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ARNOLDO JANSSEN Y SU RELACIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO

Anneliese Meis ssps

Si bien es reconocida la relación especial del Padre Arnoldo Janssen, con el Espíritu
Santo durante su larga vida desde la casa paterna hasta los últimos momentos de su muerte, los
fundamentos bíblicos, teológicos dogmáticos de esta relación son poco explorados en lo que se
refiere a su riqueza inagotable. De ahí que vale la pena abordarla, aunque sea de modo
inconcluso, a partir de sus propias fuentes. Estas fuentes, de gran riqueza autobiográfica
teológica, constituyen sus cartas, conferencias y pláticas, traducidas del original alemán al
castellano por Eduardo Saffer SVD. La variedad multifacética de dicha relación con el Espíritu
Santo se articula en los fundamentos bíblicos a partir de los textos, citados con preferencia por
el Padre Arnoldo, los aspectos dogmáticos, desarrollados desde el Credo Contantinopolitano y
la dimensión mística, fundada en las referencias a El Castillo Interior de Teresa de Avila.
Debido a la riqueza espiritual inagotable abordaremos sólo algunos aspectos, que se perfilan
como el ritmo subyacente a la argumentación del Padre Fundador en torno a los fundamentos
bíblicos.

I. Fundamentos bíblicos de la relación de El Padre Arnoldo con el Espíritu Santo


La fundamentación teológica bíblica de la relación del Padre Arnoldo con el Espíritu
Santo se gesta a partir de su Sitz im Leben en la celebración comunitaria eucarística 2 Co 13, 13,
con su movimiento desde el Padre a través del Hijo por medio del Espíritu Santo, un
movimiento doxológico, que para Arnoldo Janssen se traduce en una realización fehaciente de
la acción del Espiritu Santo en Jesús Lc 1,35 y la conducción de Jesús por el Espíritu hacia la
muerte y resurrección Lc 4, 16-22, el Misterio Pascual, a partir del cual el resucitado se
constituye en dador activo del Espíritu Hch 10,38, pero se detiene en nuestra vida “según el
Espíritu”, “derramado en nuestros corazones”(Rm 5,5), quien nos libera para una libertad plena
en Cristo (Gal 5, 1; 13) y nos permite decir “Abba Padre”(Rm 8, 15), - designio amoroso para
con nosotros desde toda la eternidad, el “ser hijos en el Hijo” (Rm 8,29), acogido gustosamente
por la fe, esperanza y caridad en medio de las tribulaciones de este mundo (Rm 8, 18-23).

1.1 2 Co 13,13, amor del Padre por la gracia del Hijo en la comunión del Esp S.
El Padre Arnoldo se refiere cuatro veces, explícitamente a este texto 1, que forma parte
de la breve conclusión con que san Pablo pone término a su carta escrita entre lagrimas” Pater
charitas est, gratia Filius, communicatio Spiritus Sanctus, o sancta trinitas, Gratia Domini nostri
Jesu Christi et charitas Dei et communicatio Spiritus Sancti sit cum omnibus vobis 2 Co 13,13)
La gracia de nuestro Señor Jesucristo y el amor de Dios y la conunión del Espíritu Santo esté en
todos vosotros 2 Co 13,13 y lo comenta principalmente en la fiesta litúrgica de la Sma Trinidad
como fiesta principal de la Congregación.
Resulta importante el contexto litúrgico de donde emerge la explicación del Padre
Arnoldo, es decir, celebrativo, tal como sucede en el NT y hasta hoy en la celebración
eucarística, porque el Espíritu Santo, íntimamente ligado al Padre y al Hijo, no sólo es un dato
abstracto, sino vivamente re-conocido por la comunidad en un momento festivo a partir de un
lazo vital gozoso, como lo expresan las antiguas fórmulas de fe “Yahvé es Dios”, que cristalizan
en el dogma del misterio trinitario “estrictamente dicho”. Desde este contexto eclesial, vigente
para nosotros hoy, tratemos de entender lo que el Padre Arnoldo explica, de modo general y en
lo referente a cada persona divina:
I. Explicación general:
1. En la Contemplación del amor de Dios el Padre Arnoldo explica que “las palabras
expresan el amor comunicativo de Dios a las creaturas y la colaboración de las tres
personas. Se indica tres grados a) charitas-amor, al Padre b) gratia-gracia al Hijo;
communicatio-comunicación, al Espíritu Santo. Para entender esto bien, debemos saber,
que el Hijo procede del Padre, el Espíritu de ambos. Lo mismo sucede con amor, gracia
y comunicación

1
A 31, 452; 454;456; 662.
2

2. Si recibo de alguien algún regalo o un favor, es necesario a) que me ame, sea por
amistad o a causa de la perfección del amante, con que ama a todos los hombres. b) que
me quiera dar el favor y para esto se necesita gracia o favor; c. Que me la comunique.
Así también lo es en Dios como veremos
II. Pater charitas est: et qui manet in charitate, in Deo manet et Deus in eo( I Jn 4,1). Esto ¿es
cierto? ¿No murió …Como Dios tampoco Jesu Cristo murió
1. Generación del Hijo y del Espíritu
2. Misión del Hijo y del Espíritu
III. Gratia Filius
Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri omnibus hominibus(Tit 2,11s) A causa de Su Hijo
y en Su Hijo el Padre nos entrega su amor, especialmente en el sacramento de la Eucaristía.
IV.Communicatio Spiritus Sanctus
Está sin mayor explicación en este texto, pero se encuentra muy desarrollado a lo largo
de todos sus escritos.
Llama la atención que el Padre Arnoldo se ha detenido en explicar lo propio de cada
persona, que el texto original griego articula a través del genitivo, autor y objetivo, lo que
resulta claro respecto al “amor del Padre” y “la gracia del Hijo”, cada uno es --- autor, a la vez
que da lo que se indica. Más complicada es la comprensión de la “comunión-koinonia-del
Espíritu Santo; quien origina como sujeto la comunión, pero a través de ella permite participar
en la comunión suya con el Padre y el Hijo. Además, es importante la estructuración de la
fórmula de fe: desde la “gracia” histórica salvífica del Hijo, se remonta al “amor del Padre”,
origen de todo, para concretarse en la “comunión del Espíritu Santo”, es decir, la típica
estructura eucarística, que el Padre Arnoldo tiene en cuenta, cuando invierte el orden y
comienza con el “amor del Padre”, origen último del Misterio eucarístico, una estructura que se
plasma de modo diferente en un contexto bautismal (Mt 28,19) y catequético (1 Cor 12,4-6; Ef 4,
4-6), pero que siempre es celebrado como misterio de diversidad en la unidad.
Para el Padre Arnoldo se trata de “la plenitud de vida” 2: no cualquier unidad, sino” una
unidad en la trinidad y una trinidad en la unidad…Gn 2,18. No es bueno que el hombre este solo
hagámosle una ayuda…La santisima Trinidad da una maravillosa plenitud a la unidad del ser
divino, una relación de vida y amor entre las divinas personas. Esta unidad es más estrecha que
entre cuerpo y espíritu. Mas grande que entre dos amigos que se aman mucho….Origen de la
Trinidad actuante (economía). El Padre es la divinidad en sí: el Hijo y el Espíritu la tienen del
Padre. Y ¿por qué el Padre se la da?: Por puro amor desinteresado. Hay que imitar al Padre en
su desinterés…3
El Padre Arnoldo insiste en la gracia santificante: la Sma Trinidad (in specie el Espiritu
Santo) penetra el alma como la luz el cristal o como el fuego el hierro y la diviniza…2 P
1,4…El Hijo unigénito de Dios aceptó nuestra naturaleza, porque quería, que seamos participes
de su divinidad, para que él, hecho hombre, haga a los hombres dioses (st.Tomas Aqu lect 4 in
Festo Corel PadreChr.). Entonces imitemos la generación divina! 4 Junto con advertir el método
exegético que usa el Padre Fundador, al modo de Orígenes, es decir, ilumina un texto bíblico
con otros textos bíblicos, cabe subrayar la importancia práctica que recalca el Padre Arnoldo
como “imitación de la generación divina”. San Juan de la Cruz, a quien el Padre Arnoldo se
refiere con una significativa insistencia práctica5 explica esta imitación como “participación”.
En síntesis, el Padre Arnoldo insiste en el hecho de que estamos participando en el don
del mismo Espíritu, quien nos constituye en comunidad viva, es decir, miembros de la
Congregación. Tomamos parte en el Espíritu Santo en la eucaristía -1 Co 10, 16, 17-o en otros
dones del Señor resucitado- Flp 2,1-, al mismo tiempo que el Espíritu crea la comunión,
haciendo presente la gracia del Señor Jesús y el amor de Dios Padre en medio de nosotros. Esto
acontece, sobre todo, en el culto y la eucaristía, donde la koinonia-communicatio se actualiza en
y por el Espíritu. Todo esto nos desea el Padre Arnoldo para que asimilemos “ahora”,

