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“2024 – AÑO DE LA DEFENSA DE LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA PROPIEDAD”

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“2024 – AÑO DE LA DEFENSA DE LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA PROPIEDAD”

(S-2528/23)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Camara de Diputados,…

INCORPORACIÓN DE LA VACUNA CONTRA EL DENGUE AL


PROGRAMA MEDICO OBLIGATORIO (PMO)

Artículo 1º.- Incorporase al Programa Medico Obligatorio, con carácter


gratuito, al esquema completo de vacunación contra el virus del
DENGUE, para todas las personas mayores de cuatro (4) años de la
República Argentina, primando zonas endémicas del país y grupos de
atención prioritaria, acorde a los parámetros establecidos por el
Ministerio de Salud de la Nación.

Artículo 2°- Todas las instituciones de atención médica, públicas y


privadas, deberán llevar un registro estadístico de aquellas personas a
quienes les sea aplicada la vacuna contra el dengue.

A tal efecto, el Ministerio de Salud de la Nación estará a cargo de


confeccionar los formularios de recolección y registro de información que
resulten necesarios; como así también de llevar control estadístico de
aquellos indicadores que resulten relevantes para estudiar la eficiencia
de la inclusión de la vacuna dentro del Programa Médico Obligatorio.

Artículo 3º.- Autorizase el Poder Ejecutivo Nacional a efectuar las


transferencias presupuestarias necesarias para la implementación del
articulo precedente.

Artículo 4º.- La presente ley entrará en vigencia al día siguiente de su


publicación en el boletín oficial.
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Artículo 5º.- Invitase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires a adherir a la presente ley.

Artículo 6º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo .

Beatriz L. Avila

FUNDAMENTOS

Señora Presidente:

A principios de este año, la Provincia de Tucumán, enfrentó una grave


situación con respecto al dengue, virus propagado por el mosquito
Aedes Aegypti. Aunque al 27 de enero de 2023, el Ministerio de Salud
Pública del Gobierno de Tucumán informaba que no se habían
registrado casos de dengue en la provincia, la realidad resultaba ser
completamente distinta.

Esto debido a que las cifras oficiales fueron cuestionadas por expertos
y la población, notando con certeza que la magnitud del brote había
superado con creces el registrado en 2020, cuando se notificaron 7,806
casos. La preocupación se centró en la posible subnotificación y en la
capacidad de propagación del virus sin síntomas evidentes.

En los primeros meses del año, en Tucumán y la región Noroeste


experimentamos un aumento significativo de casos de dengue,
marcando un inmenso frente de tormenta sanitaria. Hasta el mes de abril
de 2023, la enfermedad había cobrado la vida de al menos siete
personas en la provincia de Tucumán y sesenta y cinco a nivel nacional.

El reconocido médico infectólogo, Tomás Orduna, advirtió sobre la


gravedad de la situación, señalando que el brote estaba siendo causado
principalmente por el serotipo DEN 2, considerado el más peligroso de
los cuatro existentes. No obstante, la Organización Mundial de la Salud
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alertó acerca de la presencia también de los serotipos DENV1 y DENV3


en nuestro territorio nacional. A medida que avanzaba el brote, la
estimación de casos alcanzó cifras alarmantes, alcanzando incluso los
100.000, y afectando a numerosas localidades, lo que llevó al colapso
de las instalaciones médicas.

En este contexto, a lo largo de este año, presenté los proyectos S-


0772/2023, S-0782/2023 y S-0991/2023; los cuales tenían como objeto
requerir al Poder Ejecutivo, en manos del gobierno saliente de nuestra
Nación, el otorgamiento tanto de información como de soluciones
urgentes para el tratamiento de la enfermedad.

La situación también trascendió las fronteras de Tucumán, afectando a


todas las provincias de la región del NOA (Catamarca, Jujuy, La Rioja,
Salta, Santiago de Estero y Tucumán); todas las del centro del país
(Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe); todas las de la
región NEA (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones), como así también
las provincias de San Luis y Mendoza en la región Cuyo y la Pampa en
la región Sur1.

No obstante, a pesar de que el brote amplío su magnitud a nivel


nacional, las respuestas a los proyectos presentados fueron nulas.

Inicialmente, la falta de un tratamiento específico para el dengue resaltó


exclusivamente la importancia de las medidas preventivas individuales
y colectivas. Sin embargo, la aprobación por parte de la Administración
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)
de la vacuna TAK-003, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda,
para combatir el dengue, marcó un hito significativo en la lucha contra
esta enfermedad en Argentina, especialmente después del brote

1
https://fundacionio.com/situacion-del-dengue-en-argentina-4/
https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON475
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registrado a principios de 2023 en la Provincia de Tucumán y la región


Noroeste del país.

