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Módulo 3

Resumen 3

BÉRTOLA, L. y OCAMPO, J.A. (2010)

Industrialización dirigida por el estado

La gran depresión de los años 30 y las perturbaciones del comercio mundial que generó la
segunda guerra mundial representaron golpes fatales para el crecimiento liderado por las
exportaciones. A nivel mundial, los cambios que tuvieron lugar pueden resumirse como el
colapso de la primera globalización, algunos de cuyos (menor dinamismo y dificultades de
patrón oro) ya se percibían desde la primera guerra mundial, pero sería la gran depresión la
que arrase con todo. Lo que prosiguió fue; mayor presencia del estado, retroceso del
liberalismo y ascenso del comunismo. Los países liberales tomaron medidas para modificar su
modelo económico.

En LATAM surgía un nuevo patrón de desarrollo denominado industrialización dirigida por el


estado con dos características: Foco creciente en la industrialización como eje de desarrollo y la
ampliación significativa de las esferas del estado en lo económico y social. Un tercer elemento
fue el desarrollo hacia adentro y la industrialización por sustitución de importaciones. La última
no salió de manera exitosa. La segunda globalización y la reconstrucción del comercio
internacional y de un nuevo sistema financiero generaría un impacto profundo sobre la región.
Sin embargo, esto sería un proceso lento.

El período cubre dos


fases diferentes, la
primera de lento
crecimiento y un periodo
de transición,
caracterizado por la gran
depresión y la segunda
guerra mundial. La
segunda, cubre el final
de la segunda guerra y
1980, industrialización
dirigida por el estado y
el crecimiento más
grande de la historia. La
diversidad en los
patrones regionales fue
una característica de
ambas fases. El tamaño
del país se tornó muy
importante. (El tamaño si
importa)

Las grandes
perturbaciones externas
y la lenta festación de
una nueva época

El choque externo

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La gran depresión represento el golpe fatal para la primera globalización, desordenó el


comercio mundial y profundizó las tendencias proteccionistas que se venían perfilando, generó
una dramática caída en los estados unidos, que era de quien dependía LATAM. También
significó el fin del multilateralismo, que volvería con el GATT en 1947. Fuera de lo anterior, al
auge de financiamiento del decenio de 1920, había beneficiado de los países latinoamericanos,
fue sucedido por menores flujos de capital desde mediados de 1928. Luego de la
descomposición del mercado en 1929 tuvieron que pasar 30 años para que vuelva a surgir un
sistema financiero. El colapso de las exportaciones de 1930 generó tensiones en las balanzas
de pagos. El uso en gran escala de controles de cambios y de acuerdos bilaterales de pagos en
el mundo industrializado se difundió hacia los países de la región.

El caso más importante en materia de regulación de precios básicos fue el del café, donde
Brasil desde 1907 distintas medidas de retención de una parte de la cosecha para mejorar los
precios, estos esfuerzos, colapsaron en octubre de 1929 por dificultades para acceder el
financiamiento externo necesario. Otro ejemplo notorio es el azúcar. El dramático y temprano
colapso de los precios desde 1925 dio lugar primero medidas para restringir la producción en
Cuba.

La magnitud y seciencia del choque comercial se aprecia en los gráficos resume la evolucion de
las tres variables claves del sector externo en las siete princiapels economías lationamericanas;
las exportaciones reales y las importaciones reales. Hay que tener en cuenta que en promedio
las economías más pequeñas se vieron más afectadas. A las perturbaciones provenientes del
comercio se agregaron tensiones generadas por la suspension de la financiacion internacional.
Enntre 1926 y 1930, la emision de valores lationamericanos se reducó mas de la mitad. Muchos
países gracias a la gran crisis entraron en grandes olas de deuda externa. Sin embargo en la
administración de Roosvelt y a través de las políticas de buen vecino para mejorar las
relaciones y el comercio, la tendencia de USA fue el suspension del pago de la deuda, aún en
paises industrializados. Gracias a los ahorros de divisas generas por los menores pagos de
deuda externa, la recuperacion fue mucho más vigorosa a travpes del comercio exterior. Países
como Chile con el Salite o Cuba, tuvo un imapacto por el choque comercial y la deuda muy
fuerte, biendo como casi desaparecian por completo sus exportaciones.

Casi todos se beneficiaron de la recuperacion exportadora de 1932 y 1937, Aregentina y


Uruguay de una mjeora sensible en sus términos de intercambio, gracias a la sequia
norteamericana sobre los precios de exprotacion. Argentina tenía una gran dependencia de
Gran Bretaña. Brasil y Colombia se beneficiaron de la dependencia de US, ya que no tenía
aranceles a favor de los productos de estos países.

El activismo macroeconómico y la reactivación

LA fuerte contraccion del comercio y la ausencia de financiacion externa tornaron inevitables la


dopcion de fuertes medidas de ajsute para qeuilibrar la balanza de pagos, devaluación o
aparicion de aranceles, Esto profundizó los precios relativos a causa de la crisis, lo que generó
un fuerte incentivo para la producción interna de articulos que previemente eran importados.
La gran depresion represenó una transisicion entre la era de desarrollo primario-exportador a
la industrializacion dirigida por el estado. La industrializacion y el proteccionismo ya venían de
una fase previa. Se creía que las exportaciones se recuperarían luego del estancamiento y así
fue en 1932 y 1937.

A medida que la sustitucion de importaciones y la industrializacion se veían como fuentes más


efectivas de crecimiento, fueron tomando mas fuerza por parte de las autoridades. Esto

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condujo a la creacion de instituciones estatales especiales para la promocion de nuevas a


ctividades, los bancos de desarrollo. A esto se ele unió la nacionalización de ciertas áreas.El
abandono d ela ortodoxia monetaria facilitó las politicas fiscales y expansivas, lo que favorecio
a la recuperacion de la deuda interrna. La expansion minetaria llevo a la construccion de
nuevos bancos estatales. LA recuperacion temprana y en general exitosa de LATAM durante la
gran depresion fue impulsada
aasí, por combinaciones,
variables según el país,
sustitucion de importaciones de
productos manufactureros y por
la recuperacion de la demanda
interna sobre la base de politicas
macroeconomicas expansivas.

Alejandor Díaz (1988) Paises


autónomos y reactivos, estos
adoptaron medidas activas de
ajuste en materia de comercio
exterior y de manejo
macroeconómico. Los primeros
tuvieron en general un
comportamiento
macroeconómico mejor que los
segundos. El crecimiento
económico de los años 30,
aunque superior al mudnail fue
bajo e implicó una fuerte
desaceleracion en relacion con
los años 20. Más importante qe
el crecimiento económico
agregado fue, por lo tanto, la
dicersificacion y, en particular, el
buen comportamiento de la
produccion maunfacturera. El
desarrollo de la infraestructra
hacia carreteras en vez de
ferrocarriles, constribuyen
también a la integracion del mercado interno.

La muerte del patrón oro dio nacimiento a las politicas macroeconomicas anticiclicas, pero la
naturaleza de estas politicas tendria un sentido muy diferente en el entro y la perfieria de la
economia mundail. En el centro, estas tomaron directametne la forma de un manejoa activo de
la demanda agregada. El principio de que la politica economica debía aspirar a un manejo
activo de la demanda agregada se entrnizó.

En la periferia, el activismo macroeconómico tendría otros signos. La razón básica para ella es
la fuente de las fluctuaciones ciclicas: mientras en los paises industrializados, las variaciones de
la demanda agregada son la fuente basica de los cilcos, en los países en desarrollo, entre ellos
los latinoamericanos, la principal fuente eran y continuaron siendo los choques externos que

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se transmitían desde los píses industrializados hacia la la periferia a través del comercio y del
financiamiento internacional, es decir, de la balanza de pagos.

