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TEMA 7.

EL EMPIRISMO. DE HOBBES A
HUME
CUESTIÓN CLAVE: ¿Es la experiencia una fuente fiable para el
conocimiento?
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
EL EMPIRISMO/ 0. David HUME (1711-1776)
(1. Conocimiento y experiencia)

• El empirismo en la historia del pensamiento

• El Empirismo (inglés) como corriente filosófica de los ss. XVII-


XVIII (LOCKE, BERKELEY, HUME): el origen de las ideas que
constituyen el conocimiento humano es la experiencia, la cual
fundamenta la validez de las mismas. Frente a las ideas innatas y
el modelo matemático de los racionalistas, los empiristas abogan
por la experiencia y el modelo de las ciencias naturales basado
en ella que tantos avances había supuesto para la Física. Según
LOCKE (1632-1704) nuestra mente es una tabula rasa antes de la
experiencia: nuestra mente está vacía porque no hay ideas
innatas (si las hubiese, todos las tendríamos, pero hay personas
que no las comparten y tampoco están presentes en la mente de
los niños: todas las ideas son resultado de la experiencia). Así
que la experiencia es también el límite del conocimiento

• David HUME (Edimburgo, 1711-1776) era hijo de un


terrateniente escocés, cursó los estudios de abogacía y
abandonó su profesión de comerciante debido a su interés por
las letras y la filosofía. Se trasladó a Francia donde, retirado en el
campo, compuso el Tratado acerca de la naturaleza humana (c.
1739), obra que tuvo poca repercusión entonces pero sería muy
valorada después (según KANT, fue HUME quien le despertó de
su “sueño dogmático”). HUME representa el máximo desarrollo
del Empirismo inglés y es el precursor principal del empirismo
contemporáneo.
Además del Tratado, sus obras principales son la Investigación
sobre el entendimiento humano (1748), la Investigación sobre los
principios de la moral (1752) y la Historia natural de la religión
(1757)
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (1. Elementos del conocimiento)
(2. El empirismo radical de Hume)

• El conocimiento está formado por contenidos mentales basados


en la experiencia, a los que llama percepciones, que pueden ser
de dos tipos: impresiones (captadas mediante los sentidos y
percibidas con viveza e intensidad) e ideas (copias o imágenes de
las impresiones, menos vivas). [Ejs: ver la pizarra o recordar su
imagen; beber el café o recordar su sabor]

• Una impresión simple (el sabor presente de esta manzana)


produce una idea simple (evocación de la impresión simple
anterior) y una impresión compleja (la suma del sabor, textura,
color, forma, tamaño… de la manzana que estoy comiendo)
produce una idea compleja (evocación de la impresión compleja
anterior). Pero además hay otro tipo de ideas complejas, las
generadas por asociación de ideas (no por evocación de
impresiones), que pueden ser:

– en función de su semejanza (ej. pintura→modelo)

– en función de su contigüidad espacio-temporal (ej.


habitación→resto habitaciones)

– en función de su relación causa-efecto (ej. herida→dolor)

Estos mecanismos asociativos permiten a nuestra mente ligar


unas ideas con otras así como elaborar ideas complejas a partir
de la combinación de ideas simples (por ejemplo, la idea de
sustancia es, según HUME, una idea compleja debida a la
conexión que nuestra mente ha establecido entre
determinadas ideas simples)

• En última instancia, todas nuestras ideas proceden de las


impresiones
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (2. Tipos de conocimiento)
(2. El empirismo radical de Hume)

• El “tenedor de HUME” es la distinción (inspirada en LEIBNIZ pero


modificada desde el empirismo) entre relaciones de ideas
(verdades de razón), que se formulan en proposiciones analíticas
y necesarias debidas a razonamientos demostrativos (los de la
lógica y la matemáticas, ej. El todo es mayor que sus partes), y
cuestiones de hecho (verdades de hecho), referidas a los
acontecimientos y cuya verdad solo puede justificarse en virtud
de la experiencia, es decir, de las impresiones (ej. El fuego
produce calor). Las cuestiones de hecho se refieren a situaciones
contingentes, porque su contrario es siempre posible y se deben
a razonamientos probables (las ciencias naturales se ocupan de
cuestiones de hecho, por eso deben justificar la validez de sus
proposiciones mediante la experiencia)
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (3. La crítica a la idea de causalidad y
el escepticismo)
(3. La crítica a la idea de causalidad)

