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Cartas al Rey

de la Cabina
Luis Pescetti – Lecturas
Juan Quintero - Canciones
La protagonista, es una mujer, Paloma y las temáticas son el amor, la poesía y las canciones que también son poesía. “Cartas al Rey de la
Cabina” son fragmentos del libro del mismo nombre, en la voz de su autor, Luis Pescetti. Cada carta de Paloma, inspira a Juan Quintero en
la búsqueda de una canción que él interpreta, y así se establece un diálogo muy especial. La obra está tomada en vivo en el teatro
Metropolitan de Buenos Aires.

Doce cartas y doce canciones. Sutileza, amor y silencio acompañan la historia de amor de Paloma, que la protagonista expresa en sus
cartas. Juan y Luis alternan canciones y lectura con el añadido de una conversación en la que caben las risas, reflexiones y anécdotas. Un
espectáculo que reúne armonía de tiempo y espacio, con descansos que permiten incorporar emociones comunes a todos.

Las canciones que dialogan con las cartas, elegidas por Juan Quintero, son algunas de su autoría y otras elegidas por él, de autores
algunos argentinos o no, con la “marca” de la dulzura de la forma en la forma interpretativa de Juan y la maravilla de su guitarra.

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DONDEQUIERA QUE ESTÉS – Joan Manuel ¿No sabías que te iba a buscar por todas
Serrat partes? [Carta I]
Dondequiera que estés,
te gustará saber Querido Rey de la Cabina:
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda ¿No sabías que te iba a buscar por todas partes, por dónde fuera?
por un trozo de pan ¿Por qué no lo hiciste más fácil? No hubiera ido contigo de todos
y que jamás, modos, si no querías, pero, ¿acaso no lo querías? Júralo que no.
por más cansado que Pero, entonces, ¿por qué irse de esa manera?
estuviese, abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino Ahora que sé que esta carta te va a llegar, aunque no te la den
y por fría que fuera mi noche triste, mis manos te va a llegar, me pregunto: ¿cómo será tu mundo
no eché al fuego ni uno solo ahí? Todo lo tuve que adivinar, tu silencio me llenó de palabras
de los besos que me diste. que iba encontrando, hebra con hebra.
Por ti,
¿Querías estar solo? ¿Era tanto ruido el amor?
por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía Son demasiadas preguntas, incluso para quien no las puede oír.
de los fugaces amores eternos. Ya imagino tu cara (no te preocupes, no tienes que poner otra.
Puedo imaginar tu cara, sólo eso).
Dondequiera que estés
te gustará saber Mejor te hablo del tiempo, por ejemplo, que no es época de
que te pude olvidar y no he querido, lluvias, y llueve.
y por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo Todo se moja, sorprendido.
de los besos que me diste.

Dondequiera que estés....


si te acuerdas de mí.

Recitado

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C A R TA S D E A M O R Q U E S E Q U E M A N – Le dejan al que ha querido
Leguizamón y Castilla El corazón ceniciento

Flor del olvido


Ay niña no queda nada Cartas de amor
De todo lo que soñamos El que las quema no sabe
Nuestro amor son estas llamas Que enluta su corazón
Que están quemando mis manos El que las quema no sabe
Nuestro amor son estas llamas Que enluta su corazón.
Que están quemando mis manos

Son como un ala de luto


Volando papel quemado Fragmento no recitado – Carta I:
Las cartas donde lloraba
Este pecho enamorado Cómo es la vida, ¿no? Será que uno se acostumbra a que, si
Las cartas donde lloraba todos los días sale el sol, el resto tendría que ser igual de
Este pecho enamorado previsible y, quizás, eso sea lo único que podamos esperar con
confianza. Lo digo sin tristeza, y sin enojo, hay tanta libertad en
Flor del olvido esa idea de lo imprevisible (tú, que nunca podrías ir por un
Cartas de amor camino trazado, bien que me entiendes).
El que las quema no sabe
Que enluta su corazón ¿No son adorables los caminos mojados?
El que las quema no sabe
Que enluta su corazón

Yo no sé por qué la pena


Por tus ojos se va lejos
Y no sé por qué los míos Recitado
Se van dolidos con ellos
Y no sé por qué los míos Hoy podría haber regresado con el
Se van dolidos con ellos autobús, más rápido y más seca [Carta I]
Cartas de amor que se queman Hoy podría haber regresado con el autobús, más rápido y más
Flores negras en el viento seca. Pero vino la lluvia y ¿qué hubiera hecho ahí encima entre
Le dejan al que ha querido
El corazón ceniciento
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las caras cansadas de otros pasajeros? Me metí por el camino de ¿Pasaste frío alguna vez? (quiero decir: ¿hubo algún norte muy
tierra, de barro, es decir. fuerte?)

