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 E – 46-177

Osteotomías maxilomandibulares:
bases fundamentales y analíticas
clínicas
G. Deffrennes, J. Ferri, E. Garreau, D. Deffrennes

Las osteotomías maxilomandibulares se definen como cualquier sección del maxilar o de


la mandíbula total o parcial, dirigida a desplazar la parte seccionada con fines morfo-
lógicos o funcionales. Esta cirugía requiere unos conocimientos tanto anatómicos como
fisiológicos maxilofaciales, y también de las anomalías de crecimiento tanto en lo refe-
rente al aspecto malformativo como deformativo. Debe ser estable a largo plazo, lo que
no se ha logrado pese al estado de los conocimientos actuales. Por tanto, el conocimiento
del crecimiento craneomaxilofacial y sus adaptaciones funcionales son parte integrante
de esta estabilidad. La finalidad de estas osteotomías maxilomandibulares es norma-
lizar las relaciones maxilofaciales y oclusales. En la mayoría de los casos, se realizan
en pacientes con dismorfosis dentomaxilar, sobre todo en los casos preprotésicos. En la
actualidad, se utiliza en ocasiones en el tratamiento sintomático del síndrome de apnea
obstructiva del sueño.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Osteotomías maxilomandibulares; Cirugía ortognática;


Crecimiento craneomaxilofacial; Dismorfosis; Cefalometría

Plan El objetivo de esta cirugía es mejorar las relaciones


dentarias y, por tanto, la masticación, pero también la
■ Introducción 1 respiración, la función articular temporomandibular y la
función muscular. En la actualidad, el resultado sobre la
■ Reseñas anatómicas y principios básicos 1 morfología facial es cada vez más importante.
Bases anatómicas maxilomandibulares 1 La utilización de estas osteotomías en el tratamiento
Funciones maxilomandibulares 3 sintomático del síndrome de apnea obstructiva del sueño
Embriología y crecimiento facial 3 (SAOS) es más frecuente y en ocasiones va más allá de la
Concepto de equilibrio facial 6 normalización de las relaciones de las bases óseas maxilo-
■ Semiología y estudio de las relaciones anatómicas: mandibulares.
análisis clínico morfofuncional 8 Desde un punto de vista histórico, el cirujano maxi-
Unidades estéticas faciales 8 lofacial estaba en el núcleo de las indicaciones de estas
Sonrisa y competencia labial 8 cirugías. En la actualidad, las indicaciones se establecen
Oclusión y sector alveolodentario 9 por un equipo multidisciplinario compuesto por un orto-
Articulaciones temporomandibulares 9 doncista, un cirujano dentista general o implantológico,
Tejidos blandos 9 un oclusodoncista, en ocasiones un otorrinolaringólogo
■ Etiología de las dismorfosis 10 o un neumólogo y, evidentemente, un cirujano maxilofa-

cial. Todos estos profesionales tienen unos conocimientos
«Herramientas» complementarias para este análisis 10
de la anatomía, del crecimiento, de la función y del equi-
Cámara fotográfica 10
librio facial.
Cefalometría tradicional 10
Este artículo se limita a la ortopedia facial y a la cirugía
Programas informáticos de simulación 11
maxilomandibular de las dismorfosis más frecuentes. Los
Modelos dentales y papel del protésico dental 11
grandes síndromes no se abordan en este texto.
■ Conclusión 11

 Reseñas anatómicas
 Introducción y principios básicos
Las osteotomías maxilomandibulares pueden definirse
como cualquier sección del maxilar y/o de la mandíbula
Bases anatómicas maxilomandibulares
en su totalidad o en parte, dirigida a modificar las rela- La unidad maxilomandibular representa los tercios
ciones estructurales y/o espaciales de la posición de estas medio e inferior de la cara.
últimas en el espacio con fines morfológicos o funciona- Está constituida por dos elementos distintos, el maxilar
les. y la mandíbula.

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 1


Volume 18 > n◦ 1 > mayo 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1635-2505(17)83728-2
E – 46-177  Osteotomías maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas

Figura 1. Vistas anatómicas frontal (A), lateral (B) e inferior (C) de los maxilares y sus relaciones anatómicas respectivas. 1. Hueso frontal;
2. hueso parietal; 3. hueso temporal; 4. hueso cigomático; 5. hueso maxilar; 6. huesos nasales; 7. hueso esfenoides; 8. masa lateral del
etmoides; 9. hueso lagrimal; 10. vómer; 11. apófisis pterigoides; 12. hueso palatino.

Figura 2. Distribución de las fuerzas masticadoras


y líneas de fuerzas del hueso maxilar (A, B).

Maxilar Su inervación corresponde al segundo ramo (V2), sen-


sitivo, del nervio trigémino. Sus colaterales son el nervio
El maxilar está suspendido de la fosa anterior de la base
nasopalatino, los nervios dentarios anterior y posterior, y
del cráneo y es el elemento fijo del esqueleto facial. Cons-
el nervio infraorbitario (Fig. 4).
tituye dos tercios del esqueleto del tercio medio facial,
El maxilar es el soporte de la máscara facial cutaneoa-
soporta la dentadura maxilar y se articula con la mandí-
diposa y de su sistema musculoaponeurótico superficial
bula mediante su articulación dentodentaria, por debajo.
(SMAS) que tiene numerosas inserciones y cuya función
Por encima y por delante, la rama ascendente del maxilar,
es esencial en la formación del esqueleto facial. Hay que
también denominada apófisis frontal del hueso maxilar,
citar, sobre todo al nivel del premaxilar, el ligamento de
se articula medialmente con el hueso frontal, el hueso
Lathan (espina nasal anterior), que es una inserción de
nasal y el hueso lagrimal, constituyendo así uno de los
relevo de toda la musculatura nasolabial que desempeña
elementos de la pirámide nasal. El arco cigomático se
un papel fundamental en la formación del premaxilar y
articula lateralmente con el hueso malar, formando en
que transmite también las fuerzas de crecimiento proce-
la parte superior el piso de la cavidad orbitaria y lateral-
dentes del eje vomeroseptal [1] .
mente el arbotante maxilomalar. Por detrás, el maxilar se
apoya en las apófisis pterigoides y cierra la cavidad orbita-
ria al unirse al ala mayor del esfenoides. Por detrás y por Mandíbula
debajo, se une al hueso palatino y forma la bóveda pala- La mandíbula, que está suspendida como un columpio
tina. En su porción medial, contribuye a la formación del de la fosa media de la base del cráneo, es el único hueso
piso y de la pared lateral de las fosas nasales. El hueso móvil de la cara. Se articula lateralmente y de forma simé-
maxilar está muy neumatizado y alberga un seno en su trica con la base del cráneo mediante los cóndilos, que se
centro. introducen en las cavidades glenoideas temporales. Cons-
Es el soporte del tabique cartilaginoso nasal y del hueso tituye el soporte de la dentición inferior y se articula por
vómer, que separa las dos fosas nasales (Fig. 1). delante con el maxilar mediante su articulación dento-
El hueso maxilar tiene un aspecto frágil y debe su rigi- dentaria.
dez a una arquitectura funcional particular formada por En anatomía clásica, se distinguen dos porciones dife-
trabéculas óseas organizadas y orientadas según las tensio- rentes: una porción dentada, horizontal, en forma de
nes de masticación, lo que constituye auténticos pilares herradura, que es el soporte de la dentición y que está
anatómicos o zonas de fuerza que le permiten asegurar su compuesta por las dos ramas horizontales (cuerpo) y por
solidez (Fig. 2). una sínfisis que las une, así como una porción edéntula,
Su vascularización procede de la carótida externa a vertical, compuesta por las dos ramas ascendentes (rama).
través de las ramas colaterales terminales de la arteria En cambio, se distinguen seis unidades funcionales dife-
maxilar: las arterias esfenopalatinas en la parte superior rentes: las unidades coronoideas (donde se insertan los
y las arterias palatinas descendentes y alveolares pos- músculos temporales), las unidades goníacas (donde se
terosuperiores, respectivamente, en la parte inferior y insertan los músculos maseteros), las unidades alveola-
lateralmente (Fig. 3). res (relacionadas con la actividad dentaria), las unidades

