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PERSISTIENDO

EN LA VISIÒN
INTRODUCCIÒN
Cuando Dios nos llamó al ministerio no sabíamos cómo comenzar, ni qué hacer con los que Dios nos dio asi que confié en
el que me llamo ya que Él nos iba a guiar asi que comencé a trabajo con los pocos que había en el templo le oraba a Dios
que me ayudara y que me dijera como comenzar la obra para que creciera, y en una de mis oraciones Dios me hablo a mi
corazón, y me trajo a la mente a mi pastor Pablo Flores y Lucero García y recordé como el siervo antes que yo se unió a
ellos trabajando en la obra del Señor ya que eran también sus pastores, asi que Dios me hablo y me dijo que hiciera lo
mismo, asi que me puse a disposición de ellos y bajo su tutela y en mi corazón los tome como mis pastores, y es ahí donde
por primera vez por conducto de ellos Dios me comenzó a guiar en el MODELO DE JESUS, ya antes nuestro buen Dios
había comenzado una preparación también con ellos y a su vez a ellos Dios los mando para Guatemala y conocieron lo
que Dios estaba haciendo con los pastores cash luna y su amada esposa Sonia luna junto con toda la iglesia de ese lugar
que es CASA DE DIOS.
Dios les manda a ellos y ellos reciben enseñanza y preparación sobre el MODELO DE JESUS durante unas semanas
regresan y aplican con fe lo aprendido en la iglesia SALEM que nuestros pastores tienen a su cargo, y Dios comienza a
respaldar fue ahí donde también un tiempo después nosotros nos unimos a ellos y la visión que Dios les dio y nos las
transmitieron y fue asi como comenzamos a trabajar en MONTE SINAI y por aproximadamente 8 años hemos intentado
aplicar esa guía que Dios les dios también a nuestros pastores y a ellos los pastores cash y Sonia luna.
Y conocimos por primera vez la visión que Dios quiere para nosotros y es en la que nos empeñamos en realizar cada día y
ahora enseño a la Iglesia.

Visión
“Id y haced discípulos a todos los mexicanos, enseñándoles a guardar lo que Jesús nos mandó por
medio de grupos en casa, en donde se nos enseña a dar la vida por nuestros amigos”.
(Mateo 28:19-20, Juan 15:13)
PASTOR CASH LUNA: el señor tiene un profundo amor por las almas perdidas, por lo que anhela compartir con sus
hijos su visión y el modelo que El mismo implemente para alcanzar multitudes.
Un lunes por la noche el Señor me pregunto… ¿Si tu hubieras sido uno de mis discípulos en el tiempo de mi partida al
cielo y yo te hubiese mandado a hacer discípulos … como los hubieras echo?
y yo le respondí: “De la misma manera que tú lo hiciste”, y Él me dijo: “Entonces ¿por qué los haces de otra forma?”.
me dijo que observara en los evangelios el desarrollo del ministerio de Jesús de donde nació el modelo de grupos, al que
hemos llamado “EL MODELO DE JESUS”
En ese momento, acostado en mi cama, comenzaron a cruzar por mi mente escrituras que el Espíritu Santo me estaba
revelando, dándome a entender la visión.
Allí fue cuando comprendí el modelo que Jesús utilizó para formar discípulos.
Él escogió a doce para que estuvieran con Él, y luego los instruyó y les dio autoridad, y los envió de dos en dos a predicar,
sanar y liberar. Ellos lo hicieron tal como lo habían visto hacer al Maestro.

EL MODELO DE JESÚS

• Jesús nos dejó una instrucción: “Que fuéramos por todo el mundo e hiciéramos discípulos.” Pero ¿cómo haremos tal cosa?
De la misma manera que Él lo hizo.

JESÚS ES SENSIBLE A LAS NECESIDADES

• Jesús tenía compasión por las multitudes que lo seguían (Mt. 9:35-37)
• Jesús nunca pensó en pocos, siempre en muchos • Muchos piensan que Jesús sólo se dedicó a pocqs y por lo tanto no es
correcto alcanzar multitudes para Él. Jesús tuvo doce discípulos, a quienes llamó manada pequeña, pero ios escogió para
alcanzar multitudes.
• Para tener compasión por las multitudes necesitamos más que ojos carnales. Debemos comprender las verdades espirituales
para tener compasión por ellos. Por ejemplo, aquellos que ven a la humanidad con los ojos de la carne se compadecen
únicamente de los drogadictos, los alcohólicos, las prostitutas, los pobres o los pandilleros.
Pero todas las personas tienen un alma que hay que salvar.