2
A31 452
3
A 31 456: 2 Cor 13,13
4
Cf. A 31 453
5
A 31 591: “quien entra en un convento, no debe preocuparse de nada sino sólo de Dios, a quien se desea conquistar y comprometer
a aquel a quien se quiere reformar sólo en la medida en que la obediencia y el amor lo exigen”
3

efectivamente, lo que hemos iniciado, hacia una mayor realización. Como san Pablo dice “que
sea con ellos” este Alguien que, en la entrega, hace posible que el rostro humano divino del
Kyrios se eleve nuevamente a Dios, su Padre y que el Padre acepte su entrega en bien de los
hombres, dándoles su amor” 6

1 2 Lc 4, 18: 16-31, la relación del Espíritu Santo con Jesucristo


El Padre Arnoldo explica la relación del Espíritu Santo con Jesús preferentemente a la
luz de Lc 4, 18, completado por Hch 10,38, desde Lc 1,35, que estadísticamente también son las
citas más frecuentes del corpus lucano, que usa el Fundador, apuntando siempre a “nosotros”,
los “sacerdotes”, “misioneros” 7. El El Padre Arnoldo aborda la acción del Espíritu Santo en la
Concepción virginal del Verbo de Dios en María Virgen, según Lc 1,35, en cuanto Jesús recibe
esta acción, es decir, Jesús es receptivo ante el actuar divino del Espíritu Santo al modo como
Este actúa en la Creación y la Resurrección. Tal actitud receptiva-pasiva descubre el Padre
Arnoldo en la unción y conducción del Espíritu durante la vida pública de Jesus a partir de Lc 4,
18, una actitud salvífica y modelo para nosotros. A través del Misterio Pascual, la muerte y
resurrección de Jesús, el Resucitado se torna activo con respecto al Espíritu Santo al enviarlo,
Quien se deja donar como Espiritu de Jesus a los discípulos en cuanto don, siendo a la vez el
donante por excelencia.
1 2 1 La actitud receptiva de Jesús respecto a la acción del Espiritu Santo en la
concepción virginal en Maria Virgen Madre de Dios-Lc 1, 35
El Padre Arnoldo se detiene, contemplando la profundidad del misterio que acontece en
María Virgen en el momento de la concepción de Jesús por la colaboración activa del Espíritu
Santo8. Al referirse a Lc 1, 35 el Fundador explica que “Cristo es la protoimagen de todos los
tiempos. Dios lo engendró como su imagen perfecto y quería, que muchos se le asemejen I. El
Espíritu Santo forma el cuerpo santo de Jesús. Aunque no sucede así con nosotros, sin embargo,
debemos también a Dios Espíritu Santo nuestro cuerpo. El es el creador y conservador de las
fuerzas de la naturaleza. II. El Espíritu Santo forma el alma de Jesús, como también nuestro
alma:-Teresa de Ávila-Castillo Interior-. Debemos perfeccionarla según el modelo del alma de
Jesús”9. Cuando el El Padre Arnoldo reflexiona Sobre el amor del Espiritu Santo y nuestro
deber para con él a la luz del triple descenso del Espíritu, destacando el “descenso del Espíritu
sobre la creación”- Gn 1,1- como Espíritu vivificador, amor y belleza, siendo como tal el
“principio de vida”, se detiene en el segundo “descenso del Espíritu sobre Cristo” {Lc 3, 21} -
Lc 1, 35 - Spiritus Sanctus superveniet in te 10. El Padre Arnoldo consta que “Cristo como Dios”
es “enviado del Padre”, y como “hombre” es “formado por el Espíritu Santo”, “enviado y
conducido por el Espíritu Santo” 11. Explica así a partir de “Cristo como ungido” la “dignidad de
la unción” a modo de la unción en Saul, David, Salomón, Elías, Samuel -1 Sam 2, 10-, pero
sobre todo según el Ps 2,2, esto es, la unción significa un llenarse de “poder de Dios”, de “ luz”,
“calor” “gusto” y “fortaleza sana”, es decir, “Santifica todo el cuerpo” -Rm 12,112.
Pero el Padre Arnoldo acota “Cristo como ungido” no recibió una unción exterior, sino
interior, esto es, “no la gracia del Espíritu Santo”, sino “al Espíritu Santo mismo” (Basilio).
Pregunta el Fundador ¿Cristo no necesitaba (esta unción), ya que era Dios”?. -Tomas STh 3q 7ª
1- y contesta “Sí, la necesitaba; pues no era suficiente para su santísima humanidad la relación
de la humanidad con una persona, sino la humanidad debía ser santificado en sí misma por la
gracia santificante”. Por esta gracia, pues, se reciben “las virtudes naturales y sobrenaturales y
los dones del Espíritu Santo”. Exclama el Padre Arnoldo “¡qué grande es el Espíritu Santo!”,
porque “Cristo lo necesitaba en su humanidad”. ¡Qué grande para nosotros”! Después de señalar
la importancia de recitar la oración de “Los Cuartos de hora” con devoción, el Fundador
continúa preguntando ¿”Cómo y cuándo recibió Cristo esta unción del Espíritu Santo?” y