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Figura 3. Vascularización del


hueso maxilar.
A. 1. Arteria alveolar posterosupe-
rior; 2. arteria carótida externa.
B. 1. Arteria esfenopalatina; 2.
arteria palatina descendente; 3.
arteria carótida externa.

Figura 4. Inervación del hueso maxilar.


A. 1. Nervio nasopalatino; 2. ganglio pterigopalatino; 3. nervio palatino mayor; 4. nervio palatino menor.
B. 1. Nervio palatino mayor; 2. nervio palatino menor.
C. 1. Ganglio trigémino; 2. nervio maxilar; 3. ganglio pterigopalatino; 4. nervio alveolar posterior, medio y anterior; 5. nervios palatinos
menor y mayor; 6. nervio infraorbitario.

Su vascularización procede de la carótida externa: una


rama de la arteria maxilar, la arteria alveolar inferior para
la región central y por ramas de la arteria facial para el
periostio. La arteria y el nervio alveolares se unen en el
agujero mandibular para penetrar en la mandíbula.
Su inervación procede del nervio alveolar interior, ramo
terminal del tercer ramo del nervio trigémino (V3). A con-
tinuación, da origen a los nervios dentarios inferiores y
al nervio mentoniano a su salida de la mandíbula por el
agujero mentoniano (Fig. 7).

Funciones maxilomandibulares
Figura 5. Anatomía funcional mandibular. 1. Goníacas; 2. con- La región maxilomandibular es el principal consti-
díleas; 3. alveolares; 4. sinfisarias; 5. corpóreas; 6. coronoideas. tuyente de la cara y desempeña distintas funciones
fisiológicas. La primera, que es la más importante, es la
masticación. Las otras funciones son la respiración, la
fonación y la deglución. Todas estas funciones tienen un
papel morfofuncional importante y contribuyen al equi-
corpóreas, la unidad sinfisaria y, por último, las unidades librio facial.
condíleas. Estas unidades condíleas presentan un poten-
cial de crecimiento adaptativo, pero también genético
(Fig. 5). Embriología y crecimiento facial
La mandíbula está suspendida lateralmente, a la El crecimiento maxilofacial, que ha sido objeto de
derecha y a la izquierda, de la base del cráneo debate durante mucho tiempo, ha dado lugar a nume-
mediante sus músculos elevadores que son los múscu- rosas conceptualizaciones en el siglo pasado (Brodie,
los «masticadores». Estos músculos (temporal, masetero y Enlow, Bjork, Decoster, Mossetc). En este artículo, tras una
pterigoideo interno o medial) rodean por ambos lados la relectura de los distintos conceptos clásicos y más moder-
rama ascendente de la mandíbula. El músculo pterigoideo nos, se presenta una esquematización más consensuada
lateral se inserta en la cara anterior del cóndilo, por lo que (Delaire) [2] .
es más bien un «regulador de posiciones» de la mandíbula
en el sentido anteroposterior y lateral.
En la cara interna de la porción horizontal o dentada
Maxilar
de la mandíbula, se insertan los músculos milohioideos, Este hueso, de origen mesoectodérmico, es de tipo
genihioideos, genioglosos y digástricos. Son los músculos membranoso en su totalidad, al igual que los huesos de la
depresores de la mandíbula. bóveda craneal. Por tanto, el maxilar sólo tiene potencial
En la cara externa de esta misma porción horizon- de crecimiento por su capacidad de producir tejido óseo.
tal o dentada, se insertan los músculos procedentes del Esta osteogénesis se realiza a la vez a través de su sistema
sistema musculoaponeurótico superficial facial y los mús- de suturas y por los fenómenos de aposición-reabsorción
culos buccinadores (Fig. 6). propios del hueso trabecular.

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Figura 6. Vistas anatómicas lateral y medial del


hueso mandibular.
A. 1. Músculo pterigoideo lateral; 2. músculo tem-
poral; 3. músculo masetero; 4. músculo depresor del
ángulo de la boca; 5. platisma; 6. músculo depresor
del labio inferior; 7. músculo mentoniano; 8. mús-
culo buccinador.
B. 1. Músculo temporal; 2. músculo buccinador;
3. músculo milohioideo; 4. músculo geniogloso; 5.
músculo genihioideo; 6. músculo digástrico; 7. mús-
culo pterigoideo medial; 8. músculo pterigoideo
lateral.

