Está en la página 1de 165

Capítulo 3

La clínica del sujeto: por una clínica


reformulada y ampliada1

La clínica en Gramsci, Sartre y Basaglia

Es un trabajo sobre la clínica donde se comienza discutiendo a Gramsci, ense-


guida se cita a Sartre y después se rinde homenaje a Basaglia. Él es uno de los
primeros médicos modernos en sugerir que las prácticas en salud se deberían
orientar por una fenomenología materialista. Sí, Basaglia se sintió obligado a
responder de manera concreta a la materialidad horripilante producida por
la psiquiatría aplicada a los pacientes recluidos en los manicomios, y este es
su compromiso con la práctica y con las personas por quienes él se respon-
sabilizaba impidiéndoles operar solo con conceptos críticos. Por este motivo,
Basaglia tuvo la necesidad de inventar algo que funcionara en el lugar del
saber negado. En El hombre y la serpiente, Paulo Amarante analizó este movi-
miento de negación y de reinvención de las políticas y de las prácticas en
salud mental (Amarante, 1996).
En cierto sentido, un pionero en este esfuerzo de compatibilizar la deter-
minación estructural con los procesos cambiantes realizados por sujetos con-
cretos fue el filósofo y militante izquierdista Gramsci, alguien con quien la
medicina nunca dialogó y a quien la salud colectiva, muy influenciada por los
diferentes matices del llamado materialismo estructuralista, siempre desdeñó.
Es una pena porque se perdió la oportunidad de recolocar en la escena a
alguien que, sin adherir al idealismo, había reconocido el potencial creativo
de las masas, de los grupos y de los individuos. La posibilidad de inventar de
nuevo, a pesar de las determinaciones o de los condicionamientos estructu-
rales, ya sean biológicos, biográficos, económicos, políticos o históricos. Esto
le valió la acusación de voluntarismo, de subjetivismo y de hipervalorizar el

1
Este trabajo está dedicado a Franco Basaglia.

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 39


papel instituyente de los sujetos haciendo historia. Según Gramsci, se hacía
historia de múltiples y variadas maneras. Él fue uno de los primeros teóricos
en hablar de procesos de cambio molecular: la educación, la cultura, el trabajo,
la política, la iglesia, los medios de comunicación; en todos estos espacios,
se construirá lo nuevo o se reforzará la vieja dominación. La revolución no
será lo único ni el principal medio para que se constituya lo nuevo en las
nuevas sociedades (Gramsci, 1978). Basaglia recuperó mucho de Gramsci para
reflexionar sobre las instituciones y prácticas sanitarias.
Sin embargo, Gramsci nunca llegó a elaborar una teoría sobre el sujeto. Su
prioridad fue pensar el nuevo intelectual orgánico, el Maquiavelo moderno:
el partido de los trabajadores que, para él, sería el partido comunista. Si bien
proporcionó muchas sugerencias valiosas sobre la complejidad de las rela-
ciones sociales, no trabajó en profundidad la dialéctica alienación-liberación,
es decir, sobre las maneras de que se produjeran sujetos con altos coeficientes
de autonomía y de iniciativa en situaciones en que la mayoría de los determi-
nantes estaría dirigida hacia la producción de sumisión.
En este punto, Basaglia se ve obligado a apoyarse en Sartre, un francés
proveniente del existencialismo radical, heredero de una fenomenología que,
prácticamente, liquidaba cualquier relación dialéctica entre sujeto y objeto, al
atribuir al sujeto casi la responsabilidad total por la construcción de sentido
o de significado para las cosas o para los fenómenos. Todo partiría del sujeto,
casi una omnipotencia significadora de un sujeto que nomina el mundo sin
que fuese influenciado por él. Pues bien, Sartre más tarde intentará modular
esta perspectiva excesivamente subjetiva combinándola con el marxismo.
De este esfuerzo resultó un esbozo de teoría sobre algunas posibilidades
de desalienación de los sujetos. Sartre hablaba de serialidad, de grupos que
repiten comportamientos condicionados por estructuras dominantes, pero
apuntaba también a la posibilidad de la construcción de grupos sujetos, agrupa-
ciones para trabajar con estas determinaciones de forma más libre, abocadas
a la construcción de la libertad, de lo nuevo y de modos de convivencia más
justos. Es innegable que hay una pizca de Sigmund Freud en todo esto; de
cualquier forma, Sartre valorizaba al sujeto dentro de una perspectiva huma-
nista y, al mismo tiempo, materialista (Sartre, 1963).
Sin embargo, ¿qué tiene que ver la clínica con todo esto? Basaglia apro-
vechó todo este caldo para repensar políticas y prácticas en salud. Amarante
sintetizó la contribución de Basaglia con la siguiente frase:

Si la enfermedad se coloca entre paréntesis, la mirada deja de ser


exclusivamente técnica, exclusivamente clínica. Entonces, es el en-
fermo, es la persona el objetivo de trabajo, y no la enfermedad. De

40 Gestión en salud: en defensa de la vida


esta manera el mayor énfasis no se pone en el “proceso de cura” sino
en el proceso de “invención de la salud” y de la “reproducción social
del paciente. (Amarante, 1996)

La perspectiva es bien fenomenológica: sale el objeto ontologizado de la


medicina —la enfermedad— y entra en su lugar el enfermo. No obstante,
no es un enfermo en general, sino que es un sujeto concreto, social y sub-
jetivamente constituido. Todo el énfasis está puesto en una existencia con-
creta y sobre la posibilidad de inventarse la salud para estos enfermos, pero
inventar salud, para Basaglia, implicará más que una intervención técnica y
estará ligada a la reproducción social del paciente. Esta noción está profun-
damente influenciada por la perspectiva de ciudadanía activa y de protago-
nismo, en la cual se parte del reconocimiento del paciente como una persona
con derechos, pero que al mismo tiempo se lo debe preparar para hacer valer
los derechos propios y construir un mundo mejor para el sujeto y para los
otros. Una mezcla de actividades políticas, gerenciales, de promoción y de
asistencia a la salud (Basaglia, 1985).
La propuesta aquí expuesta parte de estas ideas y comparte las mismas
convicciones. La reforma de la clínica moderna debe basarse sobre un des-
plazamiento del énfasis en la enfermedad para centrarlo sobre el sujeto
concreto, no un caso, un sujeto portador de alguna enfermedad. De ahí el
título: clínica del sujeto. Al mismo tiempo, más que alabanza, es necesario
dar algunos pasos más en dirección a esta perspectiva abierta por Basaglia: en
primer lugar, porque ahora se estaría discutiendo la clínica y no solo aquella
practicada en los centros de salud mental y, en segundo lugar, porque —con
certeza— los movimientos que operan sobre la inspiración basagliana cui-
darán mucho más del protagonismo político de lo que esclarecerá sobre la
nueva institución que estaban reinventando.
Centrar la acción clínica sobre el sujeto está bien, mientras que este sujeto
sea un sujeto concreto, en el que su biografía, su propio cuerpo y su dinámica
corporal estarán marcados por una singularidad: algún tipo de enfermedad,
sufrimiento o deficiencia relativa a la mayoría que lo circunda, en un contexto
dado social específico. Colocar la enfermedad entre paréntesis es un ejer-
cicio óptimo para quebrar la omnipotencia de los médicos, no obstante, no
siempre ayuda al enfermo. Evita que sufra iatrogenia o intervenciones exage-
radas, aunque no necesariamente mejora su relación con el mundo. ¿Cómo
destacar al sujeto y su integridad como ser humano, es decir, sus caracte-
rísticas esenciales, que en el caso incluye disturbios, sufrimientos, dolores,
riesgos de muerte, enfermedad?; ¿cómo producir salud para aquellos sujetos
portadores de cualquier enfermedad sin considerar también la lucha contra

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 41


esta enfermedad? Así, partiendo de Basaglia, creo es importante buscar una
nueva dialéctica entre el sujeto y la enfermedad. Ni la antidialéctica positivista
de la medicina que se queda con la enfermedad al descartarse cualquier res-
ponsabilidad por la historia de los sujetos, ni la revolución en el otro extremo:
la dolencia entre paréntesis, como si no existiera, cuando en verdad, ella está
ahí, en el cuerpo, todo el tiempo haciendo barullo, anulando el silencio de los
órganos. La enfermedad está ahí, dependiendo de los médicos, de la medicina
y de la verdad, pero también independiente de la medicina: depende de la
voluntad de vivir de las personas, con convicción y, a su vez, independiente
de la voluntad de los sujetos. Está ahí, tan simple como el proceso humano
de nacer, crecer, gastar la vida, agotarla y morir —y sabiendo que las cosas no
siempre ocurren en este orden exacto, cartesiano—; colocar la enfermedad
entre paréntesis, únicamente, para permitir la entrada en escena del paciente,
del sujeto enfermo, pero —ahora en homenaje a Basaglia— sin descartar al
enfermo y su contexto: volver a escudriñar a la dolencia del enfermo con-
creto, ¿si no qué especificidad le corresponde a los servicios y a los profesio-
nales de la salud?

La enfermedad total o la enfermedad como parte de la vida


humana

¿Clínica del sujeto? Sí, una clínica centrada en los sujetos, en las personas
reales, en su existencia concreta, inclusive al considerarse la enfermedad
como parte de esta existencia. Sin embargo, la medicina no solo trabaja con
una ontologización de las enfermedades —las dolencias son el verdadero
objeto del trabajo de la clínica—, sino que termina aprehendiendo a las per-
sonas por sus enfermedades: es como si la dolencia ocupara toda la perso-
nalidad, todo el cuerpo, todo el ser del enfermo. Su paciente con nombre
y apellido desaparecerá para dar lugar a un psicótico, a un hipertenso, un
canceroso o a un quejoso múltiple cuando no se acierta de inmediato con
algún diagnóstico. Se habla hasta de un arte psicopatológico para referirse
a pinturas elaboradas por enfermos mentales, como si la enfermedad susti-
tuyera a la mente, al cerebro, a la voluntad, a todo el ser del enfermo. Para
la medicina, la esencia del sujeto está vaciada por la dolencia, que ocupa su
lugar a posteriori.
Haciendo una analogía con el concepto de institución total de Erving
Goffman (1996) se podría hablar de enfermedad total. Para la medicina, ocu-
rrirá un apagarse de todas las otras dimensiones existenciales o sociales del
enfermo, la dolencia lo recubrirá como una segunda piel, como una nueva

42 Gestión en salud: en defensa de la vida


identidad. Las personas dejarán de ser viejas, jóvenes, padres, madres, tra-
bajadores, jubilados o desempleados, músicos o profesores, y todos serán
enfermos de alguna cosa, de modo que poco importará pelear con la enfer-
medad como uno de los componentes de estas existencias concretas. Ni
siquiera se cuestionan sobre cómo combinar una enfermedad determinada
y el ser concreto agredido, cómo combinar el enfrentamiento de una deter-
minada enfermedad con la lucha contra el desempleo, el combate de una
determinada enfermedad con el cumplimiento de las funciones maternas o
el cuidado y tratamiento de un determinado malestar con la conservación de
algún bienestar o de algún placer.
Esta polémica tendrá que establecerse con la clínica, sin lo cual nunca
habrá una clínica reformada y mucho menos ampliada. Una enfermedad
perturba, transforma y hasta mata sujetos; con todo, apenas por excepción
liquida a todas las demás dimensiones de la existencia de cada uno. Así,
hipertensiones arteriales similares, según los criterios clínicos tradicionales,
tendrían consecuencias y gravedades distintas conforme sea el sujeto y el
contexto en cuestión. La clínica se empobrece toda vez que ignora estas
interrelaciones y pierde, inclusive, la capacidad de resolver problemas
estrictamente clínicos.
Por lo tanto, se sugiere una ampliación del objeto del saber y de la inter-
vención de la clínica. De la enfermedad como objeto de conocimiento y
de intervención, se pretende, también, incluir al sujeto y su contexto como
objeto de estudio y de las prácticas de la clínica. Mientras tanto, se tratará de
una ampliación, no de un cambio. El objeto para estudiar, a partir del cual se
desdoblará un campo de responsabilidades para la clínica, será un complejo,
una mezcla, resultante de una síntesis dialéctica entre el sujeto y su dolencia.
Considerar a la enfermedad es mucho más importante porque influye,
además, en la definición sobre la que la clínica debiera investigar. En los
casos de enfermedades o deficiencias crónicas, de larga duración, en general
incurables, se debe pensar en la clínica del sujeto. En general, estas personas
están mucho más dependientes de algún tipo de apoyo técnico (medicación,
hormonas, insulina, rehabilitación física, etc.), sujetas a variaciones de humor
debido a sus enfermedades, que los disminuyen en relación con la media de
la especie o del contexto sociocultural (terapia individual, trabajo en grupo)
y más expuestos a las dificultades del contexto y que se verán favorecidas por
programas sociales específicos (cooperativas de trabajo, apoyo educacional,
viajes, viviendas colectivas, etc.). En fin, personas con cualquiera de estas
características se beneficiarán de una clínica reformulada y ampliada.
En este sentido, respecto de la relación entre enfermedad y sujeto hay
muchas posiciones posibles: desde aquellas en la que la dolencia ocupa un

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 43


gran espacio en la existencia del sujeto hasta otras en que la enfermedad es
un riesgo en el agua, un evento transitorio y fugaz. Además, enfermedades
semejantes desde el punto de vista de su clasificación pueden incidir de
forma diferenciada conforme la historia y los recursos subjetivos y materiales
de cada sujeto. Los servicios de salud deberán operar con la suficiente plasti-
cidad para dar cuenta de esta variedad.
Entonces, ¿existe más de una clínica?; ¿qué es la clínica?; ¿hay solo una
clínica, una clínica sin adjetivos que la califique?

La clínica y sus variaciones de fisonomía

La medicina imagina la existencia de una clínica única, de una clínica


totalizadora: la clínica científica y ética. Sin embargo, se trata de una pura
declaración ideológica, tal vez asentada sobre la preocupación de vender la
imagen de una institución racional y humana. En los principales manuales de
semiología ya se encuentra que la clínica será ciencia y arte (Campos, 1992),
lo que indica cierta contradicción, ya que ciencia refiere a saberes y proce-
dimientos normalizados, y arte a la invención o a la improvisación. Históri-
camente la institución médica va resolviendo este dilema al tratar de trans-
formar la dolencia en objeto científico pasible de elaboraciones estructurales
y, por ende, base de apoyo para una acción orientada de los profesionales, al
mismo tiempo que imagina la relación médico-paciente, es decir, el trabajo
con sujetos concretos vinculado al campo del arte y, por consiguiente, de lo
imprevisible: el espacio en que cada caso será diferente de los demás.
A pesar de la ideología, esta ideología existe y, por lo tanto, existe una
clínica clínica, por lo menos en cuanto sistema de referencia y —conven-
gamos— algunos sistemas de referencia ejercen bastante influencia sobre la
materialidad de la cosa y de los fenómenos. En el caso de la medicina, opera
en nombre de un sistema de referencia, sólido en certezas y lleno de vacíos,
al que se le tiene asegurado respetabilidad y longevidad. Por este motivo, se
optó por trabajar con la idea de semblantes, de faces o de los dobles de la
clínica. Existen, de hecho, en la práctica, un gran número de clínicas. Si bien
hay proximidad entre ellas, también hay muchas diferencias entre sí. En este
sentido, es importante considerar las tres caras principales respecto de cómo
la clínica se presenta: una clínica oficial (clínica clínica), una clínica degradada
y otra clínica del sujeto.
La clínica degradada o ampliada está en relación con aquella considerada
oficial. ¿Degradada por qué? Este concepto trata de reconocer qué contextos
socioeconómicos específicos pueden ejercer una determinación tan absoluta

44 Gestión en salud: en defensa de la vida


sobre la práctica clínica que esta tendrá su potencialidad disminuida para
resolver problemas de salud. En este caso, lo degradado se refiere aquí a límites
externos impuestos a la potencia de la clínica clínica. Muchos críticos de la
medicina se han valido de estas degradaciones que derivan de intereses eco-
nómicos corporativos o de políticas de salud muy deficientes para criticar a
la clínica como institución (Illich, 1975). Este expediente les ha simplificado
la tarea; no obstante, ha generado bastante confusión. Cuando una empresa
médica dificulta el libre albedrío de los médicos o les impone restricciones,
independientemente de la gravedad de cada caso, la baja eficacia de las prác-
ticas no puede ser atribuida a la clínica en sí, sino a esa clínica degradada por
aquellas condiciones específicas. Otro ejemplo es el modelo de atención de
emergencia, que es practicado en millares de instituciones públicas y que fue
brillantemente criticado por Ricardo Bruno, al que él denominó sistema de
trabajo queja-conducta (Gonçalvez, 1994). Sin embargo, este estilo de trabajo
viola principios básicos de los propios manuales de la clínica oficial; la degra-
dación existente resulta de una mezcla entre una política de salud inadecuada
y un comportamiento alienado de los médicos que la practican, al atender
los casos de una manera reglada, casi independiente de la gravedad y de las
necesidades de cada uno de sus pacientes.
Por lo tanto, hay una clínica degradada por intereses económicos o por
desequilibrios muy pronunciados de poder. Cada vez que la racionalidad
estrictamente clínica es atravesada por otras racionalidades del tipo instru-
mental o estratégicas, hay una degradación de su potencialidad teórica y se
pierde la oportunidad de resolver problemas de salud.
No es que se esté imaginando una situación ideal en que la racionalidad
clínica pudiese generarse en forma pura. Esto sería idealismo, sería el no reco-
nocer el concepto de práctica social que afirma que toda acción de salud es una
práctica siempre sometida a determinantes sociales, políticos y económicos.
Sin embargo, las organizaciones de salud pueden crear ambientes y situaciones
más o menos protegidas de todas estas determinaciones. Instituciones más o
menos permeables a estas múltiples fuerzas e intereses en juego. Existen ser-
vicios de salud que subordinan todas estas otras lógicas a la de producción de
salud; siempre procuran asegurar preeminencia al interés del paciente. No es
que esta postura sea siempre vencedora, lo que se está asumiendo aquí es la
existencia de organizaciones en las que el interés económico aparece antes que
el del paciente, en que la lógica política y del poder se sobreponen a la razón
de la cura o rehabilitación de las personas. Esto produce una clínica degradada.
No obstante, la clínica oficial (clínica clínica) es también bastante limitada,
y estos límites, al contrario de aquello divulgado por la ideología médica,
no resultan solo de los aspectos oscuros —desconocidos— de los procesos

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 45


salud-enfermedad (PSE). Un gran número de autores demuestra sus limi-
taciones ontológicas, sus debilidades de constitución (Foucault, 1980; Can-
guilhem, 1982). Es verdad que la medicina siempre los ignoró. Recientemente,
con la crisis de costos y eficacia, sin ninguna referencia a estos criterios origi-
nales, se constatan algunas aperturas entre ciertos epígonos de la institución
médica. Las facultades de Medicina, por ejemplo, admiten rever su modelo
pedagógico. De cualquier manera, se ha producido una copiosa literatura
que critica a la medicina oficial. Se puede incluso afirmar que, en las últimas
tres décadas, una parte importante de las investigaciones en salud colectiva
tuvo como objeto el estudio crítico de las prácticas médicas. Se demostró
que la medicina opera con un objeto de estudio y de trabajo reducido, lo
que traería implicaciones negativas tanto para su campo de saberes como
para sus métodos y técnicas de intervención (Camargo Jr., 1990). Además de
eso se podría constatar en la actualidad que este reduccionismo autorizará
a la clínica oficial a no responsabilizarse por la integralidad de los sujetos.
Asimismo, la clínica solo se responsabiliza por la enfermedad, nunca por la
persona que está enferma.
Este objeto de estudio y de intervención estará reducido en múltiples
dimensiones: por un lado, un enfoque desequilibrado hacia el lado biológico,
al olvidarse de las dimensiones subjetivas y sociales de las personas, lo que
acarreará que los saberes y prácticas estén marcados por el mecanicismo y la
unilateralidad en el enfoque; por otro lado, se aborda más a la enfermedad
que al individuo, es decir, se piensa en un individuo fragmentado, un ser
compuesto de partes que solo en teoría guardarían alguna noción de interde-
pendencia. Este reduccionismo tiene innumerables consecuencias negativas:
el abordaje terapéutico volcado de manera excesiva a la noción de cura —con
frecuencia confundida con la simple eliminación de los síntomas y, en el
mejor de los casos, con la corrección de lesiones anatómicas y funcionales—,
dejando en segundo plano las posibilidades de promoción de la salud, de
prevención o de rehabilitación. Además de eso, este objeto reducido auto-
rizará la multiplicación de especialidades que terminará por fragmentar, a
un nivel insoportable, el proceso de trabajo en salud. En consecuencia, se
viene reduciendo la capacidad operacional de cada clínico, estableciéndose
una cadena de dependencia casi imposible de ser integrada en proyectos
terapéuticos coherentes.
Todo este sistema viene produciendo relaciones bastante paradojales
con la sociedad. En cierta medida, la medicina nunca perdió la capacidad de
ejercer control social sobre la mayoría de las personas; su papel de árbitro
y su discurso competente sobre temas ligados a la vida continúan vigentes.
Sin embargo, en el trabajo cotidiano se percibe un grado cada vez mayor de

46 Gestión en salud: en defensa de la vida


alienación de sus agentes en relación con los sujetos concretos que dependen
de sus cuidados. Alienación, alejamiento, desinterés, fijación en procedi-
mientos técnicos normatizados, dificultad para escuchar quejas, imposibi-
lidad de comunicar cualquier cosa, además de la secuencia automática de
procedimientos, pero tiene gran capacidad de influenciar al imaginario
social. Tal vez por la articulación de la clínica con el medio y con el complejo
médico-industrial, por la función social de los adversarios de la muerte y del
sufrimiento o por la capacidad de resolver un serio problema de salud y de
aliviar muchos sufrimientos que la clínica misma, aunque degrada, conserva
todavía. Por todo esto, la clínica sigue siendo una institución importante e
influyente: un espacio donde las personas invierten afectos y esperanzas,
donde aún se producen valores de uso e, inevitablemente, se disputa poder,
y muchas veces se transforman valores de uso en puros valores de cambio,
interés económico o realización de plusvalía para los otros, casi nunca de los
enfermos.
Pues bien, ¿y la clínica del sujeto? Ampliada y revisada, revisitada. De esto
trata este trabajo. Con todo, ella tendrá que enfrentar y derrotar los prin-
cipios y las críticas que la clínica oficial no ha conseguido ni siquiera analizar
y mucho menos resolver. ¿Cómo criticar la fragmentación que se origina de
la especialización progresiva sin caer en un oscurantismo simplista? Un oscu-
rantismo que niega el desarrollo progresivo de los saberes y de las tecno-
logías. Habrá que enfrentarse a ese desafío y no solo ayudándose del lugar
común posmoderno de la transdisciplinariedad. Los conceptos de campo y
núcleo de saberes y de responsabilidades intentarán operar esta difícil travesía.
Después habrá que articularlos con las nociones de equipo clínico de referencia
—organización vertical del proceso de trabajo, organización basada en el
campo, espacio de una clínica ampliada— y de apoyo especializado matricial, es
decir, la organización horizontal del proceso de trabajo, en donde se intenta
combinar especialización con interdisciplinariedad, especialistas apoyando
el trabajo del clínico de referencia conforme el proyecto terapéutico coor-
dinado por la referencia adecuada, pero elaborado en permanente nego-
ciación con el equipo involucrado en la atención matricial. Además de esto,
habrá que superar la alienación y la fragmentación y el tecnicismo biologi-
cista, al centrarse en el eje de la reconstitución del vínculo entre clínico de
referencia y sus pacientes. Habrá que superar la fragmentación entre la bio-
logía, la subjetividad y la sociabilidad mediante el trabajo con proyectos tera-
péuticos amplios que expliciten objetivos y técnicas de acción profesional y
que reconozcan un papel activo para el expaciente, para el enfermo en lucha
y en defensa de su salud, en general, interrelacionado con la salud de los
otros. Es una crítica que se pretende dialéctica el hecho de que la clínica clínica

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 47


esté obligada a deconstruir reconstruyendo alternativas concretas de saberes
y de praxis: una clínica reformulada y ampliada.

Entre la ontología de la dolencia


y la fenomenología del sujeto enfermo

Una primera ampliación del objeto de trabajo de la clínica.

El objeto de la clínica del sujeto incluye la dolencia, el contexto y el propio


sujeto. No hay modo de ignorar la enfermedad, ya que en tal caso no sería
clínica sino sociología o filosofía existencial; tampoco se puede abordar la
dolencia sin encuadrarla dentro de una cierta ontología. La dolencia existe
y no existe, antes de Max Weber la clínica ya operaba, en la práctica, con
un concepto muy semejante al de tipo ideal. Una abstracción concreta: la
dolencia. Un ser inanimado, pero dotado de animación externa. Un ser pro-
bable, aunque inexistente en la práctica. Una regularidad que nunca se repite
exactamente igual. Entonces, ¿por qué se considera que estos son patrones
teóricos? Porque dentro de la ontología existe todo un mundo de certezas
que infunde seguridad a los sujetos operadores, a los agentes de salud. Tratar
la enfermedad como un ser con identidad propia es la base que autoriza a
un profesional de salud a intervenir en casos concretos. El problema ocurre
cuando este ser de la dolencia sustituye completamente al ser que realmente
es y se pierde la capacidad de que se opere con la singularidad de cada caso.
No obstante, saber sobre la hipertensión en general ayuda bastante; conocer
desdoblamientos genéricos sobre el proceso de gestación considerado
normal también ayuda mucho y, aunque se sepa de esta supuesta anorma-
lidad inexistente, conocer sobre el tipo de gestación ideal, ayuda. Ayuda,
pero confunde, perturba, porque en nombre de esta abstracción se autorizan
intervenciones impropias, intervenciones que desconocen la variabilidad
posible de lo singular.
Todo saber tiende a producir cierta ontología de su objeto, a transformar
el objeto de análisis en un ser con vida propia. La política procede así con
el Estado, los Estados se transforman en sujetos, casi con independencia de
los seres concretos que los operan. La medicina se transformó a sí misma en
un ser dotado de vida propia, con desarrollo, enfermedades y capacidad de
autocorrección. Todo normatizado, toda programación y toda planificación
implican la suposición de un mundo sujeto a reglas. Un mundo en que las

48 Gestión en salud: en defensa de la vida


dolencias serán una misma en cada una de sus múltiples manifestaciones, un
mundo en que estas variaciones jamás destruirán la identidad de la enfer-
medad o del problema institucional o social enfrentado por estas formas de
praxis. En resumen, aprender sobre una praxis presupone suponer casos que
se repetirán de manera más o menos igual. De la ontología a la ortodoxia,
sin embargo, hay apenas un paso. Sobre estas supuestas verdades, en general
se organiza todo un sistema de poder, una jerarquía de guardianes, de fieles
defensores de la identidad de la ontología contra la variación de la vida.
Mientras tanto, tratados sobre la dolencia o sobre la fisiología del patrón de los
seres humanos ayudan a la clínica. Más que ayudar, la tornan posible.
El desafío estará en pasar de este campo de certezas, de regularidades más
o menos seguras, al campo de la imprevisibilidad radical de la vida cotidiana.
Situación y estructura. El saber seguro y preso de las estructuras o lo impre-
visible caótico de las situaciones siempre diferentes. ¿Cómo realizar este
trayecto con seguridad? Una primera respuesta: el reconocimiento explícito
de los límites de cualquier saber estructurado ya constituye una primera
solución, pues obligará a todos los especialistas a reconsiderar sus saberes
cuando se encuentre delante de cualquier caso concreto. Siempre.
No obstante, queda la pregunta: ¿cómo realizar este trayecto de lo general
a lo particular con un poco más de seguridad que aquel, por ejemplo, exigido
al artista?; ¿la clínica como arte? La vida de una persona no es un montón de
arcilla o de piedra que se pueda sacar afuera en el caso de que la intuición
del artista no estuviera funcionando. Por este motivo, es muy importante
conocer aspectos genéricos de los procesos salud-enfermedad-atención
(PSEA), por lo cual resulta fundamental aprender la variación, saber escuchar
e indagar en cada caso singular y decidir, ponderando, escuchando a otros
profesionales, exponiendo incertidumbres y compartiendo dudas. La clínica
del sujeto demanda trabajo en equipo y un hacer comunicativo. Habermas
y la clínica. La arrogancia de un sabio que conoce casi toda la historia de un
ser inexistente puede confundir más que ayudar. No obstante, se tiene que
conocer lo relacionado con las normas posibles.
Es necesario hacer notar cómo esta exigencia básica de la práctica clínica es
antagónica a la tendencia contemporánea de realizar una clínica sin riesgos a fra-
casar. Presionados por los sucesivos procesos de mala praxis, empresas y profe-
sionales de salud, particularmente, en EEUU, actúan solo en situaciones en que
el riesgo de fracaso es muy pequeño. En el fondo, todos pierden en este nuevo
círculo vicioso. La tendencia medicalizante e intervencionista sustituida por una
postura prescindente. De un extremo a otro, sin mediaciones más provechosas.
En este sentido, las organizaciones de salud —inclusive para asegurar el
ejercicio de una clínica de calidad— estarán obligadas a adoptar una cultura

La clínica del sujeto: por una clínica reformulada y ampliada 49


de comunicación. El primer paso es quebrar la arrogancia pétrea de la
medicina, con sus doctores y sus protocolos, que serán bienvenidos desde
que hubiera un espacio para que se dudara de ellos, para que los equipos
actuaran apoyados en ellos, pero dudando de ellos. La gestión colegiada y la
división de los servicios de salud en unidades de producción compuestas por
equipos multiprofesionales crean condiciones institucionales favorables para
el intercambio de información y la construcción colectiva de los proyectos
terapéuticos. Con la construcción colectiva se evita que se diluyan respon-
sabilidades y la omisión delante de lo desconocido o frente a lo imprevisto.

50 Gestión en salud: en defensa de la vida


Capítulo 6

Equipos de referencia y apoyo


especializado matricial

Introducción

Este capítulo describe un esquema de organización para el trabajo en salud,


al que se ha denominado equipos de referencia con apoyo especializado matricial.
Se supone que esta ordenación potencializará alteraciones en la subjetividad
y en la cultura dominante entre el personal de salud, por medio de una valo-
rización concreta y operacional de las directrices del vínculo terapéutico
(Pichon-Rivière, 1988; Campos, 1992), del de interdisciplinariedad de los
saberes y de las prácticas ( Japiassu, 1976; Nunes, 1995; Testa, 1997; Almeida
Filho & Paim, 1999; Passos & Benevides, 1998) y del de gestión de organiza-
ciones como dispositivo para producción de grupos sujetos (Campos, 1998).
No se trata de un estudio empírico sobre el impacto de la utilización de
esta metodología de trabajo en situaciones concretas, sino de su descripción
y justificación teórica. Aun así, con certeza, se puede tener en consideración
experiencias en las cuales estas directrices organizacionales sirvieron como
principal inspiración. En el período 1990-1998, equipos de referencia fueron
implantados en varios servicios de salud; además se hicieron con modifica-
ciones en relación con el modelo teórico descrito en virtud de especificidades
organizacionales y culturales. En la salud mental —Servicio de Salud Cándido
Ferreira, (Campinas, San Pablo)—, en hospitales —Hospital Público Regional
de Betim (Mina Gerais) y Hospital Municipal de Paulina (San Pablo)—, en ser-
vicios de enfermedades de transmisión sexual/sida —atención domiciliaria
del sida (Campinas, San Pablo)— se reorganizaron los procesos de trabajo
de acuerdo con las direcciones del modelo de equipos de referencia. Los sis-
temas de atención primaria (red de centros de salud y de salud de la familia de
Betim, San Pablo) también están siendo reformulados según estas directrices.

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 99


Sin duda, la elaboración teórica solamente se hizo posible después de que
estos equipos de trabajadores se dispusieran a realizar una crítica viva de
los conceptos y tecnologías sugeridos por la metodología propuesta. En este
sentido, las reflexiones que aquí se presentan tienen una deuda insalvable con
todo el personal que las fue recreando o con las que venían siendo sugeridas
ya sea por los textos del autor o por el resultado de otras experiencias. A ellos
mi gratitud y el homenaje de mi admiración más sincera.

Dispositivos, arreglos organizacionales y la gestión


democrática en salud

Según Baremblitt, dispositivo es “un montaje o artificio productor de inno-


vaciones que genera acontecimientos, actualiza potencialidades e inventa lo
nuevo Radical” (Baremblitt, 1992, p. 151). Se puede observar que en esta con-
ceptualización los dispositivos aparecen como combinaciones variadas de
recursos que alteran el funcionamiento organizacional, pero que no forman
parte de la estructura de las organizaciones. Serían artificios que se introducen
con el objetivo de instaurar algún proceso nuevo, programas asistenciales,
modificaciones en la cultura institucional o para reforzar o alterar valores,
etc. Cuando se anhelan cambios o, asimismo, el refuerzo de algún comporta-
miento, se acostumbra utilizar dispositivos para intervenir en la realidad coti-
diana de los servicios. En salud, han sido frecuente la organización de oficinas
de planificación, entrenamiento y cursos, sensibilización, discusiones de pro-
blemas, etc. El empleo de este tipo de recurso en el Sistema Único de Salud
(SUS) es común (Cecílio, 1994; Teixeira & Melo, 1995; Kadt & Tasca, 1993).
Estos espacios todavía tienen, en general, carácter transitorio y no logran
alterar la lógica fundamental del funcionamiento de las organizaciones ya sea
en su dimensión gerencial o en sus aspectos asistenciales. En caso de éxito,
se modifican aspectos puntuales gracias a los efectos de estos dispositivos. No
obstante, casi siempre la lógica estructural de la organización está preservada.
Ejemplos: se ponen en funcionamiento oficinas de planificación estratégica
con relativo grado de participación; una vez finalizados los trabajos, se retorna
a funcionar según normas o reglas autoritarias sin alterar la tradicional línea
de verticalidad de mando o la vieja separación departamental entre los pro-
fesionales y las especialidades. Se realizan grupos de integración con técnicas
modernas y enseguida se vuelve a un estilo gerencial que limita y restringe la
comunicación cotidiana.
En general, el viejo orden administrativo y la antigua organización del
proceso de trabajo continúan produciendo subjetividades según la lógica

100 Gestión en salud: en defensa de la vida


dominante y no según aquella que se pretende por los promotores de
estos dispositivos.
En realidad, tanto la subjetividad como la cultura de las personas o de
una organización son socialmente producidas (Marx & Engels, 1996; Guattari
& Rolnik, 1981). Son el resultado de la estructura, del funcionamiento orga-
nizacional y de la ordenación específica de los procesos de trabajo. En este
sentido, la cultura y la subjetividad de los equipos de trabajo serán productos
con múltiples determinaciones. Dependerán de los saberes dominantes: la
Clínica Médica, por ejemplo, condiciona y produce valores, posturas, deberes
y responsabilidades. No obstante, también lo hace el pensamiento refor-
mista del movimiento sanitario, el de la salud mental o el propio psicoaná-
lisis como cualquier otra disciplina. Además, la definición concreta de cuáles
serán los deberes y responsabilidades de un equipo depende también del
contexto socioeconómico y político: el valor de uso de la vida varía conforme
el tiempo, el espacio y la clase social de las personas. El valor de uso de un
bien o de un servicio es, en sí mismo, un producto social e histórico.
Además de esto, la subjetividad y la cultura dominante en las instituciones
son también influenciadas por el protagonismo de los grupos, es decir, son
pasibles de cambios por medio de la acción humana. En este sentido, el estilo
de gobierno y la estructura de poder de las organizaciones condicionan y
determinan comportamientos y posturas. Un sistema de poder muy verti-
calizado, con toma de decisiones centralizadas, tiende a estimular falta de
compromiso y alienación entre la mayoría de los trabajadores. Un proceso de
trabajo centrado en procedimientos y no en la producción de salud tiende a
diluir el compromiso de los equipos de salud con los usuarios.
Con frecuencia algunos dispositivos han sido constituidos para atenuar
los efectos desagregadores y alienantes de la lógica organizacional arriba des-
crita, cuando en realidad se trataría de alterar el ordenamiento de estas orga-
nizaciones en su dimensión gerencial —democratización de la gestión— o en
la atención a la salud con la reforma del modelo de atención (Campos, 1992).
No hay aquí censura en la utilización de dispositivos de carácter
episódico. Al contrario, valerse de estos recursos es una de las reglas
para la buena gerencia. Lo que se está afirmando es la insuficiencia de
este recurso y, por ende, se sugieren que se emprendan cambios en la
estructura gerencial y asistencial de los servicios de salud, recreándolos
de nuevo. Dispositivos que produzcan otra cultura y otras líneas de sub-
jetivación: a saber, estructuras que no fuesen centralmente inductoras
de corporativismo y alienación. Se trataría de instaurar un nuevo orden
organizacional que estimulase el compromiso de los equipos con la pro-
ducción de salud, sin exigir en cambio omnipresencia u omnipotencia,

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 101


pero que les facilitase, al mismo tiempo, la adecuada realización personal
y profesional (Campos, 1998).
Herbert Marcuse escribió que lo instituido —concretizado bajo la forma
de estructuras, normas y valores dominantes— representa la materialización
del principio de realidad (Marcuse, 1998), es decir, la organización real de una
institución o un modo de producción de servicios de salud no son obra de la
casualidad. Al contrario, reflejan intereses, directrices y valores dominantes en
una cierta época y en un contexto dado. Cada modo específico de organizar la
vida sirve a la concreción de determinados objetivos y no de otros. Por lo tanto,
las lógicas de gobierno y de los procesos de trabajo no son nunca inocuas.
En este texto, se sugieren nuevos dispositivos para los servicios de salud
con base en los conceptos de equipos de referencia y del apoyo especializado
matricial. Se parte de la suposición de que una reordenación del trabajo en
salud según la directriz del vínculo terapéutico entre equipo de profesionales
y usuarios estimularía la producción progresiva de un nuevo patrón de res-
ponsabilidad para la coproducción de salud. Esto articulado a las directrices
de gestión colegiada (Campos, 1998) y de trabajo interdisciplinario (con cierto
grado de intercambio dialógico entre las prácticas y los saberes, o sea trans-
disciplinario) posibilitarían una superación de aspectos fundamentales del
modelo médico-hegemónico. Modelo ampliamente criticado por una serie
de autores clásicos (Donnangelo, 1975; Luz, 1988; Mendes-Gonçalvez, 1979).
Un nuevo dispositivo que estimulase en lo cotidiano la producción de
nuevos patrones de interrelación entre equipos y usuarios, de modo que
ampliase el compromiso profesional con la producción de salud y quebrase
obstáculos a la comunicación.

El nuevo dispositivo: equipos de referencia y trabajo de


apoyo matricial

La reforma y ampliación de la clínica y de las prácticas de atención integral


de la salud dependen básicamente de la institución de nuevos patrones de
maneras de relacionarse entre sujeto/clínico y sujeto/enfermo (obvio, este
dilema no será expuesto de esta misma manera para la salud colectiva, en
particular cuando sea tomado como práctica social concreta).
En este sentido, se trataría de instituir —como norma organizativa— un
nuevo sistema de referencias entre profesionales y usuarios. Cada servicio de
salud sería reprogramado a través de la composición de equipos de referencia
recortados según sea su objetivo, las características de cada local y la dispo-
nibilidad de recursos. De cualquier forma, estos equipos obedecerían a una

102 Gestión en salud: en defensa de la vida


composición multiprofesional, variable, conforme a la circunstancia de estar
trabajando en atención primaria, hospital, especialidades, etc.
La clientela de una región o de un establecimiento sería dividida en
grupos bajo la responsabilidad de distintos equipos de referencia.
En un centro de salud de red básica, por ejemplo, se montarían equipos
de salud de la familia (médico-generalista, auxiliares de enfermería y agentes
de salud), equipos de salud de la infancia (pediatría, enfermeros, etc.), de salud
del adulto (clínico, auxiliares de enfermería, etc.). En función de la disponi-
bilidad de recursos, cada equipo mínimo podría contar con médicos, enfer-
meros, asistentes sociales, psicólogos; en caso de haber menor disponibilidad
de profesionales, se ubicarían a estos profesionales más escasos en la línea
de apoyo matricial, es decir, estos profesionales integrarían el trabajo de un
determinado número de equipos de referencia siempre que su trabajo fuese
considerado prioritario o necesario. Así, un psicólogo o un nutricionista
podrían supervisar y apoyar el trabajo de cuatro o cinco equipos de referencia
de salud de los niños o de la familia. Lo mismo podría ocurrir con fisiotera-
peutas u otros especialistas. Algunas actividades específicas, como el trabajo
en grupo, educación en salud, paseos terapéuticos, gimnasia para la tercera
edad, etc., serían también ofrecidos a la clientela de los equipos de referencia.
Un médico o una enfermera, aun cuando estén integrando un equipo y por
lo tanto sean responsables de un conjunto de pacientes adscriptos, podrían
ofrecer actividades de carácter matricial. Cada equipo de referencia de la red
básica, para asegurar una atención integral a la salud, tendría bajo su respon-
sabilidad una población de entre 1.500 y 3.000 personas.
En un hospital de día, o en un centro de salud mental o de rehabilitación,
o en un ambulatorio de especialidades, se organizarían también equipos de
referencia multiprofesionales con dos, tres o más profesionales (psicólogos,
psiquiatras, enfermeros, terapeutas ocupacionales, infectólogos, fisiotera-
peutas, etc.), organizados conforme al objetivo, características de los usuarios
y responsabilidad de cada uno de estos servicios. Cada equipo de referencia
tendría bajo su responsabilidad un conjunto de pacientes adscriptos según
su capacidad de atención y la gravedad de los casos. Doscientos, trescientos,
ochenta personas —cantidad a ser definida en cada contexto— acompañados
por cada uno de los equipos de referencia, responsables de elaborar proyectos
terapéuticos individuales en relación con cada caso y la disponibilidad de
recursos, que varíe en el tiempo la composición de recursos ofertados a cada
usuario. La concentración mayor o menor de actividades se hará según el
riesgo y fase de evolución de los casos. También en estas unidades se utilizará
el apoyo matricial. Así, en un centro de salud mental o de atención clínica se
podrá ofrecer bajo la forma matricial a varios equipos que necesiten de ella.

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 103


En un centro de salud mental, una oficina cultural se podría ofrecer como
actividad matricial a ser indicada por los equipos de referencia para aquellos
usuarios que se beneficien y se interesen por el tipo de oferta en estudio.
Una observación importante y que altera las tradicionales nociones de
referencia y contrarreferencia vigentes en nuestros sistemas de salud: cuando
un paciente utiliza un servicio matricial, nunca deja de ser usuario del equipo
de referencia. En este sentido, no hay una orientación dirigida: los diseños de
proyectos terapéuticos no son ejecutados solo por los equipos de referencia,
sino también por un conjunto más amplio de trabajadores. De cualquier
forma, la responsabilidad principal de la conducción del caso continúa con el
equipo de referencia.
De igual manera, en los hospitales, cada enfermo tendría su equipo de
referencia (médico o profesional central para el caso, por ejemplo, un orto-
pedista y un fisioterapeuta para pacientes en rehabilitación o un infectólogo
y un psicólogo cuando el componente psíquico fuese relevante, además de
enfermeros y auxiliares de enfermería, etc.).
En todas estas modalidades de servicios, especialistas y profesionales
organizarían una red de servicios matriciales de apoyo a los equipos de refe-
rencias. Habría una oferta tan amplia como fuera posible y necesaria, con el
fin de enriquecer las posibilidades de composición de los proyectos terapéu-
ticos. El apoyo matricial organizado de esta forma amplía las posibilidades y
la composición interdisciplinaria de los proyectos terapéuticos, sin diluir la
responsabilidad sobre los casos y sin crear recorridos interminables. Incluso
permite a los profesionales combinar de forma más libre el trabajo con los
usuarios adscriptos, con espacios en que podrían dedicarse a actividades que
sea más de su gusto. Esto es particularmente conveniente cuando se piensa
en el amplio menú de actividades matriciales que puede ser ofrecido. Así, una
enfermera, además de su actividad nuclear típica, podría ofrecer, también, en
algunas horas de su jornada, grupos terapéuticos, caminatas, etc.
El objetivo de esta directriz organizacional es instituir un modelo de
atención más singularizado y personalizado, en donde cada técnico y cada
equipo tendrían usuarios adscriptos más o menos fijos. Esto objetiva tanto
reforzar el papel terapéutico inherente a la dialéctica del vínculo, de llegar
a estar bien trabajada, como permitir también que los profesionales acom-
pañen mejor, en el transcurso del tiempo, el PSEI de cada paciente.
El estímulo a la institución de gradientes de vínculos genera meca-
nismos de aproximación y de compromiso entre los pacientes y el equipo
de referencia, y permite mayor visibilidad de la calidad del trabajo de cada
equipo, al disminuir la distancia hoy abismal entre el poder de los técnicos
y de los pacientes.

104 Gestión en salud: en defensa de la vida


La composición de estas agrupaciones adscritas a un equipo podría coin-
cidir a través de la combinación de tres lógicas distintas: los propios usuarios
eligiendo profesionales de su confianza; los equipos al orientar e indicar los
casos conforme criterios técnicos o administrativos, teniendo en cuenta tanto
las especificidades de cada caso como las de los distintos profesionales de un
determinado servicio; la distribución igualitaria del trabajo dentro de cada
unidad. En el caso de choque de estas lógicas, la situación se resolverá siempre
por negociación: nunca se deberá imponer una lógica por sobre la otra.
Si, por un lado, el sistema de referencia facilita el vínculo y la definición
más clara de responsabilidades, por otro lado, facilita y produce algunos
antagonismos con el trabajo interdisciplinario. El proyecto terapéutico es
responsabilidad de todo el equipo de referencia y no solamente del médico,
tanto cuando se hace el diagnóstico (evaluación de los riesgos) como el tra-
tamiento (varios profesionales trabajan las múltiples dimensiones de cada
caso). Esto estimula otra dinámica de relación dentro del equipo, ya que se
fomenta el proceder comunicativo debido a que un profesional depende del
otro para el éxito del trabajo. En el ínterin, al mismo tiempo que cada equipo
de referencia desarrolla una práctica lo más integral posible considerando la
biología, lo subjetivo y lo social imbricado en cada caso, ningún profesional
sabría sobre todo y ningún equipo completaría toda la potencialidad de un
trabajo interdisciplinario. Por esta razón, se utilizará el recurso de apoyo
especializado matricial, que posibilitaría, teóricamente, el enriquecimiento
de los proyectos terapéuticos.
El papel de los profesionales integrantes de un equipo de referencia
no sería solamente el de fiscalizar el tratamiento y la rehabilitación de
sus pacientes asignados. Sería una especie de ombudsman de los usuarios.
Tampoco le cabría únicamente la responsabilidad de administrar la trans-
ferencia de sus pacientes entre los servicios de salud y la sociedad. Pensar
el papel de referencia como una especie de gerente de los casos bajo su res-
ponsabilidad es poco. En esencia, la principal función de los profesionales
de referencia sería elaborar y aplicar el proyecto terapéutico individual, y
un proyecto terapéutico individual implica un determinado diagnóstico,
depende de una aproximación entre paciente, familia y profesionales de
referencia e implica la institución de prácticas individuales, de grupo y
también colectivas.
Es obvio que los técnicos de referencia no deberían realizar todo esto ais-
lándose de los demás. Al contrario, el equipo actuaría como apoyo a otros profe-
sionales y de otros equipos conforme el conocimiento que se fuera adquiriendo
sobre cada caso. Mientras tanto, la iniciativa de la responsabilidad por el desen-
volvimiento del proyecto terapéutico sería del equipo de referencia.