6
Anneliese Meis, La fórmula de fe “Creo en el Espíritu Santo” en el siglo II, 77-81.
7
Lc 4, 18: A 30 110;197; 220; 221; 291; 329; A 31 463; 465; 680;, 681; 682, 746, 747, 794.
Hch 10,38:A 206; 291, 458; 462; 465; 682; 784.
8
A 30 206
9
A 31 464: Lc 1, 35
10
A 30 109-110:
11
A 30 291
12
A 31 463.
4

explica, primero el “cómo”, señalando que: “de la divinidad del Verbo divino, quien en unión
con el Padre envió al Espíritu Santo a su humanidad” y luego el “cuándo”, indicando que según
su esencia en el momento de la concepción y “según la Revelación, en su bautismo y el
comienzo de su ministerio”. De ahí que “el Espíritu Santo apareció sobre él como paloma en el
bautismo” 13.
1.2. 2 La prolongación de la acción del Espíritu en la vida histórica de Jesús por su
unción y conducción durante la labor evangelizadora de Jesús-Lc 4, 18
Para el Padre Arnoldo la acción del Espíritu Santo se prolonga a partir de la
concepción virginal de Jesús a través de la actividad del Espíritu en la vida pública de Jesús.
Pues Cristo es “conducido por el Espíritu Lc 3, 22, Jn 1,29—34” 14 , quien aparece bajo el
“Símbolo de la paloma” en la “ manifestación al mundo”, de tal modo que “Cristo realizó sus
milagros, su sacrificio, en El”15. Debido a que “En el Espíritu Cristo realiza sus milagros” y ”lo
forma en su cuerpo real y eucarístico”, “lo envió según su humanidad”, pues el” Spiritus
Domini super me; propter quod unxit Me; evangelizare pauperibus misit Me (Lc 4, 18)”, es
decir a “evangelizar a los pobres”16.
Este envío para “evangelizar a los pobres” lo profundiza el Padre Arnoldo en su
reflexión sobre “El amor del Espíritu Santo”-Lc 4, 18- en relación con la unción del sacerdote
en cuanto “Cooperatio cum Spiritu Sancto”17, esclareciendo esta verdad a partir del Siervo de Is
42, 1.4, concretado por el descenso del Espíritu Santo sobre El en el bautismo” y la “enseñanza
en la sinagoga”- Lc 4, 18; Hch 10,38; (Cf. León XIII) ” 18 . El Padre Arnoldo sintetiza su
explicación de la “Relación de Jesús con el Espíritu Santo- Is 11,2; Is 61,5; Lc 4, 18-,
comentando “Tal vez nos admiramos respecto a todos estos enunciados bíblicos, pues lo
máximo en Jesús era su divinidad propia, pero ella era frecuentemente un misterio escondido en
Dios, mientras su conducción por el Espíritu Santo aparece claramente”. Invita el Padre Arnoldo
a contemplar este misterio por la devoción Sagrado Corazón y su relación con el Espiritu Santo,
pues “Jesus tiene el poder de recibir al Espíritu Santo en tanta plenitud tan plenamente, como el
sol puede entregar luz y calor al cosmos sin sufrir merma” 19
1.2.3 La transformación de la actitud receptiva de Jesus en la acción del envío
del Espíritu –Hch 10, 38
Aunque el Padre Arnoldo se detiene más en la explicación de la Encarnación, el
Misterio Pascual, la muerte y resurrección, tiene una importancia fundamental para la relación
del Fundador con el Espíritu Santo. De hecho, “El Espíritu Santo descanso se cernió sobre la
cruz” y actúa también “en la muerte de Jesús, cuya cruz el Espíritu colma de fortaleza”20, en la
medida en que Jesús se ofrece a si mismo-Selbstopferung- para la “glorificación del Padre y del
Hijo” 21. Según el Padre Arnoldo el envío del Espíritu Santo es merecido por la muerte de Jesús.
Jesús lo envió como Dios, junto con el Padre, desde la plenitud de su propio corazón (Jn 1,16).
Ambos son amor. El Espíritu Santo, que es el amor de la divinidad pura del Padre y del Hijo,
procede por decirlo asi del corazón de Dios y como es amor y el amor es el símbolo del corazón
entonces El es como el corazón de Dios (Pustes Missale). El corazón de Jesús es la sede y el
símbolo del amor más grande a Dios y a los hombres, con que el Espíritu Santo ha llenado este
santísimo corazón” 22. A la luz de Lc 4,18 el El Padre Arnoldo insta a “celebrar al Espíritu Santo
en tal corazón de Jesús”. Pues, “en nuestro salvador distinguimos: la divinidad y la humanidad.
Según su divinidad es igual al Espíritu Santo, según su origen, pues no debe su existencia al
Espiritu Santo. Por eso, el Hijo envia al Espíritu junto con el Padre y no al revés. Según Lc 4,18
el Sagrado Corazón está lleno del Espíritu Santo. Jesús merece al Espíritu Santo por su

13
A 31 464
14
A 30 110.
15
A 30 197
16
A 30 197
17
A 30 230s.
18
A 30 230s.
19
A 31 680
20
A 30 221.
21
A 30 221.
22
A 31 680
5

obediencia -Flp 2,8-, Hch 10,38- y envía al Espiritu Santo, que hace posible participar, buscar y
progresar en conocimiento y amor” 23
De ahí que el Padre Arnoldo insiste en la imitación del ministerio apostólico de Jesús,-
imitación de Cristo como sacerdote y misionero -Lc 4, 18- por la predicación, el consuelo,
sanación, - “todos tesoros, confiados a mis manos, que Jesus merece y entrega a los suyos, como
también la doctrina de Jesús y las virtudes, que necesito: fe, amor a Dios y a las almas, celo y
espíritu de sacrificio, pureza con una recompensa maravillosa: apaciguar la sed y el hambre de
las almas, destruir altares de los ídolos, poblar el Cielo” 24 . Según Hch 10, 37s y Lc 4, 18, desde
“la sinagoga de Nazaret debemos escuchar las palabras que inmediatamente siguen:
evangelizare pauperibus misit Me, sanare contritos corde… Cristo es el instrumento elegido del
Espíritu Santo por su Palabra, su ejemplo de virtud, de sanar los corazones” 25. En la fiesta de la
“Natividad de Maria-Dei genitrix- Padre Arnoldo destaca el gozo- gaudium- de esta fiesta “para
aquellos que creen en Dios…quienes esperan en El… alcanzan gracias: Muchos son ricos en
bienes de la tierra: Jesús evangeliza a los pobres Lc 4, 18; quienes Le aman: quien ama a su Hijo
Unigénito y también al Espiritu Santo, ama también a Maria, Madre de su Hijo y esposa del
Espiritu Santo” 26. Por eso, debemos venerar al Espíritu Santo, según Is 11, 2; Lc 1, 35; Lc 4, 18;
Hch 10,38 Dan 9, 24-26Is 7,14; Is 9,6 27.
Sintetizando la relación del Espíritu Santo con Jesús en el corpus lucano, podemos
apreciar, que el Padre Arnoldo sitúa su explicación en los grandes momentos de la historia de
salvación, relatados por Lc, la anunciación, el ministerio público de Jesús y el misterio pascual,
que comprende desde la Creación en cuanto origen de la historia de salvación y que proyecta
hacia su final, la Resurrección de los Muertos. El centro de esta historia es “la plenitud de los
tiempos”-Gál 4, 4-6, testimonio más antiguo de la concepción virginal, que permite comprender
la unión hipostática en Lc 1, 35 como “obra del Espíritu” a partir de una relación peculiar de
María con el Espíritu Santo, que el Padre Arnoldo suele celebrar como “Esposa del Espíritu
Santo”, una esponsaliedad, que habría que x afinar a la luz de la alianza de Dios para con el
“Resto de Israel”, que se cumple en el fiat gozoso de María, un gozo crístico, a través del
Espíritu Santo. La acción del Espíritu Santo en Jesús-su unción-, se manifiesta al mundo a partir
de Lc 4, 16-31 por los milagros, “realizados por el Espíritu” a través de un anuncio, que es
aceptado o rechazado de parte de la gente y como tal desemboca en el Misterio Pascual, que
torna la receptividad de Jesús para con el Espíritu Santo en la acción del Resucitado quien
entrega el Espíritu a los discípulos y se concreta a través de nuestra colaboración con El a partir
de nuestra “vida según el Espíritu”.