• De este modo, nuestro conocimiento de los hechos está limitado


a nuestras impresiones actuales y a nuestros recuerdos actuales
de impresiones pasadas (ideas), pero no puede haber un
conocimiento de hechos futuros, porque no tenemos
impresiones de ellos. No obstante, nos manejamos en la vida
porque contamos con que en el futuro se producirán ciertos
hechos (tomamos precauciones al ver la lluvia o no tocamos el
fuego), debido a una inferencia causal: como hemos
experimentado que la lluvia moja y el fuego quema, pensamos
que la próxima vez también sucederá así. El problema desde el
punto de vista epistemológico es que lo que hemos observado
hasta ahora es una sucesión constante (primero cae la lluvia y
después moja), pero suponemos que se trata de una conexión
necesaria (creemos que la próxima vez que llueva, mojará). Esa
creencia no es conocimiento, y procede del hábito, de la
costumbre de haber observado en el pasado que siempre que
sucedió lo primero también sucedió lo segundo
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (3. La crítica a la idea de causalidad y
el escepticismo)
(3. La crítica a la idea de causalidad / 4. La crítica a la metafísica)

• La inferencia causal es aceptable entre impresiones, y de hecho


nadie duda de que el agua y el fuego de los ejemplos no vayan a
mojar y quemar respectivamente. Y es que esa certeza que nos
produce la inferencia causal nos permite desenvolvernos (como
en el pasado ya me quemé, ahora no toco el fuego). La
inferencia causal permite pasar de una impresión a otra (del
fuego al calor), pero no de una impresión a algo de lo cual
nunca ha habido impresión. Según este criterio:

– No podemos inferir, como hacía LOCKE, que haya una


realidad extramental que sea causa de nuestras
impresiones, porque lo que experimento es la impresión,
no la realidad exterior. Solo puedo hablar de mis
impresiones, no de lo que (si está) está más allá de ellas.
En todo caso creemos que hay un mundo corpóreo, pero
no podemos estar seguros. No podemos afirmar que
existan las sustancias, puesto que tenemos impresión de
una serie de cualidades, pero no de la sustancia misma

– Lo mismo ocurre con el problema de Dios (precisamente


LOCKE y BERKELEY afirmaban su existencia en base al
principio de causalidad): la inferencia es injustificada, no
va de una impresión a otra sino de nuestras impresiones a
Dios, que no es objeto de impresión alguna
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (3. La crítica a la idea de causalidad y
el escepticismo)
(4. La crítica a la metafísica)

– ¿De dónde proceden entonces nuestras impresiones? Para


LOCKE venían del mundo exterior, para BERKELEY de Dios.
Para HUME, ni lo sabemos ni podemos saberlo: pretender
responder a esta pregunta es pretender ir más allá de
nuestras impresiones, que son el límite de nuestro
conocimiento. Tenemos impresiones y no sabemos ni
podemos saber de dónde proceden

– El problema de la existencia del yo parece distinto


(filósofos anteriores afirmaban su existencia no por una
inferencia causal sino por una intuición inmediata, como
el cogito de DESCARTES). Para HUME, la existencia del yo
como sustancia, como sujeto permanente de nuestros
actos psíquicos, no puede justificarse apelando a una
pretendida intuición, porque solo tenemos intuición de
nuestras ideas e impresiones y ninguna impresión es
permanente, sino que unas suceden a otras de manera
ininterrumpida: tenemos impresiones que se suceden
(dolor y placer, tristeza y alegría…) y no existe una
impresión distinta a estas que permanezca invariable
durante nuestra vida y que podamos identificar con el
yo. Si nos parece tener conciencia de nuestra propia
identidad es por la memoria, la cual nos permite
reconocer la sucesión de impresiones. El error consiste en
que confundimos sucesión con identidad
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
I. LA TEORÍA EMPIRISTA DEL CONOCIMIENTO
HUME: EPISTEMOLOGÍA (3. La crítica a la idea de causalidad y
el escepticismo)
(5. El escepticismo de Hume)

• Según todo lo expuesto, el empirismo de HUME lleva al


fenomenismo y el escepticismo. No es posible encontrar un
fundamento de la conexión de las impresiones (ni una realidad
exterior ni un yo como sujeto de las mismas). Así que solo
conocemos las percepciones, los contenidos mentales,
quedando la realidad reducida a eso, a meros fenómenos
(término que significa lo que aparece o se muestra):
fenomenismo. Ese fenomenismo conlleva una actitud escéptica.
HUME dice sentirse incapaz de hacer consistentes y de renunciar
a dos principios: que todas nuestras percepciones son
existencias distintas y que la mente no percibe nunca conexión
real alguna entre existencias distintas