Encontré ese pedazo de cielo roto, ese vuelo quebrado, esa ¿Te volvieron más callado las estrellas?
avecita muerta,
¿Sigues haciendo juguetes?
Y yo y la lluvia y ya sabes…
¿Desde cuándo sabes manejar una grúa?
Ya tenía mi cuaderno empapado, de todos modos, lo apoyé en
una parte más seca (imposible, llovía, ¿te lo dije más de cien (ay! Una pregunta, ay, que no quisiera escribir
veces hasta que se humedezca la piel de esta carta?). Cavé un
pequeño hueco con la mano, tomé el ave (¿se sigue llamando porque haría que te dobles
así?, aún cuando las alas… ya sabes). La guardé ahí, la cubrí. Y
antes de que se tapara del todo, alcancé a ver cómo se convertía hasta huir por el túnel
en un pez azul. ¿Guiñó un ojo? Eso no estoy segura, pero me
pareció (de todas maneras, ¿me lo creerías?). Lo pondré así: creo de tus propios bolsillos
(creo) que guiñó un ojo. Tal vez arrojó un beso, o simplemente se
movió como cuando uno nace, y se dejó caer hasta el arroyo, que pero
pasa ahí cerca (ya lo conoces).
(cuatro letras que hacen una puerta mágica)
Puse las palmas hacia arriba para que la lluvia me lavara las
manos. Luego tomé el cuaderno, y seguí caminando, mirando Pero, ¿cómo no voy a hacértela?
hacia atrás, viendo las huellas que dejaba, toda llena de
preguntas. Por ejemplo: La tengo desde el día en que descubrí que faltaban fotos

¿Desayunas? (¿pensaste que no me daría cuenta?

¿Has visto caballitos de mar? no sé por qué lo pregunto, sé que lo hiciste a pesar de eso).

¿Y danzar a las algas? Tú que no llevas más que menos de lo necesario

Estoy segura de que tienes un perro, ¿cómo se llama? ¿O cómo te ¿por qué cargaste con algo tan pesado como mis fotos?
llama él? (es una broma, no te enojes).
¿O no pesaban?
¿Te has lastimado usando el hacha?
¿Pudiste, por fin (¡ojalá, por favor!) ver que esa línea de tinta
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azul como el pez que serpentea en la hoja Yo no se porque elijo para quedarme
Un escondrijo de tinta azul
después de obedecer mi mano, no eran rejas? Donde quietos peces vuelven la tinta luz

¿Harías el enorme milagro de usarla como alas? La lluvia destiñe el río


Y se descuelga para buscar
Nada te atrapa Los peces de luz
Que escapan por la ciudad.
porque todo lo hace.

¿Me darías, entonces, el enorme regalo de ver la pequeña


serpiente azul de esta carta, Fragmento no recitado – Carta I:

esta huella azul de mi pensamiento en la hoja, Querido amigo

como una sola línea que juega para abrazarte y la risa? (puedo llamarte así,

ni todos los besos del mundo impedirán

P E C E S D E LU Z – N e g r o A g u i r r e que también te llame de esta manera)

Querido amigo
La lluvia cobija un beso
En la sonrisa de la ciudad pretendes que nada te atrape
Y el río viene creciendo en mi corazón,
Escucho voces de agua porque sientes que todo lo hace.
Que hablan al niño que vive en mí
Y cantan una tonada que no aprendí Ay, ¿y si vieras que de verdad nada te atrapa?

La lluvia cobija un beso ¿De qué llenarías tus bolsillos?


En la sonrisa de la ciudad
Y el río viene creciendo en mi corazón (¿¡de qué no los llenarías!? más bien, famoso glotón).
Escucho voces de agua
Que hablan al niño que vive en mí Por suerte tus bolsillos siempre serán más hambrientos
Y cantan una tonada que no aprendí
que tu prudencia y cualquiera de los hilos quebradizos
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de cualquiera de tus miedos. Que no se caiga,

por favor,

ni el pedazo de caña de azúcar

Recitado ni la pluma del pez azul

Y tú, allá alto, manejando tu grúa [Carta ni el dibujo de los árboles inclinados
I]
ni las algas de la tinta en los renglones
Y tú, allá alto, manejando tu grúa.
ni el pañuelo
Imagino que hoy no podrías ver qué tomas ni dónde lo dejas
ni el aire.
en tu cabina más alta que las nubes.
Paloma
Tu solitario reino de las alturas,

y de todos modos

ayudando a los demás.