Las autoridades latinoamericanas centrarían su atención en la racionalización de los ingresos


de divisas durante las crisis y crecientemente, en la generación de nuevos ingresos por
exportaciones, a fin de evitar el manejo procíclico de la demanda agregada que se requería de
otro modo para reducir la presión sobre la balanza de pago durante las crisis. En síntesis,
mientras el eje del pensamiento Keynesiano fue la estabilización de la demanda agregada a
través de una política fiscal y monetaria activa, el manejo de los choques de oferta agregada de
origen externo a través del manejo de la balanza de pagos jugo un papel anticíclico mucho más
importante en las economías en desarrollo, incluidas las latinoamericanas, cuyas fuentes de
perturbación macroeconómica eran predominantemente de origen externo.

El impacto de la Segunda Guerra Mundial

La segunda guerra
mundial proporciono
otro gran impulso al
intervencionismo en el
comercio exterior y la
industrialización. La
interrupción del
abastecimiento de
algunos productos en
los mercados
internacionales, como
resultado de los
racionamientos y
escaseces típicas de
guerra, generó una
nueva caída en las
importaciones. Esto
sirvió como
justificación para la
promoción de un
nuevo conjunto de
actividades
manufactureras en los
países donde el
proceso de
industrialización se
había arraigado. La
búsqueda de garantizar el apoyo latinoamericano a los países aliados durante la segunda
guerra mundial llevo a USA no sólo a celebrar acuerdos con muchos países latinoamericanos
para fortalecer los inventarios de materias primas estratégicas. USA financió por medio de su
banco de exportación e importaciones varias iniciativas de los gobiernos de LATAM, entre ellas
la sustitución de importaciones. Por lo que USA ayudó indirectamente a crear el estado
intervencionista de LATAM. El impacto de la guerra sobre las exportaciones fue diverso. La
dificultad para acceder con productos a Europa e incluso USA durante la campaña submarina

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de Alemania afectó adversamente las exportaciones de muchos países. Pero las escaseces
generadas por la guerra terminaron siendo una bendición para una región cuyas capacidades
productivas permanecieron intactas. En general, aunque los precios de los productos
empezaron a mejorar después del choque inicial, los controles de precios impuestos por los
contendientes, así como el encarecimiento de las importaciones impidieron que los términos
de intercambio para los países latinoamericanos mejoraran. Los ingresos por exportaciones no
pudieron ser gastados en importaciones debido a las restricciones de la guerra por lo que se
generó una acumulación de reservas internacionales. Esta no importación de los países de
LATAM conllevó a una inflación por la escasez. Hubo una esterilización monetaria de las
reservas internacionales, emitiendo títulos de bancos centrales para frenar la expansión,
monetaria generada por la acumulación de reservas internacionales.

El resultado de la combinación de un crecimiento modesto de las exportaciones, la


continuación de la sustitución de importaciones y, sobre todo, el ambiente macroeconómico
más expansivo de estos años, fue una moderada aceleración del crecimiento en relación el
promedio de los años 30. La provisión de fondos en divisas financio la inversión de la
inmediata postguerra, así como la compra de versiones extranjera en infraestructura y servicios
públicos. La postguerra comenzó con LATAM teniendo una Deuda muy baja.

Hechos, ideas e instituciones que moldearon la industrialización dirigida por el Estado

Los acontecimientos de la década de los 30 y la segunda guerra mundial fueron así, la semilla
de una nueva época, pero el periodo de gestación fue largo y careció de una dirección clara por
algún tiempo. La maduración
de este proceso estuvo
estrechamente relacionada a
la posición privilegiada que
ocupó LATAM a principios del
período de la posguerra.
LATAM evitó la guerra y
experimentó junto a Usa la
expansión más rápida a nivel
mundial en el período entre
guerras. Esto representó a
diferencia de la
independencia de Asia y
África, la industrialización el
LATAM fue vista como una
continuación de una
estrategia que se había puesto
en práctica y fue exitosa. Ello
conllevó dos paradojas. La
primera fue que condujo a
una elección en favor de un
estado menos
intervencionista que en otras
regiones del mundo en
desarrollo. Esto es peculiar ya
que la excesiva presencia de

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USA en la región era un problema. LATAM pudo ser o una economía con planeación central o
una economía mixta con formas moderadas de intervención estatal, terminó eligiendo este
segundo camino. Menos intervención estatal. La segunda paradoja es que este proceso fue
impulsado en sus primeras etapas por fuerzas objetivas que por un fuerte impulso
industrializador de las élites. La reconstrucción no ofreció grandes oportunidades en cuanto el
desarrollo.

El término de “Industrialización por sustitución de importaciones” se ha empleado


ampliamente para describir el periodo que abarca desde findes de la segunda guerra mundial
hasta los años setenta. En esta época se veía un creciente papel del estado. El proteccionismo y
la industrialización tenían un pasado en LATAM. Las exportaciones continuaron desempeñando
una función fundamental. Como resultado de las oportunidades brindadas por las
exportaciones surgió un modelo mixto que combinaba la sustitución de importaciones con la
promoción de exportaciones y la integración regional.

Para caracterizar la nueva estrategia de desarrollo es apropiado llamarla “Industrializacion


dirigdia por el estado”. El estádo asumio un amplio conjunto de responsabilidades. En el ambito
economico aparte de la continuada intervension en la balanza de pagos para manejar el
impacto de los cilos externos que se habian producido durante los años de la gran depresión,
estas responsabilidades incluian un papel fortalecido, en el desarrollo de infraestructura y la
creacion de bancos de desarrollo. En el ámbito social incluía un papel mayor en la provision de
educacion, salud, vivienda y en menor medida seguridad social. La explocion demografica de
1950 y 1960 fue acompñado de una gran urbanizacion. Hubo una creciente poderosa élite
empresarial. Las tendencias adversas, antiguas y nuevas de la distribucaccion de la riqueza y el
ingreso se reflejaron tanto en la explosion de tensiones rurales acestrales.

La comisión economica de las naciones unidas (CEPAL), articulo una teoría de la


“Industrializacion dirigida por el Estado”. Esta tuvo grandes repercuciones. Las politicas de
industrializacion vararon a lo largo del tiempo, par acorregir sus propios excesos y een parte
para responder a las nuevas oportunidades. En los años inmediatos a la posguerra. La
margnicacion de LATAM de las prioridades de USA se vió agravada por el hecho de que, pese a
tendencias favorabkes a corto plazo, el seguir dependiendo de las exportaciones de productos
básciso no parecia ser una buena opcion. Frente a una demanda reprimida las divisas
acumuladas durante la segunda guerra se evaporaron rapidamente y generaron una crisis en la
balanza de pagos. Esto generó una sensacion de que la restriccion de la balanza de pagos la
llamada “escacez de dólarez”. En 1947 se firmaron los acuerdo del GATT, la idea de una
institucion mas fuerte para regular el comercio mundial se congeló durante varias décadas
debido a que el congreso de USA no concretó determinados permisos. Dentro del GATT se veía
con claridad que no formarian parte, aquellos productos que beneficiaban a los países
desarrollados.

Todo esto fomentó el pesimismo de las exportaciones que caracterizo en muchos circulos los
años de la posguerra y el sentimiento de que los esfuerzos de sustitucion de importaciones y el
estrecho manejo estatal de las escasas divisas eran esenciales para superar las persistentes
rrstricciones de la balanza de pagos. La reconstruccion del comercio internacional en los años
posteriores a la segunda guerra mundial tuvo lugar en tono a dos tipos de acuerdo: El GATT y el
consejo de asistencia mutua economica entre los países comunistas. Con el tiempo y centrado
en el comercio entre países dearrollados el primero de estos procesos se filtró a la periferia y
abrió oportunidades para la exportaciones manufactureras de los países en desarrollo.

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Después de la revolución
Cubana. America Latina
adquirió una mayor
imortancia en la agenda
de la politica exterior de
USA. La crecacion del
banco iteramericano de
desarrollo BID, en 1959
fue la manifestacion
mpas inmediata.

