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Introducción

La justicia, como pilar de la Justicia Transicional, tiene su fundamento en el derecho de acceso a la justicia,
por lo que este módulo estará enfocado a abordar los diferentes mecanismos para investigar y sancionar a
las personas responsables de crímenes internacionales, así como de graves violaciones a los derechos
humanos.
De igual manera, se delimitarán algunos elementos que deberá contener la política criminal para hacer
frente a la impunidad.
Finalmente, se abordarán las tensiones que existen entre el Derecho Penal Internacional y los mecanismos
de Justicia Transicional, vislumbrando algunas de las posibles soluciones ante esta disyuntiva.

Objetivo general
El estudio de este módulo, le permitirá:

Distinguir los mecanismos de Justicia Transicional de otros de la justicia ordinaria o penal internacional, a
partir de la comprensión de los componentes del derecho de acceso a la justicia, para el análisis y
determinación de una política criminal, que haga frente a la impunidad en casos de violaciones graves a los
derechos humanos.

Temas
1. Macrocriminalidad, análisis de contexto
2. Derecho de acceso a la justicia
2.1. Los crímenes internacionales: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crimen de
agresión
2.2. Violaciones graves a derechos humanos
2.3. Obligaciones del Estado de investigar y sancionar a los/as responsables
3. Mecanismos de acceso a la justicia
3.1. Diferencias entre Justicia Transicional y justicia ordinaria
3.2. Diferencias entre Justicia Transicional, justicia retributiva y justicia restaurativa
3.3. Diferencias entre Derecho Penal Internacional y Justicia Transicional (tensiones)
3.4. Diseño y foros de jurisdicción
Tribunales Internacionales (ad-hoc y la CPI) y los híbridos
Jurisdicción Internacional
Selección de precedentes de tribunales internacionales e híbridos
4. Amnistías
5. Política criminal. Estrategias de persecución: selección y priorización de casos
6. Mecanismos extraordinarios contra la corrupción y la impunidad
Mecanismos de acceso a la justicia

Diferencias entre Justicia Transicional y justicia ordinaria


Como bien se ha repasado en los módulos anteriores, es necesario hacer énfasis en que la
Justicia Transicional es un mecanismo de justicia extraordinario, el cual se implementa cuando
aquellas instituciones encargadas de garantizar el acceso a la justicia –ya sea de investigación,
persecución y enjuiciamiento– se encuentran sobrepasadas o no cuentan con las capacidades
para realizar sus funciones, generando un clima de impunidad.

Es decir, la principal diferencia entre los mecanismos de Justicia Transicional y la justicia ordinaria
es que los segundos son aquellos que operan regularmente en un Estado democrático y que
garantizan el acceso a la justicia de las personas bajo su jurisdicción de manera cotidiana y en
estricto cumplimiento a estándares internacionales en materia de derechos humanos.

Los mecanismos de justicia en los procesos transicionales se implementan por distintas razones y
únicamente cuando el aparato de justicia ordinario no tiene los recursos económicos, técnicos y
humanos para poder realizar y cumplir con sus funciones y garantizar los derechos de las
personas.

Al respecto, el secretario general de las Naciones Unidas, a través del Informe sobre El estado de
derecho y la justicia de transición en las sociedades que sufren o han sufrido conflicto, presentado
ante el Consejo General, indicó que las institucionales nacionales –es decir, el sistema ordinario
de justicia– no suelen tener ni la capacidad ni los recursos para tramitar casos complejos de
delitos de carácter internacional o en los que están implicados sospechosos de alto nivel. En este
sentido, añadió que puede haber profundas carencias en cuanto al conjunto de competencias de
investigación y enjuiciamiento requeridas para analizar pruebas documentales y testimoniales, y
dar prioridad a la selección de casos. Adicionalmente, ha señalado que “las profundas
carencias de capacidad de las instituciones de justicia y seguridad del Estado,
exacerbadas por una corrupción e interferencia política generalizadas hacen que
disminuyan los niveles de seguridad ciudadana y las oportunidades económicas. Crece el
resentimiento, la desconfianza o la hostilidad abierta hacia los gobiernos […]. La
delincuencia organizada trasnacional surge a la par que aumenta la inestabilidad,
alimentando nuevas formas de violencias, mientras socava todavía más la legitimidad y la
competencia de las instituciones del Estado” (Naciones Unidas, 2011).

