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Como agua para chocolate es una novela escrita por la escritora mexicana Laura Esquivel,

publicada en el año 1989.

La historia gira entorno a Tita, una mujer que no puede vivir una historia de amor a causa de la
tradición familiar, la cual la obliga a cuidar de su madre y permanecer soltera de por vida.

El amor imposible, la tradición familiar, la revolución, la gastronomía mexicana, la realidad y la


fantasía son algunos “ingredientes” que dan lugar a Como a.

Resumen

Tita es la hija menor de la familia De la Garza. Desde muy pequeña ha tenido un fuerte vínculo con
la cocina pues, además de nacer “entre fogones”, estuvo bajo el cuidado de Nacha, la cocinera del
rancho familiar, debido a la temprana muerte de su padre.

En su adolescencia, Tita conoce a Pedro, el amor de su vida. Aunque, por ser la menor de sus
hermanas, debe permanecer soltera para cuidar de su madre, Mamá Elena. Finalmente, Mamá
Elena resuelve casar a su hija Rosaura con el enamorado de Tita.

El día del enlace, Nacha muere y Tita pasa a ser la cocinera oficial de la casa. Pronto, el matrimonio
tiene un hijo, al cual Rosaura no puede amamantar. Esta tarea la hace Tita sin que nadie lo
sospeche.

Roberto, el hijo de Rosaura y Pedro, muere y Mamá Elena y Tita mantienen una fuerte discusión.
Mamá Elena quiere que su hija sea internada en un manicomio pero, finalmente esta se queda en
casa de John Brown, el doctor de la familia. El médico termina enamorado de Tita y le propone
matrimonio. Sin embargo, la protagonista tiene que volver a su casa para cuidar de su madre, la
cual está muy enferma. Mamá Elena muere, pero su fantasma no deja en paz a Tita.

Rosaura y Pedro tienen a Esperanza, su segunda hija, a la que su madre le augura el mismo futuro
que a Tita: quedarse soltera para cuidar de ella.
Aunque, más adelante, la inminente muerte de Rosaura hace que esta tradición desaparezca. Esto
permite que Pedro y Tita mantengan una relación a escondidas.

Al final de la novela, Esperanza se casa con Alex. Pedro muere mientras mantiene relaciones con
Tita, la cual decide quemar el rancho. Del incendio solo queda libre del fuego el libro de recetas de
Tita, herencia de la narradora de esta historia.

Análisis del libro

Como agua para chocolate es una de las novelas mexicanas más exitosas. El tema principal es el
amor, en este caso prohibido, entre Tita y Pedro a causa de la tradición familiar.

Uno de los puntos fuertes de este libro es que es capaz de fusionar en cada capítulo los platos
típicos de la gastronomía mexicana con la historia de Tita.

El propio título de la novela, hace referencia a un dicho mexicano que significa “estar molesto o
furioso”, también indica el estado en que se encuentra la protagonista de la novela. Como el agua
a punto de hervir, en el estado necesario para cocinar chocolate, así son las emociones de Tita.

Asimismo pone de manifiesto la tradición mexicana en el contexto de la revolución, al mismo


tiempo que asistimos a la revolución de un personaje ante las costumbres familiares.

Narrador: una historia familiar

La novela presenta un narrador en tercera persona. Al principio de la obra puede intuirse que se
trata de uno de los descendientes de la familia De la Garza. Al final de la novela, se confirma que
se trata de la sobrina nieta de Tita.

Esperanza narra la historia y parte del recetario de su tía abuela para aludir a su pasado familiar.

Estructura y estilo: doce recetas para doce meses

La autora plantea una estructura que sigue el curso de doce meses, un mes cada capítulo, y en
cada uno de ellos se presenta un plato típico de la comida mexicana.
Los ingredientes se exponen al principio y, después, la receta se va desglosando a lo largo del
capítulo.