Fases y deiversidad de
las experiencais de
industrializacion

La industrializacion
latinoamericana atravesó
por tres etapass
diferentes durante el
período que cubre este
capítulo. La primera fue
la fse prgamatica de
sustitucion de
importaciones inducida
por la variacion de
precios relativos y las
respuestas de política
económica ante los
choques externos de la década de 1930 y la segunda guerra. Estos acontecimientos dieron
nacimiento a los primeros planes para promover nuevas industrias para la disminución de la
dependencia de las importaciones.

La segunda, la fase clásica de la industrialización latinoamericana, tuvo lugar entre el fin de la


fuera y mediados de los años 60, su influencia relativa fue mayor en las economías grandes. La
escasez de divisas siguió siendo uno de los elementos determinantes. A pesar de la abundancia
inicial de reservas internacionales, la crisis de la balanza de pagos se convirtió en un problema
recurrente muy pronto en la posguerra. La evaporación de las reservas en dólares, frente a la
demanda representada de importaciones, dio lugar a las primeras crisis de balanzas de pagos.

De acuerdo con las


tendencias que se habían
impuesto durante la fase
pragmática, las respuestas
de política siguieron un
patrón según el cual cada
crisis aumentaba los
niveles de protección. Pero
ahora surgió una estrategia
de industrialización mas
consciente, la estrategia

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empleo una combinación variable, protección arancelaria y no arancelaria, tipos de cambio


múltiples y racionamiento de divisas; bancos de desarrollo e inversiones en infraestructura. Se
agregaron nuevos instrumentos; regulaciones en la asignación sectorial del crédito al sector
privado y de las tasas de interés. Una característica esencial del modelo fue que, en lugar de
modificar la estructura de protección para promover nuevas industrias, se superpusieron capas
de protección nuevas a las antiguas, lo que generó un patrón geológico de protección que se
convertía en una característica esencial de la industrialización dirigida por el estado. Esto se
debió por obvias razones a la economía política. La protección de un sector se consideraba una
conquista. La principal racionalización de la estructura de protección durante ese periodo fue la
integración regional y subregional. Se esperaba que la integración impusiera cierta disciplina a
nivel nacional. Sin embargo, por determinadas presiones que dificultaron este proceso. El
pesimismo de las exportaciones fue también una característica de la fase clásica. La sustitución
mejoro de manera significativas desde los 50 para las pequeñas economías.

La tercera fase puede considerarse como la


etapa “madura” de la industrialización
dirigida por el Estado. Sin embargo, la
característica dominante de ese período
fue la diversidad creciente de las
tendencias regionales. Pueden
diferenciarse tres grandes estrategias, que
se adoptan a veces en forma secuencial en
países individuales con el primer choque
petrolero como punto de inflexión.

La primera estrategia, y la dominante de


mediados de la decada de 1960 fomentó
de manera creciente la promocion de las exportaciones, generando lo que hemos denominado
el modelo mixto. En cierto sentido, dicho ingrediente aproximo la estrategia de las economias
medianas y grandes a la que venian aplicando los paises pequeños. Esta estrategia se basaba
en los acuerdos de integración existentes, pero sobre todo en las nuevas oportunidades que
ofrecían las crecientes exportaciones de manufacturas ligeras hacia los países industrializados.
La nueva estrategia superpuso un nuevo estrato de incentivos a las exportaciones sobre el
patrón geológico de protección ya existente que incluía una combinación de incentivos fiscales
y facilidades de crédito para las empresas exportadoras.

La segunda
estrategia
consistió en
una
profundización
mayor de la
sustitución de
importaciones
Perú es el
mejor ejemplo
de un país que
en contra de su
propia

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tradición primario-exportadora, por una política mas orientada hacia adentro en los 60

La tercera estrategia fue un


ataque frontal contra el papel
de l estado en el desarrollo
económico. En efecto, desde
mediados de la década de 1960
hubo un desplazamiento en los
debates intelectuales hacia una
concepción más liberal de las
políticas económicas, en las
que se daba un mayor peso al
mercado en la asignación de
recursos. Chile y Uruguay
fueron los pioneros en esta
estrategia con grandes
reformas de mercado.

En todo caso, en parte como


reflejo de esta creciente
diversidad de experiencias, la
industrialización en LATAM
alcanzó su pico en 1973-74.
Poco a poco desde entonces la
industrialización fue bajando.

El proceso de industrializcion
por ultimo estuvo acompañado
de una importante
acumulación de capacidades
tecnológicas. En algunos casos dichas capacidades vinieron de la mano de la industrialización
misma. Se necesito de adaptación y aprendizaje. Departamentos de investigación y desarrollo.
Sucursales. En cualquier caso, los sistemas nacionales de innovación que se desarrollaron
durante esta fase del desarrollo fueron insuficientes: carecieron de articulación y , en particular
n condujeron a una reducción de la brecha tecnológica con los países industrializados. El
aislamiento de la competencia internacional y la ausencia de incentivos y logros implicó a lar
larga que estos esfuerzos resultaran menos exitosos.

La reorientación hacia el mercado

La crisis de la deuda externa


de LATAM de los años 80
representó el final de una
larga fase, de poco más de un
siglo, durante la cual LATAM
había experimentado un
avance relativo en la
economía mundial. Además,
generó un quiebre radical en
las tendencias de política

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económica que habían predominado desde los años 30. Los esfuerzos de apertura al mercado,
que habían sido parciales y localizados en unas pocas economías, y se generaron en la década
de los 80.

Analizaremos dos fases, la primera corresponde a los años 80, fue de franco retroceso y fue
denominada con razón por la CEPAL como la década perdida. La segunda fue de crecimiento,
pero en medio de una fuerte volatidad ya que el crecimiento había sido interrumpido por dos
crisis, la gran recesión de 2008.

La crisis de la deuda y la década perdida

El modelo de industrialización dirigida por el Estado comenzó a recibir críticas desde los años
1960, se le criticó la falta de disciplina macroeconómica y las ineficiencias que generaba una
estructura de protección arancelaria. Desde la izquierda se criticó su incapacidad para superar
la dependencia externa. Los conflictos sociales fueron los que le dieron los primeros golpes
fuertes al modelo, especialmente en el cono sur, donde se concentraban las economías con
peor desempeño durante el período de la industrialización dirigida por el Estado. La conversión
hacia economías de mercado surgió inicialmente de una manera defensiva, como una reacción
frente a lo que se veía como una expansión del mundo socialista. Fuera del cono sur, la relación
entre conflicto social y el cambio hacia economías de mercado es menos clara. En
Centroamérica las confrontaciones tenían un carácter más rural. En Colombia iba más por el
camino del narcotráfico.

Otro conjunto de los factores que explic el fin de la industrializacion dirigida por el estado están
asociados a las restricciones que enfrenó este modelo en su etapa madura, asociadas a los
crecientes requerimientos de devisas y de intervenciones. En los 70 la región continuó
creciente a las tasas similares de las décadas anteriores. El mismo impulso de crecimiento
estaba asociado ahora con mayores requerimientos de inversión, que se enfrentaban a tasas de
ahorro endémicamente débiles.

Otra restricción que enfrenó la industrialización dirigida por el estado fue la tendencia a
brumar a este con responsabilidades fiscales sin otorgarle al mismo tiempo recursos adecuados
para hacerlo. Esto se reflejaba en tres tendencias principales i) un aumento del gasto público
como proporción del PIB, pero con una proporción menor destinada a programas de bienestar
en comparación con los países industrializados. Ii) un cambio en la composición de la
estructura tributaria en contra de los impuestos a la propiedad y el ingreso y en favor de los
impuestos indirectos y de los salarios. Iii) crecientes necesidades de endeudamiento para
financiar las transferencias al sector privado, en lugar de aquellas asociadas a las políticas
sociales redistributivas, este problema se hizo notorio en los 70. LATAM como hablamos se
había convertido en una zona con grandes conflictos sociales y olas de dictadura.