COPLA S A L A G UA - J uan Quin ter o
Te pido,
Agüita de río manso, fresca y clarita
por favor,
libre como venís
que la mano infinita de tu amable grúa jirafa
no han de acorralarte mis manos
tome mi carta y la alce
siempre andarás en mí, siempre andarás.
(no le va a costar mucho trabajo, en cualquier caso)

y la alce hasta el Rey de la Cabina.


Agüita de niebla densa,
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rapa el camino y no se puede seguir ¿Por qué nunca entramos al desarmadero?
[Carta III]
solo queda verse a uno mismo
¿Por qué nunca entramos al desarmadero? caminé por los
pasillos,
siempre andarás en mí, siempre andarás.
cómo te hubiera gustado verlos,
descansando en sus montones oxidados, cualquier cosa menos
muertos,
Agüita que hay en mis ojos, lago profundo
libres por fin de ser útiles, qué alivio!.
que no querés salir Se me ocurrió mirar adentro de los coches para ver las familias
paseando congeladas con sus sonrisas para siempre. Encontré
y que revalsás de nostalgia unas llaves puestas como si el dueño se hubiera bajado solo por
un momento, y no para siempre,
siempre andarás en mí, siempre andarás. O habrá momentos eternos, y eternidades breves.
Las tomé y me fui sin decir que las llevaba, al dueño no le servían
de nada.
Agüita que hay en el cielo, que con los vientos Aquí están las llaves entonces, ¿vendrás a que arranque el
desarmadero con tus llaves de mover el tiempo? ¿Los vas a sacar
te has alejao de aquí a pasear como abuelos de un geriátrico oxidado? ¿Vas a hacer un
collar de rotos por fin libres de uso?
queda tu regalo en mi suelo
Son mejores las canciones de los bises que las del propio
programa, decías.
siempre andarás en mí.
¿Te acuerdas cuando dijiste que te gustaba mi pelo largo y al otro
Siempre andarás. día aparecí con la cabeza al ras?
No podía saber, no te conocía. Y tú tampoco podías saber que
odio los halagos.
Nos gustaba tanto el desarmadero, y ayer me sentía contenta
entre elefantes desarmados, sin nadie que halague a nadie, sin
nadie para halagar.
Recitado
Ya no podría cortarme aún más el pelo de todos modos, o llevar
pantalones peores, o los labios más sin pintar para que no me vea

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nadie. Nadie más que aquellos que en lo alto de su cabina de Por una foto de los dos
grúa rosada y gruya.
A esta ave no deberás alzarla con la mano infinita de tu juguete. Cuanta tinta, canto sádico
Nadie dijo "bajate acá"
Encontrará aún de noche el palomar de tu bolsillo, y a su Cuanto viaje y mostrador
hermana mayor, Desconocí mi documento
Esa tarjeta de humo
Paloma. Con sólo uno de los dos

Daría todo lo que tengo


Por una foto tuya
Por una carta de los dos.

