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Cara Sucia, 1980

El saqueo de un importante sitio prehispánico de la costa


occidental de El Salvador y la intervención del Estado

Sébastien Perrot-Minnot

Introducción actualidad, por los daños infligidos


por la actividad humana.

E n la cálida y apacible costa oc-


cidental de El Salvador, en el
departamento de Ahuachapán y la
La plaza central del sitio está ro-
deada por una acrópolis de 50 m x
60 m (la estructura más importante
jurisdicción de San Francisco Me- de Cara Sucia; Figura 3), la pirámi-
néndez, a 12 km de la frontera con de principal (de 13 m de altura) y el
Guatemala, descansan los vestigios Montículo 12, que alcanza los 3 m.
de Cara Sucia, uno de los mayores Al sureste de la pirámide princi-
centros precolombinos de El Salva- pal se yergue otra, de 5 m de altura
dor, declarado Monumento Nacio- (el Montículo 14), mientras que al
nal por la Asamblea Legislativa en oeste del centro monumental, tres
1976 (Figura 1). montículos paralelos han sido in-
En un breve reconocimiento terpretados por Boggs (1976,p. 39)
efectuado en el sitio en 1967, Stanley como un juego de pelota doble, pero
Boggs (1976) levantó un mapa pre- estamos de acuerdo con Haberland
liminar donde se reportan 31 mon- (1991,p. 10) para poner en duda di-
tículos (Figura 2). De estos apenas cha interpretación.
diecisiete permanecen visibles en la A 60 m al sureste de la acrópo-

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lis, sin embargo, se aprecian los dos Cara Sucia alcanzó su apogeo
montículos (16 y 17) de un indiscuti- durante el Clásico Tardío (600-900 d.
ble juego de pelota de 40 m de largo. C.), bajo el impulso de la cultura de
La arquitectura monumental de Cotzumalguapa. Los mayores cen-
Cara Sucia es de tierra y adobe, con tros conocidos de esta entidad (Bil-
revestimiento de cantos rodados bao, El Baúl) están en la zona de San-
sacados del cercano río Cara Sucia. ta Lucía Cotzumalguapa (costa pací-
Las superestructuras eran de barro fica central de Guatemala), pero la
y bahareque. El sitio parece haber cultura de Cotzumalguapa se exten-
contado con un ingenioso sistema dió a grandes partes de la costa sur
de tubería de cerámica para drenar y las tierras altas de Guatemala, y a
el agua (Amaroli 1984:,p.15). las partes adyacentes de El Salvador
Las raíces del asentamiento hu- (Parsons 1967-69; Chinchilla 1996;
mano en Cara Sucia son profundas. Perrot-Minnot 2006b). Se distinguió
Aunque existió una pequeña comu- especialmente por una prolífica pro-
nidad desde inicios del Preclásico ducción escultural que muestra un
Medio (800-500 a. C.), el primer gran estilo particular y una iconografía
florecimiento cultural se hizo sentir enfocada a temas mitológicos, ritua-
en el Preclásico Tardío (500 a. C.-200 les y guerreros. De las cuatro escultu-
d. C.), talvez bajo la influencia de la ras monumentales —todas, del estilo
zona de Chalchuapa; una ocupación de Cotzumalguapa— reportadas en
de este período ha sido evidenciada Cara Sucia ganó una notable fama el
en varios otros sitios del litoral: Cara «disco del jaguar» (Figura 4), un pro-
Sucia, La Caseta, Tacachol, Agua- bable altar que se ha vuelto el símbo-
chapío, Guayapa y La Palma (Ama- lo de instituciones estatales y priva-
roli 1987, 1996, p. 11; Perrot-Minnot das (Perrot-Minnot y Paredes 2006).
2006a). Paul Amaroli (1987) se refie- Cara Sucia es el mayor centro
re, para el Preclásico Tardío, a la fase Cotzumalguapa que se conoce en
«Tacachol». la costa occidental de El Salvador;
El Clásico Temprano (200-600 varios sitios secundarios (como La
d. C.) ha sido poco documentado; Caseta, La Cancha, Aguachapío,
la primera parte del período parece Nueva York, El Chino y La Palma)
caracterizarse por una relativa des- debían estar bajo su dominio. Ama-
población y reorganización del asen- roli (1987) dio el nombre de «fase Ta-
tamiento. masha» al complejo cultural que flo-