Es evidente el realismo mágico en la novela, curiosamente algunos de estos hechos sorprendentes


emergen en la cotidianidad culinaria de la protagonista.

Pero, este libro no pretende ser un recetario. Entonces, ¿qué sentido tienen estos platos en la
historia? ¿Existe alguna relación entre las recetas y los personajes?

Vínculo entre gastronomía e historia

Podemos afirmar que existe una relación muy estrecha entre la protagonista y sus creaciones
culinarias. Tita es cocinera pero es mucho más que eso.

Como un artista capaz de transmitir sensaciones y sentimientos a través de sus creaciones, a la


protagonista le ocurre algo similar con sus recetas. Es a través de sus platos donde Tita expresa sus
alegrías y angustias. También es capaz de evocar el deseo hacia su amor prohibido, Pedro.

En gran medida, los platos que ella prepara descubren todo lo que ella desea callar. Esto se
transfiere también a los comensales como un acontecimiento sobrenatural.

Un ejemplo muy destacado de ello en el libro es cuando la protagonista prepara el pastel de bodas
de Pedro y Rosaura:

El motivo de tan colosal castigo fue la certeza que tenía Mamá Elena de que Tita había planeado
arruinar la boda de Rosaura, mezclando algún vomitivo en el pastel. Tita nunca la pudo convencer
de que el único elemento extraño en él fueron las lágrimas que ella derramó al prepararlo.

Así, la tristeza y la rabia de la protagonista ante la boda de su hermana con su amado Pedro se
transmite a los invitados de la boda con una indisposición tras comer el pastel.

Gracias a este vínculo de Tita con los platos, las recetas se entrelazan con la historia. Mientras
descubrimos la preparación de un plato típico de la gastronomía mexicana, descrito al detalle,
sentimos que la narración se mezcla con estos ingredientes.
La novela no solo es un mostrador de los platos tradicionales de la gastronomía mexicana, sino
también una exhibición de la tradición imperante en algunos hogares de principios del siglo XX,
época en que está ambientada la novela.

La tradición familiar y el rol de la mujer

Tita es una víctima más dentro del sistema matriarcal, liderado por Mamá Elena, que le está
obligando a vivir reprimida. A diferencia de sus hermanas, la protagonista tiene que cargar con la
tradición familiar que la impide contraer matrimonio por ser la menor de la casa.

El rancho familiar está lleno de mujeres, pues el padre de familia falleció. Pero cada una de ellas
podría simbolizar un rol diferente, en una época en la que el prototipo femenino se reducía
exclusivamente al ámbito doméstico.

Por un lado, Mamá Elena es la voz autoritaria del rancho, defensora a ultranza de la tradición
familiar y es incapaz de aceptar críticas.

Este personaje puede simbolizar el peso de las antiguas tradiciones en la sociedad mexicana del
momento, las cuales, visto desde el punto de vista de la novela, coartan el derecho a la libertad de
la mujer en la sociedad. Sin embargo, este personaje también representa la hipocresía. Pues, de
ella se descubre que su hija mayor, Gertrudis, no es hija de su marido sino de otro hombre.

Por otro lado, Rosaura representa el rol tradicional que apenas ve a la mujer como madre y
esposa. Ella no se enfrenta a la tradición familiar, la asume y sigue el legado inculcado generación
tras generación.

En cambio, Gertrudis se aleja de la tradición familiar. Es una mujer fiel a sus convicciones que
difieren del rol femenino establecido. Ella es capaz de ingresar en el ejército como alto cargo, algo
rompedor para la época.

Tita, al principio de la novela, está condenada a aceptar lo que le ha tocado vivir para complacer a
su madre y no romper la tradición. Sin embargo, existe un punto de inflexión en este personaje.
Una revolución que bien podría equipararse al contexto de Revolución mexicana en el que se
ambienta la obra.

Revolución mexicana y revolución de la familia De la Garza


¿Cómo puede relacionarse el contexto Revolución mexicana con el conflicto que se genera en el
rancho de De la Garza?

