de hambre” si estudian
una carrera que no les gusta y que no es congruente con lo que
ellos son. No así si estudian lo que ellos les atrae, les llena el al-
ma y les inspira un profundo interés. Aceptémoslo de una vez: la
carrera en si mismo no tiene el poder de dar éxito; el éxito es una
conjunciyn de muchos factores que tiene que ver con la persona
misma… punto. Es comprensible aceptable y valido que algunos
padres oscilen de entre presionar al hijo para que se desencante
por determinada carrera y luego puedan darse cuenta de que es-
tán ejerciendo demasiada presiyn y echarse atrás, para después
volver a presionar y así sucesivamente. Pero algo me indigna so-
bremanera son aquellos padres que retiran el apoyo, el amor y la
aceptaciyn a un hijo solo porque se rehúsa a estudiar o a dedi-
carse a lo que ellos desean
El meollo de este asunto es así de claro: a pesar de ser el padre
o la madre, no tiene derecho a exigir, ni siquiera a esperar que
sus hijos sean una extensiyn de ti mismo, que ellos pongan fin a
tus asuntos inconclusos y curen tu frustraciyn y amargura. Curar
la propia historia le corresponde a cada cual y siempre hay for-
mas de hacerlo. Casi siempre podrás llevar a cabo esas cosas
que te quedaste con ganas de hacer (como Alfredo y el piano) y
cuando ya tu realidad no te lo permita te queda la posibilidad de
trabajar en reconciliarte con tu propia vida, amar tu pasado tal
52
Capitulo 1 Sesiones
Temario y Mecánica
4ta. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Espí-
ritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. Tarea: comportamiento de los defectos desde la última reuniyn
(30 minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. 5to. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (30 minutos) 11:30 horas
5. 8to. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (120 minutos) 13:30 horas
6. 12vo. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (60 minutos) 14:30 horas
7. Comida (60 minutos) 15:30 horas
8. 12vo. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (60 minutos) 16:30 horas
9. 21vo. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (30 minutos) 17:00 horas
10. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
11. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
5ta. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Es-
píritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. 21vo. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (30 minutos) 10:00
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. 21vo. Capítulo del libro Las Leyes de la Enfermedad Mental y
Emocional de N.A. (60 minutos) 12:00 horas
5. Séptimo Paso de A.A. (150 minutos) 14:30 horas
6. Comida (60 minutos) 15:30 horas
7. Cualidades o virtudes opuestos a los defectos de carácter (90
minutos) 17:00 horas
8. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
9. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
5
 Sesiones Capitulo 1
Temario y Mecánica
6ta. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Espí-
ritu Santo, Padre Nuestro, Auto presentaciyn. (30 minutos)
09:30 horas
2. Cualidades o virtudes opuestos a los defectos de carácter (30
minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. Cualidades o virtudes opuestos a los defectos de carácter (30
minutos) 11:30 horas
5. Séptimo Paso Courage (150 minutos) 14:00 horas
6. Capítulo 1 del libro Tu hijo tu Espejo, (30 minutos) 14:30 horas
7. Comida (60 minutos) 15:30 horas
8. Capítulo 1 del libro Tu hijo tu Espejo, (60 minutos) 16:30 horas
9. Capítulo 3 del libro Tu hijo tu Espejo, (30 minutos) 17:00 horas
10. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
11. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
7ma. Sesiyn:
1. Inicio 09:00 horas: Bolsa Ciega, saludo, respiraciones, relaja-
ciyn, silencio y meditaciyn de 3 a 5 minutos, Invocaciyn al Espí-
ritu Santo, Padre Nuestro, Presentaciyn 6° y 7° Pasos, Auto
presentaciyn. (30 minutos) 09:30 horas
2. Capítulo 1 del libro Tu hijo tu Espejo, (30 minutos) 10:00 horas
3. Desayuno (60 minutos) 11:00 horas
4. Capítulo 1 del libro Tu hijo tu Espejo, (30 minutos) 11:30 horas
5. Capítulo 12 del libro Tu hijo tu Espejo, (60 minutos) 13:00 horas
6. Capítulo 21 del libro Tu hijo tu Espejo, (90 minutos) 14:30 horas
7. Comida (60 minutos) 15:30 horas
8. Capítulo 21 del libro Tu hijo tu Espejo, (30 minutos) 16:00 horas
9. Autodiagnystico (30 minutos) 16:30 horas
10. Leer compartir Autodiagnystico21vo. Capítulo del libro Tu hijo
tu Espejo, (90 minutos) 14:30 horas con sus compañeros (30
minutos) 17:00 horas
11. Motivaciones, avisos y tarea (10 minutos) 17:10 horas.
12. Final de la reuniyn: Agradecimiento a Dios y preces por cada
uno de los presentes, Padre Nuestro, Dios te Salve… y Gloria
al Padre…Saludo de Paz. (20 minutos) 17:30 horas
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Capitulo 5 Tu hijo Tu espejo
Cap. 3 Yo no puedo hacerlo hazlo tu por mi
Ernesto:.
Ernesto tiene 28 años, sufre depresiones, atraviesa por una evi-
dente crisis existencial y no le encuentra sentido a su vida. Es
sumamente sensible y le encanta leer libros profundos, filosofar,
pintar, escribir, posee toda la personalidad del artista y filosofo,
pero es administrador de empresas con un posgrado en finanzas
y está a punto de inscribirse en un master en desarrollo organiza-
cional.
—¿te gusta lo que haces? — le pregunto. —pues… si…, por aquí
esta el futuro más prometedor —me contesta, con un tono de voz
y un lenguaje corporal que no me permiten creerle. Me siento im-
pulsada a preguntarle de quien son estas palabras, porque esta
claro que suyas no son. Al hacerlo sylo se encoge de hombros y
sonríe como única respuesta.
El padre de Ernesto, un hombre sumamente rígido y amargado,
tuvo una boyante empresa familiar, heredada de varias genera-
ciones anteriores y que se fue a la quiebra, según dicen que por
su mala administraciyn.—debí estudiar cosas relacionadas con la
administraciyn de empresas como mi hijo —comenta el padre con
evidentes signos de culpa, frustraciyn y amargura, y que muchos
no le perdonan tampoco, por ese fracaso que todavía no se per-
dona Venciendo obstáculos de toda índole, logry levantar otra
pequeña empresa que es la que ahora su hijo Ernesto, “que si
sabe de eso”, administra. Lamentablemente, Ernesto compro la
idea, se identifico, sin darse cuenta, con esa parte de la historia
de su padre y creyy que eran decisiones, que estaba haciendo
con su vida lo que el había elegido. Aunque en cierta medida se
daba cuenta de todo esto, no se atreviy nunca a contradecir a su
padre o a “fallarle”, como el decía, estudiando filosofía arte o cual-
quiera de esas cosas que tanto le gustan, pero “que no sirven pa-
ra nada” según palabras de su padre. Ernesto estaba cargando
con decisiones en parte impuestas por su padre — y un tanto im-
puestas por si mismo — que lo hacían sentirse responsable de
rehacer la historia de su progenitor y evitar que este llevara de
nuevo a pique la empresa que iba floreciendo.
El hecho de que un hijo ayude en la empresa o en el negocio fa-
miliar o que continúe haciéndose cargo de él no está mal en sí
mismo; el problema se presenta cuando su vocaciyn, su persona-
lidad y sus intereses difieren de esa actividad. Es entonces cuan-
do la renuncia de hijo a ser el mismo y realizar su propia vocaciyn
se cobra con un precio muy alto.
La insatisfacciyn con la propia vida, la represiyn y la frustraciyn de
los mas profundos deseos y aspiraciones son algunos de los más
importantes factores que conducen a la infelicidad y a la en-
fermedad emocional.
 Tu hijo Tu espejo Capitulo 5
Cap. 3 Yo no puedo hacerlo hazlo tu por mi
Ella por su parte, reventy también en sollozos y le dijo: yo nunca
te pedí un piano, tu dijiste que lo ibas a comprar porque era un
hermosos instrumento y te encantaría que yo lo tocara. A mi no
me gusta, y te lo dije entonces. Simplemente no me interesa,
cuando paso junto a él siento un nudo en el estomago y no quiero
ni verlo, porque me siento tan presionada por ti, tan culpable por-
que se el enorme esfuerzo que hiciste para comprarlo, pero yo
nunca te lo pedí, no puedo tocarlo, no quiero tocarlo.
Todavía en estos momentos, Alfonso seguía percibiendo a su hija
como malagradecida, desconsiderada y tonta porque no aprecia-
ba algo tan maravilloso como era tocar el piano. Fue necesario
trabajar en un proceso individual con él para que comprendiera lo
que le estaba pasando en un nivel muy profundo e inconsciente
con el asunto del piano.
Alfonso fue un niño pobre, por muchos años deseo tener un piano
y aprender a tocarlo, pero esto nunca sucediy. Ahora como adul-
to, al comprar el piano para Laura y contratarle el mejor maestro,
inconscientemente trataba de llenar ese espacio que quedo vaciy
en su vida, o mejor dicho, quiso que Laura lo llenara por él. Con
frecuencia, los padres creemos que somos demasiados viejos
para intentar algo, o que es incorrecto gastar tanto dinero en no-
sotros mismos: entonces, sin ser consciente de que esa es la ra-
zyn, mostramos fuerte interés para que nuestros hijos hagan o
aprendan ciertas cosas. Así, simbylicamente, llenamos a través de
ellos ese espacio vaciy en nuestras vidas.
Tales fueron las respuestas de Alfonso cuando le cuestione que
porque no se daba la oportunidad de estudiar piano ahora que ya
era adulto, pues no necesitaba que nadie se lo proporcionara
puesto que el podía hacerlo. Estas son, por cierto, una de las
ventajas de ser adulto. Reconociy también que compry el piano
para su hija porque para hacerlo para si mismo habría sido un
desperdicio, un gasto superfluo, innecesario e imperdonable ante
los ojos de él y de su esposa. Sylo pudo decidirse a pagar esas
clases para el cuando re encuadramos el asunto imaginando que
lo hacia para su niño interior, para el niño que un día fue y que
todavía tenia tantas ganas de tocar piano. Al comunicarse Alfon-
so y Laura respecto a esto, al comprender lo que el uno y el otro
estaban sintiendo, la relaciyn entre ellos mejory notablemente y
aprendieron la importancia de hablar de lo que se siente.
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Capitulo 2 Los Deseos Erryneos
Capitulo No. 2
SEXTO PASO COURAGE
Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos libe-
rase de todos estos defectos de carácter
Se les pidiy despojarse del hombre viejo al que sus pasiones
van destruyendo, pues así fue su conducta anterior y renovarse
por el espíritu desde dentro. Revístanse, pues del hombre nuevo,
el hombre según Dios que el crea en la verdadera justicia y santi-
dad. (Ef. 4:22-24.
En la cita anterior San Pablo nos recuerda la verdad sobre
nosotros mismos, la cual descubrimos en los primeros cinco pa-
sos: de que hemos vivido de acuerdo a deseos erryneos los cua-
les fueron la causa de nuestras desgracias. ¿Cuáles fueron esos
deseos erryneos? Son los defectos de carácter que admitimos
ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano (Quinto
Paso).
Los deseos erryneos
Estos deseos se pueden resumir en:
 El deseo de ser necesitado, el cual confundimos con el
amor y en la búsqueda de este deseo, dado que es erry-
neo, en lugar de recibir amor, llegamos a ser facilitadores y
promotores de las dependencias.
 El deseo de ser tomado en cuenta. En nuestra desespera-
ciyn por tener algún valor ante los ojos de los demás, llega-
mos a ser desleales con nosotros mismos.
 El deseo de controlar, el cual no hace nada para profundizar
hacia una paz interior, en su lugar, nos hace irritables e irrazo-
nables nos deshabilita para llevarnos bien con los demás; en
nuestro afán por controlar, nuestras intrigas y amenazas nos
dejaron emocionalmente abatidos.
 La necesidad de aparentar ser mejores que los demás, lo cual
solamente agrandy nuestra inseguridad ya que estaba basada
en una premisa falsa: que el valor propio es el resultado por
algo que hicimos.
 El deseo de sufrir, donde tenemos un inconsciente tal vez sen-
timiento de necesidad de sufrir para sentir algo de valor o tal
vez no sentimos que no merecemos la felicidad, nos sentimos
ansiosos y saboteamos nuestra propia felicidad.
Todo desarrollo espiritual comienza con un profundo anhelo
de cambio, para “cambiar los viejos moldes”, el cual es corrompi-
do por esos deseos erryneos. La vida Cristiana es una respuesta
al llamado de Cristo y se convierte en algo fundamentalmente
diferente. Esta gracia no es ganada. Nos es dada gratuitamente
en el bautizo, pero esta se extenderá, día a día, solamente con
nuestra colaboraciyn. Jesús revely este llamado a Nicodemo.
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 6° Paso Courage Capitulo 2
El deseo de cambiar: Un prerrequisito
Juan le contesty: “En verdad les digo que nadie puede ver el reino de
Dios si no nace de nuevo desde arriba” Juan 3:3
Esta vida nueva es un regalo de cristo, concedida en el bautis-
mo, pero no rendirá frutos sin nuestra cooperaciyn. San Pablo
nos exhorta: “Echen fuera la vieja levadura y purifíquense: uste-
des han de ser una masa nueva… (1 Cor. 5:7) Para llevar a cabo
nuestra transformaciyn en la semejanza a Cristo requerimos del
deseo de cambiar, para llegar a ser fundamentalmente diferentes.
A menos de que tengamos este deseo, el Sexto Paso jamás nos
encontrara eternamente dispuestos a dejar que se nos quiten los
defectos de carácter y por tanto, nunca conoceremos la completa
libertad ni la felicidad. ¿Si no tenemos este prerrequisito existe
alguna manera de que podamos aumentar este deseo en noso-
tros? Así debe ser, Jesús no frustrará nuestros deseos inherentes
de libertad y felicidad.
El deseo de cambiar: un prerrequisito para el cambio
Sylo aquel que tenga una ilimitada disposiciyn para cambiar
puede alcanzar la madurez espiritual requerida en el séptimo pa-
so. El presente paso es una preparaciyn para que Dios nos trans-
forme con su gracia sin fijar límites a la modificaciyn de nuestro
carácter.
Todos sabemos de personas que dicen haber cambiado, pero
su deseo de cambio nunca estuvo profundamente enraizado. La
hermana Ignacia (amiga de AA) contaba de un sacerdote alcohy-
lico que llego a la comunidad del Rosario—un centro de recupe-
raciyn iniciado por Sor Ignacia y las hermanas de la caridad de
San Agustín. “Oh pero eres tú”, decía ella, reconociéndole como
miembro de una familia de personas quienes habían sido bene-
factoras de las hermanas “¿Supongo que piensas que sylo por-
que tu familia ha sido generosa con nosotros te vamos a permitir
que ingreses aquí?” La hermana Ignacia parecía ser muy dura,
pero sabia que cualquier simpatía inmerecida para un alcohylico
lo podría conducir a la ruina. “¿Por qué se que quieres entrar
aquí?”, ella lo retaba, “es que tengo que dejar de beber”, respon-
diy él, “no hay nada que hacer con eso”, ella replicy, mientras lo
acomodaba hacia la ventana de su oficina, mostrándole el bar que
estaba al cruzar la calle, "si tu entraras aquí ahora, la mitad de los
presos comenzarían a decir que ellos también tiene que
abandonar la bebida”.