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reció en el Clásico Tardío. El sitio de de la visita de Santiago Barberena) y
Cara Sucia estuvo abandonado en el 1980, y cuál era el estado de conser-
siglo x, tal vez como consecuencia de vación del sitio antes de la reforma
invasiones mexicanas (¿pipiles?). agraria, se abordarán las causas y ca-
Desde 1982, la zona arqueoló- racterísticas del saqueo, así como sus
gica está protegida dentro de los consecuencias en la preservación y
límites de un parque nacional de comprensión de los vestigios. Luego
74 hectáreas. Rótulos puestos en la se presentarán y analizarán las pri-
Carretera del Litoral invitan a los tu- meras intervenciones de la Adminis-
ristas a descubrir las ruinas de Cara tración del Patrimonio Cultural del
Sucia; estas, sin embargo, yacen de- Gobierno de El Salvador para garan-
bajo de una densa vegetación, que tizar la protección de las ruinas.
esconde también tristes cicatrices,
heridas abiertas y una enorme canti-
dad de tiestos de cerámica, fragmen- Cara Sucia, de 1892 a 1980
tos de obsidiana y objetos de piedra
esparcidos... y es que, aparte de las En 1892, el historiador Santiago Bar-
destrucciones causadas por los tra- berena (1966, p.248) reportó «un her-
bajos agrícolas hasta los años 1970, mosísimo disco de piedra, represen-
el sitio sufrió un trágico saqueo en tativo del sol» hallado «cerca de la
1980 (Figuras 6, 9, 10, 11), cuando la aldea Cara Sucia». Llevado por Bar-
antigua hacienda fue desmembrada berena al Museo Nacional, en San
en virtud de la reforma agraria orde- Salvador, el monumento no tardaría
nada por la Junta Revolucionaria de en agudizar la curiosidad de los cír-
Gobiernro. culos científicos.
Tuve la oportunidad de apreciar Atilio Peccorini mencionó más
las secuelas de las depredaciones al esculturas en Cara Sucia en sus Apun-
dirigir varias investigaciones (inclu- tes sobre la arqueología del Salvador
yendo una prospección geofísica, (1913). Este remoto rincón del terri-
reconocimientos y excavaciones) en torio nacional estaba entonces reves-
el sitio de Cara Sucia desde 2004 (Fi- tido por «una selva casi virgen [...]»
guras 7, 8). En 1915, Herbert Spinden, en el
Tras recordar cuales fueron las marco de una síntesis de la arqueo-
principales investigaciones realiza- logía de El Salvador, señaló la exis-
das en Cara Sucia entre 1892 (año tencia de «importantes montículos»

