Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TALLER II
REQUISITOS DE ENTREGA
● El taller debe ser entregado de manera individual antes de las 11:59 PM del sábado 18 de
julio.
● Se debe entregar tanto en formato Word y pdf a cada uno de los monitores por correo
electrónico.
● El asunto del correo debe ser: “Taller2_Apellido1_Apellido_2_Nombre1_Nombre2”.
Ejemplo: Taller2_Pirachican_Torres_Marcos_Alberto
2. Explique el principal aporte de cada una de las vertientes neoclásicas vistas en clase.
(Pista: son 4 vertientes)
R.
Para comprender los postulados generales de la escuela neoclásica, es indispensable saber que su
punto de partida es la concepción de la libertad de los individuos frente a su participación en el
mercado, además de la necesidad absoluta por explicar matemáticamente sus ideas. De esta
manera hubo aportes de pensadores de distintas décadas, que difieren en algún grado respecto a
su enfoque o perspectiva, pero en términos generales sostienen sus proposiciones sobre el mismo
suelo: individualismo metodológico, marginalismo, perfecta movilidad de los factores (tierra,
capital y trabajo), libertad e igualdad dentro del mercado y para salir o entrar de él.
1. Escuela del equilibrio parcial: Esta escuela fue propuesta principalmente por A. Marshall y W.
Jevons con el fin principal de encontrar los elementos que determinaban los precios en el
mercado. Para responder a dicha pregunta y haciendo uso de la teoría subjetiva del valor,
concluyeron que la relación entre demanda (guiada por las preferencias y gustos de los
consumidores) y la oferta era el mayor determinante a la hora de determinar los precios. Pero esta
respuesta lejos de ser satisfactoria deja entrever una suerte de paradoja, en la medida en que el
precio a su vez ejerce una fuerte influencia (quizá la única, o al menos la más importante) en la
intención de compra de los consumidores, dejando así expuesto un dilema del tipo “el huevo y la
gallina”, al ser imposible determinar con exactitud cuál es el verdadero determinante de los
precios.
2. Corriente austriaca: Dos de los más grandes exponentes de dicha escuela son C. Menger y E.
Bhöm von Bawerk. Aunque su punto de partida era el individualismo metodológico expresaban
fuertes diferencias con otros economistas neoclásicos, pues su propuesta para una ciencia
económica derivaba de la lógica filosófica, argumentando que solo puede ser ciencia en la
medida en que parta de principios lógicos fundamentales, dando así la espalda en alguna medida
a la matematización extrema de la economía y apoyando una perspectiva de análisis de orden
epistemológico.
3. Escuela del equilibrio general: Dos de los más grandes representantes de esta escuela fueron
sin duda, L. Walras y V. Pareto, quienes hicieron, por separado, enormes aportes a la teoría
económica neoclásica mediante las teorías del equilibrio general, y del “óptimo de Pareto”
respectivamente.
La teoría del equilibrio general -como una ampliación de la “ley de Say”, sostiene que es la
interdependencia de los sistemas lo que lleva al sistema hacia un equilibrio de precios. Esto lo
lleva a proponer mediante el uso intensivo de las matemáticas, ecuaciones simultáneas en donde
el objetivo es determinar los precios de los productos en un mercado específico, teniendo en
cuenta que dichos productos son sustituibles dependiendo de las circunstancias.
Por otro lado, la idea del “óptimo de Pareto” se centra en el postulado de que en un sistema en
equilibrio ningún agente económico podría mejorar su situación sin desmejorar la de otro, y dado
el caso de que algún agente pudiese mejorar su situación sin desmejorar la condición ajena, esto
solo sería posible en la medida en que el sistema no presente su estado “óptimo”.
Para esta escuela cobra también mucha relevancia la figura del “voceador de precios” aunque
reconocen la imposibilidad de responder concretamente en dónde está en un momento
determinado.
En lo relacionado con los bancos, Lenin supone que el proceso natural de subordinación de unos
hacia otros, terminaría necesariamente dándoles una posición ventajosa pudiendo relajar o
endurecer las condiciones de los créditos a voluntad, al conocer de primera mano el estado de la
salud financiera de los capitalistas, lo que a su vez conduciría a los bancos a ejercer cada vez más
control sobre la industria y, finalmente sería el cimiento para una fusión de la industria y el
capital bancario, dotando a los bancos de la condición de “verdaderos capitalistas industriales”.
