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Orthop Clin N Am 34 (2003) 567–575
Tendinitis calcificada del hombro.
Grear Hurt, MDa, Champ L. Baker, Jr., MDa B C,*
aThe Hughston Clinic, PC, 6262 Veterans Parkway, Columbus, GA 31909, EE. UU.
bFacultad de Medicina de Georgia, Augusta, GA, EE. UU.
CFacultad de Medicina de la Universidad de Tulane, Nueva Orleans, Luisiana, EE. UU.
La tendinitis calcificada del hombro es una afección aguda
o crónicamente dolorosa causada por la inflamación alrededor
de los depósitos de calcio ubicados en o alrededor de los
tendones del manguito rotador. El proceso consiste en una
calcificación multifocal mediada por células de un tendón vivo
que suele ir seguida de una resorción fagocítica espontánea.
[1]. Después de la reabsorción o extirpación quirúrgica del
depósito, el tendón se reconstituye.
[2]. Sin embargo, la deposición de calcio también puede ser
latente y asintomática en muchos individuos. Cuando se vuelve
doloroso, generalmente tiene un inicio abrupto y puede limitar
severamente la actividad, aunque no necesariamente depende
de la actividad. Se cree que la enfermedad sólo se vuelve muy
dolorosa cuando el calcio está en proceso de reabsorción. El
diagnóstico se realiza mediante la anamnesis y el examen
físico, con atención específica a la evidencia radiográfica de
calcificación. Los pacientes suelen presentar dolor específico
sobre la tuberosidad mayor y síntomas similares al síndrome
de pinzamiento.
El tratamiento suele consistir en reposo y fármacos
antiinflamatorios no esteroideos junto con la rotura localizada
de las calcificaciones mediante una técnica de "punción". El
fracaso de estas modalidades puede llevar a la necesidad de
una escisión quirúrgica de la lesión, que puede realizarse de
forma abierta o artroscópica.
Reseña histórica
En 1907 Painter fue el primero en describir los hallazgos
radiológicos en pacientes con tendinitis calcificada.[3]. Codman
[4]discutió el problema en la década de 1930 y
* Autor correspondiente. La Clínica Hughston, PC, 6262
Veterans Parkway, Columbus, GA 31909.
Dirección de correo electrónico:clbaker@hughston.com (CL Baker, Jr).
0030-5898/03/$ – ver portadaD2003 Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/S0030-5898(03)00089-0
propuso que la degeneración de las fibras tendinosas precedía
a la calcificación. bosworth[5]Revisaron radiografías y
examinaron a 6.061 empleados de una compañía de seguros y
encontraron una incidencia del 2,7% de depósitos calcificados
en el hombro. De estos individuos, el 35% había presentado
síntomas previamente y el 51,5% de los depósitos estaban en
el tendón del supraespinoso. En 1978 Bateman[6] observaron
que los depósitos en el sitio de inserción del tendón estaban
en una "zona de estrés" y un área de hipovascularidad. Más
recientemente Uhthoff y Loehr[2]propusieron un proceso de
calcificación reactiva progresiva para describir el ciclo de la
enfermedad.
A lo largo de los años, el tratamiento destinado a
disminuir el dolor ha consistido en reposo, calor,
medicación no esteroidea, fisioterapia, "punción" e
inyecciones localizadas de anestésicos y corticosteroides.
La falta de respuesta al tratamiento no quirúrgico puede
requerir una intervención quirúrgica. En 1902, Harrington
y Codman realizaron la primera eliminación operativa de
un depósito de calcio.[4]. Más recientemente se ha
descrito con resultados exitosos el tratamiento
artroscópico de estos depósitos.[7]. Este método sigue
siendo la tendencia en el tratamiento quirúrgico.
Patogénesis
Se desconoce la causa del depósito de calcio en el
manguito rotador. Se ha sugerido como posible factor
la disminución de la tensión de oxígeno local y la
hipoxia.[4]. El sitio más común de aparición es dentro
del tendón del supraespinoso y en una ubicación de
1,5 a 2,0 cm de distancia de la inserción del tendón en
la tuberosidad mayor.[2] (Figuras 1 y 2). Suele
aparecer en personas mayores de 30 años y afecta
hasta al 10% de la población. Hasta el 10%
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Fig. 1. Calcificación en tendón del supraespinoso.
de los afectados tienen depósitos bilaterales, y las mujeres parecen