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 105


Para atenuar este impasse es que se sugiere la institución de una matriz
organizacional con la siguiente orientación:

ƒƒ En el sentido vertical, se preparan los equipos de referencia.

ƒƒ En el horizontal (línea de apoyo matricial), los distintos profesionales con


la lista de actividades y de procedimientos ofrecidos por cada uno. Esta
disponibilidad debería ser de conocimiento general, y las indicaciones
para la utilización de estas actividades dependerían de la coordinación
trilateral: del terapeuta de referencia, del profesional que ofrezca la acti-
vidad matricial y del propio usuario.

De esta manera, un profesor de educación física, por ejemplo, se incluiría en


el trabajo interdisciplinario en salud mental por el lado matricial y ofrecería
una lista de actividades que podrían (o no) ser incluidas en el proyecto tera-
péutico de acuerdo con el triple entendimiento arriba referido. Otros tra-
bajadores, además de funcionar como referencia, podrían también ofrecer
programas en la oficina de rehabilitación ocupacional; estos últimos serían
ofertados en forma matricial, es decir, que ellos recibirían pacientes enca-
minados por otras referencias, además de los de su propia lista de usuarios.
Otro de los profesionales que trabaje con rehabilitación, pero que opera
como referencia, podría orientar a aquellos de sus pacientes cuyos pro-
yectos terapéuticos así lo exijan para su asistencia clínico individual. En este
caso, la matriz o atención médico individual podría ser considerada como
una actividad de línea horizontal. Simultáneamente, aquellos terapeutas de
referencia que sean médicos podrían ellos mismos realizar estas asistencias
individuales conforme a la necesidad de su clientela. Así sucesivamente, las
posibilidades de combinación de esta matriz son inúmeras y permite que el
equipo explore el máximo de sus posibilidades los campos y núcleos de com-
petencia de todos (Campos et al., 1997).
La distribución de obligaciones entre los profesionales-referencias
(medida principalmente por el número y complejidad de los pacientes bajo
la responsabilidad de cada equipo) y aquellos dedicados al apoyo matricial
horizontal (número de procedimientos y horas distribuidas en actividades
distintas) dependería de un eterno ajuste y de una negociación continua
entre el equipo y sus coordinadores y supervisores. Repárese todavía que este
sistema que combina el método de referencia (trabajo tendiente a la poliva-
lencia y a la integridad) con una oferta horizontal de servicios (trabajo más
específico y especializado) permite valorizar todas las profesiones de salud,
ya que conserva la identidad de cada una de ellas y las impulsa para superar

106 Gestión en salud: en defensa de la vida


una postura burocratizada, típica del modo tradicional de organización de los
servicios de salud.

Subvirtiendo la tradición de las estructuras matriciales:


los equipos de referencia como eje vertical de las
organizaciones de salud

Diferentes analistas consideran el hospital como prototipo de una organización


compleja. Amitai Etzioni analizó las tensiones y conflictos resultantes de la dis-
tinta lógica con que se mueven los departamentos técnicos y aquellos relacio-
nados con la administración de medios, destacando la gran autonomía de la cual
disfrutarían médicos y otros profesionales en las organizaciones especializadas
de salud (Etzioni, 1976). Además de esta polaridad, se remarcó también la difi-
cultad de integración entre los distintos profesionales que componen los equipos
de asistencia (Campos, 1992). Duncan Neuhauser y un grupo de autores ligados
a la teoría de la contingencia y al estructuralismo sugerían que la articulación
matricial de estas profesiones sería suficiente para asegurar integración y cohe-
rencia al trabajo en salud (Neuhauser, 1972; Motta, 1987). Para ellos no sería posible
ni necesario que se realizara una alteración de la estructura organizacional per-
manente de las organizaciones de salud. Bastaría con que se adaptasen disposi-
tivos matriciales transitorios: reuniones, programas y proyectos elaborados en
conjunto, que permitiesen mayor comunicación entre los médicos, enfermeros,
bioquímicos, trabajadores sociales, personal administrativo y de mantenimiento,
sin que los departamentos estancos de los profesionales y especialistas se rom-
piesen, que se organizasen con distintas jefaturas y diferentes normas de trabajo.
En realidad, se observa que estos dispositivos (comisión interdeparta-
mental para control de la infección hospitalaria, por ejemplo) atenúan, pero
no resuelven los problemas derivados de la desarticulación entre las distintas
categorías profesionales que trabajan en salud.
La propuesta aquí presentada invierte la lógica sugerida por las tradicio-
nales estructuras de los servicios de salud conforme se radicaliza y altera la
sutil reforma sugerida por la elección denominada matricial. Los equipos de
referencia (con composición multiprofesional: médicos, enfermeros, etc.),
que de ser un espacio episódico de integración horizontal y por lo tanto con
poco o ningún poder sobre sus propios miembros, pasaría a ser una estructura
permanente y nuclear de los servicios de salud. Saldrían del eje horizontal
y compondrían el esqueleto de sustentación de las organizaciones de salud.
Los antiguos departamentos organizados según las categorías profesionales o
especialidades integrarían el eje de apoyo matricial.

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 107


Vale la pena comparar las dos alternativas presentadas en un diagrama:
la tradicional y la versión modificada por un eje de integración matricial,
diseñada por Neuhauser (1976) (Figuras 3 y 4).
El predominio del poder médico en instituciones de salud ha sido exhaus-
tivamente estudiada (Clavreul, 1983; Foucault, 1985; Carapinheiro, 1993). Esta
hegemonía es apenas uno de los tantos problemas con que se enfrentan los
equipos de salud que pretenden trabajar en forma integrada e interdisciplinaria.
La transdisciplinariedad es un objetivo audaz y difícil de ser evaluado,
pues implica una apertura y articulación de campos disciplinarios y campos
de responsabilidades bastante distintos entre sí. Saber aprender y hacer
aprendiendo son hermosas recomendaciones, pero implican lidiar, al mismo
tiempo, con la polaridad entre teoría y práctica y con la tendencia de encierro

Directorio

Cuerpo clínico Administración

Enfermería Trabajo social Nutrición Diagnóstico etc.

Médicos individuales
(Eje horizontal de integración matricial)

Figura 2. Organigrama tradicional de un servicio de salud con eje de integración matricial.


Fuente: Elaboración propia sobre la base de Neuhauser (1976).

Directorio - Colegiado de gestión

Unidades de asistencia Unidades del medio

ER 1 ER 2 ER 3 etc. Administración Finanzas Apoyo diagnóstico etc.

(Eje de apoyo matricial a los ER: psicología, asesoría en planificación, clínica, etc.)

Figura 3. Organigrama reformulado, sugerido por el nuevo método de equipos de referencia.


Fuente: Elaboración propia sobre la base de Neuhauser (1976).

108 Gestión en salud: en defensa de la vida


en sí mismo de los saberes. En este sentido, la estructura tradicional de los
servicios de salud refuerza el aislamiento profesional y reproduce la frag-
mentación de los procesos de trabajo y, en consecuencia, mantiene sin cues-
tionar la hegemonía del poder médico.
El reconocimiento de la necesidad de una eventual comunicación entre
las distintas profesiones que operan en los servicios de salud representa un
avance, un inicio del enfrentamiento de los problemas. En la lógica matricial
de integración episódica entre estas profesiones y especialidades, encuentros
horizontales eventuales intentarían amainar estos conflictos y desaciertos, y
atenuar las diferencias de poder entre médicos y otros profesionales, entre
universitarios y auxiliares, y entre equipos y usuarios.
En general, cuando interviene un especialista o profesional en un caso lo
hace de manera vertical, con acciones separadas unas de otras. Es una suma-
toria de procedimientos realizados uno al lado de otros, con la suposición
de que al cumplir cada uno su parte estaría garantizada la cualidad del todo.
Casi no hay integración horizontal permanente entre los distintos saberes y
prácticas y, cuando las hay, le correspondería al médico compatibilizar las
diferentes lógicas involucradas en el proceso de trabajo.
La mayoría de los profesionales no trabajan encargándose en forma
integral de los casos y, en consecuencia, la responsabilidad sobre el PSE es
pobre y precaria. Especialistas médicos, enfermeros, asistentes sociales, fisio-
terapeutas, casi todos son responsabilizados en realizar algún tipo de proce-
dimiento característico de su núcleo profesional, casi nunca están pensando y
actuando sobre la vida de las personas. Por lo tanto, la toma de decisión sobre
el diagnóstico o intervenciones terapéuticas suele ser solitaria; en raras oca-
siones es realizada en grupo. La estructura organizacional de los servicios de
salud no estimula el cambio de opinión entre pares y mucho menos entre las
distintas profesiones. En resumen, la máquina organizacional en funciona-
miento en los servicios de salud produce fragmentación y dificulta el trabajo
multiprofesional, al impedir casi de manera absoluta la construcción de rela-
ciones interdisciplinarias entre los profesionales.
La reorganización aquí sugerida pretende realizar un movimiento en
sentido contrario al facilitar el cambio de opinión y obligar a los profesio-
nales a que se articulen para la elaboración de los proyectos terapéuticos. Está
bien claro que los cambios no ocurren de la noche a la mañana, se trataría
de instituir procesos que facilitaran la formación de otra subjetividad pro-
fesional, centrada en la apertura para el diálogo y en la capacidad de asumir
compromisos con la salud de los usuarios.

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 109


Vínculo terapéutico, responsabilidad y alienación en el
trabajo en salud

Este modelo organizacional trabaja con la hipótesis de que la reforma de las


prácticas en salud dependería fundamentalmente de la reconstrucción de
los patrones de vínculos corrientes en la mayoría de los servicios de salud
(Campos, 1992). Hay toda una tradición teórica y metodológica en el trata-
miento de este tema en el campo de la salud mental. Sin dudas, fue Freud
quien destacó la importancia de la interrelación sujeto sujeto en los procesos
terapéuticos, centrando inclusive el método psicoanalítico en la transferencia
y contratransferencia establecidas a lo largo de un proceso de análisis. Él evi-
denció una dialéctica compleja, que se instaura siempre que un especialista
se hace cargo de un paciente con intención de ayudarlo a hacerse cargo de sí
mismo. Un apoyo sutil que, en esencia, no debería atarlo, sino darle libertad
o apoyo (Freud, 1976).
Con posterioridad, Pichon-Rivière (1988) problematizó y valorizó el estudio
sobre el vínculo en la clínica y en las relaciones grupales, y llamó la atención sobre
el abordaje del Otro como sujeto objeto y no como cosa inerte. Tomar estos con-
ceptos del psicoanálisis y reconstruirlos, adaptándolos a las instituciones y a las
prácticas de salud encierran un potencial transformador inmenso.
Hay un gran número de corrientes médicas que avanzan bastante en esta
articulación; en general, con un sentido analítico se aprovecha de los saberes
y técnicas psicoanalíticas para potenciar la capacidad reparadora de la clínica
y de los programas de salud pública. En el caso de este trabajo, se pretende un
abordaje más modesto del tema. En esencia, se trataría de una constitución
de equipos de referencia con clientelas adscritas, de restaurar un proceso de
trabajo en el que la posibilidad de trabajar el vínculo fuese corriente y coti-
diana y no solo el resultado del esfuerzo heroico de algunos. La tradición
inglesa del movimiento de Tavistock (Balint, 1984) y toda la producción de
medicina psicosomática fueron pioneros en valorizar las interrelaciones en
las prácticas en salud (Perestrello, 1989).
En la salud pública, entre tanto, este esfuerzo es más raro. Tal vez el casa-
miento entre la salud colectiva y la perspectiva pedagógica constructivista
que, como el psicoanálisis, piensan y apuestan en procesos de producción
de sujetos o de nuevas subjetividades (Matui, 1995), pueda abrir un sendero
para la superación del carácter prescriptivo y normativo de los programas de
salud pública.
La gestión y la planificación en salud solo muy recientemente incorporó
saberes y técnicas que valorizan la interrelación entre equipos y población, ya
que la toman como un instrumento para coproducir nuevas subjetividades

110 Gestión en salud: en defensa de la vida


que interfieran en las condiciones de vida, de salud y del padecimiento de las
personas y la comunidad. Testa fue un pionero al pensar la construcción de
saberes y de actores en las instituciones de salud (Testa, 1993, 1997). En Brasil,
Javier Uribe articuló la planificación y la acción comunicativa de Habermas
(Uribe, 1996). Yo mismo vengo estudiando (Campos, 1992, 1998) la reorde-
nación progresiva de los trabajadores.
De cualquier forma, son temas complejos. Simplificarlos sería teme-
rario. Sin embargo, se destaca que estas investigaciones lanzarán luces sobre
los modos concretos de operar servicios de salud. Valdría la pena seguir en
esta línea, estudiando las interrelaciones equipos-usuarios, los coeficientes
de alienación o de compromiso de los trabajadores o también los grados de
autonomía o de responsabilidad con que las personas tratan de la copro-
ducción de sí mismos y de los otros como ciudadanos.
De todos modos, el método de los equipos de referencia, por contrapo-
sición, no trabaja con la perspectiva de que habría patrones de vínculos que
debiesen ser considerados buenos o malos. Se piensa al vínculo terapéutico
como un proceso condicionado tanto por la necesidad (diferente según cada
caso) como por las posibilidades (limitaciones y capacidad de equipos, de los
usuarios y del contexto). Sin duda, dentro de este coeficiente posible de inte-
racción del equipo de salud-usuario habría límites intolerables: desatención,
alienación y baja responsabilidad por un lado, y control y tutelas autoritarias,
por el otro lado. En este sentido, el coeficiente ideal de interrelación equi-
po-usuario sería siempre situacional, ya que podría ser encontrado y producido
en cada contexto y, en raras ocasiones, en coincidencia con el término medio.
Freud desarrolló una especie de modelo de atención, su ya famoso setting
terapéutico —atención individual, libre flujo de palabra, diván, etc.— pen-
sando en un espacio que protegiese y estimulase interrelaciones de transfe-
rencia y contratransferencia entre el dúo encerrado en el consultorio, para
que de ahí resultase material para el análisis sobre el cual se apoyaría el sujeto
para construirse (Freud, 1976).
Los procesos de trabajo en salud —en el hospital, centro de salud, etc. — en
cierto sentido deberían ser considerados como settings. En este caso, cabrían
algunas preguntas: ¿qué vínculos estarían favoreciendo y produciendo los dis-
tintos ordenamientos?; ¿se está produciendo alienación e interacciones inade-
cuadas para tratar los problemas de salud o se estaría estimulando vínculos
productivos, potentes y necesarios en los casos en foco?; otra de las preguntas
que siempre debería ser traída en lo cotidiano es: ¿qué grado de control y de
tutela estaría infringiendo el equipo al usuario o a la comunidad?
Al tomar en cuenta a la organización del trabajo en salud con base en equipos
de referencia y apoyo matricial, se asumió el presupuesto de que pequeñas

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 111


alteraciones en la ordenación de los settings sanitarios podrían estimular o pro-
mover distintas cualidades de vínculo y de resultados en la atención en salud.
Son alteraciones pequeñas en apariencia, pero fundamentadas y comprome-
tidas con conceptos y valores radicalmente diferentes de los dominantes en
el modelo médico tradicional. Pequeñas modificaciones en las técnicas con
que se organiza el trabajo, pero orientadas por directrices centradas en la pro-
ducción de sujetos libres y responsables. Se asume, por lo tanto, que aspectos
aparentemente inocentes de la ordenación del trabajo y de la gestión en salud
tienen repercusiones asistenciales y éticas de gran relevancia.
La medicina tiene una interdicción básica a la valorización del vínculo tera-
péutico, a saber, su esfuerzo sistemático en objetivar la dolencia del sujeto desli-
gándolo de la persona enferma (Camargo Jr., 1993). Esta tendencia viene siendo
criticada de manera exhaustiva y, en la actualidad, hay un movimiento paradojal
en el que se defiende, al mismo tiempo, la recuperación de paradigmas positivos
(medicina basada en evidencias) y la inclusión de saberes y prácticas dirigidas a
lo subjetivo y a lo social. Los programas de salud de la familia, el movimiento de
las ciudades saludables, la reforma psiquiátrica y la producción aislada —pero
significativa— de algunos reformadores médicos, como Oliver Sacks, valorizan
la capacidad normativa de los pacientes y comunidades, y relativizan, así, la pre-
tendida objetividad de las ciencias de la salud (Ministerio de Salud, 1996; Sacks,
1996; Mendes, 1998).
Sin entrar en mayores honduras, se podría considerar, por lo tanto, que
esta interdicción objetivada de la medicina, a pesar de su fuerza y de su
carácter fundacional de la práctica médica, no es una tendencia absoluta que
anularía otras posibilidades de desarrollo. Es posible, por consiguiente, que se
produjeran movimientos y contextos que estimulasen vínculos terapéuticos
con la incorporación de las dimensiones subjetivas y social de los usuarios.
Mientras tanto, en nombre de esta interdicción —o justificándose por
ella—, se desarrollaron una serie de obstáculos que degradan la práctica
médica y sanitaria. Se podrían dividir estos obstáculos con la construcción
de una clínica ampliada con gradientes de vínculos más extensos en dos
grandes grupos de factores; uno de los factores que dificultan la construcción
del vínculo equipo-usuario. A lo largo del tiempo, la relación profesional-pa-
ciente, que predomina en los servicios de salud, es puntual y fragmentada.
Un gran número de profesionales atiende episodios aislados de la trayectoria
vital de las personas, sin que se instituya, como regla, un seguimiento hori-
zontal de los casos a lo largo del tiempo. Todo esto viene ocurriendo por varias
razones. Entre ellas podemos mencionar: pocos servicios trabajan orientados
a establecer pacientes adscritos a los mismos profesionales, la mayoría de los
profesionales son contratados para realizar procedimientos específicos y no

112 Gestión en salud: en defensa de la vida


para que se responsabilicen por un cierto número de pacientes, predomina
en los ambulatorios y centros de salud un sistema denominado atención de
urgencia con asistencia del tipo queja-conducta, sin un seguimiento hori-
zontal. En Campinas (San Pablo), por ejemplo, se encontró en 1997 que el
58% de las asistencias médico-ambulatorias ocurría en servicios de urgencia
de la red pública (Secretaria Municipal de Saúde de Campinas/SP, 1998). Se
considera que se trata de una ciudad con tradición de un sistema público,
donde existe una red básica de atención a la salud desde 1975. Más allá de
esto, se generalizó en Brasil la costumbre de que los médicos y enfermeros
trabajaran bajo el régimen de turnos (guardias), lo que redujo bastante la
disponibilidad de profesionales que atendieran todos los días, personas que
estuvieran presentes en los servicios (centros de salud, salas de asistencia, etc.)
durante la mayor parte de los días de una semana. Una investigación nacional
encontró que el 48% de los puestos de trabajo para médicos se estructuran
con el método de guardias (Machado, 1996) cuando sería de esperar algo en
torno al 20%, como máximo, en los casos de que esta modalidad se limitase a
guardias en servicios de emergencia.
El segundo grupo de obstáculos se refiere a la reducción de proyectos
terapéuticos, a la dimensión médica, en general, con un exagerado enfoque
biológico e individual, que impone una reducción de lo terapéutico al uso
de medicamentos y procedimientos quirúrgicos. La educación en salud,
cuando ocurre, se realiza conforme a una perspectiva limitada, prescripción
de comportamientos considerados higiénicos o saludables. Pediatras que no
incluyen la relación madre-hijo entre sus responsabilidades. Clínicos que
no consideran la dinámica de la enfermedad crónica, depresión, miedo a
la muerte, etc. En fin, una tendencia de los profesionales y especialistas de
reducir sus responsabilidades al núcleo limitado de sus saberes y compe-
tencias de su formación original. Son enfermeros que no hacen clínica, cho-
feres que no perciben a los pacientes transportados, médicos que no cuidan,
clínicos que no conocen prevención. Aproximar el equipo de referencia a los
usuarios solo descubre toda la complejidad y las limitaciones de los saberes y
de las prácticas profesionales dominantes.
Sin modificaciones organizativas —contrataciones para asistencia diaria
para integrar los equipos, por ejemplo—, y sin procesos planificados de edu-
cación continua, la institucionalización de un nuevo ordenamiento institu-
cional no superará todas estas limitaciones por sí sola. La organización de los
servicios de salud con base en los equipos de referencia tiene el mérito de
mostrar las contradicciones y conflictos que el modelo tradicional tiende a
ocultar y a diluir. Habría que enfrentar estas dificultades teniendo en cuenta
sus especificidades y, luego, con distintos recursos, la mayoría de ellos con la

Equipos de referencia y apoyo especializado matricial 113


mirada puesta para recomenzar la reconstrucción de la cultura institucional
y de la subjetividad predominante entre los trabajadores de salud. En este
sentido, los equipos de referencia son, apenas, un setting para operar con esta
reconstrucción de los sujetos trabajadores de salud. En este espacio, pueden
ser elaborados planes estratégicos, se pueden analizar y tratar las relaciones
institucionales, se puede aprender clínica, se puede trabajar de forma más
productiva y agradable.

114 Gestión en salud: en defensa de la vida


Capítulo 7

Salud pública y salud colectiva: campo


y núcleo de saberes y prácticas

Señales de gloria y síntomas de crisis: algunas cuestiones


sobre la salud colectiva

Se trata de repensar la salud colectiva utilizando la historia y la tradición de


la salud pública, entendiéndola ya sea como campo científico o movimiento
ideológico abierto, tal como lo sugieren Naomar Almeida Filho y Jairnilson
Silva Paim (1999). Un movimiento que, en Brasil, sin duda, contribuyó de
manera decisiva para la construcción del Sistema Único de Salud y para
enriquecer la comprensión sobre los determinantes del PSE. Reconocer el
modo en que se está realizando su institucionalización bloquea la recons-
trucción crítica de sus propios saberes y prácticas, ya que provoca una crisis
de identidad que se manifiesta en la fragmentación y dilución de su campo
científico.
Esta crisis tiene como síntoma una serie de dilemas que están siendo ana-
lizados por los especialistas: ¿la salud colectiva habrá creado un nuevo para-
digma al negar y superar el de la Medicina y el de la antigua salud pública?; ¿la
salud colectiva corresponderá a todo el campo de la salud o solo a una parte?;
¿la expansión del Sistema Único de Salud provocará un crecimiento auto-
mático de las prácticas de salud colectiva?; ¿la salud pública abarcará a todo
el sistema estatal de salud al mostrar lo contrario de las prácticas privadas?;
¿es la denominación de una profesión y de un campo de prácticas? La noción
de producción social de la salud, que es central para la salud colectiva, ¿será lo
opuesto o complementará la de la historia natural del PSE adoptada por la
Clínica como modelo explicativo?

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 115


Más que tratar de buscar definiciones formales importa reconocer que
una teoría y sus conceptos tienen implicaciones, aunque no sean absolutas,
sobre las prácticas sociales (Donnangelo, 1983; Bourdieu, 1983; Testa, 1993).
Se busca, por lo tanto, un método de reflexión para analizar la salud
colectiva, no solo basado a priori en teóricas, sino también en los compro-
misos concretos con la producción de salud, ya que esta es la función y la fina-
lidad esencial sin la cual no se está autorizado a hablar del trabajo en salud.
Por este motivo, la ambigüedad y la ubicuidad del concepto de salud colectiva
también ha contribuido a la fragmentación y al debilitamiento de su campo
de saberes y prácticas.
Hoy se admite la inevitable existencia de una cierta indefinición de los
límites entre las disciplinas. Lo mismo ocurre con los campos de la práctica.
En este sentido, casi todo el campo científico o de las prácticas debe ser inter-
disciplinario y multiprofesional. Guattari y Deleuze (1976) en la filosofía, en la
política y en la clínica; Dan McNeill y Paul Freiberger (1993) en la matemática,
así como varios autores posmodernos han criticado el sentido absoluto con
que se toman algunas nociones, como las de adentro y afuera, identidad y dife-
rencia, colectivo e individual, macro y micro, etc. Asimismo, al concordar con
estos pensadores, parece que esta identificación de límites nos indicará una
imposibilidad más de encierro sin decir nada, de extinción, con la consi-
guiente fusión de todas las disciplinas, profesiones y especialidades.
Para escapar de esta paradoja —aislamiento paranoico o fusión esqui-
zofrénica—, un grupo de investigadores sugerimos alteraciones en los con-
ceptos de núcleo y de campo (Campos et al., 1997). La institucionalización de
los saberes y su organización en prácticas se dará mediante la conformación
de núcleos y campos. Núcleo como una aglutinación de conocimientos en un
saber y como la conformación de un determinado patrón concreto de com-
promiso con la producción de valores de uso. El núcleo demarcará la iden-
tidad de un área de saber y de práctica profesional; el campo, un espacio de
límites imprecisos donde cada disciplina o profesión buscará apoyo en las
otras para cumplir sus tareas teóricas y prácticas (Campos, 2000).
Esos conceptos difieren de la elaboración de Pierre Bourdieu (1983, 1992)
sobre campo y cuerpo, ya que se modificó el sentido polar y antagónico atri-
buido a estos dos términos. Para Bourdieu, un campo intelectual se con-
formará con un espacio abierto, aun cuando esté sometido a conflictos de
origen externo e interno. Mientras tanto, se verificará el cierre subsiguiente
en disciplinas, en los cuerpos, cuando ocurriera la monopolización del saber
y de la gestión de las prácticas por el agrupamiento de los especialistas. La
formación de disciplinas (corpus) en el campo religioso, político o científico

116 Gestión en salud: en defensa de la vida


ocurrirá con el cierre o institucionalización de parte del campo y con la con-
siguiente creación de aparatos de control sobre las prácticas sociales.
Un núcleo, al contrario, indicará una aglutinación, una determinada con-
centración de saberes y de prácticas sin pasarse, no obstante, a una ruptura
radical con la dinámica del campo. Igual que la noción de corpus, la de núcleo
también reconoce la necesidad y, asimismo, la inevitabilidad de que se cons-
truyan identidades sociales para las profesiones y para los campos del saber
pero, al contrario, se sugiere la posibilidad de que esta institucionalización se
pudiera dar de modo más flexible y abierta (Onocko, 1999). En fin, no habrá
modo de escaparse a la institucionalización del saber y a la administración
organizada de las prácticas sociales. Por consiguiente, se las podrá organizar
de forma democrática, al estructurarlas para que permanezcan abiertas a dis-
tintos campos de influencia. El concepto de corpus (disciplina) enfatiza la con-
centración de poder y la tendencia de cierre de las instituciones. El de núcleo
valoriza la democratización de las instituciones, es decir, una dimensión
socialmente construida, una posibilidad y no una alineación automática. De
otro modo, a los sujetos no les restará otra opción que la de permanecer en
la desestructuración y la informalidad de los campos en fase instituyente, o
quedarán capturados en las disciplinas cerradas.
Tanto el núcleo como el campo serán, pues, mutantes y tendrán entre
sí influencias recíprocas, por lo que no se podrán detectar límites precisos
entre uno y otro. Con todo, en el núcleo habrá una aglutinación de saberes y
prácticas, que conformarán una cierta identidad profesional y disciplinaria.
Metafóricamente, los núcleos funcionarán en forma semejante a los círculos
concéntricos que se forman cuando se arroja un objeto al agua quieta. El
campo será el agua o su contexto.
En este sentido, ¿será pertinente preguntar cuál es la identidad de la salud
colectiva?, es decir, ¿cuál es su núcleo de saberes y de prácticas?; y más aún
¿en qué campo de interinfluencias estará inmerso? En consecuencia, se incre-
mentan otros dilemas a aquellos ya citados: ¿quién es el agente que hace
salud colectiva?; ¿es este un agente especializado? Sin duda, potencialmente
el médico, el equipo de salud, el gobierno, la comunidad y muchos otros
producen salud. ¿Todos los que producen salud serán agentes de la salud
colectiva o de la salud pública?; ¿existe un núcleo de saber especializado y un
agente específico encargado de ese núcleo para producir acciones en la salud
pública?; ¿existe la necesidad social de formarlo?; ¿existirá la posibilidad his-
tórica concreta de que su trabajo sea requerido?
Sí, se nos autoriza a proseguir con el esfuerzo crítico de nuestros maestros
que rompen con la tradición de la salud pública y fundan la salud colectiva.
A pesar de que ya se escribió sobre este cambio (Donnangelo, 1983; Nunes,

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 117


1986; Minayo, 1991; Paim, 1992), ¿valdrá la pena asomarse de nuevo a este
tema al preguntarnos lo que aquel cambio de nombres reveló de novedoso?;
¿qué rupturas se producirán efectivamente o qué es lo que continúa? Y tal
vez debiéramos analizar algunas experiencias de la vieja salud pública, que
el radicalismo inherente al momento de su fundación nos impidió realizar.
De otro modo, después de tanto desarrollo teórico y de incorporación de
una sofisticada trama de categorías sociológicas, ¿por qué la salud colectiva
brasilera propuso formas de intervención que durante la década de 1990
contribuyeron no a la teoría crítica que construimos, sino a un pensamiento
sistemático bastante pragmático e instrumental, muy a la moda y a gusto de
los anglosajones?

La salud colectiva más allá del positivismo, del


estructuralismo y de una posición de trascendencia sobre
el campo de la salud

Con certeza, no corresponde abandonar las sendas de los fundadores, sino


seguir las huellas de sus aciertos, ya que a fin de cuentas fueron los pioneros
en la crítica al positivismo, la constitución básica de las prácticas sanitarias
tradicionales. Para Antonio Ivo de Carvalho (1996), la salud colectiva nació de
la crítica al positivismo: “...la salud pública tradicional, constituida a la imagen
y semejanza de la tecnociencia y del modelo biomédico”. Pues bien, a pesar
de ese origen, se nota el recrudecer de un cierto neopositivismo, abogándose
como método de trabajo versiones más o menos sofisticadas de la teoría de
sistemas (OPS & OMS, 1992; Barata & Barreto, 1996).
Intentar impulsar prácticas y proyectos sanitarios concretos por la insu-
ficiencia del pensamiento social incorporado a la salud colectiva, querer que
la salud colectiva adoptara normas y procedimientos comunes o bastante
semejantes a la medicina en particular o a la tecnociencia en general por la
presión ejercida por las agencias financiadoras y por la propia institución uni-
versitaria son razones por las que se observa un crecimiento de prestigio de
la objetividad en la producción científica del área. Rever las relaciones entre
sujeto y objeto (Carvalho, 1996) aún continúa siendo, por lo tanto, una tarea
crítica contemporánea.
Everardo Duarte Nunes (1996) describe que el término salud colectiva llegó
a ser utilizado en Brasil en 1979, cuando un grupo de profesionales oriundos
de la salud pública y de la medicina preventiva y social intentaron fundar un
campo científico con una orientación teórica, metodológica y política que pri-
vilegiaba lo social como categoría analítica. Saúl Franco y Nunes (1991), aun

118 Gestión en salud: en defensa de la vida


reconociendo el papel decisivo del movimiento de salud colectiva en Brasil y
en otros países de América del Sur en la incorporación de lo social a la temática
de la salud, no dejaron de apuntar que “tampoco esta expresión haya podido
resolver totalmente la insuficiencia de las denominaciones en cuestión”.
Para Carvalho (1996), la salud colectiva, al incorporar lo social al pensa-
miento sanitario, tuvo la tendencia de hacerlo según los cánones de objeti-
vidad preconizados por la escuela estructuralista y por la tradición marxista:
la subjetividad que se organiza en sujetos colectivos (“en el Estado, en el
partido, en las organizaciones clasistas y comunitarias...”).
En realidad, a pesar de que autores tan influyentes como Testa (1993) y
Donnangelo (1979) hayan divulgado el análisis en que la salud pública aparece
como una construcción histórica y el ejercicio profesional como práctica
social, no se puede dejar de concordar con Carvalho cuando él señala que el
saber dominante en salud colectiva tiende a subestimar la importancia de los
sujetos en la construcción de lo cotidiano de la vida institucional.
Por último, cabe reconocer la tendencia de la salud colectiva a confundirse
con todo el campo de la salud, lo que indica una visión del mundo fundada
en categorías absolutas, trascendentales. Para algunos, la salud colectiva
estaría construyendo una especie de metadiscurso supuestamente capaz de
construir saberes y procesos concretos de producción de salud. Más aun, ella
abastece de metaexplicaciones autosuficientes sobre toda la tríada salud-en-
fermedad-atención. En esta línea de análisis, se identifica también una ten-
dencia a hipervalorizar la determinación social de los PSE, descalificando los
factores de orden subjetivo y biológico. En este caso, la salud colectiva no es
vista como un modo de intervención sobre lo real, sino como un nuevo para-
digma o un modelo alternativo para los demás.
El modelo denominado vigilancia de salud (Mendes, 1993), por ejemplo,
se proclama vinculado a un nuevo paradigma, el de la Promoción a la Salud,
imaginando que la incorporación de lo social al análisis de los PSE creará
prácticas distintas, pero antagónicas, aquellas basadas en la historia natural.
Un nuevo modo de producir salud que niega el modelo clínico y no es un modo
entre otros, no es necesariamente equivalente, por consiguiente, útil y uno se
encuentra dentro de sus límites y especificidades para producir salud.
No ha sido otro el procedimiento dominante en la medicina que desau-
toriza, en principio, todo el saber y toda la práctica sobre salud producidos
fuera de su propia racionalidad. Al criticarlo, con relevancia, parece que la
salud colectiva tiende a adoptar la misma postura totalitaria y disciplinaria.
Para diversos autores, la epidemiología y las ciencias sociales explicarán el
PSE y fundarán un nuevo paradigma con un modo de intervención sobre
la realidad que superará —¡siempre!, ¡en principio!— a todos los otros

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 119


existentes. La salud colectiva no será un saber entre otros sobre los modos
en que se produce la salud y la enfermedad, sino el saber. Casi un nuevo para-
digma. Algunos autores y, asimismo, documentos y organismos internacio-
nales llegaron a anunciar el surgimiento de un nuevo paradigma de Promoción
de la Salud que superaría la influencia del modelo clínico en la organización de
los servicios y las prácticas (Mendes, 1993; WHO, 1991).
No se sugiere la posibilidad de la completa superación de estas tres ten-
dencias, ya que se estaría cayendo en la misma trampa metodológica cri-
ticada. Tampoco se pretende demonizarlas. No hay nada peor que en salud
se opere sin objetividad. Las estructuras existen e influyen en la producción
de salud: normas, saberes, culturas, sistemas, instituciones; no hay manera
de hacer salud sin movilizar estas instancias. Además de eso, no hay cómo
desconocer la importancia (no la trascendencia, solo la importancia) que los
saberes y las prácticas que provienen de la salud colectiva tuvieron y tienen
para la reformulación de la clínica, de la rehabilitación y de los sistemas de
salud en general. Donnangelo (1983) ya había señalado que la salud colectiva
influye y apoya “prácticas de distintas categorías y actores sociales”, ya sea en
temas ligados a la organización de la asistencia como en la comprensión de
las marañas propias de la producción de salud.
Se trataría, al contrario, de recuperar la vieja dialéctica y de verificar en
qué medida estas posiciones y sus polos operan en un régimen de contra-
dicción o de complementariedad. Así, la promesa de objetivación aséptica del
positivismo se contrapone a la subjetividad de los agentes sociales en todas las
fases del PSEI, inclusive en el momento de la elaboración de conocimientos
y tecnología. En principio, no obstante, deja de lado a estas dos líneas de
análisis. Al peso de las estructuras contraponer la historia, es decir, la acción
social de los individuos, grupos y movimientos. Además del reconocimiento
de que la salud colectiva es un saber constitutivo y esencial a todas las prác-
ticas en salud, se admite que también se producen conocimientos, políticas y
valores relevantes para la salud a partir de otros campos, como el de la clínica
o el de la rehabilitación. Además, la proyecta también como práctica espe-
cífica, con un núcleo propio de saber y de tareas.

Algunas palabras sobre la dialéctica

Repensar entonces la salud colectiva afiliándose con aquellas escuelas filosó-


ficas que sostienen la existencia de la relación dialéctica entre el pensamiento
y la acción, entre el hombre y el mundo y entre los mismos hombres, aun
cuando este método sea tenido como no científico y obligue a sus seguidores

120 Gestión en salud: en defensa de la vida


a sinsabores con la nomenclatura académica. Ser o no ser, al mismo tiempo.
El creador y su criatura entremezclados todo el tiempo. Un ente produciendo
al otro y siendo producido por el mismo otro ente y por otros muchos entes
que, a su vez... La importancia del concepto de producción. Precisando mejor:
asumir que toda la producción es una coproducción en que el productor es
también modificado por el producto.
El ser humano como parte inseparable del mundo —el materialismo, una
dimensión objetiva inapelable— incluso cuando se disfrute de una propiedad
especial de la que se quiere separar —el entre paréntesis de la fenomenología,
el poder de reflexión del sujeto— para extrañarlo, conocerlo y, a veces, hasta
modificarlo, con lo que también se modificarán los seres humanos, porque jamás
podrán separarse de la condición material de pertenecer a este mismo mundo.
Marx pretendió superar la dicotomía entre materialismo mecanicista
(quizás lo que hoy se denomina positivismo) y el idealismo religioso o volun-
tarista (Marx & Engels, 1996). No obstante, pocos de sus seguidores sostu-
vieron esta tensión dialéctica entre objetividad y subjetividad, tal vez porque
de hecho fue poco trabajada por el viejo revolucionario.
Quizá fue Gramsci uno de los discípulos que más lejos llevó los desdobla-
mientos que se originan de esta visión del mundo. Para este pensador, la voluntad
humana y la objetividad del mundo exterior constituyen cualidades inseparables, una
a constituir y a influenciar a la otra durante todo el tiempo. Por esto, Gramsci
valoriza la idea de devenir: “el hombre deviene, se transforma continuamente con
las transformaciones de las relaciones sociales” (Gramsci, 1978).
Otro estudioso del pensamiento dialéctico fue Henri Lefevre. En su
trabajo, se vale incluso del concepto de ser humano (sujeto) así sintetizado por
el autor: “La palabra Ser aparece [...] en dos sentidos a un mismo tiempo con-
tradictorios e inseparables: el ser abstracto, vacío, indeterminado, y el ser rico
en determinaciones, desarrollado, instruido” (Lefevre, 1995).
El término ser humano indicará, por lo tanto, esta ambigüedad irreme-
diable: el ser, pensado como una identidad abstracta, sustantiva, relativa a
la condición humana en general o a un individuo específico, pero también
indicando volver a ser, el verbo ser en el sentido de devenir, es decir, el
esfuerzo existencial y la praxis social para constituirse como sujeto. Tal vez,
el gerundio del verbo, una persona o un grupo siendo. Ser, siendo. Ser en
perenne transformación.
Algunos historiadores atribuyen la intención de traspasar la censura
fascista al hábito de Gramsci de utilizar el término filosofía de la praxis para
designar el marxismo. Aun movido por este cercenamiento, la elección de
estas palabras —me parece— indicaría un compromiso epistemológico dis-
tinto de aquel de la tradición marxista criticado por Carvalho (1996), esto es la

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 121


adopción de un método de pensar que no anulaba sus relaciones e influencias
mutuas entre lo abstracto y lo concreto, individual y colectivo, pensar y
actuar, ni tampoco entre la economía política y psicología o la ciencia y el
sentido común.
Lefevre (1995) sostenía que un buen método para pensar la vida debiera
siempre obedecer a, por lo menos, cuatro exigencias. En primer lugar, el
pensamiento debiera siempre lidiar con ambos de los términos que la meta-
física o el objetivismo han intentado separar. Así, tendrían que descubrirse
relaciones entre el ser y el mundo, lo social y lo subjetivo, entre ciencia y apa-
riencia, todo o nada, y no optar de un modo trascendente por uno de los dos
extremos de estas polaridades.
En segundo lugar, el pensamiento solo se afirmará considerado como
movimiento, siendo, por lo tanto, siempre “incompleto”, pero no por esto
vaciado de cualquier verdad; por ende, nunca lleva de la misma forma toda
la verdad sobre las cosas.
En tercer lugar, él recordaba el carácter contradictorio inherente al pensar
y al hacer, exactamente porque a partir de la desarticulación sucesiva entre
los términos de esta polaridad será posible que se establezca alguna crítica al
modo en que un proceso dado se desarrolla. Desde la práctica, se critica el
saber; desde el conocimiento, se critica la praxis. Él argumentaba, además,
que la “contradicción no significa absurdo”, ya que tampoco será posible
eliminar los polos de estas contradicciones. Lefevre sugería que se usara lo
contradictorio para enriquecer el saber, en la medida en que “signifique des-
cubrir un complemento de la determinación”.
En cuarto y último lugar, él negaba trascendencia tanto a la conciencia del
sujeto como al mundo objetivo, al recordar que el conocimiento y el mundo
son “al mismo tiempo interior y exterior” a los sujetos (Lefevre, 1995).
Un gran número de pensadores está desarrollando esfuerzos para escapar a
los desatinos ya sea del objetivismo o del subjetivismo. Hegel se refería a la “con-
ciencia infeliz” de aquellos que colocan su vida en las manos de los otros. Seres
presos de la determinación del medio natural o social y, por lo tanto, impotentes
para reaccionar contra lo establecido y crear algo nuevo (Hegel, 1974).
Está fuera del objetivo de este trabajo reconstruir de manera sistemática
la historia de la dialéctica, pero sin duda dentro de esta trayectoria vale la
pena destacar a Sartre, Maurice Merleau-Ponty y al ya comentado Bourdieu.
El primero sugirió conceptos para articular las estructuras de las determina-
ciones de los sujetos a su propia capacidad de intervención sobre estos deter-
minantes. En particular, las categorías del grupo serial, el proyecto y el grupo
sujeto (Sartre, 1963) serán fundamentales para repensar a la salud colectiva.
Merleau-Ponty buscó articular la psicología y la sociología modificando y

122 Gestión en salud: en defensa de la vida


reconstruyendo una serie de conceptos originarios de la antropología, el
marxismo o la ciencia política para aplicarlos en problemas antes tomados
exclusivamente por el psicoanálisis, el psicodrama, la psicología, y viceversa
(Merleau-Ponty, 1990).
La salud colectiva, en analogía al trabajo de Merleau-Ponty y de los mal
denominados freudiano-marxistas, puede escapar a los límites del positivismo
y del estructuralismo articulando teorías y prácticas del campo de la política
y de la gestión con saberes y experiencias del psicoanálisis, la pedagogía y el
análisis institucional.
Marilena Chauí destaca la crítica elaborada por Merleau-Ponty al pensa-
miento occidental, que será un “pensamiento de sobrevuelo”, que impone una
separación entre el mundo y la conciencia al reducir lo real a uno de los polos de
la dicotomía sujeto y objeto. En este sentido, él discrepa tanto de la pretensión
transcendental del cientificismo como de aquella de la filosofía de “dominar y
controlar totalmente” la conciencia o la realidad exterior (Chauí, 1989).
Al pasar al campo de las prácticas sociales, parece que fuera en la psico-
logía y en la pedagogía donde escuelas con perspectivas análogas aplican, de
manera más amplia, psicologías análogas en su quehacer cotidiano. En Freud
es posible identificar una negativa para optar por cualquiera de los polos
responsables por la fragmentación contradictoria de los sujetos. Entre cons-
ciente e inconsciente, él nunca dejó de trabajar con una perspectiva dinámica
en que lógicas distintas estarían todo el tiempo imponiendo conflictos más
o menos desgarradores de las personas (Freud, 1976). ¿Y qué es psicoanálisis
sino un método consciente (racional y deliberado) para pelear con la incohe-
rencia y el inconsciente constitutivos de todo y cualquier sujeto? Entre el
principio de realidad y el deseo, siempre habrá espacio para algún grado de
influencia del sujeto, un ser aprisionado entre estas líneas de fuerza.
Sin duda, el psicoanálisis y su aplicación a grupos e instituciones tiene
una importante contribución para una teoría que piense la salud colectiva
como una construcción sociohistórica de sujetos. Diferentes autores enfa-
tizan el tema de la intersubjetividad y el papel de la interrelación en la cons-
titución de los sujetos. Para Donald Woods Winnicott, solo existiría un sujeto
intersubjetivo, al mismo tiempo autoproducido y producto de las relaciones
humanas (Ogden, 1996).
Otra corriente que trabajó la inseparabilidad del sujeto y el objeto, de
lo colectivo y del individuo, es la que por convención se denominó cons-
tructivismo social. Se trata de un movimiento amplio, con límites imprecisos
e importantes diferencias entre sus adherentes, pero que en líneas gene-
rales sugiere que el conocimiento es el resultado de la relación dialéctica
entre lo que Lev Vygotsky denominó actividades interpersonales (relaciones

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 123


sociales de lo más variadas) y actividades intrapersonales (capacidad de acción
reflexiva del propio sujeto). De Vygostsky en el comienzo del siglo XX a
Paulo Freire con su pedagogía de la liberación, un gran número de autores
elaboraron el denominado constructivismo sociohistórico, con concepciones
perfectamente aplicables a la salud colectiva, conforme lo vienen demos-
trando cientistas y profesionales ligados a la denominada educación en salud
(Valla, 1999; Vasconcelos, 1999).
El constructivismo trabaja con la hipótesis de una eterna reconstrucción
de las personas, que ocurre en virtud de la interacción de los sujetos con el
mundo y de los sujetos entre sí. Sin embargo, esta capacidad se originaría
fundamentalmente por la elaboración reflexiva de experiencias, por medio
de la cual el ser humano escaparía del círculo vicioso de la determinación
biológica pura o estructural (Matui, 1995; Van der Veer & Valsiner, 1996).
Entonces, corresponde (¿será posible?) que inventen mundos, organiza-
ciones e instituciones (una salud pública, por ejemplo) que produzcan no
objetos sujetados, sino ¿seres con potencial para pensar (reflexionar o ana-
lizar) y actuar con algún grado de autonomía en relación con sus determi-
nantes, sean ellos externos o internos, coyunturales o estructurales? Esto aun
cuando se sepa que para los humanos es imposible trascender a la condición
de objeto y ser, por lo tanto, determinado.
Los saberes y prácticas apoyadas en el positivismo o en el estructu-
ralismo refuerzan la polaridad objeto de las personas al intervenir en
seres reducidos a esa condición. Aun cuando, en la práctica, un máximo
de cosificación fuese imposible, distintas estrategias políticas, sanitarias y
terapéuticas buscan la progresiva reducción de los coeficientes de libertad
y de autonomía de los sujetos. Se tratará, por lo tanto, de una praxis social
y no de una fatalidad en que la tendencia histórica de las instituciones
oprima la dimensión singular de cada sujeto o los intereses y necesidades
de los grupos dominados.
Las prácticas sociales, todas ellas —la clínica, la salud pública, la peda-
gogía, la gestión y la política— en potencia, podrían producir una infi-
nidad de matices entre control social (seres dominados) o autonomía
(ciudadanos con libertad relativa). En potencia, estas prácticas operan a
favor de reducir a las personas a la condición de objetos sujetos a algún
poder, en lugar de multiplicar las posibilidades de que los sujetos vivan
más libres, condicionados al contexto y a los compromisos, pero aptos
para luchar con autonomía relativa, conforme la objetividad de las cosas
y de las relaciones sociales.

