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1.

EDUARDO DE GUZMÁN
- Anarquista y periodista palentino que narró el final del reinado de Alfonso XIII,
la Segunda República, la Guerra Civil y su propio encarcelamiento y tortura.
- Director del diario Castilla Libre (último periódico leal a la República).
- Intentó ir al exilio a través de la Comunidad Valenciana, pero, al igual que a
todos los republicanos que intentaban abandonar España en 1939, fue
confinado en el campo de internamiento de Albatera y después trasladado a
Madrid donde podría haber sido condenado a muerte, como la mayoría, pero
finalmente su pena capital desembocó a Eduardo a una prolongada estancia en
la cárcel.
- Memoria de Eduardo de Guzmán: La muerte de la esperanza. En ellas expresa
su frustración de las expectativas modernizadoras de la ciudadanía española.
- Es reconocido hoy como imprescindible presencia en la evocación de la
contienda intestina desde la perspectiva anarquista. también por su capacidad,
periodística e histórica, desde el final de la Monarquía parlamentaria hacia la
República la reconstrucción del Estado de Derecho.
- Los grandes creadores y los más cualificados juristas compartían el mismo ideal
de Estado de Derecho.
 Antonio Garrigues Díaz- Cañabate: subdirector general de los registros y
del notario.
 Fernando de los Ríos: Ministerio de Justicia el gobierno provisional.
Conoció a importantes dramaturgos de la Generación del 27. Entre ellos
se encuentran Federico García Lorca, José Benjamín, salinas, Dámaso
Alonso, Vicente Aleixandre etc.
- Amigo de Mariano Viñuales: comandante de la 28 división.
- Escritores como Antonio Machado nunca fueron reconocidos por la
institucionalidad democrática.
- La Constitución de 1931 y la cultura política de la Edad de Plata coincidían en su
vocación de construir una democracia al servicio del hombre común (a la
medida del pueblo).
- Una de las novelas más interesantes escritas durante la Segunda República por
Mario Verdaguer: Un intelectual y su carcoma.
- Salomón, amigo de Eduardo, se limitaba a ser cristiano y por otro lado, en los
problemas y necesidades reales de la ciudadanía, quiso aterrizar en el
pensamiento del proyecto democrático y constitucional para levantar a un
Estado de Derecho.
- A Eduardo de Guzmán, se le coloca el mérito de ser una de las primeras figuras
de la España en transición constituyente (1930-1931) que procedió una lectura
integradora de diversas perspectivas que las grandes figuras de la cultura
política de la Edad de Plata ofrecieron sobre acontecimientos y procesos
profundos cuya confluencia, y colisión determinaron el itinerario excepcional
de la Segunda República.
- Arturo Barrea: socialista, criando en Lavapiés (donde también nacería ángel
Ossorio y Gallardo), y vecino de Eduardo, consideraba la Puerta del Sol el
centro de España.
2. ÁNGEL OSSORIO Y GALLARDO
- Procedencia Madrileña, siendo una de las figuras más representativas del
enraizamiento jurídico y su impacto en el proyecto constitucional español de
1931, y su cultura sobre principios de igualdad, mérito y capacidad.
- Trayectoria política (una de las primeras cristianodemócratas españolas) y
estudiantil:
 Licenciado en derecho.
 Concejal de Madrid con 29 años en 1902.
 Diputado por su ciudad natal (Madrid), con 30 años, antes de serlo por
Caspe (llamado grupo de Zaragoza).
 Gobernador civil de Barcelona en el bienio entre 1907 y 1909.
 Fundador del Partido Social Popular en 1922.
 Ministro de Fomento en el gabinete Maura 1919-1920.
 Opositor a la dictadura de Primo de Rivera.
 Decano del Colegio de Abogados en 1930.
 Diputado en las Cortes constituyentes de 1931.
 Embajador en Ginebra, Bruselas y Buenos Aires en el exilio porteño
argentino donde habría de fallecer (como Niceto Alcalá-Zamora o Luis
Jiménez de Asúa.
- Inspirado por el maurismo, como embrión de un conservadurismo dotado de
una vocación por la agregación de las clases medias dentro de una opción
central, democrática, popular y de gobierno con identidad cristiana al servicio
de la Monarquía parlamentaria.
- Ángel Herrera Oria fue otra de las figuras que renunció al ejercicio del liderazgo
político, posibilitando la configuración de una fuerza de gobierno durante la
segunda República, como fue Acción Popular y por ende, La Confederación
Española de Derechas Autónomas.
- Ossorio y Gallardo representaba la convicción democrática de profesionales
católicos, muchos de ellos juristas.
- Indalecio Prieto, un gran amigo de la fraternidad democrática y la discrepancia
ideológica, definía a Ángel como “admirador del jurista, del reformador social, y
del líder de la Democracia Cristiana en España, y al mismo tiempo muy crítico
con los católicos españoles".
- Propuesta política de 1930: Ossorio y Gallardo no sería el único líder de esta
propuesta. También el jurista castellones Luis Lucia Lucia que fue:
 Diputado en cortes por Valencia desde 1932.
 Ministro de Obras Públicas y comunicaciones en 1935.
 Leal a la República, pero, también objeto de la persecución de los
sectores republicanos más extremistas durante la Guerra Civil.
 Condenado a muerte por ambos bandos, conmutada por treinta años
de reclusión.
 Encarcelado en el comienzo de la dictadura.
 Fallece en 943 en Valencia.
Interesante por su conciencia histórica y generacional. Trata de ofrecer la
interpretación del momento histórico en el que se encuentra el país, pero
también el conjunto de la humanidad. Una transición entre épocas, de crisis
política, jurídica, institucional y social donde sale a relucir como sostiene el
político Cuevas de Vinromá la grandeza que atesoran los pueblos.
- José Sánchez Guerra:
 Diputado liberal y después conservador.
 Desde el comienzo del reinado de Alfonso XII, gobernador del Banco de
España y ministro de Gobernación y Fomento.
 Presidente del Congreso de los Diputados.
 Presidente del Consejo de Ministros en 1922.
 Futuro diputado electo a las Cortes constituyentes de 1931.
 Exilio parisino.
- Gregorio Marañón escribió El pan de la emigración. Fue inminente diputado en
las Cortes Constituyentes de 1931 por la Asociación al Servicio de la República.
Describe al universo que un hombre de poder en la cumbre ha renunciado por
sentido del decoro político, la dignidad democrática, y la honestidad personal.