verse afectadas con más frecuencia que los hombres[8]. La mayoría
de las personas con deposición son asintomáticas. Los pacientes
con diabetes tienen más probabilidades de desarrollar depósitos
asintomáticos; más del 30% de los pacientes con diabetes
insulinodependiente tienen calcificación del tendón. Según un
estudio artrográfico[9], un desgarro del manguito rotador puede
coexistir en aproximadamente el 25% de los pacientes que
presentan tendinitis calcificada; Es más probable que cantidades
pequeñas que grandes de calcificación se asocien con desgarros del
manguito.
Se cree que el dolor es una respuesta inducida por la
inflamación al trastorno patológico químico local y a la irritación
mecánica directa. Neer describe cuatro tipos de dolor asociados con
los depósitos de calcio[10]. Primero está el dolor causado por la
capacidad del calcio para irritar químicamente el tejido. El segundo
tipo es el dolor causado por la presión dentro del tejido a medida
que se hincha. El tercero es un dolor parecido a un pinzamiento
causado por el engrosamiento y la irritación de la bolsa y, en
ocasiones, por la prominencia del depósito. El cuarto tipo de dolor
es causado por un endurecimiento crónico de la articulación
glenohumeral ("hombro congelado") que se produce cuando el
brazo se mantiene continuamente a un lado para evitar irritar el
depósito de calcio con la abducción o las actividades por encima de
la cabeza.
Características físicas
Lo que realmente constituye estos depósitos calcificados
aún está bajo escrutinio, pero se cree que consisten en agua (H
2O), carbonato (CO3), y fosfato (PO4), y contienen cristales de
fosfato de calcio básico. Hamada y compañeros de trabajo[11]
analizaron los depósitos de calcio de pacientes con periartritis
calcificante y concluyeron que los depósitos están compuestos
de carbonato apatita y que no estaban presentes
hidroxiapatita, fosfato octacálcico ni fosfato tricálcico. Rowe
describe
depósitos calcificados que aparecen en una de tres formas
[12]. El primero es un depósito seco y polvoriento que es
la forma inactiva crónica. La segunda forma es un
depósito blando, de masilla o pasta de dientes que puede
producir una molestia crónica leve que es dolorosa o se
agrava al presionar en abducción debajo del acromion. La
tercera es una colección lechosa o cremosa que suele
estar bajo presión. Corresponde a la fase aguda y
dolorosa en la que el depósito se rodea de inflamación y
de una sinovitis o bursitis aguda.
Calcificación degenerativa
El primer mecanismo propuesto para la tendinitis
calcificada fue la calcificación que se producía
secundariamente dentro de un tendón degenerativo.[4]. Esta
teoría fue aceptada durante algún tiempo por muchos
investigadores. [13-15]. McLaughlin[dieciséis]describieron
hialinización focal de las fibras tendinosas que condujeron a
fibrilación y eventual desprendimiento de las fibras tendinosas
normales circundantes. Esto produjo restos necróticos que
luego se calcificaron. Más recientemente Mohr y Bilger[17]
describieron que el proceso comienza con la necrosis de los
tenocitos con acumulación intracelular concomitante de calcio,
a menudo en forma de microesferolitos o psamomas. Uhthoff
[2]señala, sin embargo, que la tendinitis calcificante alcanza su
punto máximo en la quinta década, mientras que un proceso
degenerativo sin potencial curativo continúa aumentando con
la edad. Él cree que las características histológicas y
ultraestructurales de la calcificación degenerativa y la
tendinosis calcificante son diferentes.
Fig. 2. Calcificación (flechas)en el tendón subescapular.
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Calcificación reactiva
Varios investigadores han dilucidado que el proceso de
tendinitis calcificante está mediado activamente por
células en un entorno viable.[18-21]. Uhthoff propone que
la evolución de la enfermedad se puede dividir en tres
etapas distintas: precalcífica, calcífica y poscalcífica.[2]
(Figura 3).
En la etapa precalcificada, la transformación
fibrocartilaginosa comienza dentro del tendón en el sitio
de predilección por la calcificación. Esta metaplasia de