Las décadas de los 70 y 80 de cierta manera podrían ser vistas como ciclos de auge y
contracción de la financiación externa privada, como repetición de ciclos similares del pasado,
el ultimo de los cuales había tenido lugar en los años 1920 y 30. Una característica
sobresaliente del
cuarto del siglo
transcurrido
después de la
Segunda Guerra fue
la ausencia de
volúmenes

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importantes de financiación externa privada y el monto más bien moderno de las oficiales. En
el contexto de los choques externos recurrentes, los recursos muy modestos del FMI, reforzó
obviamente la tentación de recurrir a políticas proteccionistas como mecanismo de ajuste.

La nueva fase de auge de financiamiento eterno de América Latina en los años 70 fue parte de
un proceso más amplio de reconstrucción de un mercado internacional de capitales, que se
había iniciado en la década de 60. En cada caso individual, la característica destacada fue la
competencia por colocar recursos de un creciente numero de bancos nacionales transformados
en internacionales.

La dinámica de la competencia por colocar recursos se caracterizó por un aumento rápido del
financiamiento externo, generalmente con márgenes pequeño sobre el LIBOR. Las tasas de
interés reales bajas, a veces negativas, de la década de los 70 y su coincidencia con altos
precios de los productos básicos generaron grandes incentivos para el uso a gran escala de la
financiación externa.

Esta enorme demanda


de fondos externos se
asoció en américa
latina, según hemos
visto, con crecientes
déficit comerciales y
fiscales. las
instituciones
financieras nacionales
que intermediaron
fondos extranjeros
estaban acumulando
crecientes riesgos,
tanto crediticios como
cambiarios, pero este
problema estaba
asociado a una
tendencia nueva. La
capacidad de los
controles de cambios
para evitar fugas de
capitales, una vez se
desencadenó la crisis
jugó un papel
importante.

El peso de estos
factores internos jugó
un papel decisivo en determinar el efecto relativo que tuvo la crisis de la deuda de los años 80,
en los distintos países. Esto indica, a su vez, que fue la dinámica macroeconómica mas que las
deformaciones en la estructura productiva generadas por el modelo anterior lo que resultó
decisivo. Que se repitiera, el agudo ciclo de los 1920 y 30, la propensión al auge y la crisis como
resultado de la inestabilidad del financiamiento externo es un fenómeno general y ciertamente
no una característica particular de la industrialización dirigida por el Estado. El comportamiento

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del financiamiento externo jugó un papel central en la dinámica de la crisis. El punto de


inflexión fue la decisión tomada a findes de 1979 por la junta de la reserva federal de USA de
elevar notoriamente las tasas de interés para cortar la inflación. A esto se le agregó un fuerte
deterioro de los precios reales de las materias primas. Estos choques durarían un cuarto de
siglo.

En efecto, las tasas de interés de USA que habían sido bajas hasta los años 60 se tornaron
negativas a mediados de la década de 1970, aumentaron bruscamente a fines de la última y
permanecerían así hasta finales de siglo. LATAM solo comenzó a beneficiarse de tasas de
interés durante el auge financiero de 2005-2008. Por su parte la caída de precios de productos
básicos significo un quiebre de largo plazo que duraría desde la misma fecha hasta la primera
década del siglo XXI. A estos dos factores se agregó una recesión en el mundo industrializado.

El impacto por
las tasas de
interés
internacionales
no tenías
precedentes. La
magnitud de los
riesgos post que
debió asumir
LATAM no era
solo inesperada
sino, también
difícil de prever.
La dinámica de la
deuda se torno
explosiva con posterioridad al fuerte impacto generado por el alza de las tasas de interés. Los
coeficientes de endeudamiento externo venían aumentados en forma sostenida pero pausada
durante los 70.

La situación se tornó
crítica debido a la
persistencia de la
crisis de la deuda y
las condiciones
adversas, pero
también de las
débiles respuestas
de las políticas
internacionales
frente a la crisis
latinoamericana. El
efecto conjunto de
la cesación
repentina de la
financiación
externa, que duro

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casi una década, y las crecientes obligaciones del servicio de la deuda, fueron un choque
externo masivo que transformó las transferencias netas de recursos. Su gran inestabilidad, fue
el elemento decisivo. El FMI y los bancos multilaterales de desarrollo acudieron al rescate, en
mayores magnitudes que en el pasado, pero los montos que aportaron fueron modestos en
comparación con los efectos de la masiva reversión de las transferencias de recursos privados.

Si bien en los años


30 tuvieron que
superar su superávit
comercial en forma
temporal, en la e
1980 se vieron
obligadas a generar
grandes superávits
por casi una década.
Si bien el bache de la
gran depresión fue
superior, al paso de
los años supieron
mejorar con creces
su situación antes de
la gran depresión.

En la evolución de la
crisis de la deuda
pueden distinguirse
tres fases. Hasta
septiembre de 1985
hubo ajustes
macroeconómicos
masivos, basados en
el supuesto inicial de
que la crisis era solo
de naturaleza temporal y que el financiamiento retornaría. En septiembre de 1985 se inicio una
segunda fase con el anuncio del primer plan Baker, que incluyó un ajuste estructural
encabezado por el banco mundial, mejores condiciones financieras y modestos recursos
adicionales. La insuficiencia del paquete condujo, dos años mas tarde, a un segundo plan Baker
que añadió recompras de deuda, bonos de salida con bajas tasas de interés y canjes de deuda.
La fase final llegó apenas en marzo de 1989 con el plan Brady, que incluyó una modesta
reducción de los saldos de la deuda y fue sucedido por un renovado acceso al financiamiento
privado. Aunque fueron buenas las intenciones la participación de LATAM en el mercado
mundial comenzó a disminuir.

La recesión inicial fue muy severa, el PIB de la región se contrajo por tres años consecutivos.,
Pocos países pudieron reiniciar un crecimiento económico estable a la segunda mitad del
decenio de 1980. Los costos sociales de la crisis fueron masivos. Hubo un deterioro de la
distribución del ingreso, lo que agravo lo patrones históricos de desigualdad, la depreciación
del tipo de cambio real estuvo acompañada del aumento de la inflación en magnitudes que
LATAM no había conocido antes. Los problemas de distribución interna de recursos para hacer

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frente a la crisis estuvieron asociados estrechamente a la necesidad de realizar transferencias


al gobierno para el servicio de la deuda externa y para pagar los costos del colapso de los
sistemas financieros nacionales. Esta transferencia se puedo realizar de manera más fácil en os
países en los que el estado tenía acceso directo a los ingresos de las exportaciones. El ajuste
involucro tambien una reduccion masiva de inversion.

Fajnzylber (1983)
América Latina

En las décadas del 30,


40 y del 50, la
relevancia de la
industrialización en
LATAM trascendía el
ámbito sectorial y
constituía un centro de
gravedad de una
propuesta de estrategia
de desarrollo. La
industrialización era
también una bandera
de movimientos
sociales. Después de un
crecimiento industrial
rápido acompañado de
un acelerado proceso
de urbanización, se
llega a la década de los
70, em la cual se
observa una creciente y
generalizada frustración
respecto a los
resultados de la
industrialización, generando así una crisis de confianza. Un rasgo básico de la industrialización
latinoamericana en la posguerra era su rápido crecimiento. No fue como Japón y los países
socialistas, pero si fue muy notorio. Brasil fue el país que mas crecimiento tuvo. Uruguay, Chile
y Argentina se caracterizan por
una tasa de crecimiento de la
población significativamente
mas baja que el resto, mayor
grado de urbanización y
menor población en la
agricultura, además tenían
menos pobreza. Inicialmente
tuvieron una industrialización
avanzada y luego frustrada.
Por otro lado, México y Brasil
eran países punteros en
industrialización. Sin embargo,

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Módulo 3

la industrialización llevo consigo una gran desigualdad en estos países. En América central
también se pudo ver un dinámico crecimiento.