Entre 1930 y 1931 José Sánchez guerra decidió ponerse al frente del
denominado grupo “constitucionalista” con el objetivo de dar continuidad a la
monarquía parlamentaria a través de la convocatoria de elecciones a cortes
constituyentes. Quería formar un gobierno provisional que tutelará las
elecciones a cortes y existiese representación de todas las fuerzas en
contienda, pero bajo titularidad de la Corona. Un proyecto tan audaz como
inteligente y lleno de sabiduría política, jurídica e institucional como
irrealizable, por tardío.

- Ángel Ossorio y Gallardo también fue abogado defensor de Niceto Alcalá-


Zamora y Miguel Maura.
- José Sánchez guerra se citó con Ossorio y Gallardo y le comunicó que el rey le
había encargado la formación de un gabinete. Le estaba pidiendo a Ángel que
convocase unas elecciones ya que en ese momento nadie más en España los
podía hacerlo que no fuese él. a lo que la respuesta de este fue “muchas
gracias, señor Sánchez guerra por su confianza. Que abdique el rey y después
hablaremos”.
- El pensamiento de Luis de Lucía evolucionara hacia una radicalidad
socialcristiana que lleva a la exigencia, para terminar con el régimen capitalista.
- Ángel Herrera Oria, abogado del Estado, periodista y futuro sacerdote, obispo
de Málaga y cardenal defendía que los católicos debían participar con la
resolución en la vida pública comenzando por las elecciones a cortes
constituyentes, con el objetivo de liderar a la República.

El 8 de julio de 1933, Miguel García y Bravo Ferrer escribió a Manuel Jiménez


Fernández, con el objetivo de que diera forma a los Estatutos del futuro Partido
Republicano Conservador, sin embargo, no llegó a encontrar un cauce electoral
propio central humanista y moderado.
La vida política en España se encontraba fragmentada y polarizada donde no
ofrecía espacio a un programa político de integración. Por lo tanto, Manuel
Jiménez Fernández tendría que unirse, tras la guerra civil, al exilio interior como
integrante de la “Tercera España”. La misma España a la que en el exilio
exterior tendría que unirse también Ángel Ossorio y Gallardo por haber
explicado la estrategia de ampliación del sistema político, partidario y
constitucional de la Restauración. Es considerado como uno de los mejores
análisis, ideado por Antonio Cánovas del Castillo, que esté reflejado en sus
memorias.

- Ángel Ossorio y Gallardo era un republicano que prefiguraba la integración de


planteamientos cristiano-demócratas y socialistas humanistas que habrían de
darse en el proceso de reconstrucción de la propuesta política social cristiana
en el final de la dictadura. La estrategia de conformación de un espacio político
de convergencia de las fuerzas centrales vendría a convertirle en una
personalidad por adelantada al espíritu de su tiempo. Terminó en el exilio el 19
de mayo de 1946, un año antes que Francesc Cambó y Batlle.

3. FRANCESC CAMBÓ Y BATLLE


Trayectoria política a sus 53 años en otoño de 1929:
- Antiguo concejal en Barcelona.
- Diputado y líder catalanista en la Cámara de Diputados.
- Partidario de la corresponsabilidad política del catalanismo en el gobernó del
Estado.
- Ministro de Fomento y de Hacienda en los gabinetes de concentración
reformista liderados por Antonio Maura.
- Integrante de la Lliga
Publicó Las dictaduras.

Insistía en promover un espíritu cívico y una cultura política basada en el diálogo entre
derechos y deberes, facultades y responsabilidades, como parte del inminente cambio
democrático y constitucional que se avecinaba en España.
El nacionalismo catalán había sido ya formulado en 1906 por Enric Prat, doctor en
Derecho por la Universidad central de Madrid, en su libro La nacionalidad catalana.

Ignacio Agustí, escritor de La saga de los Rius, integrante de la Lliga y adherido a la


dictadura franquista, realizó un análisis de las fuerzas catalanistas con el que, bajo
liderazgo de Francesc Macià, participaron en el intento de sublevación de Prats de
Molló en 1926.

Francescs Cambó, había crecido en la Cataluña Vieja donde se dedicó a la lectura, y a


su vez en una burguesía definida por Josep Fontana “donde había visto el reflejadas en
sus balances de pérdidas y ganancias las ideas leídas en los libros llegados de Francia”.

