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Valores y
Etica ambiental
En la construcción del desarrollo sustentable, las consideraciones sobre los va-
lores son cruciales. Las visiones tradicionales, incluyendo a la sustentabilidad dé-
bil, en buena medida responden a una larga historia que ha valorado al ambiente
en función de la utilidad para el ser humano. Conciben a la Naturaleza como obje-
to de valores. Por el otro lado, las perspectivas más novedosas, en especial la
sustentabilidad fuerte y superfuerte, apuestan a un ambiente sujeto de valores. A
su vez, en la construcción de estrategias hacia la sustentabilidad vuelve a aparecer
una carga ética cuando se demandan comportamientos respetuosos del ambiente,
o se interpone la sobrevida de una especie ante un proyecto productivo.
Una y otra vez aparecen los problemas éticos, sea en la propia práctica de los
profesionales involucrados en temas ambientales, en los comportamientos de quie-
nes diseñan las políticas de desarrollo en nuestros países, así como en las concep-
ciones de toda la sociedad sobre la Naturaleza. En este capítulo se analizan esos
temas, partiendo desde los problemas éticos en los profesionales, y avanzando
hacia los elementos necesarios para construir una ética ambiental. Sea evidente o
no, siempre existe un componente ético en los abordajes sobre la sustentabilidad.
En unos casos se lo reduce o esconde, como sucede con la valoración económica,
mientras que en otras perspectivas se busca ampliarlos y fortalecerlos.
Cuadro 9.5. Breve esquema comparativo de las corrientes en desarrollo sostenible y sus aspectos
éticos
representar la esencia de todo el valor, y por lo tanto reitera un apego por el valor instrumental en función
de la utilidad humana. Por esas razones deriva en una estrategia de conservación utilitarista, y no logra
quebrar la ética de las posturas antropocéntricas de la ideología del progreso.
La sustentabilidad fuerte da algunos pasos hacia una incorporación más pro- funda de la dimensión
ética. Ello se debe a reconocer elementos claves de la Natu- raleza que no pueden ser utilizados, más allá de
su utilidad o valor comercial. Pero su posición en buena manera se mantiene dentro del antropocentrismo,
ya que la idea de Capital Natural crítico depende las apreciaciones humanas. Se genera así una posición
de un antropocentrismo con cierta sensibilidad ambiental y que se presenta como responsable con el
entorno y las generaciones futuras.
Los cambios más profundos se observan con la sustentabilidad super-fuerte donde se reconocen
valores intrínsecos en la Naturaleza. Por lo tanto esta posición se distancia del antropocentrismo, llegando
a un biocentrismo, así como en cam- bios sobre el sí-mismo pasando de una posición individualista a otra
expandida. Se reconoce una pluralidad de valoraciones, incluyendo la económica junto a va- rias otras,
como las ecológicas o culturales. Es importante advertir entonces que esta posición no implica una
contraposición a las anteriores sino en que realidad las incorpora, en tanto se acepta un valor económico
pero junto a varias otras. En
212 Ecología, Economía y Ética del Desarrollo Sostenible Eduardo Gudynas
consonancia con esta postura se utiliza el concepto de Patrimonio Natural. La con- servación entonces pasa
a fundamentarse en los valores propios del ambiente.
La pluralidad de valoraciones de la sustentabilidad super-fuerte a su vez coin- cide con las posiciones
de la ecología social, la que sostiene que las personas interaccionan con el ambiente de forma particular,
con percepciones y valoracio- nes que dependen de contextos históricos, ecológicos y culturales. No niega
esa diversidad, sino que la fomenta, y está en la base de los intercambios que se buscan lograr en el llamado
proceso interactivo, donde convergen las visiones de diferen- tes personas. En esas interacciones se
mantiene la identidad del ecólogo social, manteniendo un punto de partida ético de defensa de toda la
vida, incluida la no- humana. La restricción al precio es incompatible con la metodología de la ecología
social ya que anula otras formas de percepción y valoración. Pero tampoco se re- niega de ella, sino que
se la pone como una más entre diferentes formas de interacción, cada una de ellas brindando un
conocimiento particular.
La posición de la sustentabilidad super-fuerte deja en primer plano la plurali- dad de
valoraciones. Para hacerlas efectivas se deben contar con espacios de ex- presión
pública involucrando ampliamente a la sociedad; el desarrollo sostenible se convierte
de esta manera en un asunto político