Si bien es una modernización, más


bien es una modernización un tanto
precaria. En los 80 se pudo ver un
crecimiento industrial, se observa
una elevación significativa de la
esperanza de vida. Un desarrollo del
transporte y la energía. El
crecimiento, la urbanización y la
precaria industrialización coexisten
con la marginalidad urbana y rural,
aparición de una burguesía urbana, comercio y banca. Surgimiento de un proletariado
industrial, En América latina se aprecian modificaciones sectoriales en la industria
manufacturera; peso creciente de los productos químicos y la gravitación de la metalúrgica. En
LATAM mucha de la población no puede satisfacer sus necesidades elementales. Al comparar la
estructura sectorial de los países industrialmente más avanzados con la correspondiente de los
países desarrollados, se verifica que pueden ser considerados estadísticamente similares.
Aquellos partidos con más desarrollo son aquellos que tienen mas productividad. Los sectores
más dinámicos son aquellos que dan más empleo. Uno de estos casos puede ser la industria
metalmecánica. Las exportaciones manufacturaras desde el 65 al 74 se expandió más que en
cualquier otra región del mundo, esto se debe a que pasó de un porcentaje insignificante a uno
un poco mayor.

La industrialización de
LATAM tenía un carácter
tardío y la corrección de
esto sería cuestión de
tiempo. En conclusión, la
industrialización de LATAM
se caracteriza, entonces,
por un crecimiento rápido,
superior a los de ciertos
países avanzados, por una
modificación de la
estructura del sector acorde
con la observada en los
países avanzados y un
crecimiento de la
productividad elevado,
asociado al igual que en los
países avanzados, a los
sectores de mayor crecimiento que había a su vez expandido rápidamente las exportaciones. El
petróleo para esta región fue una materia fundamental. Esta fuerte dependencia del petróleo
ha coexistido con una débil utilización del potencial hidráulico de la región. El escaso del
potencial hidráulico de LATAM obedece a la falta de capitales de la región. Los países con más
rápida industrialización son aquellos con un crecimiento más rápido de la población. LATAM
tuvo un muy tapido crecimiento de la urbanización. Es posible que la relación entre

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Módulo 3

crecimiento poblacional e industrialización adquiera verdadera relevancia a través de la


mediación de las modalidades de organización social, sindical y política que se asocian a las
situaciones de rápido crecimiento poblacional.

La otra especialidad regional que actúa sobre la industrialización es la desigual distribución del
ingreso prevaleciente en la mayor parte de los países de la región y que tiene sus orígenes en
un largo proceso histórico, en la cual la responsabilidad relativa de la industrialización de la
posguerra no debe sobrevalorarse. El panorama de la distribución del ingreso en diversos
países de LATAM seria entonces, mucho mas un resultado de un proceso histórico
caracterizado en sus orígenes, la industrialización elevó el ingreso de un sector de la población,
sin embargo, no fue suficiente para integrar a todos los sectores. Se necesitarían
modificaciones en el patrón de industrialización que permitiesen una más rápida integración de
la población marginada y evitasen los derroches de la cúpula social.

Precariedad de la vocación industrial en LATAM

La expresión más clara de la precariedad del empresariado industrial nacional y de las otras
fuerzas sociales que han contribuido a definir la política industrial de los piases en LATAM es la
presencia indiscriminada de empresas del exterior que ejercen el liderazgo en una amplia gama
de sectores. La presencia de empresas extranjeras no es el problema, lo que es propio de la
región es la magnitud de la presencia, la ineficiencia de las estructuras productivas que han
configurado, a aceptación de su presencia en actividades carentes de toda complejidad
tecnológica. LA vocación y la buena inversión no fue lo que caracterizó a LATAM. La fragilidad
de la vocación industrializadora refiere específicamente al contenido y a la debilidad del núcleo
endógeno de la industrialización de LATAM, básicamente es falta de liderazgo efectivo en la
construcción de un potencial industrial endógeno capaz de adaptar, innovar y compartir
internacionalmente en una gama significativa de sectores productivos.

En efecto, la ausencia o presencia marginal de las ET en actividades tan importantes como la


banca y la construcción civil, al menos en los países y grandes de la región. Las ET son un tipo
de empresas. La responsabilidad central por el comportamiento y los efectos económicos que
genera esta presencia indiscriminada de las ET en LATAM es eminentemente interna; si la
protección ha servido para amprar masivamente la ineficiencia. El hecho de que el liderazgo
industrial se localice en empresas filiales, sugiere que esa transformación productiva, al menos
en parte, está vinculada a un proceso que se desarrolla a nivel internacional.

Proteccionismo para el aprendizaje y proteccionismo frívolo

Una característica del patrón de industrialización de LATAM es la elevada protección que ha


amparado al crecimiento industrial. En LATAM la protección amparaba una reproducción
indiscriminada, pero a escala pequeña. Los países que alcanzaron su industrialización a fines
del siglo XIX crecieron con mucha frecuencia, a la sombra de barreras arancelarias protectoras,
y al mismo tiempo desplegaron vigorosos esfuerzos para exportar, amenazando la situación
dominante que tenían los países ya industrializados en numerosos e importantes mercados. La
protección tendría una cuota decisiva de responsabilidad en la ineficiencia industrial de LATAM.
La protección elevada e indiscriminada, así como la presencia masiva de ET, es una muestra de

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Módulo 3

la debilidad empresarial. No basta con eliminar la protección. El nivel de protección ha estado


en alguna medida determinado por las tasas de rentabilidad.

Rezago de los bienes de capital en LATAM.

Las empresas metalmecánicas tienen un menor peso. EL retraso de este sector se refleja en la
cuota de responsabilidad que le cabe en el déficit externo. Los bienes de LATAM presentan
mucha menor complejidad que en el resto del mundo. Una proporción mayoritaria de la
producción de bienes de capital se efectúa en filiales de empresas extranjeras. El retraso de la
industria de bienes de capital de LATAM es un hecho que está ligado indisolublemente a las
características del patrón de industrialización seguido por la región en las ultimas décadas. En
efecto, un elemento central de la política de industrialización consistía en el fomento
cuantitativo de la inversión, principalmente privada. En principio se producían primero bienes
de consumo, luego bienes intermedios, pero se sacrificaba la fabricación local de maquinaria.

Para las empresas públicas, la restricción fundamental que ha inhibió la adquirió local de
bienes de capital financiera. Las empresas de LATAM descentralizadas presentan un déficit en
la cuenta de capital, que tiene que ver con el rasgo, también estructural, de que la política de
precios de las empresas publicas está destinada precisamente a subsidiar la adquisición de los
bienes y servicios que ellas producen. Este financiamiento en la cuenta de capital se neutraliza
con el acceso al financiamiento internacional, que está asociado a las importaciones, hecho
que limita la promoción de bienes de capital producidos localmente. Las filiales ET, tienen una
política de adquisición de maquinaria. Finalmente, las empresas privadas nacionales son
medianas y pequeñas.

Asimetrías en el liderazgo industrial en LATAM y en países avanzados.

La presencia de las ET en la estructura industrial de los países de LATAM se encuentra, en


sectores de estructura oligopólica, al igual que en el país de origen, sin embargo, surgen
diferencias; en primer lugar, la eficiencia de la estructura productiva que surge en los sectores
oligopólicos, las barreras que imponían los países de origen permitían tasas de rentabilidad
más altas. Sobre el desarrollo económico de América Latina se ha sostenido que el tamaño
reducido de los mercados internos, aunado a la utilización de tecnologías concebidas para los
mercados de gran tamaño de los países desarrollados, ha conducido a la gestión de
estructuras. En la determinación del grado real de concentración en la industria de LATAM,
parecen influir factores que en algunos casos podrían modificar en la conclusión antes
mencionada. Estos factores explicarían la aparición, en determinados sectores de la industria
de LATAM. Un primer factor a considerar es que en gran número de sectores hay una gama de
opciones respecto a la escala de producción. Es posible que al recorrer es agama de escalas
productivas hacia las de menor tamaño, se eleven los costos unitarios.

El segundo factor se refiere a la posibilidad económica de utilizar parcialmente la capacidad


instalada sin afectar la capacidad de competencia de la empresa en el mercado interno. En los
mercados altamente protegidos de los países de LATAM el empresario está en condiciones de
transferir al precio el costo asociado a la utilización parcial de sus instalaciones.

