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UNIVERSIDAD ANDINA SIMON BOLIVAR

POLITICA PUBLICA

Autor: Daniela Toapanta Altamirano

Título: Abordando el Consumo de Alcohol en Menores de Edad: Estrategias y Desafíos

Política pública: “Construcción de una política pública educativa en prevención de consumo


de alcohol en menores de edad de la Unidad Educativa Aloasi”.

Introducción:

Desde tiempos históricos en las sociedades la ingesta de bebidas alcohólicas se servía


acompañando banquetes y festividades, esta práctica era común en los pueblos primitivos ya
que utilizaban esta bebida con fines curativos, a más de proveer un ambiente cálido en las
reuniones. Pero esta práctica se ha descontextualizado con el pasar del tiempo, debido a los
excesos en su consumo conllevando a que las consecuencias negativas para la salud del ser
humano. Debido a esta situación varios gobiernos actuales y modernos han tratado de mitigar
esta problemática con políticas que ayuden a reducir su consumo

Desde esta perspectiva, (Organización Panamericana de la Salud 2010, 2), considera


que: En más de 2000 años, los monarcas, los gobiernos y el clero idearon estrategias
ingeniosas como éstas para prevenir problemas relacionados con el alcohol. Pero no
fue sino hasta el auge de la medicina moderna y el surgimiento del movimiento
mundial por la templanza en el siglo diecinueve que la política sobre alcohol alcanzó
un mayor potencial como instrumento de salud pública. (Babor y Rosenkranz 1991).

En las últimas décadas la tendencia creciente de los gobiernos, tanto nacionales como
locales, a enfocar al alcohol como un factor determinante de la mala salud. Conllevando a
buscar programas, estrategias, medidas, leyes que regulen y controlen esta problemática, sin
embargo, datos estadísticos señalan que todavía hay algunas personas que piensan que el
consumo de bebidas alcohólicas de los adolescentes no es un problema grave, estos son
algunos argumentos más comunes que se escucha en boca de sus vecinos y amigos sobre el
consumo de alcohol de los adolescentes.
El consumo de alcohol en menores de edad es un problema que afecta a comunidades
en todo el mundo. Es una preocupación urgente debido a su impacto en la salud, seguridad y
bienestar de los jóvenes. El consumo de alcohol en edades tempranas puede acarrear graves
consecuencias físicas y mentales para los estudiantes, incluyendo riesgos de salud a largo
plazo, adicción y conductas peligrosas como la conducción bajo los efectos del alcohol.
Además, afecta negativamente al rendimiento académico, aumentando las ausencias,
disminuyendo la concentración en clase y provocando calificaciones más bajas. Estos efectos
no se limitan solo a los estudiantes, sino que también repercuten en la comunidad en general,
dando lugar a comportamientos peligrosos, disturbios públicos y mayores costos de atención
médica.

Este ensayo se enfocará en la necesidad de abordar este problema desde múltiples


perspectivas, considerando factores que van desde la normalización de la cultura local hasta
el uso del alcohol como mecanismo de afrontamiento para problemas emocionales.
Abordaremos cómo desarrollar nuevas políticas o prácticas para adaptar el espacio de cambio
existente, ampliar la autoridad, la aceptación y la habilidad, y cómo los docentes pueden
desempeñar un papel crucial en esta lucha.

Examinaremos estrategias que permitan evitar que la cultura local normalice el


consumo de alcohol en menores de edad, cómo prevenir que algunos estudiantes tengan
acceso fácil al alcohol, y por qué algunos estudiantes utilizan el alcohol como mecanismo de
afrontamiento para problemas. emocionales. También exploraremos cómo construir políticas
y prácticas que se adapten al entorno existente.

El objetivo es proporcionar un enfoque completo y efectivo para abordar el consumo


de alcohol en menores de edad, destacando la importancia de la prevención y el papel esencial
que desempeñan los docentes y la comunidad en esta tarea.

Desarrollo:

Porque la cultura local está normalizando el consumo de alcohol en menores de edad.