• Secundariamente, las tracciones de los músculos


masticadores y sus fuerzas oclusales asociadas, que
intervienen sobre todo en la formación sinusal.
• En menor medida, el crecimiento primario del encéfalo
y de la placoda olfativa.
Cara superficial
Se trata principalmente de la función de los múscu-
los masticadores y de sus fuerzas oclusales, debido a su
papel en la formación de las trabéculas óseas maxilares y
la neumatización sinusal.
Empuje lingual y su ubicación funcional (respiración,
fonación, deglución, etc.)
• La formación y la calidad de la dentición.
• Las funciones musculares faciales y cervicales profun-
das.
Tracciones musculoaponeuróticas superficiales sobre
todo mediante el ligamento septopremaxilar de
Figura 7. Detalle de la vascularización e inervación mandibu- Lathan
lares. 1. Ganglio ótico; 2. músculos pterigoideos medial y lateral;
Este crecimiento se denomina «diferencial» porque es
3. nervio lingual; 4. arteria maxilar; 5. arteria alveolar inferior; 6.
variable en el tiempo y en el espacio, dependiendo de la
arteria carótida externa; 7. arteria alveolar inferior.
edad de la persona y de la organización morfofuncional
de la cara.
Por tanto, este crecimiento diferencial es simultáneo a
la neumatización sinusal, que correlaciona con la apa-
rición de una masticación eficaz y la reducción de los
sistemas de suturas maxilares profundos relacionados con
la modificación del crecimiento primario condrocraneal.
Esto permite distinguir varias fases de crecimiento
(Fig. 11):
• 0 a 7 años: un crecimiento maxilar denominado «en
bloque» exclusivo;
• 7 a 10-12 años: un crecimiento diferencial que asocia las
movilidades centromaxilar y exoperimaxilar disociada;
• después de los 10-12 años: un crecimiento esencial-
mente del exoperimaxilar, cuyo sistema de suturas
Figura 8. Vista esquemática del crecimiento del hueso maxi- persiste más tiempo.
lar (según Delaire). Rotación anterior «en bloque» (A), rotación Este crecimiento del maxilar no se puede comprender
del exoperimaxilar (B). 1. Suturas maxilopalatinas; 2. articulación sin asociarlo al de la mandíbula. Lo mismo sucede en lo
frontomaxilar. que respecta al desarrollo craneal [3, 4] .
Su crecimiento tiene lugar en las tres direcciones del
espacio (sagital, transversal y vertical) siguiendo un eje Mandíbula
director hacia abajo y hacia delante, a la vez que realiza La mandíbula, que comparte su origen mesoectodér-
un movimiento de rotación anterior respecto a la base del mico con el maxilar, es un hueso membranoso que
cráneo (Fig. 8). presenta las mismas particularidades fisiológicas. Por
Desde un punto de vista embriológico y funcional, se tanto, su crecimiento está estrechamente ligado a las ten-
distinguen dos entidades: la cara interna y la cara externa, siones morfofuncionales que le rodean, como sucede con
o el volumen centromaxilar y exoperimaxilar. Estas dos el maxilar, y con su capacidad de generar hueso, lo que
entidades están separadas morfológicamente por los senos también se denomina potencial auxológico.
maxilares, que constituyen una frontera entre la cara pro- Por tanto, presenta un desarrollo multifocal con sitios
funda y la cara superficial (nasopremaxilar) (Fig. 9). preferentes de crecimiento que son la sínfisis, la articula-
El crecimiento del maxilar está sometido directamente ción temporomandibular (ATM), la apófisis coronoides,
a las influencias exteriores (Fig. 10). la región de Spix (inserción del ligamento esfenoman-
dibular) y todas sus corticales sometidas a las tracciones
Cara profunda musculoperiósticas (Figs. 12 y 13).
• Principalmente, el crecimiento primario del meset- Consta de dos sistemas de suturas particulares
moides (el condrocráneo) y de su relevo facial «especializados» porque no son equivalentes a los que
vomeroseptal: el empuje centrofacial del mesetmoides. suelen observarse en la cara:

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Figura 9. Conceptualización de
las caras profunda y superficial
(según Delaire) (A, B). 1. Corticales
externas y laterales o exoperima-
xilar; 2. corticales internas o cara
interna, o volumen centromaxilar; 3.
cápsula nasal o mesetmoides.

Figura 10. Principales motores del crecimiento maxilar (según Delaire).


A. 1. Empuje del contenido cerebral; 2. empuje del contenido orbitario; 3.
empuje del mesetmoides cartilaginoso (cápsula nasal, cartílago septal); 4. trac-
ción del ligamento septopremaxilar y de los músculos nasolabiales anclados
a la vez al cartílago septal y a la cara anterior del premaxilar y del maxilar;
5. empuje del macizo lingual; 6. músculos masticadores; 7. fuerzas oclusales:
fuerza y orientación (función principalmente del crecimiento mandibular).
B. Empuje del cartílago septal (triangular con base inferior) (1) + tracciones
del ligamento premaxilar y de los músculos nasolabiales (2); 3. empuje pre-
lingual; 4. fuerzas oclusales: fuerza y orientación (función principalmente del
crecimiento mandibular).
C, D. Empuje vertical del cartílago septal (1) y tracciones verticales de los
músculos que constituyen las «cadenas» facial anterior y facial profunda (2).

Figura 11. Fases del crecimiento maxilar (según


Delaire). Al nacer (A), hacia los 4-5 años (B), al final
de la adolescencia (C).

• la articulación temporomandibular [5] y su cóndilo pre- grado de crecimiento autónomo de tipo cartilaginoso.
sentan un periostio condrificado y no un cartílago Esta condrificación del periostio parece producirse
hialino tradicional. Este sistema le permite asegurar exclusivamente en presencia de los movimientos man-
a la vez un crecimiento adaptativo de tipo periós- dibulares e impide los fenómenos de reabsorción ósea,
tico común a todas las suturas faciales y un cierto lo que garantiza el crecimiento mandibular;

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Figura 14. Principales motores del crecimiento mandibular


(según Enlow y Delaire). El avance mandibular provoca el cre-
cimiento secundario (compensador) del cartílago condíleo. El
Figura 12. Mandíbula, crecimiento multifocal (según Delaire). cuerpo mandibular se «libera» de las ramas ascendentes por
La rama se desarrolla hacia arriba y hacia atrás. El cuerpo mandi- «recolocación» posterior de estas últimas (sistema aposición-
bular se desplaza hacia delante y se alarga hacia atrás. PM: plano reabsorción orientado por las tracciones musculoaponeuróticas).
medial.
crecimiento (macizo velolingual, SMAS, músculos cer-
vicales, etc.);
• la fonación y sus consecuencias en términos de postura
del aparato lingual.
Los elementos estructurales craneofaciales son:
• las predisposiciones craneales: tamaño del campo cra-
neofacial, posición de la ATM respecto a la base del
cráneo (plicatura basicraneal);
• los potenciales de crecimiento y de funcionalidad pro-
pia de cada individuo y de cada tejido, viscerales o
blandos (lengua, músculo) u óseos (potencial auxoló-
gico);
• las anomalías malformativas o patologías del creci-
miento: sinostosis basicraneales, anomalías orbitarias,
Figura 13. Sitios preferentes de crecimiento mandibular agenesias dentarias, etcétera.
(según Delaire). 1. Rama; 2. cóndilo; 3. coronoides; 4. región La particularidad facial tiene en cuenta las característi-
goníaca; 5. cuerpo; 6. sínfisis. cas hereditarias y funcionales de cada uno y, por tanto,
también el origen malformativo.
• la sínfisis mandibular, auténtica sutura medial, presente El tratamiento es más adecuado cuando el médico
durante toda la vida fetal, desaparece durante el 9.◦ mes conoce este crecimiento.
de gestación. Es responsable de la osificación mandibu-
lar al estar sometida a las tensiones de expansión del
Tipo facial
aparato lingual.
Los otros sitios de crecimiento están más sometidos Descrito con frecuencia en la literatura, a menudo ha
a fenómenos de aposición-reabsorción. Están orientados sido origen de error en el pasado en lo que respecta a los
por las tracciones musculares o ligamentarias propias de determinantes del crecimiento maxilofacial. El tipo facial
la mandíbula (músculos elevadores, depresores y propul- se consideró inicialmente inmutable (Brodie) [6] , pero en
sores de la mandíbula) (Fig. 14). la actualidad se considera como la concordancia entre dos
Por tanto, la morfología de la mandíbula puede ser muy personas con características funcionales y estructurales
variable, teniendo en cuenta las particularidades de su parecidas. Esta similitud da lugar a un equilibrio mor-
función muscular y de su sistema ligamentoaponeurótico. fofuncional próximo, en cuyo caso es probable que los
Por consiguiente, el hueso de la mandíbula es adaptativo tratamientos que deben realizarse sean similares.
cuando no existe patología. «Las mismas causas tienen los mismos efectos»: por
ejemplo, dos personas que presenten tipologías muscu-
lares tónicas y potentes tenderán a presentar una cara
Concepto de equilibrio facial «corta».