Habiendo esclarecido la linealidad de las causas en su análisis, Lenin considera que el
capitalismo imperialista es diferente del “viejo capitalismo”, pues este último se basaba en la
exportación de mercancías, mientras que el primero deja prácticamente todo en manos de la
exportación de capitales. Como resultado de esto, los países prestatarios terminarían accediendo
a condiciones fundamentalmente desventajosas a cambio de la liquidez que sus industrias
necesitasen. En ese contexto y entre 1860 y 1880, se da una época de gran auge de las tendencias
colonialistas a nivel mundial, a tal punto que ya no habrían pedazos de tierra “sin dueño” sino
potencias y colonias. Dichas potencias serían favorables a la libertad de las colonias ajenas,
persiguiendo sus propios intereses, lo cual conduciría, inevitablemente, a que un puñado de
capitalistas formaran sociedades internacionales para repartirse el botín.
3. ¿Cuáles fueron las fases del desarrollo de América Latina según la CEPAL?
R.
La CEPAL nace en el contexto de la posguerra en un continente Latinoamericano que busca
integrarse a la naciente prosperidad económica de los países del primer mundo, se encuentra
enmarcada en el contexto de la guerra fría, momento en que los Estados Unidos buscaban limitar
o frenar la influencia de la Unión Soviética en las economías del tercer mundo. Es por esto que
su objetivo de inclusión y fomento económico, siempre se vio enmarcado bajo las perspectivas
del capitalismo reinante en el primer mundo. A lo largo de sus primeros 50 años de
funcionamiento, se ejerció una línea de análisis histórico-estructuralista que, aunque tendía a
diferentes enfoques a lo largo de las décadas siguientes a 1950, no dejaría de tener como eje el
desarrollo de la región y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus ciudadanos. Estas
etapas giraron en torno a ciertos mensajes o “ideas-fuerza” que fueron prácticamente paralelos a
cada decenio de la segunda mitad del siglo, y se pueden encontrar referenciados en el sitio web
de la CEPAL así:
En cuanto a la primera etapa, se puede decir que abarca desde la gran depresión de 1929, cuando
el flujo de mercancías y capitales internacionales sufrieron cambios abruptos (obligando a las
economías del continente a comenzar a desarrollar diversas industrias para el consumo interno),
hasta los años 50. Fue en la antesala de esta década cuando el profesor Raúl Prebisch sentó las
bases de lo que sería el enfoque de análisis cepalino, enfatizando tanto en la inserción de las
economías periféricas en las dinámicas mundiales, como en las vulnerabilidades que estas
presentaban, producto de un modelo de sociedad heredado, donde la baja especialización
productiva y la heterogeneidad tecnológica son la norma. La incapacidad de la economía para
absorber la fuerza laboral excedente, la insuficiencia del ahorro (se abogaba por restringir el
consumo de las clases ricas en aras de la inversión y el progreso técnico) y la consiguiente
insuficiencia de liquidez para cooptar tecnologías intensivas en capital se presentaban entonces
como aspectos claves a solucionar para poder gestar el desarrollo soñado. Para Prebisch esto solo
se lograría abogando por la intervención estatal, ya que el mercado por sí solo no solamente no
solucionaría dichos problemas, sino probablemente agravaría las dinámicas que los
determinaban. Dichas propuestas iban en consonancia con varios de los proyectos políticos que
se estaban llevando a cabo en el continente, y con las nuevas ideas “desarrollistas” que
comenzaban a surgir e, inscritas en estas la necesidad de los países desarrollados por formular
una teoría adaptada, que atañere a las condiciones específicas de sus economías.
Durante los años 60, la discusión respecto al desarrollo de los países latinoamericanos giró en
torno a tres puntos clave:
Primero, la idea de que la industrialización había seguido un curso que no lograba
incorporar, en la mayoría de la población, los frutos de la modernidad y del progreso
técnico; segundo, la interpretación de que la industrialización no había eliminado la
vulnerabilidad externa y la dependencia, pues sólo se había modificado su naturaleza; y
tercero, la noción de que ambos procesos obstruían el desarrollo.