En 1930 los intelectuales catalanes invitaron a los madrileños que habían defendido la
lengua y cultura catalanas, durante la dictadura de Primo de Rivera, a Barcelona con el
objetivo de rendirles un tributo de gratitud, amistad y fraternidad. Entre esos
madrileños estaba Ángel Ossorio y Gallardo y uno de los promotores catalanes era
Lluis Companys. De esta “reunión” salió el Pacto de San Sebastián el 17 de agosto de
1930.
La única posibilidad para el sustento político de una monarquía parlamentaria era el
proyecto constitucionalista de José Sánchez Guerra, que pretendía integrar al
catalanismo con la participación de Francesc Cambó.

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fueron un plebiscito sobre la


monarquía y la República ya que como se temía Cambó, la salida constitucionalista
pasó de ser de improbable a imposible. Francesc era siempre muy tajante en sus
análisis.

Publicó una obra titulada Per la concòrdia en plena crisis de 1930, donde pretendía
lanzar un mensaje a la salida de la crisis política e institucional, a la inestabilidad y a la
responsabilidad política. Al final de su libro fórmula dos preguntas: 1. ¿es qué el
tiempo no cuenta para España?; 2. ¿es qué nadie imagina que España puede perder las
luces internas otro siglo?; unas preguntas que conservar una escalofriante vigencia.

Finalmente, elaboró una nueva solución de gobierno para España y en el ámbito del
compromiso catalanista, estaba construyendo una alternativa republicana.

4. MANUEL CARRASCO I FORMIGUERA


- Pertenecía al Equipo Demócrata Cristiano del Estado español en 1977 junto con
José María Gil Robles y José Antonio Aguirre. Este equipo es parte de la
explicación de la crisis territorial española de 2021.
- Falleció en el partido Unió Democrática de Catalunya.
- Joan Sales, autor de El viento de la noche y de Incierta gloria.

Manuel Carrasco junto con Jaime Ayguadé fue uno de los representantes de las fuerzas
partidarias catalanas que asistieron a la reunión celebrada en el local de la Unión
Republicana en San Sebastián, el 17 de agosto de 1930. Su presencia junto con la de
algunos antiguos monárquicos como por ejemplo Manuel Azaña, Miguel Maura,
Eduardo Ortega y Gasset etc. Permitía que llegaran a un objetivo: adoptar un
programa político constituyente pero también fijar una estrategia para la instalación
en el gobierno evitando cualquier forma de vacío de poder. Este pacto derivó una
terrible e historia polémica.
Dos años después Manuel Carrasco fue el único suscriptor del pacto que elaboró un
libro monográfico sobre la materia, Unió, donde afirmaba que el intervino en defensa
de las expectativas de autogobierno de Cataluña y defendió su plena compatibilidad
con el proyecto republicano para España.
En cambio, Miguel Maura sostuvo que Manuel Carrasco defendió el derecho de
autodeterminación.
La lealtad de Manuel Carrasco i Formiguera y de Unió al proyecto democrático
español, y tanto en 1931 coma en 1978, forman parte de la mejor historia política del
siglo XX español.

El pacto de San Sebastián representa: “la materialización del histórico anhelo de


Cataluña de ser libre dentro de una República Federal española, o dentro de un pacto
de federación con los restantes pueblos hispanos”. En términos culturales y
estratégicos representa una inmejorable expresión de la identidad y el estilo
denotativos del republicanismo español. Y en términos políticos, representó las fuerzas
republicanas del ámbito español: Miguel Maura y Gamazo.

Fue tras su trágico asesinato cuando Manuel Carrasco adquirió una dimensión histórica
que ha eclipsado su protagonismo en la génesis y materialización del proceso
constituyente de 1931.

Durante la guerra civil, fue apresado por los sublevados, juzgado, condenado a muerte
y ejecutado en Burgos el 3 de abril de 1938.

5. MIGUEL MAURA
Tres décadas después de la proclamación de la segunda República escribió unas
memorias tituladas Así cayó Alfonso XII.

Era un hombre de carácter y lleno de coraje y tesón, leal tanto a la corona como a la
consolidación política del Estado de Derecho.

Quería alcanzar un acuerdo con proyección constituyente que permitiera:


1. El acceso ordenado y coordinado al Poder Ejecutivo.
2. Su desempeño compartido y colegiado, sin fisuras internas.
3. Desplegar una acción del Gobierno inspirada por la concentración en cuanto a
la aplicación de los grandes renglones inspiradores del nuevo sistema
constitucional.
Este acuerdo se adoptó en San Sebastián y permitió una transición pacífica y ordenada
de la monarquía a la República.

La presencia en el acuerdo de San Sebastián de figuras como Manuel Carrasco i


Formiguera, Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura, con los ecos del ¡Maura no!, obligó
a quienes participaron en la reunión de la oposición, a desplegar durante las semanas
siguientes su conclusión, el final del verano y el comienzo del otoño de 1930.
La gran obra política de Miguel Maura permitió al proyecto republicano contar con
algunas de las líneas maestras de su agenda gubernamental y a sus líderes de una
cohesión interna que pudiera colmar cualquier vacío de poder, y hacerse cargo de las
tareas ejecutivas en cuanto a la monarquía colapsase.

Jaime Salinas, único hijo varón de Pedro Salinas, sentenciaría que “nadie quería
defender a la monarquía”.