En tercer lugar, es preciso reconsiderar el efecto real de las denominadas barreas a la entrada,
en el caso de aquellos sectores de LATAM en que actúan las filas de las ET. Se mencionan como
“Barreas a la entrada”: a) las ventajas de las empresas establecidas en cuanto a la
disponibilidad de ciertas tecnologías; b) control de ciertos factores de producción; C) marcas
consolidadas en el mercado; d) redes de distribución, e) magnitud elevada de las inversiones

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Módulo 3

iniciales. Estas ventajas se acentúan y otorgan mayor estabilidad a las firmas establecidas en
aquellos sectores que presentan economías de escala importantes, baja elasticidad-precio de la
demanda y mercados de tamaño limitado. En segundo lugar, la inversión necesaria para
penetrar en el mercado de los países de la región constituye una proporción marginal respecto
a los recursos financieros totales de que disponen las ET. Las barreras de entrada
prácticamente no existen para las nuevas filiales de ET.

Diferenciación de productos, innovación tecnológica y distribución del ingreso

Los bienes que producen las ET en LATAM han sido diseñados en función de los requerimientos
del mercado de los países de origen, que se caracterizan por tener un ingreso elevado, en ese
mercado la diferenciación de producto obedece a la necesidad de inducir una expansión del
consumo a niveles que superan por lejos las necesidades básicas.

Cambios en el patrón de consumo

El crecimiento de la producción se orienta preferentemente hacia la intensificación del


consumo de los usuarios tradicionales, entendiendo por tales a aquellos cuyo nivel de ingresos
supera al mínimo necesario para hacerse acreedores a las diversas modalidades del
financiamiento del consumo. Al congelarse el tipo de bienes la competencia se haría sobre la
base de los precios. Al transportarse esta modalidad de competencia basada en la
diferenciación de productos a países como los de LATAM surge una segunda diferencia
importante respecto al país de origen, en efecto cuando este proceso se desarrolla en los
países avanzados la destrucción de los bienes existentes y correspondientes efectos se ven
neutralizados por la creación de nuevos bienes, técnicas, etc. Sin embargo, esto último en las
filiales de LATAM no sucede.

Destrucción creadora y desnacionalización.

De acuerdo con las diferencias apuntadas en el proceso de destrucción creadora que las ET
lideran en los países de LATAM el componente de creación, pareciera tener una ponderación
sustancialmente menor. Estas debilidades no inhiben la capacidad para influir de las filiales en
la orientación de la expansión industrial. Esto se evidencia con su mayor crecimiento. Es un
proceso de concentración al que se puede denominar como transnacionalización. En los países
receptores este proceso es simultaneo a uno de desnacionalización de la actividad productiva,
lo que no ocurre en el país de origen. Las empresas nacionales crecen menos que las ET.

Las modificaciones en la estructura productiva y al problema del empleo

Las ET tienen unas técnicas muy intensivas en capital por lo que desempeñan un papel
negativo en el empleo. No por su uso de capital, sino por el modelo de industrialización que
ellas poseen. Son las técnicas que les permiten obtener las tasas de rentabilidad necesarias
para alcanzar los objetivos de expansión o incremento de su participación en el mercado. Las
empresas nacionales por su parte modernizan sus instalaciones con vistas a elevar su
competitivas respecto a las ET.

Industrialización en América Latina. De la «caja negra» al «casillero vacío» *

En efecto, después de dos siglos de abundantes y rigurosos estudios sobre los orígenes y
consecuencias de la revolución industrial en Inglaterra, persiste la polémica respecto de ese
tema y del posterior descenso de la posición relativa de ese país en el plano internacional.
Brasil es el país de la región cuya industrialización acaso haya recibido la mayor atención de los

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Módulo 3

círculos académicos, tanto dentro del país y de la región como en el extranjero. No obstante,
persisten cuatro interpretaciones diferentes respecto de los orígenes y de los procesos que
desencadenaron su industrialización a partir de una base agrícola-exportadora: 1) la teoría de
los choques adversos; 2) la de la industrialización encabezada por la expansión de las
exportaciones primarias; 3) la interpretación basada en el desenvolvimiento del capitalismo en
el Brasil; y 4) la teoría que destaca el papel que le cupo al sector público en la promoción
industrial. Según la experiencia acumulada sobre el desarrollo económico en distintas latitudes
parece que uno de los rasgos sobresalientes de ese proceso sería la combinación de
aprendizaje, tomando como modelos a las sociedades más avanzadas, y de innovación
económica y social en los países menos avanzados, que les permite incorporar las innovaciones
con relación a sus propias carencias y potencialidades.

Hipótesis sobre la especificidad de la industrialización latinoamericana

Diversos estudios efectuados a nivel internacional, así como la experiencia de América Latina,
permiten afirmar la hipótesis de que existiría una relación nítida de causalidad entre la
transformación estructural de la agricultura y la mejoría de la distribución del ingreso y, como
se indica más adelante, esta última ejerce un papel importante en la configuración del sistema
productivo y, por consiguiente, en la capacidad de absorción y generación de progreso técnico.
La equidad, y lo que representa en términos de articulación social, a igualdad en el nivel de
ingreso medio, tiende a configurar un patrón de consumo relativamente más austero que el
prevaleciente en situaciones de aguda concentración del ingreso.

Adicionalmente, el hecho de que un patrón de consumo más austero libera recursos para la
inversión, podría adelantarse la hipótesis (de muy difícil verificación empírica) de que existiría
una cierta relación entre el grado de exuberancia del «patrón de consumo» y el nivel de la
relación capital-producto; este último sería más bajo en aquellas sociedades en que el patrón
de consumo es relativamente más austero, entendiendo por tal aquel con una menor
proporción de consumo duradero, menor uso de energía y menor uso de divisas. En esos
países, la relación capital-producto tendería a ser más baja que en aquéllos en que se intenta la
reproducción del patrón de consumo de referencia, caracterizada por una elevada densidad de
consumo duradero. El crecimiento permite incorporar nuevas generaciones de equipos y
productos, contribuye por esa vía a elevar la productividad y, por consiguiente, a reforzar la
competitividad internacional.

En América Latina - precisamente por las insuficiencias en los ámbitos de la equidad y


austeridad y por el carácter «frívolo» del proteccionismo - el crecimiento y la competitividad
han tenido un carácter espasmódico que no corresponde al carácter cíclico que presenta el
crecimiento en las sociedades industrializada. Un sistema industrial competitivo
internacionalmente, en un contexto social en que se ha superado un umbral mínimo de
equidad (transformación agraria), puede tender a favorecer la equidad en el país
correspondiente. La equidad favorecería entonces al crecimiento, directamente por la vía de
inducir un patrón de consumo compatible con una tasa más alta y más eficiente de inversión e,
indirectamente, en la medida en que crea un clima social compatible con el esfuerzo de
«construcción de futuro» que requiere necesariamente de legitimidad por parte de la élite y
del sistema para favorecer la disposición del conjunto de la sociedad a emprender las acciones
y decisiones conducentes al propósito del crecimiento. El crecimiento, a su vez, tiende a
flexibilizar el funcionamiento social y, en esa medida, a permitir que los eventuales rezagos en
materia de distribución sean más fácilmente soportables que en aquellas situaciones en que
predomina el estancamiento. La competitividad del sector industrial que enfrenta una

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Módulo 3

demanda más dinámica que la del resto de los sectores productivos, contribuye positivamente
al crecimiento.

la capacidad de los países para insertarse sólidamente en los mercados internacionales está
fuertemente condicionada por su capacidad y posibilidad de acompañar las tendencias
tecnológicas internacionales. Resulta importante destacar el hecho de que el esfuerzo de
innovación y desarrollo tecnológico no se distribuye homogéneamente en el conjunto de la
actividad productiva. Se verifica que este esfuerzo se concentra principalmente en el sector
manufacturero. En consecuencia, en estas ramas de «engineering products» e industria
química, la «densidad tecnológica» duplica aquella que caracteriza al conjunto del sector
manufacturero y equivale a no menos de seis veces la del conjunto de la actividad productiva.
Estas ramas particularmente intensivas en progreso técnico presentan por lo menos tres
características adicionales importantes. En primer lugar, se trata de las ramas que han
experimentado el mayor crecimiento en la posguerra. Además, son aquellas que presentan el
mayor dinamismo en el comercio internacional. En aquellas sociedades en que predomina una
base generosa de recursos naturales suelen originarse situaciones de elevada concentración de
la propiedad ya sea en el sector privado o en el sector público.