En algunas culturas o comunidades, el consumo de alcohol se considera una forma


común de lidiar con el estrés o los problemas emocionales, lo que puede influir en la elección
de algunos estudiantes. La falta de conciencia sobre cuándo es relevante y apropiado
consumir alcohol contribuye a esta normalización, pueden no tener una comprensión clara
de los límites y las situaciones en las que el consumo de alcohol es apropiado. Otro factor es
que práctica del consumo de alcohol puede estar descontextualizada debido a una ausencia
de pautas y educación al respecto. La falta de distinción de espacios, donde el consumo de
alcohol se realiza sin restricciones en distintos entornos, también juega un papel fundamental
en esta normalización. Además, si los padres consumen alcohol sin una clara demarcación
de momentos adecuados, los jóvenes pueden percibirlo como algo cotidiano y aceptable.
Asimismo, la atención de medidas efectivas para prevenir que los estudiantes consuman
alcohol en cualquier momento amplifica esta problemática.

Estrategias preventivas:

Fomentar una cultura que reconozca y respete los límites y las circunstancias
adecuadas para el consumo responsable de alcohol.

Desarrollar campañas educativas en escuelas y comunidades que aborden los riesgos


y consecuencias del consumo de alcohol en menores de edad.

Organizar charlas y talleres en escuelas dirigidas a estudiantes, padres y educadores


para aumentar la conciencia sobre los peligros asociados al consumo de alcohol en
edades tempranas.

Involucrar a la comunidad en discusiones sobre el consumo de alcohol en menores,


identificando juntos soluciones y promoviendo una cultura que desaliente esta
práctica.

Organiza eventos comunitarios que fomenten la cohesión social y en los que se pueda
hablar abiertamente sobre los riesgos del consumo de alcohol en menores.

Abogar por políticas más estrictas y aplicación adecuada de leyes que prohíban la
venta de alcohol a menores de edad.

Trabajar con legisladores y organizaciones para abogar por regulaciones más


rigurosas en la publicidad de alcohol dirigida a menores.

Organizar talleres para padres sobre cómo comunicarse efectivamente con sus hijos
sobre el consumo de alcohol y establecer límites claros.

Fomentar la supervisión activa y el establecimiento de normas claras en el hogar


relacionadas con el consumo de alcohol.

Fomentar Alternativas Saludables: Promover y apoyar actividades y eventos que


proporcionen opciones de entretenimiento saludables y atractivos para los jóvenes,
como deportes, arte y música.

Los padres desempeñan un papel fundamental en la prevención de problemas


relacionados con el alcohol en sus hijos. Pueden contribuir de diversas maneras, como educar
a sus hijos sobre los riesgos del consumo de alcohol, mostrarse como modelos a seguir
responsables, y evitar que el alcohol esté disponible en el hogar, mantener una comunicación
abierta y periódica con sus hijos sobre diversos aspectos de la vida, conocer a sus amigos y
supervisar las fiestas para garantizar la ausencia de alcohol

Porque algunos estudiantes tienen acceso fácil al alcohol:

A pesar de las leyes que prohíben la venta y el acceso al alcohol para menores, la falta
de conciencia sobre las consecuencias y la inadecuada supervisión de las autoridades a veces
llevan a incumplimientos en los establecimientos. En ocasiones, la venta ilegal de alcohol a
menores ocurre a través de canales no regulados debido a la falta de conocimiento sobre las
leyes y su control.

Otro factor es la publicidad y promoción de alcohol dirigida a menores de edad, es


evidente que persisten lagunas en la aplicación de estas regulaciones. Estas lagunas permiten
que los jóvenes estén expuestos a mensajes que fomentan el consumo de alcohol, lo que
representa un riesgo significativo para su bienestar y desarrollo.