MANIFESTÓ SU PODER

•Jesús llenó las necesidades de las personas manifestando su poder sanador y liberador. Sanó a muchos e hizo prodigios entre
el pueblo. El propósito de las señales es que las personas crean en al Señor. El resultado fue que muchos más le seguían, y
andaban como ovejas sin pastor. (Mar. 1.27-45, Mar. 2 1-12, Jn. 2.23, Jn. 6.2)
• El resultado de manifestar su poder fue que las multitudes lo siguieran.
• La unción no hace discípulos.
Jesús mismo no discípulo a multitudes, porque no hubiera podido hacerlo.

ESCOGIÓ A DOCE PERSONAS

• Muchos siguieron a Jesús por las señales y prodigios que hizo, pero eran como ovejas que no tenían pastor. Esta nueva
multitud debía ser cuidada y Jesús no podía hacerlo sólo, por lo que escogió a doce obreros que le ayudaran. (Mt. 9.35-10.4)
• Un discípulo es aquella persona que se llama con un propósito en el reino de Dios.
• No es discípulo aquel que está allí por amistad o antigüedad, sino con un propósito.
• Discipular no es adoctrinar, es formar personas. Él los llamó para ser “pescadores de hombres”.
• Jesús discípulo a aquel que quería trabajar, no sólo aquel que querían oír o aprender. Ser un discípulo es ser un obrero del
Señor y colaborador en la visión de Dios.
•Él escogió doce para cuidar multitudes a través de sus discípulos.

Cómo los escogió

• Llamó a los que Él quiso. Él escogió a sus discípulos, no sus discípulos a Él.
• Escogió con propósito, por el objetivo a conseguir.
• Estableció un número determinado de obreros: los 12.
• Capacitó y delegó con poder. Primero a 12 y luego a 72.
•Envió a los obreros de dos en dos.

Jesús pasó toda la noche orando antes de escoger a los apóstoles. Él había dicho que pidiésemos al Señor de la mies más
obreros, por lo que Él mismo oró al Padre para que le revelara quienes serían los doce. La oración es esencial para escoger a
los doce.
Él los llamó primero para que estuviesen con Él, aprendiendo, y luego para ser enviados por Él a predicar y enseñar.
Jesús llama discípulos para que reciban y den, para que aprendan y enseñen, para que sean cuidados y para que cuiden, para
que sean ministrados y suministren poder a otros. Los llama con propósito. (Mt. 9.37, Le. 6.12- 13, Mr. 3.13, Mr. 6.7, Mr. 6.12-
13)

Resultado del trabajo de los doce

Con el trabajo de los doce se multiplicó la gente que seguía a Jesús, lo que provoco que se necesitasen más obreros que los
mismos doce. Si haciendo milagros Él solo, las multitudes lo seguían al punto de no poder entrar a las ciudades, con doce
obreros más haciéndolos, ¿Qué sucedió? (Mr. 1.32-34; Mr. 3.13-20)
La bendición siempre trae crecimiento; donde hay vida se aumentan los discípulos. El ministerio de Jesús creció mucho, pero Él
siempre procuró que este crecimiento se diera en forma organizada.
Esta fue la razón de llamar en un principio a los doce. Pero ahora debía llamar más obreros; aquellos que antes habían sido
sólo seguidores suyos debían ahora ser enviados. El crecimiento será organizado si se hace a través de capacitar obreros. Los
problemas de las multitudes se resuelven haciendo obreros, no instituyendo Co-Pastores en las Iglesias.

MÁS OBREROS: LOS 70 O 72

Después de haber enviado a los doce, Jesús necesitó de una nueva generación de obreros. Llamó a otros setenta (unas
versiones dicen setenta y dos) y los envió de dos en dos, con las mismas instrucciones que les había dado a los doce. (Lucas
10.1-2)
los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Odres nuevos
El odre es una especie de bolsón hecho con cuero, generalmente de cabra, que sirve como recipiente para contener vino, aceite,
mantequilla o queso. Confeccionarlo es una tarea muy antigua ya que se descubrió que el cuero logra mantener fresco el producto que
contiene.
Con el tiempo y el uso, el cuero del odre va perdiendo elasticidad por la exposición al sol, al viento y a la arena.
Entonces, cobra tal rigidez que ya no se expande lo necesario para contener vino nuevo que aún está en proceso de fermentación.
Cuando el cuero del odre se endurece, es decir, cuando ha envejecido, se rompe al contener vino nuevo. Por el contrario, el cuero de
los odres nuevos es elástico y se expande tanto como lo requiera el proceso de fermentación del vino nuevo.

Para recibir e implementar El modelo de Jesús, necesitamos ser como odres nuevos que se expanden y son flexibles para el
cambio.

La rigidez e inflexibilidad no permite que el corazón y la mente reciban un nuevo modelo que requiere buena disposición para aceptar
y poner en marcha lo que Dios anhela darnos. Hay personas que naturalmente tienen la capacidad de renovarse porque siempre están
abiertas a nuevas ideas, a la creatividad y al cambio. Por el contrario, otras personas se incomodan con cualquier renovación.

