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¿Cómo nació el mundo según el antiguo Egipto?

La mitología egipcia era toda una estructura de creencias y la forma subyacente de la cultura de esa civilización desde, al
menos, 4000 años a.C.

Alcobendas El mundo, el ser humano y los propios dioses nunca se muestran de una única forma a nivel global. Cada
cultura ofrece su propia perspectiva, aunque puedan existir aspectos que comparta con otras. En el viaje temporal de
esta semana, toca ir hasta el antiguo Egipto, cuya mitología se componía de toda una estructura de creencias y la forma
subyacente su cultura desde, al menos, 4000 años a.C. Prueba de ello son las prácticas funerarias y las pinturas de
tumbas encontradas.

Unas creencias transmitidas por el comercio

Cada aspecto de la vida en Egipto fue transmitido por las historias que relacionaban la creación del mundo terrenal y el
sostenimiento de este por los dioses. Además, Las creencias religiosas egipcias influyeron en otras culturas a través de la
transmisión por el comercio y se volvieron especialmente extendidas después de la apertura de la Ruta de la Seda en
130 a.C., gracias, precisamente, a la ciudad portuaria de Alejandría. De hecho, el concepto de vida más allá de la muerte,
de dioses benevolentes y la posibilidad de la reencarnación que tanto caracteriza a la mitología egipcia, la acabaron
heredando, por ejemplo, figuras como Platón.

Sobre este aspecto, los egipcios entendían que la existencia humana era solo un pequeño segmento de un viaje eterno,
presidido y orquestado por fuerzas sobrenaturales, entre las que se encuentran las deidades que componían el panteón
de esta civilización. Es decir, la vida terrenal no era lo principal de lo que es el hombre, sino un punto de un viaje.
Además, la versión del origen del mundo, si bien no es tan política en comparación con los babilonios y mesopotámicos,
puede ser más bizarra, ya que algunos dioses parecen huir de una imagen tan seria y fiera, de la que hacían más gala en
Mesopotamia.

El agua como la base de la vida

Todo empezó en la oscuridad y el caos, a partir de los cuales surgió el mundo. El único elemento conocido y concreto
que había, era el agua; y, dentro de ese algo indeterminado estaba Heka, dios de la magia (o poder de la magia, que
sostenía todo, incluso la capacidad del alma de pasar a otra vida). Además, ese silencio acuoso se llamaba Nun. Este
mago estaba esperando a dar forma al mundo. Y, de Nun, acabó surgiendo una colina primordial, conocida como Ben-
ben, sobre la cual se encontraba el gran dios Atum (más conocido como Ra, aunque, inicialmente, se le veía como una
entidad aparte), que miró la nada y se dio cuenta de su soledad y, así, a través de la magia, se emparejó con su propia
sombra para dar a luz a sus hijos Shu (dios del aire, a quien Atum escupió) y Tefnut (diosa de la humedad, a quien
vomitó). Shu le dio al mundo primitivo los principios de la vida, mientras que Tefnut contribuyó con los principios del
orden.

Todo empezó siendo un trabajo en equipo, si bien, al final, Shu y Tefnut se independizaron, dejando a su padre en el
Ben-ben, y se dispusieron a establecer el mundo. Con el tiempo, Atum se empezó a preocupar porque no sabía nada de
sus hijos, de modo que se quitó un ojo para enviarlo en su busca. Finalmente, Shu y Tefnut regresaron con el ojo y, su
padre, agradecido por su regreso, empezó a llorar de alegría. Esas lágrimas cayeron sobre la tierra fértil y oscura de Ben-
Ben, dando a luz a hombres y mujeres. Sin embargo, estas primeras criaturas no tenían dónde vivir, por lo que Shu y
Tefnut se aparearon y dieron a luz a Geb (la tierra) y Nut (el cielo).

Este punto marcaría el inicio de toda una serie de leyendas que explicarían tanto algunos fenómenos naturales como el
sentido mismo de la existencia del ser humano en el Egipto.
Creación del mundo según los mayas

Todas las mitologías clásicas de nuestro planeta tienen una historia relacionada con el origen del mundo. Generalmente,
las historias sobre la creación de nuestro mundo están relacionadas con las deidades de sus respectivos panteones, y
sirven para que los habitantes de esas sociedades entiendan mejor el mundo que los rodea.