tenocitos en condrocitos se acompaña de metacromasia,
lo que indica la elaboración de proteoglucano.
La etapa calcificada que sigue se subdivide en tres fases:
formativa, de reposo y de resorción. Separados por
condrocitos y tabiques de tejido fibrocartilaginoso, los cristales
de calcio se depositan principalmente en vesículas de matriz
que se fusionan para formar grandes focos de calcificación. En
esta fase formativa, los depósitos presentan una consistencia
similar a la tiza.(Figura 4). La fase de reposo ocurre cuando el
tejido fibrocolágeno bordea los focos de calcificación sin
evidencia de inflamación, lo que indica la terminación del
depósito. El inicio de la fase de resorción está marcado por la
aparición de canales vasculares de paredes delgadas en la
periferia del depósito.(Figura 5). Luego, los macrófagos y las
células gigantes multinucleadas rodean el depósito y fagocitan
los restos con eliminación de calcio. En esta fase el depósito
presenta un material espeso, cremoso o parecido a una pasta
de dientes que suele estar bajo presión.
A medida que el tejido se cura durante la etapa
poscalcificada, nuevos canales vasculares promueven
que los fibroblastos formen colágeno tipo III que es
reemplazado por colágeno tipo I. Posteriormente, el
tendón se cura con realineación de las fibras y
resolución del depósito de calcio.
Evaluación radiográfica
El pintor identificó por primera vez calcificaciones radiográficas
en el tejido blando periarticular del hombro en 1907.
[3]. Los depósitos de calcio se pueden ver en las radiografías simples.
Fig. 3. Representación esquemática de las etapas progresivas de la tendinitis calcificante. (DeUhthoff HK, Loehr JW.
Tendinopatía calcificada del manguito rotador. Patogenia, diagnóstico y tratamiento. J Am Acad Orthop Surg 1997;5(4):183–
91; con permiso).
569
con una serie completa de radiografías de hombro que
incluyen vistas AP, rotación interna y externa, Y escapular y
lateral axilar(Figuras 6 a 8). Estas proyecciones ayudan a
localizar el depósito en un tendón específico y muestran signos
de posible pinzamiento. Las radiografías de seguimiento son
importantes para evaluar el estadio de la enfermedad con
posible progresión o reabsorción de los depósitos. Los signos
radiológicos degenerativos son raros en personas con
tendinopatía calcificada[2].
DePalma y Kruper[8]clasificó dos tipos radiológicos de
depósitos de calcio en el hombro. Los depósitos de tipo I
tienen una apariencia esponjosa y vellosa con una periferia
mal definida y generalmente se observan en personas que
padecen dolor agudo en la fase de resorción. Los depósitos de
tipo II exhiben una densidad homogénea dentro de una lesión
discreta y bien circunscrita. Los pacientes con estos hallazgos
radiológicos de tipo II generalmente tienen poco o ningún
dolor y se cree que se encuentran en la fase formativa tardía o
de reposo.
La evaluación por imágenes por resonancia magnética (MRI) no
está indicada de forma rutinaria. Las calcificaciones aparecen como
áreas de intensidad de señal disminuida en las imágenes
ponderadas en T1, mientras que las imágenes ponderadas en T2
pueden mostrar un sitio de intensidad de señal aumentada que
rodea la lesión similar al edema.(Figura 9). Loew et al encontraron
poca correlación entre la tendinitis calcificante y los hallazgos
adicionales asociados con el pinzamiento subacromial, ya que el
16% de los pacientes tenían un acromion tipo III.[22].
Gestión
Tratamiento no operatorio
Se han utilizado numerosas modalidades no quirúrgicas para
tratar la tendinitis calcificada dolorosa. Los fármacos
antiinflamatorios no esteroides son un pilar y la inyección de
esteroides en la bolsa subacromial puede ser beneficiosa si el
paciente muestra signos de pinzamiento.[23]. Los ejercicios suaves
con un fisioterapeuta pueden ayudar a mantener el rango de
movimiento. Existe evidencia contradictoria de que la ecografía
terapéutica activa es más eficaz que la ecografía placebo para el
tratamiento de personas con tendinitis calcificada.[24]. en un pozo
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Lavado con aguja