124 Gestión en salud: en defensa de la vida


El campo de la salud como una matriz

Para un pensamiento dialéctico, la salud colectiva será una parte del campo
de la salud. Si nos valiéramos de imágenes, quizá se lo pudiera proyectar
como una matriz. El campo de la salud como una matriz, en que la salud
colectiva fuera una parte con distintos planos de inserción, de los cuales,
al menos dos, son comentados en ese artículo: la salud colectiva, un movi-
miento intelectual y moral; y la salud colectiva, un núcleo, una concen-
tración nuclear de saberes y prácticas. Un núcleo coproducido por una
miríada de interrelaciones con el campo y, al mismo tiempo, un núcleo
coproductor de ese mismo campo.
¿Cuál será el núcleo de la salud colectiva? El apoyo a los sistemas de salud,
a la elaboración de políticas y a la construcción de modelos, a la producción
de explicaciones para los PSEI y, tal vez, su rasgo más específico: las prácticas
de promoción de la salud y la prevención de las enfermedades. ¿Cuál es la
característica del núcleo de saberes y prácticas de la salud colectiva entonces?
¡Su fisonomía, una señal de identificación, no una diferencia absoluta! ¿Tal
vez sea su concentración en problemas de salud con repercusión colectiva?;
¿quizá, un cierto modo de operar, un modo de intervención centrado en la
promoción y en la prevención?
De cualquier modo, no es el todo, sino una parte. Una parte dinámica y
con una inserción e interferencia en el campo de la salud, por lo menos en
dos planos. En un plano horizontal, saberes y prácticas de la salud colectiva
forman parte de los saberes y prácticas de otras categorías y actores sociales.
Así, todas las profesiones de la salud, las nucleadas en la clínica o en la
rehabilitación o en el cuidado, en alguna medida, deben incorporar en su
formación y en su práctica elementos de salud colectiva. Un movimiento
cultural conforme a lo sugerido por Donnangelo (1979) hace casi 20 años y
conforme viene ocurriendo dentro del llamado movimiento de reforma sani-
taria. Así, la salud mental, la neurología, la salud de la infancia, entre otras
áreas, se están transformando, en consecuencia, con aportes originarios de
la salud pública. En esta perspectiva, la misión de la salud colectiva será
la de influenciar la transformación de saberes y prácticas de otros agentes,
para contribuir a que cambie el modelo de atención y la lógica con que fun-
cionan los servicios de salud.
La otra inserción en la matriz será vertical: la salud colectiva (o salud
pública) con un área específica de intervención. Un área especializada y con
valor de uso propio, diferente de la clínica o de otras áreas de intervención.
Un espacio que, para que se institucionalice, necesitará de definiciones for-
males: curso básico de formación de puestos de trabajo en el sector público

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 125


y privado, asociaciones de representación corporativa, toda una parafernalia
bastante más pesada que la requerida por un movimiento ideológico.
Su agente: ¿quién es y cómo opera? En la salud pública tradicional, el
sanitarista fue un especialista aislado, que trabajaba en programas verti-
cales con un fuerte grado de imposición autoritaria. Para la Organización
Panamericana de la Salud (OPS, 1994), la principal característica del sani-
tarista es su capacidad de liderazgo, por lo cual los cursos de formación
deben producir líderes para el sector salud. Se trata de un ejemplo concreto
más de la postura arrogante y trascendente con la que se ha posicionado la
salud pública frente a los otros sectores que componen el campo de la salud.
Algunos adeptos del hacer comunicativo, al criticar esta perspectiva, llegan
a caracterizar el trabajo del sanitarista como al de un abogado, una especie
de habilidoso defensor de la salud pública; en la práctica, un asesor de lujo,
inerte e impotente frente a la dureza de lo establecido. Para muchos habría
ocurrido hasta una extinción de la profesión y de la especialidad, ya que el
Estado, la sociedad y los equipos de salud cumplirían todas las tareas de la
salud colectiva.
Tal vez valiera la pena pensar al sanitarista como un agente de salud
pública, profesional con liderazgo ocasional, conforme los problemas y
programas en cuestión, que trabaje en un equipo interprofesional, pero
con un papel específico, que actúe en proyectos verticales volcados hacia la
promoción y coordinados por sanitaristas y en otros de inserción matricial,
intrasistemas de salud o intersectoriales, en el que sería un agente.
En Brasil, se observa un debilitamiento importante en la discusión de
la salud pública pensada como especialidad. El aparato formador en salud
colectiva ha privilegiado la maestría y el doctorado o los cursos de extensión
volcados al equipo de salud en general (Nunes, 1996), en detrimento de la
formación de especialistas residentes u otros cursos. Asimismo, existe una
indefinición en sus criterios y, por lo tanto, descontrol sobre la calidad de los
profesionales autorizados a hacer salud colectiva. Para la primera acepción,
es decir, salud colectiva con inserción horizontal, esto será un hecho sin
importancia, ya que esta sería una tarea de todos los profesionales de salud, al
mismo tiempo que de toda la población.
En realidad, sería conveniente que se combinaran ambas perspectivas,
tanto la socialización de saberes y prácticas como el asegurar especialistas
capaces de producir saberes más sofisticados sobre la salud pública y de inter-
venir en situaciones más complejas.

126 Gestión en salud: en defensa de la vida


Consideraciones en relación con una teoría sobre la
producción de salud

Una teoría sobre la producción de salud debiera apoyar todas las prácticas
sanitarias; una teoría, por ende, construida para todo el campo de la salud,
es decir, no solo utilizada, sino también construida con la contribución al
diálogo con todo el campo de la salud. Una teoría que también trasborde la
frontera de los sistemas de salud e incorpore en su racionalidad todos los
mecanismos sociales por los cuales se generan salud y enfermedad.
En este sentido, la construcción de una teoría sobre la producción de
salud o sobre el PSEA no será un monopolio ni una herramienta exclusiva
de la salud colectiva: será de todo el campo de la salud. La superación del
paradigma biomédico solo se puede pensar a partir de la contribución de la
propia clínica. Una teoría tan abarcadora no puede ser construida solo con
aportes epidemiológicos y de las ciencias sociales. Tampoco solo con lo bio-
lógico y lo subjetivo se puede pensar modelos y políticas de atención integral
de la salud. La clínica tiene mucho para ser criticada, pero también tiene
mucho para decir. Lo mismo se puede comentar sobre la salud colectiva;
no hay modo de repensar sus prácticas si se desconoce el acervo de la bio-
logía, de la psicología y de la clínica en general. ¿Cómo pensar en el sida al
ignorar la cultura, o el funcionamiento concreto de los servicios de salud, o
el comportamiento del virus, o la potencia de los inmunobiológicos, o de los
tratamientos con fármacos?
Por lo tanto, una teoría del PSEA debiera constituir el acervo básico y fun-
damental de todos los campos científicos y de todas las prácticas que con-
forman el campo más amplio de la salud.
Esta facultad de comprehender atenúa la pretensión de trascendencia y
de autosuficiencia de la salud colectiva. Una teoría sobre la producción de
salud funcionará como patrimonio orientador de todas las prácticas sani-
tarias y no serían construidas solo con base en una perspectiva centrada
en lo social o en la epidemiología, sino también en el uso diversificado de
distintos saberes. En consecuencia, se niega la existencia automática de
una dominancia de la determinación social en el PSE. Es cierto, existe una
jerarquía para que se produzca un fenómeno sanitario dado. Sin embargo,
esta jerarquía tiene que ser, necesariamente, situacional y variable y de
ninguna manera predeterminada. Tampoco el análisis e investigación de
los PSEA son un monopolio de la salud colectiva, así como no lo son los
métodos de investigación fundados en la epidemiología, la antropología,
la sociología o la biología.

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 127


Existen diversos modos para que se produzca salud. Cada modo de pro-
ducción de salud está compuesto por una combinación dada cualitativa y
cuantitativa de prácticas. La combinación de estos modos creará modelos
distintos, aun cuando algunos autores utilicen estas expresiones en sentido
equivalente. La salud colectiva o la salud pública considerada como núcleo,
la vigilancia a la salud, su principal modelo de intervención, o la clínica serán
uno de tantos de los otros modos de producir salud. Las políticas de salud y
los modelos de atención resultarán de las diferentes combinaciones de estos
modos y de estas prácticas.
Identifico cuatro modos básicos para producir salud:

a) La producción social de salud: en donde las transformaciones econó-


micas, sociales y políticas producen patrones saludables de existencia, al
dificultar el surgimiento de las enfermedades. El denominado modelo de
las ciudades saludables ha designado a este modelo de producción con el
nombre de promoción a la salud (WHO, 1991), lo que parece inconveniente
porque genera confusión con la modalidad de intervención (práctica sa-
nitaria) que lleva el mismo nombre.

b) La salud colectiva: en donde por medio de la vigilancia a la salud y de la


acción específica de los profesionales de salud, más o menos articulada
con otros sectores y otros agentes, y el desarrollo de acciones predomi-
nantemente orientadas hacia la promoción y la prevención, se dificulta o
se impiden enfermedades y muertes.

c) La clínica y la rehabilitación: en donde las prácticas de asistencia y de cui-


dado producen salud, aun cuando se trate de sujetos aislados.

d) Atención de urgencia y de emergencia: en donde a partir de modelos de


intervención que alteran bastante una serie de características de la clínica
tradicional, se consigue evitar muerte y sufrimiento. En Brasil, este mo-
delo de práctica clínica, en lo cotidiano, descolocó a lo referido en el ítem
c), degradando la clínica que se practica en la red básica, en los ambulato-
rios y en las salas de internación.

No obstante, nótese que no hay límites precisos o rígidos entre estos dife-
rentes modos de producción. Todos ellos usan prácticas de promoción y de
prevención, acciones clínicas, de rehabilitación y de cuidados. Lo que varía
es el énfasis con que se las utilizan. Así, la clínica se vale predominantemente
de prácticas de atención a los individuos, aun cuando la clínica, para ganar
en eficacia, necesite incorporar lo social y lo subjetivo y operar con algunas
prácticas de prevención y de promoción para la salud. Del mismo modo, es

128 Gestión en salud: en defensa de la vida


imposible practicar salud pública sin el auxilio de la clínica, ya sea a través
de la atención individual en programas colectivos o de la incorporación de
conocimientos generados a partir de una referencia clínica. Sin embargo, en
la vigilancia de la salud (salud pública) predominan prácticas de promoción y
de prevención. Una parte importante de las acciones de promoción escapan
al propio campo de la salud y al núcleo de la salud pública. Los límites difusos
lo son también entre las prácticas incorporadas por estos diferentes modos
de producción de salud.
La salud será, por lo tanto, el resultado de un proceso de producción. Un
efecto algunas veces deseado y buscado, pero la salud no será el objeto de inter-
vención de las prácticas sanitarias. La salud es entendida como un proyecto, con
el sentido que Sartre (1963) le dio al término: volver a ser, un devenir, un bien a
ser conquistado, como bien lo precisó Cecilia Minayo (1991). El objeto sobre el
cual se interviene en las prácticas sociales indica cuáles son, de hecho, priorizadas
y cuánto de aquello es lo que se pretende controlar. La clínica y la salud colectiva
producen, siempre, salud y control. El objeto sobre el cual se interviene indica el
compromiso por las prácticas sanitarias. En el caso de los sistemas de salud, este
objeto es representado por la dolencia o por situaciones que la potencian; lo que
se desea es que le tengan respeto al individuo o al medio. El objetivo, el fin o la
finalidad de estos servicios sería la producción de salud.
Esto se contrapone a algunos autores que sugieren reformular el para-
digma biomédico mediante una desarticulación del objeto de intervención
de los sistemas de salud. Se dejará de trabajar con la enfermedad para hacerlo
con la salud. Tal propósito aparece como un contrasentido para el método
empleado en este artículo, ya que la salud es vista como un producto, un fin,
un resultado ansiado, un objetivo. El objeto sobre el cual interviene toda o
cualquier práctica de salud es la enfermedad o la potencialidad de padecerla
o de morir, potencia como un concepto más vago e impreciso que el de riesgo.
Almeida Filho y Paim (1999) sugieren “una salud colectiva previsional o, si se
nos permite previsionaria, es decir, una salud colectiva capaz de proponer
visiones, formas, figuras y escenarios”.
Lo que se está destacando, no obstante, es que el objetivo para que se pro-
duzca salud será común a todas las prácticas de salud y no solo a aquellas vin-
culadas a la salud pública. Toda práctica sanitaria, en alguna medida, estará
obligada a producir algún valor de uso; en ciertos casos, algún coeficiente de
bienestar, aun cuando simultáneamente se produzcan, también, iatrogenia y
control social. Ningún bien o servicio se puede desvincular completamente
de la obligación de atender las necesidades sociales. Lo que varía es el grado y
la calidad con que son atendidas esas necesidades. La salud pública y la clínica
se diferencian por el recorte del objeto de intervención. La salud colectiva,

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 129


pensada como núcleo de saberes y prácticas, recorta un fragmento del
objeto, el PSE, de manera diferente al de la clínica o al de los otros programas
sociales, y mantiene, con todo, el mismo objetivo: producir salud. ¿Cuál será,
entonces, el objeto de la salud colectiva? Para responder a este interrogante
se tendrá que investigar la historia concreta, al final el recorte del objeto de la
salud colectiva está muy influenciado por la dinámica política (Donnangelo,
1983) y varía conforme sea la correlación de fuerzas, la acción del Estado y
de los distintos actores sociales. De cualquier forma, diversos autores vienen
dando indicaciones de este objeto al centrar el PSEA en su dimensión más
colectiva.

Para reconstruir el núcleo de saberes y prácticas de la salud


colectiva: algunas sugerencias para el debate

La salud colectiva y la defensa de la vida (Campos, 1991): asumir en forma explícita


que la salud pública es una construcción social y que, por lo tanto, depende de
valores, es decir, la resultante de la asunción y de la lucha de algunos valores
contra otros. En este sentido, se sugiere que los sanitaristas y demás profesionales
de salud asuman, en forma explícita, una visión del mundo basada en la defensa
radical de la vida de las personas con quienes trabajen.
Esto implica que se construyan condiciones sociales que posibiliten a
los especialistas en salud colectiva trabajar con autonomía relativa tanto en
relación con el Estado como con los partidos políticos, ideologías y otras
racionalidades técnicas. Así le será dado al sanitarista tomar posición sobre la
existencia (o no) de saberes y de modos concretos para enfrentarse con tal o
cual problema de salud y argüir contra los economistas y políticos en defensa
de la vida de los grupos expuestos al riesgo. Hay que dejar a los economistas la
argumentación sobre la inviabilidad económica, y a los políticos las disculpas
fundadas en el pragmatismo de los que luchan por el poder. Esto es una ética
asentada en un compromiso explícito con la vida.
No es que esta perspectiva vaya a tener siempre la última palabra, pero
reconoce que la sociedad ganará con los promotores públicos, en principio,
comprometidos con la defensa de la vida, es decir, con intelectuales orgá-
nicos (Gramsci, 1978) coherentes en sus discursos y en sus prácticas con una
teoría de la producción de salud, antes que nada. Es obvio que el resultante de
estos procesos nunca será lo proyectado por el discurso sanitario puro, sino
una mezcla de las distintas racionalidades en pugna.
Esto nos lleva a que sea reforzada una segunda línea: reconocer que
la salud es un valor de uso. Valor de uso en el sentido que Marx (1985)

130 Gestión en salud: en defensa de la vida


originalmente le atribuyó al concepto en el primer volumen de El Capital.
Valor de uso entendido como la utilidad que los bienes y servicios tienen para
las personas concretas que viven en situaciones específicas (el otro lado de la
mercancía). Nadie consigue hacer circular una mercancía sin valor de uso.
La salud entendida como un bien público, o sea, aun cuando le es retirado
el carácter de mercancía, como ocurre en el Sistema Único de Salud —ya
que es producido como un derecho universal y no en función de su valor
de cambio—, conserva el carácter de valor de uso, es decir, es un producto
socialmente construido.
La utilidad de un bien o servicio no es una condición intrínseca de este, sino
que es socialmente construida. Resulta, por lo tanto, de la acción de distintos
actores sociales que actúan en sentido no siempre convergente, al marcar cada
producto con un cierto valor de uso. Así, el valor de la vida varía según la
época, la clase y el contexto social. El valor de uso se expresa bajo la forma
de necesidades sociales. Las necesidades sociales son significadas en bienes y
servicios a las que tal o cual segmento social le atribuye alguna utilidad.
Foucault (1995) afirmaba que una de las manifestaciones del poder era su
capacidad de producir verdades. En forma análoga, se podrá afirmar que la
capacidad de producir necesidades sociales es una manifestación concreta
del poder de los distintos grupos y segmentos sociales (Campos, 2000). En
este sentido, tanto los equipos de salud como la sociedad deberán cuidar
explícitamente de la producción de valores de uso y de su expresión pública
bajo la forma de necesidades sociales. Se engañan aquellos que atribuyen al
poder dominante la capacidad exclusiva de producir siempre necesidades
sociales. Por más poderoso que sea el Estado o el mercado, jamás estas ins-
tancias podrán desconocer la dinámica social que resulta de la construcción
de necesidades. Aun cuando desde el Estado o el mercado se reconozcan los
deseos e intereses de los usuarios o el discurso de la salud colectiva solo para
adaptarlo a sus lógicas, siempre, en alguna medida, los de abajo meten su
cuchara de palo en la olla de las necesidades sociales.
Lo que se argumenta es que le concierne a los trabajadores y a los
usuarios, a partir de sus propios deseos e intereses y del apoyo en una teoría
sobre la producción de salud, tratar de construir proyectos y de llevarlos a la
práctica objetivando la concretización de determinados valores de uso, un
bien expresado bajo la forma de necesidades, así como los medios necesarios
para atenderlas. Una lucha sin resultados previos asegurados. Es contrario a
la dialéctica el análisis que atribuye exclusividad de efectos a la racionalidad o
al poder hegemónico. El poder hegemónico es lo dominante y no es lo único.
Los dominados también interfieren en la dinámica social, en particular,
cuando se trata de la alteración de valores. Los valores son los fundamentos

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 131


de las estructuras y las estructuras son las productoras y las que garantizan
a los valores. La alteración de los valores pone en evidencia la inadecuación
social de estructuras obsoletas y aumenta las posibilidades de cambios.
Concluyendo, bien puede valer un esfuerzo concentrado de la salud
colectiva objetivar la definición de valores de uso y de necesidades sociales al
tornarse más democrática y participativa.
La salud colectiva y el fortalecimiento de los sujetos: coparticipar de la pro-
ducción de necesidades sociales exige iniciativa política y capacidad de reflexión
crítica. ¿Cómo podrá contribuir la salud colectiva para disminuir el coeficiente de
alienación de las personas?; ¿podrá haber teorías sobre la desalienación?
Sartre (1963) hablaba de la serialidad al referirse a los grupos que repetían
comportamientos condicionados por estructuras o valores hegemónicos.
Mientras tanto apuntaba a la posibilidad de la construcción de grupos sujetos,
agrupaciones aptas para lidiar con estas determinaciones y condiciona-
mientos de forma más libre. De manera que, considerando las limitaciones
del contexto, se crean situaciones más justas, más democráticas. ¿Qué tiene
que ver la salud colectiva con todo esto?
Basaglia aprovechó esta línea de reflexión para repensar políticas y prác-
ticas en salud mental, ¿se podrán adaptar algo de sus conclusiones para la salud
pública? Pablo Amarante (1996) sintetizó bien la perspectiva metodológica
con que Basaglia trabajó: “Si la enfermedad es colocada entre paréntesis, la
mirada deja de ser exclusivamente técnica, exclusivamente clínica. Entonces,
es el enfermo, es la persona el objetivo del trabajo, y no la enfermedad. De esta
forma, el énfasis no está más puesto en el ‘proceso de cura’, sino en el proceso
de ‘invención de la salud’ y de reproducción social del paciente”.
Nótese la perspectiva fenomenológica: sale el objeto ontologizado de la
medicina —la enfermedad— y entra en su lugar un sujeto. En el caso de la clínica,
el enfermo; en el caso de la salud colectiva, un colectividad específica. Vale la
pena enfatizar que, para Basaglia, no se trata de un enfermo general, sino de un
sujeto concreto, social y subjetivamente constituido. Este se aplicará a una salud
colectiva que se pretende constructiva: trabajar con grupos concretos, social y
culturalmente constituidos. Todo el énfasis estará puesto sobre la existencia con-
creta de los sujetos: en el caso de la clínica, se tratará sobre las posibilidades de
“inventar salud” para estos enfermos y, en el caso de la salud pública, para los
grupos expuestos a enfermarse.
“Inventar salud” para Basaglia (1985) implicará algo más que la invención
de una técnica, ya que él relacionaba esta noción a la de “reproducción social
del paciente”. Reproducción social entendida como ejercicio de ciudadanía y de
participación social. En salud pública, se podría trabajar con la idea de cambio,
tanto de las estructuras —su democratización— y de las normas de derecho

132 Gestión en salud: en defensa de la vida


como de la capacidad reflexiva y de iniciativa de los sujetos individuales y
colectivos. La salud colectiva pasará por una descolocación del énfasis; antes
fue la enfermedad, después las estructuras, ahora se tratará, también, de que
se valorice el fortalecimiento de los sujetos individuales y colectivos. Sin
embargo, este dejar fuera al énfasis no puede significar el abandono de las otras
dimensiones. Así, ¿cómo producir sujetos saludables sin considerar las enfer-
medades o la posibilidad de enfermarse, o sin evaluar críticamente aspectos
estructurales (ambiente, leyes, normas, etc.)? En realidad, será conveniente que
se busque una nueva dialéctica entre enfermedad, salud, estructuras y sujetos.
Ni la antidialéctica positivista de la medicina que se queda con la enfer-
medad y descarta la responsabilidad con la historia de los sujetos concretos,
ni el estructuralismo de la salud pública tradicional que delegaba al Estado
y al aparato técnico casi toda la responsabilidad por la producción de salud.
En conclusión, hay que invertir también en el fortalecimiento de los
sujetos. No solo en su dimensión corporal, conforme la tradición de la salud
pública (vacunas, por ejemplo), sino también al pensarlos como ciudadanos
de derecho y como sujetos críticos (capaces de reflexión y elección más
autónoma de los modos de andar en la vida).
En este sentido, el énfasis actual de la salud pública en combatir determi-
nados estilos de vida (WHO, 1991), aun cuando en apariencia se está recono-
ciendo la existencia de personas concretas, no deja de ser un modo moralista
y normativo de abordaje, ya que los grupos a quienes se destinan estas inter-
venciones no son incorporados en la construcción activa de modos de andar
en la vida, en la construcción de valores de uso. Escoger entre la longevidad
y el placer es un derecho inalienable de los sujetos. La participación de los
sujetos en la administración de las relaciones entre deseos, intereses y necesi-
dades sociales es la condición sine qua non de la democracia de la construcción
de sujetos saludables (Campos, 2000).

Salud pública y salud colectiva: campo y núcleo de saberes y prácticas 133


ARTÍCULO / ARTICLE 59

SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005


Paideia y Gestión:
Un Ensayo sobre el Soporte Paideia en el
Trabajo en Salud

Paideia y Gestión:
An Essay about Holding in Health Work

Gastão Wagner Sousa Campos 1

1Profesor titular del RESUMEN Este ensayo presenta una función gerencial original denominada Soporte Paideia.
Departamento de Medicina
Preventiva. Universidad Se trata de una metodología constructiva para ampliar la capacidad de análisis y de interven-
Estadual de Campinas. ción de equipos y gerentes de salud en situaciones complejas, y en la elaboración de planes,
UNICAMP. Brasil.
gastaowagner@mpc.com.br proyectos de intervención sobre procesos salud-enfermedad individuales o colectivos, y eva-
luación de acciones de salud. Esta metodología considera los efectos interactivos de los recur-
sos de poder y de conocimiento, como así también los efectos de los afectos sobre el trabajo y
la gestión en salud.
PALABRAS CLAVE Gestión en Salud; Funciones Gerenciales; Salud Pública.

ABSTRACT This essay presents a management function named Paideia Holding. It is about a
methodology able to increase the capacity of health teams and managers to deal with complex
situations. A constructive conception is suggested to build plans, therapeutics projects and eva-
luation of health care. With that purpose, resources of power, knowledge and emotion are
analyzed and used.
KEY WORDS Health Management; Management Functions; Public Health.
60 GASTÃO WAGNER SOUSA CAMPOS
SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005

ACERCA DEL CONCEPTO SOPORTE finalidades, reconociendo que la gestión produce


efectos sobre los modos de ser y de proceder de los
El Soporte Paideia es una postura meto- trabajadores y de usuarios de las organizaciones.
dológica que busca reformular los tradicionales En este sentido, el Soporte Paideia
mecanismos de gestión. No se trata de una pro- reúne una serie de recursos metodológicos que
puesta que busque suprimir otras funciones permiten lidiar con estas relaciones entre sujetos
gerenciales, sino un modo complementario para de un modo diferente. Un modo interactivo, un
realizar la coordinación, planificación, supervi- modo que reconoce la diferencia de roles, de
sión y evaluación del trabajo en equipo. En gene- poder y de conocimiento, pero que busca esta-
ral, estas funciones son ejercidas con un impor- blecer relaciones constructivas entre los distintos
tante grado de distancia entre los ejecutores de actores sociales. Así, la supervisión y evaluación
las funciones de gestión y los operadores de acti- deberían comprometer a los propios evaluados
vidades finales. tanto en la construcción de los diagnósticos
En resumen, se podría afirmar que el como en la elaboración de nuevas formas de
recurso de Soporte procura escapar a la tenden- accionar; o sea, formas democráticas para coordi-
cia común de varias escuelas de gerencia que nar y planificar el trabajo. Formas que aprove-
intervienen sobre los trabajadores y no de mane- chen y consideren la experiencia, el deseo y el
ra interactiva con ellos. En realidad, se considera interés de sujetos que no ejercen funciones típi-
que el saber gerencial no escapó a la tendencia cas de gestión. El Soporte Paideia depende de la
predominante en la ciencia de suponer una rela- instalación de alguna forma de cogestión.
ción casi aséptica entre aquellos que ejercen fun- El término Soporte pretende capturar
ciones de conducción y los ejecutores de tareas. todo este significado: no se trataría de comandar
Una reiteración de la separación entre el sujeto objetos sin experiencia o sin interés, sino de arti-
del conocimiento y del poder y el objeto a ser cular los objetivos institucionales a los saberes e
conocido y manipulado (1,2). intereses de los trabajadores y usuarios. Tampoco
El Soporte parte de la presuposición se apuesta solamente a los recursos internos de
que las funciones de gestión se ejercen entre cada equipo. El término Soporte indica una pre-
sujetos, aunque con distintos grados de saber y sión desde afuera, implica traer algo externo al
de poder. grupo que opera los procesos de trabajo o que
Por otro lado, asume que todo trabajo reciben bienes o servicios. Quien es soporte sus-
tiene una triple finalidad y produce efectos en tenta y empuja al otro. Siendo, en consecuencia,
tres sentidos distintos: primero, objetiva e inter- sustentado y empujado a su vez por el equipo
fiere con la producción de bienes o servicios para "objeto" de la intervención. Todo junto y al
personas externas a la organización –se trabaja mismo tiempo.
para un otro en referencia a los equipos de ope- Sería importante elaborar también algu-
radores–; segundo, procura siempre asegurar la nos comentarios acerca del sentido de la metodo-
reproducción ampliada de la propia organiza- logía Paideia.
ción; y tercero, termina interfiriendo en la pro-
ducción social y subjetiva de los propios trabaja-
dores y de los usuarios. La gestión tradicional, al EFECTO PAIDEIA ¿Cómo provocar el efecto
lidiar con los trabajadores y con los usuarios Paideia en personas y agrupaciones?
como objeto, centra los esfuerzos en las dos pri-
meras finalidades, descuidando la tercera (3). Antes que nada, ¿qué es el Efecto
En realidad, al no reconocer que toda Paideia? El término Paideia es de origen griego, y
gestión es producto de una interacción entre dentro del período clásico designaba uno de los
personas, con frecuencia se verifica una tenden- componentes considerados esenciales de la
cia a la reproducción de formas burocratizadas democracia ateniense. Existía el concepto de ciu-
de trabajo, con empobrecimiento subjetivo y dadanía, que aseguraba derechos a aquellos con-
social de los trabajadores y de los usuarios. El siderados personas; el de Ágora, que indicaba un
Soporte Paideia procura compatibilizar estas tres espacio y un modo para el ejercicio del poder
PAIDEIA Y GESTIÓN: UN ENSAYO SOBRE EL SOPORTE PAIDÉIA EN EL TRABAJO EN SALUD 61

SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005


compartido entre gobernantes y ciudadanos; y muerte de millares de personas. Existen, tam-
existía el concepto de Paideia, que significaba la bién, formas más civilizadas de políticas de
necesidad de educación integral de las personas, enfrentamiento, por ejemplo, en elecciones
creándose un proceso continuo de ampliación de democráticas: aunque no esté prevista la elimina-
la capacidad de participar de la vida social, inclu- ción física del opositor, los electores están obliga-
sive ocupando un lugar en el Ágora (4). En este dos a elegir entre personas y proyectos distintos.
caso, se realiza una adaptación del concepto ori- El juego es uno u otro, estando, por lo tanto, den-
ginal, conservándose, no obstante, sin el sentido tro de la lógica de la lucha de movimiento. En la
principal. En esta metodología de trabajo con política de posición se busca la composición de
grupos y equipos, se considera el Efecto Paideia intereses y de proyectos, y el resultado es consi-
como un proceso social y subjetivo en que las derado positivo cuando se logra el establecimien-
personas amplían su capacidad de buscar infor- to de contratos sociales que incluyan intereses de
maciones, de interpretarlas, buscando compren- segmentos y clases menos favorecidas por los
derse a sí mismas, a los otros y al contexto, contratos anteriores (5). El Método Paideia es útil
aumentando, en consecuencia, la posibilidad de para la construcción de políticas de posición.
accionar sobre estas relaciones. En regímenes democráticos, una vez
Existen tres formas básicas de accionar: pasadas las elecciones, los plebiscitos y otras
las prácticas sociales –algunas estructuradas, situaciones de confrontación, se torna necesaria
como la clínica, la pedagogía, el trabajo en gene- la gestión de las instituciones según la nueva
ral, y otras características de la vida cotidiana, correlación de fuerzas. En estos casos, mante-
como las relaciones amorosas, familiares, etc.–, niéndose la estrategia de guerra de movimiento,
la política y la gestión de colectivos organizados. se avanza hacia situaciones que paralizan la vida
Nótese que existe una graduación de escalas social. En realidad, se podría llegar a la conclu-
entre estas formas de accionar sobre el mundo: sión de que si en la política existen inevitables
las políticas se refieren a la dimensión macro- situaciones donde diferentes bloques se enfren-
social, las prácticas a lo micro, y la gestión sería tan, obligando a la sociedad a escoger entre una
un modo de mediar entre estas esferas. u otra alternativa, en la gestión y en el trabajo es
Ciertamente existe comunicación e interferencia siempre más adecuado buscar estrategias de posi-
entre estas esferas: una condicionando, y produ- ción, creando mecanismos para que los conflic-
ciendo las otras. En este sentido, habría que tra- tos se expresen, pero, al mismo tiempo, para que
bajar con la concepción de inter-producción; o exista construcción de contratos y de compromi-
sea, la gestión o las prácticas nunca serán sólo un sos entre los distintos actores. En este sentido, el
desdoblamiento de la política, existe una autono- Método Paideia es particularmente útil para pen-
mía relativa de cada una de esas esferas. Dicho sar la gestión de las más diversas prácticas socia-
de otra manera, existe una dependencia relativa les. Para que el statu quo no se mantenga, para
entre cada una de esas dimensiones. aumentar el poder de contratación de los menos
El Método Paideia se aplica a la políti- favorecidos, es necesario que estos segmentos
ca de posición, buscando evitar la guerra de amplíen su capacidad de comprenderse a sí mis-
movimiento. Antonio Gramsci adaptó estos con- mos insertos en el mundo y que se valgan de esa
ceptos, oriundos de la estrategia militar, para comprensión para tomar decisiones y para inter-
repensar modos de hacer política donde la cons- venir sobre las relaciones sociales.
trucción de consensos negociados resulte en Comprenderse implica analizar la diná-
mayor beneficio y menor daño a la sociedad. mica del deseo y de los intereses personales;
Según él, en la guerra de movimiento se anhelan visualizando, al mismo tiempo, el deseo y el inte-
cambios mediante la destrucción de los adversa- rés de los otros, todo esto inmerso en una diná-
rios, y en política existen momentos en que mica histórica y social: la materialidad de las
situaciones de esta índole se imponen a los acto- necesidades y el poder de las instituciones.
res sociales. Sería el caso de la guerra civil, Ahora, esto es tan sólo una descripción sofistica-
donde se avanza hacia la eliminación completa da del simple ejercicio de la vida humana; o sea,
del poder del adversario, algunas veces con la vivir es realizar estas operaciones de forma más o
62 GASTÃO WAGNER SOUSA CAMPOS
SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005

menos consciente. Estamos siempre inmersos una finalidad adicional a toda agrupación huma-
en esta dinámica, estamos siempre aprendiendo na: la del desarrollo de sus integrantes según
de la vida. estas tres perspectivas; o sea, es el esfuerzo por
El Método Paideia es un reconocimien- construir una nueva capacidad de pensar y de
to de este hecho, pero es también una tentativa de accionar, sea colectivamente o de cada una de
sistematizar modalidades de intervención de las personas involucradas. La novedad es la inte-
forma deliberada en esa dinámica. Pensar y accio- gración de estas tres dimensiones: la libertad, o la
nar con deliberación es actuar según finalidades, ciudadanía, o la salud, todo depende de la capa-
buscando algún sentido para la vida. El Efecto cidad de lidiar con los afectos, con saberes y con
Paideia ocurre sin que tomemos conciencia, el poder.
aprendemos viviendo. Sin embargo, se puede En toda institución ocurren múltiples
buscar este efecto según valores e intenciones síntesis de los efectos de esos tres factores; sin
previas. Reconociendo que el control sobre este embargo, la racionalidad gerencial hegemónica
proceso será siempre parcial, ya que existen, al piensa la gestión de organizaciones como una
mismo tiempo, innumerables factores producien- continuidad del poder político, y como un espa-
do efectos sobre personas e instituciones. cio donde los patrones de conocimiento y de cir-
La humanidad ya "inventó" varios méto- culación de afectos considerados adecuados esta-
dos para interferir en ese proceso: la política, la rían fijos. Los gestores intentan articularlos para
gestión, la regulación y el control, la pedagogía y aumentar el control sobre los sujetos. En reali-
la clínica son algunos ejemplos. dad, se construyó el imaginario de que la gestión
El control social sobre las personas es el no interferiría con estas dimensiones, apenas
resultado de la continua producción interactiva administraría lo dado a priori: la gerencia sería un
de afectos, de conocimientos y de poder. La polí- desdoblamiento "natural" del poder constituido,
tica enfatiza modalidades de operar con el poder; un poder delegado por la propiedad privada o
la pedagogía, la propaganda, los medios de por el Estado; el conocimiento sería traído hacia
comunicación y la informática, con el conoci- las organizaciones desde afuera, inyectado por
miento; las terapias de la subjetividad, las religio- medio de cursos de formación regular u otras for-
nes y el arte, con el afecto. Estos campos discipli- mas de capacitación y de asesoría; en cuanto a
narios separan estas tres dimensiones cuando en los afectos, cabría a los sujetos "adaptarse" a la
realidad actúan de forma conjunta, simultánea. lógica de cada organización, acomodándose a las
La constitución de sujetos, de las necesidades relaciones de poder y protegiéndose de la com-
sociales y de las instituciones es producto de las petencia, de los conflictos, etc.
relaciones de poder, del uso de conocimientos y El Método Paideia imagina contaminar
de modos de circulación de afectos. la política, la gestión, la pedagogía, la clínica y
El Método Paideia es el reconocimiento la salud pública con la lógica de esta triple deter-
de que somos producidos de esa forma. Sin minación: en todas estas formas de accionar
embargo, es también el reconocimiento de que sobre el mundo se mezclan poder, saber y afec-
cada sujeto, cada colectivo, puede valerse de tos. Vale señalar que esa mezcla sucede de for-
esas líneas de fuerza para construir nuevas insti- mas diferentes, algunas veces una dimensión
tuciones, nuevas necesidades sociales y nuevas predominando sobre la otra. En general, se
personas. Para esto necesitamos de una pedago- puede afirmar que el accionar político tiene
gía, de medios de comunicación, de instituciones como núcleo específico el tema del poder, es en
comprometidas con el Efecto Paideia y no sola- su campo de fuerzas donde circulan saberes y
mente con el control social. Esto sólo será posi- afectos. La pedagogía tiene como núcleo lo cog-
ble mediante la democratización de esas institu- nitivo, la propaganda, mientras que los medios
ciones, o sea, mediante su reforma por una polí- tienen como núcleo la comunicación y el con-
tica de posición. vencimiento, y en ese campo es que giran el
El Método Paideia es una tentativa de poder y los afectos. Las terapias de la subjetivi-
pensar reformas y de accionar considerando dad y el arte tienen en el núcleo los afectos y en
estas tres dimensiones. Y más aún, acrecienta el campo, el poder y lo cognitivo.
PAIDEIA Y GESTIÓN: UN ENSAYO SOBRE EL SOPORTE PAIDÉIA EN EL TRABAJO EN SALUD 63

SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005


Es interesante resaltar que en varias →desde un lugar de poder institucional: un diri-
prácticas sociales, particularmente en aquellas gente de una organización, de un equipo o de un
constituidas a partir de una pretensión exagerada movimiento social puede, sin abandonar su rol,
de objetividad, ni siquiera se admite que habría ser soporte de sus dirigidos. ¿Cómo un director,
influencia de factores políticos, cognitivos o afec- un supervisor o un auditor conseguirían ampliar
tivos. La Gestión, la Salud Pública y la Clínica, su modo de actuación, no sólo controlando, fis-
por ejemplo, operan como si hubiese una dilu- calizando y dando órdenes, sino dando soporte a
ción de la influencia de estos factores; el saber de sus supervisados?
los técnicos actuaría mejor "libre" de la política,
del conocimiento no científico o de afectos →desde un lugar de supuesto saber: alguien
"inconvenientes". Este es el núcleo del pensa- externo a la agrupación, alguien que es procura-
miento tecnocrático: la tentativa de reducir per- do en función de un presunto conocimiento (ase-
sonas a la condición de objeto, rechazando la cir- sor, consultor, alguien con dominio de un méto-
culación de afectos y la "contaminación" de las do, o de alguna experiencia previa, analista o
prácticas por el poder o por el saber de los "lai- soporte institucional) podría accionar, esencial-
cos", todos alcanzados por las medidas genera- mente, valiéndose de la metodología de soporte.
das en apenas uno de los polos de la relación de
poder (6). →desde un lugar de supuesto saber y, al mismo
tiempo, de poder institucional: un profesional
(clínico, pedagogo, sanitarista, etc.) puede ejercer
RECURSOS METODOLÓGICOS PARA EL sus funciones específicas modificándolas en fun-
SOPORTE PAIDEIA ¿Cómo operar con la fun- ción de ofrecer soporte a los usuarios.
ción de Soporte Paideia?
→desde un lugar de paridad (supuesta horizonta-
En primer lugar, involucra el intento de lidad) desde el colectivo: un miembro de un equi-
ampliar la capacidad de las personas para lidiar po o de la comunidad, al participar de espacios de
con el poder, con la circulación de afectos y con cogestión e incluso en el cotidiano, puede funcio-
el saber. Lidiar mientras están haciendo cosas, nar como soporte Paideia para sus pares.
trabajando, cumpliendo tareas. En el fondo, es
una forma de radicalizar la construcción de ciu- Ciertamente, existen diferencias en el
dadanía y sociedades democráticas. modo de realizar el soporte si se ocupa un rol de
El lugar de Soporte no es un lugar orga- director, de soporte externo, de operador de
nizacional específico, aunque pueda serlo even- punta o de miembro de un equipo. Los dirigentes
tualmente (en la Secretaria de Salud de tienen más poder, pero en compensación están
Campinas/SP, en el año 2000, optamos por cam- condicionados por un mayor compromiso con la
biar el nombre y el modo de actuar de los anti- eficiencia y eficacia organizacional. Siempre que
guos supervisores de distrito y de programas, ingresan a una rueda lo hacen con ese sesgo. Esto
denominándolos soportes institucionales). En el es un problema, pero, al mismo tiempo, enrique-
ejercicio de cualquier rol dentro de un colectivo cen al grupo al aportar a la rueda temas del con-
se puede actuar según la perspectiva de Soporte texto y otros específicos de su función. Un jefe
Paideia. Esto es posible, aunque deba considerar- mantiene su poder aun cuando se incorpore a
se la función de cada uno en la estructura de una rueda de discusión; esto no anula la eficien-
poder, como así también el dominio de teorías y cia de ese mecanismo de gestión.
de métodos y las relaciones de afecto, ya que Soportes externos (consultores, analis-
todo eso influencia fuertemente la capacidad y tas, etc.) tampoco son neutros: en general, traen
las posibilidades de soporte; o sea, existen varia- un referencial teórico y una experiencia que con-
ciones obligatorias en el modo de proceder dicionan su visión. Esto no debe ser silenciado; al
según el lugar institucional del supuesto soporte. contrario, debe ser examinado y analizado, ya
Consideremos algunos lugares institucionales que puede ser un elemento enriquecedor para el
desde donde se puede realizar Soporte Paideia: grupo y para los dirigentes. Por otro lado, en
64 GASTÃO WAGNER SOUSA CAMPOS
SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005

general, están menos condicionados que los diri- o sea, de escenarios o dispositivos (settings) que
gentes y miembros del equipo en las disputas propicien la interacción inter-sujetos. Más aún,
internas por el poder y por la circulación viciada espacios donde el análisis de situaciones y la
de afectos. Pueden ayudar al grupo a visualizar y toma de decisiones sean posibles. Instituir el
a trabajar situaciones problemáticas fundadas en hábito de evaluar los procesos y las tareas, rede-
esa dinámica. finiéndolos conforme lo acordado. Resumiendo:
Los operadores de punta, en general, y el objetivo de esas ruedas es la construcción de
particularmente en el área de servicios, salud y Proyectos de Intervención; o sea, se analiza para
educación, tienen contacto directo con los usua- decidir y definir contratos que se desdoblan en
rios. ¿Cómo ser soporte de comunidades, pacien- responsabilidades y tareas. La evaluación del
tes o alumnos? Ciertamente, no renunciando al resultado de las intervenciones es fundamental
saber técnico o a la necesidad de intervenir, para "abrir" posibilidades y superar los conflictos
pero, tal vez, interactuando con los usuarios institucionales. Una especie de planificación
tanto en el momento del diagnóstico del proble- constructiva y progresiva.
ma, como en la definición del proyecto de inter-
vención. Lo fundamental, en ese caso, es mante- SEGUNDO: incluir en el análisis las relaciones
ner siempre la preocupación de aumentar la de poder, de afecto y la circulación de conoci-
autonomía de los usuarios, o sea, ampliar la capa- mientos. El Soporte y el proceso de Soporte tam-
cidad de autocuidado por parte de ellos, tanto bién deben ser sometidos a evaluación y correc-
elevando su capacidad de comprender el proble- ción de rumbo. Así, el diagrama de relaciones de
ma en cuestión como de accionar sobre él. cada organización debe ser llevado a la rueda. El
Por último, cómo ejercer la función de Soporte debe permitir, acordar y hasta buscar
soporte en una situación de paridad: el soporte al activamente incluirse en esos procesos; o sea,
propio equipo de trabajo, o, siendo usuario, el sufrir el Efecto Paideia. Para esto es fundamental
soporte a otros miembros de la comunidad y de desmentir la falacia de la neutralidad, explicitan-
los propios equipos. Aquí está la esencia de la do el lugar y el modo de vinculación de cada
democratización de las instituciones, ya que eso uno. Lo que significa analizar las relaciones de
sólo ocurrirá cuando exista la posibilidad de que poder, de conocimiento y de afecto involucradas.
todos ejerzan la gestión. En el fondo, aunque la Los analistas institucionales denominan este pro-
función principal de esos sujetos no sea la geren- ceso de análisis de implicancia. Y esto no tiene
cia, se parte del supuesto de que participar de la por qué ocurrir de un modo salvaje, todo al
gestión forma parte del campo de responsabilida- mismo tiempo, transparencia total desde el
des de todos los implicados en un proceso de tra- comienzo. No, ¡esto sería un desastre! El grado
bajo. Al integrarse a un grupo, un consejo, o una de profundización de los temas se subordina a la
asamblea, es fundamental la postura de abrirse a tarea y al propio grupo, lo que es o no necesario
la influencia de los otros sin renunciar a los inte- y soportable en cada momento. Esto se descubre
reses y las experiencias personales. Desarrollar en aproximaciones sucesivas.
capacidad para construir análisis y soluciones
compartidas. Combinar firmeza con apertura a la TERCERO: traer hacia el trabajo de coordinación,
creación de intereses y de una visión del mundo. planificación, supervisión y evaluación la lógica
Capacidad para reconocer autoridad en otros sin de la triple finalidad de las organizaciones.
someterse a ella. Reconocer el límite impuesto Analizar los procesos según los tres objetivos
por el colectivo sin desistir de la singularidad de básicos, a saber: calificar el accionar institucional
sus deseos y de concepciones. para el cumplimiento de finalidades externas al
Enumeremos algunos recursos metodo- grupo –producir valores de uso para otros–, para
lógicos útiles para la función de soporte. la defensa y reconstrucción de la propia organi-
zación, y para asegurar el desarrollo y la realiza-
PRIMERO: construir ruedas. Siempre, en todas ción personal y profesional del grupo receptor
estas posibilidades, el Soporte debe contribuir del soporte. Operar con esa lógica amplía la
activamente a la creación de espacios colectivos; comprensión y la capacidad operacional de los
PAIDEIA Y GESTIÓN: UN ENSAYO SOBRE EL SOPORTE PAIDÉIA EN EL TRABAJO EN SALUD 65

SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005


colectivos. Los trabajadores, los militantes de un Paidéia, un estímulo para superar la inercia del
movimiento, todos son medios para conseguir grupo. Nadie se sale de sí, tirándose de los pelos
algún resultado, pero, al mismo tiempo, son tam- como "el varón mentiroso".
bién un fin de todo y cualquier emprendimiento Por otro lado, las demandas del grupo
humano. Esta es la clave de seguridad, sin la cual funcionan como ofertas para el soporte, son los
ni se puede comenzar a realizar la función de escalones desde donde partir hacia el estableci-
Soporte Paideia. miento de nuevos compromisos y contratos,
La vida es lo real, concreto y ocurre en comprometerse con los otros y consigo mismo.
el medio, ya que el comienzo o el origen son Sería importante profundizar métodos
puro recuerdo –historia–, y el futuro es fantasía para ofertar cosas y para incorporar las demandas
pura. No se está aquí negando la importancia de del equipo y de los usuarios. Existen tres campos
la historia o de las utopías y de los sueños; lo que desde donde se originan las ofertas y las deman-
se afirma es la importancia de valorizar las poten- das: uno relativo a lo que viene desde fuera de
cialidades del presente. Sin esta directriz –es en las organizaciones, o sea, a la producción de
el presente que se analiza y se decide–, no exis- valores de uso y a las formas de comprometerse
te el soporte Paideia, aunque pueda ocurrir una con los otros. El segundo se refiere a las institu-
serie de efectos interesantes. ciones, el contexto donde se trabaja. En estos
Ciertamente, personas con mayor poder casos, el soporte debe ofertar y sustentar el deba-
institucional, dirigentes, gerentes, tienen dificul- te sobre modelos de atención en salud, modelos
tades adicionales para ser coherentes con esta pedagógicos, formas de organizar el trabajo, los
directriz. Su papel estructural los condiciona a movimientos, etc. Pero comprometerse de forma
valorizar la producción de valores de uso en crítica, tensando límites, explorando posibilida-
detrimento de los intereses de los trabajadores. des de realizar tareas de un modo diferente. El
Además tienden a reducir el coeficiente de análi- tercer campo es el relativo a la ampliación de la
sis, ya que están preocupados con la conserva- autonomía del grupo, aprender a circular, a tran-
ción de su propio poder. No obstante, se puede sitar, crear alas, depender menos del soporte. Y
recrear la lógica de estos lugares con el objetivo aquí otra directriz Paideia: el soporte funciona
de constituir sujetos autónomos, ya que operado- solamente cuando el grupo consigue ampliar sus
res más analíticos suelen ser, en general, más efi- referencias, y más aún, cuando consigue lidiar
caces, una vez que se comprometen de un modo con estas referencias de un modo crítico, o sea,
creativo con la producción de valores de uso. como otras ofertas; o sea, con generosidad críti-
ca; o sea, sin adhesión automática y sin paranoia.
CUARTO: Trabajar con una metodología dialéc-
tica que traiga Ofertas externas y que al mismo QUINTO: apoyar al grupo tanto para construir
tiempo valorice las Demandas del grupo. El Objetos de inversión como para crear compromi-
Soporte debe construir y acercar a las ruedas sos y contratos con otros. La vida, mientras, ocu-
sugerencias en cuanto a modos de analizar y de rre: sin disfrutar el cotidiano, no hay sentido para
intervenir sobre la vida. Además de esto, debe la vida. La postura burocrática trascurre, en gran
recoger las Demandas del grupo y de aquellos medida, apostando todo al futuro. La construc-
con que está interactuando. Y aquí la primera ción de objetos de inversión exige que el grupo
Oferta es ofrecerse como Soporte, no hay cómo se autorice a ser feliz, a realizarse personal y pro-
escapar de esto. Explicitar: existe un método, fesionalmente en el contexto real en que traba-
existen temas prioritarios, hay no dichos, hay jan. El resentimiento o la culpa, la no apropiación
resistencias, bloqueos, hay correlación de fuer- de nuevos conocimientos, la concentración de
zas, existe la necesidad de establecer contratos poder, todos son factores o síntomas que impi-
con otros intereses, otras culturas, etc. Y toda den la constitución de objetos de inversión, y, en
oferta es una oferta interesada, revela las relacio- estos casos, el efecto Paideia se cumple de forma
nes de poder, afectivas y los campos de conoci- precaria, limitada. Una de las tareas del soporte
miento del Soporte. Ofertar es revelarse, es expo- se refiere exactamente a capacitar a las agrupa-
nerse a la evaluación ajena, es un ejemplo ciones para que depositen afectos positivos en
66 GASTÃO WAGNER SOUSA CAMPOS
SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005

objetos (cosas) fuera de sí mismos, aunque refe- OCTAVO: Autorizar a los grupos a ejercer la crí-
renciadas por el deseo e interés de cada uno. tica generosa y a desear cambios: las institucio-
Sentir placer por lo que se hace, apostar a proyec- nes controlan personas, desautorizándolas a
tos, en la construcción de nuevas relaciones de tomar iniciativas que no estén previstas en los
afecto y de poder. Disfrutar el placer de saber. La reglamentos. El funcionamiento psíquico y las
construcción de este objeto de inversión depen- ideologías bloquean el deseo y hasta la compren-
de de factores políticos, cognitivos y afectivos. sión de sí mismos y de las relaciones sociales. La
Hay que lidiar con esta mezcla. Oferta de temas, o de fragmentos de análisis, bus-
Por otro lado, accionar en función de can ampliar la capacidad de las agrupaciones de
otros, estableciendo compromisos y contratos; o lidiar con estos impedimentos: la tarea de colocar
sea, sin renunciar de modo alguno al deseo o al en análisis temas sagrados, no-dichos, relaciones
interés particular; muy por el contrario, accionar encubiertas, derechos no ejercidos, etc.
teniéndolos como referencia, para crear espacios
y modalidades de acción que establezcan NOVENO: Autorizarse a ser agente directo y no
mediaciones entre el interés de los usuarios y el solamente soporte de equipos: el dirigente, el
principio de realidad, el contexto histórico y profesional y aún un miembro del grupo forman
social. parte del Colectivo al cual quieren dar soporte.
Aquel que realiza un soporte institucional especí-
SEXTO: Pensar y hacer junto con las personas, y fico se vincula al colectivo durante un cierto perí-
no en lugar de ellas: para que esto ocurra no odo y después se va. En este sentido, tiene como
alcanza con que el soporte imagine que sabe función central valerse del método para trabajar
cuáles serían los contratos o los objetos de inver- con el grupo. Los otros no pueden actuar todo el
sión más adecuados. Es importante que procure tiempo en base a la metodología Paideia, hay
saber sobre esto, sin lo cual no sabrá cómo rea- momentos en que el dirigente ejerce acciones
lizar ofertas. Mientras tanto, lo importante es que administrativas, el profesional realiza sus tareas
dé soporte al grupo para que ellos sepan sobre respectivas. En este sentido, existen espacios de
esto, a la manera de ellos, dialogando con el acción en los cuales cumplirán sus funciones
supuesto saber del soporte. específicas sin la necesidad de ruedas previas o
de espacios en donde estén discutiendo todo a
SÉPTIMO: ampliar los espacios donde se aplica cada momento, aun cuando la evaluación y el
el Método. Preguntarse siempre: ¿dónde y cuán- desdoblamiento de estos actos puedan constituir-
do es importante actuar de modo Paideia? En se en temas de las ruedas.
reuniones, seguramente, pero no solamente.
Trabajar juntos, estimulando espacios de refle- Un ejemplo: un dirigente pretende con-
xión. Ofertar experimentando. Unir la modali- trolar una epidemia de dengue. ¿Cómo efectuar
dad del soporte con la del grupo. Antes, durante el combate al problema según la perspectiva del
y después del hacer, analizar, reflexionar en Soporte Paideia?
base a los resultados, en base a la práctica. Ese
hacer reflexivo es muchas veces un modo eficaz Primero, valerse del Método Paideia,
para quebrar resistencias e inseguridades que el recordando que existen otras posibilidades para
diálogo teórico jamás resolvería. hacer cosas. Y ¿qué es el Método? Pasa por la
En este caso, alcanzar el análisis de capacidad de analizar, reconocer la red de
relaciones de poder y de afecto depende tanto poder, de afectos, el compromiso con valores
de la capacidad de escucha de otros discursos (finalidades) y con campos de conocimiento. En
como de observar a otros realizando o sufriendo este sentido, el dirigente debe reconocerse como
impactos de la práctica. Para ampliar la capaci- alguien distinto al equipo de técnicos o usuarios.
dad de análisis de los grupos es fundamental que No puede renunciar a su lugar de poder, negar
aprendan a escuchar, a observar el resultado de la jerarquía, la diferencia de roles; supuestamen-
sus intervenciones y a leer textos teóricos, meto- te, él tiene un compromiso con los resultados,
dológicos o de relatos de experiencias. un tiempo definido por factores universales,
PAIDEIA Y GESTIÓN: UN ENSAYO SOBRE EL SOPORTE PAIDÉIA EN EL TRABAJO EN SALUD 67

SALUD COLECTIVA, La Plata, 1(1): 59-67, Enero - Abril, 2005


externos en relación al grupo de técnicos, dife- perspectivas. Para adecuar estos tiempos, le
rente de otros agentes implicados. Para el cabe al dirigente valerse de su poder constitui-
Método no existe neutralidad: el mejor remedio do para acercar Ofertas: presentar las modalida-
para atenuar los conflictos con este tipo de facto- des de acción contra el dengue considerados
res es explicitándolos, dejar claro desde dónde se tradicionales, aportar informaciones sobre las
está hablando, con qué objetivo, qué se busca, presiones políticas, análisis sobre el riesgo de
con qué velocidad, etc. sufrimiento y muerte, etc. Pero también abrir
Mientras tanto, se debe actuar según el espacios, colocando en análisis afectos y rela-
concepto de triple objetivo en cualquier empren- ciones de poder.
dimiento social: buscar valores de uso –controlar La reunión es un espacio de análisis, lo
la epidemia–, pero asegurar el Efecto Paideia otro es el hacer. Estimular al equipo para que
sobre los sujetos comprometidos con el proyecto arme ruedas con usuarios, para que agrupacio-
y con la práctica. Para esto, es fundamental cons- nes armen ruedas con otras agrupaciones, expe-
truir el proyecto –diagnóstico de situación y defi- rimentando, ellos también, el Método. Y actuar
nición de tareas– según la metodología Paideia. según las posibilidades, no esperar el gran día
O sea, tomar también como finalidad que el porque nunca llegará, ¡jamás! Y si por casuali-
equipo y los usuarios se apropien de un modo de dad llega, con seguridad, sólo nos daremos
pensar y de accionar que procure conocer y cuenta muchos años después, en general,
modificar tanto el ambiente como a los propios lamentando lo que no supimos reconocer y
sujetos comprometidos. aprovechar.
¿Y el tiempo de control de la epide- Por último: todo Soporte mínimamente
mia? ¿Será equivalente al de la constitución de sabio descubre que sólo se consigue ser soporte
nuevos sujetos? No, con certeza: nunca corres- cuando nos autorizamos a que el grupo a quien
ponden claramente. Lo que significa, en alguna pretendemos ayudar sea nuestro soporte. Un
medida, que siempre se podrá crear algún tipo buen dirigente dirige y es dirigido, comanda y
de compromiso o de contrato entre las distintas es comandado por aquellos con los que trabaja.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Coriat B. El taller y el cronómetro: ensayo 4. Jaeger W. Paidéia: a formação do homem


sobre el taylorismo, el fordismo y la producción grego. São Paulo: Martins Fontes/UnB; 1986.
en masa. Madrid: Siglo Veintiuno; 1992.
5. Gramsci A. Concepção dialética da história.
2. Morin E. Meus Demônios. Rio de Janeiro: Rio de Janeiro: Civilização Brasileira; 1978.
Bertrand Brasil; 2003.
6. Onocko Campos R. O planejamento no
3. Campos GW. Um método para análise e co- Labirinto: uma viagem hermenêutica. São Paulo:
gestão de coletivos. São Paulo: Hucitec; 2000. Hucitec; 2003.

Recibido el 25 de enero de 2005


Versión final presentada el 3 de febrero de 2005
Aprobado el 11 de febrero de 2005
Emiliano Galende

Psicofármacos y Salud Ment�l

La ilusión de no ser

\.

t
'-.

l_ Lugar·
� Editorial·
99
····-:.... ---- ...... _.� ·- ------=---·--·..-·-· . _..___ ,. __ .....__..................._... ---..-----· · ·· · . . .. . . ....
.,

. ..... .. · -- ......... . . .. �-.-· --..- _______._ ..... ...... . .. _,. .......... ... ...... . . .. . -·
188 Emiliano Galende
Capítulo 6
3) �ma� _así e�te��idos,
¿Qué di fere . cia existe e1:1tre . los prog
c�n l �
participació. y la cooperac 1é n , y l a a�mon �oc1�l mespecrfica.
Ninguna. La estrategias de intervención comum
tana, 1�� pro gr�mas La Política de Salud. Mental
n parte d la acc:orl; s oc1al, Y
de promoci n y preven ción, forma �
precisa s de mc1d1r . e la
debieran se cons i der adas como fo rmas �
valores subjet:. ­
orientación e las políticas s ociales hacia los
de una
que esta P?Sl­
vidad más a tónoma y solidaria. Pero debo recordar
mental no es nueva: la psiquiatría asilar,
los n,;am�o­
ción en sal
Y son acc1ón
mios, las in ernaciones cró nicas , también ·eran
una
nos _n �mos
rio a la que p�opo
social", !.1:ª-� m�s que d� sentido c;:qp.tra
en salud me Úü. Lo que hemos visto e n el capítulo anterior constituye lo esencial de los
princípios que orientan las acciones que se propone deben realizarse desde
la salud mental. Pero existe una tensión evidente en nuestro campo entre el
crecimiento en el campo social y en Ja cultura de una medicalización del
malestar psíquico y estas propuestas de un abordaje psicosocial y comuni�
tario de los problemas. Ya dije y lo ampliaremos en el próximo capítulo,
,

que hay que reconocer un encuentro entre una demanda social y cultural
que reclama respuestas rápi das y efectivas que alivien el creciente malestar
subjetivo de la existencia y la ofe rta a gran escala� y con estrategias publici­
-

tarias efe ctivas por parte de los psiquiatras y la in dustri a farmacéutica, de


,

e limina r el malestar a través del medicamento. Esto está construyendo un


imaginario social específico en el cual se co mprend e todo malestar como
anomalía o enfermedad y por lo mismo, la solución m édica de la pasti ll a
adecuada.
La política de Salud Mental debe enfrentar hoy e sta situación y definir
estrategias adecuadas para contrarrestarlá, ya que este camino es de direc;­
ción contraria a todas las definic i o n es que dieron origen a Salud Mental.
Sin duda que debemos entender que si esta medicalización se impone
como criterio de atención del malestar, habrán fracasado los valores sobre
los cuales se fundo el campo de la Salud Mental; o e stos valores y sus prin­
l
. cipios de acción quedarán reducidos a simples estrategias para atender el
malestar de los más p o bres que no cuentan con posibilidades de acceder a
los psicofármacos. Algo de esto ya está sucedjendo, especialmente en
países de desarrollo intermedio como el nuestro.
Entiendo que éste debe ser hoy uno de los ej�s pa:ra una política racional
en Salud Mental: cómo desarrollar estrategias de prevenc ión y atención de
los trastornos psíquicos con participación de usuarios, familias y comu­
nidad; cómo res tituir. una comprensión de estos trastornos en e} campo de la
palabra y la responsabilidad de los mismos sujetos para su elaboración;
cómo integrar los cuidados de la salud mental dentro de una política amplia
en salud que tenga en cuenta todos los determinantes del trastorno. Vamos a
ver. entonces cuáles son los criterios para una política de estas características.

100
190 ... : ..... _.. Emí.li.arro Galende· -- '\'
��
.... .
. �-
: · .
. �r
d,e Salud Mental.
·�x.
. ·La· PólítiGa En cuarto lugar) la ·¡:;olítica.n·iét ¿d� �¿��$�i;¿¡;,��� Í; �
- t& � 'la que .puede
articulat.las acciones:�e·los distintqs.. sec;;�q�e$:· qu�: integraf�Salud· yJá ·red ·de
.
·
·
En. prtcier lugart ·e l di;eño 4� �na ··polítit:a · de Salud M�ntal ;responde servidos; DeSf:l.ITOllo.-:Social en laS. polítiq�:.��; les:, E'cdñ.or:ní�: Y·Xrabajo·,·
.. �t? ........

siempre ·a:·una decisión políti�a:ae orden nadonaL Esencialmente porqi,te · . Derechos Hum'll:l . os y- Justicia. Re�ord�ni.o& ::�ri-ta .q.�ch<),:t�sp·�eto: a. :que es
es ta política debe formar parte del c.onjunto de las políticas sociales, que · desde·Jas definic��:mes · de 'los:-probl�m.��·�4.�·'·:��ud;..:menta1' -del p.aís;. sus
--.
.
:
reflej an ·l as metas que un país se fija para atender desde elEstado Ia·cober- T?odos·d� e?t.ender1o�,'<i!'Ue se d e �p.r�?. �"t���Y��j�;� o,s �é 1� ate p.�i�n. el
4.� y y
.
· tura de las hecesid�des básicas _para la integración social de la población. ·tipo de semc10s ad;ecuados para-reah�a;rlª;�:.. . ... , , .·. . . . ·. ·
.· . .
,
• •• r• - '
••• ·•
•, , ·-�

Siendo salud uno dé los sectores específicos de realización de esta política,


• ,
•,

.
la Sal�d Mental está integrada al mismo. Debe. incluirse además el área de En su.q1al lo que está planteadó e qti_J:�}���iq,,de·:u��-p.olítlca dé: �ud
� �
Desarrollo Social; sector en el cuál se expresa los modos �P. que elEs.tado
.\
Mental depender_a: en .. su mayor. ·parte. dE:f.-,qu�· ·�$� é�jn·c,l�ida en _la ag�nda t .

. cqmprende los valores de la inte�ción social y del · desarrollo de la política del Gobierno· eomo par�e :d�.s�, P.·�9.ye�tq,= ·$..9lq· .d�sde �¡f :s� pp,ede .

integrar a las· diferentes áreas de gobierno cpn la· sbdeda4· f.:iv.ii y sii� o"rga�
.

sociedad y-las forma.S·de'fttendedos, Salud Ment�lforma pa,:te de_ las estra­


..--... ·:
..
· ·

. nizaciones:
·
· . . ·-·
·
tegias de la integración. sotial. Y-también debe implicarse al sectorde.Dere� . � .:: . . . .. .
·

· chos Huma:noR y Justicia, ya que -la atención de lqs trastornos psíquicos La decisión política del go_biE!rt?-�- de hicluir a !ª,.Salud Mental como área
implica la iiecesfdad de resguardos éticos. sobre la dignidad de las personas ·necesaria para la integración socia.t· el �éjoramierttcfd� .'.la· calida . d d·e vida
.
baje_�atencióri y. sus derechos ciuda4ar:ios. Un ejemplo de esto fue la Ley de la población. requiere que exista preViam·entg:un·reeo ri.odíñiento de los
pr oblemas· de salud mental del pafs. y ta�p.i n i ·· conviéció�.racional de que. � � . . -:.
Kennedy de ,EKUU. de 1963- sobre Salud Mentalt que formó parte del ·l
prográn,la más amplio_,de 11Guerra contra la .pobreza". La experiencia de estos problemas ·afectan a los I?rocesos de j�t"�gr?-�ión -�e Ja socied<?-d, al.
todos los -países quE! avanzato.n en .. el desa�rollo del Sistema de Salud resguardo de condiciones de dignidad y· :d-e.rechós humanos básicos: Éste
·
Mental1 muestra .claramente que ·una. polí�ca de Salud Mental es esencial­ debe ser asumido por el poder político_:.);, re·th�jarse: COD.J.O. d:e.inanda de la
menté\tna decisión política· integrada al proyecto p0lítico del gobierno, sln sociedad. Para ésto·es preciso contar c.or(l;:i)�forr.O:ación necesarif:1:,. tanto
esta integración, una. política aislada, o dejada s. olamente en los niveles para el diseño de la-política de Salud Mental �oi:ho para: su difusióh:·e'insta.:.
interrnediQ s de la a:dxp.inistración, es difícil que prospere en su implemen- ladón del tema en bi escena social. Esta:·iriforim�Üión '·es resp ons abilidad ·
·

--)
·

tación. . técnica de quienes se. desempeñan en el sector y:puede s�r producida por
·
·

los mismos servi�ios, laprganización del'·se��Q.i, l�s ..universidádes, las orga> .


. .

· .. . En�segurl'do¡!J:gar,."la polític de Salud Mental debe di_rigirseala totalidad


i nizaci ones de la. comunidad, etc. ló es·énGial-·es contar . con información·
. .- .. . �· '· :�;·�� \
de .los·cuiclados."éle.la salud mental, esto es, abarca con sus criterios a todo sobre: ..
·

. ·: .
. .-..� .. ·. ·
:_.-.....

el sistema de .sahid, l� estrtictura· de·Ios servicios, los Tecursos humanos, ·a) Prevalencia de ·problemas de salué:}.'!fiyntal'.�n)c(pobl��.ióri. L.os -serYi-- ·
profesionales y no profésio ales, y los criterios para la atención. En los
� dos cuentan �on datos sobre··lE!.S·. �6 s1,:1ltas y· los: pronlemás preva­ �
países que. cuentan con Seguro''Nacional de S�ud (la Seguridad Social en lentes que atien_den,. pero dados ·Io·s te'iiúis actuales,. es útil' á.intár eón
.
Inglaterra, España, parcial··en -los demás .. países de Europa}, esto es inme­ mayor información sobre:poblá,�-i gen�:r.aJ;�:En t€múis·eorr1o�las· adic.:
ó��'
diat-o ya que la política· abar�� -a un sistema previamente ttníficado. Los dones, la. iliolencia familiar, lá::·VJ:dienda. escol�i;. el alcoholismo. 'es.
países· con sistemas mixtos, ·en� el. cual los . proveedor�s de servicio� son importante la con·sulta con quiené� �é dedícan a la atención· de los
· .
.
·

públic os y priv:ados, se. Jlace necesario generar normativas que incluyan a mismos {incluido Poder Judicial,·Pblicíat Educación,·etc�}, Es támbién
· útil la información. obtenida de:.�� :p�blación ,ge·neral· por ·me·dio ·de
todos los subsectores.
·

·
encuestas, gruposJocales,. o. con$ú}��s: . .
• • . . . (;;. QI1: _líderes.a� la .éGtnuntdad.
• •••• • •

:_.En. tercer lugai:, una política·de Salud M�ntal integra a la totc;tliCÍad de la


. .f • ' •• •

. . ..
población del país bajo·:las. mismas definiciones de los problemas de salud b) Es necesario contar con toda la itif0rmac).ó11--sobréefsistema·de·salud
mental1 su valorac-ión -y-forma de comprenderlqs, y por lo ·mismo establece mental existente, estructura-de h)Ef:s���i�(�ll.o:sp�tales.ps·iqúiátritos,
modos· homogéneos de los objetivos que· se fijan para su atención. En los servicios d� hospitál generi:U�. centros.,ffieno.vá.lt:�ntes·;�Jiterictón en el . \
países cori. organización· federar, como. Argentina; se debe �cardar entre la primer nivel, etc,); el núme.rG.d$:oá.fua&.·.Pata iñter adón ylC?s.·datos �
Náción y las . provincias �:sta. po1ítka:rya .que los principios de comprensión sobre la población;Internadá;·��obr�:el:-tip·o de: práctioas· prevalentes
.f--.�.

....... ·

y ia;equ!dad·en Ia· atención -deben incluí� a to·a� la poblaci9n . del p_�s_.


. . . �
.en esos servicit?s .y,. si es� P.o�ible/ n ·f9r.mación"'�sobre resi.lh:fl9. . 9S.; la
<:-/.':'-..: · .' <' ·
_ .
:· .
. .... . .. :�>·::.: :: . : � ..} ·.: ..
101 : . - . .

.
..-...
.
... ·
�-
Psicofármacos y Salud Mental 193
l 2 Emiliano Ga!ende
social, el ingreso e conómi c o de las fami lia s y las c o n di ci o n es de empleo¡ las
co.mposi ci �n de los recursos, pro fes ion ales y no pro fes ionales ; la
. migraciones, la escolarización primaria y secundaria, etc. La p olítica debe
onentac16 predominante en la f9 rma ció n de los profesionales; los
fij ar los principios ne ce sario s para asegurar las con dicion es de ciudadanía,
pres � ues
p
os y la financiación. Es útilt y sencill o de obtene r, la info r­
los derechos humanos y la dignid ad de las personas. Al respecto la OMS
macwn s � re los niveles de sa tisfacc ión de los profesionales, de los
define esta inclusión n eces aria del área de Derechos Hu m anos, con estas
no p ro fes1 nal es y de las familias, sobre la atenció n que se re aliza.
palabras:
.
Ex.tsten e cuesta: �
ormalizadas para esto y la info rmaci ó n que
b nndan e ademas Impor tante para orientar las-prioridades de lo$
El desarr-ollo de una política de salud mental puede promover o violar
temas a at nder.
los derech os humanos dependiendo de la forma en que se formule o
ponga en práctica La legislación de salud mental debe codificar y
e) Sobre esta i formación se valora e interpreta los problerpas exist�ntes,
consolidar los principios, los valores y los objetivos fundamentalesde
tanto de � e�alenc i a como de la atenci ó n a ese m o mento, y se esta­
la política de salud mental. Dicha legisl�cíón es esencial para garan­
blecen pn ndad-es y tiempos para la implementacíón.
tizar que se respete la dignidad de los pacientes y que se protegen sus

q�iero señal . que el desencadenamiento de estos procesos de infor­


derechos humanos fundamentales)

macwn Y evaJua Ión moVilizan al conjunto del siste m a de atención, ya que Debe fijar los principios bajo los cuales entiende se debe organizar la
hacen supo�er 1 . s camb io s, y es c onveniente sum� a esta movilización a ate nci ón, y los valores que resguardan esos p rincip io s: la inte gra ció n social
l�s acto res polfti os (p?r ejem plo, legislado_res , dirigentes gremi ales, perio­ de los indivi duos como ohjetívo de la atención; asegurar la equid�d en los
.
distas¡ mtelectu es, hderes sociales¡ etc .), porque pes de -el comienzo el tratamientos; hacer acce sibles t9dos los servicios a la totalidad de la po.bl a­
problema que d definido como "problema político y de derechos ciuda­ ción; incorporar la participación de los usuario s, las familias y a las organi­
dano�", evitand el circuito cerrado de la sola discusión·entre prof.esionales, z a c i one s de la c o mun i dad en los p r o ceso s de identi fi ca ción de los
q� e �1enden a r caer sobre sus diferencias y disputa s de escuela o disci­ p rob lemas y en los pro cesos de atención.
_
b
plma. Es i:npres indi le entender e instalar en todos, especialmente en las
.
orgamzacwnes e la so ci edad civil, la id ea de que los prob-lemas de salud De estos dos primeros puntos, se_ despre nde que para logra r la imple­
mental son prob emas de todá la sociedad} no de incumbencia exclusiva de · m entación de esa política se debe evaluar los prob lemas de salud mental
los especialistas. los técnicos de salud. . .
prevalentes} 1os servicios_ que se prestan y la nueva orient aci ón de los
También la e periencia ha de mo strad b que no existen consensos totales mismos. Al m e nos los criterios básicos so n: los obj e tivos.. 4e la desinstitu­
�i tari?-poco sirv creer que es posible p rodu cir entre todos los intereses e � cionalización; aseg urar la integración de los cuidados de la ;s-alu d mental en
JUego Oos perso ales, las creencias d isciplin arias¡ las nece sidad es de 1os el p ri me r nivel de atención; integrar bajo los mismos par áme t ros de
.
pr�fes�onale�, la de los-gremios, etc.), una síntesisr que seguramente resul­ cuida dos de la salud general a lo s específicos de salud mental; definir la
t�:Iaun ndo m�fb
. consecuencias. El consenso se busca a partir de una deci­
formación e incorporación de l os recursos humanos nece sarios, para lo
siOn pohtlca que ha fijado nuevos cdterio¡S para la atención de los pre5blemas cual se debe ade cuar las· incumbencias p ro fes i onales a la in teg ració n de
d.e_ salud mental, desde a llí se ñjan principios ( los básicos resp ecto a integra­
eqúip os de salud mental; establecer los criterios para pos ibilitar la partici­
.
clOn �ocml, der hos h um anos y p articipa ción comunitaria) que son irre­ pación efectiva de la comuni dad en 1� evalu aci ó n de las n ecesid ades de
n�nclables. Hay �e tener en cuenta, que el nivel de polémica y de intereses salud mental.
divergentes en ste campo, hace prever que no �odas se in tegran a estas
nuevas p ropues :
y deb en respetarse las decisiones· personales. t
l. . Establecer las pr i orida des para la acción e implementaci6p. de esta polí­
¿Que co ntem os debe contemplar la p o l ítica de Salud Mental? tica, pa ra lo cual deben fijarse los objetivos princip ale s y los tiempos para
. -
lograr su concreción. Estos varían en cada país, pero son comunes lograr:
� partir de .to a la información obtenida� dar una deñnición e interpre­ los acuerdos intersectoriales necesarios; re fo r mular la leg islac i ó n sobre
ta �w � de los �r blemas -�e salud mental del país, y su valorac ión para los internaciones involuntarias, in corpo rando el resguardo de derechos
ob;�tlVos � .
e .la mtegrac10n social y la accesibilidad en condiciones de l
equ1dad de los-e idados que se brinden, Esto requiere establecer la relación

1
de los tr astqr.n o psíquicos con 13: p ob reza> con los pro cesos de exclúsión '1: Conjunto de Gufas:sobre Serviciosy Poltticas de Salud Mental. Publicación OMS 2005. Existe
yersión en castellano.:. Madrid, Eclirores Médicos, 2fl06.

102
__ :_L_ --
1:.
. 195
1 94 Eniiliano Galeride

supone· acciones concretas con los profesio n�les y


süs asoéiacione �, con los
humanos·; revisar. y adecuar la legislaci6n sobre Irtcumbericias .profesio­
nales ; establecer criterios y··acuerdos con las·universidades para la forma­ gremi os obreros, con las familias dé paci en te s, y, fundame ntal� ente, con las
s -�·n dos .........
. ción de recursos humanos; los tiempos y pr ocedimient.os para el desarrollo órganizaciones de la s oc iedad · �ivi�. Estas últimas so n esenciale
de hacen . que el d e b q.te y el consens o salga del
de n uevos servicios; fijar los modos de fi�anciación para ta conereci ó n de sehtid9s: un lado porque·
.. : esta polít ica. ámbito puramente técnico y profesio nal, deJ otro porqu� se necesita in$talar
eriel pl�no social la comprensión de la nueva orientación y es la sociedad
La política de Salud Méntal no debe restringirse ni' cent rarse en los servi­ civil quien debe asumirlo como dem anda propia. El destino de las políticas
. ha dem,o�­
cios psiquiátricos ya existentes· �hospitáles·psiquiátricos� centro s monova­ de Salud Mental, la experiencia de mu chos países y localida<;ies lo
lentes. etc:.), pero sí debe "incluirlos para definir las pa utas - d é su··reforma o trado, está en contar con estás dos polos: de un lado el respaldo político del
del o.tro, los
reconvers i ón a -Los nuevos criterios, p o r-· ejemplo al-traslado de recursos, gobierno que la asume como parte · de su proye�to político;
respaldos a esta política por parte del� so ci ed a d civil; especialm ente de los
h u m él{l os Y presuplle�t�rios, 'desde esos ·servicios a los del primer nivel de
de familiares
atención. gremios obreros (como sucedió en Italia); de las aseciaciones . -.,
entre
(determinante en el caso de España), de lo s movimientos sociales,
Finalrilenté; la política debe establecer los modos de .difusión de este ellos los de defensa de los de re c hos hum a no s.

�nfo·qu e a_ �n ·de instalar en la pobladó.ri los nuevos criterios y convocar a


.
partjcipar en·Ios mismo�. Creo· que·�¡ se acompaña a la difusión general p"or
_
lbs méd��s uria c�parfa-1mplementada por l os �ervicios del primer nivet La política en Argen�ina
�s p�sible facilita:rya no solo.la d ifysión .sino· prop_ender. a la participación
_ los·funcio_na­
real de la poblaCión é� el deba�e y la co�prensión de esta perspectiva. En nues tro país muchos sectores de los profesionales, de �
-
� 1
rios de salud, de los encargad o:s del-área de salud mental en·las ·pro·vincias
Una polític� �o-es un pl� __d� Sah.id Me ntal,· que requiere de articula­ varios movimi entos s o c i a l es , se ·�an
y ciuda des del inte r io r, y aun de
de los'- años
_cion�s técn�cas y s anit_arias específicas,· pero fa. política es nec esa ri a para el p le gado a las propuestas de Salud Me�tal. Durante .la década
desarrollo del plan Y.sus estrategias d� accion,_ya que ésta fija los valores y setenta un movimiento-amplio, q ue reunió a más del ochenta
por ciento de
de r�s;) u!lto .
· prin Cip ios g�nerru�s en .que de . be organizarse la atención. La política, como · los psi q u i atras de todo p el aí s , la Fed e r ac i ó n Argentin a Psiquiat
parte·. de un· p r�y_ecto politice, d�fine·los pr� blemas a atender,. las priori­ a a organiza
l ción nadóna l de lqspsicó logos, COPRA, con particip ación de �-
" implica ción de -organi­
da � es y l9s ·priñ_c.ipios · b aj o los cuale$ se debe· organizar la atención. Lo s psicopedagvgos , terapistas ocupacionales; .y c o n . la
p artid os político s, impulsa r�m
planes · depen �stableGer l as estrategias para la a:cciÓn de SlJ implem _ enta­ zaciones sindical es y respaldo dé alglinos
ción. Como s_eñalé antes, ]a política es uha d�Gisión que forma parte del turación ·del s is te ma de atenció n·de · salud ment al -en esta: direc­
una reestruc
ción. Gran par-te de este movimiento .fue diezmado du
proyécto polí�ico del·gpbiernoJ el diseño de u n plan requiere establecer los rante la última dicta­
c_onoci'mientos y c ritei�io s técnicos pa.ra s� implefi!."ehtación. Por supuesto dura militar (1976�1983), muchos servido s co n tro l ados retornarof!. ·a ·la
rt é ·de.l'os profesionales implicados en la
e�iste:n criterios Y. c:onqcimientos especiales para la planificación, que son calm a de sus rituales y una. p a .
. ...-.:..,
los que perm�ten p roducir y evaluar la inforinaciqn necesaria para el diseño re.form.a debieron· p�rtir al exi�io. .
�e form ularon
de las estrategias, a lo cual se agrega lá nec�sid ad de contar con el conod* Con el ·regreso ·de-la democracia ·.en los años ochenta "'"'·
· lo s habían
núevas propuestas desde el Gobíerno: Sin d�da que
mie nto de las··experíencias ya realiZad as en el país, su desaiTo lló y resul- actores
. tados,, y tambi�n el .co nocil'!rlento de la experiencias de otros países que cambiado (las aso ciaciones de .,psiquiatras, psicólogos, etc.)
y también· la
han des�r�oll�do, con éxi to esta p�lítica Justamente ·en esta área, OPS/OMS sociedad civil; ya ha b ía sucedid o·ia·can fererici� d e A l m a_A t a y la prop�esta .-.,_

· el g� � iemo
cú�ntan co·n recuJ:sos ·de apoyo t·écnicó a los países qúe e n ca ran la formu- de las esttateg ias de A t e n ción · Primari a de la Salud,
.
y.desde
ruc­
lacit?n.de·plane� dé Saluél Me ntal. · · . · . nacional, en tonces con la Direccíón:Nácional·de- S alud Mental en-la-est
· ávanzó también en- est� · direcció n Con
Tambié.q es un t�rria técn ico- el estudio dé l�s recursos, hum anos y pres u­ tura del Ministerío ·de. salud,- .. .
se .

se h?-n he· c ho _a·_l o la:r.go


pu�starios, tanto pará est�blecer las Ii�ces.idades de esú�. pol ítica como para avances y retroces cis,:grari part� de los intento�
_ q ue
acto contar con una éxperiencia propia del· país en la
·
definir de donde deberán p roveni r los· recursos e con ó micos. Un problem a de estos años harUogt
. ·
m e n tal 1� ditecció ñ." que hemos ..... .

de car�cter técnico· y politiCe e� el de lograr .los consen� os necesarios. para implementación de políticas de -sa:iud en
. que los diferentes agentes del campo se · in co rporen a esta polftica. Esto a
an lizado.

103
Emiliano Galende
Psicofármacos y Salud Mental 1 97

La conocida e xper ienc ia de la Provincia de Río Negro, co m en zada en


imp or tante de profesionales
los
X �
ochenta, firma a c�mo modelo d e at ención h asta e l presente, con Es decir, el pa ís cuenta con un.porcentaje _
r i a del sistema de aten­
resp.al do �ohtic y leg¡slat1vo. tanto local de la provincia como nacional de comprometidos con las líneas d e la reforma ne cesa
. ción ( especialmente entre los psicólogo s, la t ot a l i d a d de 1os terapistas
la D.necc10n N� ional de Salud Mental, ha d ado mu estras claras de que es
y j or s sociales, algunos psiquiatr as, muchos de los
� o s1b l e Y e fec ti o el desarrollo de esta po líti ca en el país. Por la misma o cup ac i on al es tra b a ad e
funcionarios de Salud Mental); cuenta tamb i é n
con recursos humanos
epoca la experi ncia piloto de Boca�Barracas, de la cual lamentablemente
numerosos y con buena formació n, y en los últimos añ o
s diversos post�
no s: logró tras] dar todo lo que allí se aprend i ó para su amplia ció n a toda
s al estudio y la i n v e st ig ac i ón en esta nueva
la C mdad de uenos Aires . Igualmente la creación de. una resid en ci a . grados universitarios dedicado
aun cu an d o de mane�a i nc i pi e nte, con varias asocia­
multidisciplin ia) la R esi denci a Interdisciplinaria en Salud Mental pe rsp e ctiva ; cuenta,


( ISAM) q�e· in u�ró. 1� opor tunidad de la formación de recursos profe� dones de familiares dispue stas a sumarse a la reforma; algunas ONG vincu­
la das a esta problemática y centros como el CELS
que han asumido un
s10nales baJo lo pnnc1p10s de Salud Mental. La creación en la Facul tad de
mental los d erechos humanos en

Med cina ?� l a niversidad de Buenos Aires de un Departamento de Salud compromis o c l aro con la salud, la salud y
s a estos probl emas
Menral, dmg1d .
a un cambio en la formación de Jos mé d icos sobre los Argentina; tam bié n con movimientos sociales sensible
r sus cons ign as , y
problemas de 1 s alud m�ntal. A estas experiencias se suman las ll eva das a de salud mental y con capacidad de d if u n d ir y extende
una de la$ más importa ntes o rganizaci on e s de
cabo, ca da u?� on particularidades p ro p i as de la regi ó n y de los equip os muy especialmente de ,

que las han 1m lementado, en la Provincia de San Luis, con centro en el derechos humano s, las M ad re s de Plaza d e M. ay o , que desde hace años

convocan en su Universidad de las· Madres, a congres o


s multitudinarios de
hospital psiqui rico de su c api ta L que se ha tran sfmmado en un h ospital
'

esc u�la Y esta d sarrollando un prog ra m a en tod a la provincia con carac­ Salud Mental y derechos humanos, donde se debate desde estos principios.
Toda esta diversidad de po sib il idades y respaldos sociales
y polí ticos no ,

te ns
_ tlc as de
e trategias basadas en la comunidad. Vinculado· a este
de la refo rm a en
pro?rama en Sa Luis, la excelente experiencia del programa sob re aleo� han logrado sin embargo integrar un pano rama coherente
el país. El panorama sigue siendo un tanto la coexiste
ncia de procesos
holtsmo, que s ha exte ndi do a cas i todo el país Recientemente el
· .

programa de la rovincia de Chubut, y el de la Provincia de Buenos Aires claros y sistematizados �e atención , como el ..c aso Río N e gro o San Luis, al
o , repr- e sentado p o r la persistencia de
especialmente través de dos ini ciativas vinculadas a la reestructuració � lado del m de lo regresiv o de atención
rurales {varias con
de hospitales p i qui á trico s y a la desinstitucionalización, com o son· el las once gra nde s colonias de alienados en zonas
procesos de reformas, muchas sólo con cambio .de d e n o m i n ac ión : pasan
Pr??rama de :ernadón As is ti da (PREA), con cabecera en el Hospit al
a hospital) , y más de cuarent a ·hospitales
Esrevez, Y :1 Pro �
rama �el ospital Cabréd, mues tran un �e mp lo claro· de de llamars e colonia a llam r se
..�� sector privado
q_u: es pos1ble e caii_lbiO s1 se c uenta con la decisión p o lítica y un equipo psiquiátricos urbanos , con características diferentes. En
s ricas;·en _general bajo
luc1do � compr metido para llevar a dela nte la compleji dad de ]as tareas ·de salud, un número i mportante de clín i c a psiquiát
modelos tradicionales de atención bajo internac ión y co ns u it:o ri o �xtemo,
necesanas.
. J. c as i ninguna regulaci ón e sta ta l . Y, en las ciudades,
que se desempe ñan con
�gualmente s avanzó en la l e gislación específi ca sobre Salud Me nt al . r
un gran desarrollo de divérsas psicoterapias, especia
lmente psicoanalí­
Va�¡ as provi nci a .cuentan hoy con l e yes de Salud Mental aprobadas por sus
1
\ .
ticas, dirigidas a los sectores medios .
legislaturas que �stabl ecen estos nuevos criterios para la atenci ón, entre
. · Se que no hay una única respu esta que explique el porqué de este
pano�
ellas 1� Ley de S lud Mental de la Ciudad de Buenos Aires, que contiene lo
en el país. Segura �
ese�c1al de las P. opuestas que he descrito, y cuya falta de implementación rama heterogéneo y diversificado de la salud mental
deb1era. ser m o ivo 9e un reclamo más general y 'un relevamiento y mente si analizáramos uno por uno los sectores que de manera activa se
�, el entramado
denuncia de los bstác ulos que se han interpuesto.:·· · han opu esto a la reforma, sus intereses, sus alianzas política
cip. que puso a la cabeza la d e f e n s a del hospita l psiquiátrico
También a n vel de la gestión, existe en el Ministeri o de Salud de la de un a resisten
o ver, que al
para no dej a r que se alteraran a los servicios act ua les , p d ría mos
Nació� un a Uní ad de Salud Mental, que asume las funciones de lo que tos ci entíficos,
a?_tes rue_ el Inst1. uto Nac ion al de Sa lud Mental (1957) y la·posterior Direc­ igual que sucedió en otros l u g a re s y épocas, no son argumen
nales o creencia s disciplin arias, lo q ue sostiene esta resis ­
cion Nactonal� d Salud Mental (1984), que coordina a nivel nacional los razones profesio
o ra cion, cuya razón
p�ane� Y progra as de l sector. Casi todas las provincias cuentan hoy cQn tencia activa, sino intereses personal�s, de grupo o corp
. mayor está en los juegós def poder y la fuerza y no en los argumentos.
duecc10nes o de a rt am erltos de Salud Mental, encargados de la gestión del
·
e r Lo cierto es que he
$ecto.ry de impu sar las reformas·. . Resulta dífícil de desentra ñar �as .fuertt. e s dé su p o d ,
es�ucha do e� vailas ·apor�urii c(a�es a pólíticps interesadós en los proyectos

104
-� .
- ··-¡-
., . · ·. ,. .. . .. �f
Emiliario .Galende Pskofárrr1aco.�\� Salud · Méntal 199 ·� :

..-..:... .
de reforma, · decir -que no pu eden tocar 'esos poderes porqtie temen al mental, no cuenta des d e el Estad ó .con: posib{lidades· de�·· orientar _global­
m anejo p ost�dor de l os conflictos- que habrán de surgir� De · e sta manera, mente la-atención. Esto se agraya· porque·_permite un ·reparto· de .la· co ber­
los legítim os mtereses del·p.ersonal del sistema .de atención, qué merecen · tura desigual e ·inequitativo: el sector-público se hace .cc;l:q�o.del m ayor -pes o
ser aten dido s y protegidos, al igual que l os óe los· paci en tes y las familias, y costo de 'la atención, cual es la de los··pacierites cronificadós y 'los p·obres¡
quedan e nre d ados · y o_b scurecidos por · esta otra maraña d e inte_res es y un .ochenta· por dento i:le l os cuale� son fi.t�rididos· en la· red ·de lo!d:íos p i •
a
fuerz s que imponen el statu quo. Un análisis potmenorizado de los obstá.; tales psiquiátricos y colonias, mientras que ,los ·sectores ásalai:iados, inte­
culos exce d e este texto, p ero sí qu i ero sintetizar algunos problemas gene" grado s soéialmente.e incorporados a alguna de las Ol;lr-as Sóciales/ chenta'n
rales que han contrib uido, están contribuyendb, a esta situación. con una cobertura restringicla y limitada en eJ' tie�p o. Cuando el trastorno 1
· Excepto en el periodo del gobierno radical del Dr. Alfonsín, y su ministro se agrava o. cronifica, pas air al sector :público:y a '_los ho spitales psiqhiá­ ¡ :
de S�ud, Dr. Al�o Nerir y la Dirección Nacional de Salud Mental, a cargo del tricoS. El sector de m ' ercado, al cual acceden:I-os·-sectares medios, también �- · !
Dr.·V1c�nte Galh, el problema de la salud mental en .el p�ís no ha e�ta do limita .la cobertura a lo prescrípta· p o r 1as PMO, luego . el -individuo :deb e :· f
con�emplada en la agenda de -los partido s políticos mayoritarios !li· en lús hacerse c�go. personalmente de los·· co s.tos de su atenéión. En esta: situa­
proye?tos .d_e los · go bie rnos. De_ .esta mariera, los · funci o nario� que se han ción re sulta claro que la posibilidad' de. �cc�ones· d e· p�everici ó n resul tan c as i
s.uced1d? al frente de esta �rea . no han contado con un: respaldo poütico imp osible s. . · .. ·
·
n.ece s ano . .para llevar adelante d e manera · co herente y planifi'cad a la Si en Argentina· .puede estimarse que ·.én salud generai· Ias p�rsonas:se
· refo rma de la ate!1ci6n. Muct10s se han limitada- a gestionar lo existerite1 hacen cargo- personalmente de un. c�ncuenta. por �iento del-gasto ·total ·en
otros a intentar reformas de-algún tema p arcial , otros. a· pla�mar en d o cu ­ s alud, el llamade ��gas to de ·bolsillo", cifra un tanto ·m:ayor ·si incorporamos
mentos Y planes nacion!3-les las ideas de una: reforma que por lo general no los llamados prepago y e] sala rio diferido de la cuota de las o b ras, soCiales,
logró afe ctar en la realidad a la trama de los servicios · existentes. El en el caso de s alud m ental los .gastos de· la. atención se· dividen en dos polos:
P.ro�!�l:lla .de la.:séllud mental no ha_ �armado _parte d.e la p olíti ca nacional, ni el de los po bres y lo s.. h o sp ital es psiquiátric0s1 · es tá ·a cargo del gstad o y
s�qu_1 era �o¡:m almente de. la pq lítiéa de .s alu d; y esto ha favo recido que ·se represen ta el sete nta por cien�o del gasto to tal;-el gasto perso n al délos indi­
g:stion�"lo que ya están más que avan� ha�ía lo·nuevó. Los ej�niplos de viduos de los secto res medios es d e aprox:im;;tdamente un treinta por
R10 N_egro. : �an Luis, .. Chubut y B\lenos Aires" en· la actualidad, muestran ciento; pero en el m e di o · de esto- hay· una franja, (especíalmente autó-· 1
. �ie ·. ómb; c��ndo el probl�ma �ogra estar 'incluido en. la agend a de lo s nonios, autoempleados, p obres;= de bajo ingres o cuya obra social l� ·ti-mrta·la
.,
�s
gobter� os,.: �ontap:rb.s con los conocimientoS' y los recursos -nec�sarios pru;a aten ci ón) • . sin nin gun a · cob.ertura . ni p os ioil idad de tecibft ·:cuida·gos
llevar. ad,el.ante. l�:.tareas de la :reforma. . . adecuad o s de salud mental. En éstas condiciones; como es 'o bvi o; : se�ha ce
·

