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La Declaración Universal de los Derechos del Hombre reconoce la propiedad a toda persona,
tanto sola como en colectividad.
Distinguimos:
Propiedad: noción puramente económica, siendo la relación del hombre con las cosas,
que sólo pasará a ser jurídica cuando sea regulada por el Derecho.
Derecho de propiedad: conjunto de condiciones y reglas para la constitución,
organización y desarrollo de la propiedad.
Propiedad de derecho: la propiedad que se goza conforme al derecho positivo de cada
país.
Resaltar el distinto alcance y significado que los términos “dominio” y “propiedad” tenían en el
derecho romano y en el derecho moderno:
Pasando al estudio de su concepto, la doctrina clásica tomaba como base para la definición del
derecho de propiedad su contenido, constituido por las facultades que lo integran y las
limitaciones que le afectan.
ROCA SASTRE lo define: el derecho real que atribuye a su titular el poder o señorío más amplio
sobre una cosa corporal, dentro de los límites institucionales, con carácter plenamente
autónomo, perpetuo, elástico y, en parte de contenido discriminable.
Por lo que se refiere a los sujetos, su titular puede ser una persona o una pluralidad de
personas determinadas. Sujeto pasivo es la colectividad.
En cuanto al objeto, se considera que solo pueden ser objeto del dominio las cosas corporales
determinadas, tanto muebles como inmuebles.
“la propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más limitaciones que las
establecidas en las leyes”
“El propietario tiene acción contra el tenedor y el poseedor de la cosa para reivindicarla”.
El Código Civil define al dominio por la enumeración de sus facultades más destacadas.
Aparece el dominio como un derecho de sí mismo ilimitado. Sus limitaciones son
externas, las derivadas de la ley.
Significa una confirmación legislativa de la tendencia iniciada a partir del s. XIX para
liberalizar la propiedad.
CASTÁN observa que en la definición del art. 348 CC figuran como facultades del dominio las
de gozar, disponer y reivindicar. En cuanto a las limitaciones entiende que, aunque sólo alude
a las impuestas por la ley, habrá que entender no sólo las leyes sino también las disposiciones
reglamentarias o administrativas.
1. Hablar de propiedad, cuando ésta es una relación meramente económica y a los que
realmente se refiere el CC es al derecho de propiedad.
2. Tener un sentido esencialmente individualista, poco conforme con la tendencia
moderna.
A juicio de DÍEZ PICAZO, la comprensión del concepto y del fundamento del derecho de
propiedad debe partir de las siguientes premisas:
De todo esto se desprende que la propiedad es una situación jurídica en que la persona del
propietario se encuentra colocada dentro de la comunidad y sus notas características son:
Art. 33 CE
2. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes.
3. Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad
pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo
dispuesto por las leyes.”
Según CABELLO DE LOS COBOS, el estudio del art. 33 CE nos lleva a las siguientes
consideraciones:
Ha sido considerada como la característica y distintiva del dominio. Esta facultad puede
desdoblarse de la siguiente forma:
- De un modo relativo, por incapacidad personal del propietario o por prohibiciones que
la ley impone a ciertas personas de enajenar bienes a otras determinadas o fuera de
ciertos límites.
- De un modo absoluto, por disposición de la ley o del propietario, donante o testador,
si bien las cláusulas de inalienabilidad sólo están admitidas dentro de ciertos límites.
2. Facultad de limitar o gravar: en cuya virtud el dueño puede desprenderse del ejercicio
de una o varias de las facultades que integran el dominio, transfiriendo ese ejercicio a
un tercero.
3. Facultad de transformar y destruir: la primera supone el poder de variar la naturaleza
de la cosa, su forma o su destino. La segunda implica el poder de inutilizar o aniquilar
la cosa.
Esta última facultad se condena por las doctrinas modernas como contraria al fin racional y
social que la propiedad está llamada a cumplir.
Por una parte, el derecho de cerrar o cercar las fincas. Es el derecho del propietario de colocar
la cosa en condiciones tales que nadie pueda perturbarle en el goce de la misma. Aparece
recogido en el art. 388 CC.
El derecho de poseer como unido al dominio se conoce como “ius possidendis” en oposición a
la posesión como figura independiente, denominada “ius posesionis”.
“El propietario de un terreno es dueño de su superficie y de lo que está debajo de ella, y puede
hacer en él las obras, plantaciones y excavaciones que le convengan, salvas las servidumbres y
con sujeción a lo dispuesto en las leyes sobre Minas y Aguas y en los reglamentos de policía”
A) En cuanto al vuelo
El art. 592 CC atribuye al dueño el derecho a reclamar que se corten las ramas de los árboles
que se extiendan sobre su propiedad, pero no a cortarlas por sí mismo.
Se reconoce tanto el ius edificandi como el ius colendi (facultad de realizar plantaciones o
siembras) pero tendrá el límite derivado de las normas urbanísticas que establecen el volumen
de edificabilidad y de los reglamentos de policía.
No podrá impedir intromisiones en el vuelo cuando se verifiquen a tal altura que su interés no
resulte menoscabado.
B) En cuanto al subsuelo
La propiedad del inmueble comprende el subsuelo y el propietario puede hacer en él las obras
y excavaciones que le convengan. El límite viene determinado por la legislación, especialmente
la relativa a minas, aguas, patrimonio histórico-artístico y al interés del propietario, pues no
pude impedir intromisiones que se realicen a tal profundidad que carezca de interés
prohibirlas.
El Texto Refundido de la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana de 30 de octubre de 2015 limita
las facultades dominicales sobre el vuelo y el subsuelo hasta donde determinen los
instrumentos de ordenación urbanística, de conformidad con las leyes aplicables y con las
limitaciones y servidumbres de protección del dominio público.