Los tres pilares conceptuales de la CEPAL durante los 60’s han sido los diagnósticos de
"insuficiencia dinámica", "dependencia" y "heterogeneidad estructural". (Cepal.org/es)
Es en este punto donde las ideas desarrollistas que buscaban la integración de la región en la
economía mundial de una manera saludable, siguiendo la senda que habían marcado algunas
potencias para su desarrollo, como es el caso de Alemania, se tropezaron con imposibilidades de
orden político, económico e histórico, dando paso así, de manera necesaria, a la teoría de la
dependencia, la cual tendría una vertiente política y otra económica. El dilema principal era que
el desarrollismo realmente no había podido comenzar a erradicar las estructuras heredadas, sino
por el contrario evidenciaba como la “heterogeneidad estructural” solo modificaba su formato,
llevando así a un escenario donde, a pesar del crecimiento económico, el subdesarrollo tendía a
perpetuarse.
Para la década de los 70’s se da la tercera etapa, en la cual los análisis de las décadas anteriores
evolucionan hacia un debate sobre los “modelos” o “estilos” de crecimiento. Era evidente en este
punto que la senda de crecimiento que llevaban países de la región estaba lejos de ser sostenible,
dado el peligroso nivel de endeudamiento y la incapacidad para superar las dinámicas que
impedían un verdadero auge económico. Es así como se propone un modelo que combina el
mercado interno y la exportación, procurando solventar los problemas surgidos producto del mal
manejo político que había llevado inclusive al excesivo proteccionismo en algunas industrias, al
tiempo que se alertaba de los riesgos de la apertura comercial.
Llegada la década de los 80’s estalla en México la crisis de la deuda que luego se extendería por
todo el continente, llevando a niveles exorbitantes de inflación, desempleo e inestabilidad social.
Lo que siguió a esto fue la implantación de políticas de ajuste, exigidas por los acreedores y el
FMI, que poco espacio dejaban para discusiones sobre el largo plazo y el desarrollo, dada la
imperativa necesidad de contener una situación que parecía desbordarse. Fue así como se
comenzó a considerar la idea de una “década perdida” en términos de desarrollo económico y
social para América Latina, aunque las proyecciones del FMI estimaban que luego de los
abruptos ajustes, el continente retomaría la senda del crecimiento en unos años.
Los años 90 serían en definitiva la época de la apertura económica, aunque también estarían
marcados por la “propuesta de la transformación productiva con equidad” (CEPAL, 1990). La
posición que tomaría la CEPAL sería entonces la de formular un “neo estructuralismo” que fuese
una suerte de punto medio entre los extremos, que no fuese en contracorriente con la marea de
reformas políticas y económicas, pero que tampoco desechase la idea de un Estado que puede
hacer la diferencia en términos de propiciar el desarrollo para su propia economía.
Para lograr dichos objetivos se propone modificar el estilo de intervención estatal buscando
mayor eficiencia, gestionando una apertura económica gradual y selectiva, que lograría inducir el
progreso técnico y el aumento de productividad sin que esto pasara por encima de las
disposiciones adecuadas para un desarrollo sostenible. Todo esto se enmarca en la necesidad de
acelerar mucho más el crecimiento para alcanzar las metas establecidas en lo referido a la
productividad y el aumento de los salarios; aunque también hace énfasis en lo riesgoso de
recurrir a la entrada de capitales foráneos para estabilizar los precios, dado que estas
apreciaciones cambiarias son incompatibles con el buen desempeño de la balanza comercial
(indispensable para el desarrollo a largo plazo).
La institucionalidad democrática, la transparencia, la elevación de la productividad del gasto
público, la promoción de la equidad y la consolidación del ajuste fiscal, serían entonces los
rasgos del pensamiento cepalino y las políticas que se llevarían a cabo durante la década en
América Latina.
Tasa de variación del PIB = (((PIB año 1/PIB año 0)-1) x100 = %)
Si dicho % es un número positivo, se considera que hubo crecimiento y dicha economía aumentó
si riqueza, si, por el contrario, el % es negativo, consideraremos entonces que hubo contracción
económica.
Para calcular el PIB, históricamente se han usado 3 métodos: el del gasto, el del valor agregado,
y el del ingreso.