· La·se�D:4a difi��ltad ha ,.s id o el sistem;:¡. de salud .dei país . Argentina no sentir la falta de una p olí-tica nacioqal en Salu9 Mental, a 1� vez q�e·.se hate
cuenta : fon· un .Seguro �acio n al de Salud y la atendón está dividida en tres evidente l o difícil que es producid� en 'un sis te m a dividido· �n suhl :;e_ctores, .......
que pro duce. tamañas des igualda des e ineqtiidádes·. · ·.
- : ·
su'f?s-ecto;ves,· e� e�tatal , el de obras sociale.s y el de m ercado , eón disti ntas · •

Üh problema. más·se· agregó�luegó de lfi.,mal l1 amada udéséentralizadón"


.
imbricacione·s e ntre ellos, especialmente favorecidp -�Ór �l g� bl.e rn o d� la .
déc:ada de lqs � ovent� y la aplica ción . de las recom� nd.'aciones del Banco que llevó adelante la di.ct adura militar y que rio -se revi±tió eón lo�. g ob i e rn os
Mund�al,·su' d o cum ento '•Invertir en Salud1', lo· cual ha h e cl:ío lfl�S. cqmplej a democráticos� El pasaje a· las· p rovin éias y a algunos �unicipios y comunas,
lC:,.d.ir�cción del s is t�ma de sah,td del país. Esta sittÍádón· hace que, más allá de la estructura .de los servicios · de · ate n:dó n y: la responsabilidad de ·¡a
·
de lp escrito aterca Ele las regulaciones, e l · Estado ...no cuenta con herra­ cobertura, desmembró .el sistema: de :atención. Hospi�ales -psiquiátricos y
. p asaron a ser
mie ntas para �ncidir. lo necesarto sobre ef sistema .de las .Óbras sociales colonias, junto a hospitales generales · y ·ce n t ro s de satud,
excepto la aplicación de las Prestaciones Mínimas Obligatori as (PMO) ; gestionados, con recursos restringidOs, en cada área· provincial o.lQ.ca�.· Las
alguno's pro.gramas nacion�es. El sector �e mercado por su parte, · las provincias, los municipies; se vieron nevados ,á· administrar servicios para
.
�mp.r:s.as A e _s eguros privados de enfermedad, no tienen en el temá .mayor lo cual no estaban prep arados y cáda uná trató de haGer lq. que po.díá. �n
·mter�s q��:.e,�_:=�� controlar el gasto ·posible que gen_era. esta :área, y .han·
algunos: casos, se in ida'ron procesps • de re'foriha} . en otro� se f9rtaleció 1a
lQgr�do ha��a.�J:t¡;tpmento que ninguna ley los· regule. · .
atención asilar-, ·en�los más .se . superpusteron ambos· �rite rios de atendón.
De _esta'��-���. es. ca:sf il;np osible atenerse al ,po·$tulad o de. que la pqlí,. Esta. situaci ó n impide �jus tar tbdb, 'él ·sist'e:m::i: de ate'ncion a ·un · éiiteri o
d� S�ud )Vle�tat-debe .diseñarse- asegu;ap.do con�:Ucii,i>_ri�s d� ac_c�sibi� . naci onal, y obliga a contar c�:m· acuerdos cori.cada provincia:para: aví;lnzár a
.
· tlca
lidad y.equidad'para to da la población. EspeCialmente el subsectór de salud
. alguna . forma de integraci ón · �e ·_ci�terios . paJa la· id�ntificación de los

.·.¡105
201
Psicofármacos y Salud Mental
20() Emiliano Galende

unifi cado bajo prin c i pios


problemas prev l e nte s , p ri n dp io"s y valo res comunes para la a tenció n , y el para cmi.cretar en el país un sistema de atención encarar los actuales
d es arro ll o e im lementación de estrategias planificad as. La a ctu al Unidad y e strategias de atenc ión más sensib les y -eficac � para
s
.
ico. Creo adernas que en . su con;unto una
de Salud Ment de la Nación trata 9e coo rd inar esta tarea, pero estos probl emas del trastorn o psíqu
terísticas es la respu esta r�cwnal
que � �ede
pro cesos só l o ueden llevarse ad elante si están contemplados com o · polftica con estas carac .
a del mal e s tar sub]et 1vo, que tambr en es
enfrentar la actual medic aliz ció
proyecto p o l ític de los g o b ierno s . n
caract erístic as n a cion a l es y social es, aun no co ntemp la d o
Esta situad n, especialmente la últim a de d esmembramiento d el ún prob lema de
sistema ·de salu , ha favorecido que en aus e ncia de una p o l ítica y una plani­ en su magnitud por los gobiernos.
ficación ordena a y acep tada por el co njunto del país, s e prod uzca una
mayor dispersi? de los criteri o s de atención: cada provin ci a, o cad a muni­
cipio, lo d ecide ·en b as e a sus propios criterios, necesidades e intereses Acerca de los planes de Salud Mental
locales en juego Cuanto más un sistem a de atención se fragmenta, más se
la planifi cación de las estrat e gia s
produce un em o d eramiento lo cal de los profesionales, e sto es que a fal ta Un Pian de Salud Mental co n sis te en
los objetil!os d e I� p qlítica oficial,
de _p olíticas. y n rmas d e ate nci ó n planificadas , cada uno tiend e a guiarse adecuadas para la implementación de
Mental. En ocasw nest �n al�r:os
esto es recon ocida y s ancio n ad ,
por referencias e rsonal es , disciplinari�s, de es cu el a, de grup o, etc. Cada a en Salud
acion al d e Salud Me ntal a la p o lit1c a
servicio tiend e a i a ·estar más regido p or estos criterios de sus profesionales p aís es, se h a plasmado como Plan N
reúne los principios de salud mental,
que pQr un a pla ificación de es trategias de ate nción que esté vinculada a la mism a, en cuyo cas o su formulac i ón
comp rens i ón, los objetivos a lograr, Y
informació n e in · erp re tación de las necesid ades prioritarias de la p o blación. los valores que se estab lecen para su
Creo que gran p rte de las resisten cias que s e expres a n en los servici o s a l os s para su implementación.
la planificación de las estra t egia
proyectos de ref tma o bedecen a esta situación de empoderamiento l o c al , , téc nic a y po lítica, de un Plan de Salud Ment al, se basa
La racionalidad
los profesionales tienden no a s er p artícipes de los proyecto s sino a d e fe n d er en conta r con la política y a establecida

; en la cual radica el · oder p ara su
os técni cos y plam fi cado:�s de
sus cri �eri o s de isciplin a o e scuela para la atención que dis p e nsa la ins titu ­ concreción, y l a cap acidad d e los equip
_
ción en que trab j an. Sabemos bien que el empoderamiento d e los especia ­ l o s divers o s s u jet o s implicados en l a eJ ecue:10 n de
convocar y acord ar con
p olítica formulada,
listas es el c o rre l to de la carencia de po d e r de la p oblació n para incidir en tos varía n según la
las estrategias que defin e el plan. Es
los s ervicios y e los procesos de ate n c ión. Como es ló gic o, la planificación pero en ge neral son: los profe siona les
y no prof e si ona le � que ya se desem­
l o s grupo s-o corpo rac1 � nes de �os profe ­
de los servicios la decisión sob re estrate gias d e a te nción, es si empre deci­ p eñan en el sistema de atenc ión; _
las ..��stitl.l'C10�es ��e
sión del nivel ce tral de gestión, más allá de la n e cesi d ad d e contar con el sionales y de Jos gremios que reúnen a es�e p �rsonal;
cue la, Juece s, pohma, organ ��cwn
consenso d e l o s rofesionales que h ab rán de implem en tar estas e strate gias. el plan in cluye p ara su e strat e gia (es
Un divo rcio ent e los crit erio s de los profesionales y la pl an ificación del vecinal o barrial, a so ci a cio ne s d e ju b ilad o s, etc.); s ectore s de la admmistra­
trabaj o , etc.) y fundamen�al-
servicio, no.pue e sino gene rar un ciert o caos ·en el sistem a de aténción. ción (desa rrollo social, e duca ción, vivie n da,
El desafío de o ntar con una p o l ític a naci onal de Salud Mental, que fij e . mente, a las organizacio nes de la
s ociedad civil que re sp aldan la p olítica:
us u a rios cuando eXJste n, las ONG que
los criterios de i tegración s o cial en los . p rin c ipio s de la atenció n, el valor ·· las asoci acion es de familiares, las de
zacio nes d e d efens a de los d erech os
de la participad ·n de los usuarios, -s us familias y la co munidad, e n los t rab aj an en et ' áre a , las o rgani
p ro c es o s de aten ión y progra mas de prevención, la defensa de la accesibi­ huma nos, etc.
es el que o to r?a �utoridad a. toda
lidad en condi�t nes de equ id ad y de respeto a los de re chos humano s y a la Está claro que el p o d e r ne ce sa rio, y que
dign idad de los p a cientes con trastornos psíquicos, ·es aun una tarea negoc iación , proviene. de la p olít i c a oficial no �e los tecmcos o p lamfi ca­
p endiente en A:r. entina. Creo que la vía para lograr.,aya.n.zar hacia este obje­ dores , por lo cual los acuerdo$ y co
ns enso s s e . hac� n con_ -el plan sobre la
)
rte de los profes10nales, los empl eados
tivo de la integra ión nacional de los cuidados cte saludmental, bajo prin� b ase de la ace ptació n previa por p a
cip ios · co munes logremos instal ar los
estrategias acord ad as, pasa porque las organizaciones de la comunidad
, las instit ucion s
�� y los .sec�o re� de la

, no
pro blemas de l a alud m en t a:! en la agenda p olítica y sea rec ono ci d o como sio na l., co:p oracwn, o · mstttucwn
política ya establecida. Si un pro fe
una de l o s ejes d la in tegración social de los ci u dad a nos y part e inescin­ recqn ocen esa política o la cuestionan
, cu�lqmer acuer do �on estra :� ?lan
­
. su reahzacwn. r-.:atural­
dible de las pol ticas s o ci ales. Desde. ese reconocimiento segurame n te tégico será inútil, finalme nte trataran de unpe d1r
lo s acuerdos logrados, son te rudos
en
existen hoy los e no cimien tos n ecesarios, las experiencias ya concrétadas, mente es tos desacuerdos, al igual que
l a planificación . Desc reo de los pla n es
los recursos hum nos ad ecuados y el acompañamiento d e la so ci ed ad ciyil , cuenla y d eci den la Íínea a seguir en

106
..,.. - ..,--
, .-. . . .. . .: .· · . . ;:.
20�
., � ·,

•• • . - · ... .. ... . ·�
. � :· . ....
·
. � r. ••
Emiliano Galende
P�ico·fármacos y $alud Mef1tal 203
que; sin· contar con: esa política · oficial .
. ·. �.er��ios y los principios de la �te�ci9n:v.Jo� :r�qui�-ito�- para la .in.c?r­
r�conocidá., ttatán d e deddir
acciories que· sin el p oder rear de
llevarlas ·a cabo, de en'trada no cuen
tan
coh-J1bsibllida,d cierta de r�alizació
n. porac�9.n de nuevos recursos. La ,ampli.ci�ión de tec':rsos _pro.fe�r� ­
En ·Argeñtina han eXistido varios· plane
s de Salud Mental, nacion ales. y n ales de enfermería, trabaj o social, terap1stas ocupac10nales,.._p��co�
algunos en P,rovincíéfs, pero la may . lagos, etc. Esto requiere de lo$· á.cue�dos co:n u�iversidade_s. u otros
atención no han provenido de
or parte dé los camb ios lograd.os en la
esos planes sího''de·la iniciativa política centros de formación d e estos prqfesion��es. Igualmente. e sta· estra­
d e·
grupos o líd ere s que han logrado im
p o n er los prin�ipios de los catnbios en tegia s o b re los rec:ursos debe deddir-sobre. .os s�lecció�·Y � .�rite�os .de
la so�iédad;· lueg� �ene la necesídad .
requisitos al personal a�xilia.r ¡:le lo s ser.vlCI�s,
_
mcbll�os .los admmis-
de planificar las estrategias. Creo salu
dable' corregir la tendi;nda de · algun . �
, trativos. ·
os funci orüu-ios: nacionales o provin� -� ·
. . . ·

'Cial és, q;uien.es, faltos del resp ald o polftico form .


al del gobierno, confec­ .
ciohan �us planes, en o casi o nes
racionales, amplios y b i en 'fundam
entados,
3 . Lá estrategia presupuest�ria. e eb e S d � �tu
ciiar las · net�sid�des ·o e
pero siri el pod�r necesario para lo grar los
aGu erdos con los-sectores inter- ·. y
financiamiento, los presupuestos la fu.ente de finanGiación para el
vin.iep.tes para s.u implementació plan. Co_n el respaldo de la p9lítiéa establecida, �s .habitual .en, salud
n.
Bdsten en ··ei país iniciativas 'v<�liosas . m ental que los recursos no . provengan excJusiVamente . del · pres�- . - 1
psiqufátricos y colonias, con objet
de·reforma en algunos h ospitales
puesta de salud,. sino que se fo�ali��ñ P.�r.ti��s de e��rrono �o c 1al � i
ivos de exte mació n y resocialización de
pacientes crónicos, iniciativas de integ .
(esencial para los p ro ces o � de ;renr:t�thta�IO� � :nte g):�Cl or: -st? lal),
ración a la capacitación y el trabaj o de
.�
de�tro de lo� hospitales psiqtliátric
os, de trabajo éomunitario con adictos, Viviehda (para lO:s n ec esid ad e s . de ptov:�IOn d� aloJa� l�nto . - a · ·

·de atenci ó n co �niños·en si tua


ci ón de calle, ·etc. Otr�s s o n· programas d es pa cientes desi:nstitucionalizados o corí _r�cal as) ,
.
TrabaJ9J�spe- � r�-�
riadas a · abrir · alternativas'· de aten
ci ón _a · l a que desa rrolla
o
ti
n los se rvici s ,

cialmente para las empresas �ocial�s y tr.-ab�yo .su.bsldtado) . ...
como : la . ate n ci ón 4omiciliaria, el acompañamien
pacientes, etc. Se. trata· de iniciati.v
to terap éutico para 4. Es.trategias para la
reforriia legal
.Y lf!.S derechos humanos. se·. ebe � .1
as valiosas en sí mismas, ·que lo gran .
í
objetivos propuestos,.. pero son depen · los · planificar las accio nes con el p o�e r judicia1 pa�� reformular las d1spo:
dientes del grupo - o el líder que las
promueve, no tienen. l� · continuid
ad necesa�ia para m o dific ar �1 eje siciones sobre interna:Ción, vo lun tari a e .involuntaria, para el ����n�J-,· _
tradi-
. ciónal de ra. atenció.p. y me no s aun
alterar la lógi c a que pre side los proce cimiento de la incapacidad> sobre man ejo penal de pad�ntes �d�ctos,_
sos
de .Vid� d entro 'de la institución total.
Ide ntific ar. e incluir a estos grup o s y sobre violencia es colar· y familiar. Tambi�n se plan�fi:c;a las f9rmas de ·
líd eres que .han á:� quirido experienCia- a través de esas
iniciativas, suele ser
s1.;1p e rVisió n de derechos �\¡manos sobre las,;�o_ndiciones de.a��nci<1n;
clave cuando s� planificari .globa
iñü�nté las ·estrategias nuevás. · resgu ar:do de la priva<;ida�, cqp.dicione� d ur4:n:te . ��s �p.ter?ac_10nes, e�
I?esd e ·'los o bjetivos · · establecidos por
.Ja· politita se definen las áreas y resguardo del consentimiento informádo parO:}?� t�B:t¡;unten�qsJ _etc. ...
actividade� · a pla�ificru:: · Cad� una
de ellas · es, comcf dije,: motivo de lbs
acuerdos con Io's.se cto¡.:es impl icado
s e n la ejecucióq. No voy a detallar lo s s. "Estrategias para !dprovisí6n de ni�diCf.llneiztOs. Esp�ciai�-;nte Par�: el ·
. -.

crite rio � técnicos de· planificación, ·caso d e los trastornos severqs q�e re_qu_ieren medtcacwn esP.emal
. sólo señalaré algunos puntos que son
comunes a: la hora de definir las es t
rate gias: ciurante p�ríodqs prolopgado�. La provisión �e la medic�ción por
parte de los s�ryicios debe estahlece�s� .p arª- q':'� ca�?�s y q�e ��dl_ca ­
· l·; La estratéiia sobre 'la :o rganizq.ci6n de los servicios: m.entos, .perq también debe qab.er un� . _ plan ���cacrc_m el uso sobre
· · · la evaluación ReQuiere p artir de
· racio n al de los pskofáriD:�cos. ·
de los ·servicios ex�st�ntes, . y la plani . ><..
ficad ón para su ,.-....
ad ecua�ió n: a la p olíticá, y el desar _ .

rollo de �os nuevos s ervici o s, lO's ·


· integrados a la atención p ri m
aria. y los esp e cializa dos (centt9S ae 6. ·E;trateitas sobr� �l sistem� cJe. regiSth� qu�··3deb.e . llevar l�s :-servic_ios ....-.
· �
hogares y . re s i"cten ci as, hospitales de día;
- d.í�_ . etc.). Eh ·e ste. nivel s·e (historias dínfcas) y el martejo de
la_ frJ.fo�mar;l�.� l}- esta�t�tzc�.;S1 la �

. .formulan los acuerd os concretado.s · estrategia incluye la His�o ria Cl�ni�a .PB� �� · Y la 1�f9r�at�zac1qn, . se .. �
<;Ón Salud y la red de· Servicios de
· Atenc ión Prim�ria exi.stentes, et¡;:. . . ·. · . .q�b� plan,ifi<:ar_ los criterios. de. p.reserv.a.c�.? de,,l� pnva �Ida�; de la -.........
.
.infor{I\adón y _la.p.tilización ·cte l� m.fo � �{;aon p.�..��· l�vest:
Igacwn. ........_
2. 'Lfl- estrategia· sobre los recursos �huiñ
ános. Esto · es igu alm en te cómo
· re�onvertir los . recursos existen�es · p ara : ·desp lazar
los a los nuevos
. ::7. Est��tegias p�r� _ la · in��stig(lció� e:n- s�r�iéi�· .� c n ���- �p�demio l�gfca, o
población gen�ral. Estrategias para·�. eval!-lq�wn con.tinua. S�· �lan1fica ,---..

_ ,....,. ,

107
Psicofármacos y Salud Mentat

os en el re:reno de la
204 EmHia n o Galende
pro ces o s subjetivos, situá ndol
comprensión de tos os conJuntamente
. un sistema e evalu aci ó n que debe dirigirseJ al menos, a la estructura
vida s o c ial y la cultura y , se prop onen formas de abordar�
en
de los servi ios y su relación con las necesidades de la ate n ci ón l a los servici os que se le prest � .
n Es 5� es un terr ?
,
entr e la p o blación y . etl� 1 '

la tder acw n de la subJ


pren der de cons
evaluación e l o s p roc es o s e s t o es, d e las prácticas que s e realizan, y
h mano de la intención de com
,
,

o instru:::ento
de la palabra y el diálogo �om
de los resu tact o s Esta evaluación, como parte de la investigació n ,
.

depende � los sistemas de regis tro .y estadísti�as, y d e b e planificarse



vi ad del que sufr e e1 male star,
de pensamiento y de r�f1��10n.
_ L� soluc10n del
para recup erar capa cida des s, smo ?e e nten
rimirlo por med1os arti� ct�e ­

en co nju nt .
malestar n o cons iste en sup 1a de .
y su expe nenc la VIda
derlo en todas las dim ensi
ones del suj eto
avan ce en la posi bilidad de at�r:uar
8. Estrategias ara .la relación con la comunidad y su participación en el Los psicofárm acos represen
tan �n
sistema de alud, Además de establecerse los p ro cedimientos regu­ subjetjvo, aun cuando no los res u el
ve� , Y es _legxt1mo
lo s dol.ores del malestar su eXIst�ncm. Natu­
ellos para aligerar el peso de
lares para e te objetivo, e sta área debe planificar las formas de difu­ que lo s individuos apelen a
s e rí bsu r� o n� �omprenderl.a
' 11
sión J1 acia 1 socied�d del nuevo plan1 los val ores que imperan en su
-
ralmente esta demanda de
solu ción existe y a �
la med l­
l a accesibilidad a los servicios que se p re stan uce l a enganosa s�tuac1on de
orientación , los y atenderla. Pero junto a esto se pro� nosr y la de muchos
de mer cado de los laborat�
·

programas ue sé ejecutan, etc. cal izaci ón La estrategia


.
. de las
baJ O la cate gona
inclui: estos rr:�: stare s
psi quiatras consiste en
,
m as e� �l camp o
a d e s es d ecir, prod ucir la defimc10n de los pr ob le
enferm e d ,
m �d1cma . para
de alud-·�ental frente a nuevos problemas tigio s (y los temores) de la
La p olítica médico para utilizar los pres at1vo q ue esto
hemos visto el val o r per � orm
ampliar es ta demanda. Como
,

al y u tu ral en la v1da de las p ersonas.


ti en e hace tem er por su resultad o soci
c l
Es muy p roba le que dado la experiencia en el mundo y la difusión d e de las
ativo lo incluye en el terreno
.

las propuestas d desinstitucionalizaci ón, y el res p ald o continuo de e st a Pero justamente este valor perform i s disp onib les de la
con to do s los m ed o
propu esta por p rte de los organismos mundiales de s alud, tarde o l uchas simbólicas de la cultura: m i nio simb ólico sobr e
tratan de impo ner su do
temprano se lo sustituir la existencia de los h o sp itales psiquiátricos. p r opagan da y la publicidad b ién en fren ta� el
Estos hospitales siquiátricos, que han sido la imagen viva de la irracio n a ­ star psíq uico . Es en ese te rren o do nde se debe rá tam .

el male
ntas las de la racw­
deb� �tilizar toda s s� s .herram1e
lidad psiquiátrica y d el �esprestigio de la disciplina, a la vez que el dispa­ p roblema Salu d Men tal
.
acci
:
O:r:es d e: �alud
de los $er'V1 CIOS y las
rad o r de los proye tos de:re fo rma y la constitución de un camp o de la Salud nalidad · teór ica) la orientacwn n de la SOCl� da?
constant e a la p artic ipac ió
Mental, sin duda terminarán s iendo sustituidos por criterio s de atención ment�l, }a flifus ión y el llamado a por l a defim ­
cam po simbólico y en esta
lucQ,
más racion�les y ientífico s , como los q ue he expuesto. Pero los p rob lemas civil, para intervenir en este . men tal.
s del trastorno
de los cuidados d salud mental no finaHzan c o n este cambio n e cesari o . En ci ón e interpretación d e los problema stocad o los
que vivimos tambi én ha tr�
.

p o co s años, de la man o .de los cam bi os culturales que an ali zaremos en el Por otra part e la socie dad en
.
aY Jerar qUizada
duo s. Ya no está c o nfigurad
próximo capítul el pan orama de la manifestación de los trastornos p roces os d e vida de los indivi fli t s cu e ntan
en la mo dernidad los co � � �
por las clas es so ciales, com o fue
,

psíquicos ha caro i ad o sustancialmente. Junto a esto se es tá produciendo los md1V 1duo s para
cia de
men os con esa estructura y pert enen
clase de
u na regresió n hac a el antiguo positivi smo médico psiquiátrico, que hemos ers onal es . Los
riam ente viví� os com o p
� y que s .expresa en la utilización masiva de psico fármaco s para
revisa o, expresarse: ahor a son mayorita las migr a­
.
la s o cied ad de �andes sectores
}

todo trpp de mal� tan;s psíquicos Es ctecir; han crecido sin duda ·los males-·­ problemas de la exclusión de. ,
.
_
ion de las fam1has1 los v � res � del cons umo ,
tares psíquicos y sus formC}S de expr-esión y conjuntamente con ellos ha cion es mas ivas, la desc o�p os1c gene ra que los
de la vida soci al. Esto tam bten
crecido la oferta d una (Jsolución"farmacológica pdra·: los · mism:ós. crean un panoram� nuevo
taf cobr en nuev as for m a � �e expr esarse. Una
Entiendo que l cam p o de la salud mentil, d ond e se s i t úan aún e s tos problemas de la salu d men de salu d men�al
s que atien den hoy lo� serv 1c1os
trastornos, n o pu de que,d a,d.ndemne si no toma una posición clara s o bre m ira da haci a las dem anda stra los cam bios
en el área metropolitan a, mue
esta nueva sit uáci ón. La debilidad ·de su p osición, o l a indefinición acerca en Arge n tina espe cialmente
,

malestar.
que han sufrido las formas del
·
de esta situa ción dejará en manos del mercado (en este caso de l mercado
,
.
Y l os
Vari ando entre los servici o s
vinculados a áre as de clase med1a_
q
farmacé.u tico y lo m é dico s. ue participan d e esta solución farmacológica) .
a poblaciones car�ncia das, y � on las � Ificu l­
la definición dé! s. trastornos· como enfermedád es y ·ta justificación de
, más peri féric os que atienden diag nóst ico, un
los sistemas de regi stro y de
medicados. Hoy or h oy las propuestas de salud mental so n las úni cas con tades .que tien en en el país
las que contamos · ara C<? ritrarrestar este 4vance, ellas están c e ntrad a s en la
·

108
J : ;�
;
�r
.

\ .. � . . .. .
�� . ·- • • .t:.:.:
::; . ;
Emiliano Galende
..

1 .
.. .
�.!
Capí1;tilo 7
.�

. . rel �v�!llie�:lto c entrado ·�n ·estos últimos ·muestra que del total de consultas
·
·
_
:·rec1b1das; un . l O% respond �n a trastornos severos (psicosis · crón icas o . _
· .. ... _

prim_eros episo dios ·psicóticos, trastornos Cle .personalidad, etc.); ..un 22%
a .---..., _¡'
pr(?,��emas d e aJcoh �ismo; tin 30%. a · trastornos afe ctivo s {depresiones
.
react1�as Y algunos ·trastornos afectivos severos) ; un· 20% a: trastorhós
Efectq en la subjetividad� dé .
rreur�ti-cos, que incluyen muchos malestares in específicos (ansiedad crisis la. nueva cultura 1
de an�s�ia, insomnio, etc.) ; un 10% a problemas· de viOlencia famili�r. que .
La mayoría ignora lo
po � _:Io �e?��al se trat� �e hombres que golpean � sus n_1ujeres o hijos; y·un . -que nq 'ti�ne nombre. !·
.
�% de ad1cctones (considerando que lo que· llega. a estos servicios es m ucho La mayoría cree en lá eXi.stenda ·-¡ ·
mer:o: que· su �-�stencia real�. además que eri estas· datos no se inclÚye a los de .todb lo que tiene
nombre.
sernc1os .especializados en adicción). · . ·PAm VA-�RY, Malos Pensamientos
F�t� Po blaci ón con este tipo de trasto rno s también reciben medicación
:: :
.----.. . ,,

par�: s�s s�nto m as p er?· no cabe dudar de que · el prqblema 1?-0 son Jos
, ..

� :
smt?I?as smo la Situa ct ó n en ·que viven; su ubicación en la sociedad · en
..-....

s��:· l
� �cisitudes� de su e�stencia Estas pe.rsonas pue'den ser· ayud�das ....._,
.

con -�I�hvzo· de sus SI�tomas, también se benefician con el diálogo psicote� Uña cultura no. tan moderna y nuevos malestares ·
rapé�ttco< pero reqúieren · de intervenciones más :ampl-ias si ·de verd ad
psíquicos de 1a .existencia
-

q�eremos ayudarlas· a mejorar:la situación en qu'e ·se encuentran: problem a


del d 7�e�pl �o, la exclusión o l a marginalidad. la ruptura familiar, etc.
¿Por qué ocup arn"o s de los problemas de .la cu lt u ·
ra en �ri texto dedic ad o
Ta_n:1b1en c �n esta p o b la dón es ne c esario ubicar el lugar de la medicación, la salud
a fundam entar la compr ensión d·e lo s · princip ios Y.las ·práC:tic as de
que los · CUldados que se puedan brindar no ·se limiten a la pastilla . o al deL texto · · está
sus obstác ulos y su deven ir? Creo que a lo largo
consuelo.
·
· . mental,
más explícita: si · q�ér�mos
inclu-ida una · repuesta, que so lo 'haré· ·ahora
. �s .



a � artir · cte e tas · co�sideraciones: que · entiendo necesario hoy.
entender lo que o curre en la vida dé lo.s i.n dividu os actuales¡ dese"ntra!tar los
unp ul s ar�a política amph.a: de salud mental, que fo rme parte de la· · que los lleva a determ inados ·síntoma.S·· de
pro cesos de 1� subjet ividad

co.��_ren�mn de magnitud del problema por parte de los g ob ie rn o s y que
� · atn.énte para el_mism ó,· y a
p ued a form_í;r pq;rte de la agenda social de los mismos. Comp rende r en males tar psíquico y el anhe lo de hallar· un niedié
las tas ·que_-d eo ie ra· tener una
tod�s �us d ip1 ens i�nes la nueva' producción ·cultural, entende r que en ella la vez qü eremos dfrigir racionalmente repues
a te nción -funda menta da · los · p r i n c ip i-o s de :salud mental, -�'éhemos

se dec1 en lo$ procesos de subjetivación · de_ las personas, es d e cirt $US
o
en
eh vivimo �; · el de aquell os · ·qúe�.' ll ���rp.os
......
..

compnmder _e l mund que


111;0 �9s · ae sentir Y, construir. l o s significados y val o res ·cte su vida hacer ren�ió p. · arrie.sg�remos
n'
visibl e: las condiciones reales de la vida so cial actúal v sus c onse c u e cias en p ac ientes y. el de nosotrps mism o�. Sin esta contp
bP:es técnic as a problemas ·human oS­
los malestares subjetivos personales y en lo in c i erto de la vi da en común, es siempre contribuít con fatsas soluCi
inació n, -se · �scapa n a ·m�estr .o cqnocimiento.
lo que � · una política ra ci o n al de salud �ental puede permitirle elaborar cuya complejidad y determ
las· que ·_Ílo$ ocupa mos·. de · ayugar ··compren­
y os:·
"

Ellos, los pacientes} :nosotr


es_trateg¡as ad e cu a d as para, al m enos , intervenir racionalmente en· el
ne� y a"l�s.mistnas impo­
cuidado de las-personas más· vul nerabl es a estos procesos, y contribu1r · diendo; estam o s so'rnetido"s a las misrrt�s c·oridicio
· a: r!encon trar s ohi cion�·s perso­
s ibilidades aquello que Z: ;Baurii a!1 :6lis:ervai
,

..
desde los cmd a do s de la· salud mental a la �n tegración de la sociedad.
cóm:i?,render
,

témb�· ·E;i:ntortc es ·¡o·. esendal


n ale s a conflictos glo l,J ares Inte. ."ri
·o s; ·que� para1a: m�yar ' patte. de n ·o sotros,_ ya.no es.
de la·cultura en que vb/im ·
. . : ·. : . . ·.

la misma· en que nos formam os. _


n: en··gran 'Parte' a · la
Los Estados NaCión moderno�.=-se consti tuyetér 1 .
ción.-�Frl?-ri.c�sa: Esta
s o mbra de. la razón ilustrada posterior ·a la - �e:voh.i
.. .

· las·: ceri,ocidas -i:non;re s·as · d.e: Lib,ertad,


modernidad. ilustrada, ádemá s. .. d·� 7� : � · . . ·
· . �;:·:�·: ,·!
.

·� . .
.
� . . ' .
.

·
Parte qe las Íde�s de este capítulo fueré)li ·de�arr�lladas por.· el a�tor ·en' ·un ii�r·o colecñvo
1.
anterior: Ética del compromiso, Buenos 1'\h·esfoAl tamira, 20.0 1
·�·:
109
Pl
anNaci
onal
deSal
udMental
2021-2025
Plan Nacional de Salud Mental 2021 – 2025

1
Autoridades Nacionales

Presidente de la Nación

Dr. Alberto Fernández

Vicepresidenta de la Nación

Dra. Cristina Fernández de Kirchner

Ministra de Salud

Dra. Carla Vizzotti

Secretario de Calidad en Salud

Dr. Arnaldo Medina

Subsecretario de Gestión de Servicios e Institutos

Dr. Alejandro Collia

Director Nacional de Salud Mental y Adicciones

Dr. Hugo Barrionuevo

2
Índice
Prólogo............................................................................................................................................................... 4

Introducción ...................................................................................................................................................... 6

1. MANDATO NORMATIVO PARA LA ELABORACIÓN DE ESTE PLAN ......................................... 7

2. RESPONSABLES DE LA APLICACIÓN, MONITOREO Y EVALUACIÓN ..................................... 7

3. METODOLOGÍA DE DISEÑO Y ELABORACIÓN ............................................................................... 7

4. MARCO CONCEPTUAL Y REFERENCIAL .......................................................................................... 9

5. MARCO LEGAL Y TÉCNICO ................................................................................................................ 20

6. ESTADO DE SITUACIÓN ....................................................................................................................... 23

7. PRESUPUESTO ......................................................................................................................................... 34

8. EJES DE TRABAJO Y OBJETIVOS ...................................................................................................... 34

1. Rectoría en Salud Mental ............................................................................................................................ 36

2. Salud Mental en el Primer Nivel de Atención ............................................................................................ 39

3. Inclusión Social en Salud Mental ............................................................................................................... 40

4. Salud Mental en el Hospital General .......................................................................................................... 42

5. Sustitución de establecimientos monovalentes de internación en Salud Mental ...................................... 43

6. Promoción y Prevención en Salud Mental ................................................................................................. 46

7. Transformación de las prácticas ................................................................................................................. 48

8. Vigilancia Epidemiológica e Investigación en Salud Mental .................................................................... 50

9. Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias y Desastres................................................................ 51

9. MONITOREO Y EVALUACIÓN ............................................................................................................ 53

10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.................................................................................................... 78

11. GLOSARIO .............................................................................................................................................. 78

Colaboraciones................................................................................................................................................ 83

ANEXOS ......................................................................................................................................................... 87

3
Prólogo

“No hay salud sin Salud Mental y no hay Salud Mental sin inclusión social”

El Plan Nacional de Salud Mental 2021 – 2025 regirá las políticas públicas en la materia
para un período sin dudas de grandes desafíos. La pandemia de SARS-Cov-2, declarada por
la OMS el 11 de marzo de 2020, ha trastocado la vida de las comunidades, las familias y las
personas en forma global y también en nuestro país, tanto por la pérdida de vidas, como por
las consecuencias sobre las condiciones socioeconómicas, los cambios en las pautas de vida
cotidiana, la inserción en los espacios de pertenencia y los vínculos en general. Esta crisis
se suma a la provocada por cuatro años de políticas de corte neoliberal que impactaron
negativamente en las condiciones de vida de la población, a la vez que degradaron la
calidad institucional, afectando, entre otras cuestiones, la atención de la Salud.

A partir del 10 de diciembre de 2019 el Estado se ha hecho nuevamente presente,


asumiendo un rol activo en la reconstrucción social, económica e institucional y, desde este
año 2021, organizando una campaña de vacunación sin precedentes en la historia, que llena
de esperanzas y fortalece los recursos para afrontar la emergencia sanitaria y las
consecuencias en los distintos ámbitos de la vida. En este contexto, el campo de la Salud
Mental se torna una herramienta fundamental para el complejo proceso de reparación del
tejido social dañado y para el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria.

Todo ello sólo es posible en el marco de un proyecto político que tiene como base la
ampliación y protección de los derechos de la ciudadanía y como horizonte la inclusión
social. Nuestro país cuenta con una amplia serie de normativas fundamentadas en los
Derechos Humanos, entre las que se encuentra la Ley Nacional de la Salud Mental N°
26.657 –sancionada y promulgada en el año 2010-, que establece a través de sus 46
artículos el derecho a la protección de la Salud Mental de toda la población y el pleno goce
de los Derechos Humanos de las personas con padecimiento mental.

4
En este nuevo escenario marcado por la emergencia sanitaria, consecuencia de la pandemia
por SARS-Cov-2, es más necesario que nunca reafirmar el compromiso de avanzar hacia el
desarrollo de la red de servicios de Salud Mental Comunitaria, promoviendo la apertura de
servicios de internación de Salud Mental en los hospitales generales; el fortalecimiento del
Primer Nivel de Atención; el desarrollo de dispositivos intermedios, tales como casas de
medio camino, viviendas asistidas, emprendimientos socioproductivos, centros de día y
dispositivos sociocomunitarios; la inclusión de las problemáticas de consumo en la
estrategia de Salud Mental; las buenas prácticas en Salud Mental Comunitaria y la
sustitución definitiva de las instituciones de internación monovalentes.

Tenemos por delante el desafío de profundizar las respuestas intersectoriales integrando las
políticas de salud, educación, vivienda y trabajo, con participación de todas las carteras del
Estado y el rol protagónico de la Sociedad Civil, a fin de mejorar el proceso de atención en
términos de calidad, equidad y accesibilidad para todas las personas con padecimiento
mental en igualdad de condiciones que toda la población.

Con el convencimiento de que no hay salud sin Salud Mental y no hay Salud Mental sin
inclusión social, invitamos a todas y todos a aunar los esfuerzos y los compromisos que
requiere el momento histórico para continuar el proceso de reconstrucción social, teniendo
en el horizonte siempre como guía la transformación plena del sistema de atención en Salud
Mental.

Dra. Carla Vizzotti

MINISTRA DE SALUD DE LA NACIÓN

5
Introducción
El presente Plan Nacional de Salud Mental 2021 – 2025 es fruto de un trabajo de
elaboración colectivo llevado adelante en 11 rondas consultivas en tanto espacio de debate
e intercambio, a partir de las cuales se recopilaron y sistematizaron aportes que fueron
incorporados al mismo.

Participaron de dicho proceso la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo


de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Secretaría de Derechos Humanos de
la Nación, las y los responsables de Salud Mental y Adicciones de las 24 jurisdicciones, el
Órgano de Revisión Nacional de la Ley 26.657, el Consejo Consultivo Honorario en Salud
Mental y Adicciones, 14 organizaciones de usuarias, usuarios y familiares vinculadas a los
servicios de Salud Mental, 8 asociaciones de profesionales del campo de la Salud Mental,
12 organismos públicos, 4 organizaciones de la sociedad civil, 2 sindicatos, 10 espacios
académicos y 10 expertas y expertos en la materia, además de diversas áreas del Ministerio
de Salud de la Nación.

Este documento presenta, en primer lugar, el mandato normativo para la elaboración del
Plan Nacional y su Autoridad de Aplicación (apartados 1 y 2); a continuación, se explica el
proceso metodológico de formulación, con el detalle de las rondas consultivas efectuadas
(apartado 3); seguidamente, se exponen los marcos conceptual y referencial, y legal y
técnico (apartados 4 y 5); el sexto apartado presenta el diagnóstico situacional, en tanto
fundamento operativo del Plan; el séptimo apartado está dedicado al presupuesto, para
luego exponer los ejes y objetivos de trabajo (apartado 8), con sus correspondientes
indicadores, metas y articulaciones mínimas necesarias (apartado 9); finalmente, se
presentan las referencias bibliográficas y el glosario (apartados 10 y 11).

Nota: el Ministerio de Salud de la Nación es el editor final del presente Plan Nacional, en
tanto autoridad de aplicación de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 (art. 31). Si bien
su formulación está basada en los aportes de las y los participantes de las rondas
consultivas, el producto final puede no reflejar necesariamente sus opiniones.

6
1. MANDATO NORMATIVO PARA LA ELABORACIÓN DE
ESTE PLAN
1.1.- Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 - Capítulo IX: Autoridad de Aplicación.
Artículo 31 - El Ministerio de Salud de la Nación es la Autoridad de Aplicación de la
presente ley, a partir del área específica que designe o cree a tal efecto, la que debe
establecer las bases para un Plan Nacional de Salud Mental acorde a los principios
establecidos.

1.2.- Decreto Reglamentario Nº 603/2013. El área a designar por la Autoridad de


Aplicación a través de la cual desarrollará las políticas establecidas en la Ley no podrá ser
inferior a Dirección Nacional.

1.3.- Decreto N° 457/2010 - Creación de la Dirección Nacional de Salud Mental y


Adicciones.

2. RESPONSABLES DE LA APLICACIÓN, MONITOREO Y


EVALUACIÓN
Ministerio de Salud de la Nación
Secretaría de Calidad en Salud
Subsecretaría de Gestión de Servicios e Institutos
Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones

3. METODOLOGÍA DE DISEÑO Y ELABORACIÓN


3.a Responsable

Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones

7
3.b Proceso colaborativo

Este Plan Nacional fue formulado a través de un proceso colaborativo interactoral,


desarrollado entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, que constó de las etapas descriptas
a continuación.

Observación: considerando las medidas de cuidado a instancias de la pandemia de SARS-


Cov-2 vigentes para el período mencionado, todos los espacios de trabajo colectivo fueron
implementados de manera virtual, a través de la plataforma Telesalud. Los mismos fueron
grabados y se elaboró en cada uno de ellos un acta cuyo contenido fue validado por las y
los participantes.

1. Elaboración de un primer borrador por parte del equipo técnico de la Dirección Nacional
de Salud Mental y Adicciones, con base en un análisis del estado de situación de la
implementación de las políticas públicas en la materia a nivel nacional, así como en la
revisión del Plan Nacional de Salud Mental 2013-2018 (aprobado por Resolución
2177/2013 del Ministerio de Salud de la Nación y cuya ejecución fue interrumpida en
diciembre de 2015).

2. Desarrollo de un espacio de trabajo con las y los responsables de las áreas de Salud
Mental y Adicciones de las jurisdicciones y con la Secretaría de Derechos Humanos de la
Nación, a partir del cual se elaboró una segunda versión del borrador.

3. Implementación de rondas consultivas con los diferentes actores del campo de la Salud
Mental. Para ello, se remitió el borrador, se recibieron aportes escritos sobre el mismo, los
cuales fueron sistematizados, para finalmente dar lugar al correspondiente encuentro, con el
objetivo de promover el intercambio, el diálogo y el debate. Esta etapa tuvo como producto
la elaboración de la versión preliminar del Plan, a partir de la incorporación de las
contribuciones de los actores consultados (ver punto 3.c).

4. Remisión de la versión preliminar a las y los responsables de Salud Mental y Adicciones


de las jurisdicciones, a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, al Órgano de
Revisión Nacional y al Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones para
la elaboración de la versión definitiva.

8
5. Elaboración de la versión definitiva por parte del equipo técnico de la Dirección
Nacional de Salud Mental y Adicciones.

3.c Rondas consultivas

I. Responsables jurisdiccionales de Salud Mental y Adicciones y Secretaría de


Derechos Humanos de la Nación.

II. Federaciones y asociaciones de profesionales e idóneos.

III. Órgano de Revisión Nacional de la Ley 26.657.

IV. Organismos del Estado Nacional.

V. Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones.

VI. Asociaciones de usuarias, usuarios y familiares, ONGs y organizaciones de la


sociedad civil.

VII. Docentes, investigadoras e investigadores de universidades e institutos nacionales.

VIII. Gremios que representan a trabajadoras y trabajadores de la salud.

IX. Expertas y expertos nacionales y organismos internacionales.

X. Organismos del Estado Nacional - ronda complementaria.

XI. Asociaciones de usuarias, usuarios y familiares, ONGs y organizaciones de la


sociedad civil – ronda complementaria.

4. MARCO CONCEPTUAL Y REFERENCIAL

4.a Antecedentes

La última década podría ser descripta como un tiempo de avances y retrocesos para las
políticas públicas en materia de Salud Mental en nuestro país.

El 25 de noviembre de 2010, el Poder Legislativo sancionó la Ley Nacional de Salud

9
Mental Nº 26.657, promulgada el 2 de diciembre del mismo año, con carácter de orden
público, siendo su cumplimiento obligatorio, sin necesidad de adhesión por parte de las
jurisdicciones. Ello fue propiciado por el entendimiento de que era necesario instaurar un
nuevo paradigma para las políticas públicas de Salud Mental a nivel nacional, en
consonancia con otras leyes fundamentales que, en aquellos años, permitieron avanzar en
términos de ampliación y restitución de Derechos respecto de cuestiones relegadas por los
efectos del genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar y por el
neoliberalismo de la década de 1990 –cuya culminación fue la crisis del 2001-, tanto en los
modos de construcción de subjetividades y del tejido social, como en la organización del
ámbito público.

Este nuevo paradigma, no obstante su novedad en el plano de las políticas públicas a nivel
nacional, tiene su origen en un proceso de construcción de largo aliento, iniciado en la
década del ´50 con el cuestionamiento al orden manicomial llevado adelante por figuras
relevantes de la Salud Mental, que cimentaron el sendero por el que habrían de transitar en
las décadas siguientes –con las interrupciones y embestidas ya mencionadas- diversas
experiencias de colectivos sociales, usuarias, usuarios y familiares, profesionales, entre
otras y otros, cuyas luchas construyeron el nuevo paradigma desde las bases mismas del
campo de la Salud Mental, creando las condiciones necesarias para avanzar, finalmente, en
un proceso de reforma del sistema.