Esto es normal, ya que el cambio siempre genera expectativa, sin importar nuestro nivel de entusiasmo.

Pídele al Señor que te enseñe cómo ser renovado, cómo llegar a ser un odre nuevo y flexible que sea buen recipiente para contener y
ofrecer los cambios positivos. Toma en cuenta que las mentes son como los paracaídas, solo funcionan bien si se abren.

Al inicio, Casa de Dios organizaba grupos al estilo tradicional conocido como el sistema 5X5. Entonces, el Señor habló al
corazón del pastor Cash, preguntándole si los discípulos que formaba eran de Jesús o de alguien más. La respuesta del Pastor fue:

“Son Tus discípulos, Señor”. Y Dios le respondió: “Entonces, ¿por qué haces las cosas con un modelo diferente?” En ese momento, el
Pastor fue confrontado a renovar la Iglesia y Dios lo guió a estudiar las Escrituras para innovar la forma de alcanzar, cuidar y
discipular a las personas.
El Pastor tuvo que ser un odre nuevo dispuesto a recibir e implementar nuevas ideas y proyectos para el ministerio. Gracias a esa
disposición surgió El modelo de Jesús.

Todos podemos convertirnos en odres nuevos. En la antigüedad, los odres que se habían endurecido se sometían a un proceso de
renovación, no eran desechados porque se consideraban muy valiosos, ya que fabricarlos requería tiempo y esfuerzo.

Así que los odres viejos y rígidos eran sumergidos en agua, bajo la sombra, para rehidratar el cuero. De la misma forma, somos
sumergidos en la Palabra de Dios que nos hidrata y dispone nuestro corazón para aprender nuevas lecciones y tener nuevas
experiencias.

Luego de sumergir el odre en agua durante un tiempo, se dejaba secar a la sombra, para después frotarlo con aceite, lo cual es figura
de lo que sucede con nuestra vida cuando es ungida por el Espíritu Santo. Este proceso se repetía tantas veces como fuera necesario,
hasta que el cuero recobraba su flexibilidad. Acepta el reto de someterte al proceso de renovación porque toda idea que un día se
consideró innovadora, podría llegar a ser obsoleta sin que lo notes.
El Señor te considera valioso, por eso, desea darte un nuevo comienzo.

En Marcos 1:27-28 leemos que todos se asombraban de la doctrina que Jesús enseñaba con autoridad, pues incluso mandaba a los
espíritus inmundos que le obedecían.
La doctrina de Jesús era nueva y cuando las personas mostraban su asombro, Jesús se daba cuenta de que ellos eran odres viejos. Por
eso, enseñó en Marcos 2:19 que no es bueno coser un remiendo de tela nueva en una prenda vieja,
pues el remiendo nuevo haría que la rotura en el vestido fuera más evidente. En otras palabras, no podemos colocar un remiendo a lo
que hemos estado haciendo ministerialmente, haya sido bueno o malo. Sencillamente no se deben mezclar las cosas. Como en una
computadora a la que se le cambia el sistema operativo. Es imposible dejarle el sistema antiguo porque interferirá con el nuevo y
disminuirá la capacidad de la máquina. Cuando se decide renovar, hay que hacer a un lado todo lo viejo. Dios y Su Espíritu Santo te
ayudarán a lograrlo. Ya que, al ser hijos de Dios y discípulos de Jesús, haremos las cosas como Él las hizo.

En Marcos 2:22 leemos que, si se echa vino nuevo en un odre viejo, el vino se derrama y el odre se pierde. Pídele al Señor que tu
corazón sea tocado por Su Palabra y unción. Asegúrale que el vino no se derramará ni desperdiciará en ti porque estás dispuesto a ser
odre nuevo y a compartir lo que desea darte.
Libres de religiosidad

Jesús vivió y enseñó a vivir de una forma diferente a la de Juan el Bautista y los fariseos. Pero los fariseos se dedicaban a cuestionarlo.

Tener arraigada la religiosidad y las tradiciones en el corazón es un rasgo que identifica a un odre viejo.

Los fariseos, conocedores de las Escrituras, señalaban y cuestionaban continuamente las enseñanzas del Señor y las prácticas de Sus
discípulos. Por ejemplo, en Marcos 2:18 vemos que le preguntaron por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban,
mientras que los Suyos no lo hacían.

Ellos no le preguntaron esto para aprender sino para juzgarlo. Se negaban a aceptar que estaban equivocados y se justificaban en sus
tradiciones. La vida de Jesús y Sus enseñanzas retaron su forma de pensar, pero ellos no quisieron renovar su odre, por lo que no
podían retener el vino nuevo que se les servía.

