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SAN PABLO
Tres puntos principales:
- Función creadora de cristo
- La afirmación de la iglesia como la nueva creación
- La capacidad de Cristo de constituir el nuevo cielo y la nueva tierra.
SAN JUAN
Jn 1, 1-5. 14 en este prologo es como si hiciera un relato muy concentrado de la
vida de Cristo bajo la forma de Palabra. La capacidad de la relación del Logos
con nosotros. Se une el prologo con todo el evangelio. Traen a la memoria las
palabras del Genesis. Desea evocar el relato de completar el relato del Genesis,
quiere completar ese relato creador. Está desempeñando la función de un prefacio
que debe ayudar a la comprensión de la creación. Presenta los temas que luego se
van a demostrar en su evangelio. Pone lo que ha sucedido y lo que va a suceder.
El Logos es el que une la antigua y la nueva creación.
La luz brilla en las tinieblas y estas no la recibieron, en el Genesis se crea la
creación.
Las diferencias con el Genesis. Juan primero se refiere a la palabra divina que es
eterna.
La cosmovisión cristiana la tiene que considerar. Jn 1, 12- 13. «A todos los que
la recibieron (a la Palabra) les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen
en su nombre; la cual (Palabra eterna y luego encarnada) no nació de sangre, ni
de deseo de la carne, ni de deseo de hombre, sino de Dios».
El hombre renazca que ya no es solo a una vida natural, sino sobrenatural, salir
de las tinieblas a la luz. Jn 3, 15; 5, 21.
Si juan atribuye a Jesús en el comienzo del prologo el poder de la creación, se
coloca a cristo que trae el poder regenerador. Creación -encarnación y redención,
es la secuencia del evangelio de San Juan.
Nicodemo- es el nacer de nuevo del agua y del espiritu
Samaritana- el nuevo culto
La nueva creación contrasta con la creación primera, explica que juan haga uso
de la oposición entre los contrastes: luz y tinieblas, espíritu – carne. Expresan una
dualidad espiritual de fundo que aqueja el mundo pecador. La luz inunda las
tinieblas.
El mundo material no es malo, porque ha salido de las manos divinas y a caído,
pero va a ser liberado por Cristo de las manos atadoras.
El hombre está en una situación tal que necesita la redención. En este contexto
hay que entender todas las aportaciones del pecado. I Cor 15, 21-49. Rom 5, 12-
21. Ahora llevamos la imagen del hombre terreno, pero por cristo llevamos la
imagen del hombre celeste. La muerte de Cristo es la que nos salva. En el
versículo 12, se dice, así como con adán entro la muerte, con cristo tendremos la
salvación.
El pecado de los hombres no es independiente a los de Adán. Por el pecado de
Adán hace a todos pecadores, afecto a la naturaleza humana, no es solo un mal
ejemplo.
Esta nueva creación tiene exportaciones morales, nos exhortan a vivir de acuerdo
a la nueva creación. San pablo unifica la llegada de la nueva creación con un
nuevo modo de actuar.
SUBSTANCIALISTAS. -..
“¿Qué es, por lo tanto, el pecado original? Según las sutilezas de la teología
escolástica, es la privación o la falta de la gracia... pero según el Apóstol y la
simplicidad del sentido cristiano... es la privación entera y universal de rectitud y
del poder para el bien en todas las energías, tanto del cuerpo como del alma, en el
hombre entero, tanto interior como exterior. Además, es la inclinación misma al
mal, la náusea para el bien, la repugnancia de la luz y de la sabiduría, el amor del
error y de las tinieblas, la huida y la abominación de las buenas obras... Como
dijeron los mismos antiguos Padres, el pecado original es el mismo incentivo
(fomes) la ley de la carne, la ley de los miembros, el abatimiento (languor) de la
naturaleza, el tirano, la enfermedad de origen...” (Lutero, Weimar 56, 312-313).
Calvino
Todos los dones dados por Dios en el paraíso, en el pecado se pierden todos y se
da la corrupción de la naturaleza humana. Porque estaban unidas a la naturaleza
humana. Con el pecado la carne, la naturaleza humana queda totalmente
corrompida.
Bayo y Jansenio
reducen la justicia original a la categoría de hábito innato o totalmente natural y
postulado por la naturaleza. Así como nosotros podemos aplicar el pensamiento
de manera innata una mesa no es una silla; así cono tenemos esos hábitos, la
justicia original es algo innato. El pecado original es la corrupción de la justicia
original, por tanto, el hombre es totalmente impotente para cualquier bien.