Cabe mencionar, para estos antecedentes, experiencias previas que tuvieron lugar en
diferentes jurisdicciones de nuestro país, como la reforma pionera de la Provincia de Río
Negro (1985), así como la sanción de leyes jurisdiccionales en la materia, que se
configurarían como hitos normativos previos a la Ley Nacional (Río Negro, año 1991;
Santa Fe, año 1991; Entre Ríos, año 1994; San Juan, año 1999; Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, año 2000).

El proceso iniciado en el ámbito nacional en 2010 a instancias de la sanción de la Ley


26.657 recupera el espíritu, los objetivos y las formulaciones forjadas durante la segunda
mitad del siglo anterior, a la vez que incorpora avances empíricos y conceptuales de las
disciplinas y perspectivas que fueron integrándose al campo de la Salud Mental,
especialmente los Derechos Humanos.

10
La lucha contra la segregación y el trato inhumano ejercidos sobre las personas con
padecimientos mentales han formado parte de las demandas populares por la resolución de
inequidades estructurales. En este sentido, los problemas históricos denunciados desde el
campo de la Salud Mental deben, necesariamente, ser entendidos como violaciones a los
derechos fundamentales.

En consonancia con ello, fueron elaborándose a nivel regional marcos legales en base a
principios, acuerdos, declaraciones y recomendaciones de organismos internacionales, a los
que Argentina adhirió y con los cuales, en algunos casos, colaboró en la redacción de esa
normativa, comprometiéndose además a utilizarla como orientadora para la planificación de
sus políticas públicas.

El nuevo paradigma, consolidado como política pública nacional desde 2010, implicó una
concepción de la Salud Mental que fuese competencia de los poderes Legislativo, Judicial y
Ejecutivo. Es en ese contexto que se crea la Dirección Nacional de Salud Mental y
Adicciones, a la par de la gestación de la entonces nueva legislación. Todo ello no habría
sido posible sin la decisión política oficial, la activa participación y el compromiso de
organismos de Derechos Humanos; asociaciones de usuarias, usuarios y familiares;
asociaciones de profesionales; trabajadoras y trabajadores; organizaciones sociales y
comunitarias; ONG.

Tres años más tarde, el 28 de mayo de 2013, a través del Decreto Nº 603/2013, la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner reglamentó la Ley Nacional Nº 26.657. Fue la
cristalización de una ardua tarea de consultas y redacción en conjunto con las
jurisdicciones, bajo la coordinación de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones
del Ministerio de Salud de la Nación y la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la
Nación.

En el Decreto Nº 603/2013 fueron precisados y desagregados los contenidos de la Ley


necesarios de reglamentación. También fue dada mayor visibilidad a sus ejes centrales en
tanto marco para las futuras políticas de Salud Mental, fijándose imperativos y
compromisos de cumplimiento indiscutible.

Para la implementación de la Ley, el citado Decreto estableció la creación de:

11
-la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones, en el
ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros y presidida por la Autoridad de Aplicación
de la Ley, que comenzó a funcionar en el año 2013;
-el Consejo Consultivo de carácter honorario formado por diferentes organizaciones y
actores del campo de la salud mental y adicciones, que empezó a sesionar en 2014.

Los párrafos precedentes dan cuenta de un fecundo proceso de transformaciones, conducido


conjuntamente entre las y los responsables de Salud Mental de la Nación y de las
jurisdicciones, en el ámbito de los respectivos Ministerios, posibilitado por el rol rector en
la fijación de políticas públicas retomado por el Estado a instancias del proyecto político
que se iniciara con el gobierno de Néstor Kirchner en 2003. La recuperación del debate
político, simultáneamente con los cambios sustanciales acontecidos en temáticas nucleares
como justicia y Derechos Humanos, políticas sociales, sanitarias, laborales, económicas,
educativas y culturales, de ciencia y tecnología, relaciones exteriores y comunicacionales,
conforman el marco donde se insertan los avances logrados hasta el 2015 en lo que respecta
a las políticas públicas en materia de Salud Mental.

Entre dichos avances, en octubre de 2013 se presentó el Plan Nacional de Salud Mental
2013 – 2018 (aprobado por Resolución 2177/2013 del Ministerio de Salud de la Nación),
cuyos objetivos fueron formulados en base a los problemas visibilizados en conjunto con
actores con incumbencias en la temática, a partir de un proceso de construcción plural y
colectivo. Sus propósitos, fundamentados en la Ley Nacional de Salud Mental, implicaban
la protección y promoción de la Salud Mental de todas las y todos los habitantes del suelo
argentino y la sustitución del sistema manicomial por una red de servicios de base
comunitaria, promoviendo la jerarquización e integración del campo de la Salud Mental al
campo de la Salud y de las políticas públicas en general, y la disminución de la brecha entre
la necesidad y el acceso de la población a la red de servicios.

No obstante, la implementación de dicho Plan Nacional se vio interrumpida por decisión de


la administración que llegara al gobierno el 10 de diciembre de 2015 y se extendiera hasta
el 9 de diciembre de 2019. El programa de gobierno de corte neoliberal que se intentó
implementar en dicho período configuró un contexto nacional signado por la retracción de
todos los indicadores sociales y económicos, el aumento de la exclusión social, el ajuste y

12
achicamiento de las políticas públicas, un endeudamiento sin precedentes en la historia y un
decaimiento de la calidad institucional en toda la esfera pública. Durante este período, la
Salud Mental también quedó a merced de esa configuración política, siendo la Ley 26.657
objeto de una importante embestida en su contra. Cabe agregar que, en septiembre de 2018,
el Ministerio de Salud de la Nación –autoridad de aplicación de la Ley de Salud Mental-
fue degradado a la categoría de Secretaría de Estado, mismo proceso sufrido por el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y el Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

El 10 de diciembre de 2019 se inició un nuevo ciclo político que renueva el objetivo


asumido casi dos décadas antes: reconstruir una sociedad fragmentada por el
neoliberalismo y, al mismo tiempo, no claudicar en avanzar en la ampliación y restitución
de derechos. A más de diez años de la sanción y promulgación de la Ley Nacional de Salud
Mental, sigue vigente la necesidad de las transformaciones que la misma plantea, que son
profundas e impostergables, involucran a todos los actores e instituciones, y deben
sustentarse en prácticas inclusivas de base comunitaria. Todo ello, sin desconocer que los
procesos de transición entre modelos requieren de especial atención para evitar que los
procesos transformadores hacia un paradigma de Salud Mental Comunitaria resulten en
deshospitalización, transinstitucionalización y abandono.

La pandemia por SARS-Cov-2 declarada por la Organización Mundial de la Salud el 11 de


marzo de 2020, su prolongación en el tiempo y su escala a nivel global sin precedentes,
redobla el desafío y nos compele a la construcción de respuestas sociosanitarias urgentes e
integrales, sustentables y sostenibles, con la máxima responsabilidad de todos los actores
involucrados. El período de ejecución de este Plan Nacional de Salud Mental, sin dudas,
estará fuertemente atravesado por las consecuencias a nivel social, sanitario y económico
de la pandemia, lo que implicará que las políticas públicas tengan que incluir entre sus
objetivos el desarrollo de un proceso de reconstrucción social único, en el cual la Salud
Mental cobra un papel preponderante, como ámbito con la capacidad de promover el
fortalecimiento comunitario y la respuesta colectiva necesaria para el mismo.

4.b Principios que rigen el Plan Nacional de Salud Mental

Los principios que se presentan a continuación conforman el marco conceptual del Plan

13
Nacional de Salud Mental 2021 – 2025, el cual se basa en valores, preceptos y objetivos
históricos del campo de la Salud Mental, que en nuestro país poseen fuerza de ley a
instancias de la Ley Nacional Nº 26.657 y del Decreto Nº 603/2013.

Estos principios dan sustento y acompañan al proceso de transformación hacia prácticas


que consideran la integralidad del proceso salud-enfermedad-atención-cuidados desde una
perspectiva de derechos, como modo de entender y abordar las problemáticas vinculadas a
lo mental, y que no se limita a la transformación de los servicios de salud específicos
tradicionales, sino que considera a los entramados territoriales y a las acciones llevadas
adelante en y desde éstos como componente fundamental de la garantía del derecho a la
salud, y como parte de los procesos de inclusión social y fortalecimiento comunitario.

Los principios de este Plan Nacional, en tanto base conceptual del mismo, sistematizan
criterios y categorías operativas para la implementación de sus ejes de trabajo.

Por orden alfabético:

Enfoque de Derechos

La Salud Mental, según el texto de la Ley N° 26.657 y de los diversos tratados


internacionales en el que el mismo se basa, es un proceso íntimamente vinculado al pleno
ejercicio de los derechos por parte de las personas. Específicamente, en el Capítulo IV,
Artículo 7 se da cuenta de los derechos de las personas con padecimientos mentales, entre
ellos: a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada; a conocer y preservar su
identidad y sus grupos de pertenencia; a recibir el tratamiento más conveniente y que
menos restrinja sus derechos y libertades; a ser acompañadas por sus familiares u otros
afectos; a que, en el caso de internación involuntaria o voluntaria, las condiciones de la
misma sean supervisadas; a no ser identificadas ni discriminadas; a ser informadas de
manera adecuada y comprensible de los derechos que las asisten, y de todo lo inherente a su
salud y tratamiento, según las normas del consentimiento informado; a que el padecimiento
mental no sea considerado un estado inmodificable.

Todo lo expresado implica un Estado presente, rector y promotor, donde en cada


problemática participen todas las instancias competentes de acuerdo a su rol, reconociendo
y alentando a la vez el protagonismo dinámico de la sociedad civil.

14
Federalismo e Interjurisdiccionalidad

En virtud del carácter federal del sistema de gobierno argentino, resulta indispensable
basarse en un criterio de integración y coordinación interjurisdiccional entre los niveles
local, provincial y nacional con el objetivo de lograr un mayor grado de eficacia y
eficiencia en las acciones y recursos dependientes del sistema formal de salud. En este
sentido, las autonomías jurisdiccionales se fortalecen también con la interacción y la
elaboración conjunta de políticas y planes de acción, promoviendo sinergia entre ellas.

Atendiendo al carácter federal, y a la existencia de autonomía jurisdiccional para la


atención de la Salud Mental, cabe subrayar que las acciones comprendidas en el presente
Plan son competencia, algunas de ellas, del Estado nacional, y otras, de los estados
jurisdiccionales. Por ello, este Plan se construye en base al trabajo conjunto entre la Nación
y las áreas de Salud Mental de las 24 jurisdicciones.

Inclusión social

En su Artículo 1º, la Ley menciona que tiene por objeto “asegurar el derecho a la
protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos
humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional”.

La inclusión social y el acceso a derechos fundamentales deben ser considerados como el


principal proceso para asegurar la igualdad de condiciones para el desarrollo de la vida de
todas las personas. Ello implica, particularmente, la integración de las usuarias y los
usuarios al sistema de Salud Mental, favoreciendo su participación plena en la vida
colectiva.

El artículo 14 de la Ley considera a la internación como un “recurso terapéutico de carácter


restrictivo, y sólo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que
el resto de las intervenciones realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe
promoverse el mantenimiento de vínculos, contactos y comunicación de las personas
internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral, escolar y social, salvo en
aquellas excepciones que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el
equipo de salud interviniente”. El artículo 15, agrega que la internación debe ser lo más

15
breve posible. Entendido de este modo, la internación en tanto recurso restrictivo, es afín a
la consideración de que es en la vida comunitaria donde una persona puede desarrollarse de
manera integral, siendo en ella donde deben construirse los resortes para una inclusión
social plena.

Interculturalidad

La interculturalidad parte del reconocimiento de las asimetrías sociales, económicas,


políticas e institucionales que limitan la posibilidad de que las otras y los otros puedan ser
considerados como personas con identidad, diferencia y agencia. Promueve el diálogo, el
intercambio y la complementariedad entre culturas y, en relación a la esfera de la salud,
entre la medicina occidental y la medicina tradicional indígena.

La interculturalidad en salud supone no solo reconocer, respetar y comprender las


diferencias socioculturales sino incorporarlas al sistema de salud público, capacitando y
sensibilizando también a los equipos respecto de la diversidad cultural con el fin de
minimizar las barreras sociales y culturales en la atención. Por ello, un abordaje
intercultural en el proceso salud-enfermedad-atención-cuidados se fundamenta en
articulaciones, consensos y responsabilidades compartidas entre los equipos de salud, las
comunidades y organizaciones indígenas.

Las políticas públicas deben respetar, acompañar y basarse en las diferencias culturales
existentes en un país diverso, recuperando el valor de los saberes que sustentan las
estrategias de resolución de problemas que las personas llevan adelante en sus contextos
cotidianos de vida.

Para ello, se requiere la incorporación de la perspectiva de los actores comunitarios en la


construcción de sus problemas y en la planificación de estrategias, garantizando
intervenciones situadas.

Interdisciplina e Intersectorialidad

En su Capítulo V, artículos 8 y 9, la Ley establece la promoción de procesos de atención


basados en abordajes interdisciplinarios e intersectoriales, integrados por profesionales,
técnicas y técnicos, y otras trabajadoras y trabajadores capacitados para la atención en

16
Salud Mental, con base en los principios de la Atención Primaria de la Salud, y su
componente de Salud Mental, orientándose al reforzamiento, restitución y promoción de los
lazos sociales: “El proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de
internación hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial,
basado en los principios de la atención primaria de la salud” (art. 9).

En lo que respecta a la intersectorialidad, considerando que constituye uno de los principios


fundantes del paradigma de la Salud Mental Comunitaria, se deben promover la
construcción de compromisos de los diversos organismos de gestión estatal, así como la
creación y fortalecimiento de espacios de articulación en las diversas escalas
jurisdiccionales y en todos los niveles de atención. El Capítulo V, Artículo 11, marca la
necesidad de coordinación de las autoridades de Salud de cada jurisdicción con las áreas de
Educación, Desarrollo Social, Trabajo y otras que se requieran, para que se implementen
acciones de inclusión social y comunitaria, siendo ello competencia de la Autoridad de
Aplicación.

Interseccionalidad

Este enfoque crítico a los análisis unidimensionales de las desigualdades sociales permite
develar que las mismas son producidas y reproducidas por las interacciones entre los
sistemas de subordinación de género, orientación sexual, edad, etnia, religión, origen
nacional y situación socio-económica, constituyéndose cada uno de estos planos uno al
otro, de forma dinámica.

En tanto recurso analítico, coadyuva a la comprensión y al abordaje global de las


desigualdades en salud, considerando la complejidad de las interacciones de los marcadores
sociales en los niveles individual, institucional y estructural.

Perspectiva de géneros y diversidad sexual

Incorporar a la perspectiva de géneros y diversidad sexual en el diseño de políticas públicas


implica, desde el Estado, tomar en consideración a las desigualdades específicas que
devienen de los roles asignados a las personas a partir de estereotipos social e
históricamente construidos en torno a las formas de ser que deben asumir varones y

17
mujeres, así como a aquellas oriundas del régimen heternormativo y cisgénero que
invisibilizan a las diversidades sexuales.

Estas desigualdades se constituyen como condicionantes específicos al momento de


planificar, intervenir en y evaluar procesos de salud-enfermedad-atención-cuidados, y el
impacto resultante en lo relativo a garantizar calidad, equidad y accesibilidad al sistema de
atención.

Incorporar esta perspectiva también supone revalorizar la lógica de los cuidados en salud
desde lo preventivo y colectivo, promoviendo el desarrollo de capacidades de autocuidado,
apoyos diferenciales, no centrados en una perspectiva asistencialista, biologicista y
medicamentalizadora de la salud.

Salud Mental centrada en las personas y su entorno

En el Capítulo II, Artículo 3 de la Ley se establece que la Salud Mental es reconocida como
un “proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales,
biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de
construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de las
personas”.

Dicho proceso de construcción social sólo puede ser llevado adelante colocando a la
persona y su entorno en el centro de las políticas públicas, como clave de comprensión de
los condicionantes que construyen los padecimientos mentales y como operación que
ordena las acciones llevadas adelante por los diferentes agentes e instituciones que abordan
los mismos. Esto implica, también, que las intervenciones deben ser pensadas e
implementadas a partir de las necesidades, capacidades, potencialidades, deseos, intereses,
recursos y apoyos requeridos por las personas, colocándolas en un lugar protagónico, y
eliminando las barreras sociales que impiden su efectiva participación en la toma de
decisiones.

En el mismo artículo, la Ley señala también que “se debe partir de la presunción de
capacidad de todas las personas”. Ello conlleva que la intervención adquiera un carácter de
construcción conjunta con quien padece, a partir de sus potencialidades, red vincular,

18
deseos y de las posibles vías de abordaje y acompañamiento de su padecimiento.

Todo ello implica, como criterio rector, la consideración de la persona siendo parte del
entramado socio-comunitario como centralidad del proceso de salud-enfermedad-atención-
cuidados, y no de su diagnóstico. En este sentido, la Salud Mental se construye en torno a
la persona a partir de sus vínculos y en sus contextos, fortaleciendo los lazos sociales, las
prácticas de cuidados y la intervención entramada de las instituciones actuantes.

En este orden de cuestiones es que se hace imprescindible la revisión de estructuras,


dispositivos y prácticas con el propósito de promover la inclusión y la equidad.

Territorialidad

La territorialidad es un factor determinante en la ampliación de la accesibilidad a la


atención desde el punto de vista geográfico y cultural, en clave de respeto a los derechos
vinculados a la identidad, a la preservación de lazos sociales y al acompañamiento afectivo,
como parte de todo proceso de inclusión sanitaria y social. Implica que la atención de Salud
Mental deba ser en las propias comunidades. Es en este sentido que el Artículo 11 de la Ley
instruye la creación de dispositivos de atención ambulatoria, de inclusión social y laboral,
servicios para la prevención y promoción de la salud, cooperativas de trabajo, casas de
convivencia, hospitales de día, centro de capacitación sociolaboral, emprendimientos
sociales, hogares y familias sustitutas, atención domiciliaria y apoyos a familiares y a la
comunidad. Es menester que estos dispositivos formen parte de la red de servicios de Salud
Mental con base en la comunidad.

En base a estos antecedentes y principios, de cara a un horizonte de trabajo sostenible y


considerando los efectos a nivel social y sanitario de la pandemia de SARS-Cov-2, el Plan
Nacional de Salud Mental 2021-2025 tiene por delante completar de manera definitiva y
efectiva la transformación del sistema de atención y cuidados en Salud Mental,
desplegando estrategias de promoción y prevención, fortaleciendo el Primer Nivel de
Atención, asegurando internaciones breves y de calidad en el hospital general, completando
los procesos de adecuación de los establecimientos monovalentes de internación a los

19
objetivos y principios de la Ley, hasta su sustitución definitiva, a la par de la creación y
fortalecimiento de dispositivos intermedios, para asegurar procesos de externación con
inclusión social, garantizando acceso, calidad y equidad para toda la población.

5. MARCO LEGAL Y TÉCNICO

 Ley Nacional Nº 26.657 – Derecho a la Protección de la Salud Mental.

 Decreto Reglamentario Nº 603/2013.

 Decreto 426/2021 – Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud


Mental y Adicciones

5.1 Otras Leyes Nacionales (por orden cronológico):

 Ley Nacional Nº 22.431 – Sistema de Protección Integral de los Discapacitados.

 Ley Nacional N° 23.054 – Convención Interamericana sobre Derechos Humanos.

 Ley Nacional N° 23.313- Aprobación de los Pactos Internacionales de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales y Civiles y Políticos y su Protocolo facultativo.

 Ley Nacional N° 23.338 – Aprobación de la Convención contra la Tortura y Otros


Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

 Ley Nacional N° 23.592 – Medidas contra Actos Discriminatorios.

 Ley Nacional N° 23.849 – Convención sobre los Derechos del Niño.

 Ley Nacional Nº 24.788 - Lucha Contra el Alcoholismo. Decreto Reglamentario Nº


149/2009.

 Ley Nacional Nº 24.901 – Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y


Rehabilitación Integral a favor de las Personas con Discapacidad.

 Ley Nacional Nº 25.421 – Programa de Asistencia Primaria de la Salud Mental.

20
 Ley Nacional Nº 26.061 - Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes. Decreto Reglamentario Nº 415/06.

 Ley Nacional Nº 26.378 - Ratificación de la Convención sobre los Derechos de las


Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo.

 Ley Nacional N° 26.485 – De protección integral para prevenir, sancionar y


erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales.

 Ley Nacional Nº 26.522 – Servicios de Comunicación Audiovisual. Decreto


Reglamentario 1.225/2010.

 Ley Nacional Nº 26.529 - Derechos del Paciente en su Relación con los


Profesionales e Instituciones de la Salud. Decreto Reglamentario Nº 1.089/2012.

 Ley Nacional Nº 26.687 - Regulación de la Publicidad, Promoción y Consumo de


Productos Elaborados con Tabaco. Decreto Reglamentario Nº 602/2013.

 Ley Nacional N° 26.743 – De identidad de Género.

 Ley Nacional N° 26.934 –Plan Integral para el Abordaje de los Consumos


Problemáticos.

 Ley Nacional Nº 26.959 – Día Nacional de la Salud Mental.

 Ley Nacional N° 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

 Ley Nacional Nº 27.043 – Trastornos del Espectro Autista. Decreto Reglamentario


Nº 777/19.

 Ley Nacional N° 27.130 - De Prevención del Suicidio. Decreto Reglamentario Nº


603/2021.

 Ley Nacional N° 27.360 – Convención Interamericana sobre Protección de los


Derechos Humanos de las personas mayores.

 Ley Nacional N° 27.611 – Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud


durante el Embarazo y la Primera Infancia.

21
5.2 Decretos, resoluciones complementarias y recomendaciones (por orden
cronológico):

 Decreto Nº 457/2010 - Creación de la Dirección Nacional de Salud Mental y


Adicciones.

 Resolución Nº 2.177/2013 del Ministerio de Salud – Plan Nacional de Salud Mental


2013 – 2018.

 Resolución Nº 506/2013 del Ministerio de Seguridad – Aprobación Pautas para la


Intervención de los Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad.

 Resolución N° 1.876 - E/2016 – Aprobación Normas para Habilitación de


Establecimientos y Servicios de Salud Mental y Adicciones sin Internación.

 Recomendación de la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud


Mental y Adicciones del año 2014 - Recomendaciones a los Servicios Asistenciales
para la Revisión de las Declaraciones Judiciales de Incapacidad e Inhabilitación.

 Recomendación de la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud


Mental y Adicciones del año 2015 - Recomendaciones a las universidades públicas
y privadas Artículo 33º Ley Nacional Nº 26.657.

5.3 Documentos internacionales (por orden cronológico):

 Resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991 de la Asamblea General de la ONU


- Principios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y para
el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental.

 Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la


Organización Mundial de la Salud de noviembre de 1990 - Para la Reestructuración
de la Atención Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud.

 Conferencia Regional para la reforma de los Servicios de Salud Mental: 15 AÑOS


DESPUES DE CARACAS del mes de noviembre de 2005 – PRINCIPIOS DE
BRASILIA: Principios Rectores Para el Desarrollo de La Atención en Salud Mental
en las Américas.

22
 RESOLUCIÓN CD49.R17. ESTRATEGIA Y PLAN DE ACCIÓN SOBRE
SALUD MENTAL. Washington, D.C., EUA, del 28 de septiembre al 2 de octubre
del 2009.

 Conferencia Regional de Salud Mental en la Ciudad de Panamá los días 7 y 8 de


octubre del 2010 CONSENSO DE PANAMÁ - Estrategia y plan de acción sobre
salud mental.

6. ESTADO DE SITUACIÓN
El Plan Nacional de Salud Mental 2013-2018, formulado a instancias de la publicación del
decreto reglamentario 603/2013, presentaba una serie de problemas que se configuraban
como línea de base para el desarrollo de sus objetivos y acciones.
Entre los mismos, se señalaba a la estigmatización y discriminación de la población con
padecimiento mental, con el concomitante impacto que ello tiene en términos de
accesibilidad al sistema y reforzamiento de la condición de vulnerabilidad; en relación a la
red de Salud/Salud Mental, se la caracterizaba como inadecuada y, en algunos casos,
inexistente, observada la misma desde los parámetros establecidos en la Ley Nacional de
Salud Mental; se remarcaba que la oferta de servicios no contemplaba la especificidad de
niñas, niños y adolescentes, como tampoco la de personas mayores; los consumos
problemáticos no estaban incorporados de manera adecuada a la red; la formación
profesional y la capacitación en servicio de las trabajadoras y los trabajadores no se
adecuaba al texto de la Ley, no asegurando una respuesta de calidad, así como la
investigación, con insuficiente avance, no pudiendo contribuir a las necesidades de los
servicios y a la demanda de la población; los sistemas de información que permitieran tanto
la vigilancia epidemiológica como el monitoreo y la evaluación de la calidad prestacional
estaban escasamente desarrollados; finalmente, el Plan señalaba que el abordaje de
emergencias y desastres no estaba contemplado adecuadamente en la cobertura de Salud
Mental.

Hasta la interrupción de la ejecución del Plan en diciembre de 2015, la autoridad de


aplicación avanzó en la construcción de la institucionalidad y en el arribo a los consensos

23
necesarios para garantizar la viabilidad en términos de consecución de los objetivos, a la
vez que se ponían en marcha experiencias y herramientas de gestión de base territorial en
coordinación interjurisdiccional, se realizaban estudios que contribuían a dotar de
fundamentos epidemiológicos a las políticas públicas y se ejecutaban acciones
intersectoriales para adecuar la formación de profesionales, técnicas y técnicos al nuevo
paradigma.

Entre los años 2013 y 2014 se crearon y pusieron en funcionamiento el Órgano de Revisión
Nacional, en el ámbito del Ministerio Público de la Defensa, para la protección de los
Derechos Humanos de las usuarias y los usuarios de los servicios de Salud Mental; la
Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones
(CONISMA), en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros; el Consejo Consultivo
de carácter honorario en Salud Mental y Adicciones formado por diferentes organizaciones
y actores del campo de la salud mental y adicciones: sindicatos, asociaciones y colegios de
profesionales, organizaciones de usuarias, usuarios y familiares, organismos de Derechos
Humanos y espacios académicos. Asimismo, se crearon en distintas jurisdicciones
instancias equivalentes.

Por otro lado, con base en antecedentes de su empleo en distintas regiones del país, se puso
en marcha en 16 jurisdicciones el Foro Intersectorial en Salud Mental y Adicciones -en
tanto herramienta de participación y organización comunitaria-, lo que permitió la fijación
de tópicos centrales en las agendas regionales, el establecimiento de prioridades y la
identificación de obstáculos, facilitadores y desafíos para la implementación de la Ley
Nacional de Salud Mental.

En el plano de las acciones, podemos señalar estudios epidemiológicos sobre las principales
problemáticas de Salud Mental existentes en la Argentina, particularmente suicidio y
consumo problemático; información sobre la red servicios asistenciales; registro de
personas internadas y seguimiento de egresos hospitalarios; se brindó acompañamiento y
posterior sistematización a experiencias innovadoras de base territorial en todo el país,
enmarcadas en la estrategia de Atención Primaria de la Salud, como modo de construir
insumos para la política pública, en tanto claves para la articulación intersectorial, la
promoción de prácticas interdisciplinarias e inter-saberes y la participación comunitaria; en
24
el marco de la implementación del Programa Nacional de Prevención y Lucha frente al
Consumo Excesivo de Alcohol, se desarrollaron trabajos teóricos específicos sobre este tipo
de consumo problemático, considerando su prevalencia e impacto poblacional; se
desarrollaron y pusieron a disposición de decisoras y decisores herramientas de
comunicación y gestión para la formulación de políticas públicas; se llevaron adelante
iniciativas para la adecuación de programas de formación a la entonces nueva normativa1.

Pese a estos esfuerzos, los problemas visibilizados a principios de la década pasada


persisten, por dos razones fundamentales, de diferente orden: por un lado, los mismos están
construidos y condicionados de manera estructural e histórica, y su resolución no puede ser
pensada sino en el largo plazo, con políticas públicas sostenidas en el tiempo, que tengan
como horizonte la transformación del sistema de atención en Salud Mental, considerando
todo el concierto de instituciones, actores y esferas de la vida social que ello implica. Por
otro lado, la inacción y el retroceso de las políticas públicas en general, y de las políticas
públicas en Salud Mental en particular, evidenciados en el período reciente de intento de
reinstauración del modelo neoliberal, con su consecuente deterioro de la matriz social y
productiva.

La pandemia de SARS-Cov-2 obligó a focalizar las políticas públicas en la organización de


la respuesta sanitaria correspondiente, al tiempo que se reconstruían los resortes de gestión
desarticulados durante la etapa de gobierno anterior. Por ello, se describen a continuación
las principales acciones llevadas adelante durante el año 2020, las cuales pueden ser
consideradas como bases para el desarrollo del presente Plan Nacional.

 Se elaboró el proyecto de modificación del Decreto N° 1053/2016 para restituir la


CONISMA a la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros con la inclusión de dos
nuevos ministerios: el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y el Ministerio de la
Mujeres, Géneros y Diversidad;

 Se elaboró el proyecto de reglamentación de la Ley Nacional de Prevención del Suicidio N°


27.130;

1 Para más detalles, consultar: Ministerio de Salud de la Nación (2015) Políticas públicas en salud mental: enfoques,
estrategias y experiencias con base en la comunidad.

25
 Se llevaron adelante las reuniones correspondientes del Consejo Federal de Salud Mental y
Adicciones (COFESAMA), manteniéndose el vínculo de cooperación técnica con las
autoridades de Salud Mental y Adicciones de las 24 jurisdicciones;

 Se participó en las sesiones plenarias del Órgano de Revisión Nacional de la Ley 26.657;

 Se participó en las sesiones plenarias del Consejo Consultivo de carácter honorario en


Salud Mental y Adicciones;

 Se mantuvo diálogo permanente con los representantes de OPS/OMS y UNICEF para


Salud Mental;

 Se articuló con el Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos


“Dr. Fernando Ulloa”, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación,
para la realización de evaluaciones interdisciplinarias de daño psíquico a víctimas de
terrorismo de Estado en el marco de las leyes reparatorias;

 Se articuló con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) para el financiamiento de


proyectos de Salud Mental Comunitaria a través de la Ley de Cheques;

 Se gestionó con el Programa Remediar la inclusión de psicofármacos esenciales para el


Primer Nivel de Atención;

 Se articuló con la Dirección Nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación


Sanitaria el inicio del proceso de trabajo de la elaboración de las nuevas Directrices de
Organización y Funcionamiento de los Servicios de Salud Mental (documento vacante y de
vital importancia para la implementación de la Ley Nacional de Salud Mental);

 Se estableció una mesa de trabajo conjunta con el Ministerio de Desarrollo Territorial y


Hábitat de la Nación para la elaboración y puesta en marcha del “Programa Interministerial
para la Promoción de la Vida en Comunidad de personas con padecimiento mental”;

 Se articuló con el Comité Ejecutivo de Lucha en Contra de la Trata y Explotación de


Personas y para la Protección y Asistencia a sus Víctimas en el marco del Plan Bienal del
mencionado organismo y su componente Salud Mental;

26
 Se profundizó el diálogo con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas
(SEDRONAR) para el diseño y la ejecución de respuestas integradas a la problemática de
consumos en el territorio nacional con el Ministerio de Salud de la Nación, a través de la
Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones;

 Se colaboró con la Subsecretaría de Bienestar del Ministerio de Seguridad de la Nación


para la elaboración de un nuevo protocolo para el accionar de las Fuerzas de Seguridad
frente a situaciones de personas con presunto padecimiento mental o consumo problemático
de sustancias en la vía pública;

 Se participó en la Mesa de Trabajo Intersectorial para el Abordaje Socio comunitario de la


Problemática del Suicidio en Población General con Foco en Adolescencias y Juventudes;

 Se articuló con la Dirección de Género y Diversidad del Ministerio de Salud de la Nación,


en relación a la ejecución del Plan Nacional de Igualdad en la Diversidad 2021-2023;

Respecto del abordaje específico en contexto de pandemia por SARS-Cov-2, algunas de las
acciones llevadas adelante fueron:

 Se constituyó una mesa de trabajo con las autoridades de Salud Mental y Adicciones de las
24 jurisdicciones del país, que funcionó de forma virtual y permanente, para el abordaje de
las problemáticas del sector en el contexto de la pandemia;

 Se elaboraron, validaron, publicaron y difundieron recomendaciones y protocolos sobre el


componente Salud Mental en el contexto de la pandemia, destacando la recomendación
para la continuidad de la atención remota por motivos de Salud Mental -tanto para el sector
público como para el privado-, y la gestión para la inclusión de psicofármacos en la
prescripción de recetas vía remota;

 Se constituyó una mesa de trabajo con asociaciones de profesionales de la Salud Mental


para la consulta permanente en el contexto de la pandemia;

27
 Se diseñó y puso en marcha de manera conjunta con UNICEF un estudio para relevar el
impacto de la pandemia en la Salud Mental de niñas, niños y adolescentes;

 Se desarrollaron capacitaciones virtuales a través de la Plataforma Telesalud sobre Salud


Mental en contexto de pandemia;

 Se incorporó en la línea gratuita de asistencia telefónica del Ministerio de Salud -0800 222
1002- la opción Salud Mental;

 Se incluyó del componente Salud Mental en el Dispositivo Estratégico de Testeo para


Coronavirus en Territorio Argentino (DETeCTAr);

 En articulación con la Dirección Nacional de Talento Humano y Conocimiento del


Ministerio de Salud de la Nación, se puso en funcionamiento un equipo para el cuidado de
la Salud Mental de los equipos de salud esenciales, entre otras acciones específicas.

El presente Plan Nacional de Salud Mental 2021-2025 se propone reconocer a las diversas
situaciones-problema del campo de la Salud Mental en clave crítica e histórica para el
diseño de sus objetivos y líneas de acción. La pandemia de SARS-Cov-2 ha mostrado la
urgencia de implementar acciones tendientes a subsanar la fragmentación del sistema de
salud, reforzando su carácter federal y el financiamiento del sector público.

Esta fragmentación se expresa en la marcada desarticulación interjurisdiccional e


intersectorial, ello coadyuvado por el dispar resultado que ha tenido en el territorio
argentino la transformación y la adecuación del sistema de atención. La formación
disciplinar e interdisciplinar de los equipos de Salud Mental no escapa a esta lógica,
persistiendo un énfasis en los enfoques individuales en detrimento de los colectivos.

A instancias de la Ley Nacional 26.657, las políticas de Salud Mental concentradas en


establecimientos monovalentes deben transitar hacia y consolidarse en un modelo de base
comunitaria, caracterizado por su integralidad y accesibilidad, promoviendo la generación
de proyectos de vida dignos, con la incorporación de la Salud Mental en la atención

28
primaria, con participación de la comunidad e implementación de estrategias de promoción
y prevención.

Las personas con padecimientos mentales atraviesan graves situaciones de exclusión y de


pérdida de garantía de sus derechos, sumadas a la importante brecha de atención y acceso a
los servicios de Salud Mental. El abordaje de la Salud Mental en el Primer Nivel de
Atención aumenta la posibilidad de mejorar el abordaje temprano, los tratamientos y las
acciones de prevención de los padecimientos mentales al propiciar la integración de la
atención de la Salud Mental en un abordaje situado, integral, intersectorial, inclusivo y
temprano.

Según el art. 28 de la normativa, los hospitales generales son los efectores del sistema de
salud en los que deben realizarse las internaciones por motivos de Salud Mental,
especificando que “(…) el rechazo de la atención de pacientes, ya sea ambulatoria o en
internación, por el solo hecho de tratarse de problemática de salud mental, será considerado
acto discriminatorio”. Por su parte, el Decreto Reglamentario 603 de la mencionada ley
señala que “(…) las adaptaciones necesarias para brindar una atención adecuada e integrada
sean estructurales y/o funcionales de los hospitales generales a efectos de incluir la
posibilidad de internación en salud mental es responsabilidad de cada jurisdicción (…)”.

La transformación del sistema exige la creación y fortalecimiento de dispositivos


intermedios que implementen estrategias de inclusión social, conformando una red de
servicios para garantizar a las personas el tránsito por un proceso terapéutico en diferentes
niveles de complejidad con perspectiva de cuidados. La transformación del sistema implica,
también, el monitoreo de las acciones para evitar, especialmente, la
transinstitucionalización de las usuarias y los usuarios.

En relación a la organización y funcionamiento de los establecimientos de Salud Mental,


una problemática a considerar es la vacancia, superposición y capas geológicas en términos
de directrices, guías, normas de habilitación y funcionamiento de los mismos.

Finalmente, un sistema con base en la comunidad implica también la deconstrucción de


estigmas y prejuicios a nivel social que recaen sobre las personas con padecimiento mental,
en especial el sesgo punitivo sobre aquellas personas que sufren consumos problemáticos.

29
Ellos coadyuvan al sostenimiento de barreras sociales que repercuten en la accesibilidad al
sistema de atención.

6.a Instancias de intervención específica

6.a.a Niñas, Niños y Adolescentes

Considerando que las problemáticas de la Salud Mental son en gran medida tributarias de
malestares tempranos de la vida y el desarrollo, el cuidado de la Salud Mental en las
infancias resulta indispensable como política de prevención y promoción que habilite los
recursos necesarios para la crianza, llevando adelante intervenciones desde una perspectiva
no adultocéntrica.

Entendiendo que niñas, niños y adolescentes están en desarrollo, se deben evitar


diagnósticos cerrados-estigmatizantes, que refuerzan su patologización y medicalización.

Desde una lógica de Atención Primaria de la Salud, asumir una perspectiva de infancias y
adolescencias conlleva a reforzar el rol de los centros de salud y de educación en el
abordaje temprano de padecimientos mentales y el acompañamiento a los entornos
afectivos, así como la importancia de entidades como clubes, centros religiosos, espacios
comunitarios, entre otros.

En particular, se deben considerar aquellas situaciones potencialmente problemáticas


devenidas de situaciones de abuso, de maltrato y de abandono, y sus consecuencias para la
subjetividad. En este sentido, la institucionalización psiquiátrica y la deriva institucional de
niños, niñas y adolescentes también pueden considerarse como situaciones productoras de
padecimientos.

Considerando que el impacto en las infancias de las problemáticas sociales es alto y


condicionante en la producción de subjetividad, es importante señalar que, según
estimaciones de UNICEF2, el 62,9% de las niñas y de los niños de nuestro país se
encontraba en situación de pobreza en el 2020, año de inicio de la pandemia y tras 4 años
de políticas neoliberales. Este dato es especialmente relevante porque evidencia la

2“Segunda Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. Impacto de la pandemia COVID-19 y las medidas
adoptadas por el gobierno sobre la vida cotidiana de niños, niñas y adolescentes”, UNICEF, agosto de 2020.

30
profundidad de los procesos de marginalidad económica, exclusión social, desigualdad e
inequidad y la consecuente vulneración de derechos que impactan sobre niñas, niños y
adolescentes.

Esta situación requiere de abordajes específicos, para lo cual se hace necesaria la formación
de profesionales que puedan desarrollar un perfil de práctica orientado a las infancias y la
implementación de dispositivos y estrategias específicos. Sin perjuicio de ello, los
abordajes no deben perder la perspectiva de cuidados integrales, construyendo redes
intersectoriales para la atención y la inclusión social, acompañando e interviniendo de
manera temprana y oportuna respecto de padecimientos graves, sensibilizando a la
comunidad y desarrollando acciones de apoyo tendientes a la mejora de las condiciones de
vida y crianza en los entornos afectivos.

6.a.b Personas Mayores

En tanto ámbito de intervención ubicamos importantes núcleos problemáticos sobre los que
este Plan se propone avanzar.

En primer lugar, considerar las singularidades de la Salud Mental en el proceso de


envejecimiento de las personas mayores, en particular de –pero sin restringirse a- aquellas
con padecimientos mentales, para implementar líneas de acción específicas en torno a
preservar o mejorar su Salud Mental, promoviendo espacios de participación activa en lo
económico, social, cultural y político.

Asimismo, resulta fundamental la prevención de padecimientos mentales en grupos de


personas mayores, abordando los factores de riesgo como son las enfermedades crónicas y
las discapacidades físicas, promoviendo la mejora en el proceso de demanda de ayuda, el
abordaje temprano y la intervención oportuna.

Una vacancia a tener en cuenta es la falta de formación en gerontología en las profesiones


de la Salud Mental. Asimismo, se percibe la necesidad de fortalecer los dispositivos de
cuidados intermedios.

31
Finalmente, existen personas mayores con padecimientos mentales que quedan
invisibilizados en instituciones geriátricas, sin recibir el mejor tratamiento posible. Al
mismo tiempo, debe considerarse que las personas con internaciones psiquiátricas de larga
data poseen, además, otras comorbilidades, las cuales es menester abordar
interdisciplinariamente para lograr un envejecimiento saludable.

6.a.c Género

La perspectiva de género es parte constitutiva del enfoque de derechos. La incorporación


del abordaje por parte de las políticas públicas de la trama de vulnerabilidades efecto de la
inequidad de género, en especial las consecuencias de las violencias de género –aunque no
solamente- como componente de los Derechos Humanos permite trascender el ámbito
privado, inscribiéndose en las demandas de la sociedad civil, en particular del movimiento
de mujeres, y de un sector de profesionales comprometidas y comprometidos con la salud
comunitaria.

La perspectiva de salud basada en el género interpela prácticas y representaciones


cristalizadas que reproducen desigualdades, y requiere revisar paradigmas y prácticas
sanitarias. Un elemento fundamental es la identificación de la violencia contra las mujeres
como un problema de poder, es decir, producto de un sistema estructural de opresión de
género.

La violencia de género abarca prácticas y actos mediante los cuales se discrimina, ignora,
somete y subordina a las mujeres y diversidades sexuales, en los diferentes aspectos de su
existencia. Es un todo que incluye un ataque material y simbólico que afecta la libertad,
dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física de la persona.

No se trata de un problema individual, privado, familiar o relacional, sino de un problema


público y social estrechamente vinculado con la ciudadanía. Esta mirada interpela
especialmente al campo de la salud en la superación de prácticas tutelares y
problematización de los saberes y quehaceres de quienes trabajan en violencia con
población vulnerable en Salud Mental.

32
En las últimas décadas, el problema de la violencia contra las mujeres ha tenido amplio
reconocimiento social. Desde 1993, la Organización Panamericana de Salud (OPS)
reconoció a la violencia como un problema de salud pública a nivel mundial. Además, se la
ha ubicado como una situación grave de transgresión a los Derechos Humanos, que ha
aumentado de forma alarmante en los últimos años. Dicha situación requiere la
implementación de políticas públicas con perspectiva de género para la atención en
dispositivos de salud que colaboren en la identificación de los modos mediante los cuales
las diferencias de género se transforman en inequidades en salud en el campo de la Salud
Mental, las cuales es preciso abordar desde políticas públicas integrales.

6.a.d Poblaciones con vulneraciones específicas

Este Plan Nacional de Salud Mental se propone considerar la implementación de iniciativas


que atiendan el entramado de problemáticas sociosanitarias complejas que padecen
poblaciones con vulneraciones específicas, como ser personas con discapacidades
relacionadas con motivos de Salud Mental, personas con déficits mentales severos,
colectivo LGTBI+, víctimas de violencia familiar, personas migrantes, pueblos indígenas,
personas en situación de calle y población en contexto de encierro.

Para estas poblaciones, sus padecimientos tienen el denominador común de ser resultado de
múltiples condicionantes sociales, habitualmente no considerados en los sistemas de
atención, con alto nivel de estigmatización y bajo grado de organización en la respuesta.

6.a.e Trabajadoras y trabajadores de la salud

Las trabajadoras y los trabajadores de la salud son considerados por organismos


internacionales como un grupo de riesgo durante la pandemia por SARS-Cov-2. La
exigencia ante la gran demanda de casos y sobre todo el contagio de los propios
compañeros y compañeras de trabajo y sus familiares, conlleva la necesidad de
intervenciones desde el campo de la Salud Mental para los equipos de salud de distintos
hospitales nacionales y jurisdiccionales del país.

33
En este sentido, en 2020, desde la Dirección Nacional de Talento Humano y Conocimiento
del Ministerio de Salud de la Nación se implementó una encuesta que identificó
necesidades del personal de salud en 69 instituciones del país de distintas jurisdicciones.
Las trabajadoras y los trabajadores manifestaron agotamiento físico y mental, dificultades
para conciliar el sueño, aumento en la ingesta de sustancias para dormir, necesidad de
conversar sobre sus emociones, entre otros sentimientos; confirmando la necesidad de
generar intervenciones para el cuidado, apoyo y acompañamiento emocional de las y los
mismos.

7. PRESUPUESTO
Ley Nacional Nº 26.657, Artículo 32: “En forma progresiva y en un plazo no mayor a
TRES (3) años a partir de la sanción de la presente ley, el Poder Ejecutivo debe incluir en los
proyectos de presupuesto un incremento en las partidas destinadas a salud mental hasta
alcanzar un mínimo del DIEZ POR CIENTO (10 %) del presupuesto total de salud. Se
promoverá que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adopten el mismo
criterio”.

8. EJES DE TRABAJO Y OBJETIVOS


Para la formulación del Plan Nacional de Salud Mental, la Autoridad de Aplicación se ha
basado en la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657 y su Decreto Reglamentario Nº
603/2013. En su Artículo 31, la Ley establece expresamente que “es la Autoridad de
Aplicación de la presente ley, a partir del área específica que designe o cree a tal efecto, la
que debe establecer las bases para un Plan Nacional de Salud Mental acorde a los principios
establecidos”.

Considerando que dichos principios se proponen asegurar el derecho a la protección de la


Salud Mental de todas las personas y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas

34
con padecimiento mental, este Plan tiene como propósito crear y/o fortalecer las bases para
la transformación estructural del sistema de atención hacia uno de base comunitaria,
oficiando de guía rectora para todos los actores y sectores involucrados en dicho proceso.
Por ello, no prescribe intervenciones respecto de poblaciones y/o problemáticas específicas,
las cuales podrán ser abordadas por propuestas programáticas propias, que encontrarán en
el presente Plan el encuadre, el horizonte y los fundamentos necesarios para su
formulación.

El cumplimiento pleno de los objetivos del Plan implicará necesariamente la


implementación de acciones específicas a nivel territorial para responder al modo particular
en que las problemáticas sociosanitarias que son objeto del mismo se presentan en los
ámbitos de intervención definidos en el punto 6.a (niñas, niños y adolescentes; personas
mayores; género; poblaciones con vulneraciones específicas, trabajadoras y trabajadores de
la salud).

Este Plan Nacional se organiza en torno a 9 ejes de trabajo. Los mismos se operacionalizan
en objetivos y objetivos específicos, con sus correspondientes indicadores y metas
(apartado 9).