• No obstante, HUME era un filósofo ilustrado, defensor de la


investigación científica, de la educación y de la cultura.
Considera la ciencia de gran valor, pero está advirtiendo de que
sus afirmaciones no son verdades absolutas: las leyes
formuladas por la ciencia son creencias probables
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
HUME: ÉTICA
(8. Ética y política en Hume)

• HUME hace una crítica del racionalismo moral que en general se


ha seguido desde la tradición intelectualista griega (con la razón
debemos conocer el orden natural para determinar qué
conductas humanas son acordes con dicho orden). En estos
sistemas morales se comete siempre la falacia naturalista:
pretender derivar del “ser” del hombre (de su naturaleza), el
“deber ser” (el bien y el mal morales, la virtud y el vicio). La
razón nos puede explicar cómo son las cosas, pero no cómo
deberían ser (el bien y el mal, la virtud y el vicio no son
relaciones de ideas ni cuestiones –racionales– de hecho). “Las
distinciones morales no se derivan de la razón”

• Según HUME, lo que nos lleva a aprobar o reprobar una acción


es un sentimiento de “simpatía” o “antipatía”, respectivamente,
ante tal acción: “Se siente más que se juzga”. Así que la base de
nuestras normas morales es el sentimiento (emotivismo moral)
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
HUME: ÉTICA
(8. Ética y política en Hume)

• Esos sentimientos de aprobación o desaprobación que


descubren la virtud y el vicio son una forma del sentimiento
básico de simpatía. Pero lo que despierta ese sentimiento es la
utilidad de la acción contemplada para la colectividad: “Todo lo
que contribuye a la felicidad de la sociedad merece nuestra
aprobación”. Así que la ética de HUME es emotivista y utilitarista
(también su teoría política será utilitarista, entendiendo que la
formación de las sociedades a partir de la célula familiar se
explica por utilidad)

• Como HUME entiende que todos los hombres compartimos una


misma naturaleza humana, una misma constitución básica que
nos lleva a experimentar sentimientos muy parecidos ante las
acciones (todos sentimos rechazo ante el asesinato), lejos de
conducir al relativismo moral, su teoría plantea la posibilidad de
fundamentar normas éticas universales. Además, junto al
egoísmo natural que nos ayuda a sobrevivir (HOBBES), existen
sentimientos positivos como la simpatía mencionada, la
benevolencia y el deseo de ser útiles a los demás, que nos
incitan a cooperar y ayudar desinteresadamente, constituyendo
el fundamento de la moralidad y la base de nuestra vida en
sociedad
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
LOCKE: POLÍTICA
(7. El liberalismo político en Locke)

• Partiendo de la distinción establecida por MAQUIAVELO (1469-


1527) entre la moral y el ejercicio del poder, la filosofía de la
Modernidad se fue apartando de los planteamientos
aristotélicos para elaborar nuevas interpretaciones acerca del ser
humano en su vinculación con la sociedad. Especialmente
relevante es la propuesta teórica del contrato social, que
encuentra antecedentes lejanos en algunos sofistas (distinción
entre naturaleza y convención) y epicúreos y considera la
convivencia social un acuerdo no natural, abandonando la
teoría de la sociabilidad natural de ARISTÓTELES

• HOBBES (1588-1679), LOCKE (1632-1704) y ROUSSEAU (1712-


1778) ofrecen concepciones distintas que siguen un esquema
común para fundamentar respectivamente el absolutismo, el
liberalismo y la democracia:

1) “Estado de naturaleza” (situación primitiva de vida


individual gozando de “derechos naturales”)

2) Contrato social (pacto de cesión de los derechos a la


colectividad para mejorar la situación primigenia)

3) Estado (sistema político según se haya establecido el


contrato)

• LOCKE reconoce la dificultad para encontrar ejemplos históricos


de contratos sociales, aunque tuvo que haberlos, y ROUSSEAU
reconoce que el “estado de naturaleza” quizá nunca ha existido,
por lo que en cualquier caso estos conceptos aluden al análisis
teórico de cuál es la naturaleza humana en estado puro que
permite pensar qué es el Estado a partir de los individuos
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
LOCKE: POLÍTICA
(7. El liberalismo político en Locke)