El lavado con aguja se ha descrito como un

tratamiento eficaz que se puede realizar tanto en el
quirófano como en la sala de radiología. Esta técnica se
utiliza mejor en pacientes con dolor agudo en el hombro.

Fig. 4. Fase formativa. (A)Se observan tabiques de tejido fibrocartilaginoso

entre los depósitos de calcio (tricrómico de Masson,
- 50). (B)Algunos septos contienen colágeno tipo II (tinción
monoclonal inmunohistoquímica para colágeno tipo II, -50).
(C)Observe las calcificaciones tempranas alrededor de los
condrocitos vivos. (flecha) (von Kossa, -50). (DeUhthoff HK,
Loehr JW. Tendinopatía calcificada del manguito rotador.
Patogenia, diagnóstico y tratamiento. J Am Acad Orthop Surg
1997;5(4): 183–91; con permiso). Fig. 5. Fase de resorción. (A)Nótese la presencia de células gigantes
alrededor de los depósitos de calcio (tricrómico de Masson, -100).

Estudio comparativo diseñado, aleatorizado y doble ciego de
ecografía e insonación simulada en pacientes con tendinitis
calcificante sintomática, los pacientes que habían recibido
tratamiento con ultrasonido tuvieron mayores disminuciones
del dolor y mayores mejoras en la calidad de vida.[25]. Esta
mejoría clínica a corto plazo también se correlacionó
significativamente con la disminución radiológica del tamaño
de los depósitos de calcio.
(B)Muchos canales vasculares de paredes delgadas (flechas)Se
observan en las proximidades de depósitos de calcio en proceso de
resorción fagocítica (hematoxilina-eosina, -50). (C)Un psammoma
dentro de un macrófago y tres acumulaciones más pequeñas de
material electrondenso. La estructura multicapa del psammoma es
evidente (acetato de uranilo y citrato de plomo, -14.500). (De
Uhthoff HK, Loehr JW. Tendinopatía calcificada del manguito
rotador. Patogenia, diagnóstico y tratamiento. J Am Acad Orthop
Surg 1997;5(4):183–91; con permiso).
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Fig. 8. La vista de salida muestra la calcificación del manguito rotador (flechas).

Fig. 6. La radiografía anteroposterior muestra una clara calcificación en el

causado por la dificultad para localizar el depósito con la
tendón del manguito rotador.
aguja. El tratamiento con técnica modificada de aguja fina
guiada por ultrasonido ha demostrado ser una terapia
en la fase de resorción y puede ayudar a disminuir la presión
eficaz con una respuesta clínica significativa y quizás con
intratendinosa. El uso de agujas de entrada y salida es útil, ya
mayor precisión.[28]. Utilizando punción con aguja guiada
que permite observar la elución de partículas de calcio a
por ultrasonido, Farin et al.[29]encontró resultados
medida que se lavan a través de la aguja. En 1937, Patterson y
favorables en más del 70% de los pacientes.
Darrach describieron por primera vez una técnica de irrigación
con aguja.[26]. Comodidad y Arafiles[27]posteriormente
Terapia de ondas de choque extracorpóreas
describieron los resultados a un promedio de 9 años de
seguimiento en nueve pacientes con depósitos calcificantes
La mayoría de los estudios sobre terapia con ondas de choque
sintomáticos en el manguito rotador que fueron sometidos a
se originan en Europa, donde está más extendido el uso de esta
barbotage guiado por fluoroscopia (irrigación con aguja y
técnica. Loew y otros[30]evaluaron prospectivamente a 195
aspiración). Creían que no era imprescindible eliminar
pacientes con tendinitis calcificante crónica tratados con terapia de
completamente el depósito para tener un buen resultado y
ondas de choque extracorpóreas (ESWT). Hubo una asignación
que las fallas aparentemente eran
aleatoria a grupos de control, de baja energía, de alta energía y de
alta energía que recibieron una o dos sesiones. Los resultados
mostraron un éxito dependiente de la energía, con un alivio del
dolor que oscilaba entre el 5% en el grupo de control y el 58%
después de dos sesiones de alta energía. Daecke et al.[31]evaluaron
prospectivamente a 115 pacientes en un seguimiento de 4 años
para determinar los efectos a largo plazo y cualquier complicación.
Llegaron a la conclusión de que el nivel de éxito dependía de la
energía y que había diferencias significativas en los cambios
radiológicos entre los grupos. Cuatro años después de la terapia
con ondas de choque, el 20% de toda la población de pacientes se
había sometido a una cirugía en el hombro afectado. La tasa de
fracaso después de ESWT fue alta, pero el tratamiento fue exitoso y
sin complicaciones a largo plazo para el 70% de los pacientes.