Concepto de equilibrio estructural Estabilidad oclusal


y funcional El equilibrio estructural facial depende de una oclu-
El crecimiento maxilofacial es profundamente adapta- sión estable. Esta oclusión es el «cerrojo» estructural
tivo y está sometido a sus particularidades morfológicas facial. También es indispensable durante el crecimiento
y funcionales. Esto da lugar a un equilibrio adaptativo, maxilofacial, al establecer la relación maxilomandibular
estructural y funcional: «su estructura condiciona su fun- necesaria y guiar su crecimiento respectivo.
ción tanto como su función condiciona su estructura». La ortopedia dentofacial se basa sobre todo en las rela-
Los factores que determinan su crecimiento pueden resu- ciones dentarias para lograr una estabilidad oclusal.
mirse del siguiente modo: Angle fue el primero en interesarse por la relación den-
• las funciones orofaciales conformadoras (Figs. 15 y 16); todentaria [7] . Este autor describió tres tipos de relaciones
• las funciones musculares posturales cervicofaciales: oclusales estables en función de los primeros molares
equilibrio entre las cadenas musculares cervicofaciales maxilares y mandibulares en el sentido anteroposterior.
posteriores y profundas y la cadena muscular superficial Se trata de las clases I, II y III. Se han descrito otras oclusio-
cervicofacial anterior; nes estables tras la extracción de los premolares maxilares,
• las funciones masticadoras y de deglución; que da lugar a las clases II denominadas «terapéuticas».
• la ventilación aérea superior, cuya acción conforma- En todos los casos, estas oclusiones son estables desde el
dora directa por el flujo aéreo parece relativa en punto de vista dentario, pero no tienen en cuenta las rela-
comparación con el papel inductor directo de la ubi- ciones estructurales y funcionales faciales y, por tanto, el
cación y de la función de los distintos efectores de su equilibrio funcional facial (Fig. 17).

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Figura 15. Diferentes inductores


del crecimiento y del desarrollo cra-
neofacial (según Delaire) (A, B).
1. Encéfalo; 2. globos oculares;
3. mesetmoides cartilaginoso; 4.
macizo lingual; 5. macizo glandu-
lar; 6. elementos alveolodentarios.

Figura 16. Funciones orofaciales


conformadoras, en particular de las
cadenas musculares cervicofaciales
(según Delaire).
A. 1. Cadena cervical posterior;
2. cadena facial profunda (velo-
faringolingual); 3. cadena facial
superficial.
B. 1. Expansión cerebral; 2. trac-
ciones posteriores; 3. depresión
profunda, 4. compresión anterior.

Figura 17. Relación de Angle. Clase I (A),


clase II (B), clase III (C).

Se puede obtener una estabilidad oclusal y estructural ser completa. Durante los movimientos de diducciones,
a pesar de la persistencia de un desequilibrio funcio- el canino mandibular se desliza sobre la cara palatina
nal facial. La oclusión no garantiza forzosamente un del canino maxilar de forma exclusiva o asociado a
equilibrio morfofuncional, pero sin oclusión en relación los contactos premolomolares, lo que provoca la deso-
estable, es imposible obtener unos resultados terapéuticos clusión de todos los demás dientes. Esto se denomina
eficaces y duraderos. respectivamente guía canina o protección de grupo.
La oclusión estable se define de forma estática y diná- Estos fenómenos tienen por objetivo clásicamente la
mica: protección de la dentición y de la articulación tem-
• desde un punto de vista estático, la oclusión de Angle se poromandibular frente a los fenómenos fisiológicos o
denomina «normal», es decir, de clase I, cuando los pri- disfuncionales.
meros molares y caninos maxilares están detrás de una
semicúspide respecto a sus homólogos mandibulares. Articulación temporomandibular y hueso
Desde un punto de vista frontal y en posición de inter-
cuspidación máxima, la arcada maxilar circunscribe la alveolar: dos variables de ajuste
arcada mandibular respetando a nivel incisivocanino Sus capacidades respectivas de crecimiento y de adap-
un ligero recubrimiento de 2 mm. Todos los contactos tabilidad se han sugerido al hablar del crecimiento
dentarios en intercuspidación máxima deben realizarse craneofacial. Estas variables de ajuste las convierten en
de manera tripódica; los elementos clave de la estabilidad oclusal.
• desde un punto de vista dinámico, en propulsión man- La ATM presenta un mecanismo suturario cuya funcio-
dibular, los incisivos mandibulares se deslizan sobre las nalidad persiste durante toda la vida. No existe un sistema
caras palatinas de los incisivos maxilares guiados por el sinostótico fisiológico que la implique, a excepción de su
«raíl» premolomolar. De extremo a extremo incisivo, la anquilosis observada en patologías específicas (trauma-
desoclusión de los sectores laterales y posteriores debe tismo, infección, etc.). Esta particularidad se explica por