Miguel Maura decidió presentar su dimisión como ministro al no encontrar en el


gabinete ministerial una contundente y convencida condena unánime de los terribles
sucesos. Pero su amigo Ángel Osorio y Gallardo, acudió al domicilio madrileño de
Antonio Maura las semanas previas al 14 de abril de 1931, para persuadirle y que no lo
hiciera; en definitiva, para exigirle que se sacrificase por la República y no dimitiese.

Seis meses después de que dimitiese comenzó su andadura parlamentaria como


diputado del grupo de Derecha Liberal Republicana y después del Partido Republicano
Conservador.
Exiliado tras la financiación de la guerra civil, regresó a España y se instaló en
Barcelona, donde falleció en 1971 y nunca rindió pleitesía a la dictadura.
6. NICETO ALCALÁ ZAMORA
Fue un político y jurista español que ocupó varios ministerios durante el reinado de
Alfonso XIII, la presidencia del gobierno provisional de la Segunda República y,
finalmente, el cargo de presidente de la República Española entre 1931 y 1936. El
testimonio de Rafael Sánchez guerra es 1 de los que mejor pueden explicar la decisiva
influencia de este personaje en el proceso político que condujo a la proclamación de la
segunda República. destaca su prestigio como jurista, su liderazgo y su capacidad para
sumar a la coalición republicana a los sectores sociales urbanos y profesionales.
Destaca además por ser una de las grandes personalidades que se ocupó más
monográficamente de examinar la Constitución de 1931 con criterio jurídico y
honestidad a la hora de explicitar sus preferencias políticas e institucionales.
Como antiguo ministro de Alfonso XIII en la fase final de la restauración, tuvo ocasión
de someter a un examen a la dictadura y a la corona que la había respaldado. Expresó
así: “una República viable, gubernamental, conservadora, con el desplazamiento
consiguiente hacia ella de las fuerzas……….española, la sirvo, la gobierno, la propago y
la defiendo”
Una de las obras para estudiar el sistema constitucional republicano de 1931: “los
defectos de la Constitución de 1931”. Según este personaje, el problema era doble:
político y técnico. en el ámbito político: faltaba perspectiva histórica de las fuerzas de
la derecha que no se unieron a los que perseguían una República de “orden”. en el
ámbito técnico: la inadvertencia del trabajo realizado por la comisión presidida por
Ángel Osorio y Gallardo para la elaboración de un anteproyecto constitucional
nombrada por el gobierno provisional. Sobre todo, estima que la Constitución tiene
varias tendencias políticas y constitucionales “envejecidas e inexpertas” y las enumera
(pag 78).
El diseño institucional de los poderes del Estado y el poder legislativo habría de
suscitar la igualmente explícita insatisfacción de Niceto Alcalá Zamora, en especial la
opción por unas cortes unicamerales, descartando una Cámara alta. En un Consejo de
ministros extraordinario, Niceto Alcalá Zamora tuvo que revisar los primeros decretos
sociales de Francisco largo caballero y proceder a su corrección estilística. Le fue fácil
entenderse y tejer una relación de amistad con Francisco largo caballero, pero no
consiguió ganar nuevos apoyos a su propia derecha. en la reflexión de Niceto Alcalá
Zamora latía el objetivo de imprimir una orientación ideológica acorde a la nueva
institucionalidad republicana. Por esta razón, cuando en las Cortes republicanas el
Conde de Romanones trató de explicar que no había incurrido en ninguna
responsabilidad durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, desmontó la
argumentación aplicando en forma contundente la lógica jurídica y política
republicana.
Opiniones sobre el personaje: José maría gil robles se mostraba crítico hacia el estilo y
estrategia utilizado por Niceto – ya que éste ponía todo el apoyo político, social y
electoral ganado en las clases medias cuyo comportamiento electoral apostaba por
opciones moderadas ganadas para la República, además una estrategia que hacia
imposible que esa España mesocrática, templada y cada vez más amplia pudiera
aglutinarse en torno a un mismo liderazgo. Pedro Sainz Rodríguez le reprochaba
Niceto, la creación de unas expectativas respecto al sistema republicano de 1931 que
después no se cumplieron - residían precisamente en el diseño de las instituciones
parlamentarias con Senado. Según el futuro ministro de educación nacional del primer
gobierno del bando sublevado durante la guerra civil y posteriormente miembro del
Consejo privado del Conde de Barcelona en el exilio, los sectores de derecha sumados
para la República por el jefe del Gobierno provisional se sentían distanciados de la
coalición republicana. Su rival, Alejandro Lerroux, creía que su presencia permitiría
sumar a las derechas urbanas y a las clases medias conservadoras y cristianas de
procedencia monárquica, pero opuestas a la dictadura, a la opción republicana.
Niceto Alcalá Zamora, habría de demostrar su compasión hacia su antiguo rival cuando
tras las elecciones de 1936 llegó el momento de su destitución como jefe del Estado.
También había depositado sus esperanzas de moderación y consolidación de la
República en la formación de una gran opción de centro que pudiera arbitrar y templar
la paulatina polarización de las grandes opciones de gobierno a derecha e izquierda. La
razón de ser de su proyecto político era el poder - el proyecto de una fuerza partidaria
de derecha liberal republicana había sido ya desbordado por la historia y por el espíritu
de una España cuya cultura cívica se expresaba a través de su ciudadanía y de sus
creadores, pensadores y científicos.

