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AMINE ATHAMNA - PRÁCTICA 1

Este artículo aborda un tema de gran interés: la evolución de la política cultural en los
municipios. A lo largo de sus líneas profundiza en el desarrollo de la misma, que se ha estado dando
en estas entidades administrativas de nivel local.
El texto se puede dividir en varias partes:
 1ª parte: una breve introducción sobre el tema que va a abordar y también afronta una
cuestión: la variedad de tipos de municipios, debido a un asunto muy complejo, como es el de la
despoblación y cómo este hecho ha afectado a que, hoy en día, podamos hablar de dos tipos de
municipios: aquellos que tienen más recursos y los que apenas poseen recursos.
 2ª parte: en la segunda parte del texto, que comienza a partir del epígrafe titulado
<<Los equipamientos culturales en el marco del paradigma de la ciudad creativa y el tránsito al
digital>>, el autor se encarga de hablar de los diferentes espacios culturales (aquellos que han sido
creados con más presupuesto, por ejemplo) de diversas ciudades españolas y explica el efecto del
paradigma de la ciudad creativa. Del que él mismo expresa: “Conviene, por tanto, subrayar que en
el caso de los equipamientos y su gobernanza y gestión han dependido más de la ocurrencia del
político de turno que de otra cosa y ha ponderado más el hormigón y las posibles externalidades a
nivel personal que las ideas y la pertinencia del equipamiento.” (Rubio, 2019)
 3ª parte: en el epígrafe titulado <<El modelo español de equipamientos culturales:
debilidades del sistema de la política cultural>>, explica cómo es el modelo español, a través de
diversos autores y, sobre todo, con una tabla que refleja la realidad y muestra sus debilidades, ya
que, al compararlas con el sistema europeo, el nuestro languidece.
 4ª parte: en la cuarta y última parte, plantea como título una pregunta: <<¿Es posible
una regeneración de los equipamientos culturales frente a la parálisis permanente?>>. Más allá de
dar una simple respuesta, el autor abarca el agotamiento del paradigma de la ciudad creativa y sus
efectos, las orientaciones de la política cultural, los ejes que se ramifican debido a esas
orientaciones y los instrumentos para desarrollar la adquisición de la competencia cultural a los tres
niveles que refiere: educación formal, educación no-formal y la educación informal. Todo ello para
terminar con una devastadora conclusión: “La parálisis permanente conforma nuestro estado actual
de las políticas culturales locales. Creemos que es urgente tomar decisiones políticas que den
respuesta a esta situación porque el análisis que aquí se plantea no está en la agenda de los partidos
políticos de cualquier espectro.” (Rubio, 2019)
Por supuesto, ahora vamos a realizar el análisis pormenorizado de los puntos más
destacados que el texto abarca.
La primera cuestión que nos interesa, que se encuentra en la primera parte del texto, es la
categorización de municipios. Cuando se habla de diferentes tipos de municipios, no nos referimos
a que tengan una mayor o menor extensión, de hecho ni siquiera nos importa su geolocalización,
sino un factor tremendamente importante: la población.
El factor de población está directamente relacionado con el factor económico, que es el que
divide a los municipios. Por eso, en el texto, se habla de aquellos con más recursos y aquellos con
menor recursos.
La economía, que depende de varios factores siendo el poblacional uno de ellos y de los
más importantes, es la base que mueve todo, incluyendo la cultura. “Se suele decir que estamos en
una situación de crisis y que no hay dinero para la cultura o que, al menos, no lo hay de una manera
significativa.” (Ander, 2003).
Hay que plantearse una pregunta: ¿puede un municipio como Ovejo, ubicado en Córdoba y
que apenas cuenta con 2000 habitantes, plantearse el mismo modelo de cultura que Paracuellos de
Jarama, en Madrid y con unos 25000 habitantes actualmente?
Por supuesto que no. Primero porque sus necesidades son totalmente diferentes. Mientras
más población haya, más equipamientos culturales van a demandar. Segundo porque la economía de
un municipio y otro es diferente. El presupuesto del que disponen en un lugar y otro no es para nada
similar, aunque gobierne el mismo partido o tengan las mismas ideas.
De manera que la política cultural de un municipio y otro no puede ser nunca la misma,
aunque ambos sigan los mismos patrones o quieran mejorar sus equipamientos culturales de una
manera semejante.
La segunda cuestión que nos interesa es la relacionada con la cultura en sí. O mejor dicho,
tal y como se plantea el autor a lo largo del texto, el modelo de cultura español.
Por lo que podemos leer, se trata de un modelo obsoleto, que se ha quedado desfasado y
que se ve superado, a todos los niveles, por otros modelos europeos. Eso se ve claramente en la