En este sentido, añadieron que las iniciativas de la justicia de transición pueden involucrar
mecanismos judiciales como extrajudiciales y el impulso que se debe dar para llevar ante la
justicia a las personas que han sido acusadas de cometer delitos graves de derechos humanos,
lesa humanidad o crímenes de guerra.
Fredy.00. (2009). Asperg, Deportation voc Sinti und Roma [fotografía]. Tomada de
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bundesarchiv_R_165_Bild-244-47,_Asperg,_Deportation_von_Sinti_und_Roma.jpg

Diferencias entre Justicia Transicional, justicia retributiva y


justicia restaurativa
La Justicia Transicional es el conjunto de mecanismos que se implementan de manera
extraordinaria en países que cuentan con violaciones masivas y graves de los derechos
humanos, y que por lo general se encuentran saliendo de un conflicto armado internacional o no
internacional y/o de un régimen dictatorial. Asimismo, que sus pilares son la verdad, justicia,
reparación y garantías de no repetición. En este sentido, es en el pilar de la justicia en donde
vemos aplicadas de manera diferenciada a la justicia retributiva y a la justicia restaurativa.
JUSTICIA RETIBUTIVA

De este modo, podemos entender a la justicia retributiva como la sanción o castigo


penal individual en contra de las personas responsables de cometer los crímenes de
guerra o lesa humanidad, o violaciones graves a los derechos humanos. Estas sanciones
son aplicadas por el Estado a través de la persecución del delito, el procesamiento y
posterior enjuiciamiento de las personas perpetradoras (Van Der Merwe, 2009)

Beneficios Riesgos

Este tipo de justicia busca proporcionar Por otro lado, sus riesgos son que los
ciertos beneficios, como prevenir la Estados que aplican este modelo tenga
venganza, la aplicación de justicia por distintas prioridades antes que investigar,
propia mano, prevenir que las personas perseguir y sancionar a los/as
responsables vuelvan a ocupar posiciones responsables, y se debate que una
de poder, cumplir con el derecho al acceso adecuada persecución de los/as
a la justicia. responsables pueda provocar la paz; esto
pues el grupo “perdedor” podría ser
socialmente excluido y no lograr una
reinserción, e incluso podría debilitar a las
instituciones si la mayoría de las/os
servidoras/es públicas/os que laboran ahí
estuviesen involucrados (Bloomfield, 2003).

JUSTICIA RESTAURTIVA

En los mecanismos de Justicia Transicional se ha observado que hay una mezcla de


ambos sistemas de justicia, tanto retributiva (es la que aplica la Corte Penal Internacional)
como restaurativa (aplicada por muchos tribunales tradicionales o rurales).

Diferencias entre DPI y Justicia Transicional (tensiones)

A pesar de que la comunidad internacional tiene el derecho de sancionar a los/as


autores/as de crímenes internacionales, la justicia penal internacional opera de manera
complementaria a la que rige a nivel nacional, es decir, únicamente cuando los/as
responsables no son castigados/as por el propio país obligado a ello (Cortés, 2018, p. 62).
Asimismo, se generan tensiones entre el DPI y las sociedades en transición, cuando un
Estado implementa medidas que suponen un tratamiento jurídico penal más benigno o
amnistías amplias para los/as perpetradores/as de crímenes internacionales (Cortés,
2018, p. 63), en aras de garantizar otros fines de la Justicia Transicional y una transición
exitosa.

Sin embargo, reaccionar a la criminalidad masiva con una persecución penal masiva es
imposible y poco deseable. La idea de sancionar a todos/as y cada uno/a de los/as
responsables es cada vez más alejada de la realidad de las sociedades en transición
(Cortés, 2018, p. 65).

La Justicia Transicional parte de una premisa: no es posible ni deseable sancionar a


todos/as los/as responsables de atrocidades por la vía penal, ni imponer las penas que se
esperarían en contextos ordinarios de justicia. Se busca garantizar la justicia, al
menos, para los/as máximos/as responsables de los más graves crímenes.

Por ende, se han buscado respuestas transicionales que prefieran las comisiones de la
verdad para proveer una verdad histórica y criminal, así como reformas políticas que
otorguen oportunidades para el cierre, curación y reconciliación de un país.

CASO SUDAFRICA

Las anteriores medidas provocaron en Sudáfrica un intercambio de amnistías por verdad y


reformas que para algunos/as significaba impunidad y para otros/as justicia política en
busca de la descriminalización y legitimación de las partes en un conflicto (Ibíd, pp. 66-
68).

CASO COLOMBIANO

En el caso colombiano, la búsqueda por el equilibrio ha terminado por diseñar una


concepción de la justicia penal durante la transición que permite la selección y priorización
de casos y sanciones, según el reconocimiento de responsabilidad y compromiso con la
verdad. Así, se ha abierto paso a una Jurisdicción Especial para la Paz y una aplicación
de criterios que no afectan negativamente la persecución de crímenes internacionales
(Ibíd, pp. 69-70).