7. LUIS JIMÉNEZ DE ASÚA Y EL PRESTAR AL PUEBLO ESPAÑOL UN IDEAL POLÍTICO


EXTRAÍDO DE SU PROPIA ENTRAÑA
Catedrático de derecho penal instalado en la Edad de Plata de la cultura española.
Fue vicepresidente del Congreso de los Diputados y representante de España ante la
Sociedad de Naciones. Durante la dictadura franquista se exilió en Argentina, donde
fue presidente de la II República española en el exilio.
En su lectura histórica había puesto de manifiesto la insatisfacción que le producían
dos lugares comunes muy habituales en España: “la indiferencia popular ante los
problemas políticos y la infelicidad del pueblo español que camina agobiado bajo
incapacidades de todo género.”
Su primer confinamiento fue en las islas Chafarinas, por la dictadura de Miguel Primo
de Rivera. Comenzaba así, diez años antes del gran exilio, el primer exilio introducido
por un régimen dictatorial en el siglo XX español.
Luis Jiménez de Asúa se convertían en uno de los primeros españoles honrado por la
persecución de sus ideas democráticas y constitucionales.
Luis había definido este programa cultural y cívico de transformación política que
hiciera posible la plena identidad entre ciudadanos y nación, muy por encima de todas
formas de persecución política y de expresión autoritaria.
Asúa defendía un programa político democrático y nacional.
Las aulas universitarias se transformarían en uno de los grandes centros de la
oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera y a la monarquía que le soportaba.

8. ALEJANDRO LERROUX, LOS LIBERALES TRASPLANTADOS, Y LA URGENCIA DE LA


LEGALIDAD
En el exilio en Portugal escribió sus memorias donde respaldaba al bando sublevado,
pese haber fundado y liderado el Partido Republicano Radical.
Lerroux participó en la proclamación de la Segunda República Española en abril de
1931. Su partido fue miembro del Gobierno provisional. Ejerció la presidencia del
Consejo de Ministros en varias ocasiones durante la Segunda República.

Mediante sus campañas con mensaje populista y demagógico y la adhesión de buena


parte de la clase obrera y llegó a ser llamado el “Emperador del Paralelo.”

Se vió envuelto en la semana trágica de Barcelona.

Se enfrentó a los gobiernos de Azaña durante el llamado bienio «reformista», a partir


de septiembre de 1933 asumiría la presidencia del Consejo de Ministros.

Lerroux se aproximó a las posiciones de la derecha y tras su éxito en las elecciones de


noviembre de 1933 pactó con la CEDA para formar gobierno.

Su definitivo derrumbe político vendría dado por su implicación en el escándalo del


Estraperlo.

Los célebres diarios robados de Niceto Alcalá Zamora reconocían sobre Lerraaux:
“No puso sin embargo la menor resistencia a una colaboración subordinada y a ratos
secundaria en la preparación de los trabajos revolucionarios, la fijación de acuerdos
programas y aún en el trazado o noticia de los planes.”

Alejandro Lerroux tenía una hostilidad ideológica también inspirada por la identidad no
autóctona de un político nacido en Andalucía que se encontraba muy presente en las
filas de la Lliga.

Indalecio Prieto fue compañero suyo en las Cortes republicanas y colega en las
responsabilidades ministeriales.

9. INDALECIO PRIETO: CUANDO NO HAY PEOR ENEMIGO DEL ESPAÑOL -Y DE LO


ESPAÑOL- QUE EL ESPAÑOL MISMO
En su informe Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes españolas en el exilio, en
pleno final de la segunda guerra mundial, Indalecio defendía la actuación de la Junta
española de liberación en contraposición al intento del Partido Comunista de construir
una organización alternativa, la Junta Suprema de Unión Nacional.
La reivindicación del proceso constituyente y el propio texto constitucional de 1931
representaba también la defensa de la validez del método democrático en lo
Constitucional, la cultura cívica capaz de construir grandes mayorías sociales de
cambio en lo político y el reconocimiento público de que la estrategia socialista en
1930 y 1931 había sido necesaria y ajustada a las necesidades para la proclamación de
la Segunda República.

Indalecio Prieto sabía que resultaba imprescindible la presencia y participación de las


fuerzas políticas y partidarias más distinguidas durante los compases finales de la
restauración por su compromiso con posiciones reformistas en los ámbitos político,
social y territorial y durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera por su abierta
oposición .

En su célebre discurso con el rey y contra el rey Indalecio pasaría revista a las
oposiciones defendidas por figuras cómo Melquiades Alvarez, Santiago Alba y Francesc
Cambó. En 1930 estaban en disposición de construir una propuesta política central y
constitucional.

Participó en el comité revolucionario del gobierno provisional de 1931.


El Ministro de Hacienda en discurso parlamentario el 20 de julio de 1932 junto a UGT,
pronunció que los elementos republicanos se unieran, ya que quedó consagrado en el
pacto de San Sebastián.

Falleció exiliado en México en pleno comienzo de la transición española a la


democracia.

Miguel Maura, fue amigo y adversario político de Indalecio Prieto.

Fue Ministro de Gobernación en el gobierno provisional de la Segunda República y el


responsable de su instalación en la Puerta del Sol.

Promulgó la alianza entre los plurales sectores partidarios del cambio de régimen
como exigencia de la transformación social. Además, supo interpretar la relación con la
Iglesia Católica tras la temprana adhesión del episcopado español a la nueva forma
republicana.