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su sistema de crecimiento que la permite a la vez un creci- La armonía global de la cara se analiza según la regla de
miento adaptativo a las tensiones morfofuncionales y un los tres tercios. Este análisis se realiza en el sentido frontal
crecimiento cartilaginoso propio que optimiza la relación y transversal, dibujando los tres tercios de forma para-
articular esfenomandibular. Se la puede considerar como lela al plano de Frankfurt. Esto permite distinguir el tercio
una articulación inestable en constante remodelación. superior frontal y craneal, el tercio medio orbitonasoma-
Sus remodelaciones fisiológicas adaptativas son particu- xilar y el tercio inferior maxilomandibular. Estos tercios
larmente interesantes para comprender los mecanismos tienen un tamaño equivalente en una cara equilibrada.
de su patología y optimizar los tratamientos ortopédicos. Sus desequilibrios se producen en la may
Por tanto, es importante recordar que, en la mayoría de En el sentido transversal, se trazan también seis líneas
los casos, se produce una remodelación articular después verticales perpendiculares al plano de Frankfurt que pasa
de cualquier cirugía ortognática [8, 9] . Además, los proce- por los cantos externos e internos, así como por la parte
dimientos dirigidos a recolocar el cóndilo mandibular en externa de la cara. La distancia entre estas líneas debe
su situación inicial durante un procedimiento de cirugía ser normalmente equivalente. Esto permite detectar las
ortognática [10–12] son útiles sobre todo en las personas anomalías de crecimiento centrofaciales, como los hiper
ancianas debido a una remodelación más lenta y más o hipotelorismos, así como las hipo o hiperrinias o las
difícil que en los jóvenes. En opinión de los autores de anomalías orbitarias (Fig. 18).
este artículo, es más importante evitar una mala coloca-
ción condílea, que ubicaría su unidad en una situación Vista lateral
donde sus capacidades de adaptación se verían desbor- La vista lateral facial se analiza trazando respecto al
dadas. En la práctica, la unidad condilodiscal realiza un plano de Frankfurt una paralela que pasa por la pupila
movimiento de rotación-translación durante la abertura y una perpendicular que pasa por la glabela. Se estudia de
y el cierre bucales. En reposo, esta unidad debe situarse arriba hacia abajo:
normalmente en posición central y alta, que define la • la forma de la frente: deprimida o abombada;
«relación céntrica condílea». • el ángulo nasofrontal;
El hueso alveolar es un hueso membranoso sometido • la forma y el grado de proyección de la pirámide nasal;
a las tensiones dentarias y masticadoras, así como al • el aspecto de la punta nasal (caída, elevada);
empuje del aparato lingual. Su crecimiento se produce • el ángulo nasolabial;
por aposición-reabsorción y su papel reside en la opti- • la proyección y las relaciones labiales;
mización de las relaciones dentodentarias intermaxilares. • el surco submentoniano;
Este carácter adaptativo del hueso alveolar no tiene en • la proyección del mentón avanzado, normal o retraído;
cuenta el carácter disfuncional facial, por lo que puede • el ángulo cervicomentoniano.
perpetuarlo. Esta plasticidad ósea se utiliza en terapéu- Se analizan anchura de la cara (profunda o estre-
tica ortopédica, permitiendo la movilización dentaria y cha), el carácter normo, hipo o hiperdivergente, así
alveolar. como el tamaño y la orientación de la rama horizontal
En la práctica, el equilibrio oclusal se produce como mandibular. También se estudian las relaciones maxilo-
contrapartida de compensaciones alveolares (pro y mandibulares, como la protrusión o retrusión maxilar, así
retroalveolia, exceso vertical anterior, etc.) y de com- como el prognatismo o la retrognatia.
pensaciones articulares. Por tanto, este equilibrio oclusal Esto permite definir las caras rectas, convexas y cónca-
puede perpetuar ciertas disfunciones y favorecer las pato- vas.
logías articulares [13] y alveolodentarias El equilibrio ideal Este estudio ofrece una idea bastante precisa de la armo-
dentoarticular significa que, en posición de intercuspi- nía global de la cara, así como de sus posibilidades de
dación máxima, los cóndilos se encuentran en «relación crecimiento y de tratamiento, pero no basta para estable-
céntrica». cer un plan terapéutico.

Sonrisa y competencia labial


 Semiología y estudio
La exploración de la sonrisa se realiza sobre todo en la
de las relaciones anatómicas: vista frontal.
análisis clínico morfofuncional En el sentido vertical, el estudio se centra en el grado
de exposición dental, que es un indicativo indirecto de
El enfoque semiológico facial es difícil de resumir y los problemas arquitectónicos verticales o estructurales
tienen en cuenta a la vez criterios morfológicos, crite- labiales.
rios estructurales y su funcionalidad compleja. Por tanto, En el sentido transversal, el estudio se centra en el
es multifactorial y los caminos que llevan a sintetizarlo número de dientes expuestos en la sonrisa.
son diversos y variados. En la mayoría de los casos, una Por lo general, al sonreír, se descubre todo el bloque
morfología normal permite una función facial normal. Lo incisivocanino, e incluso los primeros premolares maxila-
inverso no siempre es cierto. res, lo que expone verticalmente los cuellos dentarios con
alrededor de 1-2 mm de encía. Esto expone 1-2 mm de
la parte superior de las coronas dentarias mandibulares.
Unidades estéticas faciales En reposo, los labios están en contacto sin contracción
muscular. Con la edad, las coronas dentarias mandibula-
El análisis del perfil facial se realiza en posición de pie, res quedan cada vez más expuestas. En la vista lateral y en
en posición de reposo, en las vistas frontal y lateral. Este reposo, el labio superior está por delante del labio inferior
análisis clínico se completa con un estudio fotográfico y y este último se sitúa delante del mentón.
radiografías. En la mayoría de los casos, un exceso vertical anterior
tiende a crear una sonrisa denominada gingival, con expo-
Vista frontal sición de la encía insertada, incluso libre, dependiendo de
El estudio de la simetría facial se realiza trazando en la su magnitud.
vista frontal una línea vertical que pasa por el centro de Un exceso transversal maxilar produce una sonrisa más
la glabela en perpendicular a la línea bipupilar. El análisis ancha con una exposición mayor de los dientes y una
comparativo de las dos hemicaras se dirige a mostrar todas ausencia de los triángulos negros laterales.
las disimetrías que cruzan o no la línea media. También La proyección, el eje y el tamaño de los dientes, así
se puede diferenciar una laterognatia mandibular de una como la orientación del plano oclusal [14, 15] forman parte
hemihipertrofia facial, por ejemplo. del análisis de la sonrisa.

8 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Osteotomías maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas  E – 46-177

Figura 18. Estudio de las propor-


ciones estéticas faciales (A, B).