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cerca del cantón Cara Sucia, y publi- cerámica y unos montículos», agre-
có el disco de piedra, comparándolo gando que «aparentemente, los ob-
con las esculturas de Santa Lucía Co- jetos de piedra se relacionan con los
tzumalguapa (Spinden 1915:p. 450). de Cara Sucia».
Algunos años más tarde, Jorge La década siguiente marcó el ver-
Lardé (1926, p. 215) y Samuel K. Lo- dadero inicio de los reconocimientos
throp (1926, p. 322) evocaron a su vez en la costa occidental. En 1954, Franz
las esculturas y el sitio arqueológico Termer y Wolfgang Haberland re-
de la Hacienda Cara Sucia. Informa corrieron la costa de Ahuachapán,
un manuscrito conservado entre los teniendo un interés particular por
archivos de la extinguida Adminis- el sitio de El Cajete, que considera-
tración del Patrimonio Cultural (s. ban «azteca» (Termer 1963). Habían
f.) que «esculturas monumentales de planeado visitar Cara Sucia, sin em-
este sitio fueron llevadas alrededor bargo, los dueños de la hacienda les
de los años 1920 a Ahuachapán por negaron la entrada (Haberland, co-
los dueños de la propiedad, y sub- municación personal, 2005).
siguientemente regaladas al Dr. Or- En 1967, Stanley Boggs efectuó
lando De Sola y al Dr. José Cepeda el primer reconocimiento y mapeo
Magaña, ambos de San Salvador». del sitio, analizando además las es-
En 1933, Lothrop publicó los dibu- culturas, que comparó con las de
jos de tres esculturas de Cara Sucia, Santa Lucía Cotzumalguapa (Bo-
para compararlas con un monumen- ggs 1976 y fichas). Escribió que «en
to de la región del lago Atitlán, en tiempos más recientes […] ni hallaz-
Guatemala; el autor parece atribuir gos y exploraciones han sido dados
las piezas de Cara Sucia a los mayas a conocer, básicamente porque los
pokomam (Lothrop 1933, pp. 85-86, dueños de Cara Sucia se han opues-
fig. 52). to, sensatamente, a la explotación
John Longyear (1944, p. 75), en de las ruinas por aficionados y bus-
su panorama arqueológico de El Sal- ca-tesoros; como consecuencia, los
vador, dio una muy breve descrip- descubrimientos modernos de arte-
ción de las ruinas de Cara Sucia, y se factos o utensilios han sido escasos
refirió igualmente al cercano sitio de y fortuitos, revelaciones producidas
La Caseta así como a El Cajete (ibid.: por los trabajos agrícolas en terrenos
p. 9), una isla de los esteros donde alrededor del sitio nuclear». (Boggs
reporta «objetos de piedra tallada, 1976, p.37).

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Con respecto al material arqueo- de la reforma agraria… En los años
lógico apreciable en la superficie del 1960 y 1970, esta parte del terreno de
sitio, Boggs (1976, p.43) libró infor- la Hacienda Cara Sucia estaba culti-
maciones escuetas aunque intere- vada con algodón. La siembra de la
santes porque eran anteriores al gran plantación y la apertura de la Carre-
saqueo: «La mayor parte de la cerá- tera del Litoral, en la década de 1960,
mica de Cara Sucia todavía queda fueron precedidas por la masiva tala
enterrada, a juzgar por su escasez en del bosque que cubría esta parte de
colecciones o en la superficie del si- la costa.
tio. Cuando visité esta ruina en 1967, Amaroli (1984, p.15) explica que
no encontré ningún fragmento de «en Cara Sucia, según entrevistas
utensilios antiguos, y hasta la fecha con antiguos trabajadores, la maqui-
he visto solamente tres vasijas de ba- naria que se ocupó en remover tron-
rro y cuatro instrumentos de viento cos de las ruinas dañó las fachadas
musicales, supuestamente del sitio, de los edificios y destruyó centena-
en colecciones de antigüedades par- res de lo que parecen haber sido pla-
ticulares. Una de las vasijas obser- taformas de casas». Según el mismo
vadas posee la forma típica de una autor, los muros que delimitaban las
clase de cerámica del Posclásico Tar- áreas terminales del juego de pelota
dío, mientras que las otras dos per- fueron derribados por un tractor en
tenecen a tipos y épocas todavía no los años 1970 (Amaroli 1987).
definidos por la escasez de material Sabemos, por las informaciones
comparable. Los instrumentos musi- proporcionadas por antiguos traba-
cales fueron fabricados en moldes y jadores de la finca, que el arado de
probablemente pertenecen al Perío- la algodonera podía alcanzar una
do Clásico Tardío o Posclásico.» En profundidad de 30 cm, algo que
otro artículo (Boggs 1991, Figura 3), pude comprobar en los perfiles de
el investigador norteamericano pu- las excavaciones arqueológicas (Pe-
blica un pito flauta de una colección rrot-Minnot 2006a). A lo largo de los
privada, suponiendo que el objeto años, este profundo arado borró va-
podría haber sido producido en el rios montículos. No obstante, los tes-
área de Cara Sucia. timonios orales indican que la ma-
No obstante, sería erróneo pen- quinaria agrícola no pasaba encima
sar que el sitio estaba en un perfecto de los montículos más importantes
estado de conservación a la víspera