Indalecio llevó a cabo acuerdos políticos como el Pacto de San Sebastián, sin el que
resultaría inexplicable la materialización cívica y pacífica de la Segunda República y no
digamos en el contexto de la Europa de los autoritarismos, totalitarismos y la terrible
crisis social originada por la crisis de 1929.

10. DIEGO MARTÍNEZ BARRIO


Fue un político español que alcanzó los cargos de presidente de las Cortes, presidente
y vicepresidente del Consejo de ministros, presidente interino de la Segunda República
Española y presidente de la Segunda República Española en el exilio. Durante la
dictadura de Primo de Rivera, encabezó la oposición al régimen en Andalucía
Occidental. En 1930, a propuesta de Alejandro Lerroux, formó parte del Comité
Revolucionario que emanó del Pacto de San Sebastián.5 El 14 de abril de 1931, fecha
de la instauración de la II República Española, se encontraba exiliado en Francia, al
igual que otros partidarios de la República, por sus actividades políticas. El autor le
define como: “Diego…. tipógrafo sevillano, militante radical desde su juventud, y
ministro de Comunicaciones en el propio Gobierno provisional de la II Republica
gracias a la insistencia de Alejandro Lerroux, venía a expresar la serenidad, el sosiego y
la finura de espíritu con la que se emprendía un nuevo itinerario democrático en
España”.
Diego Martínez Barrio pertenecía al Partido Radical, y en sus Memorias, analiza la
aventura del partido bajo el liderazgo de Lerroux. Destaca su propio idealismo juvenil +
su ideario integrador y aglutinador de voluntades que aplicó como pdte. De las Cortes
y por dos veces jefe del Estado en funciones y pdte. del Consejo de ministros. También
consiguió explorar en las Memorias varios fragmentos de la biografía política de
Lerroux, biografía partidaria del radicalismo.
Para responder a esta pregunta que se hace en el libro - ¿Podría establecerse una
relación entre la debilidad de la cultura política democrática de la burguesía en
España y la dificultosa consolidación del sistema constitucional de 1931? – Diego
Martínez Barrio se enfrenta en sus Memorias a esa pregunta y explica que sabía que su
tarea consistía en interpretar el histórico proceso democrático republicano. Todo esto
explica el rigor con el que reproducía discursos y debates parlamentarios y tendía a
reconocer a grandes figuras. Pero a la hora de hablar de la figura de Lerroux se hace
mas difícil. Narra también un almuerzo en Sevilla con el marques Luca de Tena, tras la
caída de Primo de Rivera, a comienzos de 1930 - y éste le transmitió su certeza en que
la República llegaría pronto bajo el liderazgo de fuerzas como el radicalismo, pero que
en poco tiempo serían desbordadas por el comunismo y traería devuelta la monarquía.
Redactaba las memorias desde su exilio en México (por Francisco Ayala), y
reflexionaba sobre la caída de la República, pero sin restablecimiento de la monarquía.
Su aspiración era el establecimiento de una República Democrática y parlamentaria
pero también era ser capaz de responder a las exigencias sociales y necesidades de la
ciudadanía haciendo posibles la justicia y la igualdad.

11. FRANCISCO LARGO CABALLERO


Según el libro le define… “no únicamente no estuvo en San Sebastián, sino que
determinó que la presencia de Indalecio Prieto se produjera a título personal y no
partidario”.
Fue un sindicalista y político marxista español, histórico dirigente del PSOE y UGT. fue
presidente del Consejo de ministros de la segunda República entre 1936 y 1937. A
favor de la restauración de un estado de derecho con absoluto respeto a las reglas del
sistema constitucional y sometimiento al imperio de la ley, en el marco de la
“reconstrucción material y moral”. defendía un auténtico programa democrático
clásico, liberal constitucional. Francisco largo caballero y el PSOE, emprendieron un
itinerario y sin ese itinerario, y el emprendido por Indalecio Prieto, no se podría
entender los aciertos estratégicos de los sucesores al frente del socialismo español. El
esfuerzo de reflexión desde el análisis de los pensadores socialistas se había ido
intensificando durante los últimos reinados de Alfonso XIII.
Ejemplos de pensadores como Fernando de los Ríos con su libro “El sentido humorista
del socialismo” y Luis Araquistáin, con su libro “El ocaso de un régimen” - piensa
únicamente la forma de organización política republicana puede albergar una solución
constitucional.
Francisco largo caballero no asistió a la reunión ni participó en el acuerdo político
adoptado en San Sebastián. Hizo suyo el manifiesto del comité revolucionario cuando
se produjo la sublevación de 1930 - razon por la que fue detenido, encarcelado,
juzgado y condenado. En el juicio, estas fueron sus declaraciones: “la completa
suspensión del sistema de derechos y libertades garantizado por el orden
constitucional el que había motivado su opción revolucionaria y su suscripción de un
documento cuyo objeto no era otro que el establecimiento de un régimen
constitucional y parlamentario con plena conciencia de que los socialistas y su
organización habían decidido formar parte de los que defienden las libertades
individuales”.
La instauración de un estado de derecho tras finalizar la Segunda Guerra mundial, era
el objetivo compartido por monárquicos demócratas y socialistas. en los últimos
compases de su vida, Francisco largo caballero consideraba un error las exigencias para
su instauración en España que desde el exilio planteaba al gobierno que presidía José
giral. enumeraba una decena de condiciones para esa transición democrática, entre
ellas: un gobierno civil integrado por técnicos, la expatriación del dictador, la
disolución de la institucionalidad franquista…etc. (pag 131).
Francisco largo caballero (en 1946 como consecuencia de una despiadada enfermedad
que se sumó al exilio, la prisión y el campo de concentración), Indalecio Prieto y Luis
Araquistaín murieron en el exilio.

