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Texto Principal
Ro.8:1-4: Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; 2 y
porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del
pecado, que lleva a la muerte. 3 La ley de Moisés no podía salvarnos, porque nuestra
naturaleza pecaminosa es débil. Así que Dios hizo lo que la ley no podía hacer. Él envió a su
propio Hijo en un cuerpo como el que nosotros los pecadores tenemos; y en ese cuerpo,
mediante la entrega de su Hijo como sacrificio por nuestros pecados, Dios declaró el fin del
dominio que el pecado tenía sobre nosotros. 4 Lo hizo para que se cumpliera totalmente la
exigencia justa de la ley a favor de nosotros, que ya no seguimos a nuestra naturaleza
pecaminosa sino que seguimos al Espíritu.
Introducción
En cierta ocasión, un profesor en el primer día de clases dijo a sus estudiantes que desde ese
momento, todos tenían la máxima puntuación requerida al final. Todos estaban aprobados. Lo
que pasó luego, es que todos sus estudiantes durante el año rindieron académicamente al
máximo. Esto pasó, porque el profesor eliminó el Temor a Reprobar, motivados por las malas
notas. Eso hizo que los estudiantes se concentraran en Aprender y no sólo en Esforzarse por
Aprobar buscando buenas Notas.
¡LIBRES!
EL TEXTO EN SU CONTEXTO
Ro.8:1: Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús…Para
llegar a ésta Extraordinaria y Reconfortante declaración, debemos recordar de dónde
venimos. - Debemos recordar los Argumentos principales que ya ha expuesto el Apóstol Pablo:
Por nuestros Pecados, estamos en Serios Problemas con el Juez Supremo de toda la Tierra
y eso nos hace Merecedores de la Ira Santa y Justa de Dios.
El Pecado nos hace Dignos de Condenación o de Castigo en el día del Juicio Final; el día
en el que el Señor venga a Juzgar a cada persona por sus Obras.
Hagamos un recorrido:
La Ira Santa y Justa de Dios:
Ro.1:18: Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y
perversos, que detienen la verdad con su perversión (Injusticia).
Acusación contra toda la Humanidad Pecadora: Pablo como un Fiscal nos Acusa Todos
Ro.3:9-12: Ahora bien, ¿llegamos a la conclusión de que los judíos somos mejores que los
demás? ¡Para nada! Tal como acabamos de demostrar, todos—sean judíos o gentiles—están
bajo el poder del pecado. 10 Como dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo, ni siquiera
uno. 11 Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios. 12 Todos se desviaron, todos se
volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».
Notaron que toda la Humanidad está en problemas con la Justicia de Dios - La razón:
Porque no hay nadie Justo, ni bueno ante el Dios Santo.
Pregunta Fundamental: ¿Entonces para ser Salvos, que tuvo que hacer Dios? -
Justificarnos - Dios tiene que hacerlo - Nosotros no podemos Autojustificarnos, porque No
tenemos Meritos Morales - Dios tiene que Darnos - Otorgarnos aquello que no tenemos y
que él Requiere para Salvarnos:
- No tenemos Justicia (Rectitud Moral) - Santidad - Bondad…
En la Corte Celestial, el Pecador Acusado por sus Delitos y Pecados obtiene una Sentencia
Favorable, es decir, No Condenatoria: ERES ABSUELTO - LIBRE DE TODA CULPA Y TODA
RESPONSABILIDAD.
Ya que por la Fe, el Pecador ha sido Unido a Cristo, ahora Dios el Padre no ve las Obras
Pecaminosas y Malvadas de Deimer por ejemplo; Dios solo ve la Obra de su Hijo
Jesucristo a través de su: Vida - Muerte - Resurrección y Ascensión.
- Jesucristo recibe lo que No Merecía, la Ira Justa de Dios, una Muerte Humillante e
Injusta y el Abandono del Padre en la Cruz. y Aporta toda su Vida Santa al Creyente -
- Por su parte, el Pecador Arrepentido, también Recibe lo que No Merecía, Amor, Gracia,
Misericordia, Perdón y Justicia y Aporta toda su Vida Pecaminosa.