La novela de Laura Esquivel está ambientada en la Revolución mexicana (1910-1917), de hecho a


ella se alude en varias ocasiones. Un conflicto que viene marcado por una crisis social y por la
caída del gobierno dictatorial de Porfirio Díaz.

Este acontecimiento histórico marca el trasfondo de la historia. Sin embargo, podríamos hablar de
un paralelismo entre la revolución existente fuera de los muros del racho de la familia De la Garza
y dentro de estos.

Si la Revolución mexicana destaca por un deseo de liberación y renovación con vistas a tumbar el
gobierno imperante, la revolución dentro del rancho también podría estar evocando a una
liberación de las tradiciones familiares, y el perfil dictatorial en este caso lo cumple Mamá Elena.

El detonante de esta revolución familiar sucede cuando Mamá Elena quiere mandar a su hija a un
manicomio tras una fuerte pelea después del fallecimiento de Roberto. Esta pelea coincide con el
punto más álgido de la revolución fuera de la casa. Cuando Tita se marcha del rancho familiar, en
cierta medida, descubre que hay algo más allá que los valores familiares que le han inculcado.

Los cuales, más adelante plantea Rosaura para su hija Esperanza. Finalmente, el amor gana la
revolución familiar termina venciendo a las tradición con la boda de Esperanza y Alex y con la
muerte de Rosaura.

Personajes principales

Tita de la Garza: es la protagonista. La pequeña de la familia de la Garza, es hija de Mamá Elena y


su difunto marido. Por su condición de mujer y por ser la más pequeña de la familia, está obligada
a cuidar de su madre y no puede contraer matrimonio. Por tanto, establece un vínculo muy
especial con el arte culinario y pasa la mayor parte del tiempo entre fogones. Desde muy joven
está enamorada de Pedro, quien se convierte en el marido de su hermana Rosaura.

Mamá Elena: es la madre de Tita, Gertrudis y Rosaura. Enviudó cuando Tita era muy pequeña y
esta quedó al cuidado de Nacha, la cocinera. Mamá Elena es una persona autoritaria que pretende
transmitir valores ancestrales a sus hijas, especialmente a Tita, los cuales forman parte de la
tradición familiar y han pasado de generación en generación. No acepta el amor entre Tita y Pedro
y, siguiendo las normas de la familia, impide que su hija se pueda casar para que cuide de ella
hasta su muerte.
Nacha: es la cocinera de la casa de la familia de la Garza desde muy joven. Es la encargada de
cuidar a Tita desde muy pequeña, es casi como una madre para ella. Todo lo que Tita sabe de
cocina es gracias a ella. Muere el día del enlace de Pedro y Rosaura, mientras recuerda a su amor
imposible de la juventud. Nacha le da consejos a Tita incluso después de su muerte.

Pedro: es el amor imposible de Tita. Aunque ama a la protagonista desde muy joven no le queda
otra alternativa que casarse con la hermana de esta debido a la imposición de Mamá Elena.

Rosaura: es la mayor de las tres hermanas. Se casa con Pedro cuando su madre la compromete
con este y con él tiene dos hijos. Está muy arraigada a la tradición familiar.

Gertrudis: es la hermana de Tita y Rosaura, aunque no es hija del mismo padre. Es pasional y
termina casada con el capitán Juan Alejándrez. Finalmente termina metida en el ejército.

Esperanza: es la hija de Rosaura y Pedro. Su madre quiere perpetuar en ella la tradición familiar
que la destina a matenerse soltera para cuidar de su madre en la vejez. Sin embargo, Tita impide
que su sobrina siga sus pasos y se termina casando con Alex Brown.

Jonh Brown: es el doctor de la familia De la Garza. Termina enamorándose de Tita cuando esta se
va a su casa a vivir y le pide matrimonio. Es padre de Alex, el prometido de Esperanza.

