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Nace en Barcelona. Allí estudia bachillerato en un instituto al que acuden los hijos de la alta sociedad. Por
ello, su primera juventud está marcada por este estilo de vida. Sin embargo, la alterna con su fascinación
hacia los bajos fondos barceloneses. Viaja a Londres, donde entra en contacto con la poesía anglosajona,
de gran influencia en su obra. A su vuelta, ante el panorama de la “España feliz” de los 60, comienza a
cuestionarse si puede someter su obra al conformismo imperante de la época. Esto coincide con una crisis
de madurez del autor, que finaliza con su renuncia a componer nuevos versos.
Jaime Gil de Biedma entiende la poesía como experiencia, para dejar constancia de su propia vida. Así, en
1975 se publica una recopilación de todos sus libros bajo el título Las personas del verbo. Las obras más
destacadas de su trayectoria son las siguientes.
Compañeros de viaje. Se trata de un vívido reflejo de la vida cotidiana. Cabe destacar la amistad como
tema recurrente. Esta se materializa en el uso del vocativo, tú o vosotros, a quien cuenta sus experiencias
de infancia y juventud. Así, se muestra como un joven lleno de miedos adolescentes, a menudo
relacionados con una incipiente homosexualidad.
Es, además, una de sus obras más comprometidas debido al matiz político comunista. Podemos apreciarlo
en la tercera parte del libro, donde Gil de Biedma realiza una feroz descripción de la represión del régimen
franquista.
Finalmente, cabe destacar el homenaje a Antonio Machado, pues su sombra planea como una constante.
Por otra parte, Gil de Biedma se muestra convencido de que los españoles se adaptarán a la situación de
sometimiento y no harán nada por cambiarla. Este punto está muy relacionado con la crisis personal y
literaria que atravesaba el autor.
Con todo, la amistad y la conversación siguen siendo elementos recurrentes. De este modo, consigue
recrear en sus poemas un clima que invita a las confesiones. Asimismo, reflexiona sobre el amor y el sexo,
aludiendo a menudo a la doble vida derivada de la homosexualidad.
En suma, Las personas del verbo supone un recorrido vital e ideológico a través de la vida de Jaime Gil de
Biedma, que parte de la primera persona del singular, “yo”, que deriva hacia el resto de personas: “tú”, el
amado, “él”, el hombre sometido, “nosotros”, los señoritos, “vosotros”, los amigos, y “ellos”, los recuerdos.