- 1Co.1:30: Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera
la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios;
nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado.
- 2Co.5:21: Dios tomó a Cristo, que no tenía pecado, y puso sobre él nuestros
pecados, para declararnos justos por medio de Cristo.
Ro.5:1: Por lo tanto, ya que fuimos hechos justos a los ojos de Dios por medio de la fe,
tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.
Ahora, la persona que ha confiado su Vida a Cristo, ha sido Reconciliada con el Juez
Supremo.
Sin embargo, a pesar de nuestra Nueva Vida en Cristo, seguimos luchando con el Pecado.
Eso fue lo que vimos en el Capítulo 7 de Romanos. - A través de la propia experiencia del
Apóstol Pablo vimos el antes y el después.
1. Vimos al Pablo antes de su Conversión - Un Hombre que se creía vivo, pero que en
realidad estaba Muerto en Delitos y Pecados.
- Ro.7:9-11: Hubo un tiempo en que viví sin entender la ley. Sin embargo, cuando
aprendí, por ejemplo, el mandamiento de no codiciar, el poder del pecado cobró
vida 10 y yo morí. Entonces me di cuenta de que los mandatos de la ley—que
supuestamente traían vida—trajeron, en cambio, muerte espiritual. 11 El
pecado se aprovechó de esos mandatos y me engañó; usó los mandatos para
matarme.
- Fue por medio del Poder del Espíritu Santo al comprender el Significado y Alcance de
los 10 Mandamientos que le fue revelado la verdadera Naturaleza Caída - Corrupta -
Pecaminosa de su Corazón y eso lo llevó a Cristo.
- Ro.7:7: fue la ley la que me mostró mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que
codiciar es malo si la ley no dijera: «No codicies»
Pero al mismo tiempo, observó que dentro de su ser, también existía una Tendencia
hacia lo Malo o Pecaminoso. - Todavía quedaban Rastros de su Antigua Naturaleza
Pecaminosa y Rebelde.
Lo que la Biblia llama el Antiguo Hombre y lo que los Teólogos llaman “el Pecado
Remanente”.
Ro.7:18-20: Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe
nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. 19 Quiero hacer
lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo
hago. 20 Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que
hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.
Ahora el Pecado ya no era su Amo, pero seguía siendo su Mayor y Más Peligroso Enemigo.
Mis amados hermanos, la Experiencia del Apóstol Pablo, es la Experiencia de todo verdadero
Cristiano:
Así que, el Capítulo 8 de Romanos, pone el Equilibrio, entre el saber que hemos sido
Justificados por Fe y saber que debemos Crecer en Santidad.
Pero el Apóstol Pablo hace una Aclaración Supremamente Importante: ¿Para quienes es
ésta Promesa? - Pablo responde, para los que están en Cristo Jesús.
Esto significa que esto no es una Oferta o una Garantía para todo el Mundo - La Eliminación
de la Condensación es para un Grupo determinado: LOS QUE ESTÁN UNIDOS A CRISTO
POR LA FE.
La Biblia nos enseña que al depositar nuestra Fe en Cristo, el Espiritu Santo no Une
Espiritualmente a nuestro Señor.
Cada una de estas imaganes Significa que que estamos Unidos Inseparablemente al Señor
Jesucristo - ESO ES LO QUE QUIERE DECIR ESTAR EN CRISTO:
- Cristo está en nosotros y nosotros estamos en Cristo.
- Le pertenecemos a Cristo y él nos Pertenece como nuestra Herencia.
El Verdero Cristiano, es decir, aquel que está en Cristo, está Seguro de que el día que se
presente ante el Tribunal de Dios, no recibirá una Sentencia Condenatoria, porque su Juicio
Condenatorio fue en la Cruz, el día en que Jesucristo Pagó por sus Pecados.
Asi que, saber que No hay Condenación, nos Libera de la Culpa y del Temor al Castigo al
Infierno para que podamos Correr con Paciencia, Amor, Gratitud y Santidad la Carrera que
tenemos por delante.