¿Quiénes fueron los mayas? - principales características

La cultura maya es una de las más importantes de la historia de la humanidad, ya que aunque se encontraba separada
de las culturas occidentales, tenía elementos muy semejantes con estas, e incluso iban bastante por delante en muchas
cuestiones culturales y científicas. Esta cultura estuvo situada en México, Belice, Honduras, Guatemala y El Salvador, y se
mantuvo viva durante una enorme cantidad de años, existiendo desde el 20.000 a.C. hasta la llegada de los europeos y
su conquista de la zona de Mesoamérica. Aquí puedes conocer más sobre Cuáles son las civilizaciones mesoamericanas.

Se debe tener en cuenta que no fueron una enorme civilización durante todo este tiempo, ya que durante siglos solo
fueron una serie de pequeñas aldeas repartidas por toda esta amplia zona debido a una serie de semejanzas culturales y
sociales. Pero para comprender la gran mitología de esta cultura, debemos conocer las distintas características que
tienen, siendo algunas de estas principales características de los mayas las siguientes:

 La agricultura era la base de su economía, siendo capaces de producir lo suficiente para poder vender a otros
pueblos.
 Su producto agrícola favorito era el maíz, seguido de los frijoles y la calabaza.
 Fueron capaces de crear una enorme cantidad de máquinas e inventos para mejorar su vida y trabajo. Algunos
ejemplos son los instrumentos que usaban para sus cultivos, mejorando en gran medida los sistemas de riego y
recolección.
 Su escritura iba avanzada a su tiempo, poseyendo incluso un sistema de numeración que los demás pueblos
mesoamericanos no tenían.
 La religión era muy importante, usando elementos como los sacrificios o los templos para rendir culto a los
dioses.
 Eran politeístas, por lo que creían en muchos dioses, algunos de cuales estaban relacionados con la creación del
mundo.
 La sociedad se dividía en la élite y los plebeyos, estando los primeros relacionados con la religión.

Dioses creadores de los mayas

En todas las creencias del mundo existen dioses, algunas con un solo dios y otras con muchos más, siendo los mayas un
ejemplo de esto último. En las civilizaciones con muchos dioses existen algunos que son marcados como más
importantes, ya que su participación en la creación del mundo es vital para estas mitologías.

La mitología maya está llena de dioses de todo tipo, pero los que nos interesan en esta lección en concreto son los
llamados dioses creadores, siendo todos aquellos que participaron en el origen del universo según las creencias mayas.
Estos tres dioses mayas son los siguientes:

Kukulkán: llamada en otras culturas serpiente emplumada, es un dios muy respetado tanto para los mayas como para el
resto de culturas mesoamericanas, siendo posiblemente el dios más repetido en todas ellas. Se le considera deidad del
viento y del agua, y se dice que fue de este último elemento que pudo crear vida.

Huracán: fue un dios maya al que se le relacionan el viento, el fuego y las tormentas. Su nombre es el que da nombre a
los huracanes, ya que era capaz de provocar estos fenómenos. Se le considera uno de los tres dioses creadores, por lo
que era muy importante para los mayas, aunque tal vez sea el que menor relevancia tuvo en la creación de los tres.
Tepeu: dios del cielo maya, siendo uno de los dioses que tuvo la idea de crear la humanidad. Su papel junto a Kukulkán
fue vital, pero generalmente se le coloca en un segundo plano.

Creación del mundo según los mayas -

En la mitología maya se cree que en un origen todo el mundo estaba hecho de agua, y no fue hasta que los dioses Tepeu
y Kukulkán intervinieron que la tierra, las plantas y los animales comenzaron a aparecer en la superficie de la Tierra. Pero
estas creaciones eran insuficientes, ya que los dioses necesitaban gente que les alabara para aumentar su poder, y ni los
animales ni las plantas poseían el don de lenguaje para ello.

