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RODAS Y LA PRIMERA LEGISLACIÓN MARÍTIMA

Rodas es una bella isla del Mediterráneo oriental conocida por varios hechos históricos (el
Coloso que lleva su nombre y que fue una de las sedes de la Orden de los Caballeros de Malta),
pero también por su capacidad para el comercio marítimo. Cuando Grecia dejó de ser una
potencia, Rodas tomó su lugar junto a otros pueblos del Mar Egeo. Como su aristocracia era de
origen griego, no fue muy difícil llevar a la práctica esta sustitución.
Sin embargo, su privilegiada situación hizo que sufriera variados ataques. En concreto, tras
vencer al rey seleúcida con su ejército de 40.000 hombres, los rodios victoriosos levantaron la
famosa estatua que les ha hecho conocidos a lo largo de la historia, su Coloso, erigido en honor
del dios Helios sobre el año 280 a.C y que dominaba la entrada al puerto.
Eran grandes comerciantes y disponían de una buena flota naval para sus transacciones por el
Mare Nostrum. Diodoro, el historiador, decía que una parte importante de sus ingresos los
conseguían en sus traslados de productos al Egipto faraónico, de donde además obtenían el trigo
que llevaban al norte. Parece que también existía una red de prestamistas rodios que llegaban y
actuaban en el Mediterráneo central y oriental.

La lex Rodia
Hay noticias de que la ley marítima rodia, que data aproximadamente del siglo I a.C., se impuso
como código en Bizancio (siglos V-VII) (Abulafia). Sobre este código hay cierta controversia
entre los investigadores, y apenas se ponen de acuerdo incluso sobre cuándo se redactó, ya que
tenemos noticia de ella por copias y adaptaciones posteriores de otros pueblos romanos y
bizantinos.
Esta ley dictaba que en caso de que fuera necesario arrojar toda o parte de la mercancía al mar,
porque la nave estaba en serio peligro, el daño resultante (lo que denominan “echazón”) debía
repartirse entre los propietarios del barco y los dueños de las mercancías, en la proporción y
medida de las propiedades. El texto de la ley Rodia sólo se refiere al hecho de tener que
deshacerse de la carga y tirar al mar los productos transportados en caso extremo, pero los
romanos lo extendieron a otros casos análogos, como al deterioro de las mercancías y al precio
del rescate en caso de secuestro por parte de los piratas (Derecho romano)
Esta antigua ley de los rodios del siglo I a.C. no debe confundirse con el Nomos Rhodion
Nautikos, que a pesar de que tiene en común el nombre de la isla de Rodas, son distintas. Esta
última es una compilación de reglas consuetudinarias marítimas datadas entre los siglos VI y
VIII, incorporadas posteriormente al Basilicorum libri como un apéndice por el emperador Leo
VI (886–912). Posiblemente éstas se basaran en la primera.
Vista del puerto de Mandráki, en Rodas. Fue utilizado antiguamente como puerto de
navegación. Hoy alberga numerosas embarcaciones de recreo.
En síntesis, un pueblo que habitaba en una de las islas del Mediterráneo, un siglo antes de
nuestra era ya fue capaz de regirse por una serie de normas (a pesar de que no han trascendido
todas) que legislaban el comercio por mar y que, debido a sus propios intereses comerciales,
establecían derechos y deberes en caso de que la embarcación no pudiera llegar a su destino

BIBLIOGRAFIA

Celia Chaín, N. (2018) “Rodas y la primera legislación marítima”


https://blogcatedranaval.com/2018/11/20/rodas -y-la-primera-legislacion-
maritima/

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