EL AGUA: ¿MERCANCÍA? ¿DERECHO HUMANO O FUERZA DE VIDA?
Integrantes del grupo:
Ezequiel Escobar. José Aparicio. Belén Gutiérrez. Jennifer Espinoza. Ricardo Ortiz. 1.Visión neoliberal En la visión neoliberal el agua se le considera un medio para generar más recursos económicos. Por tanto, puede ser objeto de privatización y es comercializable. Aquí, el agua se conoce como “oro azul”, se le puede sacar mucho provecho porque, al ser esencial para la vida, su compra está garantizada. La visión neoliberal del agua también se aplicó en nuestro país. En octubre de 1999 se aprobó la Ley de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario, cuyo objetivo era “establecer las normas que regulan la prestación y utilización de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario y el establecimiento de los principios para fijar los Precios, Tarifas, Tasas y Cuotas” (Ley 2029, art. 1). También establecía que solo las empresas autorizadas podían brindar este servicio, y no las personas naturales u otras empresas o instituciones. De modo que solo un grupo de empresarios podían manejar la distribución del agua potable. Esto provocó el descontento de la población, pues se estaba restringiendo el derecho al agua. Así estalló la Guerra del Agua en Cochabamba, que inició en 1999 y finalizo en el año 2000 con bloqueos y marchas de pueblos indígenas y de los dos principales actores locales: la Coordinadora Departamental del Agua y la Vida y la Federación Departamental Cochabambina de Regantes. Esta guerra termina luego del bloqueo indefinido de Cochabamba convocado por la Coordinadora Departamental del Agua y la Vida y ante una fuerte presión social, la empresa Aguas del Tunari se retira de Bolivia. El Gobierno boliviano tuvo que aceptar esa decisión y modificar la Ley de Agua. 2.-Vision Humanista. Parte de la concepción de que nosotros como seres humanos, debemos actuar en función de nuestros valores sociales y de nuestro raciocinio, buscando el bienestar de todos los seres vivos de nuestro planeta y no de personas individuales o empresas. En esta visión, el agua considera como un derecho humano básico. Por tanto, no se puede prohibir a la persona el acceso a este recurso. Hay que implementar política que garanticen su acceso y al mismo tiempo su cuidado.