Hacia donde lo estaba conduciendo, a reflexionar si él quería
dejar de beber, debería tener el deseo de hacerlo. Si esto no era
así, ella no podría dejarle entrar. Podemos decir que queremos
hacer algo, pero sin el deseo sincero nunca cambiaremos.
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Capitulo 5 Tu hijo tu espejo
Cap. 3. Yo no puedo hacerlo hazlo tu por mi
Libro Tu Hijo Tu Espejo
Laura
Sus hijos no son de ustedes. Son los hijos y las hijas del anhelo
de la vida por perpetuarse. Llegan a través de ustedes, mas no
son realmente de ustedes. Y aunque están con ustedes, no les
pertenecen.
Podrán darle su amor, pero no sus pensamientos, porque tienen
sus propios pensamientos.
Podrán albergar sus cuerpos, pero no sus almas, porque almas
moran en la casa del mañana, que no pueden visitar, ni siquiera
en sueños.
Podrán, si mucho, parecerse a ellos, más no tratén de hacerlos
semejantes a ustedes.
Porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer. Son los ar-
cos para que sus hijos, flechas vivientes se lancen al espacio.
El arquero ve la marca en el infinito y Él es quien los doblega, con
su poder, para que sus flechas partan veloces a la lejanía. Que el
doblega miento en manos del arquero sea su alegría, porque
aquel que ama a la flecha que vuela, también ama al arco que no
viaja.
Laura de 13 años, llego una tarde a consulta llevada por sus
padres Alfonso y Lucia. La chica se estaba volviendo muy difícil,
decía Alfonso, lloraba y se quejaba todo el tiempo y de todo; am-
bos discutían frecuentemente y ella que solía ser cariñosa con el,
ahora estaba hostil y agresiva. Laura, por su parte, señalaba
exactamente lo mismo respecto al padre y agregaba: “me trata
como su trapeador”
La madre casi ausente, periférica, aislada, decía estar cansada de
oírlos discutir todo el día y no tenia ánimos ni siquiera de opi-
nar.entrecortada, le dijo a su hija: Laura estoy sentido contigo, no
te imaginas como me ha dolido tu indiferencia con el piano. Tu no
sabes todo lo que tuve que hacer para comprarlo
Vendí mi reloj tan especial, pedí prestado, use mis ahorros para
poderte comprar ese finísimo piano. Busque al mejor pianista de
la ciudad y mira que, tu cancelas las clases, jamás practicas el
piano duras semanas sin que siquiera lo abras.
Laura estaba conmovida, yo también: era conmovedor ver a ese
hombre enorme llorando y hablando como un niño dolido. Laura
empezy a justificarse y a dar una larga lista de excusas por las
que no usaba el piano y cancelaba sus clases, hasta que la detu-
ve y le pedí: Laura di la verdadera razyn por lo que lo haces, di a
tu padre que sientes respecto al piano y al interés en que apren-
das a tocarlo.
 Tu hijo Tu espejo Capitulo 5
Defensas
Si bien la proyecciyn es un mecanismo que puede ser activado
ante cualquier persona, en este libro nos enfocaremos específi-
camente en la proyecciyn en las relaciones con nuestros hijos.
Pero ¿es posible que exista una relaciyn donde la proyecciyn
no ocurra? La respuesta es no. Mientras vivamos en un cuerpo
físico en el planeta tierra estaremos proyectando.
Sin embargo este mecanismo de defensa no esta mal en si
mismo ya que puede ser un eficaz medio de autoconocimiento,
pues los demás funcionan como espejo de cuerpo entero, que
nos permite ver nuestros rasgos funcionales y disfuncionales lo
cual seria muy difícil identificar de otro modo. Por eso se dice
que las personas que nos caen mal, son una maravillosa fuente
de informaciyn para detectar lo que no hemos solucionado den-
tro de nosotros mismos.
Es importante mencionar que la proyecciyn no sylo aparece en
un sentido negativo, es decir, no sylo proyectamos en los otros
nuestros conflictos de personalidad, sino también nuestras áreas
de luz, de manera que todo eso que te gusta de otra persona es
una proyecciyn de los aspectos bellos y sanos de ti mismo.
Las personas que critican constantemente, que en todo y en
todos encuentran un motivo de queja, que perciben siempre el
punto negro en el mantel blanco, tienen un gran desprecio en si
mismos, una sombra2 que constantemente la proyectan a su al-
rededor. Asimismo, quienes ven tanta belleza, bondad y luz en
otros están proyectando su propia belleza, bondad y luz.
2
Sombra: término propuesto por Carl G. Jung para referirse a los
aspectos indeseables de la personalidad que están fuera de
nuestra conciencia.
Otro mecanismo de defensa del que es indispensable hablar es
la negaciyn. Esta se refiere a la no aceptaciyn de una realidad
que puede ser externa, por ejemplo algo que esta sucediendo en
la vida de las personas o interna como una necesidad, un senti-
miento, un deseo o un rasgo de personalidad los cuales resultan
amenazantes y difíciles de reconocer.
Lo primero que necesitas hacer, si quieres cambiar algo, es
salir de la negaciyn, ya que es imposible manejar lo que no
aceptas ni reconoces. ¿Cymo buscas soluciones a un problema?
si te aferras a la idea de que dicho problema no existe. Salir de la
negaciyn y reconocer que hay algo que no funciona que necesita
ser cambiado e incluso reconocer que a veces no puedes solo y
que necesitas ayuda, es el primer gran paso, sin el cual no son
posibles la curaciyn y el cambio. Después de este paso, por cier-
to quizás el mas difícil, todo lo demás viene casi por añadidura.
Pero ¿Por qué es tan difícil reconocer nuestros sentimientos mal
llamados “negativos” (los sentimientos no son negativos o positi-
vos simplemente son), como la envidia, el resentimiento, la ira o
el miedo? ¿Por qué es tan difícil aceptar que tenemos un proble-
ma, que no sabemos como resolverlo y tal vez estemos equivo-
cándonos?
48
Capitulo 2 6to. Paso Courage
El deseo de cambiar
Lo que es necesario como primera condiciyn para nuestra trans-
formaciyn es un profundo deseo de cambiar, para desearlo lo su-
ficiente de modo que el poder de Dios pueda actuar en nosotros.
Podemos hacer más profundo nuestro deseo mediante la buena
lectura, la literatura clásica pura, especialmente la vida buena de
los santos. Por las vidas buenas de los santos, queremos decir
aquellas que estén basadas en una experiencia verdadera con
sus vidas y sus enseñanzas, así veremos a los santos en toda su
humana imperfecciyn y como la gracia de Dios ha actuado en
ellos para transformarlos, una vez que tomaron la decisiyn cons-
ciente de cambiar. Como Santa Fabiola, quien desprecio a su ma-
rido y corriy a los brazos de su amante, pero algunos años des-
pués, arrepentida regreso a la iglesia y se convirtiy en amiga de
los pobres. O como Santa María de Egipto que fue prostituta an-
tes de su conversiyn.
 Aun cuando uno hace la confesiyn de sus pecados, esta
debería de hacerse con una alabanza a Dios; tampoco es
una confesiyn de pecados de una santurrona, a menos que
sea hecha sin desesperaciyn y con una oraciyn a la miseri-
cordia de Dios. (San Agustín siglo V)
 No sirve de gran cosa el que te rueguen para volverte una
persona nueva, cuando no encuentras razyn alguna para hacerlo.
(R.H. Benson siglo XX)
 Si aspiras al crecimiento espiritual, debes de reusarte no
solo a las cosas malas en sí mismas, sino también a aque-
llas que parecen malas. En el primer caso consideras tu
coincidencia en el segundo tu reputaciyn. (San Bernardo siglo
XII).
 Benditos sean todos aquellos que no hacen su voluntad
aquí en la tierra, por Dios se hará en el cielo. (San Francis-
co de Sales siglo XVII).
 La Iglesia es una casa con cien puertas, pero no hay dos
hombres que entren exactamente del mismo modo. (G. K.
Chesterton, siglo XX).
 No hay en el mundo felicidad tan grande que se compare
con la experiencia de una conversiyn. (R.H. Benston, siglo
XX)
 Concédenos Señor, te suplicamos, el espíritu para siempre
pensar y hacer las cosas que son correctas; que nosotros
quienes no podemos existir sin ti, podamos vivir de acuerdo con tu
voluntad. (Misal Romano, Leonino, siglo V)
9
6to. Paso Courage Capitulo 2
El deseo de cambiar
Esta literatura nos motiva para querer ser las personas que
Dios nos ha llamado a ser. Y no solamente la literatura, sino las
buenas películas como los filmes clásicos con una buena solven-
cia moral para los problemas presentados, películas con verdade-
ros valores. Por ejemplo un clásico de cine protagonizado por
Bette Davis, llamado “Now Voyager” donde la actriz representa
un personaje que sufre una relaciyn de codependencia con su
controladora madre y en el transcurso Bette Davis se enamora de
un hombre casado, pero como la película fue hecha en los tiem-
pos de los valores morales judeo-cristianos, ella no cae en adulte-
rio pero encuentra otra forma de expresar su amor por este hom-
bre. Otro video inspirador es un documental sobre la vida de la
Madre Teresa llamado “Mother Teresa: The Legacy”, importante
para todo Catylico.
La meditaciyn en los valores humanos que influenciaron las vidas
de los santos o en la buena literatura clásica y películas nos ayu-
da a incrementar nuestro deseo interior para dejar que Dios nos
transforme completamente sin que pongamos límites para ello.
Solo por el hecho de tener la disposiciyn entera para el cambio,
seremos capaces de dar la colaboraciyn que Dios requiere de
nosotros. Esta es la preparaciyn necesaria para el siguiente Pa-
so.
En la medida de nuestra disposiciyn para el cambio estará
nuestro éxito en el trabajo del sexto paso. Este es un aspecto
esencial en la vida cristiana, como explico a Nicodemo nuestro
bendito Señor. La gracia de Cristo nos permitiy encarar nuestros
defectos con toda honestidad en los Pasos 4 y 5; con nuestra co-
laboraciyn, esa gracia activa nos dispondrá para estar completa-
mente dispuestos a dejar que Dios remueva los defectos de ca-
rácter que nos mantienen alejados de la alegría de vivir.
Habiendo trabajado bien los primeros cinco Pasos, ya no ex-
perimentamos más la culpa por las malas acciones de nuestro
pasado. Esto es esencial para nuestro crecimiento y para muchas
personas que no pueden perdonarse a si mismas por su naturale-
za herida. En última estancia, esto tiene que ver con el orgullo. La
humildad es aceptar nuestra pequeñez y ser feliz a pesar de esta.
Sí tenemos deseos pecaminosos, y sí en el pasado actuamos en
base a ellos, pero si hemos trabajado correctamente en estos Pa-
sos y si estamos sinceramente arrepentidos y apenados por ello y
por el dolor que nos causaron nuestros malos actos ya no experi-
mentamos ese “sentimiento”. Por nosotros solos no podemos
sentir esos sentimientos (ver Panfleto Las Pasiones) entonces
tendremos la suficiente humildad para aceptarnos a nosotros mis-
mos como quiera que seamos; Dios nos ama completamente
como quiera que seamos. Él nos ama tanto que nos sostiene co-
mo seamos y ahora podemos amarnos a nosotros mismos tal co-
mo somos,
10
Las Defensas Tu Hijo Tu Espejo
Capitulo No. 5
Números 32:17 y nosotros nos armaremos, e iremos con dili-
gencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su
lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes a causa de
los moradores de la tierra.
Características de la diligencia.
 Diligencia con Dios significa cumplir con los compromisos con él
(oraciones, promesas, mandamientos, etc).
 Diligencia con uno mismo significa ser activo, no caer en
la pereza, con metas fijas y cumpliéndolas a tiempo.
 Diligencia con los demás significa poner entusiasmo en las accio-
nes que se realizan con y para ellos.
 Como el roble que se mantiene en pie con entusiasmo y diligen-
cia en sus acciones tanto presentes como futuras.
 Como aquel guerrero que al aceptar sus errores acepta a la vez
el amor completo hacia su persona, para saber así remediarlos
por medio de la diligencia.
 La diligencia es el regalo más noble de Dios, para con el hombre,
de allí provienen las obras de la tierra.
TU HIJO TU ESPEJO
Cap. 1. Las Defensas
Para comprender todo este asunto de la “parte oculta” de la rela-
ciyn padres-hijos, necesitamos hablar primero de los mecanis-
mos de defensa. Estos son medios que utilizamos inconsciente-
mente para afrontar las situaciones difíciles, distorsionando, dis-
frazando o rechazando la realidad y así reducimos la ansiedad.
Existen alrededor de trece mecanismos de defensa, sin embar-
go, para los fines de este libro nos enfocaremos en tres de ellos:
la proyecciyn, la negaciyn, y la formaciyn reactiva. De esta ulti-
ma hablare en el capitulo 5.
Si bien todos, en ciertos momentos, utilizamos algún mecanismo
de defensa, esto sucede en mínimo grado en las personas psico-
lygicamente sanas y maduras, ya que tienen muy buen grado de
autoconocimiento y manejo de sus propios procesos. De tal ma-
nera que mientras más sana sea una persona menos utiliza los
mecanismos de defensa y, cuando lo hace, casi siempre es
consciente de ello. Debido a que en este libro revisaremos las
diferentes formas de proyecciyn que los padres activamos con
nuestros hijos y como la negaciyn nos impide reconocerlos, a
continuaciyn explicare en que consisten estos dos mecanismos
de defensa, que son además muy interesantes
La proyecciyn es el proceso de atribuir a otros lo que nos perte-
nece a uno mismo, de tal forma que aquello que percibimos en los
demás es en realidad una proyecciyn de algo que nos perte-
nece; puede ser un sentimiento, una carencia una necesidad o un
rasgo de nuestra personalidad.