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(la acrópolis, las pirámides, el juego Instituto de Transformación Agraria
de pelota). (ista).
El saqueo desatado por la refor- En Cara Sucia, los terrenos del si-
ma agraria agravaría notablemente tio, que durante tanto tiempo habían
la destrucción del sitio. Provocaría, sido celosamente guardados por los
además, la pérdida de abundantes dueños de la hacienda, se encontra-
piezas arqueológicas, sacadas de ban súbitamente abiertos a todos.
sectores cuidadosamente elegidos Obviamente, entre la población local
por los excavadores ilegales. y nacional, era bien conocida la pre-
sencia en Cara Sucia de los restos de
un importante centro prehispánico.
La reforma agraria y El resultado no se hizo esperar: do-
el saqueo del sitio cenas de personas armadas de palas
y piochas llegaron en busca de teso-
El 15 de octubre de 1979, un grupo ros enterrados, lo que provocó «uno
de militares encabezado por el co- de los peores episodios de saqueo
ronel Adolfo Majano derrocó al pre- arqueológico conocido para El Sal-
sidente y general Carlos Humberto vador» (Amaroli 1996: p. 9).
Romero e instituyó una Junta Revo- Tuve acceso a varias fuentes para
lucionaria de Gobiernro. En marzo conocer mejor las características del
de 1980, en medio de una creciente saqueo de Cara Sucia: las informacio-
violencia política y de una princi- nes proporcionadas por el arqueólo-
piante guerra civil, la Junta decretó go Paul Amaroli (1984, 1987, 1996
una reforma agraria, con el objetivo entrevistas a la prensa y comunica-
de quitar peso a la guerrilla izquier- ciones personales), que realizó exca-
dista (Flores 1998). Se ordenó así la vaciones en el sitio en 1982- 1983; los
expropiación y entrega a coopera- reportes de Manuel López, que efec-
tivas de toda propiedad privada de tuó inspecciones en Cara Sucia, en
más de 500 hectáreas, una medida 1980, por parte de la Administración
que tocó 238 latifundios, entre ellos, de Patrimonio Cultural; los trabajos
la Hacienda Cara Sucia (en posesión de campo (prospección geofísica,
de la familia Salaverría). Para ejecu- reconocimientos, excavaciones) que
tar esta ambiciosa reforma agraria, dirigí en Cara Sucia desde 2004 y los
se creó una entidad específica, el testimonios de habitantes de la zona

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Cara Sucia (incluso en el pueblo zaron más de 5 mil hoyos de saqueo,
fronterizo guatemalteco de Ciudad de los cuales unos 3 mil fueron relle-
Pedro de Alvarado, situado a 12 km nados por los arqueólogos. En 2004,
de Cara Sucia, conocí a un maestro el mapa magnético de la parte cen-
que recordaba el saqueo del sitio de tral del sitio reveló una constelación
Cara Sucia). de agujeros (Figura 10; Perrot-Min-
El saqueo en Cara Sucia fue par- not et al. 2005:pp. 23-25). Muchas de
ticularmente intenso durante los las excavaciones ilícitas siguen visi-
cuatro o cinco meses que siguieron bles, como mudos testimonios de un
la confiscación por el Estado de la destructor empeño. Según las infor-
Hacienda Cara Sucia. Según relatos maciones orales que pude colectar
escuchados por Amaroli, un cierto entre la población actual de Cara Su-
día, hubo hasta 600 personas perfo- cia, los saqueadores excavaban ge-
rando el sitio (ver el artículo «Cara neralmente hasta una profundidad
Sucia, el paraíso que dejó de serlo», comprendida entre 80 cm y 1 m.
publicado por Carmen Molina Ta- El saqueo fue masivo pero no
macas en el periódico digital El Faro, ciego. Los “buscatesoros” concen-
27 de marzo de 2006). traron sus esfuerzos en las partes
¿Quiénes eran los depredado- planas del centro monumental y sus
res? La pregunta es compleja. Natu- alrededores (Figuras 9, 10), donde,
ralmente, había gente del pueblo y según los rumores que circulaban,
de la Hacienda Cara Sucia; pero apa- se situaban los entierros. Excavaban
recieron también personas de otras en particular la base de las escalina-
partes, como lo indica el reporte de tas de los edificios, con la esperanza
una visita de Manuel López (1980): de hallar tumbas o escondites (Fi-
«Nos dicen [el técnico agrícola y el gura 11). López (s. f.), sin embargo,
Presidente de la Cooperativa Cara señala también algunos huecos en-
Sucia] que la mayoría de las perso- cima de los montículos. Lamenta-
nas que llegan últimamente no son blemente, los saqueadores ubicaron
de los alrededores y por lo tanto su muchos entierros con ofrendas así
control es más difícil dada las condi- como depósitos rituales y extrajeron
ciones actuales por las que atraviesa una enorme cantidad de objetos que
el país». incluían vasijas, urnas, incensarios,
En 1983, Amaroli (1984:p. 16) y figurillas, pitos, tubos que formaban
su colega Manuel Murcia contabili- líneas de drenaje, cuentas de jade y

