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Iglesia de Cristo Ebenezer. Departamento de Recién Convertidos. Escuela de Fundamentos Doctrinales.

17.­ EXPRESIONES DE ALABANZA


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“Dejair a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto” “Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su
Santo Nombre ” (Ex.5:1 y Sal.103:2, LBLA)
INTRODUCCIÓN
Cuando el Señor sacó al pueblo de Israel de la cautividad de Egipto, lo hizo con el propósito que le celebrara fiesta
(Ex.5:1). El Faraón no quería liberarlo sino condicionarlo para dejarlo ir a celebrar fiesta pero que estuviera amarrado,
que tuviera que volver (Ex.10:8­11). La atadura del Faraón era de dos formas: primero físicamente al dejar ir a los
padres pero reteniendo a sus hijos en Egipto (v.11) y segundo, sentimentalmente (alma) porque saldrían a hacer fiesta
pero con su corazón en Egipto donde se encontraban sus pequeños. El faraón moderno quiere hacer esta misma
proposición al pueblo de Dios, engañándolo con ataduras en su alma que le impiden expresarse libremente en su
cuerpo para alabar al Señor (Sal.137:3­4).
Entendemos que no puede haber una genuina alabanza sin un corazón adorador (Jn.4:24;1ª.Cro.15:27). Nos
referimos a que la alabanza no debe ser tratada como una dimensión inferior a la adoración a Dios, ya que adoración
es vivir agradando al Señor (Fil.1:21), hagamos lo que hagamos, en cualquier lugar no solo cuando entonamos cantos
en la Iglesia: sea que oremos, diezmemos y ofrendemos, que alabemos, que sirvamos en la iglesia, en nuestro
trabajo, en nuestra casa, etc. Sin embargo si hablamos del aspecto devocional, entendemos que expresándonos en
alabanza musical al Señor nos lleva a la adoración en cántico musical (Sal.100:1­2).

DESARROLLO
I.­ EL TRATO DE DIOS ANTES DEL NUEVO PACTO
a) Con Adán (Ge.4:2­10)
Al salir del huerto Dios le requiere a Adán y su familia, obediencia y altar mediante los cuales tendría comunión con Él.
b) Con la Humanidad (Ge.6:11­22)
Después del diluvio, el Señor da la oportunidad de tener comunión con Él a Noé y sus descendientes, utilizando los
mismos medios: obediencia y altar.
b) Con Israel (Sal.105:6;Ge.32:28;Nm.12:1,7­8)
Dios elige de entre la Humanidad a un hombre que sería llamado Abraham (padre de multitudes). De Abraham vendría
Israel y de él la simiente que venció al enemigo: el Señor Jesucristo. Sin embargo, para preparar a este pueblo que
debía ser el testigo de Dios a las naciones y sobre el cual el Mesías reinaría, Dios envía a Moisés.
b.1) La Ley de Moisés (Ex.24:12)
El Señor le da los estatutos y ordenanzas necesarios a Moisés para hacer del pueblo de Israel el pueblo que agradara a
Dios y se constituyera en una Nación con una conducta especial entre las naciones del mundo. Esos eran los
propósitos de la Ley escrita por el dedo de Dios en tablas de piedra (Ex.31:18). Contenía leyes y ceremonias
específicas para acercarse a Dios (Ex.21:1) las cuales eran muy solemnes (Ex.19:13). De hecho al pueblo de Israel la
manifestación de Dios los hacía temblar de miedo, por lo que prefirieron un intermediario para que Dios les hablara
(Ex.20:18­19).
Entre los mandamientos dados por Dios se encontraba el que prescribía que no cualquiera podía entrar al Su
santuario. Este santuario es denominado el Tabernáculo de Moisés. En él sólo podían servir determinadas personas,
elegidas por Dios, las cuales debían llenar ciertas condiciones, por ejemplo:
b.2) De la Tribu de Leví (Dt.10:8)
Ninguna persona que perteneciera a tribu diferente a la de Leví podía ministrar en el atrio del tabernáculo (Nm.16:8­
9). Al pueblo sólo se le permitía imponer manos en algunas ofrendas (Lv.4:13­15), pero todas debían entregarlas a los
levitas para que ellos las llevaran al atrio ante el Señor (Lv.4:16).
Esto es tremendo: había que nacer en la tribu de leví para entrar al Tabernáculo.
b.3) De la Familia de Aarón (Ex.28:41,43)
Los sacerdotes eran designados de entre los levitas, pero debían pertenecer a la descendencia de Aarón. Ellos
ministraban en el Lugar Santo.
b.4) El Lugar Santísimo: Ingreso Una Vez al Año por el Sumo Sacerdote (He.9:25)
En el Lugar Santísimo se ubicaba el Arca del Pacto que representaba la presencia de Dios; no era permitido verla
(Nm.16:40;Ex.40:3;1º.Sm.6:19). Allí Dios manifestaba su gloria (Ex.40:34). De entre los hijos de Aarón Dios escogió
al Sumo Sacerdote (Nm.21:1,10). Era el único al que le permitía Dios ingresar al Lugar Santísimo pero solamente una
vez al año para que no muriera (Ex.17:12­13). Este acontecimiento era anhelado por el pueblo fiel de Israel, ya que al
salir el Sumo Sacerdote de ese lugar, traía la bendición directa de Dios con las palabras: ¡Paz a Vosotros!
(Ex.30:10;Lv.16:34), significaba que sus pecados eran perdonados. No les eran quitados, solo se cubrían, hasta
que viniera el Cordero de Dios que quita el Pecado del mundo (Jn.1:29).