Tratamiento quirúrgico

Cirugía abierta versus artroscópica

Fig. 7. La radiografía anteroposterior muestra una calcificación esponjosa Aproximadamente el 10% de los pacientes que no
e indistinta (flechas). responden al tratamiento no quirúrgico requieren cirugía.
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Figura 9. (A)Radiografía axilar y (B)Resonancia magnética que muestra un denso depósito calcificado en el tendón subescapular.
[32]. La cirugía está indicada para pacientes que presentan
progresión de sus síntomas, dolor constante que interfiere con
las actividades de la vida diaria y ausencia de mejoría después
de la terapia conservadora.[33]. La cirugía es útil para los
pacientes en fase formativa crónica y especialmente para
aquellos con síntomas de pinzamiento. Harrington y Codman
realizaron el primer procedimiento operativo para eliminar un
depósito de calcio en 1902.[4]. Desde la década de 1930,
muchos investigadores han apoyado este procedimiento.
[4,34–36]. Rochwerger et al.[32] informaron sobre 22 pacientes
que se sometieron a la eliminación abierta de un depósito de
calcio y una acromioplastia y encontraron la puntuación de
evaluación de Constant-Murley[37]aumentó de 52,2 puntos (de
100 puntos) en el examen preoperatorio a 89,3 puntos en el
posoperatorio, con un seguimiento medio de 23 meses.
Concluyeron que los resultados más favorables se obtienen en
pacientes con el intervalo más largo entre el inicio de la
enfermedad y la intervención (más de 1 año) y con un curso
progresivo de la enfermedad.
Se ha demostrado que el tratamiento artroscópico tiene
resultados equivalentes a los de los procedimientos abiertos y tiene
los beneficios adicionales de una mejor estética y posiblemente una
estadía hospitalaria más corta, lo que conduce a una disminución de
los costos. Los bloqueos interescalénicos y las inyecciones
subacromiales de marcaína ayudan con el dolor posoperatorio. La
rehabilitación consiste en un sencillo programa de ejercicios en casa
para recuperar el tono muscular y prevenir la capsulitis adhesiva.
En 1987 Ellman[38]describió por primera vez su técnica
artroscópica que implicaba aspiración ciega con aguja para
localizar el depósito, seguida de escisión y luego
acromioplastia. Weber[39]aumentaron la técnica con la adición
de guía fluoroscópica intraoperatoria para la localización con
aguja de los depósitos con excelentes resultados.
Arca y otros[7]describieron los resultados del tratamiento
artroscópico de la tendinitis calcificada crónica resistente del
hombro en 22 pacientes con una edad promedio de 49 años y
un mínimo de 1 año de manejo conservador fallido. El
seguimiento promedio fue de 26 meses y en todos los
pacientes se realizó bursectomía subacromial. La punción del
depósito se confirmó artroscópicamente al visualizarse un
efecto similar a una tormenta de nieve. No se utilizó
fluoroscopia intraoperatoria. Los resultados se calificaron
como buenos en 11 pacientes (50 %) con movimiento total y
alivio completo del dolor, satisfactorios en 9 pacientes (41 %)
con movimiento total y episodios ocasionales de dolor, e
insatisfactorios en 2 pacientes (9 %) con dolor persistente. Se
observó que el intervalo hasta el alivio de los síntomas era
variable dependiendo del grado de bursitis e inflamación, pero
el 41% obtuvo alivio del dolor poco después de la cirugía, y a
los 6 meses el 91% se alivió del dolor. Según las radiografías de
seguimiento, 13 pacientes tuvieron una eliminación parcial del
calcio y 9 una eliminación completa del calcio. A los dos
pacientes con dolor persistente solo se les realizó una
extirpación parcial, pero los pacientes restantes con una
extirpación solo parcial tuvieron un alivio significativo del
dolor. Los investigadores concluyeron que la escisión completa
del depósito de calcio no era esencial para lograr el alivio del
dolor. El 91% que logró resultados buenos o satisfactorios es
comparable a los resultados de los procedimientos abiertos.
Jerosch et al.[40]evaluaron 48 pacientes tratados
artroscópicamente con remoción de depósitos, resección del
ligamento coracoacromial y acromioplastia, si había evidencia
radiográfica de estenosis subacromial. Los resultados
mostraron que los pacientes con eliminación radiográfica
posoperatoria o reducción de los depósitos tuvieron
resultados significativamente mejores que aquellos sin
cambios radiográficos y que la acromioplastia no
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Fig. 12. Técnica artroscópica de visualización de la aguja.