47
 Capitulo 4
Cualidades o Virtudes
La Diligencia
La Diligencia
Prontitud, presteza, voluntad de hacer las cosas, acciyn, activi-
dad. El trabajo es un don de Dios, y no es el trabajo el que nos va
a matar, sino la angustia de no hacerlo. Estamos en este mundo
para mejorarlo y esto lo logramos siendo diligentes. ¿Qué mundo
vamos a dejar a nuestros hijos?. Somos diligentes cuando toma-
mos la aptitud de terminar un trabajo y la mantenemos firme has-
ta el final. Las metas intermedias son la clave. para eso. Cuando
dejamos a otra persona la responsabilidad de esos compromisos
cotidianos, juntas, inscripciones, velatorios, convivencias, juntas
escolares, etc. Desatendemos la comunicaciyn con la familia y el
día que queremos opinar sobre la disciplina de la casa tenemos
problemas. La persistencia, el entusiasmo, y la creatividad son
aliadas poderosas para la diligencia. La fe genuina y autentica en
uno mismo tal vez no del tamaño del grano de la mostaza, es el
“combustible para la persistencia, el entusiasmo y la creatividad en
la diligencia de nuestros problemas.
Sylo se necesita calidad de Fe y no cantidad para la acciyn y la
actividad. Somos diligentes cuando nos dedicamos a realizar gus-
tosamente nuestro trabajo actual desde la primera hasta la última
hora. Somos diligentes cuando hacemos "un poquito mas" en
nuestro trabajo, sin el pensamiento egoísta de esperar recompen-
sa.
Diligencia en la Enciclopedia
"La palabra diligencia procede del verbo latino “diligere”, que
curiosamente significa amar. Pero no un amar en general, sino un
amar con delicadeza, con cariño. Es mucho más que el simple
verbo, también latino, “amare”, que es más general, y que abarca
también amar cosas y animales. La diligencia se da para expresar
este amor de dedicaciyn a las personas y sylo a las personas. La
diligencia, en sentido más alto, es el esmero y el cuidado en eje-
cutar algo. Somos diligentes cuando despapelamos el escritorio y
de cinco o diez problemas solucionamos uno a la vez. El sano
juicio (prudencia) aunado a la diligencia nos previene en contra
de lo superfluo o de los excesos en nuestros asuntos. Aristyteles
dijo: “Sustituye el ocio y los vicios que te hacen infeliz, por el tra-
bajo y las virtudes y serás dichoso,
La diligencia en la Blblia
Levítico 10:16 Moisés pregunty con diligencia por el macho ca-
brío de la ofrenda por el pecado, y he aquí que había sido que-
mado. Y se enojy con Eleazar e Itamar, los hijos que le habían
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Capitulo 2 6to. Paso Courage
Dentro del Corazón del Misterio Pascual
Cuando decimos “ama al pecador pero rechaza el pecado”, es-
to aplica también para nosotros. Debemos de aprender a amar al
pecador en nosotros pero rechazando los actos pecaminosos. Y
como somos aceptados por el amor incondicional de Dios, Él nos
otorga el permiso, para hablar, para amarnos y perdonarnos a
nosotros mismos, pero esto es imposible mientras nos aferremos
a nuestros defectos. Nuestra fe en Dios nos permite aceptar que
Él nos librara únicamente de aquellos defectos de carácter que
considere esenciales y con el tiempo que Él disponga. Este pro-
ceso de llegar a estar enteramente dispuestos a dejar que Dios
nos transforme, forma parte de un misterio pascual que nosotros
como catylicos, estamos llamados a vivir.
Dentro del Corazyn del Misterio Pascual
Cristo ofrece la salvaciyn al mundo por medio del sacrificio de
su vida ofrendada por amor. Nosotros, los miembros de su cuerpo
místico, el cual es la Iglesia, estamos habilitados para entrar con
nuestra vida entera dentro de este misterio pascual. En nuestro
bautismo iniciamos la entrada y ahora, por conducto de la deci-
siyn personal consciente y propia, alentados por su gracia, libre-
mente ofrecemos todo lo que somos y todo lo que hicimos en
uniyn con su sacrificio pascual para el despliegue de esa gracia
bautismal. Como privilegiados miembros de Cristo, a través de
nuestros esfuerzos diarios somos llevados cerca de Él quien es
nuestra vida.
Celebrando los misterios sagrados de la Liturgia cada domingo
y también como una base diaria, estamos llamados a seguir a
Cristo dentro del corazyn del misterio pascual. Nuestra prepara-
ciyn en el Paso 6, para estar enteramente dispuestos a dejar que
la gracia de Cristo nos transforme en el Paso 7, nos lleva adentro
de un desierto, por así decirlo. La Iglesia de los primeros padres
representa el primer paso de la travesía espiritual como una reca-
pitulaciyn en nuestras vidas desde el antiguo testamento hasta la
pasiyn, muerte y resurrecciyn de nuestro señor Jesucristo
Por medio de la acciyn de su gracia la intenciyn de Dios es
que cada cristiano reviva en Cristo durante la primera parte de su vida,
Dios lleva a su gente desde la caída de Adán has-
ta la muerte y resurrecciyn de Cristo y que cada cristiano a partir de
entonces viva como un hijo de Dios en Cristo en ple-
na libertad del Espíritu Santo, tal que glorifique al Padre en la Iglesia
haciendo saber de Él a todos los hombres mediante el poder del Espíritu
Santo.
De este modo, de acuerdo a los primeros padres, tenemos dos
etapas básicas en este viaje espiritual. La primera etapa es la ba-
talla que nos conduce a experimentar la profunda herida infligida
por el pecado original y nuestros pecados personales, los cuales
por medio de la gracia redentora de Cristo, esperamos sanar de
ellos. Si perseveramos en los Pasos 6 y 7, estaremos habilitados
11
 6° Paso Courage Capitulo 2
Dentro del corazón del misterio pascual
para cooperar con su gracia y su proceder en el resto del pro-
grama de los Doce Pasos, habremos alcanzado el final de la pri-
mera etapa que San Irineo nos dice al respecto. Hasta este pun-
to, nuestros tres grandes enemigos: el mundo la carne y el domi-
nio, no tendrán ya mas poder sobre nosotros. Entonces seremos
capaces de vivir en una completa libertad del Espíritu, cuyo poder
es el poder del amor. Habiendo sido sanados seremos libres para
amar.
Para avanzar en nuestra libertad, requerimos primero pasar a tra-
vés del desierto en nuestra travesía hacia la tierra prometida, así
como los hijos de Israel en su liberaciyn de la esclavitud en Egip-
to. Aquí es donde la sequedad y la desolaciyn del desierto, que
Dios nos purifica mediante los sufrimientos y nos lleva por este
valle de lagrimas hacia la libertad. En ese contexto, uno de nues-
tros primeros padres explica porque Dios permite estos procesos:
“Antes que las almas llegaran a morar en el desierto, don-
de estas podrían ser encontradas en los mandamientos del
Señor y su fe pudiera ser probada por las tentaciones. Cuan-
do se sobreponían a una tentaciyn y su fe había sido proba-
da en esta, venia la otra. Y así se pasaba de una parada a la
otra y cuando esta iba a ver que pasaba ahí y la resistía fiel-
mente, esta iba todavía en otra. Y así hasta que paso todas
las pruebas de la vida y la fe, dijo que había paradas, en las
cuales el crecimiento en las virtudes todo tiempo el problema
real y es realizado donde dice la escritura: Fueron de esfuer-
zo en esfuerzo, hasta que llegaron al ultimo, hasta la mas alta
etapa de la virtud, cruzaron el rio de Dios y recibieron la he-
rencia prometida.
Es aquí en este valle de lagrimas, con todos sus problemas, en
el que Dios utilizara esas dificultades para transformarnos en su
belleza divina. Nuestra vida es un peregrinar que conlleva
pruebas y tribulaciones. Dios las utiliza para purificarnos. De nue-
vo la Iglesia de los primeros padres lo explica:
“No podemos llegar a la tierra prometida a ser que sea por
medio de la amargura… El doctor de nuestras almas nos pi-
de que soportemos las amarguras en varias pruebas de esta
vida, sabemos que el resultado de esta amargura nos dará la
dulzura de la salvaciyn de nuestra alma...Tu que comienzas
en el camino de la virtud, no te niegues a caminar por la cera
de la amargura. Esto te hará progresar, como los antiguos
Hebreos. Esas son las batallas mediante las cuales tu alma
será sanada.
Dios permite nuestros problemas y luchas para purificarnos,
para transformarnos, tanto como la oruga se transforma en una
mariposa,
12
Capitulo 4 Cualidades o Virtudes
La Templanza
La virtud de la templanza se refiere a una moderación juiciosa y se
compone de cuatro fortalezas que nos protegen de los excesos: El
perdyn y la compasiyn nos protegen de los excesos del odio.
El Perdyn y la compasiyn nos protegen de los excesos del
odio.
La Humildad y la modestia nos protegen del exceso de amor propio,
de la soberbia y de la arrogancia.
La Prudencia nos protege de los excesos asociados con un
hedonismo exagerado
La Autorregulaciyn nos protege de las consecuencias de una
vida excesiva y sin disciplina.
Estos «protectoresª no quieren decir que las conductas negati-
vas se detengan completamente, sin embargo estas son atenua-
das, disminuyen y se manejan con mas facilidad.
Que es la Templanza según la Biblia
El cristianismo considera la templanza como una de las cuatro
virtudes cardinales. Se trata de una virtud moral que consiste en
la moderaciyn de los apetitos y de la atracciyn que ejercen los
placeres a partir de la razyn (templanza). Es uno de los 9 frutos
del Espíritu Santo de Gal 5:22-23 : (el último). Virtud que permite
el control de las pasiones, especialmente los apetitos sensuales
(2Pe1:4-8).
La templanza es la habilidad dada por el Espíritu Santo para ser
disciplinado y tener control, “la constancia valerosa que se opone
al mal, y que a pesar de lo que sufra el ser humano no se deja
dominar por él”. Dicha palabra proviene del latín pati, que signifi-
ca sufrir. De hecho el participio patiens se introdujo al castellano
como paciente (en los hospitales) o “el que sufre”.
Características de la Templanza
La Templanza y la Mansedumbre es la virtud que modera la ira y
sus efectos desordenados. Es una forma de templanza que evita
todo movimiento desordenado de resentimiento por el comporta-
miento de otro.
El fruto del Espíritu es templanza - Los frutos del Espíritu Mode-
raciyn, considerada como una de las cuatro virtudes cardinales
que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los
sentidos, sujetándolos a la razyn. Templanza en griego enkráteia
tiene que ver con el dominio propio,
45
Cualidades o Virtudes Capitulo 4
La Tolerancia y Templanza
TEMPLANZA
La Templanza
La templanza nos motiva a concientizar que el producto de nues-
tro trabajo no debemos canalizarlo en su mayor parte a la satis-
facciyn egoísta de nuestro estomago. Las reservas mentales de la
gula pueden desviarse hacia el café, cigarrillo, bocadillos, etc.
Medirse hasta donde realmente se necesita el alimento, sobriedad
en el comer y en el beber. La virtud de la templanza, como todas
las virtudes, debe cultivarse
Una ingesta sana y moderada de acuerdo a nuestras necesidades
individuales. La templanza implica que el pan nuestro de cada día
es lo único que necesitamos hoy. La templanza nos invita a refle-
xionar que la comida tiene su tiempo y su lugar, y cualquier desor-
den traerá consecuencias en nuestro organismo, tanto físicas co-
mo mentales y espirituales. La templanza trae a raya el concepto
materialista y consumista de la vida.
Una ingesta sana y moderada de acuerdo a nuestras necesida-
des individuales. La templanza implica que el pan nuestro de cada
día es lo único que necesitamos hoy. La templanza nos invita a
reflexionar que la comida tiene su tiempo y su lugar, y cualquier
desorden traerá consecuencias en nuestro organismo, tanto físi-
cas como mentales y espirituales. La templanza trae a raya el
concepto materialista y consumista de la vida.
La templanza nos motiva a concientizar que el producto de nues-
tro trabajo no debemos canalizarlo en su mayor parte a la satis-
facciyn egoísta de nuestro estomago. Las reservas mentales de la
gula pueden desviarse hacia el café, cigarrillo, bocadillos, etc.
La Templanza según la Psicología
La Templanza y sus fortalezas: El perdyn, la prudencia y la humil-
dad, “Tómatelo con calma” (El Gran Lebowski).
44
Capitulo 2 7° Paso Courage
Capitulo No 3
Con la libertad para volar en lugar de arrastrarse. El estar entera-
mente dispuestos a dejar que nuestros defectos de carácter sean
removidos, es el resultado de perseverar en las batallas del de-
sierto en todos los días de nuestra vida.
“SEPTIMO PASO DEL COURAGE”
Humildemente le pedimos a Dios que nos liberase de nues-
tros defectos de carácter.
Mas preciado que el Oro
Nuestra transformaciyn es parecida a la purificaciyn del oro en
las Sagradas Escrituras (1 Pedro 1:3-7):
Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, por su gran misericor-
dia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio una
vida nueva y una esperanza viva. Reservaba para ustedes la he-
rencia celestial, ese tesoro que no perece ni se echa a perder,
que no se deshace con el tiempo. Y los protege el poder de Dios,
por medio de la fe, con miras a la salvaciyn que nos tiene prepa-
rada para los últimos tiempos. Por esto estén alegres, aunque por
un tiempo tengan que ser afligidos con varias pruebas. Si el oro
debe ser probado pasando por el fuego, y es solo cosa pasajera,
con mayor razyn su fe, que vale mucho mas. Esta prueba les me-
recerá alabanza, honor y gloria el día en que se presente Cristo
Jesús. Viviendo la fe de estos principios todos los días de nues-
tras vidas, gradual y casi sin notarlo, estaremos dispuestos a de-
jar que Dios elimine estos defectos de carácter. Ahora podemos
pasar al Paso 7.
Nos gustaría que los demás fueran perfectos, pero no que nues-
tros propios defectos fueran enmendados. Queremos que ellos
sean castigados con rigor, pero no que nosotros seamos corregi-
dos. Nos parece mal que a los otros se les otorgue privilegios,
pero sufrimos si se nos prohíbe algo. Así parece claro que pocas
veces amamos al pryjimo.
La imitaciyn de Cristo (I, 16)
La cita anterior de Tomás de Kempis expresa una voluntad muy
común, desde la perspectiva de nuestro propio entendimiento,
somos extremadamente insensatos. Nuestros defectos quedan
completamente al margen del entendimiento propio. En la vida
diaria con las demás personas, es común que nuestras faltas se
manifiesten por si mismas. Somos incapaces de llevarnos bien
con los demás, especialmente con aquellos que los considera-
mos problemáticos, porque no vemos la parte que jugamos en
nuestras propias dificultades. De modo que, en lugar de ver la
parte mala de nuestro proceder y realizar algo constructivo para
remediarlo, culpamos a los demás por nuestros problemas y si-
tuaciones.
13
 Los Pasos Capitulo 3
Séptimo Paso Courage
Tomando como caso a las esposas de los alcohylicos. Ellas no
perciben disfunciyn alguna de su parte, sino que solamente ob-
servan la demencia del alcohylico. Algunas se divorcian de un
borracho sylo para casarse con otro. Aun así, con frecuencia no
captan que se casan con adictos porque existe algo incorrecto en
ellas, confunden el ser necesitadas con el ser amadas y son
atraídas, pero las personas enfermas quienes ellas tratan de
componer. Se ciegan a sus disfunciones personales y esto contri-
buye a su infelicidad.