II. El Rey David


a) El Dulce Cantor de Israel (1º.Sm.23:1)
El rey David penetró en una burbuja de gracia (favor de Dios) en medio de la rigurosa Ley Mosaica. A él, como a los
demás israelitas que no cumplían con los requisitos establecidos por Dios, no le correspondía ninguno –ni uno­ de los
privilegios levíticos. Sin embargo David comió del pan consagrado de los sacerdotes (Lv.24:5­9;1º.Sm.21:6), e ingresó
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al Lugar Santísimo (2º.Sm.6:17), y no murió (2º.Sm.6:18). Además tuvo un papel preponderante en la forma de
acercarse a Dios: la alabanza con libertad. David es tipo de Cristo (Is.11:1), y en Él es tipo de la Iglesia. Veamos
algunas características de David, las cuales literalmente no le favorecían para ministrar en el tabernáculo, pero
espiritualmente contienen un mensaje en parábola de la bendición de Dios para todos nosotros:
a.1) De la Tribu de Judá (Mt.1:1­6)
David pertenecía a la tribu de Judá. Judá viene del hebreo Yhuwdah que significa alabanza. Esto nos enseña que el
conjunto de personas a los que Dios le puso un canto nuevo en la boca, alabanza a nuestro Dios (Sal.40:3) es el que sí
le puede alabar.
a.2) De la Familia de Isaí (1º.Sm.16:1)
Isaí es descendiente de Booz (figura de Cristo) quien redimió (rescató) a Ruth (la Iglesia) la moabita (Rut.4:5,9­
10,13,17). Moab es la Tierra de maldición (el mundo, Egipto) de donde nos sacó el Señor.
a.2.1) El Octavo Hijo (1º.Sm.16:10­11)
El número 8 en la Biblia nos refiere a Cristo: resucitó el siguiente día del séptimo, del sábado, el octavo (Mr.16:1­2).
Nosotros estamos siendo hechos a la imagen del Hijo (Ro.8:29). Él es nuestra cabeza (Col.1:18). Traspasó los cielos
hasta el Lugar Santísimo celestial (Ef.4:10) y rompió el velo que nos impedía el acceso al ese Lugar Santísimo
(He.10:20).
a.2.2) Pastor de Ovejas (1º.Sm.16:11)
David fue un pastor fiel. Nuestro Señor Jesucristo es el gran Pastor de nuestras almas (He.13:20;1ª.Pd.2:25).
a.2.3) Derrotó a Goliat (1º.Sm.17:48­51)
Goliat es figura del gigante (faraón, diablo) que viene en contra del pueblo de Dios pero nuestro David (Cristo) lo
derrotó (Lc.11:22;Jn.16:33).
a.2.4) Reinó en Israel y Judá (2º.Sm.5:5)
Al reinar sobre Israel y Judá, se constituyó como rey a la manera de Cristo quien reina sobre un nuevo pueblo formado
por judíos y gentiles que le aceptaron (Ef.2:14) y lo hace con amor, con un corazón de pastor.
a.3) El Arca del Pacto Estaba en su Casa: El Lugar Santísimo (2º.Sm.6:17;1º.Cro.16:1)
Denominado en la Biblia el “Tabernáculo de David” (Am.9:11). Tenía un atrio constituido por la Ciudad de Jerusalén,
un Lugar Santo por la casa de habitación de David y el Lugar Santísimo, el tabernáculo construido en el jardín de su
casa donde se encontraba el Arca del Pacto. David entraba a la presencia de Dios todos los días si quería. ¿Por qué no
murió al entrar donde estaba el Arca? Por que era un hombre conforme al corazón de Dios (1º.Sm.13:14), fallaba
pero anhelaba agradar al Señor (Sal.51:10­11). Hoy, igual que David, podemos entrar al Lugar Santísimo a alabarle,
porque hay libre acceso a Su presencia (He.9:8 y 10:20); está en nuestra casa “¿no sabéis que vuestro cuerpo es
templo y morada del Espíritu Santo?” (1ª.Co.6:19) es sólo que nos decidamos a actuar.