Cuando el concilio de Trento hable de la justificación del impío, dice que esta
consiste en el traslado de aquel estado que el hombre nace como es primer adán,
la justificación es pasar a las categorías del segundo adán. Se llega a un estado de
gracia. Al estar en gracia yo estoy en un estado habitual de gracia, de hijo de
Dios. Dirá que la naturaleza esa herida y no corrompida. El pecado habita en
nosotros por eso todos somos pecadores, hasta que llegue la redención.
en estado de justicia:
Lo formal. la rectitud de la parte superior: relación pacífica con Dios.
Lo material. rectitud de la parte inferior del hombre: la integridad de nuestra
naturaleza
SAN AGUSTÍN.
El elemento material con respecto a la concupiscencia.
Lo que no es la concupiscencia:
-La concupiscencia no es el cuerpo
-Tampoco no es el sexo. Dios lo ha creado
-tampoco no es el placer sensible. El placer no es condenable, sobre todo en el
matrimonio. Hay placeres lícitos y otros ilícitos.
En esta línea dirá tomas que perdida la justicia original el resto de las potencias
del hombre tienden desordenadamente hacia los bienes conmutables.
-perdida la justicia original, las demás potencias tienden “desordenadamente”
hacia los bienes conmutables y esto es lo que comúnmente se dice
concupiscencia.
-es natural al apetito sensible recibir de la voluntad el orden al fin, en la medida
en que está sujeto a ella. Por lo cual cuando se quita ese vinculo del apetito a la
voluntad se cae en pecado, porque ya no tiende uno de manera recta a lo que se
pretende, sino que se pretende de manera desordenadamente. Aunque la voluntad
me diga no comas tanto, el apetito sensible por el placer no lo hace caso, por eso
la concupiscencia es la parte material del pecado, pero también pude ser
considerada su efecto.
-Si bien la concupiscencia es, por un lado, la parte material del pecado, por otro,
puede ser considerada también su efecto. Hay como un desarreglo que reina en
las facultades apetitivas y no tienen en cuenta el imperio de la voluntad.
“El placer que transmite el pecado original a la prole, no es el placer actual, pues,
suponiendo que por virtud divina se concediera a uno no sentir el menor placer
de este género en el acto de la generación, transmitiría, sin embargo, a su
descendencia el pecado original. Hay que entender esa concupiscencia como
hábito, en cuanto que el apetito sensitivo no está controlado por la razón
mediante el vínculo de la justicia original. Y esta concupiscencia se da en todos
por igual” (S.Th., I-II,82,4 ad 3.)
Hay diferencia. El termino pecado se predica del acto que puedo realizar que es
contrario a la voluntad divina. Estar en pecado implica una mancha moral
consecutiva que se tiene hasta la remisión del pecado.
Agustín
Todo hombre necesita ser redimido en todo momento, Cristo es el redentor y no
un maestro, si hay redentor es porque hay pecado. Cristo es el salvador de todo el
hombre y de todo hombre.
SAN AGUSTÍN->la preocupación fundamental es indicar que Cristo es el
salvador de todo hombre y de todo el hombre.
-cuando se refiere al pecado original se apoya en I Cor 15, 22—Rm 5, 12. 19.
Al hablar de pecado original habla de la concupiscencia que es el desorden en las
potencias apetitivas.
-en el concilio de Cartago del 418 esta como un resumen de la doctrina de
Agustín.
La epístola tractoria del Papa Zósimo- confirma la doctrina del concilio.
PELAGIO (s. V)
+ Monje bretón, asceta. Quiso ser opositor del pesimismo de tipo maniqueo, que
denigra la naturaleza humana, y también quiso oponerse al determinismo
fatalista, propio de esta corriente.
+ Su aproximación supone un rescate de la libertad. La libertad es la gracia
inicial con la cual el hombre puede alcanzar la santidad. Para esto basta que el
hombre quiera ser santo, y si pone todo de su parte, eso se realizará.
+ La gracia no es necesaria para la salvación.
+ Su teoría brota de una antropología problemática = influencia estoica ---
confianza en la capacidad moral de la persona.
Sostiene: la creación del hombre implica una serie de dones naturales de los
cuales el más elevado es la libertad.
Pecado original: Negado por Pelagio y dice que es el mal ejemplo que Adán dio
a su descendencia pero no afecta interiormente al hombre por eso en los niños no
hay pecado porque no pueden asumir el ejemplo.
Por lo tanto, la obra redentora de Cristo consiste ante todo en su doctrina y en el
ejemplo de sus virtudes.