Aceptando la existencia de un cierto mimetismo al interior de la sociedad, es decir, de una


difusión y reproducción de los valores que emanan del liderazgo hacia el conjunto del tejido
social, podría afirmarse que en aquellas sociedades en que predomina ese liderazgo, esta
percepción del mundo puede tender a penetrar y difundirse en variados ámbitos del sector
público, del sector privado y de las más distintas instituciones que participan en su
funcionamiento (partidos políticos, fuerzas armadas, gremios y sindicatos, agrupaciones
profesionales, la burocracia).

La disponibilidad de la base empresarial nacional será, sin duda, un factor determinante en la


posibilidad de construir un sistema industrial internacionalmente competitivo. Para efectos de
abastecer el mercado interno, este no es un requisito central y, de hecho, el liderazgo de los
sectores más dinámicos puede desplazarse a las empresas transnacionales (ET), cuyo
comportamiento se asimilará sin dificultad a estas condiciones de mercado.

Reflexión final sobre la impostergable transformación productiva de América Latina

De lo expuesto anteriormente, puede concluirse que la superación del síndrome del «casillero
vacío» requiere de algo más que cautelar los, sin duda muy importantes, equilibrios
macroeconómicos. En América Latina resulta impostergable una transformación productiva
que permita elevar la productividad de la mano de obra, sustentar la competitividad
internacional «auténtica» apoyada en la incorporación de progreso técnico, fortalecer y
ampliar la base empresarial latinoamericana, elevar masivamente el nivel de calificación de la
mano de obra y lograr el establecimiento de relaciones de cooperación constructiva entre el
gobierno, sector empresarial y laboral basados en acuerdos estratégicos que den permanencia
a las políticas económicas. Las tareas básicas que desempeñó el Estado en la fase anterior
fueron: crear la infraestructura física de apoyo para una industrialización orientada
básicamente hacia el mercado interno transfiriendo recursos al sector privado, bajo distintas
modalidades, especialmente en los sectores de consumo no duradero y duradero y
estableciendo empresas públicas en algunos sectores de insumos de uso difundido. Los
recursos en divisas provenían básicamente de la exportación de recursos naturales y del crédito
externo.

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Módulo 3

Los resultados insuficientes de la industrialización latinoamericana que se evidenciaron en los


70, unidos al ascenso del pensamiento ortodoxo, condujeron a un cuestionamiento
generalizado respecto al papel de la industrialización y a la función de liderazgo desempeñada
por el sector público. La adopción de esas «correcciones» conduce a un esquema que difiere
sustancialmente de la propuesta industrial implícita en la «ortodoxia de los 80», cuya
aplicación se vincula al servicio de la deuda externa latinoamericana. Las notorias y
reconocidas especificidades nacionales de los países de América Latina inhiben la formulación
de propuestas simples y homogéneas para el conjunto de la región.

El sentido general de la transformación productiva propuesta es el siguiente: 1) transitar desde


la «renta perecible» de los recursos naturales hacia la «renta no perecible » de la incorporación
de progreso técnico al sector productivo; 2) desplazar la prioridad desde el conjunto del sector
manufacturero, hacia los subsectores específicos que contribuyen a incorporar y difundir
progreso técnico al conjunto del sector productivo; 3) favorecer la inserción internacional sobre
la base de impulsar elevación de productividad y competitividad en sectores específicos; 4)
introducir modificaciones en instituciones y políticas públicas con el objetivo de inducir en el
sector privado comportamientos coherentes con los criterios anteriores; 5) promover un
contexto institucional proclive a la colaboración estratégica entre gobierno, empresariado y
sector laboral.

La promoción industrial en un mercado protegido puede llegar a ser compatible con


organismos públicos pasivos, mientras que el fortalecimiento de la competitividad
internacional requiere de instituciones públicas dotadas de iniciativa y capacidad de
convocatoria para articular los distintos agentes productivos, educativos, de investigación,
financiamiento y comercialización. Los requerimientos institucionales asociados a la
administración de un esquema de protección elevada, indiscriminada y permanente son
obviamente menores y cualitativamente diferentes de los que plantea un esquema sectorial y
temporalmente selectivo orientado a inducir el aprendizaje tecnológico y la competitividad
internacional. La industria precedente tenía escasos vínculos con los sectores de recursos
naturales y requería apoyo limitado de los servicios especializados vinculados a la gestión
empresarial y sus necesidades en materia de actualización permanente de sus recursos
humanos era más bien retórica.

La inserción internacional de América Latina se ha basado principalmente en la renta asociada


a los recursos naturales y la expansión industrial se ha nutrido de la renta generada al amparo
de una protección indiscriminada y prolongada. Ambas fuentes de crecimiento. obviamente
vinculadas entre sí se han erosionado y la reestructuración industrial debería permitir transitar
hacia la única fuente de renta no perecible, aquella que se basa en la innovación aplicada al
procesamiento de los recursos naturales, las manufacturas no basadas en recursos naturales y
a los servicios intensivos en tecnología.

Marichal 2005 Deuda externa

¿EXISTEN CICLOS DE LA DEUDA EXTERNA EN AMERICA LATINA? UNA PERSPECTIVA


HISTORICA, SIGLOS XIX y XX

Desde hace casi dos siglos, los países de la región han requerido capitales externos para
financiar ciertos gastos gubernamentales y/o variados proyectos u empresas económicas. Es
decir, generalmente han sido importadores netos de capitales, si bien pueden identificarse
determinadas coyunturas históricas cuando- al contrario- se han convertido en exportadores
netos de capitales. Uno de los instrumentos financieros más importantes para obtener fondos

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Módulo 3

externos ha sido la contratación de deuda externa por parte de los gobiernos. durante la mayor
parte de los siglos XIX y XX, los Estados latinoamericanos se han convertido en importantes
receptores de capitales prestados, los cuales han sido redistribuidos en distintas formas. Los
destinos más importantes de los préstamos históricamente han sido gasto militar, inversiones
en obras públicas y/o financiamiento del déficit público.

en la mayoría de los países, durante la primera etapa de endeudamiento externo suele existir
una relación favorable entre incremento de la deuda y desarrollo económico. Sin embargo, la
situación cambia radicalmente a partir de la acumulación de una deuda cuyo valor total suma
más de 160%.

Ciclos históricos de auge y crisis de la deuda

el fenómeno del endeudamiento internacional puede entenderse a largo plazo en función de


una serie de ciclos globales de deuda (global debt cycles). Cada ciclo se puede subdividir en
tres partes: (1) la fase de endeudamiento, (2) la coyuntura de la crisis y (3) la suspensión de
pagos y la etapa (más o menos larga) de renegociaciones. Suter argumenta que existe una clara
relación entre estos ciclos y aquellos ciclos más generales de la economía de largo plazo: los
ciclos Kondratiev y/o los Kuznets’ swings. Argumenta que los segundos determinan, en buena
medida, a la evolución de los primeros. cada ciclo de deuda estaba compuesto por una fase A-
de contratación de la deuda- la cual solía concluir con una fuerte crisis financiera, siendo
seguida por una Fase B de frecuentes suspensiones de pagos y varios tipos de moratorias y/o
renegociaciones más o menos prolongadas.

Naturalmente, esta dinámica ha tenido como resultado que la mayoría de los países
latinoamericanos haya sufrido repetidas crisis de la deuda externa a lo largo de los siglos XIX y
XX. Las mayores de las crisis clásicas de la deuda se produjeron como consecuencia de crisis
económicas internacionales en 1825, 1873, 1890, 1929.8 Por ello puede observarse que la
suspensión de pagos de los diversos países latinoamericanos se producía- en la mayoría de los
casos uno o dos años después de la manifestación de la recesión económica en los países
industrializados.

