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TRINIDAD
IMPORTANCIA
Los cristianos son bautizados "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"
(Mt 28,19). "La fe de todos los cristianos se cimenta en la Santísima Trinidad"
El Antiguo Testamento nos reveló que Yahvé es rico en amor y fidelidad. Que Dios ama a su
pueblo con un amor eterno, gratuito, fiel, más fuerte que el pecado y que la muerte.
Pero el Nuevo Testamento irá todavía más lejos al afirmar: "Dios es Amor" (1 Jn 4,8.16); el ser
mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de
Amor, Dios revela su secreto más íntimo: él mismo es una eterna comunicación de amor:
Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él.
1. El mandato misional de Mt 28, 19. "Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean
mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
a. Aparece con claridad la distinción de las personas divinas, ya que los nombres
llevan cada uno el artículo que los personaliza.
b. Como se designan a las tres personas por igual, se da a entender que las tres
son iguales.
2. 2 Cor 13,13: "La gracia de Cristo Jesús, el Señor, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos ustedes."
a. fórmula litúrgica de saludo, usada por los cristianos desde los primeros
tiempos de la Iglesia;
b. distingue las tres personas e insinúa su igualdad, las tres son origen y principio
de la santificación del cristiano.
2. ¿Hay tres personas en Dios? Sí; en Dios hay tres personas iguales y distintas que son: el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Un solo Dios verdadero, la Santísima Trinidad.
Dios es siempre más grande. Es Uno y Trino. “Trinidad en la Unidad y Unidad en la Trinidad”.
San Gregorio Nacianceno lo dice hermosamente: “No he comenzado a pensar en la Unidad
cuando ya la Trinidad me baña con su esplendor. No he comenzado a pensar en la Trinidad
cuando ya la Unidad me posee de nuevo”.
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Representa al Padre que desde el cielo contempla embelesado al Niño en el pesebre, con los
brazos abiertos, en ademán de complacencia y de gozo, y entre ellos el Espíritu Santo en forma
de paloma.
La composición se divide en dos planos separados por la figura del Espíritu Santo en forma
de paloma. En la parte inferior -terrenal- Juan el Bautista bautiza a Jesucristo .
En la parte superior -celestial- aparece Dios Padre, representado como un anciano casi
sonriente, rodeado de una mandorla luminosa, bendiciendo a la manera bizantina, con los
dedos medio y pulgar unidos.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/fe/La_Trinidad_%28El_Greco
%2C_1577-1579%29.jpg/640px-La_Trinidad_%28El_Greco%2C_1577-1579%29.jpg
Se representa la escena en la que Dios sostiene el cuerpo de su Hijo Jesucristo muerto. Sobre
ellos el Espíritu Santo representado en forma de paloma. La obediencia de Cristo en la cruz es
la máxima revelación de la Trinidad.
Por la gracia del bautismo "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19)
somos llamados a participar en la vida de la Santísima Trinidad, aquí en la tierra en la oscuridad
de la fe y, después de la muerte, en la luz eterna.
Porque las Tres Personas Divinas son realmente distintas, debemos vivir tres relaciones con
cada una de las Tres Personas:
Una relación de familiaridad con el Padre: somos sus hijos elegidos y amados.
Debemos confiar en el Padre, obedecerle e imitarle como hijos queridos.
Una relación de familiaridad con el Hijo: somos hermanos de Jesús, el Hijo Primogénito
de Dios, y hermanos entre nosotros. Debemos vivir en el seguimiento de Cristo, para
que ya no vivamos nosotros, sino que Cristo viva en nosotros.
Una relación de familiaridad con el Espíritu Santo: somos discípulos del Espíritu Santo,
el Maestro interior, que habita en nuestros corazones. Debemos dejarnos guiar por el
Espíritu Santo y no entristecerlo destruyendo o ensuciando nuestro corazón con el
pecado. Debemos ser una morada limpia para el Espíritu Santo.
Ser cristiano consiste en vivir en trato familiar y asiduo con el Padre, por medio del Hijo, bajo la
guía del Espíritu Santo.
1. La Señal de la cruz, que hacemos sobre nuestro cuerpo, invocando el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
2. La doxología menor: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el
principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
3. La doxología mayor o himno de alabanza: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz…
4. El Credo, en sus dos versiones: el Símbolo Apostólico y el Símbolo Niceno-
Constantinopolitano.
5. El Padre Nuestro se dirige al Padre, y lo debemos rezar unidos al Hijo, nuestro
Hermano Mayor, e impulsados por el Espíritu Santo.