Está en la página 1de 7

ELEGÍA PARA TI Y PARA MI

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,


y tú te irás borrando lentamente en mi sueño.

Un año y otro año caerán como hojas secas


de las ramas del árbol milenario del tiempo,

y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,


se alejará en la sombra creciente del recuerdo.

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,


y quizás, poco a poco, dejaré de hacer versos,

bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,


de las desilusiones y los aburrimientos.

Tú, que nunca soñaste más que cosas posibles,


dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.

Acaso nos veremos un día, casualmente,


al cruzar una calle, y nos saludaremos.

Yo pensaré quizás: «Qué linda es, todavía».


Tú, quizás pensarás: «Se está poniendo viejo».

Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo, o con otra.


O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.

Y seguirá muriendo la vida, año tras año,


igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.

Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,


o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.

Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,


pensaré en ti un instante, pero cada vez menos.

Y pasará la vida. Yo seguiré soñando,


pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.

Yo ya te habré olvidado definitivamente,


y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.

Y quizás, para entonces, al cruzar una calle,


nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.

Y una tarde de sol me cubrirán de tierra,


las manos, para siempre, cruzadas sobre el pecho.

Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos,


te pasarás las horas bostezando y tejiendo.

Y cada primavera renacerán las rosas,


aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.
POEMA XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: » La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
TE VI PASAR
Te vi pasar y otra vez el tiempo se detuvo
Fue aquel rubor que me cambió el humor
Me dejó mudo
Mientras desnudo tu ojos cierro los míos
Y con un imperfecto suspiro pienso que tú eres la perfección a la que aspiro
Y aun deliro y pierdo los papeles cada vez que vienes
Y te acercas, aunque nunca tanto como para sentir como hueles
Y tu sabor, tu sabor es la mayor utopía
Me quedo en la inopia pensando que algún día
Te podría conquistar con mi poesía
Aun no te he visto sonreír, inventaría
Una comedia con telón de oro
Aun no te he oído hablar, cuanto daría
Por un susurro tan solo, pobre bobo
Iluso que de ilusión de desvive
Que pide a gritos silenciosos que te gires
Que me mires y que sepas que aquí estoy
Como un eterno después, esperando un gesto tuyo
Para ponerme a tus pies
Y es que al verte pasar
El dulce en mi paladar me dices que vas a parar
Pero acabo tragando amargo, cuando sin embargo sigues
Y pasas de largo
Te vi pasar
Quiero saber ¿con que sueñas?
¿Qué te excita?
¿Qué te atormenta? ¿Qué te irrita?
¿Qué te regala la vida? Quiero saber ¿qué te quita?
¿Como es posible que tanto llanto deje tan seca mi almohada?
¿Como es posible amar tanto? Sin apenas saber nada, de tí
¿Como es posible que me olvide de pensar para solo sentir?
¿Como es posible que algo tan bello como tú, pueda existir?
Y mientras te sigo a tientas sé que tu luz me alimenta
Que tu sola presencia es una mezcla de ausencia y aumenta
Que tu recuerdo me hace un mago de la papiroflexia
Intentando definir cómo te iluminas
Como difuminas al resto de la galaxia y la anestesias
Y solo estas tú
Tú, elegante y ausente
Sin ser consciente de haber reverdecido cada rincón de mi mente
Tú, andando indiferente
Haciendo que la gente sea como estatuas inertes
Ante la vida que desprendes
Y es que nunca te he tenido y si no estás te hecho de menos
Es este veneno bendito
Es la locura que habito
Me hace querer ser bueno lo sería más entre tus senos
Imposibles como el cielo
Inalcanzables como el pasado
Lejanos como la muerte cuando te sueño a mi lado
Te vi pasar
SOY EL CAPITÁN DE MI BARCO
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma inconquistable.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
POEMA 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma


emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.


Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio


claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.


Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

También podría gustarte