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el estudio de las funciones de la vida le interesaría tanto o má s que una novela; pero se
engañ ó ; no fue así. Primeramente, el libro de texto era un libro estú pido, hecho con
recortes de obras francesas y escrito sin claridad y sin entusiasmo; leyéndolo no se podía
formar una idea clara del mecanismo de la vida; el hombre parecía, segú n el autor, como
un armario con una serie de aparatos dentro, completamente separados los unos de los
otros, como los negociados de un ministerio.
Luego, el catedrá tico era un hombre sin ninguna afició n a lo que explicaba, un
señ or senador, de esos latosos, que se pasaba las tardes en el Senado discutiendo tonterías
y provocando el sueñ o de los abuelos de la Patria.
Era imposible que con aquel texto y aquel profesor llegara nadie a sentir el deseo
de penetrar en la ciencia de la vida. La Fisiología, cursá ndola así, parecía una cosa estó lida
y deslavazada, sin problemas de interés ni ningú n atractivo.
Hurtado tuvo una verdadera decepció n. Era indispensable tomar la Fisiología,
como todo lo demá s, sin entusiasmo, como uno de los obstá culos que salvar para concluir
la carrera.
Esta idea, de una serie de obstá culos, era la idea de Aracil. É l consideraba una
locura el pensar que habían de encontrar un estudio agradable.
Julio, en esto, y en casi todo, acertaba. Su gran sentido de la realidad le engañ aba
pocas veces.
Aquel curso, Hurtado intimó bastante con Julio Aracil. Julio era un añ o o añ o y
medio má s viejo que Hurtado y parecía má s hombre. Era moreno, de ojos brillantes y
saltones, la cara de una expresió n viva, la palabra fá cil, la inteligencia rá pida.
1.- Identifique las ideas del texto y exponga de forma concisa su organización e
indique razonadamente su estructura.
Estructura externa:
Estructura interna:
1.- Primera parte del contenido (líneas 1-3: “Tenía Andrés……..no fue así”):
Actitud de partida con la que el personaje afronta el comienzo del nuevo curso:
Explicació n de los motivos por los que Andrés llega a ese estado de desilusió n:
2.1. Descripció n del libro de texto: pésimo manual copiado de obras francesas y redactado
sin claridad, sin sentido y sin entusiasmo.
2.2. Descripció n de la ineptitud y falta de interés y vocació n del catedrá tico.
2.3. Consecuencia tras descubrir la debilidad de la realidad académica: el inevitable
desencanto del estudiante.
3.- Tercera parte del contenido (líneas 14-20: “Era indispensable………..pocas veces”):
3.1. Consideració n del estudio de cualquier asignatura como obstá culos que superar para
terminar la carrera.
3.2. Afrontar el estudio de las mismas sin entusiasmo alguno.
4.- Cuarta parte del contenido (líneas 20- 23: “aquel curso…………..rápida”):
Tal y como hemos expuesto en el punto anterior, el fragmento que nos ocupa es un
texto literario de cará cter narrativo perteneciente a la novela El árbol de la ciencia (1911),
de Pío Baroja, considerada como una de las novelas má s importantes y representativas
tanto de su autor como de la Generació n del 98, en la que éste se incluye.
En el fragmento propuesto, el autor nos relata las impresiones y motivos de
desencanto del protagonista al afrontar el comienzo de un nuevo curso d e s u s
e s t u d i o s u n i v e r s i t a r i o s d e m e d i c i n a . La intención comunicativa del autor en
el fragmento que nos ocupa, es mostrarnos a través del protagonista un diagnostico
negativo de la Españ a de finales del siglo XIX, es decir, concretamente denuncia la
realidad académica española de la época desde una perspectiva absolutamente
crítica: pobreza del sistema educativo universitario, atraso científico del país y la
ineptitud de los profesores que abordaban la docencia de las m a t e r i a s universitarias
de modo torpe, sin rigor, sin vocació n docente, como un mero trá mite para
un profesorado al que le preocupaba bien poco la motivació n del alumnado.
Por otra parte podemos observar en este fragmento como está presente el tema
fundamental de la obra: la desorientació n existencial e inadaptació n del protagonista. La
decepció n de Andrés Hurtado por no encontrar en sus estudios esa motivació n que le
ayude a encontrar respuestas y le dé sentido a su existencia es só lo una desilusió n má s de
las que experimenta el protagonista a lo largo de su vida. El autor trata de transmitir y
hacer reflexionar al lector sobre su concepció n pesimista de la vida a través del
personaje de Andrés Hurtado cuya angustia existencial y su visió n desencantada de la
vida, no só lo de la suya propia, sino de la existencia humana en general, es consecuencia
de una serie de experiencias traumá ticas que constituirá n una serie de desengañ os. Este
pesimismo nace de sus propios conflictos interiores y de su experiencia de la realidad. No
encuentra en la vida ningú n sentido o explicació n.