El tamaño y la inserción de los frenillos labiales pueden del esqueleto facial, es el efector tanto funcional como
ser responsables de diastemas interincisivos. estructural de la cara [16] . Por tanto, su potencial de cre-
La funcionalidad labial se evalúa identificando todas las cimiento, su componente histológico (tipo de fibras) y su
contracturas de los músculos de los labios y del mentón, tono propio son fundamentales para comprender la orto-
que son indicativos indirectos de la incompetencia labial. pedia facial y los tratamientos que deben plantearse [17] .
Esta misma incompetencia puede objetivarse en reposo Hay que recordar que la tipología de las fibras muscula-
por una abertura labial. res de los músculos elevadores interviene en la formación
facial de un modo considerable, al favorecer en ocasio-
nes la aparición de ciertas maloclusiones o al favorecer
Oclusión y sector alveolodentario algunas tipologías faciales [18] . En la práctica, se evalúa el
tono labial y el volumen de los músculos masticadores.
Su estudio es indispensable para la comprensión de las
Una musculatura hipertónica provoca un crecimiento en
relaciones estructurales y se realiza en los tres sentidos del
rotación antihoraria que favorece las relaciones dentoden-
espacio.
tarias de clase II, división 2, de Angle, con un esquema
En el sentido sagital, se busca la clase de Angle, la
esquelético hipodivergente. Por el contrario, una mus-
presencia de un entrecruzamiento horizontal y/o de una
culatura hipotónica favorece un crecimiento en rotación
articulación invertida incisiva.
horaria responsable de una abertura dentaria anterior con
En el sentido vertical, se observa la presencia de una
un esquema esquelético hiperdivergente.
abertura y/o de una supraoclusión anterior.
En el sentido transversal, se evalúa la anchura de las
arcadas dentarias y sus relaciones que definen la endog- Lengua y sus praxias
natia maxilar o endognatia mandibular. Debido a su volumen, su posición y su dinámica, la len-
A continuación, la exploración se centra en todas las gua desempeña un papel fundamental en la organización
compensaciones alveolodentarias y sus signos clínicos del esqueleto facial [19] . El conjunto hiomandibulolingual
indirectos, como el paladar ojival, las versiones alveola- es una entidad funcional única, en particular durante la
res o dentarias, los labios inferiores pronunciados (pliegue deglución. La exploración se centra en identificar todas las
mentoniano) y la sonrisa gingival. situaciones o dispraxias que puedan modificar su posición
El estado de la dentición y del periodonto, las o su función. Se debe buscar la presencia de macroglosia,
inclusiones dentarias o agenesias se observan clínica y respiración bucal, ronquido o SAOS, deglución primaria
radiológicamente. persistente, interposición labial, lingual o digital, y freni-
La orientación y la curvatura del plano de oclusión, así llo lingual corto para optimizar el tratamiento. Un frenillo
como las relaciones dentomaxilares (disarmonía dento- lingual corto puede favorecer una maloclusión esquelé-
maxilar, diastemas) forman parte de la exploración. tica de clase II y la aparición de apnea del sueño, por
El estudio dinámico de las relaciones dentodentarias ejemplo.
también forma parte de esta observación.
Piel y sistema musculoaponeurótico
Articulaciones temporomandibulares superficial
Es necesario realizar una exploración funcional de las Su estudio no proporciona muchos datos sobre el origen
ATM con fines médico-legales y terapéuticos. Mediante la de la disfunción, pero tiene una importancia relativa en
exploración, se busca la presencia de chasquidos, crujidos terapéutica, al estar unidos al esqueleto facial por los liga-
o simplemente de ruidos articulares durante la función de mentos retenedores, auténticas inserciones fibrosas que
la articulación. Asimismo, la limitación de la abertura o su unen la hipodermis con el periostio y aseguran así la
trayecto mandibular de abertura en deflexión o en desvia- estabilidad de la piel facial durante toda la vida [20, 21] .
ción puede indicar una disfunción articular. Los efectos de Esta particularidad provoca modificaciones morfológicas
la cirugía ortognática sobre las ATM son difíciles de prever y estéticas importantes durante la movilización del esque-
en ocasiones. leto maxilomandibular. Es difícil de apreciar, porque la
redistribución cutánea es multifactorial (edad y envejeci-
miento, calidad de las fibras elásticas, forma y volumen de
Tejidos blandos la cara). La experiencia del cirujano suele ser primordial.
Suele ser objeto de un estudio y de simulaciones perope-
Tipología muscular ratorias respetando ciertos principios.
La musculatura facial, que tiene un papel constitutivo Un avance maxilar tiende a rejuvenecer, al estirar
particularmente durante el crecimiento y la formación la máscara facial y redistribuir la grasa yugal. Por el

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 9


E – 46-177  Osteotomías maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas

contrario, hay que ser muy cauto con el retroceso del Su grado de intensidad puede oscilar de una simple hipo-
maxilar, que envejece la cara. La corrección de la dimen- condilia hasta la ausencia completa de la rama ascendente
sión vertical también repercute sobre el estiramiento de la según la clasificación de Pruzanski.
superficie cutánea [22–24] . Las afectaciones articulares pueden causar hipodesarro-
Un avance mandibular retensa el tercio inferior de la llo mandibular, como en la artrogriposis y las anquilosis
cara y aumenta la distancia cervicomentoniana. Un cierre temporomandibulares. La afectación puede ser uni o bila-
del ángulo goníaco modifica el ángulo cervicomento- teral.
niano. El conocimiento etiológico de las dismorfosis faciales
Una genioplastia modifica simultáneamente las rela- forma parte integrante del análisis estructural morfofun-
ciones labiales, el ángulo cervicomentoniano y el cional craneomaxilofacial. Permite encontrar el origen
estiramiento cutáneo del tercio inferior de la cara en fun- dismórfico, orgánico o funcional y orientar los tratamien-
ción del tipo de genioplastia [25–27] . tos.

 Etiología de las dismorfosis  «Herramientas»