tabla que Rubio expone.
Por ejemplo, si observamos la parte de Gobernanza, nos damos cuenta que el modelo
español tiene: “Débil gobernanza de los representantes de las administraciones públicas, ausencia
patrones independientes y/o expertos”.
Hay que plantearse varias cuestiones: ¿qué están haciendo nuestros gobernantes para que
funcione la política cultural? ¿Qué medidas están tomando con el fin de lograr que la evolución de
la política cultural sea positiva en todos los municipios? ¿Realmente los presupuestos de cultura se
están invirtiendo de la mejor manera?
A lo largo de la búsqueda de información sobre este tema, he encontrado un texto muy
interesante y actual, sobre las políticas culturales en época de pandemia. En este texto la autora
explica que “las prácticas y consumos culturales en el hogar se multiplicaron e intensificaron, al
mismo tiempo que el sector cultural sufría una crisis severa por el cierre de espacios e instituciones
culturales, la suspensión de actividades productivas y las dificultades para sostenerse de los
trabajadores y artistas.” (Moguillansky, 2021)
Para tratar de contrarrestar el efecto pandemia, el Gobierno de Argentina (país que se
estudia en el artículo) tuvo la buena idea de lanzar una serie de medidas e iniciativas dirigidas al
sector cultural, para salvarlo de la crisis. La inversión fue de muy elevada. Pero, ¿tuvieron efecto
positivo esas medidas?
Lo cierto es que, como la mayoría de buenas ideas, las medidas se quedaron en eso, ideas,
pero sin llegar a cuajar del todo ni llegar a los niveles esperados por el Gobierno. Y es que en
muchas ocasiones no basta con una buena planificación, sino que hacen falta otros elementos de
base para que se consiga un propósito.
De hecho, en el texto que estamos analizando se dice también al caso que: “en el caso
español, las políticas sectoriales en el campo de la cultura mantienen la rigidez y la estrechez de
miras a la hora de definir quiénes son los interesados (stakeholders) en su ámbito.” (Rubio, 2019)
Y, pocas líneas después, menciona el fracaso del Ministerio de Cultura, a la hora de
destacar y desarrollar ciertos ámbitos culturales. Porque, como ya he mencionado, un buen plan no
es sinónimo de un proyecto de éxito siempre.
Para terminar el análisis del texto de Rubio Arostegui, me gustaría destacar una parte en
concreto. Se trata de una reflexión que lanza casi al final, donde expone que: “Pero más allá de las
orientaciones de la política cultural que afectan, como hemos analizado, a los equipamientos
culturales y del modelo de política cultural sud-europeo de política cultural que enmarcan y
condicionan la vida cultural de los agentes artísticos, de la industria cultural y de las instituciones y
equipamientos públicos, la política cultural española inmovilista se mantiene al margen de las
recomendaciones de la Unión Europea.” (Rubio, 2019)
Me interesa sobre todo esta última frase: la política cultural española inmovilista se
mantiene al margen de las recomendaciones de la UE. El hecho de que el adjetivo inmovilista esté
adyacente al término política cultural española ya es algo remarcable, ya que se reafirma en el poco
cambio y el mínimo avance que se realiza en esta cuestión determinada.
Pero, además de ese término tan concluyente, el hecho de que confirme que se mantiene al
margen de las recomendaciones de la UE es digno de comentar. España no debe quedarse nunca
aislado, apartado o sin seguir la estela europea, puesto que lo único que se consigue en ese caso es
estar menos avanzada que otros países de Europa.
Por eso mismo, el autor expresa al final: “la parálisis permanente conforma nuestro estado
actual de las políticas culturales locales. Creemos que es urgente tomar decisiones políticas que den
respuesta a esta situación porque el análisis que aquí se plantea no está en la agenda de los partidos
políticos de cualquier espectro.” (Rubio, 2019)
Mi última conclusión es que también es urgente tomar decisiones políticas sobre el ámbito
cultural, pero no de cualquier manera sino observando y estudiando a fondo cómo se pueden
aprovechar de la mejor manera posible, para que todos los habitantes de todos lo municipios tengan
acceso a las mismas oportunidades culturales, al menos dentro de cierta medida.

BIBLIOGRAFÍA

-Ander Egg, E. (2003). La política cultural a nivel municipal. Temas de desarrollo


humano: desafíos y propuestas para el Trabajo Social, 145.
-Rubio Arostegui, J. A. (2019). La política cultural local tras 40 años de democracia:¿ Es
posible una regeneración de los equipamientos culturales frente a la parálisis permanente?.
Universidad Antonio de Nebrija.
-Moguillansky , M. (2021). La cultura en pandemia: de las políticas culturales a las
transformaciones del sector cultural. Ciudadanías. Revista De Políticas Sociales Urbanas, (8).
.

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