Ahora sí, después de éste Amplio Contexto, pero necesario, veamos la esencia de los
versículos 1 al 4 de Romanos 8.
En Primer Lugar:
LIBRES DE CULPA
Ro.8:1-4: Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen (están) a
Cristo Jesús…
Todo esto nos lleva a una conclusión que no queremos Aceptar: SOMOS CULPABLES ANTE
DIOS - NADIE SE SALVA DE SER CULPABLE POR SER PECADORES POR NATURALEZA.
Pero es aquí, donde Brilla con Intensidad el Evangelio de la Justicia de Dios - A pesar de
ser unos Miserables Condenados a Muerte Eterna, Dios tuvo Misericordia y nos Redimió
de nuestra Culpa en la Persona y la Obra Consumada del Señor Jesucristo.
Mis hermanos, en Romanos 8:1, encontramos una de las Declaraciones más Consoladoras
de toda la Biblia:
- Si usted es de los que Desea Profundamente Agradar a Dios, pero reconoce que aún
le Ofende por la Presencia del Pecado en su Vida.
Lea éste versículo - Meditelo - Orelo - Memoricelo - Recuerdelo una y otra vez: Es una
Promesa Reconfortante para usted hoy: Pablo dice categóricamente que: ya no hay
condenación para los que pertenecen (están) a Cristo Jesús…
- Sal.7:11-13: Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los
días. 12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y
lo ha preparado. 13 Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado
saetas ardientes.
- Jn.3:16-19: »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que
todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no
envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio
de él. 18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el
que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único
Hijo de Dios. 19 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de
Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque
sus acciones eran malvadas.
Pero el Texto dice: No hay Condenación - No dice que no hubo (Tiempo pasado) - Tampoco
dice que no habrá (Tiempo futuro)= DICE NO HAY - TIEMPO PRESENTE CONTINUO.
- Significa que No hay Cargos en contra - No existen Acusaciones para llevar a Juicio -
No hay Delitos y Pecados que Merezcan la Ira de Dios.
- Significa que ya la Ira Santa y Justa de Dios, ya no está sobre el Pecador Arrepentido.
- Significa que el Peligro más Grande del Universo, ha sido Eliminado - El Peligro más
Grande del Mundo es ser Enemigos de Dios.
Cita - Paul Tripp - Pablo comienza alentándonos con el consuelo del evangelio...la obra de
Cristo ha eliminado la sentencia de condena que estaba en nuestra cabeza a causa de
nuestro pecado. Jesús pagó en su totalidad la pena por nuestros pecados (pasados,
presentes y futuros). Este consuelo trata con la culpa del pecado y nos debe sacar de la
oscuridad de nuestro escondite a la luz de Su gracia. No necesitamos ceder ante el miedo, la
negación, la justicia propia, el impulso de culpar a otros o de volver a escribir nuestra
propia historia. Estos son todos intentos de auto-expiación, que ya no es necesaria porque
Cristo ha hecho la expiación completa por nuestro pecado. Al llegar a Cristo en confesión, no
debemos temer a Su ira y rechazo. ¡Nunca seremos condenados porque Cristo cumplió
con los requisitos de la ley y murió como un sacrificio aceptable por el pecado! Al ayudar
a la gente a ver la gravedad de su pecado, también les consolamos con el hecho de que la
obra de Cristo ha satisfecho la ira de Dios.
Aplicaciones:
1. ¿Hermano (a), vives bajo Acusación y Condenación constante?
- ¿Te Acusa y te Condena tu Conciencia? - Predicate el Evangelio.
- Paul Tripp dice que la Persona que más nos habla, somos nosotros
mismos.
- ¿Qué te dices a ti mismo sobre tu Posición ante Dios?
- Eres Hijo Adoptado - Justificado - Perdonado - Redimido
- Amado Incondicionalmente - Preservado, etc.
- ¿Te recuerdas constantemente tu pasado pecaminoso?
- ¿A pesar de ser cristiano, no te sientes Perdonado por Dios? - -
Predicate el Evangelio.
Saber y Recordar estas Verdades, nos Fortalecen para Vivir Libres del Temor al Castigo,
pero Sujetos a la Palabra de Dios y motivados por Amor.