1.3 Rm 5,5 y Rm 8, 15; 29 y 18-23, la “vida según el Espíritu”


Si bien el Padre Arnoldo explica la relación del Espíritu Santo con nosotros a la luz del
modelo de la relación de Jesus (receptivo/activo) con respecto al Espiíitu Santo, de modo
puntual, se detiene en dicha relación, ampliamente, cuando trata la “ vida según el Espíritu” por
medio de tres textos paulinos, -estadísticamente los más frecuentes-, citados por él: Rm 5,5; 8,
15 y Rm 8, 29 y los completa por la referencia a Rm 8, 18-23, destacando la realización de
nuestra “vida según el Espíritu” en el mundo.

1.3. 1. Rm 5,5
Este texto fundamental para toda relación del cristiano con Dios en la gracia, recibe una
significativa atención de parte del Padre Arnoldo, cuando se refiere al Espíritu Santo don y
esposo del alma 28 y explica la “esencia de la gracia santificante” y su relación con el don del
Espiritu Santo-Donum- en cuanto “regeneratio” 29 a la luz de la pregunta “¿qué hace” el Espíritu
Santo y contesta, diciendo: “colma llena el alma de con su fuego, y como el fuego pone
candente el hierro, le comunica una vida superior; habita en el alma junto con el Padre y el Hijo

23
A 31 681-82
24
A 30/ 329
25
A 31 465 A 31 746: hijos del mundo 1 Jn 2,1,14-16; Lc 4, 18: cita en alemán, a diferencia del latín.
26
A 31 747
27
A 31 794
28
A30 40
29
A 30 53: Espiritu Santo habita en el centro del alma Seelenburg {Castillo Interior}
6

Jn 14, 23”. El Fundador, luego, continúa preguntando: “Cómo es posible” y afirma “No
advertimos nada”, pero insiste, refiriéndose a El Castillo Interior de Teresa de Avila: “El
Espíritu Santo habita en el centro del alma. No da otra cosa, fuera de Sí, sino a sí mismo” 30, a
“aquellos que creen en Dios: a aquellos cuyo corazón ha sido ocupado por el pecado original;
quienes esperan en El y aspiran al cielo… quienes aman a Dios: quien ama a su Hijo Unigénito
y también al Espiritu Santo” 31. Sin duda, de este modo, se hace presente en nuestro corazón “el
amor de Jesús32, que hace exclamar al Padre Arnoldo: “qué gracia tan grande” para continuar,
afirmando, que este “amor tiene grados: irradia en el núcleo o la luz divina penetra todas la
fuerzas del alma y moradas y las diviniza”33. Sin embargo, el Padre Arnoldo pregunta: ”¿en qué
consiste el Reino de Dios”? Y responde en los términos antedichos.

1. 3. 2 Rm 8, 15
Con la frecuente referencia a Rm 8,15 el Padre Arnoldo evoca la acción del Espiritu
Santo en la filiación divina, es decir, el Espíritu Santo nos constituye “hijos en el Hijo” -Rm
8 ,12-17: “qué amor nos mostró el Padre, que nos llamó hijos de Dios y lo somos” (1 Jn 3,1).
Hemos recibido el Espíritu de la filiación, en el cual exclamamos “Abba” Padre (Rm 8,15). Si
hijos tambien herederos y coherederos de Cristo (Rm 8,17) 34. Por “los efectos de la gracia
santificante…el alma se diviniza 2 Pd 1,4…las obras del cristiano santificado son más que obras
naturales. Merecen un aumento de la gloria divina; su oración penetra las nubes. En el cristiano
santificado clama el Espíritu Santo con gemidos indecibles-unauslöschlich-.El cristiano está
sellado en el Espíritu Santo; en Él dice: Abba, Padre(Rm 8,15) 35; no es una manera de hablar,
sino somos hijos de Dios 1 Jn 3,1. Rm 8,15: Accepistis Spiritum adoptionis filiorum, in quo
clamamos:Abba Padre… El Padre Arnoldo recomienda, con frecuencia, la adoración de la Ssma
Trinidad durante el descanso nocturno y señala como textos sobre la gracia santificante: 1 Co
3,16; 6,19;Rm 5,5; Ef 1,13s; Rm 8,15; Gal 4,6; 2 Ts 4,7s36; la edificación de “templa carnea
Spiritus Sancti” (Rm 5,5; 8,15) 37
La relación con las personas divinas la explica el Padre Arnoldo así: “El Hijo del Eterno
Padre: Mirad, qué amor nos ha mostrado el Padre, que nos llama hijos de Dios y lo somos ( 1
Jn 3,1).Han recibido el Espíritu de filiación, en el cual clamamos: Abba Padre (Rm 8,15).Si
somos hijos también herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo (R 8,17, por
consiguiente, con qué amor confidencial y filial debemos rezar a las personas de la Sm
Trinidad!” 38 El Padre Arnoldo repite su pregunta:”¿En qué consiste el reino de Dios?” y
contesta como en otras ocaciones 39 ”El Apóstol nos lo enseña: Non est enim regnum Dei esca et
potus, sed iustitia et pax et gaudium in Spiritu x (Rm 14,7)…Rm 5,5…1 Co 6,11…2 Co
3,2…Accepistis Spiritum adoptionis filiorum, in quo clamamos: Abba,Padre (Rm 8,15)…1 Co
3,16…Ef 1,13…Gal 4,640 Pues “ ¿Qué sucedió con los bautizados?...Mirad qué amor nos tiene
el Padre 1 Jn 3,19..Si somos hijos, entonces también herederos, herederos de Dios y
coherederos de Cristo (R 8,17, por consiguiente, con qué amor confidencial y filial debemos
rezar a las personas de la Sm Trinidad!” 41 Señala el Fundador respecto al Espíritu Santo (Rm
8,23), que ”Primitias Spiritus es la gracia santificante…Padre e Hijo habitan en su corazón (Jn
14,23; también el Espíritu Santo Rm 5,5…. El Espiritu Santo: Non enim acceptis Spiritum
servitutis iterum in timore, sed accepistis Spiritum adoptionis filiorum, in quo clamamos:Abba
Pater, Rm 8,15,…por eso, templos de Dios 1 Co 3,16…De ahí que “no entristezcan al Espíritu
Santo” Ef 4,30 en la línea de Rm 8,11, 15; 26.