Recitado
P U E R TA D E L O S D O S - F e r n a n d o C a b r e r a
Tantos saltos, tanto rápidos O acaso, ¿crees que sé por qué te busco?
Y llegar a esta conclusión: [Carta V]
Otra noche sin tu amor O acaso, ¿crees que sé por qué te busco? nadie es tan infeliz
Daría todo lo que tengo como para saber por qué busca a otra persona.
Por una carta tuya Son líneas pequeñas escritas en una lengua que se nos escapa.
Por una foto de los dos Por más que pasaramos siglos descrifrandola, por más que los
cientificos dejaran tranquilos a sus microscopios y a sus
Cuánta tinta, canto sádico computadoras y sólo se dedicaran a descifrar estas líneas, ellas
Nadie dijo "bajate acá" seguirían sin ser leídas. Por más que cansados de fracasar
Cuanto viaje y mostrador aceptaran por fin la ayuda de los magos y los magos cansados de
Desconocí tu documento fracasar le pidieran ayuda a las brujas y ellas le pidieran ayudas a
Esa tarjeta de humo los angeles, seguirían incomprensibles.
Con sólo uno de los dos Están escritas con letras de paso de hormigas.
¿De qué crees que me estas salvando?
Tantos saltos, tanto rápidos ¿Quién te lo pide?
Y llegar a esta conclusión: ¿Crees que sé por qué te busco?
Otra noche sin tu amor estoy hecha de pequeñas letras invisibles que unas hormigas
Daría todo lo que tengo escribieron mientras me hacían con sus cuchillitos y sus
Por una carta tuya tenedores diminuto.
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Y tú, y tú, soberbio e ignorante, ¿crees que te alejas por mi bien?
te voy a decir todo lo que sé, ¿Qué es lo que espero
son hormigas y arañas que bajan de las estrellas y una vez que cuando te llamo?
han escrito su canción en vez de irse se quedan para que uno las ¿Qué es lo que pides
coma, así guardan sus secretos, permanecen quietas todo lo que cuando respondes?
haga falta, luego se esconden, en la primera leche, o en una Si al final, siempre igual,
tostada, a los seis años o a los veinte, para ser comidas. yo me voy, tú te vas.
Nunca te enterarás si han terminado su tarea o no, si todavía
están, y esas habrán sido tus arañas y tus hormigas, tus ángeles ¿Hacia dónde?
laboriosos. ¿Hacia dónde?
Pero esto es solo un cuento demasiado bueno para que sepas lo
que sé.
La verdad está en el olor a brea de las autopistas, y en los
supermercados, en los golpes de los martillos, en el clic del botón C H I Q U I TA – E d g a r d o C a r d o z o
que apaga la radio, en las sirenas que se oyen de noche, en las Corazón, chiquita, pompón,
escaleras de metal, en las cortinas de plástico, esas baratas para misterioso don,
que no entren las moscas a la cocina. En tu maldito reloj canto para mi cuando no estás vos
despertador para llegar a tiempo, al maldito turno en el que has pero no es la misma, la misma canción.
elegido esconderte.
No esperes que nadie, NADIE, ni siquiera los que crees que me Milagro en mi vida sin sol
quieren, te agradezcan esto que haces. que me regaló
Paloma para que lo cuide mi bella.

En la noche, en mis días.


En la noche...

H A C I A D Ó N D E - M a r t a Va l d é s Un dragón, chispita, calor,


sol de verano.
Toma esta flor, Siempre escucho sí cuando dice no,
dime tu nombre, un dolor así es también el amor.
quédate un poco,
vuelve después. Volará sin prisa, color
Busco el amor que se derramó
pero se esconde, como una lluvia tibia y serena.
o no es amor
lo que busqué. En la noche, en mis días.
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En la noche...
Recitado

Pasa el agua que te lava, Qué bueno que me extrañes. Y me llames:


que no espera,
“amor” [Carta VIII]
que te llevará,
llega el mar Qué bueno que me extrañes.
sin pensar en volver.
Y me llames: “amor” (¿dejaré de llamarte Rey de la Cabina?).
Cielo abierto.
Pleno vuelo. Te reíste con los mapas inventados y leíste mis cartas hasta
Amor. ajarlas.

Una voz finita creció Yo me haré un té con esta carta tuya, un Sol de repuesto.
como enredando.
Siempre escucha sí cuando digo no, Aguardaré bajo la almohada como cuando aún no tenía ángel de
un dolor así es también el amor. la guarda.

Volará sin prisa, color La leí recorriendo el surco de tu pluma. La imaginé ungida al buey
que se derramó de tu mano, empujando y empujando.
como una lluvia tibia y serena.
¿Te has puesto a pensar que la luz proviene de un astro ciego?
En la noche, en mis días. Como la luz que da tu mano ciega, y su buey.
En la noche...
Crecieron las semillas que pusiste en los surcos azules de tu
Pasa el agua que te lava, carta. Frondosas naranjas en mi pecho. Semillas de arroyos, y
que no espera, cascadas breves de flores en ramo.
que te llevará,
llega el mar Querido Rey de la Cabina, crecieron todas las semillas de tu carta.
sin pensar en volver. Vieras qué hermoso prado. Los abrazos crecieron sanos y fuertes
rodeando mi cintura.
Cielo abierto.
Pleno vuelo. Crecieron besos en mis pies (¿sembraste besos para mis pies o
Amor. fue un error del viento?).