Por lo tanto. La Imitaciyn de Cristo, en la cita anterior, establece
la no tan obvia verdad acerca de nosotros mismos: “Queremos
tener a los demás bajo estrictas leyes, pero no aceptamos que
seamos restringidos”. De hecho, utilizamos una escala diferente
para medir nuestra propia disfunciyn. Necesitamos de la humil-
dad para tener una visiyn honesta de nosotros mismos, como la
que los santos nos enseñan, solamente en proporciyn a nuestra
humildad es que podremos amar a Dios y aspirar a la santidad.
En el Primer Paso, una cierta pero limitada humildad, fue ne-
cesaria finalmente para aceptar nuestra impotencia sobre las per-
sonas, lugares y situaciones que percibíamos como la fuente de
nuestra desdicha, pero frecuentemente lo que nos llevo a aceptar
este paso no fue la humildad sino la desesperaciyn.
En el Segundo Paso, la humildad nos hability para conven-
cernos de que un Poder Superior a nosotros mismos, seria la
fuente de la fuerza necesaria para superar nuestros problemas.
Realizamos un acto de fe basándonos en el ejemplo de aquellos a
quienes ya se habían convencido antes que nosotros.
En el Tercer Paso, humildemente contribuimos para rendir-
nos a su voluntad.
En los Pasos Cuarto y Quinto, hubieran sido imposibles sin algún
grado de humildad.
En el Sexto Paso, nuestra entera disposiciyn para dejar que Dios
quitara nuestros errores o defectos fue en proporciyn directa al
grado de nuestra humildad.
Y ahora en este séptimo paso, hacemos un completo énfasis
en la humidad porque, como en los grupos Al Anyn, “la fuerza de la
humildad nos habilita para tomar acciones espirituales e inteli-
gentes, que nos ayuda a resolver nuestros problemas”. Solo me-
diante una profunda conciencia de que “yo por mi no soy nada”,
puedo humildemente pedirle a Dios que me de la gracia necesa-
ria para cambiar.
14
Capitulo 4 Defectos y Virtudes
La Tolerancia y La caridad
Además, sabía que “Dios no es parcial” y que no tolera el prejuicio
entre sus siervos (Hechos 10:34) ).
Características de la Tolerancia
 Tolerancia se refiere a la acciyn y efecto de tolerar
 La tolerancia es un valor moral que implica el respeto íntegro
hacia el otro, hacia sus ideas, prácticas o creencias, indepen-
dientemente de que choquen o sean diferentes de las nuestras
 Respeto por la diferencia de credo
 Respeto por la diferencia en orientaciyn política
LA CARIDAD
Caridad se conoce como la actitud de quien obra desinteresada-
mente, en favor del pryjimo, sin esperar nada a cambio. Como tal,
puede entenderse como sinynimo de altruismo, filantropía, gene-
rosidad o solidaridad. La palabra proviene del latín caritas, cari-
tātis.
La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia: La
culminaciyn de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin; pa-
ra conseguirlo, corremos; hacia él corremos; una vez llegados, en
él reposamos ....Ahora el amor es ocuparse del otro y preocupar-
se por el otro.
La caridad es, para la Iglesia catylica, aquella virtud teologal por
la cual se ama a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y al
pryjimo como a nosotros mismos por amor de Dios. La caridad
tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia
Allegaos, pues, a la caridad, que es mayor que todo, porque
todas las cosas han de perecer; pero la caridad es el amor pu-
ro de Cristo, y permanece para siempre…” (Moroni.
Siendo la caridad la virtud más excelente, se explica que en la
última Cena dijera Jesús a los Apystoles: “Un mandamiento nue-
vo os doy: que os améis unos a otros como Yo os he amado. El
mandamiento nuevo señala la medida con que debemos amar a
los demás: como Cristo nos ha amado.
Como practicar la Caridad:
1. Sonríe. Contagia tu alegría.....
2. Agradece. Ser agradecidos es una fuente de felicidad.....
3. Ama y demuéstralo.....
4. Saluda alegremente.....
5. Escucha.....
6. Ayuda cuando puedas.....
43
 Capitulo 4 Cualidades o Virtudes
Tolerancia
La comprensiyn y la tolerancia son hermanos gemelos y la bon-
dad de este binomio, es la sobriedad en el temperamento. Una su-
gerencia: antes de explotar y generar un resentimiento que puede
durar minutos, horas o años, se sugiere meditar y rezar en voz ba-
ja lentamente una, dos o más veces, las primeras once palabras
de la oraciyn de la Serenidad o del Padre Nuestro..
El Autocontrol y la tolerancia en la Psicología
A lo largo de la historia de la humanidad, para la supervivencia de
la especie, el objetivo a cumplir por los progenitores era dotar de
habilidades y recursos a sus descendientes para adaptarse al am-
biente o a los ambientes donde iban a desenvolverse. Todo ser
humano necesita aprender esa serie de habilidades que le faciliten
dicha adaptaciyn. En la actualidad, si conseguimos que nuestros
hijos e hijas aprendan estrategias para adaptarse al medio significa
que saben tomar decisiones, que pueden asumir responsabilida-
des, que se acercan a la felicidad, en definitiva, que son inteligen-
tes. Nuestra labor educativa consiste en preparar a nuestros hijos
e hijas para afrontar realidades heterogéneas, ayudarles a apren-
der las habilidades y herramientas necesarias para la vida.
Lo que dice la Biblia de la Tolerancia
En la época de Jesús abundaban la intolerancia y el prejuicio. Por
ejemplo, los judíos y los samaritanos se odiaban (Juan 4:9). Tam-
bién se consideraba que las mujeres eran inferiores a los hombres.
Y, para colmo, los líderes religiosos judíos despreciaban a la gente
común (Juan 7:49). Sin embargo, Jesucristo era un hombre com-
pletamente diferente. De hecho, sus enemigos lo criticaban dicien-
do: “Este hombre recibe con gusto a pecadores, y come con
ellos” (Lucas 15:2). Jesús era amable, paciente y tolerante;
no juzgaba a la gente sino que quería ayudarla a conocer a Dios.
Todo lo que hacía, lo hacía porque amaba a las personas (Juan
3:17; 13:34).
El amor es la clave para ser más tolerantes, pues abre nuestra
mente y corazyn para aceptar a los demás a pesar de sus imper-
fecciones y diferencias. Por eso la Biblia aconseja: “Continúen so-
portándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si
alguno tiene causa de queja contra otro” (Colosenses 3:13
El apystol Pablo escribiy: “Rechacen todo lo que sea malo, y no se
aparten de lo que sea bueno” (Romanos 12:9, Biblia en Lenguaje
Sencillo). Y él viviy según esas palabras. Por ejemplo, en una oca-
siyn vio que ciertos cristianos de origen judío evitaban a los cristia-
nos que no eran de su raza. Aunque él mismo era judío, los corri-
giy con cariño pero con firmeza (Gálatas 2:11-14).
42
Capitulo 3 7mo. Paso Courage
Logrando la Humildad
la ayuda de Dios para nuestras vidas. Creemos que podemos
manejar nuestros problemas usando simplemente nuestra fuerza
de voluntad. Pero requerimos indispensablemente de la humildad
para reconocer y aceptar nuestra amarga verdad y después, po-
der tomar acciones espirituales realmente inteligentes para la so-
luciyn de nuestras dificultades, ayudados por su gracia.
Logrando la humildad
La férrea voluntad personal solamente bloquea La obtenciyn de
un buen grado de humildad es el cimiento de una vida espiritual.
Si esta vida es edificada sobre la arena del egoísmo, eventual-
mente se derrumbara. Pero con el refuerzo de la humildad, ningu-
na tormenta será demasiado fuerte, ni ninguna ola tan alta para el
edificio construido sobre la roca firme.
¿Cymo hacer para adquirir la humildad necesaria para la practi-
ca de este paso? Como señala San Bernardo en una de las citas
del recuadro más adelante, ¿La humillaciyn es el camino de la
humildad?. Pudiéramos representarnos hacia los demás como
pecadores: “oh, que pecador tan terrible soy” y tal vez seamos
genuinos con estos sentimientos, pero tenemos que sufrir algo de
indignaciyn, esto demuestra el verdadero estado del corazyn.
C.S. Lewis advierte, “un hombre es mas orgullosos que cuando
destaca una actitud propia de humildad”. Hablamos mas bien
acerca de lo que debemos hacer para practicar la humildad. Esta
proviene de los sufrimientos de las humillaciones en forma razo-
nable, responsable y amorosa.
Queremos advertir, sin embargo, que la humildad no es dejarse
pisotear por las demás personas, como suponen algunos. Estos no
quieren ser humildes porque piensan que serian victimas de los
comportamientos inapropiados de los demás, carecen de la
sabiduría para distinguir la diferencia entre la humidad genuina y
el dejarse pisotear por los demás.
La Humildad Genuina
La humildad no es pensar menos de uno mismo, sino pensar me-
nos en uno mismo.. Una persona egocéntrica no puede ser humil-
de y como enseño San Francisco en su oraciyn, que olvidándose
de uno mismo es como puede encontrarse.
La virtud de la humildad es la que nos habilita para ese auto
abandono. Esa es la clave para encontrar la paz y la felicidad que
todos deseamos. Pero tenemos que morir en uno mismo para en-
contrarse. ¿Hablando prácticamente, que significa esto?.
“hay algo en la humildad que en forma extraña nos eleva el corazyn”.
(San Agustín siglo V).
15
7mo. Paso Courage Capitulo 3
¿Qué se una virtud?
“La humildad la cual la humillaciyn nos enseña a practicar-
la, es la base de todo desarrollo espiritual. De forma que la
humillaciyn es el camino hacia la humidad, es la paciencia
para la paz y la disposiciyn al conocimiento. Si tu anhelas la
virtud de la humildad, no deberás de huir del camino de la
humillaciyn. Porque si no permites en ti mismo el ser humilla-
do, no podrás alcanzar la humildad.
(San Bernardo, siglo XII).
*“ Nunca menciones nada concerniente a ti mismo como
una persona que se considera digna de elogio, a no ser que
sea con la esperanza de hacer un bien de ese modo, luego
deja de hacerlo con humildad, recordando que esos son re-
galos de Dios”. (Santa Teresa de Ávila, siglo XVI)
La humildad es una de las virtudes mas difíciles de obtener y establecer.
Nos miente cerca del corazyn mismo sus prue-
bas son extremadamente delicadas y sutiles. Sus falsificacio-
nes abundan”.
(Cardenal John Newman, siglo IXX)
“La verdadera humildad no hace pretencioso al humilde y casi nunca
profiere palabras de humildad”. (Santo Tomas
Moro, siglo V).
¿Qué es una virtud?
La humildad es una virtud y una virtud es un habito, un habito
moral, algunos hábitos pueden ser artísticos, como tocar el piano
o bordar. ¿Cymo se desarrolla esta habilidad artística? Mediante
la práctica y como dice el dicho, la práctica hace al maestro. Los
atletas entre mas practican su deporte, se hacen mejores. El pia-
nista toca su piano y entre más toca mas fácil se le hace. El al-
canza un punto en su desarrollo artístico donde ya no requiere de
más música. Sus dedos se deslizan por el teclado con tanta belle-
za como la música emana del piano.
Es lo mismo con el hábito moral, como la humildad: entre mas
práctica, más fácil se convierte. Al principio, sin embargo, como
no estamos acostumbrados a responder en forma humilde, es un
esfuerzo muy grande, pero entre más contenemos nuestros im-
pulsos quebrantados y aprendemos a morir a este mundo, mas
grande es nuestra libertad. La fuente de nuestra libertad es nues-
tra humildad.
Cuando decimos que “la humildad no es pensar menos de uno
mismo” significa que la humildad no es pensar. “No soy tan
bueno, tan distinguido, tan guapo, ni talentoso, etc., como los de-
más”. Este es una cara de la moneda de orgullo. La otra cara es
la que nos origina que nos sintamos superiores a los demás:
“Gracias a Dios que no soy como la demás gente. Este es orgullo
de fariseo.
16
Capitulo 4 Cualidades o Virtudes
Castidad y Tolerancia
Castidad en la Biblia
La castidad ofrece en el cristianismo una preparaciyn espiritual
para el sacerdocio, el matrimonio, la vida religiosa o el celibato.
Los ministros consagrados (sacerdotes, obispos) se Comprome-
ten a vivir en celibato. Según la moral cristiana La castidad eleva
el amor en la vida consagrada a Dios.
Este lo determina nuestro Poder Superior y le pedimos la fortale-
za para llevarlo a cabo. Se cultiva con oraciyn, vigilancia, auto-
control y meditaciyn. Los esposos se guardan fidelidad y los solte-
ros evitan las ocasiones en que ceder ocasionaría problemas con
autocontrol y vigilancia a las tentaciones. Un ideal recto es inte-
grador y no una tortura inútil; debe verse con realismo y no con
histeria, asumiendo que tanto el hombre como la mujer son seres
humanos con los mismos instintos naturales. No implica estar re-
primido, sino auto controlado, en donde se disfrute un sentido de
liberaciyn. Cuando puedes tener Dominio sobre tus impulsos,
puedes mantenerte casto en el camino que decides transitar en
busca de tus sueños, ya que tendrás conciencia de lo que quieres
lograr, de la manera en que vas a lograrlo, de la preparaciyn que
llevarás antes de conseguirlo, y de la firmeza que todo esto re-
quiere.
Características de la Castidad
 La castidad es una conducta de templanza que toma un indivi-
duo sobre el control de los actos y placeres sexuales.
 La castidad también se refiere a la abstenciyn del apetito se-
xual que deben tener las parejas antes del matrimonio.
 Que se abstiene de todo goce sexual , o se atiene a lo que se
considera como lícito .Que no posee en sí sensualidad
TOLERANCIA
La Tolerancia
Respeto y consideraciyn hacia las opiniones practicas ajenas.
Tener paciencia con los demás. Dominar el temperamento. Vigilar
a ese descarriado miembro que es la lengua (pensar antes de
hablar y no hablar para pensar). La tolerancia no implica reprimir-
nos, no manifestar lo que realmente es sin sentirnos culpables, ya
que para todo hay palabras. A las personas abusivas de nuestra
tolerancia debemos hablarles con firmeza, para hacerles ver que
somos mansos pero no mensos.
Somos tolerantes y no reprimidos, cuando externamos con mesu-
ra y sensatez nuestro juicio y diferencia de opiniyn. Somos tole-
rantes cuando respetamos la autonomía de los demás en su for-
ma de hablar, pensar y actuar, sean necios o no.