En el contexto ecuatoriano, se han establecido leyes y regulaciones destinadas a salvar


a los jóvenes de los peligros asociados con el consumo de alcohol. Sin embargo, aún existen
posibles problemas o lagunas en la implementación efectiva de estas medidas. Es
fundamental abordar estas deficiencias para garantizar una protección adecuada y prevenir
el acceso y consumo de alcohol por parte de los menores.
Cómo prevenir que algunos estudiantes tengan acceso fácil al alcohol

Se recomienda revisar las leyes sobre la venta de este insumo y establecer


regulaciones sanciones significativas, que pueden incluir multas considerables y
sanciones legales tanto para los propietarios de establecimientos que venden alcohol
a menores como para los adultos que suministran alcohol a los jóvenes.

La imposición efectiva de estas sanciones es fundamental para asegurar la salud y el


bienestar de la juventud ecuatoriana y para desalentar el consumo perjudicial de
alcohol en esta población vulnerable. Es imperativo trabajar en una implementación
efectiva y vigilancia constante para que estas leyes sean verdaderamente disuasorias
y cumplan su objetivo de proteger a los menores de edad.

Principales leyes y regulaciones:

1. Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno Socio Económico del


Alcoholismo y su Consumo Nocivo (LOPIFA): Esta ley es la principal normativa que
regula la venta y el acceso al alcohol en Ecuador. Entre sus disposiciones, se establece
la prohibición de la venta y suministro de alcohol a menores de 18 años. Además,
establece restricciones en la publicidad y promoción del alcohol dirigida a menores.

2. Código de la Niñez y Adolescencia: Este código contiene disposiciones relacionadas


con la protección de los derechos de los niños y adolescentes, incluyendo la
prohibición del consumo de alcohol para menores de 18 años.

3. Reglamentos locales: Además de las leyes nacionales, algunos municipios y


provincias pueden tener regulaciones específicas relacionadas con la venta y el acceso
al alcohol para menores de edad.

4. Control gubernamental: Las autoridades gubernamentales locales y nacionales tienen


la responsabilidad de hacer cumplir las leyes y regulaciones relacionadas con el
alcohol, incluyendo la realización de inspecciones en establecimientos que venden
alcohol para asegurar el cumplimiento de las restricciones de edad.

Para mejorar la implementación de estas leyes, es importante fortalecer la supervisión y el


cumplimiento, esto se logra con el aumento de las autoridades, quienes deben aumentar sus
esfuerzos para supervisar y hacer cumplir las leyes relacionadas con la venta de alcohol.
Además, se debe llevar a cabo campañas de educación pública para crear conciencia sobre
las leyes y los riesgos asociados con el consumo de alcohol en menores de edad.

Estrategias efectivas para reducir el acceso al alcohol a menores de edad.

Prevención del consumo de alcohol en menores de edad, considerando la autoridad, la


aceptación y la habilidad como componentes clave para abordar este problema de manera
efectiva.

Autoridad:

1. Hablar con las autoridades de tu institución, tenencia política y el alcalde para


destacar que es un problema social que está afectando la salud mental de los menores
de edad.

2. Hablar con medios de comunicación y otras autoridades para resaltar que la práctica
del consumo de alcohol está descontextualizada.

3. Solicitar la intervención de la tenencia política, la policía nacional y la Dinapen para


brindar charlas de prevención a la comunidad sobre la distinción de espacios.

4. Hablar con las autoridades policiales sobre la necesidad de aumentar la presencia y


el control a la salida del colegio y en el parque para garantizar el cumplimiento de la
ley.

Aceptación:

1. Generar programas de prevención para que la comunidad comprenda que existen


límites y edades para el consumo de alcohol.

2. Crear afiches y videos que conciencien a la población sobre la gravedad de este


problema social que afecta la educación de los menores de edad.

3. Generar confianza en la comunidad y abordar este problema como una cuestión social
que requiere atención.

Capacidad:

1. Impartir educación sobre los riesgos del consumo de alcohol y su prevención, con el
apoyo del DECE (Departamento de Consejería Estudiantil).
2. Generar sensibilización en la cultura a través de un documento de prevención del
consumo de alcohol en cualquier momento y difundirlo a través de los medios de
comunicación.