complementarias para este
Es importante conocer los mecanismos dismórficos cra-
neomaxilofaciales. Cuando se conoce el origen de la análisis
malformación, es más fácil realizar un tratamiento eficaz.
El objetivo principal de la cirugía ortognática es corregir Cámara fotográfica
las anomalías morfológicas, pero también asegurar la per- Esta herramienta es muy útil para el diagnóstico y
sistencia de sus resultados a la vez que se normalizan las el seguimiento del tratamiento de las dismorfosis maxi-
funciones musculares. lomandibulares. Su utilización se ha generalizado tanto
La etiología de las dismorfosis se busca desde el cráneo desde un punto de vista clínico como médico-legal.
al mentón. El estudio estándar consta de:
Mediante el análisis semiológico de la banda frontoor- • una fotografía frontal, dos laterales y dos oblicuas, con
bitaria y de la bóveda craneal, se busca y se obtiene la cara en reposo;
información de la presencia de una dismorfia craneal aso- • una fotografía frontal durante la sonrisa;
ciada a las anomalías maxilomandibulares. Esto permite • imágenes oclusales:
objetivar las craneofacioestenosis y las displasias congéni- ◦ en intercuspidación máxima frontal y lateral,
tas, que modulan el tratamiento. ◦ de las dos arcadas maxilomandibulares.
El estudio de la pirámide nasal y de la región intercantal Es muy importante, porque es la única que permite eva-
(tercio medio nasomaxilar) permite detectar las anomalías luar los beneficios morfológicos.
de crecimiento del mesetmoides y del premaxilar.
La hipo o hiperrinia alta (o frontoetmoidal) implica
sobre todo al mesetmoides y a todos sus relevos de Cefalometría tradicional
crecimiento (vómer, tabique, huesos lagrimonasofronta-
les). Esto se observa en los enanismos congénitos, las La cefalometría surgió a comienzos del siglo XX con los
arrinencefalias, las displasias frontoetmoidales y las pro- progresos de la ortodoncia y es un intento de modeliza-
nasoetmoidomaxilias [28] . ción del crecimiento y del equilibrio facial. En el siglo
La hipo o hiperrinia baja (o vomeroseptopremaxilar) pasado se han propuesto numerosas líneas y análisis, sin
orienta sobre todo hacia defectos de crecimiento del maxi- que ninguno sea plenamente satisfactorio, lo que puede
lar y de sus inductores (dientes, ligamentos de Lathan). explicar su gran número en la literatura.
Esto se observa en el síndrome de Binder o, más amplia- Se utiliza el análisis de Delaire, que es interesante
mente, en las anomalías de la línea media. para estudiar la arquitectura de la cara y prever su cre-
El hipo o hipertelorismo obliga a buscar anomalías a cimiento. Parece ser bastante completo [29] . Se le pueden
nivel de la sutura metópica. Esto se observa en las hendi- criticar varias limitaciones, sobre todo en lo que res-
duras faciales cero, uno y dos, las displasias centrofaciales, pecta a la evaluación de la dimensión vertical facial, o
las trigonocefalias y las escafocefalias. incluso al análisis de los tejidos blandos que recubren la
También hay que observar las anomalías orbitomalares, cara.
que pueden variar de simples defectos de crecimiento de Su ventaja principal es que proporciona un enfoque
la placoda óptica (microftalmia, blefarofimosis), a las ano- fisiológico del equilibrio craneomaxilofacial. A partir de
malías suturarias craneofaciales (enfermedad de Crouzon, una tipología facial, el análisis permite establecer un equi-
síndrome de Apert, plagiocefalia) hasta las hipoplasias librio facial teórico. A continuación, la cara se analiza en
y displasias maxilomalares (síndrome de Franceschetti, unidades funcionales, cada una de las cuáles debe inscri-
hendiduras faciales tres y cuatro). birse en unas proporciones cercanas.
El estudio del tercio inferior permite distinguir los prog- Las nuevas técnicas quirúrgicas, que permiten mul-
natismos mandibulares verdaderos simétricos, sobre todo tiplicar las osteotomías debido al uso de miniplacas
las acromegalias, y los prognatismos verdaderos asimé- de osteosíntesis, han ofrecido al análisis de Delaire
tricos, así como las hipercondilias y las hemihipertrofias una dimensión hasta ahora desconocida. Este análi-
mandibular y/o facial. sis, que muestra anomalías a menudo pasadas por alto
Asimismo, se observan las retrognatias simétricas por (o no identificadas), combinado con las nuevas técni-
hipodesarrollo mandibular global, que obligan a buscar cas de cirugía, permite una mejor corrección de las
un síndrome de Pierre-Robin denominado «sindrómico», dismorfosis.
un síndrome de Treacher-Collins o un síndrome de En la práctica, este análisis se realiza en las telerra-
Franceschetti. También se pueden sospechar las formas diografías laterales, frontal y en proyección axial. En
bilaterales de síndromes otomandibulares o, más simple- la actualidad se ha optimizado mediante los programas
mente, los hipodesarrollos mandibulares aislados o que informáticos, lo que aumenta su reproducibilidad.
forman parte del cuadro de hipodesarrollo facial global Es muy útil para el análisis clínico morfofuncional y
(hipodesarrollos faciales sindrómicos o no). su interpretación es indisociable de este mismo análisis
Las retrognatias asimétricas obligan a buscar anomalías clínico. Permite realizar simulaciones ortopédicas en la
del primer arco branquial como los síndromes otoman- cirugía ortognática. Es una herramienta muy útil en el
dibulares de Goldenhar o las microsomías hemifaciales. seguimiento de los pacientes.

10 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial


Osteotomías maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas  E – 46-177

Programas informáticos de simulación su madurez. En la actualidad, la experiencia del cirujano