La TAK-003, también conocida como Qdenga, ofrece una nueva


herramienta para prevenir el dengue en personas mayores de 4 años,
ya hayan tenido o no la enfermedad previamente. La vacuna se basa en
el virus del dengue 2, con la adición de ADN de los otros tres serotipos,
proporcionando protección contra los cuatro tipos de dengue. La
administración de dos dosis en un intervalo de tres meses constituye el
protocolo estándar.

Esta vacuna, autorizada por ANMAT después de recibir aprobaciones


en Indonesia, la Unión Europea, el Reino Unido y Brasil, se presenta
como una herramienta clave para combatir la propagación del virus.
Aunque los expertos y autoridades sanitarias reconocen que ninguna
vacuna cumple la función de bloqueo frente a un brote en curso,
destacan su contribución para reducir la carga de enfermedad y aliviar
la presión sobre el sistema de salud.

En una reunión entre autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y


expertos, se evaluó la eficacia de varias vacunas contra el dengue.
Aunque se destacó que la vacunación no debe ser la única estrategia
de prevención, se acordó que, en el caso del dengue, una vacuna eficaz
podría ser fundamental para disminuir la carga de enfermedad y evitar
la sobrecarga en el sistema de salud.
Es importante señalar que la vacunación se presenta como un
componente integral de la estrategia de gestión integrada en América
Latina, que aborda la vigilancia epidemiológica, políticas ambientales
para el control del dengue, gestión integrada del control vectorial,
cuidado del paciente, establecimiento de laboratorios virológicos y
comunicación social para el cambio conductual.

Más allá de esta situación, al haber demostrado la aplicación de la


vacuna un potencial de reducción de la incidencia de la enfermedad, su
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garantía se torna fundamental para el cuidado de la salud de la población


argentina, brindando quizás la ventaja adicional de reducir el gasto
necesario para la prevención y control de una posible epidemia de dicho
virus.

Aunque la situación descripta se refiera principalmente a lo acaecido a


principio de este año, se alerta ya un aumento drástico de los casos en
la provincia de Formosa que, de acuerdo con lo indicado por la
experiencia del brote precedente, podría prontamente expandirse al
resto del territorio argentino.

Dada esta circunstancia, considerando que en un momento llegó a


estimarse que hasta 100.000 personas podrían haber contraído la
enfermedad, resulta necesario notar que contraer el dengue por
segunda vez aumenta significativamente el riesgo de desarrollar la
forma más grave de la enfermedad, conocida como Fiebre Hemorrágica
del Dengue (FHD). La segunda infección puede desencadenar una
respuesta inmunológica contraproducente, lo que eleva la posibilidad de
complicaciones graves, como sangrado interno, daño en órganos vitales
y, en casos extremos, puede resultar mortal.

La inmunidad parcial adquirida después de la primera infección puede


volverse contraproducente al enfrentar un serotipo diferente del virus en
una segunda ocasión. El riesgo de FHD aumenta si la reinfección ocurre
con un serotipo diferente al de la primera infección. Además, existen
factores asociados, como enfermedades crónicas, consumo de alcohol
y otras condiciones de salud, que pueden incrementar la probabilidad de
desarrollar un dengue grave.

En este contexto, la necesidad de incluir en el Programa Medico


Obligatorio, con carácter gratuito, al esquema completo de vacunación
contra el virus del DENGUE se torna fundamental.
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Esta provisión debe garantizarse para todas las personas mayores de


cuatro (4) años de la República Argentina, primando zonas endémicas
del país y grupos de atención prioritaria, acorde a los parámetros
establecidos por el Ministerio de Salud de la Nación.

Fundamentalmente, porque esta alternativa podría resultar crucial


reducir el impacto del virus, entendiendo el contexto precedente en el
ámbito de salud pública. Contexto del cual no puede separarse el hecho
de que más del 40% de la población argentina se encuentra en situación
de pobreza y no podría acceder a la vacunación de otra manera.
Hablamos, en definitiva, de casi 12 millones de personas que se
encuentran vulnerables al flagelo de la enfermedad que, de no recibir la
vacuna, podrían fácilmente incurrir en complicaciones mayores a las
cuales, de igual manera, el Estado deberá responder por medio del
sistema hospitalario. Avocando para ello, con gran probabilidad, mayor
cantidad de recursos de los que se podrían requerir para garantizar la
prevención por medio de vacunas.

Por todas las consideraciones expuestas, solicito se tenga a bien


considerar el presente proyecto y proseguir de manera urgente con el
tratamiento parlamentario establecido por la Constitución Nacional.

Beatriz L. Avila.-

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