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 Cualidades o Virtudes Capitulo 4
La Castidad
 Ayudándoles a entender que no son el centro de to-
do, que no hay nadie más importante que otra persona,
en definitiva, fomentando la igualdad y el respeto ante la
diversidad
La Castidad
La palabra castidad deriva del latín castitas, que se refiere a
“casto”. Entre los sinynimos que se pueden emplear para referir-
se a castidad están las palabras honra, pureza, pudor, decoro o
virginidad. Lo contrario a castidad se denomina como lujuria, sen-
sualidad o impureza. La castidad también se refiere a
la abstenciyn del apetito sexual que deben tener las pare-
jas antes del matrimonio.
Sin embargo, la castidad es una actitud que las personas
pueden tomar de manera libre e independiente como parte
fundamental de su vida. Estos individuos destacan por tener
una integridad sylida al mantener su postura y, anteponer a
los deseos sexuales otras actividades importantes que son
importantes para el desarrollo personal.Esta actitud puede
ser considerada como un ejemplo de que las personas son
capaces de controlar sus deseos carnales enfocándose en
otras áreas importantes de sus vidas, de esta manera se
evita el libertinaje y la promiscuidad.
Los votos de castidad son aquellos que aceptan y deben
cumplir aquellas personas que desean voluntariamente, dedicar
su vida y amor a Jesucristo. Es un compromiso que busca dar
ejemplo de que el amor más grande que existe es el de Dios.
Cinturyn de Castidad: Se conoce como cinturyn de castidad
a un arnés de hierro y con cerradura, cuya forma se asemeja a la
de una braga o ropa interior femenina. Antiguamente, estos cintu-
rones de castidad se los colocaban a las mujeres con el fin de
evitar que tuviesen relaciones sexuales y así cuidar su virginidad.
Castidad en la Sicología: Se define como el moderamiento
voluntario y la regulaciyn de placeres sexuales o actos sexuales
(ya sea por motivos sociales o religiosos). Es decir, mantener en
un término medio ante extremos de libertinaje sexual , y abstinen-
cia sexual, llevando esto a un armonioso equilibrio.
Cuando puedes tener Dominio sobre tus impulsos, puedes man-
tenerte casto en el camino que decides transitar en busca de tus
sueños, ya que tendrás conciencia de lo que quieres lograr, de la
manera en que vas a lograrlo, de la preparaciyn que llevarás an-
tes de conseguirlo, y de la firmeza que todo esto requiere.
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Capitulo 3 7mo. Paso Courage
Pensando menos en uno mismo
Orgullo frio que proclama que el amor debe ser merecido. Eso
es una mentira. Así como dice pablo, “¿Qué tienes que no hayas
recibido?”. ¿Puedo estar orgulloso por mi inteligencia? ¿Bien tejí
mi cerebro en el vientre de mi madre? ¿No es esto absoluta arro-
gancia para ser un racista? ¿Escogí yo la raza en la que nací?
Que arrogancia. No, no todo es una gracia, un regalo recibido de
Dios y esto es un orgullo falso por pensar de otro modo. Cuando
decimos que “la humildad no es pensar menos de uno mismo”
significa que la humildad no es pensar. “No soy tan bueno, tan
distinguido, tan guapo, ni talentoso, etc., como los demás”. Este
es una cara de la moneda de orgullo. La otra cara es la que nos
origina que nos sintamos superiores a los demás: “Gracias a Dios
que no soy como la demás gente. Este es orgullo de fariseo.
Una persona humilde puede aceptar sus virtudes, mientras
humildemente da gracias a Dios por todos los dones que ha reci-
bido. Pero el arrogante atribuye a el mismo lo que en realidad es
un regalo de Dios. De modo que la humildad no es pensar menos
de uno mismo; es pensar menos en uno mismo. Veamos ahora
mismo la ultima parte de esta frase.
Pensando menos en uno mismo
A veces tengo que sufrir una humillaciyn por parte de alguna
persona hostil o beligerante, comprendo que la gente herida hiere
a la gente y en lugar de reaccionar con ira porque mis sentimien-
tos fueron heridos, respondo de una manera razonable, respon-
sable y amable. Puedo hacer esto por la virtud de la humildad.
Pero porque aun haciendo esfuerzos para crecer en la humildad,
no estoy tan acostumbrado a actuar de manera humilde -así co-
mo el pianista principiante quien debe de concentrase mas que el
experto- y puedo sentir los sentimientos negativos dentro de mí
viéndome arrepentido. Me refreno a mi mismo y aguanto la indig-
naciyn sin reproches hostiles hacia el ofensor.
Me gustaría arremeter contra esta persona pero me doy cuenta
de mi necesidad de humildad; necesito aguantar esta indignaciyn
por el bien de mi desarrollo espiritual así como por la caridad que
debo al ofensor. Pero otra vez, la humildad no es dejarse pisotear
por todos. Así que si hay un principio importante que haya sido
violentado, o si hay algún escándalo que pudiera darse si no me
defiendo a mi mismo o a alguien mas, entonces necesito hacer
algo positivo para responder al ofensor. Pero si no hay tal escán-
dalo o ninguna ofensa en contra de algún principio moral, simple-
mente puedo pedir disculpas, retractarme y dejarlo pasar.
Los santos observaron el ejemplo de ser culpados por algo co-
mo una situaciyn donde la humildad puede nacer. Supongamos
por ejemplo: yo soy culpado por dejar la puerta abierta. “£dejaste
la puerta abierta; ahora ve y ciérrala!”.
17
 7mo. Paso Courage Capitulo 3
Una actitud de Entendimiento
Alguien me grita. Sabiendo como estoy desesperado por la vir-
tud de la humildad, simplemente voy y cierro la puerta sin hacer
ninguna recriminaciyn. Esta es la política de Dios, nos aseguran
los Santos para hacer literalmente lo que Jesús dijo: el exalto la
humildad. Pero el arrogante, el egocéntrico, nunca puede respon-
der de forma apropiada ante situaciones amenazadoras. Su orgu-
llo esta herido; ellos son culpados por algo que no hicieron (o
peor, se sienten amenazados porque son amenazados y arreme-
ten al ser lastimados en sus heridas).
Los santos saben por su experiencia que Dios concede una
comuniyn cada vez mas profunda con El mismo solamente des-
pués de que el alma profundiza en la virtud de la humildad. Fray
Dubay señala el avanzado grado de humildad de los santos
(Autenticidad p.28): estas personas evitan fácilmente la vanidad;
no tratan de dominar en las conversaciones; se sobreponen a
cualquier deseo de imponerse a los demás; no tiene dificultad pa-
ra aceptar el criticismo; son hábiles para encontrar provecho ante
la acusaciyn y la culpa. La prueba de acido de la humildad está
en el ser hábil para encontrar la paz en la culpa -en la culpa in-
justa.
La madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, encontry su seguridad
no en los elogios sino en la culpa- la culpa injusta. Ella conside-
raba el elogio como un tormento. Cuando tuvo su primer expe-
riencia de ser el centro de atracciyn (en el Congreso Eucarístico
de 1976) -con todo el mundo queriendo acercarse y tomarse fotos
- ella dijo a uno de los padres que estaba cerca: “¿ve todo esto?
Esto es muy malo. Quisiera estar en Calcuta donde nadie me
agradece cualquier atenciyn”. Los santos comprenden el daño.
Una actitud de entendimiento
Sylo una persona humilde está habilitada para mantener una
actitud de entendimiento. Como nos enseña San Isaac:
“El Hombre humilde confronta a salvajes bestias con instintos
asesinos. En el momento en que ellas lo miran, su ferocidad es
escondida. Ellas se le aproximan como si fuera su dueño, me-
neando sus cabezas, lamiendo sus manos y pies. En realidad ol-
fatean del perfume que Adán respiraba antes de la caída cuando
ellas fueron a el en el paraíso y él les dio sus nombres”.
Si queremos madurar en forma adecuada para convertirnos en
unos discípulos de Cristo llenos de alegría, tendremos que adqui-
rir la habilidad para desarrollar una paz interior en medio de un
mundo quebrantado, la serenidad no es librarse de la tempestad
sino tener la paz en medio de la tormenta (ef. Mat. 14:25). Esta es
la humildad que nos concede la gracia. La hermana Ignacia tenía
una definiciyn de humildad en su escritorio, ¿que produce el
elogio?, “La humildad es la perpetua quietud del corazyn. Es así para
que no tenga disturbios.
18
Capitulo 4 Cualidades o Virtudes
La Largueza o generosidad
Las dos caras de la Generosidad.
¿Te consideras una persona generosa? Es probable que respon-
das que sí, seguramente pensando en las veces que haces algo
por los demás, les das algo material o les prestas ayuda. Sin em-
bargo, en Coaching tenemos una distinciyn acerca de la generosi-
dad, y es que tiene dos partes: Por un lado, la generosidad para ,
que es el sentido que normalmente nos viene a la cabeza cuando
pensamos en este concepto: compartir lo que poseemos con los
demás, aportar algo a los otros.
Generosidad para recibir; es decir, ser generoso/a para aceptar
cuando es otra persona la que quiere aportarnos algo. Ser gene-
roso para recibir puede ser mucho más difícil: implica ponernos en
una postura de vulnerabilidad, de dejar que los demás sean los
que nos ayuden, nos aporten, o nos den lo que tienen.
¿Qué ocurre cuando no somos generosos para recibir? Podemos
hacer que las personas que intentan aportarnos algo se sientan
mal, insignificantes y poco valiosos cuando rechazamos sus apor-
taciones o su ayuda -les coartamos cuando están siendo genero-
sos-. La persona que sylo da, pero que se niega a recibir crea una
relaciyn desigual, unilateral y sin reciprocidad. Por eso, cuando no
dejamos que nos den, nos comportamos de manera egoísta.Los
niños son los que mejor reciben, porque es para lo que les prepa-
ramos desde pequeños (regalos de viajes, Olentzero, Navidad…).
Sin embargo, es tan importante permitirles -y acostumbrarles a-
dar como a recibir, pues de esta manera podrán relacionarse me-
jor, de manera más recíproca y desarrollando la empatía. Tanto
adultos como niños tenemos mucho que aprender para ser gene-
rosos en las dos direcciones.
Largueza o Generosidad significado Bíblico
Es un concepto que procede del latín generositas y que refie-
re a la inclinaciyn a dar y compartir por sobre el propio interés per-
sonal. Se trata de una virtud y, por lo tanto, a un valor positivo.....
La persona generosa no pretende una recompensa por su accio-
nar, sino que hace lo que cree correcto y justo.
Como padres, podemos ayudar a nuestros hijos a ser
generosos de muchas formas:
 Explicándoles la necesidad de compartir no solo lo que
no necesiten, sino todo lo que tienen.
 Enseñándoles a escuchar y escuchándoles, para que
aprendan el valor de estar atentos a lo que dicen y sien-
ten otras personas.
 Enseñándoles a detectar lo que puedan necesitar fami-
liares, amigos o, incluso, desconocidos. A veces, basta
con un simple abrazo o una caricia, un pequeño gesto
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 Cualidades o Virtudes Capitulo 4
Humildad
La Humidad en la Biblia
Los ejemplos de la dificultades ocasionadas por la soberbia son
innumerables, por otra parte las recompensas de la humildad son
ilimitadas, encontramos la expresiyn perfecta en la contestaciyn
que la bendita virgen María le dio al arcángel Gabriel, cuando le
dijo que iba a ser madre de Cristo, se llama la Magnifica:
“Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gloria en Dios
mi salvador, porque a mirado la humildad de su criada; porque
he aquí, desde ahora me llamaran bienaventurada todas las ge-
neraciones…” el mas grande honor otorgado a un miembro de la
raza humana, la madre de Dios, fue dado porque miro la humil-
dad de su criada”. Porque el poderoso ha hecho grandes cosas
en mi y Santo es nombre. No miren lo yo he hecho, sino las
grandes cosas que Dios ha hecho por mi y su misericordia de
generaciyn en generaciyn, a los que le temen, con su brazo hace
proezas, esparciy a los soberbios de pensamiento de su cora-
zyn, quito a los poderosos de sus tronos conforme a su valua-
ciyn Levanto a los humildes, observen a los que están trabajan-
do el programa humildemente, la serenidad, la felicidad el éxito,
a los hambrientos hincho de bienes, aquellos que admitieron que
eran impotentes, que estaban hambrientos de la ayuda de Dios.
A los ricos enviy vacíos. Lo habrán escuchado, yo no he perdido
mi trabajo , tengo dinero, tengo mi familia, no necesito de AA. el
ejemplo perfecto de la humidad es Cristo, síganle a través de su
vida, su pasiyn y su muerte,, pongan atenciyn a su palabra.
Aprendan de mi porque yo soy manso de corazyn.
“Largueza”
Generosidad, dadivosidad, esplendidez, altruismo.
Cuando das sin esperar recompensa o reconocimiento. Es el
"saber dar" sin poner en peligro el bienestar personal y familiar
(no es derrochar). Fácilmente olvidamos que Dios nos tomará en
cuenta cymo hemos administrado nuestros bienes. Disposiciyn y
actitud de la persona que da algo con abundancia y sin esperar
nada a cambio le aprecian por su altruismo y largueza, Sinyni-
mos. Generosidad, liberalidad, esplendidez, desprendimiento,
Dadivosidad, Esplendidez Abundancia, magnificencia, ostenta-
ciyn. Generosidad, largueza en el dar o gastar dinero, para obse-
quiar a los demás.
La Largueza definiciyn de la Psicología
Virtud o cualidad personal consistente en la disposiciyn desinte-
resada para prestar servicios o aportar las propias cualidades o
recursos sin esperar nada a cambio. Es sinynima de altruismo,
desinterés, dadivosidad, largueza, magnanimidad, desprendi-
miento.
38
Capitulo 3 7mo. Paso Courage
Una actitud de entendimiento
Nunca se inquieta ni molesta, no se irrita ni se queja, es así pa-
ra maravillarse de que nada que esta hecho para mi, ni sentir que algo esta
hecho en mi contra. Es así para estar en paz cuando nadie me elogia,
cuando soy culpado o despreciado, es así para tener un hogar bendecido
en mi mismo.
donde pueda ir, cuando todo alrededor parezca difícil, cerrar la puerta y
arrodillarme en secreto con mi padre, quedarme en paz, como en un mar
profundo de tranquilidad”.
Esta es la humildad que vemos en los santos. Tomemos el ejem-
plo de la Madre Teresa de Calcuta: Un libro muy negativo fue es-
crito en su contra y un relato de este apareciy en los principales
diarios. Fue escrito por un socialista ingles quien no quería a la
Madre Teresa. Al final cuando la Madre Teresa se entero, ella di-
jo, “tráiganme el artículo del diario (Sobre el libro)”. Ella lo leyy y
dijo: “hemos aceptado las cosas buenas; tenemos que aceptar
estas también”. Y siguiy el rumbo de su vida sin perder la paz.