+ Celestio siguió a Pelagio y Julián de Eclana es el que mantendrá una elevada
discusión con Agustín.
Initium fidei
Agustín: Dice, Dios elige a los que se salvan porque se le da la gana, por su
misericordia.
Para Agustín, el Initium fidei es una gracia de Dios (gracia preveniente), es obra
de la gracia, por tanto indica el hecho de la necesidad de la gracia para la
salvación.
Doctrina de Lutero
a. Inquina a la razón
“Aristóteles es el baluarte impío de los papistas. Es a la teología lo que las
tinieblas son a la luz. Su ética es el peor enemigo de la gracia; es un filósofo
rancio, un bribón que deberían meter en el chiquero o en la cuadra de los asnos
[...], un calumniador sin vergüenza, un comediante, el más artero y astuto
corruptor de los espíritus. Si no hubiera realmente existido en carne y hueso,
pudiera tenérsele, sin ningún escrúpulo, por el diablo en persona.”
En cuanto a Santo Tomás, “nunca ha comprendido nada del Evangelio ni de
Aristóteles”.
“La Sorbona, esta madre de todos los errores, ha definido de la manera más falaz
que si una cosa es cierta lo es para la filosofía y la teología; es una impiedad de
su parte haber condenado a quienes sostenían lo contrario.” La Facultad de París
es “la sinagoga condenada del diablo, la más abominable ramera intelectual que
ha vivido bajo el sol, la propia perla del infierno...” En cuanto a Lovaina, sus
teólogos son “asnos groseros, puercos malditos, panzas de blasfemias, cochinos
epicúreos, herejes e idólatras, charcos podridos, caldo maldito del infierno”.
Toda esta critica va contra la razón. Porque para el la razón vale solo en la vida
terrenal: comer, beber, vestirse. Pero en cuanto a las cosas espirituales la razón es
segura.
“La razón es la grandísima p. del diablo, por su esencia y manera de ser, es una p.
dañina; es una prostituta, la p. patentada del diablo, una p. comida por la sarna y
la lepra, que debía ser pisoteada y destruida, ella y su sabiduría [...]. Echarle
basura a la cara para afearla. Debería ser ahogada en el bautismo [...]. La
abominable merecería que la relegaran al más sucio lugar de la casa, a las
letrinas.”
¿Por qué lo tiene tanto rechazo a la razón?
Por el rechazo al pecado de nosotros. La razón es contraria a la fe y hay que
dejarla que se vaya. Hay que ahogarla en el bautismo.
b. El pecado invencible
La persistencia en nosotros de la concupiscencia no significa que el pecado no
haya sido borrado por el bautismo (tomas—Agustín). El pecado original persiste
en el alma después del bautismo, es decir la concupiscencia que es totalmente
pecaminosa y lo hace aborrecible al hombre en cuanto a Dios.
simul iustus et peccator, al mismo tiempo justo y pecador.
El alma no se transforma, regenera o diviniza por el bautismo. Es alma está
totalmente viciada porque la concupiscencia es algo invencible. Por eso la
naturaleza huma en el orden moral es esencialmente depravada. Por eso el
hombre nunca puede producir buenos frutos. El alma está totalmente corrompida
por lo tanto la voluntad no puede realizar ninguna obra buena, porque le falta la
libertad.
¿Qué se debe hacer para esto?
Rm. 1, 17. El justo vive por la fe. Lo único que puede hacer el hombre es
arrogarse a los brazos de cristo. La solución no está en mí, sino solo en cristo.
e. Sola Scriptura
Mientras que Pelagio negaba la elevación sobre natural del hombre, Lutero,
invocando en su favor la doctrina de San Agustín, consideraba esa elevación
como un constitutivo esencial de la naturaleza humana. Por su perdida la
naturaleza humana quedó totalmente corrompida, puesto que le fueron sustraídos
elementos esenciales, y, además, desde ese momento comenzó a morar
permanentemente en el hombre la concupiscencia, en la cual Lutero hace
consistir la esencia del pecado original. La naturaleza del hombre caído es
incapaz por sus propias fuerzas de llegar al conocimiento de la verdad religiosa y
realizar una acción moralmente buena. La voluntad del hombre carece de libertad
y, por si misma no puede hacer otra cosa que pecar. La gracia no puede sanar a
esa naturaleza humana totalmente corrompida, ni es capaz de renovarla o
santificarla internamente. Ante la gracia, la voluntad se comporta de modo
puramente pasivo; la gracia es la única que obra. Por tanto, la redención viene
hacer obra de la gracia sin participación del hombre, es obra de Dios sólo.