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EL USO DEL TIEMPO LIBRE

Dra. Virginia Viguera

Cuántas veces habremos escuchado de chicos eso que nos


decían en tono de amenaza: el ocio es la madre de todo los
vicios. Y nosotros, los chicos en aquel entonces, sin saber que
era ocio, intuíamos que teníamos que estar siempre en
ocupaciones socialmente aceptadas. ¿Escuchar música?
Siempre que nuestras manos estuvieran ocupadas en algún
otro trabajo. ¿Estar pensando? Eso era no hacer nada y por
tanto vicio. ¿Reírse mucho? ¡Ojo! Peligro!!! Después llorarás!!!
La generación de mayores que educó a los que hoy forman
esta generación de adultos mayores estuvieron educados en la
cultura del esfuerzo, del trabajo, desdeñando el placer y el
tiempo libre. ¿Cuándo empezamos a saber que existía ese
tiempo libre?. De muy grandes. Y todavía es difícil quedarse
una hora solamente escuchando música sin ninguna otra cosa
en las manos. Pues bien, ahora se estudia el ocio y el tiempo
libre como situaciones saludables y recomendables en especial
para los adultos mayores.
En un trabajo presentado en el Primer Congreso
Iberoamericano de Psicogerontología, El Establecimiento de un
Estilo de Ocio Activo y Saludable en la Vejez, Silvia Martínez
Rodríguez de la Universidad de Deusto, escribe: “El disfrute de
experiencias de ocio se ha revelado como un factor de calidad
de vida y un recurso de primera magnitud para estimular el
desarrollo personal cumpliendo, además, una función
terapéutica en determinadas situaciones.
Las múltiples investigaciones sobre los beneficios del ocio
justifican que sea considerado por parte de los profesionales de
la gerontología, como un recurso a utilizar en las
intervenciones dirigidas a las personas mayores. Por otro lado,
el establecimiento de un estilo de ocio equilibrado que
contribuya a impulsar el crecimiento y el bienestar personal es
algo que, desde una perspectiva preventiva, debería formar
parte de los objetivos de cualquier acción dirigida a personas
ancianas.”
Qué es el tiempo libre

Es un concepto complejo, porque no es simplemente “no hacer


nada”. Mas aún, es hacer, pero disfrutando, optando, en donde
lo que predomina es la motivación y lo que se tiende es a
lograr placer, gratificación, tranquilidad, paz interior. Es
complejo porque no es lo mismo para todas las personas. Tiene
en común la motivación y el disfrute, pero las formas en que
pueden tomar esas actividades de tiempo libre son muy
variadas.
Es interesante lo que dice Sergio Fajn en su trabajo “Recreando
el Envejecer”, presentado en el Primer Congreso de
Psicogerontología: “Partimos de la premisa que el tiempo libre
es una construcción a la que se arriba. Llamaremos operación
recreativa a las oportunidades que el sujeto se de para hacer
lugar durante su tiempo liberado de obligaciones a la
construcción de un nuevo tiempo, el tiempo vivido con libertad
o tiempo libre. Es durante el tiempo liberado de obligaciones
cuando se presentan condiciones favorables para realizar esta
construcción, ya que es aquí donde bajan los niveles de
exigencias y coerciones.
Quizás el sujeto pueda habilitarse a realizar el pasaje del
tiempo liberado de obligaciones hacia el tiempo libre. Es una
experiencia de autoconstrucción y de autonomía.
Autoconstrucción en tanto se fabrica un tiempo nuevo, una
vivencia subjetiva de autotransformación, de implicación con el
deseo. Y de autonomía en tanto se instala un espacio único y
propio, instante de soledad donde es uno y solo uno quien se
hará responsable por el modo de transitar el tiempo.”
Todo aquello que lleva a que los adultos mayores obtengan una
mejor calidad de vida con la singularidad que ello significa,
proporciona un aumento de la autoestima y la seguridad
consiguiente. Aprender a darse permisos, a quererse, a
gratificarse, lleva a hacer no solo cosas por uno mismo sino por
los demás. Las actividades solidarias juegan un rol importante
en la forma en que los individuos interactúan con otros y se
gratifican en la tarea.

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