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hasta esculturas del tipo «hachas»,
que estaban asociadas al juego de La intervención de la
pelota (Amaroli 1984: pp.15-16 y el Administración del
artículo precitado de Carmen Moli- Patrimonio Cultural
na Tamacas). Los fragmentos consi-
derados sin interés terminaban tira- Las masivas depredaciones conlle-
dos a la orilla de los hoyos. vadas por la reforma agraria en Cara
Muy poco se sabe de los parade- Sucia y otros sitios arqueológicos
ros de las piezas sustraídas, pero ob- del país alarmaron a las autoridades
viamente, buena parte salió del país. oficiales y las condujeron a ordenar
López (s. f.) informa que «se hablaba una colaboración entre el ista (Mi-
de compradores de piezas que llega- nisterio de Agricultura y Ganadería)
ron de Guatemala y que pagaban las y la Administración del Patrimonio
piezas directamente en quetzales a Cultural (Ministerio de Educación
los excavadores —con esto podemos Pública) para salvaguardar el legado
estar seguros de que una gran ma- prehispánico.
yoría de las piezas que fueron extraí- Se creó una comisión biministe-
das durante el tiempo que duró este rial y se elaboró un proyecto de emer-
saqueo han salido fuera de nuestras gencia de rescate de sitios arqueoló-
fronteras […]». Otras antigüedades gicos situados en las propiedades
acabaron en grandes colecciones adquiridas para la realización de la
privadas de El Salvador o se queda- reforma agraria (un anteproyecto
ron, como recuerdos o adornos, en fue presentado desde mayo de 1980
las casas de los saqueadores. Pero por la arquitecta Claudia Allwood).
un documento ya mencionado de la El plan distinguía tres categorías de
Administración del Patrimonio Cul- lugares arqueológicos; a la prime-
tural (s. f.) asegura también que cier- ra categoría pertenecían las ruinas
tas piezas saqueadas fueron decomi- «de considerable extensión y altura
sadas por el Departamento de Ar- de sus estructuras, dependiendo en
queología de dicha Administración. parte de su conservación como del
Esta intervino progresivamente, por valor turístico potencial que incluye
varias medidas, para poner un fin a antigüedad y accesibilidad al sitio».
la trágica depredación de Cara Sucia Las autoridades consideraron como
y salvar lo que se podía de la infor- prioritaria la protección de los sitios
mación arqueológica. de San Andrés (La Libertad), Quele-

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pa (San Miguel) y Cara Sucia. Hasta que es patrimonio de todos los sal-
se opinaba que «después de Chal- vadoreños así como también expli-
chuapa, es probable que Cara Sucia carles sobre la autoridad legal que
sea el sitio de mayor importancia en existe para la debida protección del
la república» (Administración del sitio». Los funcionarios de arqueolo-
Patrimonio Cultural, s. f.). gía tuvieron dificultades para comu-
En 1980, la Administración del nicarse con el ingeniero del ista en-
Patrimonio Cultural —fundada cargado de la Hacienda Cara Sucia,
en 1974— ya tenía experiencia en pero establecieron buenas relaciones
la conducta de grandes proyectos con el técnico agrícola y el presiden-
arqueológicos de salvamento. La te de la cooperativa, quienes asegu-
práctica de los rescates se había de- raron que «han tratado de evitar en
sarrollado considerablemente en la medida de sus posibilidades que
la década de 1970 (cf. Cobos 1995). el sitio siga siendo saqueado por las
Cabe mencionar, especialmente, el personas del lugar».
rescate que se llevó a cabo en el em- Durante sus visitas, López y
balse Cerrón Grande, en 1974-1976, sus asistentes trataron de tener una
previamente a la construcción de la idea de la magnitud del saqueo y
presa hidroeléctrica del Río Lempa de las destrucciones causadas. No
(Fowler 1977). pudieron esconder, en los reportes,
Manuel López realizó visitas la profunda lástima que sintieron.
preliminares y reconocimientos en «Nos pudimos dar cuenta que el sa-
Cara Sucia, acompañado por dos queo alcanza proporciones que ca-
asistentes del Departamento de Ar- talogué de ‘gigantescas’ tal vez por
queología: Manuel Méndez y Ma- la impresión que me causó observar
nuel Murcia. Inevitablemente, se en- las grandes cantidades de huecos de
contraron con saqueadores. Cuenta saqueo hechas a 360º a la redonda
López (1980): «El día 30 de septiem- así como también ver los millares
bre nosotros sorprendimos a 3 o 4 de fragmentos de cerámica espar-
personas que en esos momentos se cidos en los alrededores de cada
encontraban trabajando en profun- hueco abierto en la superficie.»Ya
dizar los huecos del saqueo anterior parecía tan lejana la época donde
y abrir nuevos; traté de explicarles Stanley Boggs visitó un sitio celosa-
de la mejor manera posible los da- mente vigilado y que casi no deja-
ños que ocasionan al tesoro nacional ba ver materiales en la superficie…

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Los inspectores de arqueología tural formularon varias recomenda-
exploraron y midieron el sitio de ciones, en particular:
Cara Sucia, en la perspectiva de las - la realización de un levanta-
futuras excavaciones de salvamento miento topográfico del sitio
y de la creación de un Parque Nacio- de Cara Sucia;
nal. Además, colectaron cerámica y - la localización precisa de
lítica en dos sectores del sitio: al nor- todos los hoyos de saqueo,
te de la Acrópolis y al este del jue- para evitar confusiones en la
go de pelota. El material fue lavado, interpretación de futuras ex-
marcado, dibujado y analizado en cavaciones arqueológicas;
un laboratorio instalado en el Teatro - la recolección ordenada del
Nacional de Santa Ana; López (s. f.) material sacado de los hue-
informa que «en el material reco- cos ilícitos;
lectado y parcialmente restaurado - el rellenado de los huecos;
pueden verse algunos estilos clara- - la contratación de vigilantes;
mente pertenecientes al Período Clá- - la creación de un Parque Na-
sico Temprano con una gran abun- cional cercado;
dancia, con relación al número total - la realización de excavacio-
de fragmentos, de cerámica negra nes arqueológicas;
esgrafiada, blanca con soportes ma- - la promoción del desarrollo
miformes, batik usuluteco y también turístico de Cara Sucia.
se observan algunos fragmentos de
Copador Polícromo y un pequeño Resulta interesante la preocupa-
fragmento del grupo Salua». ción por este último aspecto, en el
López, Méndez y Murcia apro- difícil contexto de la guerra civil, la
vecharon sus visitas a Cara Sucia violencia política, la desestabiliza-
para examinar igualmente el sitio de ción de las instituciones y del con-
Guayapa, que dista de Cara Sucia de secuente aislamiento del país con
una decena de kilómetros (López s. respecto a las grandes rutas turísti-
f.). El lugar, registrado en los años cas. Asevera un archivo de la Admi-
1970 y ubicado en otra hacienda in- nistración del Patrimonio Cultural
tervenida por el ista, posee una pirá- (s. f.) que «para el pequeño pueblo
mide cónica de 9 m de altura. del mismo nombre [Cara Sucia], en-
Los informes entregados a la tre el sitio y la carretera, así como
Administración del Patrimonio Cul- para los campesinos subempleados