En pocas palabras, la Justicia Transicional –el discurso y teoría que la respaldan– ha


brindado de mayor entendimiento de contexto al DPI. El reto está, desde luego, en no
vaciar de contenido al DPI.

Diseño y foros de jurisdicción

Este rubro se refiere a los aspectos procesales en la persecución de crímenes


internacionales. Algunos autores (Dondé, 2008, p. 32) llaman a este aspecto el Derecho
Procesal Penal Internacional.
Más asociado al campo de la Justicia Transicional, que involucra todo un proceso de
política pública, es preferible llamar a estos componentes “diseño o foros de jurisdicción”
para el elemento justicia.

TRIBUNALES INTERCIONALES (ad-hoc y la CPI) Y LOS HIBRIDOS

No existen parámetros específicos –aunque sí buenas prácticas– para crear tribunales


internacionales o híbridos: las disposiciones, estructura, forma de creación y objetivos
puede variar (Dondé, 2008, p. 151).

Tribunales internacionales

 Los únicos tribunales internacionales que han sido creados, después de los de
Núremberg y Tokio, son el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia,
el Tribunal Penal Internacional para Ruanda y la Corte Penal Internacional (Dondé,
2008, p. 152).
 El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia y el Tribunal Penal
Internacional para Ruanda también son conocidos como tribunal ad hoc, es decir,
especialmente establecidos para atender una situación en curso (en el caso de la
Antigua Yugoslavia) o previa a su constitución y de carácter temporal. Ambos
fueron creados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para enfrentar
amenazas a la paz y seguridad de la humanidad, conforme a la Carta de las
Naciones Unidas, siendo competentes materialmente para conocer crímenes
internacionales y violaciones a los Convenios de Ginebra y/o sus protocolos, según
el conflicto (Dondé, 2008, pp. 152-156).
 Otro tribunal internacional con competencia para conocer crímenes internacionales
es la Corte Penal Internacional, la cual nació del consenso de la comunidad
internacional mediante el Estatuto de Roma (1998); es el primer órgano
jurisdiccional penal internacional permanente.

Notas sobre la Corte Penal Internacional


De acuerdo al Estatuto de Roma, la competencia de la Corte se encuentra limitada a
personas naturales mayores de 18 años que sean nacionales de un Estado parte del
Estatuto (aspecto personal), a hechos cometidos en el territorio, buque o aeronave de un
Estado parte (aspecto espacial); mientras hayan ocurrido con posterioridad a la entrada en
vigor del Estatuto -1 de julio de 2002- (aspecto temporal), o bien, al mes siguiente
después de transcurridos 60 días desde la adhesión, si el Estado ratificó de manera
posterior al 1 de julio de 2002. No obstante, también es posible que un Estado parte
solicite la cooperación en un crimen a la Corte Penal Internacional (Ibíd., pp. 156-159).
México se adhirió al Estatuto de Roma vía ratificación en 2005, entrando en vigor el
tratado para el país a partir del 1 de enero de 2006 (casi cuatro años después de que
el tratado entrara en vigor en general).

Tribunales híbridos

 Esta clase de tribunales cuentan con características de órganos judiciales


internacionales y nacionales, así como una competencia que se adecua a las
situaciones que serán de su conocimiento -como conflictos armado–. Toda vez, se
constituyen mediante el consentimiento expreso de un Estado y como parte de
un esfuerzo de reconstrucción en conjunto con las Naciones Unidas (Dondé,
2008, p. 160).
 Algunos de los tribunales híbridos más importantes son la Corte Especial de Sierra
Leona, los Paneles de Timor Oriental y las Salas Extraordinarias de Camboya. Sin
importar sus características específicas, es común que conozcan de crímenes
internacionales y delitos nacionales vinculados al conflicto ocurrido, que se
integren de jueces o juezas nacionales del Estado y extranjeros/as que representan
a la comunidad internacional, así como que cuenten con una fiscalía internacional y
algunos/as fiscales adjuntos/as nacionales (Dondé, 2008, p. 160).

JURISDICCIO NUNIVERSAL

El principio de jurisdicción universal faculta, en su concepción teórica, a los Estados a


perseguir cierta categoría de crímenes, independientemente del lugar en donde estos
fueron cometidos, la nacionalidad del criminal o de las víctimas (Benavides, 2001).

Contrario a las normas ordinarias de jurisdicción penal que ameritan una relación territorial
o personal con el crimen, perpetrador/a o víctimas, la jurisdicción universal se asienta
sobre la concepción de que los crímenes internacionales son tan perjudiciales para los
intereses internacionales que todos los Estados se encuentran autorizados y obligados a
emprender acciones judiciales (Philippe, 2006, pp. 3-4).