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Te espero convertida en Luna, quiero que recorramos el
desarmadero, la panadería, pasemos frente a los pollos
anaranjados. Te presentaré a mi vecino para que hables con él AMAPOLA – Juan Luis Guerra
también, y le pidas a sus perros orgullosos que no te molesten.
Abre las hojas del viento mi vida
ponle una montura al rio
Volví a cortarme el pelo. Parezco una manzana.
cabalga y si te da frío te arropas
con la piel de las estrellas
Ven pronto, mi habitante deshabitado. No dejes al guardián feroz.
de almohada la luna llena mi vida
Tráelo a ladrar. A los perros les encanta ladrar si tienen dueño.
y de sueño el amor mío
Aquí hay mucho espacio, querido Rey, ¿recuerdas? Mucho, mucho
espacio. Quiero que llegues ayer. Te iré a buscar con mi cuaderno,
Y una amapola me lo dijo ayer
para que te asustes con mi edad y te preocupes. Acuérdate de
que te voy a ver,
traer los brazos, porque aquí hay mucho por hacer. Un mes no es
que te voy a ver.
tanto tiempo, no es nada. Gracias, gracias, gracias por mostrar
Y un arcoiris me pinto la piel
tanto tu apuro, porque hayas sido lo que fuera, eso que despertó
para amanecer contigo
en ti, te haga ver tan lejos un mes, un mes no es ni una gota, en
nuestros mil doscientos treinta y cuatro vasos llenos.
Cierra la noche y el día mi vida
para que todo sea nuestro
Paloma
y una gran fuga de besos
se pose sobre tu boca
y que el trinar de las rosas mi vida
te digan cuanto te quiero
Fragmento no recitado – Carta VII:
Y una amapola me lo dijo ayer
Entonces, ¿cuál es nuestra pequeña pelea, mi querido Rey de la
que te voy a ver,
Cabina? Recuérdamela, ¿cuál era tu pequeño enojo y el mío, con que te voy a ver.
el mundo? ¿Qué diminuta piedra en el zapato se nos hizo tanto
y un arcoiris me pinto la piel
padecimiento? para amanecer contigo

Sonrío. Y una amapola me lo dijo ayer


que te voy a ver
Paloma que te voy a ver
y un arcoiris me pinto la piel
para amanecer contigo

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Hablan, y hablando se vuelven a enredar,

Recitado ensombrecen.

Qué bueno que vengas en tren. [Carta X] Gritan y pelean sobre un triste verde mar,

Qué bueno que vengas en tren. trueno y lluvia.


Qué bueno que vengas. Qué bueno.
Qué bueno que vengas en tren. Abren paisajes.
Siempre es más amable,
y para mí es más fácil estar en la estación Ay, dolor, la distancia no te calmará.
(Hubiera preferido otro día, pero puedo faltar a esto y lo otro)
¿Qué digo? ¿”Hubiera preferido?”. Ay, temor...
Será domingo
cualquier día que vengas,
Besa la mañana la plena luz del sol…
ven ya.
Sabrás disculpar que sólo las yemas de mis dedos
andan y de la mano se gustan.
estén heridas para tu llegada
y permanezcan calladas, y apenas toquen.
Toda yo estaré de fiesta…
y no esperes que lo esconda.
Fragmento no recitado – Carta XII:
Paloma
Y hubiera sido un hermoso regalo (sería, lo sería siempre y para
todos) que el último aliento fuera el suficiente como para hacer
una tarea completa entre todas las infinitas que pudieran
escogerse, que sepa el corazón, y se le otorgue ese aliento para
TOTO – Edgardo Cardozo recibir a las visitas, atenderlas y despedirlas sin apuro. Saludarse
hasta el otro día, o, saliendo, hasta nunca. Pero que haya tiempo,
Toto y su novia, la grandota, van en tren. querido Rey. Que haya tiempo, y no arrebato absurdo.

Viajan lejos.

Piensan que es mejor estar de viaje que llegar a escondidas. Recitado

Saben callarse. Arden al aire.