La Biblia relata en Marcos 2:23-28 que, en el día de reposo, al pasar por los sembrados, los discípulos de Jesús comenzaron a arrancar
espigas para comer, pues tenían hambre. Entonces, los fariseos, muy pendientes de lo que hacían, los criticaron, diciendo que esa
actividad no era lícita en el día de reposo.
Pero Jesús les respondió en su mismo idioma, citando las Escrituras y recordándoles que David y sus hombres comieron de los panes
de la proposición que estaban en la casa de Dios porque tenían hambre, aunque según la ley, solamente los sacerdotes podían disponer
de dichos panes.

A esto añadió que el día de reposo había sido instituido a causa del hombre, y no el hombre a causa del día de reposo. De esta forma
enseñó que, para Dios, Sus hijos son lo más importante y que debemos tener un corazón misericordioso.

En Marcos 3:1-5 leemos que, en otra ocasión, Jesús entró en la sinagoga y se encontró con un hombre que tenía una mano seca. Era el
día de reposo, y los fariseos prestaban atención a lo que Él haría, nuevamente con la intención de acusarlo. Jesús, conociendo sus
intenciones, le pidió al hombre enfermo que se pusiera de pie justo en medio de la congregación, y en voz alta preguntó: “¿Es lícito en
los días de reposo hacer bien o hacer mal, salvar la vida o quitarla?” Pero nadie respondió.

Es fácil imaginar la respuesta de todos los religiosos que estaban sanos. Ahora bien, ¿qué crees que hubiera respondido el hombre con
la mano enferma? Seguramente habría dicho que era lícito hacer el bien. Entonces, Jesús vio a todos con enojo y al mismo tiempo, con
tristeza por la dureza de sus corazones. Esto es exactamente lo que provocamos en el corazón de Dios al dejarnos llevar por la rigidez
religiosa. Irónicamente, los más religiosos no pudieron reconocer a Jesús, pues eran odres viejos. Su conocimiento de la ley y el apego
a sus prácticas los llenaron de arrogancia que le impidió recibir la verdad. ¡Renuévate! No permitas que tus conocimientos te
envanezcan ni tus éxitos pasados te impidan abrirte a las cosas nuevas que Dios desea mostrarte.

Palabra y poder
El pasaje de Marcos 3:1-5 termina cuando Jesús sanó la mano de ese hombre. Este era el Evangelio que Él predicaba: innovador,
preocupado por las personas, acompañado de Palabra y de poder. El ministerio que Dios ha entregado en tus manos debe ser así,
innovador y renovado por los principios que Jesús enseñó. Cuando te presentes ante el Padre con un corazón dispuesto a ser
moldeado, como un odre listo para ser lleno del vino nuevo, Su Palabra y Su unción estarán contigo, porque te llenarán como
resultado de tu disposición a escucharle y obedecerle. Debes tener presente que es más importante obedecer a Dios que ceder ante la
crítica de los demás. ¡Demuéstrale que estás listo para hacer cambios y ensancharte como un odre nuevo!
El modelo de Jesús es un proyecto de vida para que las personas sean alcanzadas, crean, se conviertan y sean transformadas.
Funciona como resultado del profundo deseo de bendecir a otros. Por lo tanto, tienes dos tareas frente a ti: la primera es verificar si
estás dispuesto a hacer los cambios requeridos para convertirte en un odre nuevo que reciba la enseñanza del Maestro. Y la segunda
tarea es asegurarte de que estás dispuesto a compartir lo que recibas porque deseas bendecir al prójimo, al necesitado, al pecador y al
perdido, más que a ti mismo.
Seguramente en tu corazón arde el deseo de tener una bella congregación, saludable, bendecida y próspera. Pero esa no debe ser tu
prioridad. Tú fundamento e impulso debe ser el deseo de bendecir a las personas para que lleguen a los pies del Señor. Jesús inició Su
ministerio liberando endemoniados, sanando enfermos y predicando las Buenas Nuevas. El hecho de que las multitudes lo siguieran
fue consecuencia de Su obra en favor de la gente.

Por esa razón, en Marcos 1:37 leemos que Jesús les dijo a quienes lo buscaban:

“Vamos a los lugares vecinos para que se predique también allí, porque para esto he venido”. Él no sanó enfermos para hacerse
famoso, sino para que creyeran en Su Palabra y bendecirlos. Ese debe ser el profundo deseo de tu corazón.
Es nuestro anhelo que tu vida y tu ministerio sean renovados. Este es el tiempo de tomar el desafío de Dios y permitirle transformar
nuestros pensamientos y motivaciones. Entrégale tu mente, alma y corazón para que te haga un odre nuevo y flexible que se ha
sumergido en Su Palabra y unción. Prepárate para recibir y compartir el vino nuevo que Jesús tiene reservado para ti y para el
ministerio que ha puesto en tus manos.

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