30
A 30 54: 109; 205; 316;322
31
A 31 [A 31] 747
32
A 31 557; 453; 459
33
A 31 582 , 683 660 , 684
34
A 31, 684, 810
35
A 30/ 53
36
A 30 54
37
A 30 205
38
A 31 454
39
Pentecostés 1906 y 1907 y otros años y Ssma. Trinidad 1881 etc.
40
A 31 582
41
A 31 454
7

Según el Padre Arnoldo, , siguiendo a san Pablo, “la vida en el Espíritu” introduce en la
verdadera libertad de los hijos de Dios. No recibisteis el espíritu de esclavitud, sino de ser hijos
de Dios (Rm 8,15)42 e insiste en el “amor del Espíritu Santo”…Accepistis Spiritum adoptionis
(Rm 8, 15) 43 y la adoración en el alma de aquel “…quien habita en nosotros como rey,
huesped…divinizador…Con el Espíritu Santo también el Padre y el Hijo: non enim acceptistis
spiritum servitutis iterum in timore, sed accepistis Spiritum adoptionis filiorum, in quo
clamamus Abba (Pater) (Röm 8,15,Jn 14,23); Adoración del Verbo eterno 44; Rm 8,12-17: sobre
la gracia santificante: Rm 5,5: Espíritu Santo no toque momentáneo, sino habita en nosotros; da
testimonio de que somos hijos de Dios alcanzamos la confianza gozosa, que excluye el miedo.
Estamos llenos del Espíritu Santo y exclamamos: Abba, Padre ; en otro texto Rm 8,26 se dice:
El mismo exclama en nosotros con gemidos inefables. Por eso, la oración del cristiano en la
gracia santificante penetra las nubes y llega al Trono de Dios y merecen ser escuchadas nuestras
peticiones y se hacen acreedoras a algún bien superior. Teresa ve un alma en estado de gracia
santificante…Otra consecuencia de la inhabitación del Espíritu Santo es que llegamos a ser
hijos de Dios. Por eso, si vivimos según la carne morimos para el espíritu, Si el hombre
pretende vivir segúnsus antojos, ¡qué locura!” 45

1. 3. 3. Rm 8,18-23
Según Rm 8, 18-23 “Nosotros también, que poseemos las primicias del Espíritu,
gemimos dentro de nosotros y esperamos la filiación de Dios, la liberación de nuestro cuerpo
(Rm 8, 23) … Por eso, el Fundador a la luz de “Et nos ipsi primitias Spiritus habentes…”
quiere “inflamar a todos hacia una verdadera veneración del Espíritu Santo y por eso tomo este
texto como punto de partida para hablarles algo del Espíritu Santo: las primitias Spiritus
constituyen la gracia santificante 46, que describe la realización de esta “vida según el Espíritu”
en el mundo, a modo de Laudatio Si, 79. Recordemos las palabras del Papa Francisco: “Esto da
lugar a la apasionante y dramática historia humana, capaz de convertirse en un despliegue de
liberación, crecimiento, salvación y amor, o en un camino de decadencia y de mutua
destrucción”. Por eso, “la acción de la Iglesia no sólo intenta recordar el deber de cuidar la
naturaleza, sino que al mismo tiempo « debe proteger sobre todo al hombre contra la
destrucción de sí mismo » (LS 79). No obstante, pese a tal peligro de autodestrución, “Dios, que
quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación, también es capaz de sacar algún
bien de los males que nosotros realizamos, porque «el Espíritu Santo…provee a desatar los
nudos de los sucesos humanos, incluso los más complejos e impenetrables» (LS 80). Es
entonces el Espíritu Santo, el “Protagonista”, El que nos socorre en momentos desesperantes,
en la medida en que dejaremos actuar a El. Esta verdad nos conduce a dilucidar la autonomía
legítima de lo creado, en cuanto anticipado por el Espíritu Santo 47

1. 3. 4 Rm 8,29
La explicación de Rm 8,29, sin duda, nos lleva al origen del designio amoroso del Padre-
nuestra predestinación- que le hace preguntar al Padre Arnoldo “¿a quién me consagré…al
Padre para engendrarle (schaffen) hijos a Su Hijo y a El, al Hijo, para darle hermanos y
imágenes, ut sit primogenitus inter multos fratres(Rm 8,29; al Espíritu Santo, para trabajar por
Su efusión en la tierra”48. “En la ordenación sacerdotal el ordenado se hace semejante a Cristo
según la palabra: “a quienes conoció de antemano, los predestinó para hacerse semejantes a la
imagen de su Hijo (Rm 8,29). Esto acontece en la Eucaristía in modum cibi -entrega en forma
de alimento-, en la ordenación sacerdotal in modum characteris” -a través del carácter
sacramental- (Rm 8,29) 49 . Rm 8,29:…2. siempre unio, es decir conformitas in affectu,

42
A 30 302
43
A 30 313
44
A 30 318
45
A 31 685
46
A 31 683
47
Cf. Publicaciones SSpS,editors. Comunión con la creación. Hacia una conciencia e interconexión más profunda.
Roma: Generalato; 2016. p. 40-51.
48
A 30 69):
49
A 30, 201: A 30 312 en latin
8

intentione, moribus -costumbres, actuaciones-. 3. Para salvarnos a nosotros y a otros:


praedestinavit conformes fieri- Rm 8,2950. Nos conoció de antemano, también nos predestinó
según la imagen del Hijo de Dios, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos Rm
8,2951Nuestro destino amoroso desde toda la eternidad es “ser hijos en el Hijo”.
En sintesis, descubrimos cómo la relación, que proyecta el Padre Arnoldo a través de
sus referencias a los textos paulinos, no sólo evoca una riqueza espiritual impresionante, de
sólidas bases teológicas, sino que el Fundador afina muy bien sus conceptos al modo de Agustín,
cuando este “doctor de la gracia” interpreta Rm 5,5 a la luz de la afirmación que el Espíritu
Santo en cuanto amor de Dios no entra en nosotros como en una caja de resonancia, sino nos
transforma en amantes suyos. Insistir en nuestro “ser hijos en el Hijo”, según Rm 8,15, significa
recalcar que el Espíritu Santo nos posibilita asemejarnos-morfe- al Hijo, imagen por excelencia-
el eikon-, según el designio amoroso del Padre, desde toda la eternidad-Rm 8, 29. Esta
“predestinación”, iniciada como primicia del Espíritu en nosotros, impregna un dramatismo
esperanzador en la fe por el amor a nuestro existencia en el mundo en medio de las tribulaciones
del momento presente.

2. Aspectos dogmáticos de la relación de Arnoldo Janssen con el Espíritu Santo


Llama la atención la importancia, que el Padre Arnoldo atribuye al Credo Niceno
I/Constantinopolitano I para comprender nuestra relación con el Espíritu Santo. Este “Símbolo
de fe” se cristalizó desde las primeras confesiones de fe veterotestamentarias en Yahvé y las
neotestamentarias “Jesús es el Señor”, las binarias 1 Co 8,6 y tríadas 1 Co 12, 4-6; Ef 4, 4-6 y
Mt 28,19, a través de las “Fórmulas de fe en el siglo II” -DH 1-50-, a partir de su Sitz im Leben-
contexto eclesial litúrgico a causa de las herejías cristológicas para su estructuración trinitaria
completa –DH 150.