Para el cumplimiento de los objetivos consignados se torna indispensable tanto el trabajo


conjunto con las jurisdicciones, otros organismos públicos y otras áreas al interior del
Ministerio de Salud de la Nación, como así también la participación de las diversas
organizaciones de la sociedad civil que integran el campo de la Salud Mental. En este
sentido, cabe remarcar que las acciones que se desprenden de este Plan alcanzan a los
subsectores público, privado y de seguridad social.

En vistas a la implementación efectiva del Plan, se incorporan a la herramienta de


evaluación y monitoreo las articulaciones interactorales mínimas necesarias para la
consecución de los objetivos, entendiendo a las mismas como un piso necesario, sin que
ello implique limitarse a los actores explícitamente consignados. No obstante, aun cuando
se logre un alto grado de participación y representatividad de los organismos estatales y de
organizaciones de la sociedad civil, es responsabilidad principal del sector Salud conducir los
espacios interjurisdiccionales e interactorales de cooperación técnica a los fines de lograr el
cumplimiento de las metas.
35
A instancias de la perspectiva interjurisdiccional y territorial, es importante remarcar que
los indicadores y metas presentados son pasibles de ser modulados conforme las realidades
y prioridades locales. Este Plan podrá oficiar de insumo para la formulación de planes y/o
programas provinciales, en los cuales se acuerden también las estrategias y acciones a
desarrollar.

En conformidad con el art. 4 de la Ley Nacional de Salud Mental, todos los ejes y objetivos
presentados a continuación incluyen a los consumos problemáticos.

Observación: la secuencia de presentación de los ejes no implica una jerarquización de los


primeros respecto de los últimos, ni una concepción fragmentada de los procesos; por el
contrario, la relación entre estos ejes es concebida de manera sistémica y de mutua
implicación.

1. Rectoría en Salud Mental

Este eje se propone el fortalecimiento de las capacidades institucionales nacionales y


jurisdiccionales para la transformación del modelo de atención de Salud Mental a través de
estrategias que orienten a los distintos actores gubernamentales y no gubernamentales, en la
implementación de políticas que garanticen calidad, accesibilidad y equidad en el abordaje
de la Salud Mental.

Objetivo 1.1 Promover el fortalecimiento institucional del campo de la Salud Mental a


nivel jurisdiccional.

Objetivos específicos

1.1.1 Impulsar y brindar asistencia técnica para la integración de las políticas de abordaje
de los Consumos Problemáticos a las de Salud Mental.

36
1.1.2 Impulsar y brindar asistencia técnica para la conformación de Comisiones
Provinciales Interministeriales de Políticas de Salud Mental en todas las jurisdicciones.

1.1.3 Impulsar y brindar asistencia técnica para la conformación de Consejos Consultivos


de carácter honorario en todas las jurisdicciones.

1.1.4 Impulsar y brindar asistencia técnica para la conformación de Órganos de Revisión en


todas las jurisdicciones.

Objetivo 1.2 Fortalecer las políticas públicas de Salud Mental jurisdiccionales.

Objetivos específicos

1.2.1 Impulsar y brindar apoyo técnico para la formulación de los Planes Provinciales de
Salud Mental en todas las jurisdicciones.

1.2.2 Desarrollar lineamientos y promover procesos de transformación del sistema de


atención a través de Mesas de Adecuación Interjurisdiccionales.

1.2.3 Impulsar y brindar asistencia técnica para el desarrollo de sistemas de información y


vigilancia epidemiológica local en Salud Mental en todas las jurisdicciones.

Objetivo 1.3 Cooperar para el fortalecimiento de las capacidades institucionales de


organismos nacionales y de los poderes legislativo y judicial en materia de Salud
Mental.

Objetivos específicos

1.3.1 Impulsar la restitución de la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud


Mental y Adicciones (CONISMA) a la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

1.3.2 Cooperar técnicamente con organismos nacionales en la implementación de políticas


públicas con perspectiva de derechos en el abordaje de la Salud Mental de la población.

37
1.3.3 Contribuir en la elaboración y revisión de normativa nacional vinculada al campo de
la Salud Mental.

1.3.4 Promover el fortalecimiento de la perspectiva de la Salud Mental Comunitaria en el


Poder Judicial de la Nación y de las jurisdicciones.

Objetivo 1.4 Jerarquizar el rol y la participación de la República Argentina en


ámbitos de cooperación internacional vinculados a la Salud Mental.

Objetivos específicos

1.4.1 Colaborar con las instancias de representación institucional del Ministerio de Salud de
la Nación ante organismos internacionales.

1.4.2 Asesorar a programas nacionales con incumbencia internacional.

1.4.3 Promover el desarrollo e implementación de proyectos con financiamiento externo.

Objetivo 1.5 Actualizar y adecuar el marco normativo existente sobre la organización,


funcionamiento y perfil prestacional de los servicios de salud mental para la
transformación hacia el modelo de Salud Mental Comunitaria.

Objetivos específicos

1.5.1 Actualizar las Directrices de Organización y Funcionamiento de los Servicios de


Salud Mental.

1.5.2 Promover la actualización del Programa Médico Obligatorio (PMO) para adecuar sus
prestaciones a la Ley Nacional de Salud Mental.

1.5.3 Promover la adecuación de la cartera prestacional al modelo de Salud Mental


Comunitaria de las Entidades de Medicina Prepaga, PAMI y Obras Sociales nacionales y
provinciales.

38
2. Salud Mental en el Primer Nivel de Atención

Este eje se propone mejorar el acceso a la Salud Mental en el Primer Nivel de Atención,
reduciendo la brecha asistencial a través de la mejora en las capacidades de identificación
temprana, asistencia, acompañamiento y continuidad de cuidados con un enfoque
comunitario.

Objetivo 2.1 Promover la identificación y la asistencia temprana de padecimientos


mentales.

Objetivos específicos

2.1.1 Capacitar a las trabajadoras y trabajadores del Primer Nivel de Atención en


herramientas para identificar e intervenir de manera temprana sobre los padecimientos
mentales.

2.1.2 Promover estrategias formativas en Salud Mental con recurso humano no


convencional.

2.1.3 Impulsar y brindar asistencia técnica para la creación y fortalecimiento de equipos


interdisciplinarios móviles para atención de emergencias con bases locales próximas.

2.1.4 Promover el desarrollo y el fortalecimiento de sistemas de apoyo especializado y


supervisión remotos a través de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

Objetivo 2.2 Garantizar el acompañamiento y la continuidad de cuidados.

Objetivos específicos

2.2.1 Desarrollar y fortalecer mecanismos de comunicación, articulación y enlace entre los


diferentes efectores de la red.

39
2.2.2 Cooperar técnica y financieramente para el fortalecimiento y/o creación de
dispositivos de inclusión social, laboral, educativa, habitacional, etc.

2.2.3 Promover el desarrollo y/o fortalecimiento de redes para garantizar el


acompañamiento y la continuidad de cuidados.

Objetivo 2.3 Asegurar el acceso oportuno y el uso apropiado de psicofármacos


esenciales.

Objetivos específicos

2.3.1 Elaborar recomendaciones para la prescripción de psicofármacos esenciales en el


Primer Nivel de Atención.

2.3.2 Desarrollar capacitaciones para garantizar el uso apropiado de psicofármacos


esenciales en el Primer Nivel de Atención.

2.3.3 Promover la incorporación de psicofármacos esenciales en los programas de


abastecimiento público de medicación a los efectores del Primer Nivel de Atención.

3. Inclusión Social en Salud Mental

Este eje se propone asegurar la inclusión social de las personas con padecimiento mental a
través del fortalecimiento y/o la creación de dispositivos intermedios, sistemas de apoyos,
atención ambulatoria y participación de organizaciones de la sociedad civil.

Objetivo 3.1 Promover el desarrollo de dispositivos intermedios y sistemas de apoyos


necesarios para la vida en comunidad.

Objetivos específicos
40
3.1.1 Cooperar técnica y financieramente para el desarrollo de programas de viviendas
asistidas, que permitan la inclusión social de las personas que permanecen internadas sin
criterio clínico.

3.1.2 Favorecer el acceso a programas de capacitación laboral, tanto formal como no


formal, así como a estrategias de terminalidad educativa.

3.1.3 Cooperar técnica y financieramente para la promoción de la inclusión laboral y


productiva.

3.1.4 Promover la inclusión de personas con padecimiento mental y/o familiares


convivientes en programas de ingreso social.

Objetivo 3.2 Promover la participación social en la construcción de una red de


cuidados.

Objetivos específicos

3.2.1 Impulsar el protagonismo y el rol activo de las asociaciones de usuarias, usuarios y


familiares en el desarrollo y fortalecimiento de la red de cuidados y servicios.

3.2.2 Promover la participación de organizaciones comunitarias y de la sociedad civil


(espacios culturales, clubes de barrio y entidades deportivas, escuelas, emprendimientos
sociolaborales y productivos, entre otros) en el desarrollo y fortalecimiento de la red de
cuidados y servicios.

3.2.3 Impulsar el desarrollo y/o fortalecimiento de la capacidad de intervención


sociosanitaria de organizaciones comunitarias y de la sociedad civil (asociaciones de
usuarias, usuarios y familiares, espacios culturales, clubes de barrio, escuelas y entidades
deportivas, emprendimientos sociolaborales y productivos, entre otros).

Objetivo 3.3 Fortalecer la red de atención ambulatoria en salud mental.

Objetivos específicos

41
3.3.1 Promover el desarrollo y fortalecimiento de dispositivos de atención ambulatoria en
Salud Mental de base comunitaria en función de las necesidades locales.

3.3.2 Promover el desarrollo y fortalecimiento de servicios de atención ambulatoria en


Salud Mental en Hospitales Generales.

3.3.3 Promover el desarrollo y fortalecimiento de equipos interdisciplinarios móviles de


Salud Mental de referencia territorial.

4. Salud Mental en el Hospital General

Este eje se propone el fortalecimiento del abordaje integral de la Salud Mental en los
Hospitales Generales en función de las necesidades locales, asegurando el acceso oportuno
y equitativo en todo el territorio nacional.

Objetivo 4.1 Impulsar la creación de Servicios de Salud Mental en los Hospitales


Generales que no cuenten con los mismos.

Objetivos específicos

4.1.1 Promover la creación de servicios de atención de urgencias, atención ambulatoria,


hospital de día y servicio de internación específico.

4.1.2 Impulsar la conformación de equipos interdisciplinarios de Salud Mental.

4.1.3 Promover la capacitación del Recurso Humano.

Objetivo 4.2 Promover el fortalecimiento de los Servicios de Salud Mental ya


existentes en los Hospitales Generales.

Objetivos específicos

42
4.2.1 Impulsar el fortalecimiento y/o mejoramiento de los servicios de atención de
urgencias, atención ambulatoria, hospital de día y servicio de internación específico según
las necesidades de cada establecimiento.

4.2.2 Impulsar el fortalecimiento y/o ampliación de equipos interdisciplinarios de Salud


Mental.

4.2.3 Promover estrategias de capacitación e identificación de buenas prácticas con el


Recurso Humano.

Objetivo 4.3 Promover la mejora continua en la calidad de la atención y la protección


de derechos.

Objetivos específicos

4.3.1 Promover la capacitación al recurso humano en mejora de calidad y protección de


derechos.

4.3.2 Desarrollar instrumentos técnicos para mejorar la calidad de la atención.

4.3.3 Impulsar la participación de usuarias y usuarios en las estrategias para mejorar la


calidad de la atención y la protección de derechos.

5. Sustitución de establecimientos monovalentes de internación


en Salud Mental

Este eje se propone promover la adecuación de los establecimientos monovalentes de


internación a los principios de la Ley Nacional de Salud Mental, hasta su sustitución
definitiva por redes de servicios de Salud Mental de base comunitaria.

43
Objetivo 5.1 Desarrollar y disponibilizar instrumentos técnicos para impulsar y
fortalecer los procesos de sustitución de establecimientos de internación
monovalentes.

Objetivos específicos

5.1.1 Elaborar recomendaciones para el fortalecimiento del abordaje de la Salud Mental en


el Hospital General.

5.1.2 Elaborar instrumentos de estandarización del proceso de internación por motivo de


Salud Mental en el Hospital General.

5.1.3 Elaborar recomendaciones para la adecuación de instituciones de internación


monovalentes en salud mental.

5.1.4 Elaborar recomendaciones para el desarrollo y fortalecimiento de los dispositivos de


inclusión social.

5.1.5 Elaborar recomendaciones para el proceso de externación sustentable de las personas


con internaciones prolongadas.

5.1.6 Construir y mantener actualizada una guía de recursos del Estado Nacional para la
inclusión social de personas con padecimiento mental.

Objetivo 5.2 Promover la externación sustentable y la inclusión social de las personas


que permanecen alojadas sin criterio clínico de internación.

Objetivos específicos

5.2.1 Impulsar la conformación de equipos interdisciplinarios de externación sustentable.

5.2.2 Colaborar en el diseño, planificación y ejecución de planes de externación e inclusión


social centrados en las personas.

5.2.3 Cooperar técnica y financieramente para el desarrollo de programas de viviendas


asistidas.

44
Objetivo 5.3 Promover la refuncionalización de la infraestructura de los
establecimientos de internación monovalente.

Objetivos específicos

5.3.1 Impulsar la planificación y el desarrollo de los procesos de refuncionalización de


manera intersectorial y conforme las necesidades locales.

5.3.2 Cooperar técnica y financieramente con los procesos de refuncionalización a través de


la implementación de mesas interjurisdiccionales de adecuación.

5.3.3 Promover la implementación de políticas institucionales de Espacios de Memoria.

Objetivo 5.4 Promover el cierre gradual y definitivo de la admisión de internaciones


en instituciones monovalentes.

Objetivos específicos

5.4.1 Fortalecer el funcionamiento de los servicios de internación de Salud Mental


existentes en los hospitales generales.

5.4.2 Impulsar la creación de servicios de internación de Salud Mental en hospitales


generales.

5.4.3 Promover la redistribución del Recurso Humano a la red de servicios con base
comunitaria.

5.4.4 Promover la redistribución del recurso financiero a la red de servicios con base
comunitaria.

45
6. Promoción y Prevención en Salud Mental

Este eje se propone desarrollar e implementar acciones, proyectos y programas de


promoción y prevención en Salud Mental con enfoque territorial y perspectiva de derechos.

Objetivo 6.1 Reducir el estigma asociado a los padecimientos mentales.

Objetivos específicos

6.1.1 Desarrollar campañas de difusión y espacios de capacitación y sensibilización sobre la


Ley Nacional de Salud Mental 26.657 para la población general.

6.1.2 Desarrollar campañas de información y sensibilización para la población general


sobre la situación de las personas con padecimientos mentales, la estigmatización, los
prejuicios y los preconceptos, que son parte de los actos de discriminación. Se privilegiará
la participación de usuarias, usuarios y familiares.

6.1.3 Impulsar espacios de sensibilización y capacitación sobre mitos y prejuicios en torno


al abordaje de los padecimientos mentales para trabajadoras y trabajadores de la salud,
equipos técnicos de organismos públicos, fuerzas de seguridad, equipos técnicos judiciales
y agentes de intervención social no convencional en general. Se privilegiará la participación
de usuarias, usuarios y familiares.

Objetivo 6.2 Implementar estrategias de comunicación para la promoción y la


prevención en salud mental.

Objetivos específicos

6.2.1 Promover líneas de acción en comunicación para la promoción de la Salud Mental de


toda la población, en el marco de las estrategias y las acciones de la educación para la
salud.

46
6.2.2 Impulsar la sensibilización sobre la comunicación responsable en el tratamiento de
temas de Salud Mental, a través de espacios, acciones y materiales destinados a los
trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación.

6.2.3 Construir y disponibilizar un banco de prácticas y experiencias territoriales basadas en


el modelo comunitario de atención, con actualización permanente.

Objetivo 6.3 Promover la participación de las usuarias, los usuarios y sus familiares
en los procesos de construcción de políticas públicas.

Objetivos específicos

6.3.1 Impulsar el fortalecimiento y registro de asociaciones de usuarias, usuarios y


familiares ya existentes.

6.3.2 Promover la conformación de asociaciones de usuarias, usuarios y familiares.

6.3.3 Promover el rol activo de usuarias, usuarios y familiares en la red de Salud Mental.

Objetivo 6.4 Estimular la construcción de redes locales de salud mental y el


fortalecimiento de las existentes.

Objetivos específicos

6.4.1 Impulsar espacios intersectoriales de intercambio para el fortalecimiento de la red en


Salud Mental.

6.4.2 Favorecer la conformación y el fortalecimiento de mesas intersectoriales de gestión


territorial.

6.4.3 Estimular el fortalecimiento de intervenciones sociosanitarias en articulación con


efectores y actores comunitarios.

47
7. Transformación de las prácticas

Este eje se propone impulsar la transformación de las prácticas hacia el modelo comunitario
en Salud Mental a través de la formación, la capacitación en servicio, la puesta en valor de
buenas prácticas existentes y el desarrollo de herramientas de estandarización de procesos
para la mejora continua de la calidad, el trato digno y respetuoso de los Derechos Humanos.

Objetivo 7.1 Garantizar la formación en Salud Mental Comunitaria de las


trabajadoras y trabajadores del campo de la Salud Mental.

Objetivos específicos

7.1.1 Promover la formación continua y la capacitación en servicio de las y los trabajadores


de las disciplinas de la Salud Mental.

7.1.2 Fortalecer buenas prácticas existentes en las distintas jurisdicciones a través de la


promoción, visibilización y multiplicación de experiencias.

7.1.3 Fortalecer la perspectiva comunitaria de las Residencias Interdisciplinarias en Salud


Mental (RISaM).

Objetivo 7.2 Promover la formación del recurso humano de salud en la perspectiva de


la Salud Mental Comunitaria y el enfoque de derechos.

Objetivos específicos

7.2.1 Impulsar la formación en el abordaje de las crisis en Salud Mental para equipos de
salud que asisten las urgencias en domicilio, espacios institucionales y/o vía pública.

7.2.2 Impulsar la formación en el abordaje de las crisis en salud mental para equipos de
salud de las guardias hospitalarias y centros de salud del Primer Nivel de Atención.

7.2.3 Promover la formación de las distintas especialidades del campo de la salud en la


atención integral de las personas con padecimiento mental.

48
Objetivo 7.3 Promover la capacitación en Salud Mental Comunitaria de actores del
Estado y de la sociedad civil con capacidad y responsabilidad de intervención frente a
situaciones de Salud Mental.

Objetivos específicos

7.3.1 Promover la capacitación en Salud Mental Comunitaria y en el abordaje de la


urgencia en Salud Mental a integrantes de las Fuerzas Policiales y de Seguridad nacionales.

7.3.2 Promover la capacitación en el modelo de atención comunitario de la Salud Mental a


las y los integrantes del Poder Judicial.

7.3.3 Promover la capacitación en Salud Mental Comunitaria a las y los trabajadores de la


Administración Pública Nacional.

7.3.4 Impulsar la capacitación de actores comunitarios y de la sociedad civil intervinientes


en la Salud Mental.

Objetivo 7.4 Promover la adecuación al enfoque comunitario de los planes de estudio


de las disciplinas vinculadas al campo de la Salud Mental.

Objetivos específicos

7.4.1 Desarrollar y actualizar lineamientos y recomendaciones para la formación de grado


en Salud Mental.

7.4.2 Promover la formación de posgrado en Salud Mental Comunitaria y gestión de


servicios de salud para trabajadoras y trabajadores del campo de la Salud Mental y sectores
afines.

7.4.3 Promover el desarrollo de programas de pregrado y extensión universitaria vinculados


a Salud Mental Comunitaria, con anclaje territorial y articulación con efectores y
dispositivos comunitarios.

49
8. Vigilancia Epidemiológica e Investigación en Salud Mental

Este eje se propone desarrollar e implementar un sistema de información y vigilancia


epidemiológica orientado a la toma de decisiones y la producción de conocimientos en
materia de políticas públicas en Salud Mental Comunitaria.

Objetivo 8.1 Fortalecer la vigilancia epidemiológica en Salud Mental para evaluar


necesidades de atención de la población y recursos disponibles en la comunidad.

Objetivos específicos

8.1.1 Promover la creación o fortalecimiento de áreas de epidemiología en Salud Mental de


las jurisdicciones.

8.1.2 Impulsar la mejora y creación de registros de información epidemiológica sobre


problemáticas priorizadas en Salud Mental.

Objetivo 8.2 Desarrollar un sistema de vigilancia epidemiológica de las internaciones


que se producen por motivos de salud mental.

Objetivos específicos

8.2.1 Desarrollar e implementar un registro federal de las internaciones que se producen por
motivos de Salud Mental.

8.2.2 Desarrollar e implementar un sistema de monitoreo, evaluación y seguimiento de las


internaciones por motivos de Salud Mental.

50
Objetivo 8.3 Fomentar la investigación y producción de conocimiento sobre buenas
prácticas de Salud Mental Comunitaria.

Objetivos específicos

8.3.1 Promover la investigación basada en buenas prácticas de base territorial en Salud


Mental Comunitaria.

8.3.2 Jerarquizar el componente Salud Mental Comunitaria en los programas de


investigación del Ministerio de Salud de la Nación.

9. Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Emergencias y Desastres

Este eje se propone promover la inclusión de estrategias de Salud Mental y Apoyo


Psicosocial (SMAPS) en la gestión integral de la reducción del riesgo y del impacto de
situaciones de emergencias y desastres, fortaleciendo los procesos de construcción de
resiliencia comunitaria.

Objetivo 9.1 Promover la respuesta organizada de todos los actores, tanto estatales
como de la sociedad civil, frente a emergencias y desastres.

Objetivos específicos

9.1.1 Elaborar y difundir recomendaciones y protocolos que aseguren una respuesta


adecuada en materia de Salud Mental de parte de los diferentes actores gubernamentales y
no gubernamentales involucrados.

9.1.2 Promover la aplicación y adecuación de dichas recomendaciones y protocolos en todo


el territorio nacional de acuerdo a las necesidades locales.

51
9.1.3 Mejorar la respuesta por parte de los actores gubernamentales y no gubernamentales a
través de la actualización de conocimientos e intercambios de buenas prácticas sobre Salud
Mental y Apoyo Psicosocial frente a emergencias y desastres.

Objetivo 9.2 Desarrollar estrategias para que la respuesta de Salud Mental y Apoyo
Psicosocial esté disponible en todas las etapas de la emergencia (prevención,
preparación, mitigación, manejo de la crisis, alerta, respuesta, recuperación,
reconstrucción, rehabilitación y construcción de resiliencia comunitaria).

Objetivos específicos

9.2.1 Promover el fortalecimiento de la respuesta sanitaria de los efectores que atienden


urgencias.

9.2.2 Impulsar estrategias que garanticen la continuidad de cuidados.

9.2.3 Implementar acciones directas e indirectas para protección de la Salud Mental de


grupos en situación de mayor vulnerabilidad.

Objetivo 9.3 Fortalecer las redes locales de respuesta durante la emergencia para dar
apoyo a la comunidad en recuperación.

Objetivos específicos

9.3.1 Promover estrategias de apoyo psicosocial que garanticen intervenciones tempranas.

9.3.2 Impulsar la implementación de líneas de cuidado a través de acciones de abordaje


territorial en conjunto con actores locales y comunitarios.

9.3.3 Cooperar técnicamente para la organización y gestión local de redes de respuesta en


situaciones de emergencias y desastres.

52
Objetivo 9.4 Promover el cuidado de la salud mental de trabajadores y trabajadoras
de la salud y primeras líneas de intervención.

Objetivos específicos

9.4.1 Promover la construcción de una red de respuesta para el cuidado de la Salud Mental
de las y los trabajadores de la salud y primeras líneas de intervención.

9.4.2 Impulsar estrategias para el autocuidado de la Salud Mental de las y los trabajadores
de la salud y primeras líneas de intervención.

9.4.3 Promover la capacitación de los equipos de Salud Mental para el acompañamiento y


cuidado de la Salud Mental de las y los trabajadores de la salud y primeras líneas de
intervención.

9.4.4 Promover la inclusión de estrategias de autocuidado de la Salud Mental en la


formación de aquellas disciplinas que integren equipos de respuesta y gestión.

9. MONITOREO Y EVALUACIÓN
 Indicadores, metas y articulaciones mínimas necesarias

EJE 1: RECTORÍA
Este eje se propone el fortalecimiento de las capacidades institucionales nacionales y jurisdiccionales
para la transformación del modelo de atención de Salud Mental a través de estrategias que orienten
a los distintos actores gubernamentales y no gubernamentales, en la implementación de políticas
que garanticen calidad, accesibilidad y equidad en el abordaje de la Salud Mental.
ARTICULACIONES
OBJETIVOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
NECESARIAS

53
Porcentaje de Autoridad de
1.1.1 Impulsar y brindar jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
asistencia técnica para la de acción para la Autoridades de
Líneas de acción
integración de las integración de las Aplicación
implementadas con
políticas de abordaje de políticas de abordaje de Jurisdiccionales
el 100% de las
los Consumos los Consumos CONISMA
jurisdicciones
Problemáticos a las de Problemáticas a las de SEDRONAR
Salud Mental Salud Mental Consejo Consultivo
implementadas Honorario
1.1.2 Impulsar y brindar
asistencia técnica para la Porcentaje de Comisiones Autoridad de
conformación de jurisdicciones con Provinciales Aplicación Nacional
Comisiones Provinciales Comisiones Provinciales Interministeriales Autoridades de
Interministeriales en Interministeriales en constituidas en el Aplicación
1.1 Promover el
Políticas de Salud Mental Políticas de Salud Mental 100% de las Jurisdiccionales
fortalecimiento
y Adicciones en todas las y Adicciones constituidas jurisdicciones CONISMA
institucional del campo
jurisdicciones
de la Salud Mental a
Autoridad de
nivel jurisdiccional
1.1.3 Impulsar y brindar Consejos Aplicación Nacional
Porcentaje de
asistencia técnica para la Consultivos de Autoridades de
jurisdicciones con
conformación de carácter honorario Aplicación
Consejos Consultivos de
Consejos Consultivos de constituidos en el jurisdiccionales
carácter honorario
carácter honorario en 100% de las Consejo Consultivo
constituidos
todas las jurisdicciones jurisdicciones Honorario
CONISMA
Autoridad de
1.1.4 Impulsar y brindar Aplicación Nacional
Porcentaje de Órganos de
asistencia técnica para la Autoridades de
jurisdicciones con Revisión locales en
conformación de Aplicación
Órganos de Revisión el 100% de las
Órganos de Revisión en jurisdiccionales
locales constituidos jurisdicciones
todas las jurisdicciones Órgano de Revisión
Nacional
Autoridad de
1.2.1 Impulsar y brindar
Planes de Salud Aplicación Nacional
apoyo técnico para la Porcentaje de
Mental provinciales Autoridad de
formulación de los jurisdicciones con Planes
formulados en el Aplicación
Planes Provinciales de Provinciales de Salud
100% de las jurisdiccionales
Salud Mental en todas Mental formulados
jurisdicciones Consejo Consultivo
1.2 Fortalecer las las jurisdicciones
Honorario
políticas públicas de
1.2.2 Desarrollar
Salud Mental Autoridad de
lineamientos y promover Mesas de
jurisdiccionales Porcentaje de Aplicación Nacional
procesos de Adecuación
jurisdicciones con Mesas Autoridad de
transformación del Interjurisdiccionales
de Adecuación Aplicación
sistema de atención a constituidas con el
Interjurisdiccionales jurisdiccionales
través de Mesas de 100% de las
constituidas Consejo Consultivo
Adecuación jurisdicciones
Honorario
Interjurisdiccionales

54
1.2.3 Impulsar y brindar Sistemas de Autoridad de
Porcentaje de
asistencia técnica para el información y Aplicación Nacional
jurisdicciones con
desarrollo de sistemas de vigilancia Autoridad de
Sistemas de información y
información y vigilancia epidemiológicos Aplicación
vigilancia epidemiológica
epidemiológica local en desarrollados en el jurisdiccionales
locales en Salud Mental
Salud Mental en todas 100% de las Consejo Consultivo
desarrollados
las jurisdicciones jurisdicciones Honorario
1.3.1 Impulsar la
restitución de la
CONISMA restituida
Comisión Nacional Restitución de la
a la órbita de la
Interministerial en CONISMA a la órbita de la Autoridad de
Jefatura de
Políticas de Salud Mental Jefatura de Gabinete de Aplicación Nacional
Gabinete de
y Adicciones (CONISMA) Ministros
Ministros
a la órbita de la Jefatura
de Gabinete de Ministros
1.3.2 Cooperar
técnicamente con Líneas de acción
Porcentaje de organismos
organismos nacionales implementadas con Autoridad de
nacionales que integran la
en la implementación de el 100% de los Aplicación Nacional
CONISMA con líneas de
políticas públicas con organismos CONISMA
acción con perspectiva de
perspectiva de derechos nacionales que Consejo Consultivo
1.3 Cooperar para el derechos en Salud Mental
en el abordaje de la integran la Honorario
fortalecimiento de las implementadas
Salud Mental de la CONISMA
capacidades
población
institucionales de
organismos nacionales y
Participación en el
de los poderes
Porcentaje de procesos 100% de los
legislativo y judicial en 1.3.3 Contribuir en la Autoridad de
de elaboración y revisión procesos de
materia de Salud elaboración y revisión de Aplicación Nacional
de normativa vinculada elaboración y
Mental normativa nacional CONISMA
al campo de la Salud revisión de
vinculada al campo de la Consejo Consultivo
Mental en que se normativa
Salud Mental Honorario
participa vinculada al campo
de la Salud Mental

Autoridad de
1.3.4 Promover el Cantidad de líneas de Aplicación Nacional
Al menos 1 línea de
fortalecimiento de la acción con perspectiva de Órgano de Revisión
acción
perspectiva de la Salud Salud Mental Comunitaria Nacional
implementada a
Mental Comunitaria en implementadas en el Órgano de Revisión
nivel nacional y en
el Poder Judicial de la Poder Judicial de la locales
cada una de las
Nación y de las Nación y de las CONISMA
jurisdicciones
jurisdicciones jurisdicciones Consejo Consultivo
Honorario

55
Participación en el
1.4.1 Colaborar con las
Porcentaje de instancias 100% de las
instancias de
de representación instancias de
representación
institucional ante representación Autoridad de
institucional del
organismos institucional ante Aplicación Nacional
Ministerio de Salud de la
internacionales en que se organismos
Nación ante organismos
participa internacionales
internacionales
requeridas
1.4 Jerarquizar el rol y la Porcentaje de programas
participación de la 1.4.2 Asesorar a nacionales con Asesoramiento al
República Argentina en programas nacionales incumbencia 100% de los Autoridad de
ámbitos de cooperación con incumbencia internacional asesorados requerimientos Aplicación Nacional
internacional vinculados internacional en materia de Salud recibidos
a la Salud Mental Mental
Autoridad de
Aplicación Nacional
1.4.3 Promover el Autoridad de
10 proyectos con
desarrollo e Cantidad de proyectos Aplicación
financiamiento
implementación de con financiamiento jurisdiccionales
externo
proyectos con externos promovidos OMS-OPS
promovidos
financiamiento externo UNICEF
Otros organismos
internacionales
Autoridad de
Aplicación Nacional
Asociaciones
Profesionales
órgano de Revisión
1.5.1 Actualizar las Directrices de
Actualización de Nacional
1.5 Actualizar y adecuar Directrices de Organización y
Directrices de SEDRONAR
el marco normativo Organización y Funcionamiento de
Organización y PAMI
existente sobre la Funcionamiento de los los Servicios de
Funcionamiento de los Consejo Consultivo
organización, Servicios de Salud Salud Mental
Servicios de Salud Mental Honorario
funcionamiento y perfil Mental actualizadas
Autoridad de
prestacional de los
Aplicación
servicios de Salud
jurisdiccionales
Mental para la
Sec. de DDHH de la
transformación hacia el
Nación
modelo de Salud Mental
1.5.2 Promover la
Comunitaria Programa Médico
actualización del Autoridad de
Actualización de las Obligatorio
Programa Médico Aplicación Nacional
prestaciones de Salud actualizado y
Obligatorio (PMO) para CONISMA
Mental del Programa adecuado a la Ley
adecuar sus prestaciones Órgano de Revisión
Médico Obligatorio. Nacional de Salud
a la Ley Nacional de Nacional
Mental
Salud Mental

56
Autoridad de
1.5.3 Promover la
Aplicación Nacional
adecuación de la cartera
Autoridad de
prestacional al modelo Porcentaje de 100% de
Aplicación
de Salud Mental prestaciones de la cartera prestaciones
jurisdiccionales
Comunitaria de las prestacional adecuadas al adecuadas al
CONISMA
Entidades de Medicina modelo de la Salud modelo de la Salud
Órgano de Revisión
Prepaga, PAMI y Obras Mental Comunitaria Mental Comunitaria
Nacional
Sociales nacionales y
COSSPRA
provinciales
PAMI

EJE 2: SALUD MENTAL EN EL PRIMER NIVEL DE ATENCIÓN


Este eje se propone mejorar el acceso a la Salud Mental en el Primer Nivel de Atención, reduciendo la
brecha asistencial a través de la mejora en las capacidades de identificación temprana, asistencia,
acompañamiento y continuidad de cuidados con un enfoque comunitario.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
2.1.1 Capacitar a las
trabajadoras y Autoridad de
trabajadores del Primer Aplicación Nacional
Líneas de
Nivel de Atención en Porcentaje de Autoridad de
capacitación
herramientas para jurisdicciones con líneas Aplicación
implementadas con
identificar e intervenir de capacitación jurisdiccionales
el 100% de las
de manera temprana implementadas CONISMA
jurisdicciones
sobre los Consejo Consultivo
padecimientos Honorario
Objetivo 2.1 Promover la mentales
identificación y la Autoridad de
asistencia temprana de Aplicación Nacional
padecimientos mentales Autoridad de
Porcentaje de
Aplicación
2.1.2 Promover jurisdicciones con
Estrategias jurisdiccionales
estrategias formativas estrategias formativas en
implementadas con Consejo Consultivo
en Salud Mental con Salud Mental con
el 100% de las Honorario
recurso humano no inclusión de recurso
jurisdicciones Asociaciones de
convencional humano no convencional
Usuarias, Usuarios y
implementadas
Familiares
Organizaciones de la
Sociedad Civil

57
2.1.3 Impulsar y brindar
Autoridad de
asistencia técnica para Porcentaje de
Aplicación Nacional
la creación y jurisdicciones con equipos
Autoridad de
fortalecimiento de interdisciplinarios móviles Equipos móviles en
Aplicación
equipos para la atención de la el 100% de las
jurisdiccionales
interdisciplinarios emergencia con bases jurisdicciones
CONISMA
móviles para atención locales próximas creados /
Consejo Consultivo
de emergencias con fortalecidos
Honorario
bases locales próximas
2.1.4 Promover el Porcentaje de
desarrollo y el jurisdicciones con líneas
fortalecimiento de de promoción
Líneas de
sistemas de apoyo implementadas para el Autoridad de
promoción
especializado y desarrollo y el Aplicación Nacional
implementadas con
supervisión remotos a fortalecimiento de Autoridad de
el 100% de las
través de las nuevas sistemas de apoyo Aplicación
jurisdicciones
tecnologías de especializado y jurisdiccionales
información y supervisión remotos
comunicación. implementadas
Porcentaje de
2.2.1 Desarrollar y Autoridad de
jurisdicciones con líneas
fortalecer mecanismos Líneas de acción Aplicación Nacional
de acción para el
de comunicación, implementadas en Autoridad de
desarrollo y
articulación y enlace el 100% de las Aplicación
fortalecimiento de redes
entre los diferentes jurisdicciones jurisdiccionales
entre los diferentes
efectores de la red CONISMA
efectores
Porcentaje de
2.2.2 Cooperar técnica jurisdicciones con
Autoridad de
y financieramente para proyectos para el
Proyectos Aplicación Nacional
el fortalecimiento y/o fortalecimiento y/o
2.2 Garantizar el implementados en Autoridad de
creación de dispositivos creación de dispositivos
acompañamiento y la el 100% de las Aplicación
de inclusión social, de inclusión social,
continuidad de cuidados jurisdicciones jurisdiccionales
laboral, educativa, laboral, educativa,
CONISMA
habitacional, etc. habitacional, etc.
implementados
Autoridad de
2.2.3 Promover el Porcentaje de
Aplicación Nacional
desarrollo y/o jurisdicciones con líneas
Líneas de acción Autoridad de
fortalecimiento de de acción para el
implementadas en Aplicación
redes para garantizar el desarrollo y
el 100% de las jurisdiccionales
acompañamiento y la fortalecimiento de Redes
jurisdicciones CONISMA
continuidad de entre los diferentes
Consejo Consultivo
cuidados efectores
Honorario

58
Recomendaciones
2.3.1 Elaborar Elaboración de
para la prescripción
recomendaciones para recomendaciones para la
de psicofármacos
la prescripción de prescripción de Autoridad de
esenciales en el
psicofármacos psicofármacos esenciales Aplicación Nacional
Primer Nivel de
esenciales en el Primer en el Primer Nivel de
Atención
Nivel de Atención Atención
elaboradas

2.3.2 Desarrollar
capacitaciones para Autoridad de
Porcentaje de Capacitaciones
Objetivo 2.3 Asegurar el garantizar el uso Aplicación Nacional
jurisdicciones con implementadas en
acceso oportuno y el uso apropiado de Autoridad de
capacitaciones el 100% de las
apropiado de psicofármacos Aplicación
implementadas jurisdicciones
psicofármacos esenciales esenciales en el Primer jurisdiccionales
Nivel de Atención
2.3.3 Promover la Programas de
incorporación de Incorporación de abastecimiento
psicofármacos psicofármacos esenciales público de
esenciales en los en los programas de medicación a los
Autoridad de
programas de abastecimiento público de efectos del Primer
Aplicación Nacional
abastecimiento público medicación a los efectos Nivel de Atención
de medicación a los del Primer Nivel de con psicofármacos
efectores del Primer Atención esenciales
Nivel de Atención incorporados

EJE 3: INCLUSIÓN SOCIAL EN SALUD MENTAL


Este eje se propone asegurar la inclusión social de las personas con padecimiento mental a través del
fortalecimiento y/o la creación de dispositivos intermedios, sistemas de apoyos, atención
ambulatoria y participación de organizaciones de la sociedad civil.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
3.1.1 Cooperar técnica y Autoridad de
Objetivo 3.1 Promover el financieramente para el Porcentaje de Aplicación Nacional
desarrollo de dispositivos desarrollo de jurisdicciones con líneas Líneas de acción Autoridad de
intermedios y sistemas programas de viviendas de acción para el implementadas Aplicación
de apoyos necesarios asistidas, que permitan desarrollo de programas con el 100% de las jurisdiccionales
para la vida en la inclusión social de las de viviendas asistidas jurisdicciones CONISMA
comunidad personas que implementadas Consejo Consultivo
permanecen internadas Honorario

59
sin criterio clínico.

Porcentaje de
3.1.2 Favorecer el jurisdicciones con líneas
Autoridad de
acceso a programas de de acción para favorecer
Líneas de acción Aplicación Nacional
capacitación laboral, el acceso a programas de
implementadas con Autoridad de
tanto formal como no capacitación laboral tanto
el 100% de las Aplicación
formal, así como a formal como no formal,
jurisdicciones jurisdiccionales
estrategias de así como a estrategias de
CONISMA
terminalidad educativa terminalidad educativa
implementadas
Porcentaje de
Autoridad de
3.1.3 Cooperar técnica y jurisdicciones con líneas Líneas de
Aplicación Nacional
financieramente para la de cooperación técnica y cooperación
Autoridad de
promoción de la financiera para la implementadas con
Aplicación
inclusión laboral y promoción de la inclusión el 100% de las
jurisdiccionales
productiva laboral y productiva jurisdicciones
CONISMA
implementadas
Porcentaje de
3.1.4 Promover la
jurisdicciones con líneas Autoridad de
inclusión de personas Líneas de
de promoción de la Aplicación Nacional
con padecimiento promoción
inclusión de personas con Autoridad de
mental y/o familiares implementadas con
padecimiento mental y/o Aplicación
convivientes en el 100% de las
familiares convivientes en jurisdiccionales
programas de ingreso jurisdicciones
programas de ingreso CONISMA
social
social implementadas
3.2.1 Impulsar el Porcentaje de Autoridad de
protagonismo y el rol jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
activo de las de acción para impulsar el Autoridad de
Objetivo 3.2 Promover la asociaciones de protagonismo y el rol Líneas de acción Aplicación
participación social en la usuarias, usuarios y activo de las asociaciones implementadas con jurisdiccionales
construcción de una red familiares en el de usuarias, usuarios y el 100% de las CONISMA
de cuidados desarrollo y familiares en el desarrollo jurisdicciones Cons. Consultivo
fortalecimiento de la y fortalecimiento de la Honorario
red de cuidados y red de cuidados y Asoc. Usuarias,
servicios servicios implementadas Usuarios y Familiares

60
Porcentaje de
3.2.2 Promover la jurisdicciones con líneas
participación de de promoción de la
organizaciones participación de
comunitarias y de la organizaciones Autoridad de
sociedad civil (espacios comunitarias y de la Aplicación Nacional
culturales, clubes de sociedad civil (espacios Líneas de Autoridad de
barrio y entidades culturales, clubes de promoción Aplicación
deportivas, escuelas, barrio y entidades implementadas con jurisdiccionales
emprendimientos deportivas, escuelas, el 100% de las CONISMA
sociolaborales y emprendimientos jurisdicciones Consejo Consultivo
productivos, entre sociolaborales y Honorario
otros) en el desarrollo y productivos, entre otros) Org. Sociedad Civil
fortalecimiento de la en el desarrollo y
red de cuidados y fortalecimiento de la red
servicios de cuidados y servicios
implementadas
3.2.3 Impulsar el Porcentaje de
desarrollo y/o jurisdicciones con líneas
fortalecimiento de la de acción para el
capacidad de desarrollo y/o
intervención fortalecimiento de la
sociosanitaria de capacidad de intervención Autoridad de
organizaciones sociosanitaria de Aplicación Nacional
comunitarias y de la organizaciones Autoridad de
Líneas de acción
sociedad civil comunitarias y de la Aplicación
implementadas en
(asociaciones de sociedad civil jurisdiccionales
el 100% de las
usuarias, usuarios y (asociaciones de usuarias, CONISMA
jurisdicciones
familiares, espacios usuarios y familiares, Consejo Consultivo
culturales, clubes de espacios culturales, Honorario
barrio, escuelas y clubes de barrio, escuelas Org. Sociedad Civil
entidades deportivas, y entidades deportivas,
emprendimientos emprendimientos
sociolaborales y sociolaborales y
productivos, entre productivos, entre otros)
otros) implementadas
3.3.1 Promover el
desarrollo y Porcentaje de
Autoridad de
fortalecimiento de jurisdicciones con líneas
Objetivo 3.3 Fortalecer la Líneas de acción Aplicación Nacional
dispositivos de atención de acción para el
red de atención implementadas en Autoridad de
ambulatoria en Salud desarrollo y
ambulatoria en salud el 100% de las Aplicación
Mental de base fortalecimiento de
mental jurisdicciones jurisdiccionales
comunitaria en función dispositivos de atención
CONISMA
de las necesidades ambulatoria
locales

61
3.3.2 Promover el
Porcentaje de Hospitales Autoridad de
desarrollo y 100% de hospitales
Generales con servicios Aplicación Nacional
fortalecimiento de generales con
de atención ambulatoria Autoridad de
servicios de atención servicios de
en Salud Mental Aplicación
ambulatoria en Salud atención
desarrollados y jurisdiccionales
Mental en Hospitales ambulatoria
fortalecidos CONISMA
Generales
Equipos
3.3.3 Promover el Porcentaje de interdisciplinarios
desarrollo y jurisdicciones con móviles de Salud Autoridad de
fortalecimiento de equipos interdisciplinarios Mental de Aplicación Nacional
equipos móviles de Salud Mental referencia Autoridad de
interdisciplinarios de referencia territorial territorial Aplicación
móviles de Salud desarrollados y/o desarrollados y/o jurisdiccionales
Mental de referencia fortalecidos según fortalecidos en el CONISMA
territorial necesidades locales 100% de las
jurisdicciones

EJE 4: SALUD MENTAL EN EL HOSPITAL GENERAL


Este eje se propone el fortalecimiento del abordaje integral de la Salud Mental en los Hospitales
Generales en función de las necesidades locales, asegurando el acceso oportuno y equitativo en todo
el territorio nacional.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
4.1.1 Promover la Porcentaje de servicios de
Autoridad de
creación de servicios de atención de urgencias,
Aplicación Nacional
atención de urgencias, atención ambulatoria,
Incremento del Autoridad de
atención ambulatoria, hospital de día y servicio
50% Aplicación
hospital de día y de internación específica
jurisdiccionales
Objetivo 4.1 Impulsar la servicio de internación existentes en Hospitales
CONISMA
creación de Servicios de específico Generales
Salud Mental en los
Hospitales Generales que Equipos
Autoridad de
no cuenten con los 4.1.2 Impulsar la Porcentaje de servicios interdisciplinarios
Aplicación Nacional
mismos conformación de existentes en Hospitales conformados en el
Autoridad de
equipos Generales con equipos 100% de los
Aplicación
interdisciplinarios de interdisciplinarios servicios existentes
jurisdiccionales
Salud Mental conformados en Hospitales
CONISMA
Generales

62
Autoridad de
Aplicación Nacional
Líneas de
Porcentaje de Autoridad de
4.1.3 Promover la capacitación
jurisdicciones con líneas Aplicación
capacitación del implementadas con
de capacitación jurisdiccionales
Recurso Humano el 100% de las
implementadas CONISMA
jurisdicciones
Consejo Consultivo
Honorario
4.2.1 Impulsar el Porcentaje de
fortalecimiento y/o establecimientos con
mejoramiento de los líneas de acción para el
Autoridad de
servicios de atención de fortalecimiento y/o
Líneas de acción Aplicación Nacional
urgencias, atención mejoramiento de los
implementadas en Autoridad de
ambulatoria, hospital servicios de atención de
el 100% de los Aplicación
de día y servicio de urgencias, atención
establecimientos jurisdiccionales
internación específico ambulatoria, hospital de
CONISMA
según las necesidades día y servicio de
de cada internación específico
establecimiento implementadas
Objetivo 4.2 Promover el
Porcentaje de
fortalecimiento de los Autoridad de
4.2.2 Impulsar el establecimientos con
Servicios de Salud Líneas de acción Aplicación Nacional
fortalecimiento y/o líneas de acción para el
Mental ya existentes en implementadas en Autoridad de
ampliación de equipos fortalecimiento y/o
los Hospitales Generales el 100% de los Aplicación
interdisciplinarios de ampliación de equipos
establecimientos jurisdiccional
Salud Mental interdisciplinarios de
CONISMA
Salud Mental
Autoridad de
4.2.3 Promover Porcentaje de Aplicación Nacional
estrategias de jurisdicciones con Estrategias Autoridad de
capacitación e estrategias de implementadas con Aplicación
identificación de capacitación e el 100% de las jurisdiccionales
buenas prácticas con el identificación de buenas jurisdicciones CONISMA
Recurso Humano prácticas implementadas Consejo Consultivo
Honorario
Autoridad de
Aplicación Nacional
4.3.1 Promover la
Porcentaje de Capacitaciones Autoridad de
capacitación al recurso
jurisdicciones con implementadas con Aplicación
humano en mejora de
Objetivo 4.3 Promover la capacitaciones el 100% de las jurisdiccionales
calidad y protección de
mejora continua en la implementadas jurisdicciones CONISMA
derechos
calidad de la atención y Consejo Consultivo
la protección de Honorario
derechos Instrumentos
4.3.2 Desarrollar Desarrollo de Autoridad de
técnicos para
instrumentos técnicos instrumentos técnicos Aplicación Nacional
mejorar la calidad
para mejorar la calidad para mejorar la calidad de Cons. Consultivo
de la atención
de la atención la atención Honorario
desarrollados