Método del gasto: Esta formulación toma eje el gasto que los residentes de la economía hacen
en bienes y servicios durante un periodo de tiempo, resultado así entonces que:
PIB = C + I +G + X – M
Donde:
C = Consumo
I = Inversión
G = Gasto público
X = Exportaciones
M = Importaciones
A partir de esta formulación nos permite notar como, céteris páribus, cuando el consumo interno
de una economía se reduce, el PIB lo hace en seguida, aunque lo mismo aplicaría para cualquiera
de los otros factores (excepto las importaciones).
Método del valor agregado: Esta formulación toma como punto de partida el Valor agregado
bruto (VAB) que se genera en la producción de bienes y servicios en determinada economía en
un periodo dado de tiempo. Dicho VAB se puede comprender como el valor en conjunto de todos
los vienes y servicios, pero descontando impuestos indirectos y consumos intermedios que hemos
hecho para producir los bienes/servicios. Tendríamos así entonces que:
Donde:
Outputs= Valor final de la producción
Inputs= Valor que hemos utilizado para alcanzar dicha producción.
Método del ingreso: Esta formulación parte de los ingresos que obtienen los propietarios de los
factores productivos (trabajo y capital) en determinado periodo de tiempo, se calcula de la
siguiente manera:
2. Explique los objetivos de la macroeconomía y los instrumentos que dispone para cumplir
su objetivo.
R.
La macroeconomía moderna nace con los aportes de Keynes luego de la depresión de 1929, hace
hincapié en las interacciones existentes en el conjunto de la economía, sus objetivos principales
versan sobre la estabilidad y armonía de la producción, el empleo y los precios en general.
El crecimiento económico (como uno de los objetivos más grandes de la macroeconomía), es
medido mediante el aumento del PIB, para lo cual también, se debe tener en cuenta el “producto
interno bruto potencial”, el cual se refiere al PIB cuando todos los factores productivos están en
su grado óptimo de ocupación. Para estimar dicha relación, hay que tener en cuenta que el
crecimiento de los ciclos económicos tiende a ser constante aunque irregular, por lo que va -
necesariamente- a presentar fases recesivas (cuando durante dos trimestres seguidos hay
decrecimiento del PIB real) y expansivas. La brecha entre el PIB real y el PIB potencial es
conocida como la “brecha de producto, o brecha de Okun”.
El desempleo es uno de los focos de estudio de la macroeconomía, comprendiendo que aumenta
en las etapas recesivas de la economía y que dicho aumento implica en el corto plazo la perdida
de producción e ingresos; y en el largo la perdida de capital humano, que puede tener costos
sociales muy elevados, si no se logra solventar el problema mediante la conjunción de acciones
gubernamentales y privadas.
Contener la inflación y deflación están incluidos también dentro de los objetivos de la
macroeconomía, dado que la inflación y sus cambios “redistribuyen el ingreso de manera
arbitraria entre empleados y trabajadores afectando su poder adquisitivo; es por ello que una tasa
de inflación alta es un problema ya que los recursos se desvían de actividades productivas hacia
abatir el impacto de la inflación, y que permite épocas de desempleo mayores que al promedio”.
Los instrumentos de la macroeconomía son básicamente dos: por un lado tenemos la política
monetaria, la cual afecta las tasas de interés (el precio del dinero) y la cantidad de dinero que
circula en la economía; y por el otro, la política fiscal, la cual se relaciona con el recaudo de
impuestos y los programas de gasto gubernamental, que afectan a su vez el equilibrio en los
mercados de bienes y servicios.
3. Tomando como punto de partida la ecuación macro fundamental y el consumo para llegar
al multiplicador Keynesiano.
R.
Si tenemos que:
∆C
PMgC= =cy, además:
∆Y
∆Y
K=
∆I
Comenzamos por: Y =C + I
Donde: I =IoC=Co+cY
Entonces:
Y =Co+ cY + IoY −cY =Co+ Io
1
Y ( 1−c )=Co+ Io Y = (Co+ Io)
1−c
1 1
Y + ∆Y = ( Co+ Io )+ ∆I
1−c 1−c
1
∆Y = ∆I
1−c
∆Y 1
= =K
∆ I 1−c
PMgC= propensión marginal a consumir
C= Consumo
I= Inversión
Y= Ingreso
Co= Consumo autónomo
K= Multiplicador de la inversión
BONO (0,4):
Un estudio reciente sobre el mercado de hamburguesas en Estados Unidos arroja los siguientes
resultados. Los precios están en dólares americanos y las cantidades en millones de
hamburguesas: