CONCLUSIÓN

Si bien el Estado y la Nación comparten fines en común, como la preservación

del orden y la promoción del bienestar común, también pueden surgir conflictos
cuando los intereses de una entidad chocan con los de la otra. Por ejemplo,
cuando los conceptos de identidad y territorio afrontan cierto grado de discusión
debido a su población.
Estado y Nación es un tema central en la teoría y la práctica política
contemporánea, especialmente en un mundo cada vez más diverso y globalizado.
La comprensión de esta relación es crucial para abordar los desafíos de la
gobernanza democrática, la convivencia pacífica y la construcción de identidades
nacionales inclusivas y plurales.
Estado y la Nación son construcciones sociales que evolucionan y se transforman
a lo largo del tiempo, y su interacción continúa siendo un campo fértil para el
análisis y la reflexión en las ciencias sociales.
Con esta deducción se determina que, aunque sean dos conceptos completamente
distintos comparten su mismo objetivo que no debe ser envuelto a polémicas
sociales sino debe coexistir su trabajo juntos para alcanzar armonía en cuanto a
un Estado Nacional.
De esta manera este tranajo concluye al haber sido estudiado en un ámbito más
amplio la relación de Estado y Nación.