Fig. 10. La vista artroscópica del lado de la bolsa revela evidencia de depósito de
calcificación en el tendón del manguito rotador.
ción. El uso de una aguja espinal de calibre 18 y una sutura
monofilamento es útil para marcar esta lesión antes de realizar
mejorar los resultados. La conclusión de los investigadores fue
la transición al lado de la bolsa.
que la eliminación de la mayor cantidad posible de depósito
Es importante realizar una bursectomía subacromial adecuada
calcificado conduciría a mejores resultados y debería ser el
para visualizar todas las áreas del manguito rotador. Como se
objetivo del tratamiento artroscópico.
mencionó anteriormente, la mayoría de los pacientes tienen
calcificación dentro del tendón del supraespinoso en un área de 1,5
a 2,0 cm desde la inserción en la tuberosidad mayor. Desde el lado
Técnica quirúrgica preferida de los autores.
de la bolsa, la calcificación dentro del manguito puede aparecer
como un área de hinchazón indistinta.(Figura 10)o como una
Para el tratamiento quirúrgico de la tendinitis calcificada,
ampolla abultada(Figura 11). Utilizando radiografías preoperatorias
los autores realizan un procedimiento artroscópico con el
como guía y visualización directa durante la artroscopia, el área de
paciente en posición de decúbito lateral estándar. La
calcificación se puede alterar mediante múltiples pases percutáneos
distracción articular del hombro afectado se logra utilizando
con el calibre 18.
10 a 15 libras de tracción con una manga para el brazo y se
establecen los portales de artroscopia anterior, posterior y
lateral estándar. Los autores evalúan cuidadosamente las
radiografías preoperatorias para evaluar la ubicación precisa
del depósito. Aunque es una buena idea tenerla disponible, los
autores no utilizan de forma rutinaria la fluoroscopia
intraoperatoria. Se realiza un examen intraarticular estándar
prestando especial atención al lado articular del manguito
rotador. A menudo es visible una lesión parecida a una fresa
en la superficie inferior del área de calcificación, que
representa un área de proliferación vascular.

Fig. 13. Efecto "tormenta de nieve" que se observa a menudo con la

punción artroscópica o el desbridamiento de tendinitis calcificada. (
DeArk JW, Flock TJ, Flatow EL, Bigliani LU. Tratamiento artroscópico
de la tendinitis calcificada del hombro. Artroscopia 1992;8: 183–8;
Fig. 11. Vista artroscópica de masa calcificada. con permiso.)
574 G. Hurt, CL Baker, Jr / Orthop Clin N Am 34 (2003) 567–575
aguja espinal(Figura 12). Cuando se perfora el área
correcta puede haber un flujo cremoso o la liberación de
pequeños "copos de nieve" granulares.(Figura 13).
El objetivo de la cirugía debe ser eliminar la mayor
cantidad posible de calcificación con la menor alteración
posible del tejido normal circundante. Lo mejor es utilizar una
afeitadora de pequeño diámetro para descubrir y desbridar el
área. Si el defecto resultante es grande, una única sutura
artroscópica de lado a lado puede ayudar a estrechar el
defecto y prevenir la propagación del desgarro; sin embargo,
esto debe usarse con precaución porque el proceso natural de
la enfermedad es la autocuración del tendón y no se debe
ejercer mayor presión sobre el área que se liberó. Después de
la resección de la calcificación, se debe realizar una
acromioplastia estándar sólo si hay estenosis subacromial y
pinzamiento verdadero. Después de la cirugía, se coloca el
brazo del paciente en un cabestrillo para mayor comodidad y
se inician ejercicios suaves de rango de movimiento para
prevenir adherencias.
Resumen
La tendinitis calcificada del hombro es un proceso que
implica la deposición de calcio comúnmente en los tendones
del manguito rotador. Es un proceso mediado por células que
a menudo es de naturaleza crónica, pero suele ser
autolimitado en cuanto a sus estados de dolor agudo. El
tratamiento no quirúrgico sigue siendo el tratamiento de
elección y tiene éxito hasta en el 90% de los pacientes. Cuando
las medidas conservadoras fallan, puede estar indicada una
técnica de punción o extirpación quirúrgica; la tendencia es
hacia el tratamiento artroscópico. La acromioplastia no debe
realizarse sin signos radiológicos de pinzamiento. Si se
encuentra un gran defecto del manguito rotador después de la
eliminación del depósito calcificado, puede valer la pena cerrar
el defecto artroscópicamente con sutura para evitar la
progresión del desgarro del manguito y promover la curación.
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