63
4.3.3 Impulsar la
Porcentaje de estrategias Autoridad de
participación de Participación de
de mejora de calidad de la Aplicación Nacional
usuarios y usuarias en usuarias y usuarios
atención y protección de Cons. Consultivo
las estrategias para en el 100% de las
derechos con Honorario
mejorar la calidad de la estrategias que se
participación de las Asoc. Usuarias,
atención y la protección implementen
usuarias y usuarios Usuarios y Familiares
de derechos

EJE 5: SUSTITUCIÓN DE ESTABLECIMIENTOS MONOVALENTES DE INTERNACIÓN EN SALUD MENTAL


Este eje se propone promover la adecuación de los establecimientos monovalentes de internación a
los principios de la Ley Nacional de Salud Mental, hasta su sustitución definitiva por redes de
servicios de Salud Mental de base comunitaria

OBJETIVOS ARTICULACIONES
OBJETIVOS INDICADOR META 2025
ESPECÍFICOS MÍNIMAS NECESARIAS
Recomendaciones
5.1.1 Elaborar Elaboración de para el
recomendaciones para Recomendaciones para fortalecimiento del Autoridad de Aplicación
el fortalecimiento del el fortalecimiento del abordaje de la Nacional
abordaje de la Salud abordaje de la Salud Salud Mental en el Consejo Consultivo
Mental en el Hospital Mental en el Hospital Hospital General Honorario
General General elaboradas y
publicadas

Instrumento de
Objetivo 5.1 Desarrollar y
5.1.2 Elaborar Elaboración de estandarización del
disponibilizar
instrumentos de Instrumento de proceso de
instrumentos técnicos Autoridad de Aplicación
estandarización del estandarización del internación por
para impulsar y fortalecer Nacional
proceso de internación proceso de internación motivo de Salud
los procesos de Consejo Consultivo
por motivo de Salud por motivo de Salud Mental en el
sustitución de Honorario
Mental en el Hospital Mental en el Hospital Hospital General
establecimientos de
General General elaborado y
internación monovalentes
publicado

Recomendaciones
5.1.3 Elaborar Elaboración de
para la adecuación
recomendaciones para recomendaciones para
de instituciones de Autoridad de Aplicación
la adecuación de la adecuación de
internación Nacional
instituciones de instituciones de
monovalentes en Consejo Consultivo
internación internación
Salud Mental Honorario
monovalentes en Salud monovalentes en Salud
elaboradas y
Mental Mental
publicadas

64
Recomendaciones
5.1.4 Elaborar Elaboración de
para el desarrollo y
recomendaciones para recomendaciones para Autoridad de Aplicación
fortalecimiento de
el desarrollo y el desarrollo y Nacional
los dispositivos de
fortalecimiento de los fortalecimiento de los Consejo Consultivo
inclusión social
dispositivos de dispositivos de inclusión Honorario
elaboradas y
inclusión social social
publicadas

Recomendaciones
5.1.5 Elaborar
Elaboración de para el proceso de
recomendaciones para
recomendaciones para externación
el proceso de Autoridad de Aplicación
el proceso de sustentable de las
externación Nacional
externación sustentable personas con
sustentable de las Consejo Consultivo
de las personas con internaciones
personas con Honorario
internaciones prolongadas
internaciones
prolongadas elaboradas y
prolongadas
publicadas

Guía de recursos
Construcción y del Estado Nacional
5.1.6 Construir y
actualización para la inclusión
mantener actualizada Autoridad de Aplicación
permanente de guía de social de personas
una guía de recursos Nacional
recursos del Estado con padecimiento
del Estado Nacional Consejo Consultivo
Nacional para la mental construida,
para la inclusión social Honorario
inclusión social de publicada y
de personas con CONSIMA
personas con actualizada de
padecimiento mental
padecimiento mental manera
permanente

Autoridad de Aplicación
5.2.1 Impulsar la Porcentaje de Equipos
Nacional
conformación de jurisdicciones con interdisciplinarios
Autoridad de Aplicación
equipos equipos de externación
jurisdiccionales
interdisciplinarios de interdisciplinarios de conformados en el
Objetivo 5.2 Promover la Consejo Consultivo
externación externación sustentable 100% de las
externación sustentable y Honorario
sustentable conformados jurisdicciones
la inclusión social de las CONSIMA
personas que permanecen 5.2.2 Cooperar Porcentaje de Autoridad de Aplicación
alojadas sin criterio clínico técnicamente en el jurisdicciones con líneas Líneas de Nacional
de internación diseño, planificación y de cooperación para el cooperación Autoridad de Aplicación
ejecución de planes de diseño, planificación y implementadas con jurisdiccional
externación e inclusión ejecución de planes de el 100% de las Consejo Consultivo
social centrados en las externación jurisdicciones Honorario
personas implementadas CONISMA

65
Porcentaje de Autoridad de Aplicación
5.2.3 Cooperar técnica jurisdicciones con líneas Líneas de Nacional
y financieramente para de cooperación técnica cooperación Autoridad de Aplicación
el desarrollo de y financiera para el implementadas en jurisdiccional
programas de desarrollo de programas el 100% de las CONISMA
viviendas asistidas de viviendas jurisdicciones Consejo Consultivo
implementadas Honorario
5.3.1 Impulsar la
Procesos de Autoridad de Aplicación
planificación y el Porcentaje de hospitales
refuncionalización Nacional
desarrollo de los monovalentes con
planificados y Autoridad de Aplicación
procesos de procesos de
desarrollados en el jurisdiccionales
refuncionalización de refuncionalización
100% de los Consejo Consultivo
manera intersectorial y planificados y
hospitales Honorario
conforme las desarrollados
monovalentes CONISMA
necesidades locales
5.3.2 Cooperar técnica
y financieramente con Autoridad de Aplicación
Objetivo 5.3 Promover la Mesas de
los procesos de Porcentaje de Nacional
refuncionalización de la Adecuación
refuncionalización a jurisdicciones con Autoridad de Aplicación
Interjurisdiccionales
infraestructura de los través de la Mesas de Adecuación jurisdiccionales
establecimientos de constituidas en el
implementación de Interjurisdiccional Consejo Consultivo
internación monovalente 100% de las
mesas implementadas Honorario
jurisdicciones
interjurisdiccionales de CONISMA
adecuación
Políticas Autoridad de Aplicación
5.3.3 Promover la Porcentaje de implementadas en Nacional
implementación de jurisdicciones con el 100% de las Autoridad de Aplicación
políticas institucionales políticas institucionales jurisdicciones que jurisdiccionales
de Espacios de de Espacios de Memoria cuenten con Consejo Consultivo
Memoria implementadas instituciones Honorario
monovalentes CONISMA
Autoridad de Aplicación
5.4.1 Fortalecer el Nacional
Porcentaje de
funcionamiento de los Autoridad de Aplicación
jurisdicciones con líneas Líneas de acción
servicios de jurisdiccionales
de acción para el implementadas con
internación de Salud Consejo Consultivo
Objetivo 5.4 Promover el fortalecimiento de los el 100% de las
Mental existentes en Honorario
cierre gradual y definitivo servicios de internación jurisdicciones
los Hospitales Órgano de Revisión
de la admisión de implementadas
Generales Nacional
internaciones en CONISMA
instituciones
100% de los
monovalentes 5.4.2 Impulsar la Porcentaje de
Hospitales Autoridad de Aplicación
creación de servicios Hospitales Generales
Generales con Nacional
de internación de con servicios de
servicios de Autoridad de Aplicación
Salud Mental en internación en Salud
internación en jurisdiccionales
Hospitales Generales Mental
Salud Mental

66
Autoridad de Aplicación
Porcentaje de
5.4.3 Promover la Nacional
jurisdicciones con líneas Líneas de acción
redistribución del Autoridad de Aplicación
de acción para la implementadas con
Recurso Humano a la jurisdiccionales
redistribución del el 100% de las
red de servicios con Consejo Consultivo
Recurso Humano jurisdicciones
base comunitaria Honorario
implementadas
CONISMA
Autoridad de Aplicación
Porcentaje de
5.4.4 Promover la Nacional
jurisdicciones con líneas Líneas de acción
redistribución del Autoridad de Aplicación
de acción para la implementadas con
recurso financiero a la jurisdiccionales
redistribución del el 100% de las
red de servicios con Consejo Consultivo
recurso financiero jurisdicciones
base comunitaria Honorario
implementadas
CONISMA

EJE 6: PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN EN SALUD MENTAL


Este eje se propone desarrollar e implementar acciones, proyectos y programas de promoción y
prevención en Salud Mental con enfoque territorial y perspectiva de derechos.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
Autoridad de
5 estrategias de
6.1.1 Desarrollar Cantidad de estrategias Aplicación Nacional
difusión y
estrategias de difusión y de difusión y Autoridad de
sensibilización
sensibilización sobre la sensibilización sobre la Aplicación
sobre la Ley
Ley Nacional de Salud Ley Nacional de Salud jurisdiccionales
Nacional de Salud
Mental 26.657 para la Mental 26.657 CONISMA
Mental
población general implementadas Consejo Consultivo
implementadas
Honorario
6.1.2 Desarrollar
Objetivo 6.1 Reducir el 5 estrategias de
estrategias de Cantidad de estrategias Autoridad de
estigma asociado a los información y
información y de información y Aplicación Nacional
padecimientos mentales sensibilización
sensibilización para la sensibilización sobre la Autoridad de
sobre la situación
población general sobre situación de personas Aplicación
de personas con
la situación de las con padecimientos jurisdiccionales
padecimientos
personas con mentales, la CONISMA
mentales, la
padecimientos estigmatización, los Consejo Consultivo
estigmatización, los
mentales, la prejuicios y los Honorario
prejuicios y los
estigmatización, los preconceptos Usuarias, usuarios y
preconceptos
prejuicios y los implementadas familiares
implementadas
preconceptos, que son

67
parte de los actos de
discriminación. Se
privilegiará la
participación de
usuarias, usuarios y
familiares

6.1.3 Impulsar
estrategias de
sensibilización y
capacitación sobre
mitos y prejuicios en
torno al abordaje de los Autoridad de
padecimientos Aplicación Nacional
5 estrategias de
mentales para Cantidad de estrategias Autoridad de
sensibilización y
trabajadoras y de sensibilización y Aplicación
capacitación sobre
trabajadores de la capacitación sobre jurisdiccionales
mitos y prejuicios
salud, equipos técnicos mitos y prejuicios en CONISMA
en torno al
de organismos públicos, torno al abordaje de los Consejo Consultivo
abordaje de los
fuerzas de seguridad, padecimientos mentales Honorario
padecimientos
equipos técnicos implementadas Otros organismos y
mentales
judiciales y agentes de Poderes del Estado
intervención social no Nacional
convencional en
general. Se privilegiará
la participación de
usuarias, usuarios y
familiares
Autoridad de
6.2.1 Promover líneas
Aplicación Nacional
de acción en 5 líneas de acción
Objetivo 6.2 Cantidad de líneas de Autoridad de
comunicación para la en comunicación
Implementar estrategias acción en comunicación Aplicación
promoción de la Salud para la promoción
de comunicación para la para la promoción de la jurisdiccionales
Mental de toda la de la Salud Mental
promoción y la Salud Mental de toda la CONISMA
población, en el marco de toda la
prevención en salud población Otros organismos del
de las estrategias y las población
mental implementadas Estado Nacional
acciones de la implementadas
Consejo Consultivo
educación para la salud
Honorario

68
6.2.2 Impulsar la
sensibilización sobre la
comunicación 5 líneas de acción
Autoridad de
responsable en el Cantidad de líneas de en sensibilización
Aplicación Nacional
tratamiento de temas acción en sensibilización sobre
Autoridad de
de Salud Mental, a sobre comunicación comunicación
Aplicación
través de espacios, responsable en el responsable en el
jurisdiccionales
acciones y materiales tratamiento de temas tratamiento de
CONISMA
destinados a los de Salud Mental temas de Salud
Otros organismos del
trabajadores y implementadas Mental
Estado Nacional
trabajadoras de los implementadas
medios de
comunicación
Autoridad de
6.2.3 Construir y
Aplicación Nacional
disponibilizar un banco
Autoridad de
de prácticas y Banco de prácticas
Aplicación
experiencias Banco de prácticas y y experiencias
jurisdiccionales
territoriales basadas en experiencias finalizado,
CONISMA
el modelo comunitario disponibilizado publicado y
Cons. Consultivo
de atención, con disponible
Honorario
actualización
Otros organismos del
permanente
Estado Nacional
Autoridad de
Aplicación Nacional
Líneas de
Porcentaje de Autoridad de
6.3.1 Impulsar el fortalecimiento
asociaciones de Aplicación
fortalecimiento de implementadas con
usuarias, usuarios y jurisdiccionales
asociaciones de el 100% de las
familiares con líneas de CONISMA
usuarias, usuarios y asociaciones de
fortalecimientos Cons. Consultivo
familiares ya existentes usuarias, usuarios y
Objetivo 6.3 Promover la implementadas Honorario
familiares
participación de las Asoc. Usuarias,
usuarias, los usuarios y usuarios y familiares
sus familiares en los Autoridad de
procesos de construcción Aplicación Nacional
de políticas públicas Autoridad de
6.3.2 Promover la
Porcentaje de Aplicación
conformación de
asociaciones de Incremento del jurisdiccionales
asociaciones de
usuarias, usuarios y 50% CONISMA
usuarias, usuarios y
familiares conformadas Cons. Consultivo
familiares
Honorario
Usuarias, usuarios y
familiares

69
Autoridad de
Porcentaje de Aplicación Nacional
jurisdicciones con líneas Autoridad de
6.3.3 Promover el rol de acción para la Líneas de acción Aplicación
activo de usuarias, promoción del rol activo implementadas en jurisdiccional
usuarios y familiares en de usuarias, usuarios y el 100% de las CONISMA
la red de Salud Mental familiares en la red de jurisdicciones Consejo Consultivo
Salud Mental Honorario
implementadas Usuarias, usuarios y
familiares
Autoridad de
Aplicación Nacional
Espacios de Autoridad de
6.4.1 Impulsar espacios Porcentaje de
intercambio Aplicación
intersectoriales de jurisdicciones con
intersectoriales jurisdiccionales
intercambio para el espacios intersectoriales
desarrollados en el CONISMA
fortalecimiento de la de intercambio
100% de las Consejo Consultivo
red en Salud Mental desarrollados
jurisdicciones Honorario
Organizaciones de la
Sociedad Civil
Autoridad de
Aplicación Nacional
Autoridad de
Objetivo 6.4 Estimular la 6.4.2 Favorecer la Porcentaje de
Aplicación
construcción de redes conformación y el jurisdicciones con Mesas constituidas
jurisdiccionales
locales de salud mental y fortalecimiento de mesas intersectoriales en el 100% de las
CONISMA
el fortalecimiento de las mesas intersectoriales de gestión territorial jurisdicciones
Consejo Consultivo
existentes de gestión territorial conformadas
Honorario
Organizaciones de la
Sociedad Civil
Porcentaje de Autoridad de
jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
6.4.3 Estimular el
de acción para el Autoridad de
fortalecimiento de
fortalecimiento de Líneas de acción Aplicación
intervenciones
intervenciones implementadas en jurisdiccionales
sociosanitarias en
sociosanitarias en el 100% de las CONISMA
articulación con
articulación con jurisdicciones Consejo Consultivo
efectores y actores
efectores y actores Honorario
comunitarios
comunitarios Organizaciones de la
implementadas Sociedad Civil

EJE 7: TRANSFORMACIÓN DE LAS PRÁCTICAS


Este eje se propone impulsar la transformación de las prácticas hacia el modelo comunitario en

70
Salud Mental a través de la formación, la capacitación en servicio, la puesta en valor de buenas
prácticas existentes y el desarrollo de herramientas de estandarización de procesos para la mejora
continua de la calidad, el trato digno y respetuoso de los Derechos Humanos.
ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
Autoridad de
Aplicación Nacional
Autoridad de
7.1.1 Promover la
Líneas de Aplicación
formación continua y la Porcentaje de
formación jurisdiccional
capacitación en servicio jurisdicciones con líneas
implementadas con Entidades formadoras
de las y los trabajadores de formación
el 100% de las Consejo Consultivo
de las disciplinas de la implementadas
jurisdicciones Honorario
Salud Mental
Org. De Usuarias,
Usuarios y Familiares
Objetivo 7.1 Garantizar
Org. Sociedad Civil
la formación en Salud
7.1.2 Fortalecer buenas Autoridad de
Mental Comunitaria de
prácticas existentes en Aplicación Nacional
las trabajadoras y los
las distintas Porcentaje de Buenas prácticas Autoridad de
trabajadores del campo
jurisdicciones, a través jurisdicciones con fortalecidas en el Aplicación
de la Salud Mental
de la promoción, buenas prácticas 100% de las jurisdiccional
visibilización y fortalecidas jurisdicciones CONISMA
multiplicación de Consejo Consultivo
experiencias Honorario
Porcentaje de
7.1.3 Fortalecer la Autoridad de
jurisdicciones con líneas Líneas
perspectiva comunitaria Aplicación Nacional
de fortalecimiento de la implementadas con
de las Residencias Autoridad de
perspectiva comunitaria el 100% de las
Interdisciplinarias en Aplicación
de las RISaM jurisdicciones
Salud Mental (RISaM) jurisdiccional
implementadas
7.2.1 Impulsar la
formación en el
Porcentaje de Autoridad de
abordaje de las crisis en Líneas de
jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
Salud Mental para formación
de formación en el Autoridad de
equipos de salud que implementadas en
abordaje de las crisis en Aplicación
Objetivo 7.2 Promover la asisten las urgencias en el 100% de las
Salud Mental jurisdiccional
formación del recurso domicilio, espacios jurisdicciones
implementadas Entidades formadoras
humano de salud en la institucionales y/o vía
perspectiva de la Salud pública
Mental Comunitaria y el 7.2.2 Impulsar la
Porcentaje de Autoridad de
enfoque de derechos formación en el Líneas de
jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
abordaje de las crisis en formación
de formación en el Autoridad de
salud mental para implementadas en
abordaje de las crisis en Aplicación
equipos de salud de las el 100% de las
Salud Mental jurisdiccional
guardias hospitalarias y jurisdicciones
implementadas Entidades formadoras
centros de salud del

71
Primer Nivel de
Atención

7.2.3 Promover la Porcentaje de


Autoridad de
formación de las jurisdicciones con líneas Líneas de
Aplicación Nacional
distintas especialidades de formación en formación
Autoridad de
del campo de la salud atención integral de implementadas en
Aplicación
en la atención integral personas con el 100% de las
jurisdiccional
de las personas con padecimiento mental jurisdicciones
Entidades formadoras
padecimiento mental implementadas
7.3.1 Promover la Autoridad de
capacitación en Salud Aplicación Nacional
Mental Comunitaria y 100% de las Autoridad de
Porcentaje de Fuerzas
en el abordaje de la Fuerzas Policiales y Aplicación
Policiales y de Seguridad
urgencia en Salud de Seguridad jurisdiccional
Nacional capacitadas
Mental a integrantes de capacitadas CONISMA
las Fuerzas Policiales y Ministerio de
de Seguridad nacionales Seguridad de la Nación
Autoridad de
7.3.2 Promover la Aplicación Nacional
Porcentaje de
capacitación en el Líneas de Autoridad de
jurisdicciones con líneas
modelo comunitario de capacitación Aplicación
de capacitación en el
Objetivo 7.3 Promover la atención de la Salud implementadas en jurisdiccional
modelo comunitario de
capacitación en Salud Mental a las y los el 100% de las CONISMA
atención de la Salud
Mental Comunitaria de integrantes del Poder jurisdicciones Órgano de Revisión
Mental implementadas
actores del Estado y de la Judicial Nacional
sociedad civil con Poder Judicial
capacidad y Porcentaje de
7.3.3 Promover la
responsabilidad de reparticiones de la Líneas de
capacitación en Salud
intervención frente a Administración Pública capacitación Autoridad de
Mental Comunitaria a
situaciones de Salud Nacional con líneas de implementadas en Aplicación Nacional
las y los trabajadores de
Mental capacitación en Salud el 100% de las CONISMA
la Administración
Mental Comunitaria reparticiones
Pública Nacional
implementadas
Autoridad de
Porcentaje de Aplicación Nacional
7.3.5 Impulsar la jurisdicciones con líneas Autoridad de
Líneas de
capacitación de actores de capacitación a Aplicación
capacitación
comunitarios y de la actores comunitarios y jurisdiccional
implementadas en
sociedad civil de la sociedad civil CONISMA
el 100% de las
intervinientes en la intervinientes en la Consejo Consultivo
jurisdicciones
Salud Mental Salud Mental Honorario
implementadas Org. De la Sociedad
Civil

72
Autoridad de
Desarrollo y Lineamientos y Aplicación Nacional
7.4.1 Desarrollar y
actualización de recomendaciones CONISMA
actualizar lineamientos
lineamientos y para la formación Ministerio de
y recomendaciones
recomendaciones para de grado en Salud Educación de la
para la formación de
la formación de grado Mental elaborados Nación
grado en Salud Mental
en Salud Mental y actualizados Consejo Consultivo
Honorario
7.4.2 Promover la
formación de posgrado 5 líneas de
en Salud Mental Cantidad de líneas de promoción para
Objetivo 7.4 Promover la
Comunitaria y gestión promoción para programas de Autoridad de
adecuación al enfoque
de servicios de salud programas de posgrado posgrado y gestión Aplicación Nacional
comunitario de los
para trabajadoras y y gestión de servicios de de servicios de Entidades formadoras
planes de estudio de las
trabajadores del campo salud implementadas salud
disciplinas vinculadas al
de la Salud Mental y implementadas
campo de la Salud
sectores afines
Mental
7.4.3 Promover el
desarrollo de
programas de pregrado 5 líneas de
y extensión Cantidad de líneas de promoción para
universitaria vinculados promoción para programas de Autoridad de
a Salud Mental programas de pregrado pregrado y Aplicación Nacional
Comunitaria, con y extensión universitaria extensión Entidades formadoras
anclaje territorial y implementadas universitaria
articulación con implementadas
efectores y dispositivos
comunitarios

EJE 8: VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA E INVESTIGACIÓN EN SALUD MENTAL


Este eje se propone desarrollar e implementar un sistema de información y vigilancia
epidemiológica orientado a la toma de decisiones y la producción de conocimientos en materia de
políticas públicas en Salud Mental Comunitaria.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
Objetivo 8.1 Fortalecer la 8.1.1 Promover la
100% de las Autoridad de
vigilancia epidemiológica creación o Porcentaje de
jurisdicciones con Aplicación Nacional
en Salud Mental para fortalecimiento de áreas jurisdicciones con áreas
áreas de Autoridad de
evaluar necesidades de de epidemiología en de epidemiología en
epidemiología en Aplicación
atención de la población Salud Mental de las Salud Mental
Salud Mental jurisdiccionales
y recursos disponibles en jurisdicciones

73
la comunidad
8.1.2 Impulsar la mejora Porcentaje de 100% jurisdicciones
Autoridad de
y creación de registros jurisdicciones con con registros de
Aplicación Nacional
de información registros de información información sobre
Autoridad de
epidemiológica sobre sobre problemáticas problemáticas
Aplicación
problemáticas priorizadas en Salud priorizadas en
jurisdiccionales
priorizadas en Salud Mental en Salud Mental en
CONISMA
Mental funcionamiento funcionamiento

Registro federal de
8.2.1 Desarrollar e Desarrollo e
las internaciones Autoridad de
implementar un registro implementación de un
que se producen Aplicación Nacional
federal de las registro federal de las
por motivos de Autoridad de
internaciones que se internaciones que se
Salud Mental Aplicación
producen por motivos producen por motivos
desarrollado e Jurisdiccionales
Objetivo 8.2 Desarrollar de Salud Mental de Salud Mental
implementado
un sistema de vigilancia
epidemiológica de las
internaciones que se Sistema de
8.2.2 Desarrollar e Desarrollo e
producen por motivos de monitoreo,
implementar un sistema implementación de un
salud mental evaluación y Autoridad de
de monitoreo, sistema de monitoreo,
seguimiento de las Aplicación Nacional
evaluación y evaluación y
internaciones por Autoridad de
seguimiento de las seguimiento de las
motivos de Salud Aplicación
internaciones por internaciones por
Mental Jurisdiccionales
motivos de Salud motivos de Salud
desarrollado e
Mental Mental
implementado
Autoridad de
5 investigaciones
Cantidad de Aplicación Nacional
8.3.1 Promover la basadas en buenas
investigaciones basadas Autoridad de
investigación basada en prácticas de base
en buenas prácticas de Aplicación
buenas prácticas de territorial en Salud
base territorial en Salud jurisdiccionales
Objetivo 8.3 Fomentar la base territorial en Salud Mental
Mental Comunitarias Entidades formadoras
investigación y Mental Comunitaria Comunitarias
promovidas Consejo Consultivo
producción de promovidas
Honorario
conocimiento sobre
buenas prácticas de 8.3.2 Jerarquizar el 100% de
Salud Mental componente Salud Porcentaje de programas de
Comunitaria Mental Comunitaria en programas de investigación con
Autoridad de
los programas de investigación con componente Salud
Aplicación Nacional
investigación del componente de Salud Mental
Ministerio de Salud de Mental Comunitario Comunitaria
la Nación incorporado

74
EJE 9: SALUD MENTAL Y APOYO PSICOSOCIAL EN EMERGENCIAS Y DESASTRES
Este eje se propone promover la inclusión de estrategias de Salud Mental y Apoyo Psicosocial
(SMAPS) en la gestión integral de la reducción del riesgo y del impacto de situaciones de
emergencias y desastres, fortaleciendo los procesos de construcción de resiliencia comunitaria.

ARTICULACIONES
OBJETIVOS
OBJETIVOS INDICADOR META 2025 MÍNIMAS
ESPECÍFICOS
NECESARIAS
9.1.1 Elaborar y
difundir
recomendaciones y
Autoridad de
protocolos que
Aplicación Nacional
aseguren una respuesta Cantidad de 5 recomendaciones
Aplicación
adecuada en materia recomendaciones y y protocolos
jurisdiccionales
de Salud Mental de protocolos elaborados y elaborados y
CONISMA
parte de los diferentes difundidos difundidos
Consejo Consultivo
actores
Honorario
gubernamentales y no
gubernamentales
involucrados
9.1.2 Promover la
aplicación y adecuación Recomendaciones Autoridad de
Porcentaje de
Objetivo 9.1 Promover la de las y protocolos Aplicación Nacional
jurisdicciones con
respuesta organizada de recomendaciones y adecuados y Autoridad de
recomendaciones y
todos los actores, tanto protocolos en todo el aplicados en el Aplicación
protocolos adecuados y
estatales como de la territorio nacional de 100% de las jurisdiccionales
aplicados
sociedad civil, frente a acuerdo a las jurisdicciones CONISMA
emergencias y desastres necesidades locales
9.1.3 Mejorar la
respuesta por parte de
los actores
gubernamentales y no Porcentaje de Autoridad de
gubernamentales a jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
través de la de acción sobre de Líneas de acción Autoridad de
actualización de actualización de implementadas con Aplicación
conocimientos e conocimientos e el 100% de las jurisdiccionales
intercambios de intercambios de buenas jurisdicciones CONISMA
buenas prácticas sobre prácticas Consejo Consultivo
Salud Mental y Apoyo implementadas Honorario
Psicosocial frente a
emergencias y
desastres

75
Porcentaje de
9.2.1 Promover el jurisdicciones con líneas Líneas de Autoridad de
Objetivo 9.2 Desarrollar fortalecimiento de la de fortalecimiento de la fortalecimiento Aplicación Nacional
estrategias para que la respuesta sanitaria de repuesta sanitaria en implementadas en Autoridad de
respuesta de Salud los efectores que efectores que atienden el 100% de las Aplicación
Mental y Apoyo atienden urgencias urgencias jurisdicciones jurisdiccionales
Psicosocial esté implementadas
disponible en todas las 9.2.2 Impulsar Porcentaje de Autoridad de
Líneas de acción
etapas de la emergencia estrategias que jurisdicciones con líneas Aplicación Nacional
implementadas en
(prevención, garanticen la de acción que garantizan Autoridad de
el 100% de las
preparación, mitigación, continuidad de la continuidad de Aplicación
jurisdicciones
manejo de la crisis, cuidados cuidados implementadas jurisdiccionales
alerta, respuesta, Porcentaje de
9.2.3 Implementar
recuperación, jurisdicciones con líneas Autoridad de
acciones directas e
reconstrucción, de acción para la Líneas de acción Aplicación Nacional
indirectas para
rehabilitación y protección de la Salud implementadas en Autoridad de
protección de la Salud
construcción de Mental de grupos en el 100% de las Aplicación
Mental de grupos en
resiliencia comunitaria) situación de jurisdicciones jurisdiccionales
situación de mayor
vulnerabilidad CONISMA
vulnerabilidad
implementadas
Porcentaje de
9.3.1 Promover jurisdicciones con líneas Autoridad de
estrategias de apoyo de acción de apoyo Líneas de acción Aplicación Nacional
psicosocial que psicosocial que implementadas en Autoridad de
garanticen garanticen el 100% de las Aplicación
intervenciones intervenciones jurisdicciones jurisdiccionales
tempranas tempranas CONISMA
implementadas
Autoridad de
9.3.2 Impulsar la Aplicación Nacional
Objetivo 9.3 Fortalecer Porcentaje de
implementación de Autoridad de
las redes locales de jurisdicciones con líneas Líneas de acción
líneas de cuidado a Aplicación
respuesta durante la de acción de cuidado a implementadas en
través de acciones de jurisdiccionales
emergencia para dar través de acciones de el 100% de las
abordaje territorial en CONISMA
apoyo a la comunidad en abordaje territorial jurisdicciones
conjunto con actores Consejo Consultivo
recuperación implementadas
locales y comunitarios Honorario
Org. Sociedad Civil
9.3.3 Cooperar Autoridad de
Porcentaje de
técnicamente para la Aplicación Nacional
jurisdicciones con líneas Líneas de
organización y gestión Autoridad de
de cooperación técnica cooperación
local de redes de Aplicación
para la organización y implementadas con
respuesta en jurisdiccionales
gestión local de redes de el 100% de las
situaciones de CONISMA
respuesta jurisdicciones
emergencias y Consejo Consultivo
implementadas
desastres Honorario

76
Porcentaje de
jurisdicciones con líneas
9.4.1 Promover la
de acción para la
construcción de una Autoridad de
construcción de una red
red de respuesta para Líneas de acción Aplicación Nacional
de respuesta para el
el cuidado de la Salud implementadas con Autoridad de
cuidado de la salud
Mental de las y los el 100% de las Aplicación
mental de las y los
trabajadores de la jurisdicciones jurisdiccionales
trabajadores de la salud
salud y primeras líneas CONISMA
y primeras líneas de
de intervención
intervención
implementadas
Porcentaje de
9.4.2 Impulsar jurisdicciones con líneas
Autoridad de
estrategias para el de acción para impulsar
Líneas de acción Aplicación Nacional
autocuidado de la estrategias para el
implementadas en Autoridad de
Salud Mental de las y autocuidado de la Salud
el 100% con las Aplicación
los trabajadores de la Mental de las y los
jurisdicciones jurisdiccionales
salud y primeras líneas trabajadores de la salud
Objetivo 9.4 Promover el CONISMA
de intervención y primeras líneas de
cuidado de la salud intervención
mental de trabajadores y
9.4.3 Promover la Porcentaje de
trabajadoras de la salud
capacitación de los jurisdicciones con líneas
y primeras líneas de
equipos de Salud de capacitación para el Autoridad de
intervención
Mental para el acompañamiento y Capacitaciones Aplicación Nacional
acompañamiento y cuidado de la Salud implementadas con Autoridad de
cuidado de la Salud Mental de las y los el 100% de las Aplicación
Mental de las y los trabajadores de la salud jurisdicciones jurisdiccionales
trabajadores de la y primeras líneas de CONISMA
salud y primeras líneas intervención
de intervención implementadas

5 disciplinas que
9.4.4 Promover la
Cantidad de disciplinas integran equipos
inclusión de estrategias
que integran equipos de de respuesta y
de autocuidado de la Autoridad de
respuesta y gestión que gestión que
Salud Mental en la Aplicación Nacional
incorporan estrategias incorporan
formación de aquellas Ministerio de
de autocuidado de la estrategias de
disciplinas que integren Educación
Salud Mental en su autocuidado de la
equipos de respuesta y
formación de grado Salud Mental en su
gestión
formación de grado

77
10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ley Nacional Nº 26.657 – Derecho a la Protección de la Salud Mental. Decreto


Reglamentario Nº 603/2013.

“Plan Nacional de Salud Mental 2013 - 2018”, Resolución 2177/2013 del Ministerio de
Salud de la Nación, 2013.

“Políticas públicas de Salud Mental: enfoques, estrategias y experiencias con base en la


Comunidad”, Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, Ministerio de Salud de la
Nación, 2015.

Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2030 – OMS.

Guía de Servicios de Salud Mental Comunitaria (Guidance on community health mental


services) – 2021 - OMS.

11. GLOSARIO

Buenas prácticas en Salud Mental:


Se consideran buenas prácticas en Salud Mental a las siguientes: a) iniciativas que estén
dirigidas al desarrollo de redes comunitarias; b) innovaciones que constituyan aportes al
modelo comunitario de atención; c) haber contribuido a resolver las situaciones problemáticas
que dieron origen a dichas prácticas; d) contar con un cúmulo suficiente de evidencias sobre
los resultados logrados; e) haber generado un impacto positivo en las usuarias y los usuarios
de la misma.

Consumos problemáticos de sustancias:


Se define así al consumo que atenta contra la salud y la construcción de proyectos de vida de
las personas. Esto puede darse en los diferentes niveles de consumo (uso, abuso y/o adicción)
y con independencia del tipo de sustancia consumida (legal y/o ilegal). Desde esta
perspectiva, la posibilidad de que el consumo de una sustancia genere un mayor o menor
problema para la persona o para la comunidad, se halla relacionada no con las propiedades
inherentes a la sustancia, sino fundamentalmente con el vínculo que la persona establece con la
misma en una determinada circunstancia vital.
78
Externación sustentable:
Se considera externación sustentable a todo proceso tal que garantice a las personas que
transitan de una internación en Salud Mental hacia la vida en comunidad las condiciones
materiales y subjetivas para una apropiada producción y reproducción de su vida, a partir
del ejercicio de sus derechos en lo que refiere a la vivienda, el trabajo, la educación, la
cultura y el tiempo de ocio, entre otros, así como la continuidad de cuidados y los apoyos
requeridos a tal fin.

Inclusión social:
Designa el acceso a oportunidades para el desarrollo de una mejor calidad de vida y el
ejercicio pleno de derechos individuales y sociales. Comprende aspectos tales como el acceso
a información y/o servicios, el logro de un adecuado proceso de vinculación con familiares,
referentes afectivos, grupos primarios y/o redes vinculares, la inclusión habitacional,
educativa, laboral, la participación cívica y/o el reconocimiento y expresión de valores
asociados a la diversidad cultural.

Institución monovalente de internación en Salud Mental:


Institución con dependencia sanitaria cuyo modelo asistencial se aplica a una patología en
particular y en la cual se pone de manifiesto el predominio de concepciones y prácticas de
tipo asilar. En el desempeño de estas instituciones se identifican procesos de anomia,
aislamiento, vulneración de los derechos de las personas durante el proceso de atención y,
fundamentalmente, de desplazamiento de fines, ya que la institución no puede cumplir
satisfactoriamente con su rol asistencial y contribuye mediante su accionar a la generación de
efectos iatrogénicos asociados a la cronificación e institucionalización.

Interdisciplina:
Comprende los procesos de integración de las teorías, métodos, instrumentos, saberes y/o
procedimientos fundamentados en distintos saberes profesionales, técnicos, de otros agentes
formales de salud y/o recursos no convencionales, debidamente capacitados, cuyo objetivo
sea garantizar la calidad e integralidad de las prácticas en el ámbito de las instituciones de
salud.

Intersectorialidad:
Designa la coordinación de objetivos, acciones y/o recursos entre los distintos sectores del

79
Estado y de la sociedad civil con el objetivo de promover y desarrollar acciones tendientes al
logro de la inclusión social.

Modelo comunitario de atención:


Se caracteriza por la apertura e integración de las prácticas institucionales a las redes de
servicios socio-sanitarias con base territorial. A través de su aplicación se logra promover y
sostener canales legítimos de participación comunitaria y se facilita la integración a otros
sectores sociales con el objetivo de promover y garantizar el proceso de inclusión social.
Comprende el desarrollo y/o fortalecimiento de dispositivos comunitarios sustitutivos del
modelo asilar, la coordinación con recursos humanos no convencionales durante el proceso
de atención e inclusión social, y la adopción de prácticas de salud acordes con el respeto y
garantía de los Derechos Humanos.

Prevención:
Conjunto de medidas, estrategias y acciones destinadas a reducir la posibilidad de que
acontezca un daño y/o padecimiento, suprimir los factores de riesgo asociados a patologías
específicas, proteger a los grupos más susceptibles y/o desarrollar actividades orientadas a
reducir o mitigar las consecuencias del padecimiento. Se basa en el principio de que cuanto
más tempranamente se actúe a fin de evitar y/o actuar contra el curso del padecimiento, más
eficientes y eficaces resultarán las medidas adoptadas.

Proceso de adecuación institucional:


Comprende la transformación de los procesos administrativos, de gestión, de recursos
humanos, asistenciales edilicios y/o presupuestarios, así como de las prácticas de salud de
todos los efectores cuyo objetivo sea la atención de la Salud Mental en la población, de
conformidad con lo dispuesto por la Ley Nacional Nº 26.657 y su Decreto Reglamentario
Nº 603/2013. En relación a las instituciones monovalentes con régimen asilar, y previa
conformidad con la Autoridad de Aplicación territorial, deberán diseñar un plan de
adecuación que permita revertir la cronificación e institucionalización, garantizar el respeto
de los derechos de las personas internadas, lograr la apertura e integración de servicios a las
redes comunitarias de base territorial y establecer procedimientos para la regulación de los
ingresos a fin de lograr la sustitución definitiva.

Recursos humanos no convencionales:


Comprende los recursos existentes en la comunidad que no poseen certificación y/o
acreditación oficial relativa a la formación y/o desempeño de prácticas en el sector Salud.

80
Tales recursos humanos no convencionales debidamente capacitados pueden contribuir
mediante su participación de forma coordinada con los agentes del sistema formal en el diseño,
implementación y evaluación de las acciones asistenciales y/o de inclusión social.

Red de servicios con base comunitaria:


Conjunto de servicios coordinados e integrados cuyo objetivo es asegurar el proceso
integral de atención e inclusión social. De acuerdo a lo señalado en el Artículo 11 del
Decreto Reglamentario Nº 603/2013 de la Ley Nacional Nº 26.657, “debe incluir servicios,
dispositivos y prestaciones tales como: centros de atención primaria de la salud, servicios de
salud mental en el hospital general con internación, sistemas de atención de la urgencia, centros
de rehabilitación psicosocial diurno y nocturno, dispositivos habitacionales y laborales con
distintos niveles de apoyo, atención ambulatoria, sistemas de apoyo y atención domiciliaria,
familiar y comunitaria en articulación con redes intersectoriales y sociales, para satisfacer las
necesidades de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, que favorezca la
inclusión social”.

Servicios de salud:
Refiere “a toda propuesta o alternativa de abordaje tendiente a la promoción de la salud
mental, prevención del padecimiento, intervención temprana, tratamiento, rehabilitación,
y/o inclusión social, reducción de daños evitables o cualquier otro objetivo de apoyo o
acompañamiento que se desarrolle en los ámbitos públicos o privados”. Ley Nacional de
Salud Mental Nº 26.657 y su Decreto Reglamentario Nº 603/2013 (Capítulo I, Artículo 4).

Sistema de apoyos:
Combinación de estrategias, metodologías y recursos provistos por instituciones y actores
comunitarios cuyo objetivo es promover el desarrollo, la participación, el bienestar, el rol
protagónico y un desempeño con mayor grado de autonomía posible en entornos cotidianos
garantizando un sistema que efectivamente respete la voluntad y la toma de decisiones de
las usuarias y los usuarios de los servicios de Salud Mental acorde a la Ley Nacional de
Salud Mental N° 26.657 y a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con
Discapacidad.

Sistema de información y vigilancia epidemiológica en Salud Mental:


Combinación de procedimientos y recursos para la obtención, registro, sistematización,
procesamiento y análisis continuo de la información destinada a la toma de decisiones y al
diseño de las políticas públicas en Salud Mental.

81
82
Colaboraciones
Participaron en el proceso de formulación colaborativa del presente Plan Nacional de Salud
Mental:

 Organización Panamericana de la Salud


 UNICEF
 Secretaría de Derechos Humanos de la Nación
 Áreas de Salud Mental y Adicciones de las 24 jurisdicciones del país
 Órgano de Revisión Nacional de la Ley de Salud Mental 26.657
 Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones

 Organizaciones de usuarias, usuarios y familiares (por orden alfabético):


Asamblea de Personas Usuarias y Sobrevivientes de los Servicios de Salud Mental
Asamblea Permanente de Organizaciones de Usuarios
Asociación Argentina de Ayuda a la persona que sufre esquizofrenia
Asociación Argentina de Padres de Autistas
Asociación Casa Club Gualeguaychú
Asociación Civil Confluir
Asociación por los Derechos en Salud Mental
Camino Abierto
Comisión de Apoyo al Hospital de Día y otros dispositivos de Salud Mental de Traslasierra
Grupo de Ayuda Mutua
Los Abuelos del Francés
Manos Abiertas y Solidarias
Movida de Locos
Movimiento de Desmanicomialización de Melchor Romero
Movimiento de Usuarixs y Trabajadorxs en defensa de la Ley Nacional de Salud Mental
Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos - Córdoba
Red Argentina de Arte y Salud Mental
Red de Familiares, Usuarios y Voluntarios

83
 Organismos Públicos (por orden alfabético):
Agencia Nacional de Discapacidad
ANSES
Comité Nacional de Prevención de la Tortura
Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes
Hospital Nacional en Red Laura Bonaparte
Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo
Ministerio de Educación
Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad
Ministerio de Seguridad
Ministerio de Trabajo
PAMI
Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia
Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas
Superintendencia de Servicios de Salud

 Asociaciones Profesionales (por orden alfabético):


Asociación Argentina de Instituciones de Salud Mental
Asociación Argentina de Psiquiatría Infanto Juvenil
Asociación Argentina de Salud Mental
Asociación de Clínicas de la República Argentina
Asociación de Psiquiatras Argentinos
Asociación de Terapistas Ocupacionales del Gob. de la Cdad. de Buenos Aires
Federación de Psicólogos de la República Argentina
Red de Instituciones de Salud Mental de la Cdad. Aut. de Buenos Aires

 Organizaciones de la Sociedad Civil (por orden alfabético):


Asociación Civil Intercambios
Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia
Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bi y Trans

84
Federación Argentina de ONG para el Tratamiento y Prevención del Abuso de Drogas
Observatorio Social y Económico de Clubes de Barrio y Afines
Red de Cooperativas Sociales

 Sindicatos (por orden alfabético):


Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina
Unión de Personal Civil de la Nación

 Universidades e Institutos de Investigación (por orden alfabético):


Carrera de Trabajo Social - Universidad de Buenos Aires
Cátedra Psicología Preventiva y Epidemiología – Prof. Graciela Zaldúa - Facultad de
Psicología – Universidad de Buenos Aires
Centro de Salud Mental Comunitaria “Mauricio Goldenberg”
Facultad de Medicina - Universidad de Buenos Aires
Instituto de Investigaciones Gino Germani – Grupo de Estudio en Salud Mental y DDHH
Universidad Nacional de General Sarmiento
Universidad Nacional de Hurlingham
Universidad Nacional de Lanús
Universidad Nacional de Río Negro
Universidad Nacional de Villa María
Universidad Nacional del Chubut

 Expertas y Expertos (por orden alfabético):


Alejandra Barcala
Silvia Bentolila
Alfredo Carballeda
Beatriz Janín
Carlos Tissera
Claudia Molina
Ernesto Serrano
Juan Carlos Stagnaro

85
Laura Tonelli
Liliana Colauti
Martín de Lellis
Sandra Merlo
Silvia Faraone

 Equipos técnicos de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones

86
ANEXOS

I Aportes a la consulta de la Secretaría de Derechos Humanos y Responsables de


Salud Mental y Adicciones jurisdiccionales – 1° reunión
II Aportes a la consulta de Responsables de Salud Mental y Adicciones
jurisdiccionales - 2° reunión
III Aportes a la consulta del Órgano de Revisión Nacional
IV Aportes a la consulta de Federaciones y Asociaciones Profesionales e Idóneos
V Aportes a la consulta de Organismos del Estado Nacional
VI Aportes a la consulta del Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y
Adicciones
VII Aportes a la consulta de Asociaciones de Usuarias, Usuarios y Familiares,
Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones de la Sociedad Civil
VIII Aportes a la consulta de docentes, investigadoras e investigadores de Universidades
e Institutos Nacionales
IX Aportes a la consulta de Gremios que representan a trabajadoras y trabajadores de la
Salud
X Aportes a la consulta de expertas y expertos nacionales y organismos
internacionales
XI Aportes a la consulta de Organismos del Estado Nacional – ronda complementaria
XII Aportes a la consulta de Asociaciones de Usuarias, Usuarios y Familiares,
Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones de la Sociedad Civil – ronda
complementaria
XIII Aportes a la versión final preliminar del Consejo Consultivo Honorario de Salud
Mental y Adicciones

87
ar
gent
ina.
gob.
ar/
sal
ud

También podría gustarte