Marco Teórico

Desde los inicios, el ser humano ha intentado satisfacer sus necesidades usando diferentes
herramientas, las cuales han ido evolucionando para brindar mayor bienestar o comodidad. Como
resultado, a lo largo de la historia, el ser humano ha creado una variedad de herramientas
tecnológicas útiles que simplifican el ahorro de tiempo y el esfuerzo de trabajo. Estos a su vez
cambian a medida que el ser humano avanza en su búsqueda incesante por superarse.

Al principio, la tecnología avanzaba lentamente debido a la falta de otras herramientas que con el
tiempo ya existen y que permiten investigar y crear maquinas, medios y demás elementos que
transforman con mayor rapidez el mundo actual.

Después de la revolución industrial, con la invención de máquinas que se automatizaron

gradualmente y ofrecieron más oportunidades de trabajo productivo y con menos esfuerzo,
surgieron las computadoras, el Internet y el concepto de "informática" que cambiaron aún más la
vida de las personas. Esto permitió un acceso rápido a la información en todos los campos del
conocimiento, lo que llevó a una globalización del conocimiento.

La inteligencia artificial se desarrolló en las ciencias de la computación como una rama que estudia
las habilidades cognitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos. Su objetivo es
crear máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar diversas tareas y que puedan
mejorarse a medida que recopilan información. John McCarthy, un informático, afirmó en una
entrevista con la revista IEEE Spectrum en 2007 que la inteligencia artificial no tiene como objetivo
reemplazar a los humanos, sino mejorar significativamente sus capacidades y contribuciones.

Por todo lo anterior podemos decir que a inteligencia artificial es una herramienta que ha tenido
una gran importancia en la última década debido a que tiene muchas aplicaciones en diferentes
áreas y en la medicina no se queda atrás ya que esta herramienta ha ayudado mucho a esta área.

Un sistema informático con inteligencia artificial utiliza los patrones de datos para hacer
predicciones o tomar acciones, y puede aprender de sus errores para ser más preciso. Una
inteligencia artificial avanzada procesa la información nueva con suma rapidez y precisión, por lo
que es muy útil para escenarios complejos como los que ocurren en la medicina donde en muchos
casos se necesita de una precisión milimétrica, como en una operación quirúrgica, la cual se puede
dar gracias a una máquina, como es el caso del robot Da Vinci, fabricado inicialmente por la
empresa "Intuitive Surgical", fue aprobado en el año 2000 en Estados Unidos. Este sistema
quirúrgico es capaz de realizar cortes, retirar partes del cuerpo Da Vinci hoy en día es utilizado
para realizar operaciones a kilómetros de distancia desde 2019, cuando en China un cirujano
extirpó el hígado a un animal alejado 48 kilómetros, según el periódico británico 'The
Independent'. Según un artículo de Redacción Médica, desde el lanzamiento de este robot hace
dos décadas, teniendo 6700 sistemas robóticos en 2021, se han realizado en el mundo más de 10
millones de intervenciones con robots Da Vinci. Con el ejemplo de este innovador robot podemos
ver cómo un cirujano puede hacer cirugías a distancia y con ayuda de una inteligencia artificial
para cometer los mínimos errores posibles.

La inteligencia ayuda a la medicina en muchos aspectos como la detección y diagnóstico de

enfermedades ya que la IA puede analizar grandes cantidades de datos médicos y detectar
patrones que los médicos humanos pueden pasar por alto. Además, la IA puede ayudar a los
médicos a tomar decisiones más informadas y precisas al proporcionar información adicional
sobre los síntomas y las posibles causas de una enfermedad. Según un estudio publicado en la
revista Nature Medicine, la IA puede ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades con una
precisión del 94%, lo cual es una gran ayuda para la medicina puesto que el beneficio que tiene la
inteligencia artificial es que examina cada uno de los patrones y parámetros que se le dan sin
excepción, a diferencia de un doctor el cual tiene el factor humano y es poder errar, lo expresado
anteriormente es lo que caracteriza y diferencia al humano de la inteligencia artificial.

Esto significa que la inteligencia artificial puede ayudar en la lectura de exámenes médicos de
varias maneras. Por ejemplo, científicos norteamericanos han logrado conformar un modelo con
IA que puede diagnosticar la enfermedad de Alzheimer con más de un 90% de precisión mediante
el uso de imágenes obtenidas durante chequeos médicos. Además, el machine learning puede
ayudar a procesar datos médicos y brindar a los profesionales médicos información importante,
mejorando los resultados de salud y las experiencias de los pacientes. Las herramientas de apoyo a
las decisiones impulsadas por la IA también pueden ayudar a mejorar la detección de errores y la
gestión de medicamentos. La inteligencia artificial ya supera a los médicos en el diagnóstico de
enfermedades como arritmias, enfermedades infantiles y oculares, cáncer y más.