A Tepeu y Kukulkán se les unió Huracán, y los tres juntos buscaron la mejor forma de crear a los seres humanos. A los
primeros se les creó mediante barro, pero el elemento era demasiado básico para tal creación, y los primeros humanos
eran torpes y fueron destruidos por las constantes lluvias de la zona mesoamericana.

Como consecuencia de esto se decidió que los siguientes humanos fueran hechos de madera, y estos pudieron
sobrevivir durante años, e incluso reproducirse. Estos humanos no adoraban a los dioses, ya que eran incapaces de
recordar su pasado divino. Tras muchos años una gran lluvia terminó con la vida de estos humanos, dejando como
herencia a los simios. Se piensa que está gran lluvia fue provocada por Huracán, ya que pensaba que estos seres
humanos no eran perfectos, y necesitaban nacer otra vez de un mejor material, para que pudieran adorar a los dioses.

Los tres dioses buscaron la mejor forma de crear al hombre con su tercer intento, uniendo el maíz y la madera. Estos
eran capaces de sobrevivir y reproducirse y, además, tenían la memoria suficiente para poder recordar a los dioses que
les habían creado y poder, así, adorarlos y alabarlos.

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categoría de Historia.
El origen del todo según los aztecas

“Pasados seiscientos años del nacimiento de los cuatro dioses hermanos, hijos de Tonacatecuhtli, se juntaron todos y
dijeron que era bien que ordenasen lo que habían de hacer, y la ley que habían de tener, y todos cometieron a
Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, que ellos dos lo ordenasen, y estos dos, por comisión y parecer de los otros dos, hicieron
luego el fuego, y hecho, hicieron medio Sol, el cual por no ser entero no relumbraba mucho sino poco.

Luego hicieron a un hombre y a una mujer: el hombre dijeron Oxomoco y a ella Cipactónal, y mandáronles que labrasen
la tierra, y que ella hilase y tejiese, y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen sino que siempre
trabajasen, y a ellos les dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos ella curase y usase de adivinanzas y
hechicerías, y así lo usan hoy día en hacer las mujeres.

Posteriormente hicieron los días y los partieron en meses, dando a cada mes veinte días, y así tenían diez y ocho, y
trescientos y sesenta días en el año, como se dirá adelante. Hicieron luego a Mictlantecuhtli y a Mictecacíhuatl, marido y
mujer, y éstos eran dioses del infierno, y los pusieron en él; y luego crearon los cielos, allende del treceno, y hicieron el
agua, y en ella criaron a un peje grande que se dice Cipactli, que es como caimán, y deste peje hicieron la tierra…”

El mito del Quinto Sol y el calendario azteca

Nos interesa de manera particular la última parte del relato, en la que leemos cómo crearon el calendario de dieciocho
meses de veinte días cada uno, lo que da un total de 360 días, a los que hay que agregar cinco días aciagos.

El calendario se estructura a partir de la observación de la naturaleza. Así, el cambio de una temporada de lluvias y otra
de secas, el movimiento solar a lo largo del año, etcétera, van a dar pie para establecer los meses y los rituales
dedicados a los dioses correspondientes.

Por otra parte, en Mesoamérica se consideraba que habían existido cinco edades o soles. Cada uno de estos soles había
sido destruido por la lucha entre los dioses, entre Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, que trataban, en cada nuevo Sol y de
manera alternada, de crear al género humano y de dotarlo de alimento.

Sin embargo, no lograban formar al hombre deseado y todo era destruido. Según el mito del Quinto Sol, manuscrito en
nahua de 1558, el primer Sol fue el 4 Tigre, y los primeros seres fueron devorados por jaguares; el segundo Sol fue el 4
Viento, y este elemento los destruyó; el tercero fue 4 Lluvia y los seres fueron destruidos por lluvia de fuego; el cuarto
fue 4 Agua y todos murieron ahogados.

El quinto Sol surgió, finalmente, en Teotihuacan. Ahí se reunieron los dioses y crearon el Sol, que se movió gracias al
sacrificio de los dioses. Correspondió a Quetzalcóatl crear al hombre y dotarlo de maíz como alimento, el cual robó del
Tonacatépetl o cerro en donde se guardaban los mantenimientos.