2.1 El Espíritu en el Credo de Constantinopla y su relevancia para Padre Arnoldo


Para el Padre Arnoldo el Credo de Constantinopla (381), -lo llama “de Nicea” (325)-,
es fundamental para la comprensión dogmática del Espíritu Santo, siendo El declarado en la
tercera parte de dicho Credo “en la categoría de Dios” como el Padre y el Hijo en contra de los
Pneumatómacos/Macedonianos, quienes lo concebían inferior, siervo-ángel y no Dios. El Credo
no lo designa “consubstancial- homousios-, término que usa el Concilio de Nicea para el Hijo y
que Constantinopla reformula en la parte cristológica de su Credo como”concebido por obra del
Espíritu Santo”, sino declara la divinidad del Espíritu Santo a través de los enunciados
agregados al Creo en el Espíritu Santo: “Señor y dador de vida”, que procede del Padre (y del
Hijo), es “ glorificado junto con el Padre y el Hijo” y que “habló por los profetas”. El Padre
Arnoldo explica los tres primeros enunciados, mientras al último- “que habló por los profetas”,
qui locutus est per Prophetas, se refiere en un sentido más amplio. Los cuatro enunciados
dependen, sin duda, de la declaración “de categoria de Señor”, es decir, sus acciones revelan la
categoría de Dios del Espíritu Santo52

2.1.1. Dominum et vivificantem


El primer enunciado es citado, cuando el Padre Arnoldo explica el Espiritu vivificante
dentro del marco del “descenso {de cernerse, del aleteo?} del Espiritu Santo sobre las aguas-Gn
1,1” que significa la toma de una decisión de poder y amor de parte de Dios en relación con esta
tierra y el género humano, que debían proceder de esas aguas y la preparación del mismo
designio” 53. Por eso, rezamos: ”Credo in Spiritum Sanctum Dominum et vivificantem”: “Señor”,
porque el Espíritu Santo dirige y gobierna la presente creación; “Vivificante”, porque se le
atribuye la comunicación de la gracia y vivificación de las creaturas en general. También la
belleza de las creaturas”54. En su meditación sobre los beneficios del Espíritu Santo el Padre

50
A 30, 401:
51
A 31 454:
52
A 30 408: el título “Señor” es usado en un sentido general de parte del Padre Arnoldo, por la referencia a la oración de Nicolás de
Flüe
53
A 30 109.
54
A 30 205: “Digitus Dei” (Lc 11,20; mt 12,28) y “Dominus” y “vivificans”
9

Arnoldo entra en detalles importantes, cuando después de haber explicado dichos beneficios del
Espíritu Santo, según Tomás de Aquino, afirma: “Adecuadamente se atribuye al Espíritu Santo
la conducción de las cosas y la reproducción…el santo dominio-Herrschaft…y la vida,
(Dominum et vivificantem en el Credo) 55.

2.1.2 Qui ex Patre Filioque procedit


El Padre Arnoldo explica esta verdad importante con frecuencia, pero se refiere,
explicitamente, a ella según el “Credo de Nicea” (Constantinopla), cuando explica el misterio de
la Sma Trinidad a las Hermanas: “Credo in Spiritum Sanctum Dominum et vivificantem, qui ex
Patre Filioque procedit, qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur, qui locutus est
per Prophetas” y pregunta.”Pero cómo sucede esta Generación eterna del Hijo y esta procesión
del Espíritu Santo?¿Por una necesidad de la naturaleza sin intervención del Padre? Aunque ella
es necesaria y por eso eterna y por eso no hubo tiempo en el cual el Padre era, pero no el Hijo y
el Espíritu Santo. Pero la necesidad está en la perfección del Padre y no acontece sin
intervención-Zutun-. Pues El mismo engendró al Hijo: Ex utero ante luciferum genui Te. Y si el
Espíritu Santo procede, sucede esto, porque el Padre y el Hijo lo espiran. Se debe enseñar, con
todo, que el Padre tiene su divinidad por si mismo, pero no así el Hijo, sino la tiene del Padre, y
el Espíritu de ambos.¡Qué maravilloso espectáculo-Bild- se desarrolla aquí ante nuestros
ojos”!56

2.1.3 Qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur.


La adoración y glorificación del Espíritu Santo junto con el Padre y el Hijo son
expresadas aquí, por primera vez, aunque siempre presentes a través de la dinámica propia de
los textos bíblicos, es decir, la glorificación se dirige al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo.
En sus extensas explicaciones sobre la glorificación del Padre y de Cristo, Padre Arnoldo se
detiene en la “glorificación del Espíritu Santo”, orientada por el “ Fiat voluntas Tua”. Llama la
atención la importancia que el Fundador atribuye a la voluntad y su relación con el Espíritu
Santo, porque Su “voluntad es santa, como El mismo (Jn 6,38) y, porque, mayormente, conduce
a la glorificación de Dios y la felicidad de los hombres”… 57¿ Cómo debe el sacerdote glorificar
al Espíritu Santo?, darlo a conocer a los fieles, sobre todo a base de la Sagrada Escritura y la
doctrina de los Padres y de los teólogos con imbuidos de sentido eclesial” 58. Es importante
también su “alabanza de parte de Cristo” 59 . La cooperatio cum Spiritu Sancto apunta a la
glorificación del Padre y del Hijo60. En el Espíritu Santo Dios “se ama a si mismo. Por eso, si
tiene valor para nosotros lo que tiene valor para Dios, debemos trabajar por el honor del Espíritu
Santo. Dios tiene deseo por la salvación de las almas, pero desea también el honor del Espíritu
Santo.¡Cuánto le agradamos a El” 61. “Debemos adorar al Espíritu Santo en el alma, en la cual
habita como rey y huésped”62
Sintetizando cabe apreciar la sólidez de la fundamentación dogmática de la comprensión
del Espíritu Santo de parte del Padre Arnoldo. Su explicación no sólo se sitúa en el contexto
eclesial de mayor importancia, es decir, la explicación del dogma trinitario llega a su punto
culminante, sino conserva su nexo vital con nuestra vida, pues estamos invitados, a menudo de
confesar y actualizar nuestra relación con el Espíritu Santo, como cristianos religiosos e hijos
del Padre Arnoldo.

2.2 El Espíritu Santo-Amor, según Tomás de Aquino STh y SG


Padre Arnoldo basa la fundamentación de su relación con el Espíritu en Tomás de
Aquino, sobre todo, en la Suma Teológica-STh- y la Suma contra los Gentiles-SG-, aunque deja

55
A 31 634
56
A 31 665 Credo Nicea
57
A 30 25 205
58
A 30 205
59
A 30 206
60
A 30 221
61
A 30 323
62
A 30 317, 1Cor 3,16
10

constancia, que las citas de Buenaventura son igualmente numerosas en sus escritos 63. El Padre
Arnoldo, no es “tomista” en el sentido negativo, sino comprende a este gran teólogo desde el
episodio conocido de la aparición del Señor antes de morir, quien le pregunta: ¿Bene scripsisti
de me,Thoma, quam ergo mercedem accipies” y Tomas responde: “Non aliam nisi te ipsum,
Domine” 64. Pese a que el Fundador centra su fundamentación en la explicación tomasiana del
sacerdocio, tomando en cuenta también otros temas, como el purgatorio, la resurrección de los
muertos, los ángeles y los votos, para nuestra búsqueda resultan importantes los enunciados
referentes a 1. la aprehensión de la belleza de Dios por la razón iluminada gracias al amor,
siendo el Espíritu Santo la belleza por excelencia-STh 1 q. 2; 2. la origenariedad del amor del
Espíritu Santo, junto al amor del Padre y del Hijo STh I 38, y finalmente 3. La acción del
Espíritu Santo en la Historia de salvación,AT, NT y en la Iglesia-STh 1/2 q. 107; 108 y 112.