La inteligencia artificial puede utilizarse para mejorar la velocidad y la precisión del diagnóstico y la
detección de enfermedades. En el caso del cáncer de cérvix, existen algoritmos informáticos que
son capaces de identificar el virus del papiloma humano o células con transformaciones
oncogénicas con alta precisión. Además, la IA puede contribuir a la prevención de enfermedades al
optimizar los procesos de prevención y tratamiento de enfermedades.

Según todo esto podemos decir que el principal factor de ayuda de la inteligencia artificial es su
precisión y su capacidad de analizar datos de una forma mucho más rápida que un doctor. Esto
también abre las puertas a poder usar esta herramienta ya que se ha utilizado para facilitar y
acelerar los procesos de descubrimiento de fármacos en diferentes partes del proceso, desde la
identificación de objetivos hasta la optimización de moléculas y la predicción de efectos
secundarios. La inteligencia artificial también se ha utilizado para obtener conocimientos y
detectar patrones que no se conocían antes. El uso de inteligencia artificial es indispensable para
el futuro del descubrimiento de fármacos.

La automedicación ha sido un problema desde la industrialización de la farmacología, ya que hizo

que muchos medicamentos estuvieran al alcance de la población común ya que solo necesitamos
ir a una tienda o farmacia. Esto es un verdadero problema puesto que la automedicación puede
ser peligrosa e implica una serie de riesgos para la salud que en la mayoría de los casos son
desconocidos por los ciudadanos. Algunos de estos riesgos son la toxicidad, efectos secundarios,
reacciones adversas y en algunos casos la intoxicación. Además, la automedicación puede
enmascarar procesos clínicos graves y consecuentemente retrasar el diagnóstico y el tratamiento.
Es importante tener en cuenta que la automedicación puede generar dependencia o adicción a los
medicamentos.

Por lo tanto, siempre es recomendable acudir a un profesional médico para recibir un diagnóstico
adecuado y un tratamiento seguro, y por esto es por lo que la inteligencia artificial puede ser de
gran ayuda en la medicina y en la prevención de la automedicación. La llegada de la IA aplicada a
las imágenes médicas, como radiografías, TACs o scanners, viene de la mano de los algoritmos
matemáticos y da como resultado un diagnóstico más certero.

Las propuestas para mejorar la automedicación tienen su base en la educación sanitaria y en la

información a los pacientes. La posibilidad de autocuidado y automedicación de las enfermedades
más comunes constituye una forma de desahogo para el sistema sanitario. Es importante tener en
cuenta que la automedicación puede ser peligrosa y que siempre es recomendable acudir a un
profesional médico para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento seguro. Por eso la IA
puede ayudar a prevenir la automedicación al proporcionar información precisa y personalizada
sobre los síntomas y las enfermedades.

Existen herramientas digitales que pueden ayudar a las personas a controlar su salud y prevenir la
automedicación. Por ejemplo, existen aplicaciones móviles, como Medisafe, MyTherapy o
Dosecast, que permiten llevar un registro de los medicamentos que se toman y las dosis. Además,
también existen herramientas de inteligencia artificial que pueden ayudar a las personas a obtener
información sobre su salud y prevenir la automedicación. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que estas herramientas no reemplazan la consulta con un profesional médico.

La integración de la inteligencia artificial en el campo de la medicina es un avance sumamente

positivo y prometedor. Uno de los beneficios más destacados es la posibilidad de aliviar la alta
demanda de médicos que a menudo no es suficiente para atender a todas las personas. A través
de sistemas inteligentes, la atención médica podría ser más eficiente y accesible, permitiendo que
los profesionales médicos se centren en casos más complejos y críticos. Es importante notar que la
inteligencia artificial no está destinada a reemplazar a los médicos, sino a colaborar con ellos. Al
brindar análisis rápidos y precisos de datos, ayudar en diagnósticos y ofrecer recomendaciones
informadas, la inteligencia artificial puede potenciar la capacidad de los médicos para tomar
decisiones bien fundamentadas. A medida que la tecnología sigue evolucionando, será interesante
observar cómo esta colaboración puede mejorar aún más la calidad y accesibilidad de la atención
médica en el futuro.

Referencias

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