3. Solicitar capacitación especializada adicional en este campo para fortalecer tus


habilidades en la prevención del consumo de alcohol en menores de edad.

Por qué algunos estudiantes utilizan el alcohol como mecanismo de afrontamiento para
problemas emocionales:

En la actualidad, las sociedades han experimentado cambios significativos, como el


aumento de la necesidad de padres y madres de trabajar, lo que ha dejado a los adolescentes
en situaciones donde pueden quedarse solos o al cuidado de familiares. En la adolescencia,
cuando se producen notables cambios de comportamiento, es cuando los jóvenes pueden
verse tentados a recurrir al alcohol como una forma de escape temporal para lidiar con sus
problemas emocionales. Además, la influencia de sus compañeros puede ser un factor
determinante, ya que buscan pertenecer o ser aceptados.

Algunos estudiantes carecen de habilidades efectivas para lidiar con sus problemas
emocionales. Pueden no estar al tanto de las alternativas saludables disponibles para enfrentar
sus desafíos, como hablar con un consejero, practicar la meditación o buscar apoyo de amigos
y familiares. En este contexto, el alcohol a menudo se presenta como una opción más visible
y accesible.

La falta de educación y concienciación sobre el consumo de alcohol responsable en


el sistema educativo. No se ha trabajado con educadores para mejorar e integrar currículos
educativos que aborden el consumo de alcohol. Esta atención destaca la necesidad de
implementar medidas efectivas para prevenir que los estudiantes recurran al alcohol como
solución a sus problemas emocionales, así como la organización de talleres para padres por
parte del DECE (Departamento de Consejería Estudiantil) sobre cómo abordar el consumo
de alcohol en el hogar y establecer modelos positivos para sus hijos contribuyen a esta
situación.

Estrategias de prevención:
Establecer políticas escolares que incluyan estrategias y programas de educación
sobre los riesgos asociados con el uso de sustancias y cómo resistir la presión de
grupo.

Incorporar en el currículo escolar la prevención del consumo de alcohol y cómo


manejar mejor las emociones, incluyendo habilidades de inteligencia emocional,
resiliencia y manejo del estrés.

Trabajar en programas de mentoría y apoyo entre pares para proporcionar un espacio


seguro para que los estudiantes compartan sus problemas emocionales y reciban
orientación de sus compañeros.

Promover campañas de teatro, videos de marketing educativos y actividades


extracurriculares como clubes de arte, música, deportes o grupos de debate.

De Apoyo:

Generar programas que promuevan el bienestar emocional y la salud mental de los


estudiantes, como apoyo psicológico proporcionado por el departamento del DECE
en la institución.

Brindar opciones de ocio atractivas para los adolescentes, como clubes juveniles y
actividades artísticas, para que puedan expresar sus emociones de manera creativa y
socializar de manera saludable.

Generar programas de baile terapia que incluyan la participación de estudiantes y


padres para enseñar técnicas de relajación y ayudar a manejar el estrés y las
emociones negativas.

Ofrecer programas de apoyo estudiantil y asesoría en la escuela para abordar las


preocupaciones y desafíos personales que enfrentan los adolescentes.

De participación:

Involucrar a los padres en la promoción de la salud mental y la prevención del


consumo de sustancias a través de sesiones informativas y programas de capacitación.

Fomentar la participación de los padres en la promoción de la salud emocional de sus


hijos, educándolos sobre cómo apoyar a sus hijos y estar atentos a las señales de
problemas emocionales.

Brindar capacitación a los docentes y al personal de la escuela en la identificación y


manejo de problemas emocionales en los estudiantes para permitir una intervención
temprana.

Realizar campañas de sensibilización en la institución y en la comunidad para


cambiar la percepción social del consumo responsable de alcohol y promover una
cultura de prevención.

