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INCOMPLETOS

Déjame que te cuente esa mañana. Esa mañana era una de esas que te levantas acarreando el
sueño. Entonces estaba tratando de abandonar el adormecimiento a través de bostezos
perezosos cuando ella me sorprendió. Una mariposa iba atravesando el patio, llevaba las alas
rotas. Y si bien la particularidad de sus alas rota hizo despertar mi visión en primera instancia
, ese no fue, el detonante para hipnotizar mis ojos a su andar, si no que, por más que mis
glóbulos oculares incrementaron su capacidad hasta parecer lupas, no hallaron manera en
detectar un mínimo rastro de debilidad en su accidentado cuerpo. Había tanta voluntad en su
andar que podía ser testigo en primera plana de la férrea y obstinada firmeza que exudaban
sus delgadas garras; las cuales trepaban alternando con pequeños saltos en el verdor.
El estímulo del estupor fue tal, que los poros de mi piel llegaron a enchinarse y mi
entusiasmo por conocer el fin de su voluptuosa determinación se elevó a parámetros
desconocidos de manera inconsciente pegue mis pasos a su andar.
Más tarde descubriría que seguirla era solo el comienzo de una vorágine de fascinación y
admiración.
Está malherida mariposa muy pronto se tropezó con una libélula, o como diría mi padre un
"alguacil". Este pequeño a simple vista, no se veía accidentado, parecía estar vagando
perezosamente en la hierba. Por el choque, tanto mariposa como libélula detuvieron su andar
y detenidamente se observaron un corto tiempo en cual se podría considerar que
mantuvieron una charla en código de especie llegando a pactar que deberían continuar juntas
el viaje emprendiendo pasos a la par
Un rato después, se detuvieron a la sombra de un árbol. Mariposa pegó un salto al tallo más
alto que estaba a su alcance. Libélula interpretó que debía hacer lo mismo y saltó quedando
enfrentada a la accidentada mariposa.
La brisa de la media mañana, comenzó a mecer suavemente sus cuerpos reposados. A
continuación estos animalitos parecieron lanzarse a un profundo acto de meditación.
Yo por impulso me acomode en el verde pasto un poco más atrás, preguntándome ¿si este era
el fin del viaje?. Pensé en irme, y me estaba levantando cuando sentí una fuerza oculta que
inmovilizaba mi movimientos renovando el estupor del comienzo por lo que sin darme cuenta
caí en un periodo de fluctuaciones que perduró hasta cuando libélula emprendía vuelo. Mis
ojos la siguieron hasta que su pequeña figura se tornó inalcanzable a la vista . Con raros
sentimientos de pena y pérdida regresé mi atención al animalillo que aún posaba en la hierba,
y en ese instante mi respiración se detuvo en bruto.
Ella estaba frente a mí con sus alas agrietadas y minúsculos ojos, quiénes eran tan agudos
que daban a entender que recorrían cada célula integrada en mi cuerpo. En ese momento no
existió nada más que no sea ella reflejada en mis iris y yo en las suyas.. El mundo se cubrió
de silencio..
El momento siguiente, fue aún más imprevisto e inimaginable; hilada de imágenes,
empezaron a penetrar por las vísceras de mi cerebro hasta estancarse. Esta serie de imágenes
iban desde el instante donde libélula y mariposa se posaron a la sombra de árbol hasta cuando
libélula extendió sus en vuelo: Libélula le contaba que solo le quedaba un mes de vida y

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había detenido su vuelo apartándose del resto de sus compañeras para reflexionar ¿Cómo
agotar hasta la suficiencia sus últimos días?¿ Y qué era aquello suficiente? Buscaba esas
respuestas, y así lograr aprovechar al máximo sus últimos días en el mundo. No quería
desaparecer sintiendo que le faltó quedarse unos días más, no se quería ir triste.
Mariposa le preguntó -¿Qué era lo que más le gustaba hacer?- libélula le respondió-
¡volar! -¿Entonces qué haces aquí? -preguntó por último mariposa. Al segundo siguiente
libélula se había ido haciendo lo que más le gustaba. La reproducción de información llegó a
su final, y mi amiga de alas rotas, pegó medía vuelta y continuó su camino. Yo aún inmersa
en el acontecimiento surrealista no fui consciente, pero mis pasos como imán fueron tras su
trote.
Para cuando volví a sumergirme en el viaje mariposa ya había conocido a otro
particular ser viviente: una Mantis Religiosa. Esta mantis estaba muy hambrienta, llevaba
días que no atrapaba una presa. No se olvidó de mencionar, que era consecuencia de haber
perdido sus patas delanteras en un gran pelea donde el enemigo también había resultado
bastante atrofiado. Mantis culminó afirmando que estaba buscando la forma de reinventarse
para volver a ser alguien capaz de alimentarse. Debes intentarlo hasta que lo encuentres- dijo
mariposa; la cuál había escuchado el relato en pleno silencio, y con esa simple frase se
despidió continuando la odisea.
Como ya era el patrón común, otro pequeño ser apareció siendo esté un poco
más singular que el mantis. Era escarabajo, y no uno cualquiera, si no, un escarabajo
rinoceronte quien se hallaba de no muy buen humor. Mariposa con mucho tacto le consultó
-¿Cuál era la razón de su malestar?- A lo que escarabajo le respondió - Tuve la mala suerte de
toparme con sabandija. Sin embargo eso no es lo que más lamento. Lo que realmente lamento
es haber tomado la decisión de pelear con esa "sabandija". Aunque el también quedó en muy
mal estado - aseguró .
Escarabajo había sufrido; la pérdida de uno de sus ojos, unas de sus patas delantera y su
peculiar distinguida trompa se había quebrado a la mitad.
Mi amiga aún más peculiar después de escucharlo lo invito a caminar junto a ella - De esta
manera tu enojo disminuirá- le había dicho. Por lo que el par continuó junto . Yo el
espectador permanecía desde una distancia prudente para su bienestar.
No pasó mucho tiempo hasta que el siguiente integrante se sumó a la excursión sin final
próximo . Esta vez fue una hormiga carpintera, quien parecía venir muy apresurada por su
llegada bastante abrupta. Ya que en su acelerado andar impactó contra los otros dos que iban.
Estos tres personajes hicieron el ritual de observamiento mutuo que dio como finalidad que
hormiga también debía acompañar. De esta impactante forma se armó el cuarteto de viajantes
más raro que yo nunca haya imaginado, visto y sido parte.
Proseguimos nuevamente, y por un tiempo considerado fue bastante "normal”, lo único
modificado fue que los animalitos que habían empezado yendo a la par. Ahora iban en hilera;
con la hormiga carpintera de pasos ligeros y nerviosos como puntera; la segunda era mariposa
quien mantenía la actitud inicial en sus pasos y le podría agregar que su pacífica aura se
ensanchó. El animalillo cada vez me causaba más conmoción. En el último lugar pero no

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menos importante de este junte; iba mi amigo cascarón y de apariencia ruda pero muy
lastimosa a la vez.
Lo destacado de esta situación era que cada uno de estos pequeños iban a un determinado
ritmo según sus circunstancias particulares.
Se viajó hasta que un remolino ventoso, trajo consigo un zumbido que detuvo a los
viajantes. El zumbido se materializó en una abeja reina quien fue acortado su
distancia del suelo; sobrepasó a hormiga, luego a mariposa, hasta, posar su cuerpo en quien
menos necesitaba carga extra.
La recién llegada no pareció tomar en cuenta donde estaba y en cámara lenta pegó sus alas a
su cuerpo. Y como su primer reflejo fue mi persona; la llevó a vacilar por un instante para
luego restarle importancia. Y después del reconocido ritual se convertía en una integrante
más.
La mañana dando sus últimas vueltas. El sol acercándose a la mitad del cielo haciendo
brillar los torsos de los peculiares animalitos y sus pasos escalando y escalando la gramilla
como si estuvieran subiendo una gran montaña.
El patio donde comenzó todo quedo atrás por lo que la presencia de árboles aumentó, la
vegetación también cambió y comenzó a ser más salvaje provocó que el rastro de algunos de
los integrantes se perdieran de a ratos para volver a aparecer como si nada. Fue el trecho
en que más se avanzó sin interrupciones repentinas. Pero al final, aunque este tramo fue
largo, se vio incontinua por la siguiente nueva situación.
Nos encontramos con una extensa y tupida tela de araña prendida desde el ras de la
vegetación y usando a los árboles cercanos como columnas. La telaraña, llegó a obstruir
totalmente la intención de continuar y daba la tenebrosa sensación que no pensaba
hacerles las cosas fáciles.
Ante esté infortunio mis amigos permanecieron en un silencioso momento concentrados,
analizando los pros y los contras que traería accionar para hallar un paso en la tela sin quedar
atrapados por ella. Sin embargo, de un instante a otro esté objetivo
fue puesto en segundo plano, porqué, vieron que otro animalito ya se encontraba, siendo
aniquilado por dicha tela. Una desafortunada luciérnaga quién se encontraba emitiendo ya,
una débil luz; indicativo que se encontraba en un complicado estado de desgaste. Y los otros
animalillos que estaban a salvo, miraban a luciérnaga con expresiones graves. Por lo que me
dio a pensar que un posible rescate no tendría lugar. Desde mi lugar de observador, mis ansias
carcomían mis entrañas por conocer ¿cuál sería el gran desenlace?
No pasó mucho tiempo, cuando uno de estos pillos se adelantó al resto. Y ese no fue otro que
el mutilado escarabajo, se acercó hasta casi estar tocando la inmóvil trampa, y con lo que le
quedaba de trompa empezó a romper la tela. Aunque su accionar era muy lento, estaba siendo
muy efectivo . Luego de un rato de estar haciendo este trabajo llegó la primera complicación;
su baja estatura terminó siendo insuficiente para continuar. Pero esta vez el resto que estaba
vigilando, actuaron rápido en la solución del inconveniente; se acercaron a la altura del
escarabajo y la acción siguiente consistió en pararse con sus patas traseras, uno arriba del
otro; con mariposa como base sostén y se convirtieron en una escalera donde escarabajo
podía continuar con su solidario trabajo. Antes de que eso sucediera, había que solucionar
primero un asunto menor ¿Como hacer que escarabajo lograra subir en el menor tiempo
posible?

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No se podría afirmar, si ese asunto tuvo solución, porqué escarabajo si llegó a la cima
pero el tiempo empleado no fue corto. Del mismo ahora el cascarón debía trabajar a una
velocidad rápida, y así lograr romper la mayor cantidad de tela ante que la escalera
viviente que lo sostenía colapsara.
El pronóstico calculado sucedió pronto; la escaleras de animalillos se rompió. La hormiga
carpintera fue la primera en perder el equilibrio. Lo bueno fue que escarabajo
hizo un trabajo muy eficiente, logrando romper la tela, hasta casi llegar a la iracunda
luciérnaga. La parte mala estuvo en que cascarón se llevó una vez más, otro fuerte
impacto al caer de la cima. Lo otro negativo, y más importante; todos estaban
agotados, por lo que antes de continuar con el rescate debían descansar.
Ya renovado lo suficiente los rescatistas volvieron al ruedo formando nuevamente la
escalera.
Con la misión se centraba exclusivamente en el rescate y con el rol principal cayendo
en las patas de otro integrante. Esta era nuestra hormiga carpintera, que debía
desenredar y sacar al atrapado a salvo.
Hormiga al ser la de menor peso, fue ideal para esta parte de la misión.
Cuando hormiga se encontraba empezando a trabajar en desenredar a la maltratada
luciérnaga el feo y bravío ser vivo que dormía en lo alto de su hogar, despertó e
inmediatamente tomó medidas para evitar que su presa sea llevada, y si corría con la ventaja
de atrapar otra, sería una excusa muy aceptable para renunciar a su descanso. La gran araña
se empezó a acercar a una velocidad que no era ni rápida ni lenta. Hormiga que estaba atenta
a la situación que se le acercaba, abandonó la tarea a un ritmo veloz y aterrizó en la escalera
que la esperaba.
Al fracasar el primer intento de rescate y poner en alerta al enemigo los rescatistas
debieron implementar un nuevo plan para lograr bajar la guardia de la gran araña.
El nuevo plan se basó en alejarse un tanto del lugar y camuflarse para evitar las
sospechas de la araña. Esta confabulación llevó su tiempo en hacerse efectiva.
Araña al no percibir nadie cerca entendió que su presa ya no sería robada, por lo que,
tranquila regresó a una esquina en las alturas y volvió a dormir.
Los frustrados rescatistas aprovecharon el momento para una vez más intentar
consagrarse como tales. Para que el rescate tenga menos oportunidad de fallar aplicaron,
armar la escalera en el lugar menos visible para su malvado enemigo.
Una vez más, hormiga carpintera volvió a interpretar el rol principal;
Llegando nuevamente a luciérnaga, quien casi ya no emitía ninguna luz. Carpintera se
colocó a trabajar arduamente. La gran dificultad que tenía era desenredar sin llegar a
provocar movimientos bruscos en la tela, o los problemas estarían a la vuelta de la
esquina. Sin embargo, después de practicar; la paciencia, determinación y eficacia lo
logra, continuaba con el segundo paso que conllevaba cargar al moribundo "bichito de luz"
sin quedar pegadas en la tela. Con el espíritu de lucha y logro a flor de piel hormiga salió
victoriosa una vez más. Lo que la dejaba a un mínimo paso de completar exitosamente la
misión: aterrizar en la escalera y, como ya no debería ser de otra manera lo logró
implacablemente.
Al fin eran rescatistas consagrados y agotados hasta el extremo. Victoriosos yacieron en la
hierba, a recargar la energía para continuar su suspendida excursión.

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Cuando avanzaron una vez más lo hicieron hasta llegar a una laguna. Allí sería el lugar donde
los animalitos darían como finalizado su viaje en conjunto y cada uno tenía la decisión del
camino que continuaría. Había llegada la despedida.
Las primera en tomar la palabra fue abeja reina: abeja contó que había perdido su
colmena como al resto de sus integrantes, siendo ella única sobreviviente. Esto la dejo
muy dolida y tenía la intención de viajar muy lejos para calmar su dolor. Hormiga tenía una
historia parecía: había salido a buscar comida y al volver se encontró con su colonia
completamente destruida y eso la dejó aterrorizada, por lo cual en esa ocasión se había
estrellado contra mariposa y escarabajo. Entonces abeja y hormiga se marcharon juntas.
Luciérnaga decidió permanecer un tiempo más en la laguna. Su objetivo era aceptar que
su luz ya no estaría y prontamente ya no encontraría una pareja. Su pariente escarabajo
también quiso quedarse cerca la humedad. Le sería más fácil construirse un nuevo
hogar. Sólo quedaba mariposa: entonces la escuche decir- Yo regresare - La sorpresa fue para
mi nuevamente. Pero al verla emprender camino de regresó me me dispuse a seguirla una vez
más. Al haber dejado la laguna, ella se comunicó – Desde un principio sólo quería venir a
beber agua. Luego te vi y decidí que también podía mostrarte que tú y yo no somos los
únicos seres incompletos en este mundo, de hecho todo estamos un poco incompletos en
algún aspecto e incluso el mismo universo está incompleto porque siempre está esperando a
que un nuevo ser lo integre. Entonces no se trata de estar completo, se trata de llenarse de
aquello que necesitamos en las circunstancias que nos tocó poner el . Ahora es tiempo que yo
regresé a ese buen jardín donde me hallaba descansando hasta que llegue el momento donde
mis alas vuelvan a tomar vuelo - Ella comenzó a alejarse cuando se detuvo con una oración-
Por último recuerda que a veces solo estamos pensando demasiado cuando las respuestas
están apagando por una rato las tantas voces de la mente y mirar más allá de nosotros - la vi
alejarse hasta perderse con la misma actitud que cuando la veía en un primer instante y mi de
mi sueño no había ni rastros

Bemary

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