Nombre: Mónica Alejandra Coronado Morales

Micromachismos: 4 muestras sutiles de

machismo cotidiano
Una de las realidades es que normalizamos los hechos de violencia,
normalizamos el acoso callejero, los roles de género, las actitudes sexistas y
en especial los micromachismos ya que siendo manifestaciones sutiles y que
pasan desapercibidas y que debemos de aprender a reconocer para evitar
normalizarlo y actuar como se debe ante las situaciones y tomar las mejores
decisiones.

En principio, el sexismo en el lenguaje se ha dado a lo largo de la historia en el

que predomina el lenguaje masculino al lenguaje femenino, el lenguaje
masculino está inmerso en la literatura, en los estudios e investigaciones y
pocas veces se agrega un lenguaje tanto femenino como masculino.

En segundo ejemplo tenemos los roles de género, que también son un medio
de publicidad para atraer a más cliente como por ejemplo en las fechas que se
celebra el día del padre o la madre se ponen en venta artículos relacionados a
los roles de género, al día de la madre, cumpleaños, día de la mujer y otras
celebridades, las ofertas son de venta de electrodomésticos, gabachas,
utensilios de limpieza, pero no venta de objetos personales o que no lleven a
estas ventas. En cambio, con las ventas para el día del padre van guiadas a
actividades de fuerza, herramientas de trabajo, etc. Se debe erradicar los roles
de género en todos los contextos: en la escuela, el trabajo, la familia, etc. En el
caso de la crianza de los hijos pequeños se reciben críticas a los padres que
cambian a sus hijos en espacios públicos o en baños públicos y cuando es la
madre es algo en un rango “normal”.

En tercer ejemplo tenemos la hipersexualización que por medio de los medios

de comunicación y la publicidad se da con el cuerpo de las mujeres y como
esta llama a más clientes al consumo de diversos productos o de producir más
capitalismo.

Por último, en el uso de los espacios públicos el acoso callejero es un ejemplo

claro que se ha normalizado y hace que las mujeres se sientan víctimas a

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causa de su vestimenta, maquillaje, entre otras cosas. Es necesario reconocer
que el acoso no llega directamente a una penetración sin el consentimiento
sino va también al toqueteo, a los piropos, a las acusaciones verbales, donde
las mujeres deben evitar andar solas, deben evitar tener una vestimenta que
“provoque un acoso”, sino que el camino a tomar es dar visibilizar el problema
creando conciencia con todas las personas.

En conclusión, existen mucho mayores ejemplos de los micromachismos por lo

que es importante empoderar a las mujeres y visibilizar los problemas con los
hombres y reflexionar que se debe normalizar las situaciones.

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