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del vecindario, la adquisición de las documentaron muchos hoyos de sa-
ruinas y el desarrollo de un proyecto queo (Figura 11).
arqueológico a largo plazo ayuda- El Estado, entonces, había logra-
rán tremendamente la economía de do poner fin a uno de los capítulos
la comunidad. También, el sitio está más oscuros de la historia del Patri-
cerca del Océano Pacífico, al proyec- monio salvadoreño —y más gene-
to turístico de Bola del Monte, y a dos ralmente, mesoamericano—. Pero
reservas de la fauna y flora natural como lo recuerda Amaroli (1996: p.
del Servicio de Parques Naturales». 9), «a partir de ese tiempo, la depreda-
En 1981 llegaron los vigilantes ción arqueológica ha continuado en otros
solicitados y el año siguiente, el Ser- sitios de la zona».
vicio de Parques Nacionales y Vida
Silvestre y la Administración del Pa-
trimonio Cultural dieron marcha a Conclusión
un programa de conservación de las
ruinas, ahora protegidas dentro de En este artículo, traté de reunir las in-
una reserva estatal. El Decreto Legis- formaciones sobre uno de los peores
lativo nro 761, publicado en el Diario saqueos arqueológicos de la historia
Oficial el 10 de agosto de 1981, pide salvadoreña. Estas informaciones
al ista reservar en todos sus terrenos constituyen un elocuente testimonio
«las zonas de vocación turísticas, así de la triste suerte que pueden espe-
como las de valor arqueológico, his- rar los remanentes del pasado como
tórico y cultural». resultado de la desestabilización de
Jorge Mejía supervisó un proyec- las instituciones estatales, de la falta
to arqueológico de rescate en Cara de control de las autoridades sobre
Sucia en 1981-1982 (Mejía recordó los sitios y de la falta de adecuadas
esta experiencia en una entrevista en estrategias de educación y sensibili-
la Prensa Gráfica del 26 de junio de zación.
2005, una entrevista que el ahora ju- Las lecciones del desastre de
bilado inspector del Departamento Cara Sucia son de actualidad, ya que
de Arqueología concluye recordan- se siguen reportando saqueos ma-
do la importancia de hacer siempre sivos en varios países del mundo.
«una buena promoción de la protec- Siempre es bueno recordar que las
ción patrimonial»). En 1983, Amaro- depredaciones de sitios, al destruir
li (1983, 1987) y Murcia ubicaron y los contextos arqueológicos, borran

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irremediablemente capítulos de la idea clara de las características del
historia nacional; que el tráfico de saqueo resulta ser un verdadero
piezas es un delito penado por leyes rompecabezas, como lo pude expe-
nacionales y convenios internacio- rimentar.
nales; que el Estado tiene la máxima Ha sido también mi intención
responsabilidad en cuanto a la pro- publicar aquí algunos datos que
tección del patrimonio cultural. El encontré en los reportes guardados
artículo 63 de la Constitución de la Re- hoy en el archivo del Departamento
pública de El Salvador (1983) expresa de Arqueología del Consejo Nacio-
que « la riqueza artística, histórica nal para la Cultura y el Arte (con-
y arqueológica del país forma parte cultura). Cara Sucia, a pesar de ser
del tesoro cultural salvadoreño, el uno de los principales sitios pre-
cual queda bajo la salvaguarda del hispánicos de El Salvador, ha sido,
Estado y sujeto a leyes especiales hasta la fecha, relativamente poco
para su conservación» publicado. Los resultados de las pri-
Cabe elogiar aquí la valiente la- meras inspecciones realizadas por el
bor de los funcionarios del Departa- Departamento de Arqueología, en
mento de Arqueología, quienes, tan- 1980, revisten un gran interés cien-
to por sus obligaciones profesionales tífico. Ojalá que un día se recopilen,
como por sus convicciones y princi- en una monografía, las informacio-
pios, lucharon para rescatar lo que se nes logradas en más de un siglo de
podía de los vestigios de Cara Sucia, investigaciones en Cara Sucia.
no obstante las presiones y la difícil Finalmente, a pesar de los tími-
situación que atravesaba el país en dos intentos del pasado, siempre
1980. Son apreciables, además, los haría falta desarrollar un audaz pro-
esfuerzos dedicados a la documen- yecto turístico en Cara Sucia. Los
tación de los pozos de saqueo. argumentos a favor de tal proyec-
Espero que la presente contribu- to, formulados en 1980 por Manuel
ción pueda ayudar a los arqueólogos López, aparecen más válidos que
que en el futuro desearían realizar nunca. Sería valioso, para dar a los
nuevas excavaciones o prospeccio- visitantes una idea de lo que era el
nes geofísicas en Cara Sucia. Em- antiguo resplandor de Cara Sucia,
prender ambos tipos de operaciones y en cierta forma, para volver a dar
en un sitio tan saqueado e interpre- su orgullo a un sitio que ha sido se-
tar los datos arqueológicos sin una veramente ultrajado, que se puedan