En ese sentido, no sólo tribunales y tratados internacionales deben atender al principio de


jurisdicción universal, sino que también es posible conferir dicha facultad a los
tribunales nacionales sobre ciertos crímenes a través de un reconocimiento por el
Estado y la inserción de la jurisdicción universal como norma jurídica vigente (Philippe,
2006, pp. 4-5).
La discusión en torno a la jurisdicción universal se reavivó en 1998, en virtud del
caso Pinochet, arrestado en Inglaterra mediante una orden de aprehensión girada
por un juez español por crímenes cometidos en Chile. Le seguirían los casos
Cavallo (Argentina, en el cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana
intervino para autorizar la extradición de Cavallo a España) y Guatemala (impulsado
por Rigoberta Menchú).

Esta ola de nuevos casos es conocida como el “Efecto Pinochet”, la cual se generó
también en parte por la renovada esperanza en la justicia internacional a través de
la adopción del Estatuto de Roma.

En la actualidad se explora el uso de la figura particularmente para perseguir


atrocidades cometidas en Siria y Yemen, ante las pocas expectativas de que los
Estados inicialmente obligados a perseguir estas conductas intervengan (HRW,
2018).

La existencia de una obligación de persecución con base en la jurisdicción universal no es


pacífica y genera reacciones políticas importantes. Lo más lejos que han llegado los
tribunales internacionales es afirmar que su uso no está prohibido (Corte Internacional de
Justicia, casos Yerodia, 2002, y Habré, 2012).

SELECCIÓN DE PRECEDENTES DE TRIBUNALES INTERNACIONALES E HÍBRIDOS

El primer caso donde fue reconocida la violencia sexual contra hombres fue Duško
Tadić del Tribunal Penal Internacional de la Antigua Yugoslavia. Tadić, presidente de la
Junta Local del Partido Serbio Democrático, fue condenado a 20 años por crímenes de
lesa humanidad, violaciones a las costumbres y leyes de la guerra por persecución, tratos
crueles y actos inhumanos a personas del pueblo de Kozarac en Bosnia, Herzegovina
(ICTY, 1997).
Por su parte, el Tribunal Penal Internacional de Ruanda realizó su primer juicio al
exalcalde de Taba, Jean-Paul Akayesu. En dicha sentencia, la violación y otras formas
de violencia sexual fueron consideradas por primera vez genocidio, crimen
internacional que no había sido castigado en ningún tribunal internacional. A dicho
cargo, se le sumaron crímenes de lesa humanidad y violaciones a los Convenios de
Ginebra (ICTR,1998).
En cuanto a la Corte Penal Internacional, su primera sentencia fue emitida el 26 de enero
de 2009 en contra de Thomas Lubanga Dyilo, líder de la Unión Patriótica del Congo en la
República Democrática del Congo. Acusado del reclutamiento forzado de menores de
15 años para participar en las hostilidades, fue condenado a 14 años de prisión (CPI,
2012).
Respecto a los tribunales híbridos, resaltan las sentencias de la Corte Especial de Sierra
Leona y de las Salas Extraordinarias de Camboya. La primera se caracteriza por el
juzgamiento del presidente de Liberia, Charles Ghankay Taylor, encontrado culpable de
auxiliar, inducir y planear la comisión de diversos crímenes de lesa humanidad y crímenes
de guerra mediante el financiamiento, armas y apoyo moral que otorgara al Frente
Revolucionario Unido y el Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas, a fin de
desestabilizar Sierra Leona y acceder a sus recursos naturales; entre ellos, diamantes
(SCSL, 2012).
Finalmente, las Salas Extraordinarias de Camboya se han concentrado en las condenas
de “The Senior Leaders”*, o el caso 002/01 de Nuon Chea (subsecretario del Partido
Comunista de Kampuchea y presidente de la Asamblea del Pueblo de Kampuchea
Democrática) y Khieu Shamphan (jefe de Estado de Kampuchea Democrática y sucesor
del líder de los Jemeres Rojos), por participar, auxiliar e inducir a la comisión de crímenes
de lesa humanidad como desplazamiento forzado y matrimonio forzado, genocidio de
grupos vietnamitas y de la etnia Cham, así como diversas violaciones a los Convenios de
Ginebra (ECCC, 2016).

*También se incluía a Ieng Sary (viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, miembro del Comité Central del
Partido Comunista de Kampuchea) y Ieng Thirith (ministra de Acción Social y miembro de los Jémeres Rojos), pero
murieron previo a recibir una condena.

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