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El documento habla sobre la importancia de la temperancia y el autocontrol. Sostiene que nuestra salud física depende de lo que comemos y bebemos, por lo que es necesario tener un control mental sobre nuestros apetitos para mantener un estado mental y físico saludable. También advierte que los hábitos malsanos producen condiciones malsanas y afectan el funcionamiento del cuerpo humano. Finalmente, define la sobriedad como el autocontrol y la abstinencia de todo lo dañino y la moderación en el uso de cosas buenas.
Descripción original:
Título original
Nuestra salud física es conservada por lo que comemos
El documento habla sobre la importancia de la temperancia y el autocontrol. Sostiene que nuestra salud física depende de lo que comemos y bebemos, por lo que es necesario tener un control mental sobre nuestros apetitos para mantener un estado mental y físico saludable. También advierte que los hábitos malsanos producen condiciones malsanas y afectan el funcionamiento del cuerpo humano. Finalmente, define la sobriedad como el autocontrol y la abstinencia de todo lo dañino y la moderación en el uso de cosas buenas.
El documento habla sobre la importancia de la temperancia y el autocontrol. Sostiene que nuestra salud física depende de lo que comemos y bebemos, por lo que es necesario tener un control mental sobre nuestros apetitos para mantener un estado mental y físico saludable. También advierte que los hábitos malsanos producen condiciones malsanas y afectan el funcionamiento del cuerpo humano. Finalmente, define la sobriedad como el autocontrol y la abstinencia de todo lo dañino y la moderación en el uso de cosas buenas.
Nuestra salud física es conservada por lo que comemos; si
nuestros apetitos no están bajo el control de una mente activa y sana, si no somos temperantes en todo lo que comemos y bebemos, no estaremos en un estado mental y físico sano. La temperancia es una adherencia a todo lo que promueve la salud y la eliminación de todo lo dañino. Todo hábito malsano producirá una condición malsana en el sistema, y la delicada y viviente maquinaria humana resultará perjudicada, y no podrá realizar su trabajo debidamente. La complacencia del apetito es la mayor causa de la debilidad física y mental, es el cimiento del decaimiento que se nota por todas partes. El régimen alimenticio tiene mucho que ver con la disposición a cometer pecado "al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado" (Santiago 4: 17). Muchos están tan entregados a la intemperancia que no quieren renunciar a la complacencia de su glotonería a ningún precio. Son capaces de sacrificar la salud y morir prematuramente, antes que poner un límite a su intemperante apetito. 7. SOBRIEDAD
La palabra sobriedad (temperancia) se puede comprender
mejor al definirla como autocontrol. Sugiere que haya abstinencia en todo lo que es perjudicial y moderación en el uso de las cosas buenas. Cualquiera que tenga problemas en controlar su peso, se da cuenta que comer demasiado, aún de cosas buenas, no es beneficioso. Como ejemplo de cosas que nos son perjudiciales: substancias narcóticas de todas clases se deben evitar, incluyendo el tabaco, la Cafeína y el alcohol.