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1) Según Dworkin, las reglas se aplican mecánicamente sin interpretación, mientras que los principios requieren interpretación y aplicación dependiendo de las circunstancias del caso.
2) Dworkin sostiene que los jueces no tienen discreción para crear derecho, sino que deben aplicar reglas y principios preexistentes para encontrar la respuesta correcta al caso.
3) Dworkin distingue conceptualmente los principios de las reglas porque las reglas se aplican todo o nada mientras que los principios tienen excepciones, y porque los principios tienen
1) Según Dworkin, las reglas se aplican mecánicamente sin interpretación, mientras que los principios requieren interpretación y aplicación dependiendo de las circunstancias del caso.
2) Dworkin sostiene que los jueces no tienen discreción para crear derecho, sino que deben aplicar reglas y principios preexistentes para encontrar la respuesta correcta al caso.
3) Dworkin distingue conceptualmente los principios de las reglas porque las reglas se aplican todo o nada mientras que los principios tienen excepciones, y porque los principios tienen
1) Según Dworkin, las reglas se aplican mecánicamente sin interpretación, mientras que los principios requieren interpretación y aplicación dependiendo de las circunstancias del caso.
2) Dworkin sostiene que los jueces no tienen discreción para crear derecho, sino que deben aplicar reglas y principios preexistentes para encontrar la respuesta correcta al caso.
3) Dworkin distingue conceptualmente los principios de las reglas porque las reglas se aplican todo o nada mientras que los principios tienen excepciones, y porque los principios tienen
Según Dworkin, las reglas son normas que se aplican de manera
mecánica y que no requieren interpretación. Por otro lado, los
principios son normas que requieren interpretación y que se aplican en función de las circunstancias del caso concreto. Dworkin sostiene que los jueces no tienen discreción judicial en el sentido de que no pueden crear derecho, sino que su función es aplicar reglas y principios preexistentes. En este sentido, los jueces deben buscar la respuesta correcta al caso concreto y no tienen la posibilidad de elegir entre diversas soluciones posibles. En cuanto a la teoría de la discreción judicial, Dworkin sostiene que los jueces solo deben poseer discrecionalidad ante la inexistencia de una regla social que de manera inequívoca requiera una decisión concreta. En estos casos, los jueces deben aplicar principios morales.
Dworkin (1984) distingue conceptualmente los principios (en
sentido amplio) de las reglas por dos razones: (1) porque las reglas se aplican "a todo o nada", mientras que los principios poseen un conjunto de excepciones que no pueden ser listadas (diferencia lógica); y (2) porque los principios tienen una dimensión de la que carecen las reglas, el "peso o importancia " (diferencia funcional). Un principio dice, por ejemplo, “no está permitido obtener beneficios de su propio fraude, o tomar alguna ventaja de su propia falta, o fundar ninguna pretensión sobre su propia inequidad, o adquirir la propiedad basándose en su propio crimen”. Mientras que las reglas se pueden ejemplificar con los enunciados “la velocidad máxima permitida en la autopista es de 60 millas por hora” o “un testamento es inválido si no ha sido firmado por tres testigos”.