La cosmovisión de los aztecas

Lo anterior resulta importante porque nos da una idea del proceso evolutivo y de la acción creadora y beligerante de los
dioses. Ahora bien, ¿cómo concebían los antiguos nahuas el universo? Imaginemos una esfera a la que le pasamos una
línea horizontal que la atraviesa por la mitad.

La esfera queda dividida en una parte superior y una inferior. Pues bien, la línea que divide ambas partes es la tierra, el
nivel terrestre en donde habita el hombre. Si recordamos el mito, la tierra fue creada de una especie de pez-cocodrilo
llamado Cipactli.

La mitad superior de la esfera serán los niveles o escaños celestes, en tanto que la parte inferior será el inframundo. Los
niveles celestes son trece y, de acuerdo con el Códice Vaticano A, se considera que en el primero de ellos se encuentran
la Luna y las nubes. El segundo es el citlalco o lugar de las estrellas; el tercero es el lugar por donde pasa diariamente el
Sol; en el cuarto nivel está Venus y, según otra versión, en él se localiza Uixtocíhuatl, deidad de las aguas salobres,
hermana de los tlaloques.
El quinto cielo es aquel por donde pasan los cometas o donde se encuentra el giro. Los cielos sexto y séptimo se
representaban con colores, mientras que el octavo sería el lugar donde se forman las tempestades o lugar que tiene
esquinas de lajas de obsidiana. Del noveno en adelante eran lugares de los dioses, y el treceavo era el Omeyocan, en
donde habitaba la dualidad por excelencia.

El inframundo

El inframundo se contaba a partir de la tierra hacia abajo y estaba constituido por nueve escaños. Tanto Sahagún como
el Códice Vaticano A registran estos lugares. Para el franciscano, el primer paso era atravesar por dos cerros que chocan
entre sí.

Después venía el lugar de la culebra que guarda el camino, el lugar de la lagartija verde; luego había que atravesar ocho
páramos y ocho collados; pasar el viento frío de navajas. Posteriormente cruzar el río Chiconahuapan y, finalmente,
llegar al Mictlan.

Otra versión nos habla de la tierra, en donde se coloca el cadáver que será devorado por Tlaltecuhtli, señor de la tierra.
De ahí hay que atravesar un río; el lugar de los cerros; cruzar el cerro de obsidiana; el sitio donde tremolan las banderas;
el lugar donde se flecha a la gente; el lugar donde se comen los corazones; el lugar de la obsidiana de los muertos.

Y, por último, el lugar sin orificio para el humo, que es una de las versiones del Mictlan, el más profundo de los
inframundos, en donde habita la pareja de Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl, señores del lugar de los muertos.

En resumen… De esta manera, la estructura del universo, en sentido vertical, estaba constituida por estos tres niveles:
cielos, tierra e inframundo. A la vez, en sentido horizontal estaban los cuatro rumbos del universo, cada uno de ellos
regido por un dios y asociado a un color (hay varias versiones de ellos), un glifo, un árbol y un ave.

El Códice Fejérváry-Mayer nos muestra una lámina en la que vemos cómo el dios viejo, señor del fuego y del año,
Xiuhtecuhtli, se encuentra en el centro. Con su sabiduría, este dios guarda el equilibrio universal ante la actitud
beligerante de los dioses que ocupan los cuatro extremos del universo.

El rumbo norte estaba regido por el Tezcatlipoca negro y su símbolo era el técpatl o cuchillo de sacrificios. Este rumbo se
conocía como Mictlampa, o lugar de los muertos y del frío, y se vinculaba a lo seco y a lo árido. En contraposición, al
rumbo del sur lo regía el Tezcatlipoca azul, que algunos autores identifican con Huitzilopochtli.

Su glifo era el conejo y se le consideraba como el lugar de la abundancia; se le denominaba Huitztlampa, o lugar del
sacrificio con espinas. El oriente lo presidía el Tezcatlipoca rojo, identificado como Xipe Tótec, cuyo símbolo era la caña;
se decía que este era el rumbo masculino del universo; por ahí salía el Sol diariamente para alumbrar el mundo de los
hombres.

Cabe señalar que iba acompañado por los guerreros muertos en combate o en sacrificio, a quienes se les deparaba
seguir al Sol desde su nacimiento hasta el mediodía. El poniente estaba regido por Quetzalcóatl. Su color era el blanco y
su glifo calli o casa. Se asociaba a las mujeres y por ende era el rumbo femenino del universo, por lo que se le conocía
como Cihuatlampa.

Mictlantecuhtli, dios del inframundo

A partir del mediodía hasta el atardecer, las mujeres muertas en el parto acompañaban al Sol, pues el trance de dar a luz
se consideraba como un combate. A estas mujeres se les conocía con el nombre de mocihuaquetzque, o mujer valiente;
también se les nombraba cihuateteo, o mujeres diosas. De esta manera, cada rumbo del universo formaba una dualidad
con su contraparte: seco y árido-abundancia y masculino-femenino.
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda, La creación según la cultura Inca

Había una vez un mundo donde todo era oscuridad y ningún ser existía. De repente el Dios Viracocha salió del lago
Titicaca y creó la tierra y el cielo antes de regresar al lago. Despues de un tiempo notó que dicho mundo era un mundo
triste porque no existía nada y todo era oscuro y frio.

De nuevo salió del lago Titicaca y moldeo una raza de gigantes monstruosos para que poblaran la tierra pero estos se
dedicaron a guerrear entre sí y Viracocha decidió destruirlos mandando un diluvio que destruyó totalmente el mundo.

Habiendo fracasado en su intento de crear este primer mundo, Viracocha se dedicó a crear un mundo donde los seres
humanos fueran más semejantes a el. Así tomando un par de piedras esculpió al primer hombre y la primera mujer y
luego les dio un nombre e inmediatamente estos cobraron vida y se reprodujeron.

Después de ser creado los seres humanos se fueron a vivir bajo la tierra en la cuevas temerosos de aquel nuevo mundo y
Viracocha se sintió de nuevo triste. Viracocha creo entonces otro grupo de hombres llamados los Viracochas y los envió
a que hablaran con los hombres de las cuevas para que salieran y se esparcieran por la superficie de la tierra. Los seres
humanos escucharon a los viracochas y salieron a poblar el resto del mundo.

Viracocha observó cómo los nuevos hombres se esparcían por el mundo, pero este mundo seguía siendo oscuro y frio y
salió de nuevo de el lago Titicaca con sus dos hijas Pachamama Mama Quilla y su Hijo Inti el dios sol. Y subiendo al cielo
deposito allí a su hijo Inti como el Dios sol para que este iluminara el mundo inca y les diera la luz y el calor que
necesitaban para crecer y desarrollarse. A su Hija Mama Quilla la ubicó en el cielo para que iluminara las noches cuando
Inti se ocultaba. A pachamama, la diosa de la fertilidad de la tierra, la dejo para que enseñara a los nuevos hombres a
plantar y a cosechar.

Posteriormente Viracocha se ubicó en el tihuanaco y desde allí se dedicó a crear las aves y los animales terrestres y les
enseño a los hombres como cazar y usar a los animales.

Después de la creación, Viracocha se dedicó a recorrer el mundo enseñando, civilizando y sanando las personas
enfermas, hasta que un día llego a donde hoy es cuzco y fundó la ciudad donde estableció su primer reinado, dando el
mando de la primera ciudad y del primer imperio a uno de los llamados orejones (llamados así porque se colocaban
grandes discos de oro en los lóbulos de las orejas)

Este primer jefe, el primer Inca designado directamente por la divinidad fue el legendario Allca Huisa, el generador de la
larga y poderosa estirpe de los incas.

Habiendo terminado su misión en las tierras de los incas se dirigió hasta la costa del pacífico, acompañado de los
viracochas y advirtiéndoles a los incas que en el futuro otros vendrían diciendo que ellos eran viracochas y que habían
regresado, y que no les deberían creer, Pero que el si regresaría algún día. Y luego se internó caminando sobre el mar y
desapareció en la inmensidad del océano pacifico junto a sus hombres viracochas.

Y como los cuentos nacieron para ser contados…. Este es otro mito de había una vez
¿Cómo nació el mundo según el hinduismo?