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desarrollar los trabajos de restaura-
ción. Hasta ahora solo se restauró Bibliografía
el talud de la terraza que limita la
plaza central al sur (Figura 12); pero Administración del Patrimonio Cultu-
se podría retomar, un día, el ambi- ral, Proyecto de Emergencia de Rescate de
cioso proyecto formulado en 1983 y Sitios Arqueológicos, San Salvador, 1980.
que preveía «como meta inmediata» la
restauración de las estructuras que Monumento Arqueológico Cara Sucia, do-
rodean la plaza (Amaroli 1983). cumento conservado en el Departamen-
to de Arqueología de concultura, San
Salvador (escrito en 1980).
Agradecimientos
Amaroli, Paul. Proyecto Cara Sucia. In-
Quisiera agradecer en particu- forme semanal: 31/01/83-04/02/83, manus-
lar el apoyo del Centro de Estudios crito conservado en el Departamento
Mexicanos y Centroamericanos (ce- de Arqueología de concultura, San
mca, Ministerio Francés de Asun- Salvador, 1983.
tos Exteriores) y de la Embajada de
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laciones Exteriores de El Salvador)
y Federico Paredes (Universidad de Informe preliminar de las excavaciones ar-
Pensilvania). Agradezco igualmente queológicas en Cara Sucia, departamento de
al Departamento de Arqueología de Ahuachapán, El Salvador. Informe entrega-
concultura por haber autorizado do a la Dirección del Patrimonio Cultural,
las investigaciones en su archivo, y San Salvador, 1987.
al Museo Nacional de Antropología
«Dr. David J. Guzmán» (especial- Recursos Culturales del Parque Nacional
mente a su director, el Licenciado El Imposible: Evaluación y Recomendacio-
Gregorio Bello Suazo), por haberme nes. Informe, Green Project, San Salva-
facilitado el acceso a todas las piezas dor, 1996.
de Cara Sucia presentes en sus colec-
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97
Figuras

1. Ubicación de Cara Sucia en El Salvador.


2. Mapa de Cara Sucia, adaptado de Stanley Boggs (1976).
3. Vista a la Acrópolis y la Plaza de Cara Sucia, durante la realización de
excavaciones en 2006.
Foto: Sébastien Perrot-Minnot.
4. El “disco del jaguar” de Cara Sucia, exhibido en el Museo Nacional de Antropo-
logía “Dr. David J. Guzmán” (MUNA), San Salvador. Diámetro: 85 cm.
Foto: Sébastien Perrot-Minnot.
5. Vasija de Cara Sucia conservada en el MUNA.
Foto: Sébastien Perrot-Minnot.
6. Hoyos de saqueo en Cara Sucia.
Foto: Alexis Mojica.
7. Realización de la prospección magnética por la Misión arqueológica
franco-salvadoreña en 2004.
Foto: Richard Vanhoeserlande.
8. Revelación de una estructura anterior durante las excavaciones en
el Juego de Pelota, en 2006.
Foto: Sébastien Perrot-Minnot.
9. Ubicación de las principales zonas de saqueo, por Manuel López (s. f. a).
10. Huecos puestos en evidencia por el mapa magnético de la parte central del sitio
de Cara Sucia (Perrot-Minnot et al. 2005).
11. Un hoyo de saqueo en la base de la escalinata occidental de la Acrópolis, cerca
de un entierro. Sacado de: Amaroli 1987.

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