III.­ EN EL NUEVO PACTO – LA IGLESIA ­ (1ª.Pd.2:9­10)


Como vimos David es figura en primer lugar del Señor Jesucristo y en segundo lugar de nosotros, la Iglesia. Lo que él
hizo para expresar su alabanza al Nombre del Señor lo hizo por la gracia, en medio de la Ley Mosaica. Nosotros
vivimos en la gracia (no en una burbuja de gracia) por lo que aplica a nosotros lo practicado por David.
La Biblia narra algunas de las formas en que David expresaba su alabanza al Señor. Hay muchas formas y maneras
externas de alabar el nombre del Señor, pero la única interna que debe prevalecer es la de un corazón contrito y
humillado (Sal.51:17) por que nuestro Dios observa primero a la persona (condición interna, la motivación) y después
su ofrenda (condición externa, el cuerpo) (Ge.4:2­10).

IV. EXPRESIONES DE ALABANZA


Hablamos de expresiones porque la alabanza debe empezar en nuestro espíritu, motivada por el Espíritu Santo
(Fil.2:13), luego trascender a nuestra alma (Sal.103:2) para mostrarse finalmente en el cuerpo (Sal.63:3). Es claro
que no hablamos de ceremonias, ritos ni cosa parecida, las cuales alcanzan el cuerpo al ser convencido el intelecto,
sino que es tributar homenaje al Señor con todo nuestro ser (Sal.103:2), espíritu, alma y cuerpo (1ª.Tes.5:23),
manifestando de esa forma la gratitud y la alegría de nuestra liberación de la esclavitud del pecado (Ex.15:20­
21;Sal.101:1).
Por ello son expresiones de alegría y no motivaciones para estar alegres (Stg.5:13).
a.1) Con Cántico Nuevo (Sal.40:3;144:9).
Nosotros tenemos cántico nuevo por que hemos pasado de muerte a vida, nos han hecho pueblo, nos han derramado
misericordia, nos dieron pacto y nos dieron promesas (He.8:6). Las canciones del mundo son vanas, porque no son
dirigidas a alabar a Dios y reconocer sus bendiciones.
a.1.1) Con Entendimiento (1ª.Co.14:15)
Es dirigir nuestro canto confesando lo que decimos. Para confesar hay que entender por qué y para qué se está
expresando lo que se dice. Por lo tanto, alabar con entendimiento no es repetir de memoria solamente la letra de una
alabanza.
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a.1.2) Cántico Nuevo Espiritual (1ª.Co.14:15)
Este tipo de cántico es aquel en el Espíritu Santo se mueve guiándonos para expresar nuestra alabanza en lenguas.
a.2) Con Gritos (Sal.118:15)
Dar gritos no tiene una forma específica, pero si aplicamos el entendimiento a los gritos es mejor. La Iglesia
regularmente cuando se le invita a que de gritos dice solamente ¡Uuuuuuh¡. Gloria a Dios por ello pero hay más. El
grito es como una porra en el Señor: tiene un contenido. Los ejemplos son mejores para la didáctica:
1) De Guerra (Jue.7:20). 2) De Júbilo (Esd.3:11­12). 3) De Victoria (Sal.136:1,17­18). 4) De Alabanza (Sal.66:8b).
a.3) Palmeando (Sal.47:1). Palmear del hebreo taga que significa entre otras cosas, resonar, palmada (las manos
juntas) y aplauso. Entendemos que incluye el acompañar nuestros cantos con las palmas así como dedicar aplausos en
honor a Él, porque aplaudir significa tributar admiración a quien se dirigen los aplausos. Nosotros se los dirigimos a
Dios, nuestro Admirable Consejero (Is.9:6).
a.4) Alzando las Manos (Sal.134:2)
a.5) Con Algarabía (1º.Cro.13:8;15:16). Dios es un Dios de orden (1ª.Co.14:40), y el orden de la algarabía es 1º)
La libertad plena del Hijo y del Espíritu Santo en nosotros para bendecir al Padre (Hch.3:2­4). 2º) Que hay momentos
para todo (Ecl.8:6), por lo que el momento de alabar y adorar hay que alabar y adorar. En el momento de orar, hay
que orar y no invertir las actitudes. 3º) Hacer o no tal o cual cosa, para impresionar a la gente, sino para el Señor