El hinduismo es la tercera religión más extendida del mundo, con más de 1.000 millones de fieles, y se caracteriza por
carecer de un cuerpo único y estructurado de creencias o prácticas.

Las religiones asociadas a países exóticos, como el hinduismo, con más de 1.000 millones de fieles a sus espaldas,
ofrecen una visión de las cosas que, aunque nos pueda parecer diferente a este lado del mapa, muestra aspectos que, a
menudo, pasan desapercibidos aun siendo de gran importancia. Por eso, esta semana nos desplazamos al subcontinente
indio para encontrar su forma de entender el mundo y de ver su origen.

En primer lugar, si hay algo que se pueda destacar de esta religión, es que se trata de la tercera religión más extendida
del mundo. Además, también es la religión mayoritaria en este lugar, ya que la India es su cuna; y carece de un cuerpo
único, además de estructurado de creencias o prácticas, constituyendo, más bien, un modo o filosofía de vida que
involucra distintas formas de práctica cultural, todas unidas bajo el mismo nombre debido a la influencia de los colonos
británicos de las primeras décadas del siglo XIX.

El hinduismo abarca una serie de prácticas rituales que involucran la oración, la meditación y las peregrinaciones
anuales, de acuerdo a lo estipulado en los purushartha u objetivos de vida (la ética y las obligaciones, la prosperidad y el
trabajo, el deseo y las pasiones y la liberación, libertad y salvación). Además, incluye la noción del karma (aunque no es
la única religión que lo hace), visto como una ley o energía cósmica que se genera a partir de los actos de una persona.
También incorpora el Samsara (la rueda existencial de las reencarnaciones), porque, sí, también se cree en la
reencarnación.

Por otro lado, esta cultura destaca por conformarse por una religión politeísta, entre cuyas deidades principales se
encuentran Brahma, el dios supremo, creador del universo y que parte de la trinidad hinduista; Shiva, destructor del
universo, que forma parte de esa trinidad y a quien se asocia con el equilibrio; Ganesha, dios de la sabiduría; Visnú,
preservador del universo (también parte de la trinidad), y Kali, una de las consortes de Shiva, considerada como la
madre universal, destructora de la maldad.

En lo referente al origen del mundo según la visión hinduista, se cree que el universo forma parte de los ciclos de
destrucciones y de creaciones de múltiples universos y los mundos que contienen. La leyenda más antigua acerca de
esta cuestión está contenida en el himno «Púrusha sukta» (compuesto a fines del II milenio a. C.). Comparte una historia
similar a otras mitologías, ya que atribuye la creación del universo a partir de los remanentes de un gigantesco dios
primordial, llamado, en este caso, Púrusha.

Por otro lado, tal y como se cuentan en la antigua China, se habla de que el universo surgió de un huevo cósmico o útero
de oro, creado por Ammavaru. De este huevo nació Prayapati (pocos siglos más tarde identificado como el demiurgo
Brahman, quien, con su mente, creó todo el universo). Sin embargo, los primeros siglos después de Cristo, presentan
varios procesos de creación.
Teoría griega sobre la creación del universo

El origen del universo en la mitología griega

La teoría griega sobre la creación del universo es una fascinante narrativa mitológica que ha capturado la imaginación de
personas de todo el mundo a lo largo de los siglos. A través de sus mitos y leyendas, los antiguos griegos intentaron dar
respuesta a una de las preguntas más trascendentales de la humanidad: ¿cómo se originó el universo?

El Caos: el principio del todo

Según la mitología griega, el universo comenzó con el Caos, un vacío infinito y desordenado donde no existía la forma ni
la materia. En este caos primordial, el espacio, el tiempo y la vida aún no habían sido creados. Sin embargo, dentro de
este caos se encontraba todo lo que sería necesario para dar origen a un cosmos ordenado y estructurado.

El nacimiento de los primeros dioses

Del Caos surgieron los primeros dioses primordiales: Gea (la Tierra), Urano (el Cielo) y Eros (el Amor). Estos dioses
personificaban los elementos fundamentales del universo y representaban fuerzas primigenias que gradualmente darían
forma y vida al cosmos.