¿Cymo fue posible esto? Con la humidad, la que “nunca se in-
quieta ni molesta, no se irrita ni se queja”.
¿Cymo puede una persona “estar en paz cuando nadie la elo-
gia”? porque él es humilde, lo que significa que no necesita apro-
baciyn del exterior para sentirse bien con él mismo. El sabe que la
fuente de su amabilidad esta en el infinito y en el eterno amor de
Dios, y no en el mundo.
Otro ejercicio para la humildad es abstenernos de la propia justifi-
caciyn cuando seamos culpados, especialmente cuando somos
culpados injustamente. Esto ayuda en nuestro crecimiento hacia
la humildad y también a la madurez espiritual. Estamos constru-
yendo nuestro edificio sobre una base firme. Estaremos creciendo
en nuestra vida espiritual hacia un punto en que seamos capaces
de perdonar y manifestar amor evangélico a nuestros enemigos
dentro de lo que son nuestros defectos. Estas ofenden su volun-
tad para con nosotros.
En la preparaciyn para que nuestros defectos sean removidos
tenemos que demostrar buena voluntad y disposiciyn. Tenemos
que estar alertas ante cualquier intento de nuestra parte por asu-
mir el control, síntoma de que estamos deteniendo el tercer paso.
También debemos tener cuidado con nuestras intenciones en de-
mandar a Dios como deben de ser las cosas. Frecuentemente
nuestras motivaciones al querer que nuestros defectos sean elimi-
nados es simplemente la sola paz personal, como apunto San
Juan de la Cruz en sus notas: “Muchos…harán numerosos planes
y grandes resoluciones, pero hasta que tengan humildad y dejen
de desconfiar en ellos mismos, las mas grandes determinaciones que
tomen y los mas grandes esfuerzos se convertirán en ira. Ellos no tienen
la paciencia para esperar hasta que Dios les de lo que necesitan cuando Él
lo disponga. Su actitud es contraria a la sumisiyn espiritual y solo puede
ser remediada mediante el sufri-
miento de la noche oscura”.
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 7mo. Paso Courage Orgullo y Desobediencia
Capitulo No. 4
.Nuestra suplica a Dios para que nos libere de nuestros defec-
tos deberá basarse en humildad genuina, para así demostrar que
estamos saliendo de nuestro egoísmo y llegar a lo que hemos
deseado.
Orgullo y desobediencia.
Él se humillo a si mismo, haciéndose obediente hasta la muer-
te, aun hasta la muerte en la Cruz (Fil 2:8)
El orgullo y la rebeldía fueron la fuente de la ruina del hombre
en el jardín del Edén. Nuestra rendiciyn llega a través de la humil-
dad y la obediencia en Cristo si vamos a ser liberados de nues-
tros defectos, humildemente necesitamos pedirle a Dios.
Porque nos es tan difícil abandonar nuestros defectos? Una de
las razones más importantes es el miedo. Nos sentimos cymodos
con nuestros viejos moldes de pensamiento y actitudes, aun
cuando sabemos que son dañinos. No tenemos idea de cymo
comportarnos sin ellos, ya que fue la única forma que conocimos
para enfrentar la vida.
Mientras más nos esforzamos por liberarnos de nuestros defec-
tos, pareciera como si más nos dejáramos controlar por ellos. No
entendimos bien el Sexto Paso cuando lo leímos, y por lo tanto,
nos sentimos completamente frustrados al tratar de practicarlo..
quí es donde aprendemos un factor clave acerca del Programa, y una
verdad importante acerca de nosotros mismos: somos tan impotentes
ante nuestros defectos de carácter, como lo somos ante la comida͘ Nece-
sitamos la ayuda de Dios para liberarnos de ellos. Solos no podemos.
Ahora, el paso siguiente consistirá en reconocer que esos vie-
jos moldes de pensamiento y acciyn, que nos sirvieron en su mo-
mento para hacerle frente a la vida, ya cumplieron su funciyn, y
ahora ya no nos sirven. Nos damos cuenta de cuanto daño nos
hacemos al aferrarnos a ellos. Así como tuvimos que "tocar fon-
do" en cuanto a nuestra forma compulsiva de comer, también ten-
dremos que "tocar fondo" con cada uno de estos defectos.
Solo cuando estemos plenamente conscientes de que nos
cuestan mucho mas de lo que nos dan, estaremos "enteramente
dispuestos" a ser liberados de nuestros defectos de carácter.
Porque nos es tan difícil abandonar nuestros defectos? Una de las
razones más importantes es el miedo. Nos sentimos cymodos con
nuestros viejos moldes de pensamiento y actitudes, aun cuando
sabemos que son dañinos para enfrentar la vida.. .
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Capitulo 4 Humildad
Cualidades o Virtudes
Humildad
Tal parece que uno de los grandes atributos de Dios ha desa-
parecido, Su misericordia, que es lo que El nos dice: ”Cuanto
mayor sea el pecado mayor será la misericordia”.
Humildemente le pedimos que borre nuestras faltas.
Humilde, significa que se hace con humildad . Y donde quiera
que se requiere la humildad, el orgulloso alcohylico inmediata-
mente busca la salida y demuestra su ingenio para las excusas.
En el Paso numero siete, la mas común es esta: “Dios me cono-
ce para que me molesto en pedirle que borre mis fallas” o bien
¿Quién soy yo para pedir a Dios que se hago lo que yo quiero?
Muy sutilmente pero muy efectivamente , justificamos asi nuestro
comportamiento y nos libramos de toda culpa.
Están como aquel a quien el ministro le pregunta porque no
hacia sus oraciones y el le contesto: “¿Por qué he de hacerlo,
acaso Dios necesita que le diga como manejar su negocio?”.
i.1 La Humildad visto por la Psicología
Dentro de las 24 fortalezas de la Psicología Positiva tenemos
la humildad. Quienes la poseen no necesitan llamar la aten-
ciyn, simplemente dejan que sus hechos hablen por ellos. No se
creen especiales ni son pretenciosos, los demás valoran esto.
Las personas humildes consideran sus propias aspiraciones,
sus victorias y derrotas como situaciones sobre las cuales no hay
que alardear. Estos sujetos se caracterizan por la ausencia de
preocupaciyn propia, una sensaciyn de que nadie es mejor ni
peor y que ninguna persona es el centro de atenciyn.
La humildad está relacionada con la aceptaciyn de nuestros de-
fectos, debilidades y limitaciones. Nos predispone a cuestionar
aquello que hasta ahora habíamos dado por cierto. En el caso de
que además seamos vanidosos o prepotentes, nos inspira sim-
plemente a mantener la boca cerrada. Y solo hablar de nuestros
éxitos en caso de que nos pregunten. Llegado el momento, nos
invita a ser breves y no regodearnos. Es cierto que nuestras cua-
lidades forman parte de nosotros, pero no son nuestras.
I.2 La Humildad visto por la religiyn
La definiciyn mas sencilla de la humildad es la señalada por
Santa Teresa: “Humildad es la verdad”. Por tanto lo contrario, la
soberbia, no es otra cosa que una mentira, una opiniyn despro-
porcionada o exagerada de uno mismo, esa es la razyn por la
cual el enfermo emocional generalmente es tan mentiroso, por-
que es excesivamente tan orgulloso. Este es motivo por el cual el
enfermo emocional tan rara vez a admitido la verdad y finalmente
es por eso que el enfermo emocional se ha convertido en una
persona tan frustrada.
37
 Capitulo 4 Defectos de Carácter
Cuestiones de Gula y Pereza
Cuestiones de Gula
8. ¿Utilicé el dinero para abusar del comer y beber?
9. ¿Provoca mi gula desajustes financieros en mi hogar?
10 ¿Fui dado a realizar fiestas para disfrazar mi gula en el comer
y beber?
11. ¿Abuso del café en las reuniones de cualquier tipo?
12. ¿Ingiero algún alimento que no esté en mi plan de comidas?
13. ¿Ingiero más alimentos de los que necesito incluso estando
en el plan de comidas?
14. ¿Soy moderado en el comer y suspendo el alimento ese pun
to en el cual me siento satisfecho?
15. ¿Cuándo el menú de algún restaurante era Buffet
aprovechaba para comer mas de lo normal?
Cuestiones de Pereza
1. ¿Fui inconsciente con mis compromisos? 2.
¿Postergué las cosas?
3. ¿Intenté hacer varias cosas a la vez pero ninguna terminé?
4. ¿Me incliné por la "lectura chatarra"?
5. ¿Hice dependencia de las comodidades cotidiana? 6.
¿Dejé los compromisos familiares a mi compañera? 7.
¿Tomé decisiones y las mantuve firmes hasta el final? 8.
¿Fue diligente para el trabajo?
9 ¿Soy diligente actuando con prontitud en mis asuntos?
10. ¿Invento situaciones para no cumplir mi responsabilidad?
11. ¿Me da pereza acudir a misa los domingos u otro día?
12. ¿Me da pereza acudir a misa los domingos u otro día?
13. ¿Soy diligente tomando la actitud de que esos 15 minutos
que dispongo para hacer oraciyn? ¿son para hacer oraciyn?
14. ¿Finjo cansancio para no ayudar con las tareas de la casa?
15. ¿Deje que mi compañera cumpliera sola con los compromi-
sos familiares?
36
Capitulo 4 Defectos de Carácter
Orgullo
Al enfrentar el Sexto Paso tenemos que reconocer y admitir nues-
tro temor natural al cambio. El libro de Los Doce Pasos y las Doce
Tradiciones de A.A explica: Para evitar caer en la confusiyn discu-
tiendo sobre los nombres que se deben dar a estos defectos, utili-
cemos una lista universalmente aceptada de las principales fla-
quezas humanas- los siete pecados capitales:
1. Soberbia, 2. Avaricia, 3. Lujuria, 4. Ira, 5. Gula, 6. Envidia,
7. Pereza
Todas estas flaquezas generan el miedo que es, en sí mismo,
una enfermedad del alma. Luego, el miedo a su vez, genera más
defectos de carácter.
Un temor exagerado de no poder satisfacer nuestros instintos
nos lleva a codiciar los bienes de otros, a tener avidez de sexo y
de poder, a enfurecernos al ver amenazadas nuestras exigencias
instintivas, a sentir envidia al ver realizadas las ambiciones de
otra gente y las nuestras frustradas. Comemos más, bebemos
más y tratamos de tomar más de lo que necesitamos de todo, te-
miendo que nunca tendremos lo suficiente.
La perspectiva de trabajar nos asusta tan profundamente que nos
hundimos en la pereza. Holgazaneamos y tratamos de dejarlo
todo para el día de mañana, o si trabajamos, lo hacemos de mala
gana y a medias.
Estos temores son como plagas que van royendo los cimientos
sobre los que tratamos de construir una vida.”
De lo anterior se deduce la vital importancia de realizar el trabajo
del Cuarto y Quinto Pasos para nuestra recuperaciyn, pero nece-
sitamos conocer mas sobre estas debilidades para conocer como
surgieron y como fueron creciendo y como podemos equilibrarlos
ya que antes de ser defectos de carácter fueron instintos o dones
dotados por Dios y aprender a vivir con ellos.
ORGULLO
I. Orgullo (Soberbia)
No es casualidad que la soberbia encabece la lista. Porque la so-
berbia, que conduce a la auto justificaciyn y que está siempre es-
poleada por temores conscientes o inconscientes, es la que gene-
ra la mayoría de las dificultades humanas y es el principal obs-
táculo al verdadero progreso. La soberbia nos hace caer en la
trampa de imponer en nosotros mismos y en otra persona, exi-
gencias que no se pueden cumplir sin pervertir o abusar de los
instintos que Dios nos ha dotado.
21
Defectos de Carácter Capitulo 4
Orgullo
Cuando la satisfacciyn de nuestro instinto de sexo, de seguridad
y de disfrutar de la compañía de nuestros semejantes se convier-
te en la única meta de nuestras vidas, entonces aparece la sober-
bia para justificar nuestros excesos.
Orgullo según la Psicología
Entendida como la creencia o consideraciyn de que uno mismo es
mejor y está por encima de las demás personas.
Con este concepto he querido relacionar el trastorno de la perso-
nalidad narcisista (visiyn desmesurada de uno mismo y de su va-
lía personal), el episodio maníaco (caracterizado por una autoes-
tima exagerada y sensaciyn de grandiosidad) y el trastorno deli-
rante del tipo de grandiosidad (en el que la persona tiene ideas
acerca de sí mismo como alguien cercano a la divinidad y con
cualidades extraordinarias).
Orgullo según la Biblia
Proverbios 16:18-19 nos dice que, "Antes del quebrantamiento es
la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es
humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los
soberbios."
El concepto bíblico de la humildad se refiere a tener un buen en-
tendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Esto nos
lleva a reconocer la obra de Dios en nuestras vidas y el hecho de
que él tiene un propysito para nosotros.
Orgullo soberbia demonio Lucifer o Luzbel
Según la tradiciyn Lucífera [o Luzbel] era un ángel muy hermoso
que por soberbia se rebely contra Dios, queriendo ser como Él,
por lo que fue confinado al ámbito terrestre. Antes de la rebeliyn,
Lucifer era un Arcángel, estaba por encima de todas las catego-
rías de los ángeles ya que era el más hermoso de todos estos. El
nombre Lucifer, sería lo que en una época habría sido el nombre
que recibiy de Dios en persona. Luego de su rebeldía, en la que
arrastro a un terco de Ángeles del cielo, ya no seria “portador e la
luz” sino que seria llamado “adversario”. También puede definir a
la soberbia como que todo lo que uno hace o dice es superior y
que es capaz de superar todo lo que digan y hagan los demás.
I.1 Características del Orgullo
 Arrogancia, vanidad, engreimiento, exceso de amor propio.
 Afán desmedido de ser preferido a otros, altanería o satisfac-
ciyn de lo propio con menosprecio de los demás.
 Exceso de magnificencia o pompa, pagado de sí mismo,
22
Capitulo 4 Defectos de Carácter
Cuestionario de la Envidia y Gula
Cuestiones de Envidia
1. ¿Estuve conforme con los padres que me tocaron o envidie
los de otras personas?
2. ¿Estuve conforme con la familia que me toco o envidie las de
otras personas?
3. ¿Envidie el poder y prestigio de amigos y otros?
4. ¿Oculte informaciyn sobre algún negocio o plan que yo era
incapaz de llevar a cabo?
5. ¿Acapare bienes materiales con tal de que mi pryjimo no se
beneficiara?
6. ¿Envidie el poder y prestigio de amigos y otros?
7. ¿Envidie el sueldo de otros?
8. ¿He envidiado a aquel "imbécil" según yo, que tiene mejor
puesto en la empresa?
9. ¿Comparto mis conocimientos técnicos?
10. ¿Soy caritativo o amoroso con mi compañero (a) escuchando
sus quejas o problemas?
11. ¿Envidio a personas publicas.?