2.2.1. La aprehensión de la belleza de Dios-Espíritu Santo, STh 1 q. 2. 2


Si bien es sorprendente encontrar la temática de la belleza de Dios y su atribución al
Espíritu Santo en el pensamiento del Padre Arnoldo, sin duda, la fundamentación en los aportes
del Aquinate al respecto lo son más todavía, pero revelan con qué profundidad el Fundador
trata de comprender y explicar el misterio del Espíritu Santo. Pues, la belleza es, junto con la
verdad, bondad y unidad, una propiedad trascendental del ser, que comprende un aspecto
concreto-lo bello- de algo, de tal modo, que este aspecto no agota el ser, sino desborda siempre
de nuevo a una riqueza mayor, del mismo modo, como el Espíritu Santo desborda la relación
con el Padre y el Hijo hacia una profundidad y concreción mayor-los dones del Espíritu Santo
son múltiples en su diversidad una-. Para la aprehensión de estos trascendentales, es decir, de la
belleza, nuestra razón requiere, más allá de sus principios claros y distintos, el empuje de la
voluntad amorosa, afectiva, que Tomás describe, según El Padre Arnoldo, como “sabiduría”-
especulativa sapientia scientia perficitur65, comprendiéndola a partir de la definición magistral
de lo bello, que ha hecho historia: “Pulchrum, cuius ipsa apprehensio placet (i.e. sine utilitatis
consideratione)”66. Siguiendo a Tomás el Arnoldo explica “El bien se anhela en sus efectos,
mientras lo bello en si”, pues, Dios es “la máxima belleza por ser su fuente originaria”, de tal
modo que “del Espíritu viene toda amistad y belleza”67 De ahí que el Padre Arnoldo concluye:
“El Espíritu Santo es la belleza, porque procede del amor del Padre”68

2.2.2 El amor hipostático del Espíritu Santo y el amor del Padre y del Hijo
Si el Espíritu Santo “procede del amor del Padre” 69 y del Hijo” y ¡qué inefable es el
amor del Padre y del Hijo al Espíritu Santo. En El Dios se ama a si mismo” 70. El Espíritu Santo
no envia, sino es enviado71 y le falta la fecundidad trinitaria72

2.2.3 La acción del Espíritu Santo en la Historia de la salvación y en la Iglesia.


Pero Jesús ama y el Espíritu Santo nos ama a nosotros. Dios nos ama en el Espíritu
Santo. Así nos regala todas las gracias en el Espíritu Santo"73 como lo atestigua la historia de la
salvación, que Tomás toma muy en cuenta y el Padre Arnoldo lo descubre-, pues afirma que el
Espíritu Santo actúa ya en el AT 74 y en los sacramentos del NT se despliega con mayor
plenitud75 a partir de la encarnación 76 ascension del Señor 77 y “la resurrección del cuerpo” 78

63
A 30 310
64
A 30 144 Has escrito bien acerca de mí, Tomás. ¿Qué recompensa recibirás? No otra que no seas Tú mismo, Señor.
65
Sth 1,2 q 68 a ic: ratio
66
A 30 313 Thom.Aqu.Sum.theol.1 q.5 a 4.
67
A 30 313 y 323
68
A 30 313
69
A 30 313
70
A 30 323
71
A 30, 197: no mittens sino missus,
72
A 30,(( 316s)) 197 I,2.c.
73
A 30 323
74
A 30 332: Sth I 2 q.107 AT (Ad Gentes 4)
75
A 30, 290: actividad sacramental STh 1 2 112 a 1 ad 2 en los sacramentos del NT…
76
A 31 712: Sth 3 q.1
77
A 31, 653: Sth 3, q.57 …
78
A 31 643 Sth suppl q82-85 expl 1 cor 15, 20ss cuerpo resucitado…
11

como autor principal de los sacramentos 79Por eso, “debemos amar al prójimo como a nosotros
mismos”, que el Padre Arnoldo explica según Tomás lo que no significa que debemos amar al
projimo como a nosotros mismos, sino que debemos tomar este amor como modelo y ejemplo-
Muster”80, siendo en cuanto cristiano, es decir, que es de Cristo 81 portador de virtudes 82 y evitar
el pecado 83especialmente como sacerdote, “actuar en persona” Christi 84

En sintesis: la fundamentación tomasiana emerge a partir del uso del texto original latin
del contexto vital sacerdotal religioso en cuanto especulación teológica interrelacionado con los
grandes temas antropológicos ontológico de los trascendentales, sobre todo belleza y bondad.
Sobresale el amor ad intra y ad extra, siempre común al Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero no
inmanente abstracto, sino a imagen del Hijo, amor relacional,Padre e Hijo. El Padre Arnoldo
presta atención a este ad, in, intersubjetivo, jerarquizado, propio del ser espíritu, también en los
ángeles Se despliega en la Historia de la Salvación a través del movimiento circular, egreso-
regreso, que caracteriza al pensamiento tomasiano, hacia un cumplimiento siempre mayor.

3. El Espíritu Santo y el Castillo interior de Teresa de Avila, interpretado por Stein


Si bien sorprende el conocimiento, que revela el Padre Arnoldo respecto a Teresa de
Avila en temas como el infierno y el purgatorio 85 , impresionan las referencias al Castillo
Interior en temas como el enredo del mundo –M1-2- la acción de la gracia y su acción en el
alma santificada M4-7 y sobre todo la visión del Espíritu Santo en Su Misterio Trinitario-M786

3.1. El Espiritu Santo forma el alma de Jesús, como nuestra alma


El Padre Arnoldo se refiere a El Castillo interior para afirmar que el Espíritu Santo forma el
alma de Jesús y asimismo a modo de nuestro alma 87, es decir, de un complejo espácio interior,
de diversos grados de profundidad (Sta. Ángela de Foligno) y se expresan en actitudes como la
“humildad en cuanto verdad” 88 , pobreza que permite que “Tantum bonum,
ut omnia bona in se comprehendat (Ther.) 89 y una obediencia necesaria aunque el alma esté
dirigida por Cristo mismo90.
3. 2. Enredado en el mundo
Según la descripción de El Castillo interior 1 6.2 2 15, que el Padre Arnoldo evoca, hay
ánimales en las antesalas del alma 91, atraves de una vida religiosa pérdida: gracia de la vocación
perdida 92, de aquellos que rechazaron a Jesus y su amor y aceptaron al diablo como instructor 93,
de la cual la aparición de Jesús liberó a Teresa de Avila 94
3. 3. Encuentro con el Espíritu Santo y presencia de Dios en la eucaristia
Aunque Dios está presente en todas partes y, según Teresa de Avila en la eucaristia de
modo especial95 A pese a que no notamos nada, el Espiritu Santo vive en el centro de nuestra

79
A 30, 221: 1 2 q 112 a 1 ad 2 Hl Geist auctor principalis sacramentoron
80
A 31 529
81
A 30 145: “Quien no tiene el Espíritu de Xto. no le pertenece” Rom 8,9. Christianus est, qui Christi est (S.Tomas)
82
A 30 209: pecados veniales disminuyen el celo {fervor, ardor} del amor (Tomás de Aquino).
83
A 30, 172; A 30, 200 carácter sacerdotal Sth 3 q 63 a 4 A 30 244 eucaristia. 247:sacerdote; A 31, 627 n5 STH 1 2 98ª IC NO. A
31 634: SG i 4 c 20 21Sth 8º3
84
A 30 217 sacerdote actua en persona Christi STh 217 3 q 22 a. 4.
85
Vida cel Padre32-,
86
A 30 53
87
A31 464
88
A 30 305 ; A 31 687
89
A 30 409
90
A 31 820
91
A 30 280 (Ter. de Ávila: serpientes y pestilencia)
92
A 31 523:
93
A 30 280:
94
A 31 503 (su vida religiosa sufrió mengua al leer novelas caballerescas)
95
A 30 286
12

alma 96 . Cuando el Padre Arnoldo se refiere a la visión de Teresa del alma en gracia 97la describe
como una plena en una clara noche de invierno -pulchra ut luna- 98.