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La Primavera no nace sino del despojo de PA R A L L E VA R T E A V I V I R – J a v i e r R u i b a l
todo lo viejo. [Carta XIII]
De lo dicho sin pensar,
La Primavera no nace sino del despojo de todo lo viejo.Lo que de lo que callo y no digo,
más quiero, es desnudarme. Cargada de hojas viejas, de las cosas por pasar,
desnudarme y ver cómo te desnudas. de las trampas del azar,
de las cartas del destino,
Yo de mis miedos y tú de tus sueños que tanto miedo me daban o tengo un lápiz colora'o
me dan porque me veía convertida en un soldadito de plomo de con un librito guarda'o
un libro que mamá y papá no habían podido escribir para ti pero para escribirlo contigo.
que te habías jurado a ti mismo escribir.
Si la suerte inoportuna
Sin faltas, ni faltas, ni ninguna falta. te jugara una encerrona,
si no hay salida ninguna,
Lo que más anhelo es ver que te desnudes que deseés tanto si la gracia y la fortuna
como yo, con amorosa renuncia, despojarte de tus anhelos se apartan de tu persona,
incumplidos y a punto de cumplirse. tengo un farolillo verde
por si de noche te pierdes
No nací para entrar en tu historia, vine a cambiarte con un beso. y la luna te abandona.
Ardo en deseos de verte quitar tu ropa como la primera vez. Que
dejes atrás tu camisa, Europa y Asia. Tu pantalón, y África. Cómo Tengo la rosa de oriente,
doblabas tu ropa, nada lo tirabas, nada caía con descuido. el oro del sol naciente
y lo que quieras pedir.
Todo lo apoyabas de tal manera que quería darte mis ojos y mi Tengo el mapa del tesoro,
alma para que los llevaras a la cuna con tanta tierra y tanta selva tengo el palacio del moro,
y las mujeres de todo el mundo lavando ropa en un río. para llevarte a vivir.

Pero mis ojos estaban en su propia fiesta, acariciando tu piel, que De todo lo que besé,
despertaba iluminando el cuarto. no doy beso por perdido,
pa que me vuelva a morder
Paloma. con la locura de ayer
tu boca contra el olvido.
Guardo un beso de reserva
para rodar por la hierba
cuando te vengas conmigo.

14
El sur que te prometí La noche es de tu cintura
tiene al sur otra frontera, la luz de tu corazón
las cuerdas de mi laúd sin perder las esperanzas
siguen buscando la luz te dedico esta canción
más al sur de la quimera.
Tengo una playa desierta Lo más lejos que hay
y una calesa en la puerta es el fondo del mar
para lucirme a tu vera. lo más cerca que hay
es la panadería
y en el medio aquí estoy recordando

Fragmento no recitado – Carta XVII: Cercana está tu mirada


lejano tu corazón
Quiero regresar, sólo para lo imprevisto, para lo que deba nacer Sin perder las esperanzas
de tus manos y las mías. Para nada que ya haya sido escrito o te dedico esta canción
dibujado. Ni en tu alma, ni en la mía.
Paloma

PIROPO – Jaime Roos Recitado

Lo más blanco que hay ¿Por qué llamamos amor al amor? [Carta
es la primera vez que vi nieve XXII]
Lo más negro que hay
es un carro fúnebre cuando llueve ¿Por qué llamamos amor al amor?
Con lo que cuesta, con lo que duele,
Si quisiera decirte lo más bello que evoco con lo que tarda, con lo que arde,
usaría tu nombre si no te ofendes por el piropo con lo que falta, con lo que quema,
con lo que ausencia, con lo que tiene,
Negra y blanca mi guitarra con lo que viene, con lo que ahueca,
blanca y negra la ciudad con lo que silencia, con lo canta,
de los negros el candombe con lo que arrulla, con lo que leche,
de los blancos viene el vals con lo que vibra, con lo que abraza,
con lo que olvida, con lo que vida,

15
con lo que pajarito, pajarito, Deja que pase nomás
caracolito tan poco mío y de nadie. cuando le cueste seguir
Yo, que nunca te tendré. puede por ahí descansar
Y aunque no te lleguen mis correos en mí.
te escribo,
y aunque no sepa si los lees, Cuando se apague mi vida me da por cantar
te escribo. mi alma dirá agradecida
Te escribía. paloma mía, hasta otro día será

Paloma. Echeme pa' descansar


y haga brotar por ahí
todo el amor que ha dejao
en mí.
PA L O M A – J u a n Q u i n t e r o
Deje que pase nomás
hacia donde que haya que ir
Cuando se enciende la tarde me da por cantar
todo lo habré de llevar
mis tristezas y alegrías
en mí.
paloma mía, hasta otro día será.

Lloro cuando hay que llorar


río cuando que hay que reír
dejo que pase nomás
en mí.

Cuando me abrace el recuerdo me da por cantar


arden las voces queridas
paloma mía, hasta otro día será.

Dejo que pase nomás


oigo lo que haya que oír
dejo por ahi de pensar en mí.

Cuando se nublan tus ojos me da por cantar


coplas tiernas que te digan
paloma mía hasta otro día sera

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