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que hoy en día es difícil encontrar algún mecanismo que no esté basado o que haga buen
uso del principio del tornillo, el principal elemento “roscado”.
En un comienzo, la construcción de las roscas dependía en gran medida de la habilidad
y el buen ojo del artesano. No obstante, allá por el siglo XVIII se introdujeron los
primeros avances hacia la estandarización de ciertos parámetros, ya que la producción
de tornillos había dejado de ser un oficio para convertirse en un proceso industrial, por
lo que a mediados del siglo siguiente se adoptaron definitivamente los estándares para
roscas que rigen hasta la actualidad.
Sin embargo, para bien o para mal, resultó casi una coincidencia que dos inventores,
uno en Gran Bretaña (J. Whitworth) y el otro en Estados Unidos (W. Sellers)
propusieran independientemente y casi simultáneamente estandarizaciones diferentes
basadas en el sistema imperial de medición, que fueron adoptadas en cada uno de esos
países. Para no quedar atrás, la Europa métrica contraatacó con su aporte
correspondiente, adoptado de estándares franceses y alemanes, y esta es básicamente la
razón por la cual hoy existen tantos tipos distintos de rosca usados en todo el mundo y
que es útil conocer.
Aunque las aplicaciones son numerosas, las funciones principales de una rosca son tres:
Formar un acoplamiento mecánico para mantener piezas unidas (por ejemplo,
con un perno y una tuerca).
Transmitir fuerza o movimiento mediante la conversión de un movimiento de
rotación en un movimiento lineal o viceversa (por ejemplo, el tornillo de una
prensa).
Aportar ventajas mecánicas al hacer uso de una fuerza pequeña para crear una
fuerza de mayor magnitud.
En base a estas funciones surge una amplia clasificación de roscas que veremos más
adelante, pero antes es preciso detenernos en una serie de conceptos fundamentales.
Se denomina según normas ISO 68-1 e ISO 965-1. Si es de paso grueso, se designa con
la letra M seguida del valor del diámetro nominal en milímetros, por ejemplo:
M6
Si es de paso fino, la letra M va seguida del diámetro nominal en milímetros y el paso
en milímetros, separados por el signo “x”, por ejemplo:
M 6×0,25
Si la rosca es a izquierda se añade “izq”. Si es de dos entradas se añade “2 ent” o si es
de tres, “3 ent”.
La rosca métrica también puede usarse para unir tuberías, con las características que
muestra la siguiente figura, va montada en el mismo roscado cilíndrico y la
estanqueidad queda asegurada por una junta tórica o arandela.
Figura 4 – Rosca Métrica
británica
Se usa comúnmente en plomería de baja presión, aunque no se recomienda para
sistemas hidráulicos de media y alta presión. De acuerdo a su diseño presenta dos
variantes:
Rosca cilíndrica (o recta o paralela, BSPP): se monta en el mismo roscado cilíndrico.
La estanqueidad queda asegurada por una junta tórica o arandela. Se denomina con la
letra G seguida del diámetro nominal del tubo en pulgadas según norma ISO 228-1. Por
ejemplo:
G7
Rosca cónica (BSPT): se monta en el mismo roscado cilíndrico o cónico. La
estanqueidad queda asegurada por un recubrimiento previo en la rosca. Se denomina
con la letra R seguida del diámetro nominal del tubo en pulgadas según norma ISO 7-1.
Por ejemplo:
R 1/8
La figura de abajo representa las conexiones y compatibilidades entre los tipos de roscas
BSPP y BSPT.
En el caso de tener una rosca a izquierda se añaden las letras LH. La figura siguiente
muestra las conexiones de una rosca NPT.
comunes de rosca
Cuando conocemos correctamente toda esta información, resulta más sencillo identificar
los diversos tipos de rosca, así como establecer posibles compatibilidades y decidir cuál
es elemento o método de sellado más adecuado para nuestra unión roscada en tuberías,
por ejemplo.
Figura 9 – Comparativa de tipos de roscas
InicioHerramientas Manuales ¿Cuáles son los distintos tipos de roscas y cómo se
clasifican? Una guía para distinguirlas y conocerlas
Rosca BSPT
¿Cuáles son los distintos tipos de roscas y
cómo se clasifican? Una guía para
distinguirlas y conocerlas
on: 9 de septiembre de 2016En: Herramientas Manuales14 Comentarios
Desde épocas muy antiguas las roscas han formado parte de nuestra vida diaria, al punto
que hoy en día es difícil encontrar algún mecanismo que no esté basado o que haga buen
uso del principio del tornillo, el principal elemento “roscado”.
En un comienzo, la construcción de las roscas dependía en gran medida de la habilidad
y el buen ojo del artesano. No obstante, allá por el siglo XVIII se introdujeron los
primeros avances hacia la estandarización de ciertos parámetros, ya que la producción
de tornillos había dejado de ser un oficio para convertirse en un proceso industrial, por
lo que a mediados del siglo siguiente se adoptaron definitivamente los estándares para
roscas que rigen hasta la actualidad.
Sin embargo, para bien o para mal, resultó casi una coincidencia que dos inventores,
uno en Gran Bretaña (J. Whitworth) y el otro en Estados Unidos (W. Sellers)
propusieran independientemente y casi simultáneamente estandarizaciones diferentes
basadas en el sistema imperial de medición, que fueron adoptadas en cada uno de esos
países. Para no quedar atrás, la Europa métrica contraatacó con su aporte
correspondiente, adoptado de estándares franceses y alemanes, y esta es básicamente la
razón por la cual hoy existen tantos tipos distintos de rosca usados en todo el mundo y
que es útil conocer.
Aunque las aplicaciones son numerosas, las funciones principales de una rosca son tres:
Formar un acoplamiento mecánico para mantener piezas unidas (por ejemplo,
con un perno y una tuerca).
Transmitir fuerza o movimiento mediante la conversión de un movimiento de
rotación en un movimiento lineal o viceversa (por ejemplo, el tornillo de una
prensa).
Aportar ventajas mecánicas al hacer uso de una fuerza pequeña para crear una
fuerza de mayor magnitud.
En base a estas funciones surge una amplia clasificación de roscas que veremos más
adelante, pero antes es preciso detenernos en una serie de conceptos fundamentales.
Cuando conocemos correctamente toda esta información, resulta más sencillo identificar
los diversos tipos de rosca, así como establecer posibles compatibilidades y decidir cuál
es elemento o método de sellado más adecuado para nuestra unión roscada en tuberías,
por ejemplo.
Figura 9 – Comparativa de tipos de roscas
Por otra parte, también podemos manejar ciertos detalles acerca de los tipos de roscado
y cuáles son las máquinas y los peines que ofrece el comercio para ese fin.