12. ¿Me enoje porque mi vecino me superara en bienes materia-
les o de cualquier índole?
13. ¿Soy caritativo con mis hijos jugando con ellos y ayudándo-
los en su tareas?
14. ¿Qué siento cuando otras personas logran sus objetivos con
éxito y yo no he podido?
15. ¿Cymo reacciono cuando una persona se compra lo yo siem-
pre he deseado, pero que no lo he conseguido?.
16. ¿Que actitud tomo cuando un compañero ha sido felicitado
por hacer el mismo trabajo que yo hago?.
17. ¿Como me comporto con las personas que les va bien en
sus negocios y relaciones personales?.
Cuestiones de Gula
1. ¿Soy moderado en el comer y suspendo el alimento en ese
punto en el cual me siento satisfecho?
2. ¿Ingiero algún alimento que no este en mi plan de comidas?
3. ¿Ingiero mas alimentos de los que necesito incluso estando
en el plan de comidas?
4 ¿Provoco mi gula desajustes financieros en mi hogar?
5 ¿Abuso del café en cualquier tipo de Reuniones?
6 ¿Fui dado a realizar fiestas para disfrazar mi gula en el co-
mer y beber?
7 ¿Me he comido los alimentos que están destinados para
otras personas?
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 Defectos de Carácter Capitulo 4 Defectos de Carácter Capitulo 4
Cuestiones de la Lujuria e ira Avaricia
8. ¿He sido infiel alguna o muchas veces con mis parejas.  Cylera e ira expresados con altivez injuriosa.
9. ¿He tenido o tengo amantes?  Para un soberbio todas las bondades de la vida como el dine-
10. ¿Soy atento con la gente del sexo opuesto por qué? ro, la salud, el bienestar, etc., provienen de él y no de Dios.
11. ¿Te conforma con tener sexo de vez en cuando?  La soberbia nos hace juguetes de las pasiones y nos propor-
12. ¿He violado a quien o quienes? ciona mascaras.
13. ¿Me han violado cuantas Veces?  Muchas veces tenemos la soberbia disfrazada de humildad
14. ¿Te gusta la pornografía en que proporciyn? falsa.
15. ¿Tengo el sexo con mi gente de mismo sexo?  La soberbia nos hace crear nuestra propia moral.
16. ¿He llegado a pensar o hacer el sexo con animales?  Crea hipocresía, terquedad y agresividad. Conduce a difamar a
17. ¿Llegue a pensar hacer el, sexo o lo he hecho con algún personas para resaltar nuestra propia virtud. Conduce a desca-
familiar,? lificar a otros.
18. ¿Qué he estado dispuesto hacer para conseguir el sexo?  Genera los otros defectos de carácter.
19. ¿Cuándo ingiero alcohol o drogas vveo a la gente mas AVARICIA
atractiva?. Avaricia
20. ¿Que actitud tomo cuando veo tendida la ropa intima de La avaricia es el deseo, ansia o afán desordenado de poseer y
cualquier persona? adquirir riquezas para acumularlas. Esta palabra procede del la-
21. ¿Cuándo me masturbo me imagino que estoy haciendo el tín avaritĭa, y a su vez del verbo avēre (desear con ansia).
sexo con alguien?’ .Algunos antynimos pueden ser generosidad y desprendimiento.
22. ¿Sueño haciendo actos sexuales con ciertas personas? A alguien que tiene o practica la avaricia, se le suele llamar
23. ¿Soy morboso al mirar personas del sexo opuesto? 'avaricioso', 'avariento' o 'avaro'. Aunque la última de ellas hace
Cuestiones del Ira especial hincapié en destacar que alguien se reserva o escatima
1. ¿Descargue mi ira contra personas inocentes? 2. algún bien, en el sentido de tacaño, miserable o rácano. La avari-
¿Me moleste porque me llamaran la atenciyn? 3. cia y la codicia: En la mayoría de los casos, ambas palabras se
¿Produje sentimientos de culpa en otros? utilizan de manera indistinta y se pueden considerar sinynimos.
4. ¿Fui tolerante con los demás? En comparaciyn con la palabra 'codicia', la 'avaricia' no sylo es
5. ¿Te enojas cuando te falta tiempo para realizar tus cosas? deseo de poseer bienes, sino además con la de acumularlos, en-
6. ¿Te molestas porque no tienes sexo cuando lo deseas? fatizando el afán de acumularlas. Además, en Tauromaquia,
7. ¿Te molesta que te rocen cualquier parte de tu cuerpo? 'codicia' se utiliza para referirse a la cualidad de un toro de perse-
8. ¿Te enojas cuando no has comido a tu hora? guir con ansia a alguien o algún objeto, con la intenciyn de cor-
9. ¿Te enojas cuando alguien no esta de acuerdo contigo? nearlo. Antiguamente, la codicia también significaba apetito se-
10. ¿Te molestas cuando alguien te quiere decir lo que tu sien xual.
tes que haces bien?
11. ¿Te molestas que las personas quieran abusar de Ti? Avaricia según la Psicología
12. ¿Te molestas cuando te dan ordenes? Entendida como codicia. Querer abarcar y acumular más de lo
13. ¿Te moletas cuando te dicen como hacer las cosas? que se necesita. Son afines a este concepto los siguientes trastor-
13. ¿Otras cosas que te causen molestia o enojo? nos
14. Te molestan que te interrumpan cuando estas ocupado? Síndrome de Diygenes: la persona que lo padece acumula obje-
15. ¿Otras cosas que te causen molestia o enojo? tos de manera compulsiva, en un espacio (normalmente su casa)
que termina siendo insalubre e inhabitable.
Cuestiones de Envidia  Cleptomanía: hurtar objetos que no se necesitan ni por uso
1. ¿Puedo aceptar la posiciyn econymica de mi pryjimo, dinero personal ni por su valor econymico. Se caracteriza por la dificul-
y bienes materiales sin mediar envidia o resentimiento? tad para contener el impulso de robar.

34 23
 Defectos de Carácter Capitulo 4
Avaricia, su demonio y Síntomas - e Lujuria
.Juego patolygico: necesidad irrefrenable de jugarse el dinero.
Cuando se pierde la cantidad jugada se vuelve a jugar para in-
tentar recuperar la pérdida. Aunque no se trata exactamente de
querer enriquecerse a través del juego,
La Avaricia su demonio “mammon”
Mammon es hijo de Lucifer y príncipe de los Infiernos. (£££el dia-
blo tiene un hijo!!!) En la Biblia, Mammyn se personifica como
símbolo de las riquezas en Lucas 16:13, y Mateo 6:24, último
verso que repite a Lucas 16:13. En algunas traducciones, Lucas
16:9 y Lucas 16:11, también personifica a Mammyn; pero en
otros, se traduce como «abundancia deshonestaª o equivalen-
tes, dando asi a entender que lo que qizo decir Jesús fué que
"No podéis servir a Dios y a las riquezas” en el sentido de estar
esclavizado al amor del dinero. En algunas versiones españolas
se traduce como “Mammon” pero en otros como “dinero”.
Síntomas de la Avaricia
 Afán inmoderado de atesorar riquezas.
Una persona avara es ambiciosa, mezquina, tacaña, ruin,
egoísta, usurera y codiciosa.
La avaricia es un apego desorientado a los bienes terrenos.
Muchas veces nos creamos necesidades ficticias.
Queremos lujos y acaparamos.
Sacamos ventaja a costa de la necesidad de otros.
Anteponemos el dinero al deber y a la salud, justificando nues-
tro proceder.
La avaricia es el lago envenenado donde prosperan los defec-
tos de carácter, especialmente la soberbia y lujuria.
 Para adquirir dinero y bienes materiales, el avaro es capaz de
usar medios ilícitos, alterar las mercancías y los precios, de-
fraudar el trabajo de los demás, limitar el sustento familiar, eva-
dir impuestos y aportaciones, no desquitar su salario, y practi-
car toda clase de fraudes y engaños.
LUJURIA
La lujuria
La lujuria es un apetito desordenado de los deleites carnales. Es
un apego morboso a los placeres de la carne. Es un desequili-
brio entre las pasiones y la razyn. Es el placer por el placer.
Cuando hacemos el acto sexual de cuerpo presente con nuestra
pareja, pero con la mente centrada en otra persona.
24
Capitulo 4 Defectos de Carácter
Cuestiones de Orgullo, Orgullo, Avaricia y Lujuria
11. ¿Cymo maneje el dinero para manipular?
12. ¿Maneje el poder para manipular? De que forma?
13. ¿Qué sentía cuando buscabas el prestigio?
14. ¿Use el dinero para alcanzar poder y prestigio o viceversa?
¿comenta tu experiencia?
15. ¿Pretendí alcanzar el triunfo a través de medios ilícitos o líci-
tos? ¿de que manera?
16. ¿Estuve o no conforme con tu salario y posiciyn econymica?
Compartir experiencia
17. ¿Cymo me envanecía con la ropa?
18. ¿Disfruto de tus "atractivos sexuales" con menosprecio de los
demás?
19. Comparte, si con altanería, ¿te ufanas de poseer carro, casa
propia y otros bienes materiales a diferencia de otras perso-
nas?.
Cuestiones de Avaricia
1. ¿Fui honrado en mis relaciones comerciales?
2. ¿Fui ambicioso y egoísta en mis relaciones Com.?
3. ¿Mi mente piensa en funciyn del dinero o vienes materiales?
4. ¿Estuve conforme con lo que Dios me dio, ya que Dios sabia
lo que necesitaba?
5. ¿Fui mezquino en el sustento o bienestar familiar?
6. Agredí verbal o físicamente por situaciones de dinero?
7. ¿Me perjudique a mi mismo por en la búsqueda egoísta de
satisfacciones materiales?
8. ¿ Fui despilfarrador?
9. ¿Fui usurero en los prestamos de dinero?
10. ¿ Cuando llegaban aguinaldos, cajas de ahorro, reparto de
utilidades, que cause les daba?
11. ¿Altere precios de mercancías y mi salario?Cuestiones de la
Lujuria
12. ¿Cuándo ya tenia independencia material, busque vengarme
de los que me lo negaron?
13. ¿Defraude y engañe a otros?
14. ¿Me hicieron desgraciado los reveces econymicos?
15. ¿Hasta que grado he sido avarisioso, miserable y tacaño?
Cuestiones de Lujuria
1. ¿Me agrada tener fantasías sexuales?
2. ¿A que edad para me masturbe por primera vez y conque fre-
cuencia lo hacia? y ¿La sigo practicando?
3. ¿Volteo a ver cuando pasa una mujer o un individuo? 4.
¿Me gustan las niñas o los niños?
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 Capitulo 4 Defectos de Carácter
Pereza y Cuestiones de los Defectos de Carácter
El demonio de la Pereza
Belfegor es uno de los llamados “Siete Príncipes del Infierno”. Él
es el demonio que encarna el vicio de la pereza y todas las con-
ductas que de ella nacen.
Belfegor tienta a los hombres induciéndolos al conformismo, a la
parálisis ajena, a toda superaciyn personal; también es un demo-
nio asociado a los descubrimientos y los inventos ingeniosos. Él
tienta a los hombres dotados de ingenio implantando ideas a tra-
vés de las cuales, puedan obtener riquezas fáciles y abundantes
en desmedro de lo que sugieren la justicia y la honradez.
Características de la Pereza
 ¿La pereza se define como la falta de ganas de trabajar. o de
hacer cosas.
 Cuántas veces al día decimos “qué flojera”? Tenemos el pési-
mo hábito de romper el hielo con esta frase e incluso la usa-
mos hasta cuando no tenemos flojera.
 Debilidad o lentitud de movimiento para realizar una actividad.
 Falta de disposiciyn a la hora de realizar determinadas tareas
o actividades.
 Falta de motivaciyn o poca claridad de los objetivos
 Se tomar el camino fácil o dejarlo para mañana.
CUESTIONES DE LOS DEFECTOS DE CARACTER
4. Cuestiones del Orgullo
1. ¿Tuve exceso de amor propio? £De que manera?
2. Comparte ¿Cymo maneje mi soberbia como humildad falsa
disfrazada?
3. Mis conocimientos o habilidades me envanecieron platica
¿como ocurriy?
4. ¿Qué sentía? cuando pensé, pregunte o reproche a padres
"porqué me habían traído al mundo"
5. ¿Cual era mi sensaciyn? cuando difame a mi pryjimo hasta
hacer resaltar mi propia "virtud"
6. ¿Llegue a sentirme mal? por atribuirte a ti mismo y no a Dios,
tu salud, bienestar y dinero o nunca te diste cuenta.
7. ¿Admití mi personalidad y la acepte como un don de Dios? o
¿pensaba que yo la habías forjado?
8. ¿Valore lo bueno que hay en los demás? ¿Como?
9. ¿Acepte mis defectos o los reprimí? ¿Porque?
10. ¿Creí que mis problemas se originaban por las circunstancias
y no por mi mismo? ¿me di cuenta?
32
Capitulo 4 Defectos de Carácter
Lujuria
Cuando lanzamos palabras lascivas a una persona para acce-
der sexualmente a ella sin respetar su estado emocional. Cuando
obramos con chantaje en el acto sexual al cobrarnos o pagar un
favor. Cuando cometemos excesos sexuales aún en contra de
nuestra salud.
La pornografía es una de las principales causas de tentaciones
para alimentar la lujuria. Por lo tanto, es también una de las cosas
que la religiyn recomienda eliminar de la vida de los fieles. Dado
que la visualizaciyn de imágenes y vídeos de esta naturaleza se
da en la intimidad, es muy difícil controlarla, pero con un segui-
miento intenso muchas veces consiguen que los afectados reen-
caucen esta energía en otras actividades.
La lujuria visto por la psicología
Al igual que en los otros llamados pecados capitales, en la luju-
ria también se trata del deseo, en este caso del deseo incontrola-
do o desmedido (de carácter sexual). Si nos remontamos a la an-
tigüedad, la lujuria se asociaba no solo al deseo sexual desmedi-
do, sino a todo aquello relacionado con el derroche y la ostenta-
ciyn. Fue más tarde cuando este “pecado” adquiriy el sentido de
lascivia o desenfreno sexual.
Desde un punto de vista psicoanalítico, primero fue Freud que
introdujo la idea de que en el ser humano no existe el instinto pu-
ramente natural, sino que es la cultura la que modula la pul-
siyn. Además de un impulso físico de supervivencia, la sexuali-
dad es una fuente de placer tanto físico como psíquico.
La Lujuria en la Biblia
La Biblia habla de la lujuria de varias maneras. Éxodo 20:14,17,
“No cometas adulterio… No codicies la casa de tu pryjimo: No
codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su
burro, ni nada que le pertenezca”. O Mateo 5:28, "Pero yo les di-
go que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometi-
do adulterio con ella en el corazyn". Y Job 31:11-12: “Porque es
maldad e iniquidad que han de castigar los jueces. Porque es fue-
go que devoraría hasta el Abadyn, Y consumiría toda mi hacien-
da”.