es primordial. Sin embargo, los resultados de esta cirugía
Con el progreso de la informática médica, muchos pro- suelen ser espectaculares.
gramas de simulación han tomado el relevo de las técnicas
de simulación clínica con registro oclusal mediante arco
facial. El auge de estos programas informáticos permite  Bibliografía
modelizar los desplazamientos óseos durante la cirugía y
hacerse una idea mejor del impacto de los tratamientos [1] Delaire J, Chateau J. Comment le septum nasal influence-t-il
ortodóncico-quirúrgicos, en particular sobre la morfolo- la croissance prémaxillaire et le maxillaire ? Rev Stomatol
gía. Chir Maxillofac 1977;78:241–54.
La dificultad principal de estos programas informáticos [2] Delaire J. Considérations sur la croissance faciale (en par-
reside en la evaluación de la redistribución de los teji- ticulier du maxillaire supérieur). Déductions thérapeutiques.
dos blandos cervicofaciales. Estas simulaciones no tienen Rev Stomatol Chir Maxillofac 1971;72:57–76.
carácter contractual y no se deben entregar al paciente [3] Delaire J. La croissance des os de la voûte du crâne. Prin-
bajo ningún pretexto, por razones médico-legales. cipes généraux. Introduction à l’étude de la croissance des
Desde hace varios años, es posible, a partir de datos maxillaires. Rev Stomatol Chir Maxillofac 1961;62:518–26.
[4] Couly G. Dynamics of skull growth. The principle of
tomográficos, simular los desplazamientos de los frag-
organofunctional conformations. Actual Odonto-Stomatol
mentos óseos «segmentados». De este modo, a partir
1977;117:63–96.
del nuevo esqueleto facial simulado, se fabrican férulas
[5] Delaire J, Ferre J, Faucher O. Quelques observations cliniques
oclusales o placas de osteosíntesis mediante estereolito- et réflexions sur la croissance condylienne. Actual Odonto-
grafía, que permiten reproducir de forma peroperatoria Stomatol 1970;90:199–214.
las simulaciones realizadas con ayuda del programa infor- [6] Brodie AG. Behavior of normal and abnormal facial growth
mático. Esta técnica permite recolocar con gran precisión patterns. J Orthod Oral Surg 1941;27:633–47.
los maxilares [30] . [7] Angle EH. Treatment of malocclusion of teeth and fractures
Por otra parte, la considerable diversidad de los tejidos of the maxillae. Angle’s system. Philadelphia: WB Saunders;
blandos del ser humano hace que los efectos de los movi- 1900, 315 p.
mientos óseos sobre estos tejidos sean poco predecibles [8] Boulétreau P, Frey R, Breton P, Freidel M. Focus on the
con ayuda de estos programas informáticos. También en effect of orthognathic surgery on condylar remodeling. Rev
estos casos, estas técnicas no sustituyen a la experiencia Stomatol Chir Maxillofac 2004;105:283–8.
del cirujano. Parece lógico reservar su uso a la investi- [9] Borstlap WA, Maltha JC, Stoelinga PJ, von den Hoff JW.
gación clínica y a los casos muy asimétricos. Sus costes The influence of the sagittal split osteotomy on the condy-
limitan su uso en la actualidad. Sin embargo, se debe reco- lar cartilage structure and the subchondral vascularization
nocer el interés de estas técnicas que permiten el avance of the temporomandibular joint: a preliminary study in
de los trabajos de investigación. El futuro de estas técnicas goats. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod
es prometedor y permitirán al final lograr una precisión 2005;100:138–45 [discussion 146].
mayor cuando los tejidos blandos se integren en ellas de [10] Costa F, Robiony M, Toro C, Sembronio S, Polini F, Politi
forma reproducible. M. Condylar positioning devices for orthognathic surgery:
a literature review. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral
Radiol Endod 2008;106:179–90.
Modelos dentales y papel del protésico [11] Ellis E. Condylar positioning devices for orthognathic
surgery: are they necessary? J Oral Maxillofac Surg
dental 1994;52:536–52 [discussion 552–4].
Estos modelos son indispensables durante todo el tra- [12] Béziat J-L, Babic B, Ferreira S, Gleizal A. Justification for
tamiento ortopédico. Reflejan la relación dentodental the mandibular-maxillary order in bimaxillary osteotomy. Rev
Stomatol Chir Maxillofac 2009;110:323–6.
intermaxilar y permiten evaluar de antemano el tra-
[13] Dujoncquoy J-P, Ferri J, Raoul G, Kleinheinz J. Tempo-
tamiento ortopédico facial. Además, también permiten
romandibular joint dysfunction and orthognathic surgery: a
apreciar la calidad de la estabilidad oclusal. Asimismo, retrospective study. Head Face Med 2010;6:27.
permiten dar «luz verde» a la cirugía. [14] Reyneke JP. Surgical manipulation of the occlusal plane: new
Se realizan en yeso a partir de una impresión dental en concepts in geometry. Int J Adult Orthodon Orthognath Surg
alginato. 1998;13:307–16.
La relación maxilomandibular se estudia también con [15] Reyneke JP, Evans WG. Surgical manipulation of the occlu-
un articulador que permite, si es preciso, realizar la férula sal plane. Int J Adult Orthodon Orthognath Surg 1990;5:
oclusal intermedia o definitiva, simulando los movimien- 99–110.
tos peroperatorios o estabilizándolos al final de la cirugía. [16] Sciote JJ, Raoul G, Ferri J, Close J, Horton MJ, Rowlerson
El uso de estas férulas es muy dependiente del cirujano y A. Masseter function and skeletal malocclusion. Rev Stomatol
su realización corresponde al propio cirujano o al proté- Chir Maxillofac Chir Orale 2013;114:79–85.
sico, dependiendo de las costumbres de cada equipo [31] . [17] Raoul G, Rowlerson A, Sciote J, Codaccioni E, Stevens L,
Maurage C-A, et al. Masseter myosin heavy chain compo-
sition varies with mandibular asymmetry. J Craniofac Surg
 Conclusión [18]
2011;22:1093–8.
Mercier J, Bennani F, Ferri J, Piot B. Maxillofacial
manifestations of Steinert’s myotonic dystrophy. Clinical
La realización de las osteotomías maxilomandibulares
and therapeutic aspects. Rev Stomatol Chir Maxillofac
es cada vez más frecuente. Requieren unos conocimien-
1995;96:74–82.
tos de las técnicas quirúrgicas, pero sobre todo del [19] Landouzy J-M, Sergent-Delattre A, Biecq M. La langue :
crecimiento del esqueleto, de las funciones musculares, déglutition, fonctions orofaciales, croissance crânio-faciale.
respiratoria y articulares, así como de las posibilidades Int Orthod 2009;7:227–56.
ortodóncicas. El cirujano, en colaboración con el ortodon- [20] Furnas DW. The retaining ligaments of the cheek. Plast
cista, pero también con los protésicos, los kinesiterapeutas Reconstr Surg 1989;83:11–6.
y los oclusodoncistas busca el equilibrio facial y estético. [21] Alghoul M, Codner MA. Retaining ligaments of the face:
Las técnicas ortodóncicas han evolucionado mucho en los review of anatomy and clinical applications. Aesthetic Surg J
últimos años gracias a los progresos tanto de la informá- 2013;33:769–82.
tica como de la cirugía. Las simulaciones tridimensionales [22] Carlotti Jr AE, Aschaffenburg PH, Schendel SA. Facial chan-
aún deben evolucionar para estar más cerca de la rea- ges associated with surgical advancement of the lip and
lidad. La cirugía ortognática aún no ha alcanzado toda maxilla. J Oral Maxillofac Surg 1986;44:593–6.

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 11


E – 46-177  Osteotomías maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas

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2006;130:8–17. Orthod 2007;5:183–95.

G. Deffrennes, Ancien assistant-chef de clinique de chirurgie maxillofaciale (deffrennes.gonzague@gmail.com).


Service universitaire de chirurgie maxillofaciale et stomatologie, Hôpital Roger-Salengro, CHRU de Lille, 59000 Lille, France.
Chirurgie plastique et maxillofaciale, 2, rue de Saint-Pétersbourg, 75008 Paris, France.
Université de Lille, région Nord-Pas-de-Calais, PRES, 59000 Lille, France.
J. Ferri, Professeur des Universités, chef de service de chirurgie maxillofaciale et stomatologie, praticien hospitalier.
Service universitaire de chirurgie maxillofaciale et stomatologie, Hôpital Roger-Salengro, CHRU de Lille, 59000 Lille, France.
Université de Lille, région Nord-Pas-de-Calais, PRES, 59000 Lille, France.
Unité Inserm 1008, Systèmes de délivrance des médicaments contrôlés et biomatériaux, 59000 Lille, France.
E. Garreau, Stomatologiste, spécialiste en ODMF.
Service universitaire de chirurgie maxillofaciale et stomatologie, Hôpital Roger-Salengro, CHRU de Lille, 59000 Lille, France.
Université de Lille, région Nord-Pas-de-Calais, PRES, 59000 Lille, France.
D. Deffrennes, Praticien hospitalier, ancien chef de clinique de l’AP–HP.
Service universitaire de chirurgie cervicofaciale, Hôpital Lariboisière, AP–HP, 75010 Paris, France.
Chirurgie plastique et maxillofaciale, 2, rue de Saint-Pétersbourg, 75008 Paris, France.
Chirurgie plastique et maxillofaciale, Hôpital américain, 92200 Neuilly-sur-Seine, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Deffrennes G, Ferri J, Garreau E, Deffrennes D. Osteotomías
maxilomandibulares: bases fundamentales y analíticas clínicas. EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 2017;18(1):1-12 [Artículo
E – 46-177].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

12 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial

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