Chencha: es una de las empleadas de la casa de la familia De la Garza, acompaña a Tita en las
tareas culinarias.

Debido al éxito de la novela, Como agua para chocolate tuvo su adaptación cinematográfica en
1992. Se trata de una producción mexicana dirigida por Alfonso Arau, considerada una de los
mejores filmes del cine mexicano.

La película guarda gran fidelidad con la obra original y logra aportar algunos elementos propios del
realismo mágico a través de escenas “sobrenaturales”.

Resumen de Como agua para chocolate

Como agua para chocolate es una novela narrada por nieta de Tita, una joven que protagonizará la
historia. Se trata de una chica que desde su nacimiento está ligada a la cocina: el parto de su
madre se produjo en una cocina. Su padre murió al poco de haber nacido ella, variando para
siempre su vida y las costumbres de la familia.

Al cumplir 15 años Tita se enamoró perdidamente de otro joven llamado Pedro Muzquiz, en una
reunión familiar. Ambos se gustan y este no duda en pedirle matrimonio a Tita, que debe pedir
permiso a su madre para aceptar tal propuesta. Sin embargo, y muy a su pesar, su madre le dice
que no puede casarse con él, puesto que al ser la menor de sus hermanas su destino está ligado a
su madre: debe cuidarla hasta que muera sin poder casarse con nadie hasta entonces.

Para solucionar el conflicto, se decide que una de las hermanas mayores de Tita, Rosaura, sea
quien se case con Pedro en su lugar. Extrañamente, él acepta la oferta, con todo el dolor que eso
produce en Tita. Este termina por confesarle que en realidad sigue enamorado de ella y no de su
hermana, pero no se le ocurría otra manera de poder estar cerca de ella.

Por mucho que le duela, Tita y su hermana Nacha deben ocuparse del banquete de la boda entre
Pedro y Roasaura, algo que no siente muy bien a Tita, que termina derramando unas lágrimas en
la tarta. Antes de llevar la tarta, Nacha la prueba, y termina encontrándose muy mal. Al llevar el
pastel a la boda y al probarlo todo el mundo, a todos les invade un extraño sentimiento de
nostalgia y tristeza, y todos terminan vomitando. Cuando acude de nuevo al lugar donde estaba su
hermana Nacha encuentra que está muerta, abrazando la foto de su antiguo novio. Su madre se
enfada y echa la culpa a Tita de la muerte de su hermana y de arruinar la boda al completo,
propinándole una paliza que la deja fuera de juego durante varios días.

Pedro y Rosaura terminaron teniendo un hijo, que Tita finalmente se encargó de cuidar al haber
fallecido la niñera de estos. Después de un tiempo, por desgracia, el niño termina falleciendo.
Posteriormente, Pedro y Tita consiguen desarrollar su relación a escondidas, puesto que su amor
sigue siendo muy poderoso y real a pesar del paso de los años.

Después de que Tita encuentre otro hombre con el que casarse continúa viéndose con Pedro con
el paso de los años, pero 22 años después consiguen realizar lo que durante tanto tiempo quieren
hacer: estar juntos sin importar lo que piensen los demás. Sin embargo, quizás por la emoción de
lo acontecido, Pedro fallece de un infarto. Tita decide entonces suicidarse, llenando la casa de
velas y tomando una ingente cantidad de pastillas. La casa termina también incendiándose por
culpa de las velas y en ella solo queda un libro que se rescata y que narra toda esta historia: Como
agua para chocolate.

A pesar del dramatismo de los hechos, la novela está considerada como una de las grandes
historias del siglo XX, siendo un libro fundamental en la literatura mexicana y uno de las grandes
obras de la literatura en castellano. La presencia de la cocina y de las múltiples recetas también
son comunes, y recomendamos su lectura si queréis descubrir una historia triste, dramática pero
que se combina perfectamente con este amor por la cocina y por las costumbres típicas de las
familias de la época.

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