Características de la Lujuria
 Somos lujuriosos si nos dejamos llevar por nuestros impulsos
más allá de lo que es saludable.
 la lascivia se circunscribe a los placeres sexuales, la falta de
control con respecto a otros placeres,
25
 Defectos de Carácter Capitulo 4
IRA
 La lujuria nos puede llevar a zonas peligrosas, a correr serios
riesgos innecesarios, a adquirir enfermedades y hasta nos
puede matar.
 Más que placer, lo que se busca con los actos lujuriosos es
calmar la ansiedad, que no es más que la preocupaciyn exa-
cerbada por el futuro y el miedo a la muerte.
 Vivir pendiente de los deseos y concretarlos con lujuria, es un
estilo de ser, es elegir no saborear la vida sino devorarla de un
solo trago,
 La conciencia moral es la que nos permite controlar la lujuria y
nuestras emociones en funciyn de nuestra forma personal de
ver el mundo y de nuestros valores.
 La Lujuria te hace ser una persona desconfiable para la socie-
dad.
“IRA”
IV. La ira concepto general
Pasiyn del alma que mueve a indignaciyn y enojo, cylera, irrita-
ciyn grande. Deseo de injusta venganza, pasiyn que hace que
nos alteremos e injuriemos injustamente. La ira es una emociyn
honesta cuando nos enojamos con nosotros mismos, pero se
vuelve defecto de carácter cuando la ejercemos en contra de los
demás como una justificaciyn de nuestra debilidad o la debilidad
de otros. El iracundo es un ser infeliz, ya que sus deseos de ven-
ganza se vuelven obsesivos y como es cobarde, sus venganzas
las prepara en la mente y las motiva con torturas inimaginables,
siendo sus principales víctimas, personas inocentes, esposas,
hijos, alumnos, etc. La ira genera una cadena de desquites del
más fuerte al más débil. El iracundo obra por impulso y después
le viene el remordimiento. La ira es como un lente de aumento
que agranda las cosas. El iracundo destruye la concordia y la
amistad lo que le aísla de los demás. Pregunta a tus hijos que es
lo que más les disgusta de ti y seguramente te responderán que
tu "maldito genio". La ira es hija directa de la soberbia; nos mo-
lesta que nos llamen la atenciyn, con justificaciyn o sin ella, nos
molesta que nos nieguen un servicio; nos molestan los policías,
los curas, los maestros, los burycratas y "Juan". Nos molesta el
tráfico las colas, los gritos de los hijos, el que nos pidan dinero y
mil cosas más. Externamos nuestra ira de mucha maneras; rom-
pemos muebles, agredimos verbal o físicamente, hacemos capri-
chos infantiles tratando de producir sentimientos de culpa.
26
Capitulo 4 Defectos y Virtudes
Pereza
La pereza
Enfermedad de la voluntad que nos hace descuidar nuestro
deber y nos aleja del trabajo y del esfuerzo: ociosidad, indolencia,
apatía, desidia, holgazanería, dejadez, negligencia, flojera, va-
gancia, mendicidad profesional, y poco cuidado en las cosas que
hay que hacer. Es un síntoma de depresiyn y es sinynimo de me-
diocridad. Hay pereza mental y pereza física. Negligencia en el
cumplimiento del deber. Demora en la ejecuciyn de un buen pro-
pysito. Indecisiyn para finalizar un asunto. Aplazamiento para otro
día cuando puede hacerse en el acto. Lentitud en alguna tarea de
trabajo. El perezoso posterga las cosas deja para mañana lo que
puede hacer hoy. Decaimiento en el bien obrar, tanto en el te-
rreno material como el espiritual. Hace conformista al perezoso,
le genera la mediocridad de su vida y se conforma "con irla pa-
sando". El perezoso ya no lucha por evitar una posible catástrofe.
La inconsistencia es una pereza disfrazada, ya que intentamos
varias cosas a la vez, pero ninguna terminamos. La pereza nos
impide leer un libro que requiera cierto esfuerzo y nos inclinamos
por la "literatura barata". El perezoso se queja amargamente de
que sus asuntos van mal, sin poner acciyn para encauzarlos. La
pereza nos hace ser tibios o descuidados en nuestro trabajo, en
nuestro aseo personal, en general en todas nuestras necesidades
físicas, muestras oraciones y vida religiosa, en nuestras enferme-
dades mentales y espirituales.
La Pereza vista por la Psicología
En estos tiempos en el que el más alto “valor humano” parece
ser el econymico (“tanto tienes tanto vales”), las personas , qui-
zás, más despreciadas son las que no dedican la mayor parte de
su tiempo a hacer dinero. Así, si alguien está devotamente dedi-
cado a estafar a la gente (o a esclavizarla) siempre habrá alguno
que en su defensa, diga “pero es muy trabajador”. Trastornos de
la personalidad pueden ser causa o síntoma de ciertos tipos de
pereza.
La Pereza en la Biblia
La Biblia tiene mucho que decir acerca de la pereza. Los Pro-
verbios especialmente, están llenos de sabiduría concerniente a
la pereza y advertencias a la persona perezosa. Ellos nos dicen
que una persona perezosa odia el trabajo: “El deseo del perezoso
le mata, porque sus manos no quieren trabajar” (21:25); le encan-
ta dormir: “Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso
se vuelve en su cama” (26:14); da excusas: “Dice el perezoso: El
leyn está en el camino; el leyn está en las calles” (26:13).
31
 Capitulo 4 Defectos de Carácter
Gula
. La Gula visto por la Psicología
En la literatura psicoanalítica y psicolygica existe un consenso
general con respecto a que las alteraciones del apetito son comu-
nes en las enfermedades psiquiátricas, pero lo cierto es que tal vez
no se reconozca toda la importancia del comer. Así, resulta raro
encontrar la palabra "gula" en los escritos psicolygicos; y, sin em-
bargo, ésta es una palabra que tiene un significado muy definido,
que une lo físico con lo psíquico, el amor con el odio, lo que resulta
aceptable para el ego con lo que es inaceptable. La única obra psi-
coanalítica que yo conozco en la que la palabra "gula" forma parte
inherente del tema es la titulada Love, Hate and Reparation, de Me-
lanie Klein y Joan Riviere (conferencias 1936, publicado en 1937).
Así, pues, a la afecciyn de Simyn podríamos llamarla «inhibiciyn
de la gulaª, efecto secundario del trauma del destete, que a su vez
fue efecto secundario de una anterior angustia infantil de índole e
intensidad psicyticas.
La Gula en la Biblia
La gula parece ser un pecado que les gusta ignorar a los cristia-
nos. A menudo nos apresuramos para etiquetar como pecados el
fumar o beber, pero por alguna razyn la glotonería es aceptada o al
menos tolerada. Muchos de los argumentos usados contra el taba-
co y la bebida, tales como la salud y la adicciyn, se aplican igual-
mente al comer de más. Muchos creyentes ni siquiera considera-
rían tomar un vaso de vino o fumar un cigarro, pero no vacilan en
atiborrarse de comida en la mesa £Esto no debería ser así.
El demonio de la Gula
Se cree que Belcebú o Belcebú derivaría etimolygicamente de
"Ba'al Zvuv" que significa "El Señor de las Moscas". Por otro lado el
nombre Belcebú era usado por los hebreos como una forma de bur-
la hacia los adoradores de Baal, debido a que en sus templos, la
carne de los sacrificios se dejaba pudrir, por lo que estos lugares
estaban infestado de moscas. Belcebú en sus formas alegyricas
toma a veces apariencia colosal; de rostro hinchado, coronado con
una cinta de fuego, cornudo negro y amenazante, peludo y con alas
de murciélago.
Características de la Gula
 La gula es el deseo excesivo, exagerado y descontrolado por la
comida y la bebida generando un vicio.
 Se suele identificar la gula con una persona glotona que indica
alguien que come vorazmente pero sin hambre.
 Gula es un trastorno alimenticio compulsivo, donde la persona
no puede evitar comer y beber a escondidas como una manera
de ahogar otros problemas.
30
Defectos y Virtudes Capitulo 4
La ira en la Psicología en la Biblia y Características
La Ira en la Psicología
La ira es una emociyn que nos acompaña a lo largo de nuestra
vida. No en vano, la ira siempre esta presente en situaciones
de conflicto, ya sean con otros o con nosotros mismos y pue-
de oscilar desde una leve irritaciyn hasta el más profundo de los
odios. La ira como todas las demás emociones es una reacciyn
compleja en la que se ponen en funcionamiento tres tipos de res-
puestas.
La Ira en la Biblia
La Biblia enseña que la ira incontrolable perjudica tanto a la per-
sona que la siente como a quienes la rodean (Proverbios 29:22).
Aunque la ira puede estar justificada en algunas ocasiones, la Bi-
blia dice que quienes tienen con frecuencia “arrebatos de cylera”
no obtendrán la salvaciyn (Gálatas 5:19-21). Los principios que
encontramos en la Biblia pueden ayudarnos a controlar la ira.
El demonio de la Ira
Probablemente esté inspirado en el dios egipcio Amyn, a quien
los judíos guardaban rencor debido al sometimiento de su pueblo
por parte del Imperio egipcio. También se le asocia con el dios
Ba'al ammon de los cartagineses. Su nombre significa "Aquel que
induce a la ira y asesinato", tal y como indica su pecado capital.
Características de la Ira
 El enojo o ira es un estado interior del ánimo, que se expre-
sa con irritabilidad y gran molestia.
 Cuando una persona está enojada, es fácil que agreda física
o verbalmente a otros, porque la ira causa una pérdida en la
capacidad de auto-control.
 La ira se dispara de forma automática ante determinadas si-
tuaciones, sobre todo cuando estamos frente a situaciones
que estorban nuestros objetivos.
 La ira es una emociyn natural del ser humano, es áspera por
los sentimientos que genera.
 La ira nos produce cambios fisiolygicos, porque se incrementa
el aumento del ritmo cardíaco,, la presiyn sanguínea y sube
la.adrenalina.
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 Capitulo 4 Defectos de Carácter
La envidia por la Psicología
La Envidia concepto general
La envidia es el sentimiento de pesar ante el bien que posee
otra persona, es decir, el desagrado o molestia producidos en al-
guien ante el bien ajeno. Procede del latín invadía, que deriva de
invidere (in-, 'hacia dentro' y videre, 'ver'). Así, se asocia a 'mal de
ojo' y 'mirar mal'.
La envidia es un sentimiento o estado mental en el cual existe
dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro,
sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangi-
bles e intangibles. Se ha definido como tristeza o pesar del bien
ajeno, o como deseo de algo que no se posee.
En combinaciyn con la avaricia, acaparamos las cosas con tal
que otros no se beneficien. En combinaciyn con la falta de acep-
taciyn, envidiamos la personalidad de nuestro pryjimo en cuanto
a su estatura, sus facciones, su "ángel", etc. Cuando expresamos
cosas negativas hacia las personas que tienen educaciyn y prin-
cipios o cualquier cosa de la que carecemos.
La Envidia visto por la Psicología
La mayoría de los psicylogos y psiquiatras, y aún más los de
orientaciyn psicoanalítica, han destacado los aspectos destructi-
vos y patolygicos de la envidia. Rattner (1974) describe cuatro
formas generales de envidia: la envidia entre los hermanos (que
tiene un origen en las experiencias de la infancia), la envidia entre
los sexos (dado que la cultura ha valorado más lo masculino en
general), la envidia entre los compañeros de trabajo (que da lugar a
no pocos casos de “mobbing” o acoso laboral).
El gran envidioso suele desear, fantasear y hasta llevar a cabo,
acciones de perjuicio o destrucciyn dirigida al envidiado. Es un ser
amargado incapaz de aceptar sus limitaciones, al que habría que
aplicarle el refrán tradicional de “Dime que envidias y te diré de
qué careces”.
La Envidia en la Biblia
La Biblia señala que seguir haciendo las cosas de acuerdo a
nuestra naturaleza es pecado. Y la envidia es parte de esa natu-
raleza (Romanos 1:28-29; Tito 3:3; 1 Pedro 2:1-2). A menudo nos
cuidamos de cometer otros pecados y no le damos importancia a
la envidia. Sin embargo, esta práctica es dañina y tiene malas
consecuencias. Este proverbio puede tomarse de forma metafyri-
ca, a manera de ejemplo para ilustrar lo perjudicial que es la envi-
dia. No obstante, estudios científicos actuales han demostrado
que se aplica casi literalmente.
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Defectos de Carácter Características
La envidia y La gula
Sentir celos y rencor lleva a la frustraciyn, depresiyn y enojo.
Todos estos sentimientos negativos se manifiestan en dolores
musculares y enfermedades físicas.
El Demonio de la Envidia
Leviatán considerado el guardián personal de Lucifer, el es el
dragyn que esta en el mar del que hably el profeta Isaías, el es el
demonio encargado de mantener vivo el pecado de la envidia en
la humanidad.
Leviatán no puede ser lastimado ni matado por armas humanas
solamente por armas divinas o bendecidas por los ángeles. Tam-
bién manda a 50 legiones de demonios en el infierno.
Características de la Envidia
 La persona con envidia suele utilizar una curiosa
“racionalizaciyn” para mantener su estado de envidia: argu-
menta que ha tenido mala suerte.
 El envidioso suelen tener frecuentes las experiencias de múlti-
ples fracasos en su vida amorosa, laboral y social.
 Según el psicylogo Martin Echevarría, la envidia es una forma
enfermiza o viciosa de la tristeza desordenada que deriva de
la vanagloria de querer tener siempre más y de poseerlo todo
 Podríamos hablar de la envidia como una forma de conducta,
y hasta como forma de conducirse por la vida que no solo tie-
ne sus “causas”, sino también sus efectos,
GULA
V. La Gula concepto general
Es necesario aclarar que dado el hecho de que los 12 Pasos son
utilizados por adictos a diversas sustancias, para los no comedo-
res compulsivos el uso excesivo de alimento es tratado como gu-
la. Nosotros debemos mantenernos enfocados en nuestro uso
excesivo de alimento como obsesiyn y compulsiyn y regirnos por
los parámetros de OA. Falta de moderaciyn en la comida o en la
bebida. Abuso del placer que Dios nos ha conferido de comer y
de beber lo que necesitamos para nuestra subsistencia. El goloso
hace de su vientre su Dios. -El confunde los medios con los fines
(no solo de pan vive el hombre). La gula provoca exigencias en la
familia, descuidando otros aspectos de ella, se presenta con más
frecuencia en las deshoras de los alimentos. En nuestras cele-
braciones procuramos que no fuera a faltar la comida, aunque los
otros elementos fuesen de menor calidad o cantidad. No nos im-
porta exponernos al insomnio, al vomito o la diarrea con tal de
darle gusto al estymago.
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