La unión de Gea y Urano: el nacimiento de los titanes y los dioses olímpicos

Gea y Urano se unieron para engendrar a los titanes, seres inmensamente poderosos que personificaban las fuerzas de
la naturaleza y gobernaban el mundo durante la Edad Dorada. Sin embargo, Urano, temiendo el poder de sus propios
hijos, los encerró en el Tártaro, un oscuro abismo en las profundidades de la Tierra.

Gea, resentida por esta injusticia, convocó a sus hijos titanes y les pidió que se rebelaran contra Urano. Solo uno de ellos
aceptó: Cronos. Con la ayuda de su madre, Cronos castró a su padre y liberó a sus hermanos titanes. Juntos, derrocaron
a Urano y se convirtieron en los nuevos gobernantes del cosmos.

La era de los dioses olímpicos

Con la caída de los titanes, los dioses olímpicos ascendieron al poder y se convirtieron en los nuevos soberanos del
universo. Zeus, hijo de Cronos, se convirtió en el rey de los dioses y gobernante del monte Olimpo. Junto a sus hermanos
Poseidón y Hades, Zeus se encargó de repartir el dominio del mundo entre los dioses del Olimpo.

La influencia de la teoría griega en la cultura contemporánea

La teoría griega sobre la creación del universo ha permeado la cultura contemporánea de múltiples formas. Sus mitos y
personajes han sido objeto de inspiración para artistas, escritores y cineastas, quienes han recreado y reinterpretado
estas historias de diversas maneras.

La constelación de Orion: un legado mitológico en el firmamento

Uno de los ejemplos más conocidos de la influencia griega en la cultura actual es la constelación de Orion, una figura
prominente en el cielo nocturno. Según la mitología griega, Orion fue un poderoso cazador dotado de una fuerza y
habilidad excepcionales. Zeus, impresionado por su valentía, decidió inmortalizarlo en el firmamento como una
constelación.

El héroe de las películas y los cómics

El mito de Perseo es otro ejemplo de la influencia de la teoría griega en la cultura contemporánea. Este héroe, quien
derrotó a la temible Medusa y rescató a la princesa Andrómeda, ha sido adaptado en numerosas películas y cómics. Su
historia es una muestra de heroísmo y valentía y ha servido como inspiración para muchos.

Lecciones morales y filosóficas


Además de su impacto en el arte y el entretenimiento, los mitos griegos también contienen valiosas lecciones morales y
filosóficas. Estas historias exploran el amor, la amistad, la justicia y otros temas universales que continúan siendo
relevantes en la sociedad contemporánea.

El mito de Prometeo y el don del fuego

El mito de Prometeo es un claro ejemplo de la riqueza filosófica de la teoría griega. Prometeo desafió a los dioses al
robar el fuego y entregárselo a los humanos, otorgándoles así el conocimiento y el poder de la civilización. Este acto
simboliza la importancia de la lucha por la libertad y el conocimiento en la búsqueda de la realización humana.

Preguntas frecuentes sobre la teoría griega de la creación del universo

1. ¿Los antiguos griegos creían literalmente en estas historias?

Aunque es difícil determinar con certeza si los antiguos griegos creían literalmente en estas historias, es probable que las
consideraran más que simples cuentos. Los mitos griegos eran utilizados como una forma de transmitir conocimiento,
valores y tradiciones culturales de generación en generación.

2. ¿Existen paralelismos entre la teoría griega y otras teorías científicas del origen del universo?

Si bien los mitos griegos no pueden considerarse explicaciones científicas, existen algunas similitudes entre su narrativa
y las teorías modernas sobre el origen del universo. Ambas tratan de dar respuesta a la pregunta fundamental de dónde
viene todo y ofrecen una visión mística y simbólica de la creación.

3. ¿Cuál es la relevancia de la teoría griega en la actualidad?

La teoría griega sigue siendo relevante en la actualidad debido a su impacto en la cultura, el arte y la filosofía. Sus mitos
y personajes continúan siendo fuente de inspiración y reflexión para muchas personas en todo el mundo. Además, estas
historias nos ayudan a comprender la conexión entre la humanidad y el universo en el que vivimos.

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