En las crisis mundiales de 1873 y 1929, puede observarse, que fue la baja simultánea en el
comercio internacional y en los flujos de capital lo que más afectó a las economías
latinoamericanas, reduciendo sus ingresos fiscales (en moneda fuerte) y llevando a la
suspensión de pagos sobre deudas. Al mismo tiempo, en la mayoría de los países
latinoamericanos se produjo una fuga de capitales, la cual siendo acompañada por fuertes
déficits comerciales tendía a provocar la suspensión de cambios, por lo que frecuentemente se
abandonó la libre convertibilidad, siendo reemplazada por una política de no convertibilidad
y/o control de cambios.

Las crisis financieras, por lo tanto, dieron lugar en distintas oportunidades a moratorias en el
pago de la deuda externa de numerosos países latinoamericanos. Estas, curiosamente,
tuvieron efectos contradictorios para estos países ya que, por un lado, las suspensiones de
pagos permitieron una reducción del servicio de la deuda, pero por otro implicaron la exclusión
de los mercados de capitales internacionales, el congelamiento de los principales flujos de
inversiones extranjeras y la reducción en las tasas de crecimiento de la economía para el país
en cuestión. Además, las largas moratorias plantearon complejos litigios, básicamente entre los
gobiernos deudores y los comités de tenedores de bonos.

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Módulo 3

Si bien las suspensiones de pagos de las deudas externas podían afectar negativamente a los
países deudores, también afectaba a los tenedores de bonos y banqueros, es decir a los
acreedores. En primer lugar, la suspensión del servicio del pago del servicio implicaba que los
acreedores no podían cobrar sus intereses anuales, durante un tiempo variable- dependiendo
del desempeño de cada país en las diferentes crisis.

Cambios en los ciclos y crisis del endeudamiento latinoamericana después de la Segunda


Guerra Mundial

Hasta aquí hemos argumentado que, en el caso de Latinoamérica, las principales crisis
históricas de la deuda se produjeron como consecuencia de crisis económicas internacionales
en 1873, 1890, 1929. En esos casos, puede observarse que la suspensión de pagos de los
diversos países latinoamericanos se produjo- en la mayoría de los casos- uno o dos años
después de la manifestación de la recesión económica en los países industrializados. fueron los
efectos de las grandes crisis en los países "centrales" los que solían provocar desequilibrios
comerciales y financieros muy serios en los países "periféricos", llevando en muchos casos a la
suspensión de pagos sobre las deudas externas.

En el cuarto de siglo que siguió a la Segunda Guerra Mundial, fueron los Estados (y no los
mercados) los que diseñaron una nueva arquitectura financiera internacional. A raíz de la
reunión de Bretton Woods (1944), los países aliados acordaron establecer un conjunto de
nuevas instituciones y organizaciones financieras que se esperaban permitirían un proceso
ordenado de reconstrucción de la economía mundial en la época de la postguerra. se
formularon los planes para la creación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

A su vez, se fueron imponiendo como principios básicos la aceptación de nuevos principios de


economía política que fueron adoptados por la mayoría de los Estados del mundo, incluyendo
la adopción de tasas de cambio estables con un pequeño margen de ajuste (pegged adjustable
echange rates), control de movimientos de capitales, una política activa de controles
arancelarios para regular el comercio exterior en muchos países. Estas medidas otorgaban a los
gobiernos una gran capacidad para regular los sistemas financieros a escala nacional e
internacional. En realidad, la nueva arquitectura financiera limitaba notablemente los flujos
internacionales de capitales ya que la prioridad era el mantenimiento de tasas de crecimiento
fuertes y sostenidas, lo que dependía- a su vez- de tasas de interés estables y bajas. Las
consecuencias eran, que el gremio tradicional de los banqueros privados internacionales
perdió protagonismo debido el bajo nivel de flujos de capitales y la fuerte regulación.

Este sistema económico fue notablemente eficaz en impulsar la recuperación económica en la


postguerra, lográndose una expansión sostenida en la mayor parte del mundo durante un
cuarto de siglo, con una expansión sostenida de la economía norteamericana, las tasas más
altas de crecimiento económico de la historia de Europa y un espectacular crecimiento de
Japón. En el caso de América Latina, el crecimiento fue más desigual.

Era claro, en este sentido, que durante esta época se rompieron los ciclos tradicionales del
capitalismo clásico. Y, por lo tanto, no pueden identificarse ciclos de endeudamiento similares a
los períodos anteriores a 1929. Este rompimiento con los ciclos se reflejó, a su vez, en la
literatura económica, ya que después de 1950 perdió favor la teoría de los business cycles, que
había sido tan importante en el gremio de los economistas en los años de 1920 y 1930.

No obstante, la era de Bretton Woods se derrumbó a partir de 1971, con una nueva
transformación de la arquitectura financiera internacional, que marcó el inicio de la moderna

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Módulo 3

era de la globalización financiera. El comienzo del fin se dio con la política adoptada por la
administración de Richard Nixon de modificar la vieja paridad del dólar en términos de oro, lo
que implicaba la ratificación de la libre flotación de las monedas fuertes.

Pese a la flexibilización creciente de los mercados financieros, en el decenio de 1970 la


demanda de capitales externos por parte de las economías industrializadas era relativamente
débil por efecto de una prolongada recesión (especialmente fuerte en Europa y Japón) y como
consecuencia del alza de los precios del petróleo. La gran paradoja de esa década fue que se
produjo una explosión de los flujos financieros entre dos regiones de la periferia: Medio
Oriente y América Latina. La acumulación de enormes excedentes de petrodólares por un
puñado de países árabes requería un vehículo y camino para reciclarse. Los bancos
norteamericanos, europeos y japoneses se dedicaron a canalizarlos hacia América Latina.

El problema de fondo, sin embargo, no era solamente el hecho de que los Estados
latinoamericanos se endeudaran de manera súbita, sino que además lo hicieran con base a
políticas monetarias que no dejaban de estar apegadas a las tasas de cambio quasi fijas de la
primera época del sistema de Bretton Woods. Con la convicción de que podían sostenerse
tasas de cambio indefinidamente sin acumular grandes reservas de metálico, oro o divisas
fuertes extranjeras, los ministros de finanzas latinoamericanos encaminaron a sus países al
desastre. Peor aún, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial los alentó a proseguir
con su peligrosísima carrera de endeudamiento sin contar con las necesarias reservas de
respaldo. A partir de entonces, los países latinoamericanos han sido pasajeros de una especie
de enorme montaña rusa financiera, con subas y bajas extraordinariamente abruptas y dañinas

Paradójicamente en los años de 1980 los países latinoamericanos se tornaron exportadores de


capitales (por el aumento en el servicio de la deuda) precisamente en una época de bonanza
económica en Europa, en Japón y en los llamados NICS de Asia. Finalmente, a partir de la
recuperación y extraordinario auge de las bolsas en los Estados Unidos y en Europa desde
aproximadamente 1994 hasta finales del decenio, comenzaron a experimentarse graves
problemas financieros en diversos países latinoamericanos. Nos parece que las lecciones de
esta historia reciente son que existe una notable falta de coincidencia desde 1970 en adelante
entre los ciclos financieros en los países más avanzados y en las naciones latinoamericanos. El
auge financiero en el Norte es acompañado por crisis financiera en el Sur, y vice-versa. Sin
embargo, en ambos casos la tendencia general es hacia un aumento del endeudamiento
público. Pero, curiosamente, en medio de una época de aumento extraordinario de los flujos
privados de capitales a escala global, lo que más crece es la deuda pública, sea en América
Latina, los Estados Unidos, Japón u Europa. Es claro que ahora el mercado manda, pero
también lo es que lo hace con base al crecimiento de la deuda de los Estados. Al parecer el
dilema financiero latinoamericano se ha convertido en un dilema mundial

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