12. JOSÉ MARÍA GIL ROBLES


Político y abogado español, diputado en las Cortes republicanas entre 1931 y 1939 y
ministro de guerra en 1935 (hay mucho sobre él en apuntes de clase).
Manuel Giménez Fernández (diputado de la CEDA en las Cortes de 1933 + ministro de
Agricultura) fue el responsable de liderar la reconstrucción de la oposición
cristianodemócrata a la dictadura hasta su fallecimiento en 1968. Le escribió una carta
larga a José María Gil Robles como destinatario donde le explicaba la necesidad de que
los democristianos asumieran la prioridad de “colaborar en la reconstrucción
democrática de nuestra España con otros partidos democráticos también”.
José María Gil Robles, fue el líder indiscutible del republicanismo de derechas. Formó
parte ya de las constituyentes de 1931 como diputado agrario, ocupado y liderado el
espacio de derecha republicana por el propio Niceto Alcalá Zamora y Miguel Maura.
Para este personaje, la verdadera praxis gubernamental había residido en su
incapacidad para leer su propio desbordamiento como consecuencia de la estrategia
ejecutiva adoptada. El problema del proceso constituyente había residido en haber
tratado de enfrentarse con la elaboración de la Constitución y la resolución de los
grandes problemas pendientes en España.
José maría gil robles habría de leer con enorme inteligencia los errores de la derecha
republicana en 1931 para encontrar una fórmula política ganadora electoralmente: la
expresión partidaria de la identidad conservadora y democrática, leal a la república y
capaz de juntar tanto la sensibilidad social cristiana de Manuel Jiménez Fernández
como a las posiciones agrarias clásicas más moderadas. Este personaje también tenía
que integrar dentro de esa solución, la CEDA, es decir, el sentimiento monárquico
todavía subsistente en España. Recogió todo esto en el mas importante de sus libros:
“No fue posible la paz”.
Era el líder partidario y en las Cortes de la derecha española. Pero el líder en la
formación estratégica política y de pensamiento cristiano, era el abogado y periodista
cántabro Ángel Herrera Oria (entendía y delimitaba la distribución de funciones entre
organizaciones políticas y asociaciones católicas). Entendía al mundo cristiano como un
bloque político sostenido por dos grandes pilares: el social (Acción Católica) y el
político y partidario (acción popular CEDA) y siempre leal a la institucionalidad
democrática y republicana.
José María Gil Robles no fue el líder demócrata de inspiración cristiana que mejor
asimiló y compartió el mensaje popular. De hecho, en julio de 1934, Manuel Jiménez
Fernández elaboró una propuesta para la organización de la minoría de la CEDA,
enfrentándose a la hipótesis de que la plataforma política de la derecha republicana
sucumbiera a la tentación caudillista - esta tentación habría de resultar muy nociva
para el propio José María Gil Robles. Finalmente, el sistema constitucional republicano
tuvo que contar con una derecha liderada por un joven abogado. ninguna de las
grandes fuerzas con opción de gobierno en la España republicana ni su líder era tan
jóvenes como la CEDA y José María Gil Robles.
13. MANUEL AZAÑA
Político, escritor y periodista español, presidente del Consejo de ministros (1931-1933)
y segundo presidente de la República Española (1936-1939). Destacó por las reformas
que implementó durante su gobierno, el llamado bienio social-azañista, y por su papel
como jefe del bando republicano durante la guerra civil española. Una de sus ideas-
fuerza con más convicción compartidas con el espectador y el lector giraba en torno a
la necesidad de consolidar el gran consenso político y cultural que había vertebrado
una mayoría constituyente democrática y parlamentaria.
Manuel Azaña era en su generación, el más acabado exponente de un afán de
grandeza difícilmente traducible en el ámbito institucional. Su espíritu cívico de
español sin límites no cabía en molde para el servicio público. Siempre había querido
un futuro donde el español permitiera que los españoles pudiéramos igualmente
habitar sin exigencias y sin angustias, sin solemnidad, ocupados en nuestra propia y
radical existencia.
La inspiración fundacional de la segunda República estaba basada en el “nacionalismo
laico progresista que provenía del siglo XIX”. El mejor exponente del proyecto
republicano fue Manuel Azaña: ya que era abogado con formación honda y feraz en
vivencias y enseñanzas en la Francia de la tercera República y combatiente en la gran
guerra, liberal en el final de su juventud y en el comienzo de su madurez adherido al
proyecto reformista, burgués, urbano, ilustrado, honesto y racional y ganado para la
República cuando la crisis de la restauración le convenció de que la monarquía era
incompatible con la transformación y modernización de España su estado y su
proyecto nacional.
La obra de Manuel Azaña resulta esencial para el conocimiento de la cultura política
republicana y su presencia fundamental en el Pacto de San Sebastián, así como en la
conformación del Comité Revolucionario y el Gobierno Provisional. Tras convertirse en
ministro de la guerra, la nación pudo descubrir al pensador, parlamentario y orador
ordenado. Su actuación en las Cortes.
Según su cuñado, La República representaba para Manuel Azaña la histórica
oportunidad para que España se dotase de un estado que diera la posibilidad de la
afirmación de su “destino patrio imprescriptible”. Su objetivo esencial era dar término
a un gran acuerdo perdurable en el tiempo: establecimiento de un acuerdo político en
forma de pacto integrante del bloque constitucional, con estructura jurídica
democrática de Estatuto de Autonomía. Manuel Azaña, acudió a la historia y al futuro
para encontrar el vínculo entre el español que fue y el que será, es decir, el español
que integra el proyecto nacional y a la propia España. defendía así la identidad y
continuidad
Manuel Azaña fue el último integrante de la cultura política y constitucional de 1812, el
eje de la cultura política y constitucional de 1931 y el fundador de la cultura política y
constitucional de 1978. Cuando Manuel Azaña salió al exilio, el jefe del Estado decidió
no intervenir en las disputas entre republicanos exiliados. como conclusión, fue el
impulsor de una nación reconciliada capaz de afrontar el pasado y la realidad. Donde
cada expresión de compromiso y de ciudadanía democrática es igual.