(2º.Sm.6:20­23). 4º) Es no valorarnos nosotros mismos más allá de lo debido para no dejar de alabar a Dios con
libertad (2º.Sm.6:22). Cuando lo hacemos recordamos que estábamos muertos en delitos y pecados (Ef.2:1),
esperando la condenación (Mt.23:33) y que Dios nos dio perdón y vida (Col.2:13), por lo que no debemos escatimar
ningún esfuerzo personal para bendecir su Santo Nombre (2º.Sm.6:22).
a.6) Con Danzas (Sal.149:3;150:4) Las danzas (He.=machowl) expresan el gozo de un corazón agradecido. A
través de ella confesamos que Dios es el Señor también de nuestro cuerpo.
a.7) Con Baile (Sal.30:11). Es la misma expresión mencionada anteriormente. La diferencia práctica que se puede
indicar a manera para didáctica, es que la danza es un movimiento aprendido, rígido, acompasado y uniforme, y el
baile es un movimiento rítmico libre, espontáneo.
a.8) Con Corro (Ex.15:20;Jer.31:13). Es danzar o bailar para el Señor tomados de las manos, con compañía
(mchowlah) realizando figuras o dando vueltas todos juntos. La danza, el baile y el corro deben ofrecerse con
prudencia, sin golpear o agredir a los hermanos que a nuestro lado también bendicen al Señor.
a.9) Con Salmos y Cantos Espirituales (Col.3:16). Significa aquellos cantos que alaban y confiesan su Nombre.
a.10) Silbidos (Is.5:26). En hebreo es Sharaq, silbar, sisear, rechiflar. Su uso es llamar o despreciar. En el verso
visto, el Señor lo usa para llamar, para reunir. El pasaje nos enseña que nuestro Dios silba, si Él lo hace nosotros
también pero para expresar alegría de que Él sea nuestro Dios y de nuestra reunión con Él (Sof.3:19; 2ª.Tes.2:1).
a.10) Con Saltos (Sal.114:4;Hch.3:2­8). Del hebreo Raqad=saltar sobre (salvajemente ­fuertemente­ o por
gozo), salto, brinco. En el Salmo 68:3 dice “más los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de
alegría”; es exultarse de gozo hasta llegar a saltar.
a.11) Remolineando (2º.Sm.6:14,21). Del hebreo Karar=Es dar vueltas, giros, con rapidez.
a.12) Meciendo Nuestros Brazos (Ex.29:24) (He.Nuwph=alzamiento, mover, ofrecer, enviar) Mecer nuestros
brazos es ofrecernos al Señor, diciéndole ¡Yo soy tuyo Señor!
a.13) Con Todo Tipo de Instrumentos: De Cuerda, Viento y Percusión (Sal.150:3­6).
a.14) Con Banderas (Ex.17:15)
Las banderas son símbolos que significaban, entre otras, a qué tribu se pertenecía (Nm.1:52), indicaba quién era su
jefe (Ejemplo: Nm.2:3), también la posesión de un territorio (Nm.2:2), etc. Todo ello lo indicamos con banderas,
primero en nuestro corazón (Cnt.2:4) y después con las literales.

IV. ALGUNOS PROPÓSITOS DE LA ALABANZA


a) Reconocer las Grandeza de Dios (Sal.66:2; Ef.1:5­6).
b) Para Pelear Espiritualmente (Jue.1:1­2).
c) Para Expresar Nuestro Gozo (Stg.5:13).

CONCLUSIÓN
Dios es el Creador de todo cuanto existe (Ge.1:1), lo cual significa que Él es el original, por lo que no debemos
dejarnos engañar por el enemigo (Apc.12:9a) en que el mundo se está infiltrando a la Iglesia. Hechos 2: nos enseña
que el Tabernáculo de David que cayó (espiritualmente) después de la muerte de David, Dios lo ha levantado
(espiritualmente) en estos últimos días. Una de sus manifestaciones es que los que están llenos del vino del Espíritu
Santo (Ef.5:18) se expresan alabando a Dios sin importar en lo absoluto qué digan y quién este a su alrededor con tal
de bendecir el nombre del Señor (2º.Sm.6:16). Atendamos la invitación que nos hace la Biblia “Gócense y alégrense
en Ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación, Jehová sea enaltecido” (Sal.35:27, RV60).

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