El Padre Arnoldo se refiere al Castillo Interior en momentos concretos precisos. Edith


Stein permite entender mejor las Moradas de Teresa alma-interioridad- asequible por la oración
y la fenomenlogia, alma pérdida en el mundo, eucaristía 99, Como nos comportamos ante la
eucaristia, asi lo veremos en el cielo 100 visión del Espiritu Santo 7M .

4. El Espíritu Santo, origen del amor del Padre y del Hijo, según la Regla 7 (1898)
La relación del Padre Arnoldo con el Espíritu Santo recircula como un desde dónde-, -
el origen-, hacia dónde, -la meta-, es decir, como un movimiento de egreso y regreso, propio de
la patrística griega dionisiana, y también subyacente a la obra de Tomás y especialmente a
Buenaventura, dos teólogos importantes a quienes el Fundador menciona, explicitamente, en la
regla 7 de las Constituciones SVD de 1898101. No cabe duda, que es difícil, comprender quien
es el Espíritu Santo en si, pues es como la luz, que ilumina todo sin ser vista en si, o el amor que
hace presente a otro, sin definirse en si. De ahí , según la regla 7 muchos fracasan en esta
devoción al Espíritu Santo, y por tal motivo es del agrado del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, que exista tal celo piadoso con ese fin 102

4.1. El Espíritu Santo, procede del Padre y del Hijo, -filioque La procedencia del
Espíritu Santo está muy presente en los escritos del Padre Fundador, pues En si mismo El es el
Espíritu Santo, de igual naturaleza que el Padre y el Hijo, poseyendo la misma santidad, poder y
majestad. La razón de que proviene del Padre y del Hijo está en que El es amor. Porque
mientras el Padre se conoce a si mismo en el Hijo y el Hijo en el Padre (lo que es necesario por
la entera bondad de la divina naturaleza), relacionándose entre sí se ama el Uno al Otro y se
aman totalmente. Pero se aman mutuamente en el Amor del Espíritu Santo: el cual es el amor
que procede de amor como aliento o espíritu y la inmensa dulzura de sus amores. Dicho proceso
divino lo expresan estos versos: Como el Padre se conoce a sí mismo engendra al Hijo por
entero igual y como Ambos se aman mutuamente de ambos procede Dios(Espíritu Santo) 103

4.2.El Espíritu Santo, nos inclina hacia el Hijo


La relación del Hijo Jesucristo con el Espíritu Santo, sin duda, está muy presente en los
escritos del Padre Arnoldo, ya que entre los dones mayores del Espíritu Santo debe considerarse
el hecho de que en unión con el Padre, nos da a Jesucristo, enviado por el Padre y concebido por
el Espíritu Santo104 Pero menos atendida es la inclinación connatural del Espiritu Santo hacia el
Hijo, aunque la destaca, con mayor profundidad cuando insiste Como prenda del amor de Padre
e Hijo a nosotros, su misión es unirnos con Cristo, y por su intermedio, con el Padre. El Rostro
que el Espíritu quiere mostrar es el de Cristo105

96
A 30 53
97
A 31, 685
98
A 31 748
99
A 31 671
100
A 31 453; A 31 765, A 30 286;
101
Peter McHugh, Espiritualidad de nuestra Congegación.Una Visión Teológica, Buenos Aires, 1980, Editorial Gaudalupe,164:
102
Idem, 164el Fundador
103
Idem, 164el Fundador: AUt comprehendit Se Pater, Gignit coaevum Filium; Uterque dum Se diligunt, Utroque procedit Deus.
104
McHugh 165
105
McHugh 179
13

4.3. El Espiritu Santo, no tiene nada para si:Uneigennützigkeit-desinterés


Pese a que el Padre Arnoldo habla también de la Uneigennützigkeit -generosidad del
Padre106, aplica esta característica al Espíritu Santo107, cuando explica con cuidado, pues si nos
está permitido usar, a modo humano, esta palabra para una persona divina. En efecto, el Espíritu
trabajó para la glorificación del Padre y del Hijo durante muchos siglos. Pero) qué hizo para su
propio honor? Se contenta con promover la veneración al Santísimo Sacramento, al Corazón de
Jesús, a María y José, y recién hace pocas decenas sucede algo más para su propia
veneración108. Se trata de una idea, que expresa muy bien el ser propio del Espíritu Santo, tal
como lo profundiza Ricardo de San Victor, De Trinitate.

A modo de Conclusión
Podemos constatar que la relación del Padre Arnoldo con el Espíritu Santo es de gran
profundidad teológica espiritual, dilucidada con esmero a través de los nombres propios espíritu,
amor, don 109, que le hace exclamar al Fundador ¡Qué precioso y gustoso es ese Don!110 Un
testimonio conclusivo de este amor extraordinario al Espíritu Santo es la última poesia del
mismo Padre Fundador al Espíritu Santo, que reza: “en el atardecer de mi vida, vengo a ti,
Espiritu Santo, para alabarte y agradecerte.Mi alma te glorifica. Dios del amor hermoso, nunca
podré darte suficente alabanza y gratitud. Tú me diste lo que tengo en la tierra, también cuerpo y
alma los debo a ti” 111

Bibliografía

Arnoldo Janssen, Cartas de Arnoldo Janssen a America del Sur.Tomos I-IV: 1903-
1908.Obra editada y comentada por Josef Alt SVD, traducida por Eduardo Saffer, Roma
1994: Editorial Verbo Divino.

Junto a Fuentes Sagradas. Espiritualidad del Siervo de Dios.P.Arnoldo Janssen,


Manuscrito in usum nostrorum tantum, Buenos Aires

Arnold Janssen, Persönliche Aufzeichnungen aus dem Jahr 1906, Herausgegeben und
kommentiert von P. Albert Rohner, Roma 1981.

Albert Rohner, Die Vortragstätigkeit P.Arnold Janssens, Erster und Zweiter Teil:
Exerzitien, Rom 1974; Priesterkonferenzen (1888-1908) Rom 1979

Peter McHugh, Espiritualidad de Nuestra Congregación. Una Visión Teológica, Buenos


Aires 1980: Editorial Guadalupe,237pp.

Jakob Reuter, Cautivado y envaido por el Espíritu. Arnoldo Janssen, trd.Edaurdo Saffer,
Analecta SVD 72//II Roma 1995

106
A55 101(31 n 1)
107
A 55 43(31)
108
Ibid.
109
A30 149, 316
110
A30 286 A31 635
111
Francisca Carolina Rehbein, Cautivado por el Misterio, Arnoldo Janssen-El orante, Steyl 2004:Steyler Verlag, 137.

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