14. DÁMASO BERENGUER: EL PORTERO DE LA REVOLUCIÓN


Damaso Berenguer es una de las personas más próximas al Rey Alfonso XIII.
Fue sucesor de Miguel Primo de Rivera en la presidencia del Consejo de Ministros, y
recordado como uno de los responsables del desastre de Annual de 1921.
Además presidió el penúltimo gobierno de la monarquía de Alfonso XIII.
Es calificado como uno de los controvertidos protagonistas de la crisis terminal de la
dictadura y la monarquía y el tránsito a la democracia y la república.

En 1930 la situación de la Corona se tambaleaba, Damaso exigía un nuevo proceso


político que pudiera desembocar en el restablecimiento del sistema parlamentario. En
diciembre de 1929, tras su designación como presidente del Consejo de Ministros y
junto al rey, compartieron un programa constitucional que se convirtió en el eje de su
acción política.

El presidente Berenguer le facilito a North American Newspaper Alliance un artículo-


declaración reproducido el 7 de febrero de 1930 por la cabecera madrileña del diario
ABC, en dónde se explicita el compromiso parlamentario y constitucional del Jefe de
Gobierno, quién se declara “un hombre convencido de la necesidad de una
constitución, y que en el plazo más breve que permitirán las condiciones materiales y
morales del país, España volverá plenamente a la constitución del 76”
Se abría un proceso fallido de transición.

El 18 de febrero de 1930 reuniría en la presidencia del Gobierno a todos los


gobernadores civiles, con la finalidad específica de hacerles partícipes de muy
concretas instrucciones institucionales y ejecutivas: “ Monarquía y Constitución”.

En ningún momento el último gobierno de Alfonso XIII, presidido por Manuel Aznar y
donde el General Dámaso Berenguer seguía como ministro de la Guerra a petición del
propio rey, albergó la menor intención de abrir fuego contra la multitud que celebraba
la proclamación de la República. De hecho, el General Berenguer ha facilitado a la
historia el que constituye probablemente el más acabado testimonio del último
Consejo de Ministros celebrado en el Palacio Real bajo la presidencia de Alfonso XIII, y
no únicamente por presentar el parecer de quién sería el último jefe de gobierno de la
Monarquía.

León Trotsky considero a Dámaso Berenguer “el portero de la revolución” en una


España en donde la dictadura se desmoronó incapaz de afrontar la crisis económica,
política e institucional, y se llevó consigo a la monarquía, y en ello si necesitas de una
sangrienta revolución.

Estuvo comprometido con un proyecto constitucional que revela la extensión y


profundidad de la vocación de normalización democrática y parlamentaria que latía en
el seno de la cultura cívica de la sociedad española en 1930.
15. JOSEP PLA: ESPAÑA TIENE QUE ENTENDER LA VOZ DE TODOS SUS HIJOS
Josep Pla fue un periodista y escritor. En el “Cuaderno gris”, libro autobiográfico,
plasma su visión acerca de los cambios que se estaban produciendo en España en el
transcurso de la crisis política y constitucional de la restauración.

Tenía gran curiosidad por la cultura y la historia. “En España siempre han pesado más
las tertulias de los cafés de Madrid que cualquier interés nacional auténtico”.

El tránsito de la monarquía a la república con el inicial liderazgo de Niceto Alcalá


Zamora y Miguel Maura con su partido (Derecha Liberal Republicana), provocó
desconfianza a Josep, moderado catalanista de la Liga, ya que dice que en la
“revolución” han aparecido los mejores representantes del proceso revolucionario, los
enchufados.

Para Pla la cultura política del nuevo sistema republicano incorporaba los modos
propios de todo cambio, comenzando por una nueva clase dirigente, y donde iba a
verse sometido a una profunda evaluación del “unitarismo castellano”.

Muchos de los inspiradores de la república tienen una idea muy nítida sobre la
identidad de España y de sus idiomas. Josep Pla tiene una conversación en el exilio con
Eduardo Ortega y Gasset sobre el catalan y el vasco, “Oigamos todas las voces y
procuremos entenderlas de la lengua castellana”. Pasqual Maragall, Ex presidente de
la Generalidad de Cataluña “España tiene que entender la voz de sus hijos”.

Josep Pla pertenecía a la Edad de Plata de la cultura, representaba en Madrid la doble


lejanía del periodista y del catalán.

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