• Frente a la visión del estado de naturaleza que ofrece HOBBES,


teórico del absolutismo (“El hombre es un lobo para el hombre”),
LOCKE (Wrington, Bristol, 1632-1704), cuarenta años más tarde y
en el contexto de la segunda revolución inglesa, elabora una
teoría opuesta: el liberalismo político. Estudió en Oxford, leyó a
DESCARTES, se interesó por la ciencia y era un puritano
convencido. Destacan sus obras Ensayo sobre el entendimiento
humano (1690) y los Dos tratados sobre el gobierno civil (1690)

• Si HOBBES había recogido la tesis protestante del hombre


naturalmente malo y ROUSSEAU recogerá la tesis del
humanismo renacentista del hombre naturalmente bueno,
LOCKE no parece compartir ninguna de estas dos tesis extremas:
en el estado natural los hombres son libres, iguales e
independientes, y si bien pueden violar los derechos y libertades
de los demás, también es cierto que cuentan con una ley moral
natural descubierta por la razón, la cual impone límites a su
conducta y exige el respeto mutuo. Los individuos tienen ciertos
derechos naturales, entre los que destaca el derecho a la vida, a
la libertad y a la propiedad, cuyo fundamento es el trabajo
(piénsese en la época). Al ser derechos naturales, surge la
justificación o el derecho a castigar a sus infractores
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
LOCKE: POLÍTICA
(7. El liberalismo político en Locke)

• En el estado de naturaleza resulta difícil defender cabalmente los


derechos individuales (por incapacidad de repeler los ataques de
los otros o por un exceso innecesario y arbitrario al repelerlos),
así que se hace necesaria una organización política y una ley
objetiva que remedie las desventajas del estado natural: el
Estado es creado por un contrato para proteger los derechos
naturales (propiedad), para salvaguardarlos pacíficamente,
apareciendo como resultado del consenso racional de los
individuos, que renuncian a parte de su libertad para poder
disfrutar de ella con más seguridad gracias al pacto (explícito o
implícito). Es necesario ceder algunos derechos (no todos, como
en HOBBES), básicamente los de hacer leyes (poder legislativo) y
castigar a los infractores (judicial), abogando por tanto por la
separación de poderes (el ejecutivo queda sometido al
legislativo) para sancionar la dualidad monarca-parlamento y
priorizar la defensa de la propiedad por el Estado (piénsese de
nuevo en el contexto histórico)

• El absolutismo aparece así como contradictorio: el monarca


sigue viviendo en estado de naturaleza y no pertenece a la
sociedad civil. Para LOCKE la cesión de los derechos es siempre
revocable (legitimidad del gobierno basada en la voluntad
popular y sometimiento a la mayoría) y los dos poderes deben
actuar siempre en función del bien público y controlados por
los ciudadanos. Si no, derecho de rebelión
TEMA 7. EL EMPIRISMO. DE HOBBES A HUME
II. EL SER HUMANO, ÉTICA Y POLÍTICA EN EL EMPIRISMO
LOCKE: POLÍTICA
(7. El liberalismo político en Locke)

• LOCKE defiende la tolerancia abogando por la libertad de


pensamiento, la libertad religiosa y la separación entre religión
y política (punto conflictivo también de la vida inglesa del s.
XVII): la política pertenece a la esfera pública y la religión a la
privada, pudiendo interpretar cada uno lo que considere excepto
si esas creencias ponen en peligro la paz y el orden social (razón
por la cual estimaba que debían prohibirse el ateísmo, que
suponía un riesgo para la moralidad pública, y el catolicismo,
aliado con el papado en contra de los intereses de Inglaterra)

• En el s. XX, TOUCHARD señalará que LOCKE, teórico de una


revolución, no es en absoluto revolucionario. Desconfía tanto de
la soberanía popular como del absolutismo del monarca: su
enorme influencia se debe a que su ideal político concuerda
con el de la clase media en expansión. El individualismo en
época de HOBBES lleva a que la clase media se tenga que situar
bajo la protección del poder; pero en época de LOCKE la clase
media se cree lo suficientemente fuerte como para reivindicarlo.
LOCKE promulgaba el sufragio masculino restringido porque
considera que los únicos capacitados para votar y para participar
en política eran los hombres que pudieran acreditar un
determinado nivel de riqueza, excluyendo a varones sin recursos
y propiedades y a las mujeres

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