Conclusiones:

Para lograr un cambio significativo en la cultura y la percepción sobre el consumo de


alcohol en menores de edad, se requiere un entorno que respalde activamente estas
iniciativas. Esto implica no solo el apoyo de los docentes y personal educativo, sino también
el respaldo de las autoridades gubernamentales, instituciones educativas, padres, la
comunidad en general y otros actores clave. Este apoyo no solo debe ser nominal, sino
también sustancial y constante en términos de recursos, políticas claras y un compromiso
genuino.

Es fundamental crear una cultura de autorización que promueva y respalde la


implementación de programas educativos, campañas de concientización y estrategias
preventivas. Esta autorización no solo se limita a la aprobación formal, sino que debe
impregnar la mentalidad de la comunidad educativa, transmitiendo un mensaje claro de
responsabilidad compartida y compromiso en la prevención del consumo de alcohol en
menores.

En última instancia, el éxito de cualquier intervención para prevenir el consumo de


alcohol en menores de edad radica en la creación de un entorno que fomenta la colaboración,
la responsabilidad y la acción concertada. La construcción de esta autorización es un proceso
que requiere esfuerzo colectivo, comunicación efectiva y la convicción de que proteger a
nuestros jóvenes es una responsabilidad que todos compartimos. Solo a través de esta
autorización activa y perseverante podremos generar un impacto positivo y duradero en la
vida de nuestros estudiantes y en la comunidad en su conjunto.
Es fundamental crear conciencia entre los docentes sobre la importancia de abordar
el consumo de alcohol en los estudiantes desde una perspectiva educativa. Esto puede
lograrse mediante capacitación, talleres y programas de sensibilización.

La participación activa de los docentes es esencial para fomentar una educación


reflexiva y constructiva sobre el consumo de alcohol. Esto puede incluir la integración de
módulos educativos en el currículo escolar y la organización de actividades que promuevan
la reflexión crítica sobre el tema.

Cumplimiento de las Leyes: Es imperativo que las leyes relacionadas con la venta de
alcohol a menores se cumplan de manera estricta. Esto requiere una estrecha colaboración
entre autoridades, propietarios de establecimientos y la comunidad en general para garantizar
que se apliquen las sanciones correspondientes.

Recomendaciones:

Fomentar la colaboración entre la comunidad, instituciones educativas, autoridades


locales y organizaciones sin fines de lucro para desarrollar e implementar programas
de prevención del consumo de alcohol en menores de edad. La unión de esfuerzos
puede tener un impacto más significativo.

Promover un enfoque interdisciplinario en la educación que aborde la prevención del


consumo de alcohol desde múltiples perspectivas, como la salud, la psicología, la
sociología y la ética. Esto puede enriquecer la comprensión de los estudiantes y
fortalecer la efectividad de las iniciativas preventivas.

Involucrar a los padres y familias en la educación sobre el consumo responsable de


alcohol. Organizar talleres, seminarios o charlas donde los padres puedan adquirir
conocimientos y habilidades para abordar este tema con sus hijos de manera efectiva.

Promover de Estilos de Vida Saludables: Fomentar y celebrar estilos de vida


saludables, destacando la importancia de la actividad física, la participación en
actividades recreativas y el desarrollo de habilidades sociales como alternativas al
consumo de alcohol
Proporcionar acceso a servicios de apoyo psicológico en la institución educativa,
donde los estudiantes puedan recibir ayuda para manejar el estrés, la ansiedad y otras
cuestiones emocionales de manera saludable, reduciendo así la probabilidad de
recurrir al alcohol como mecanismo de afrontamiento.

Diseñar y ejecutar campañas educativas regulares en la comunidad escolar, utilizando


diversos medios y plataformas para garantizar que los mensajes sobre la prevención
del consumo de alcohol lleguen de manera constante a los estudiantes y sus familias.
Referencias Bibliográficas:

Organización Panamericana de la Salud. 2010. El Alcohol un producto de consumo no


ordinario Investigación y políticas públicas. Segunda. Washington, D.C.:
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/2836/El%20Alcohol.pdf?sequ.

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