Es decir, ya no guardamos los Mandamientos por un Mero Deber Legal, sino como señal de
Gratitud a la Salvación recibida. - Esto nos lleva a
Éste punto será mucho más breve, porque lo que dice Pablo desde el versículo 2 al 4, ya lo ha
expuesto con mucha Amplitud en los capítulos anteriores de la carta.
Así que, la esencia de lo que Pablo está diciendo en peste sección de Romanos 8:2-4, es la
siguiente:
2. El Plan de Dios fue hacer por nosotros lo que nosotros no Podíamos hacer para
cumplir las Obras de su Ley Santa:
- Envió a su Hijo Jesucristo para hacerse 100% Humano: Encarnación.
- Para que Cristo cumpliera la Ley Moral completamente: Sustitución.
- Así, las demandas de Dios el Padre se cumplieron y la Ofensa contra Dios sería
pagada: Expiación.
- Su Ira Santa sería Satisfecha: Propiciación.
- El Pecado y la Muerte, serían Derrotados y el Perdón sería Otorgado:
Remisión.
- La Justicia que Dios requería para Entrar a su Gloria Santa, por Fin sería
Provista, por el Santo de los Santos: JESUCRISTO: Justificación.
- El Pecado sería Destronado y ahora Cristo sería el Amo de nuestro Corazón
mediante su Espíritu Santo que ahora Mora en cada Creyente: Santificación.
- Y aunque todavía tengamos Remanentes o Residuos de nuestro Pecado, el
Poder Santificador del Espíritu Santo es Progresivo, llevandonos a parecernos
más a Cristo y se evidencia en que nuestros Pensamientos buscan
Intencionalmente, las cosas del Espíritu Santo y no las de la Carne:
Santificación.
Ahora con ésta Explicación, leamos el Texto para una Mayor Comprensión:
- Ro.8:2-4: y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha
libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte. 3 La ley de Moisés no podía
salvarnos, porque nuestra naturaleza pecaminosa es débil. Así que Dios hizo lo
que la ley no podía hacer. Él envió a su propio Hijo en un cuerpo como el que
nosotros los pecadores tenemos; y en ese cuerpo, mediante la entrega de su Hijo
como sacrificio por nuestros pecados, Dios declaró el fin del dominio que el pecado
tenía sobre nosotros. 4 Lo hizo para que se cumpliera totalmente la exigencia
justa de la ley a favor de nosotros, que ya no seguimos a nuestra naturaleza
pecaminosa sino que seguimos al Espíritu.
Mis hermanos, cuando alguien les pregunte, ¿De que lo salva Jesucristo? Usted debe
responder que Cristo nos Salva de la Ira Terrible del Dios Santo.
Acostumbramos a pensar y a enseñar que el Señor Jesucristo nos Salva del Infierno y esto es
cierto, pero no es toda la verdad. - El Infierno es solo la Manifestación de la Ira Santa de Dios.
Es la Doctrina de la Propiciación que nos enseña que Dios nos Salva de sí mismo - Dios el
Padre puso a Cristo como un Cordero Expiatorio -
Un Sustituto (Cordero Expiatorio) sobre el cual Derramó toda su Ira - Rechazo - Indignación
contra el Pecado la Desató sobre su Hijo en la Cruz del Calvario.
1Jn.1:4: En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros
pecados.
Así que, cuando Pablo dice que No Hay Condensación, lo que quiere decir, es que Ya no
Queda ni una sola Gota de la Ira de Dios para sus Hijos.
Porque toda la Ira que Merecíamos fue Derramada sobre su Hijo en la Cruz del Calvario - ¿No
les parece que esto es una Gran Noticia mis hermanos?
¿No les trae Consuelo saber que a pesar de nuestros Pecados; Pasados, Presentes y
Futuros, no vamos a Recibir condenación de parte de Dios, en el día del Juicio Final?
1. La Justificación es un Acto Legal que Dios hace una Vez y para Siempre:
- El Pecador Arrepentido que una vez es Justificado, jamás será Des-justificado,
es decir, nunca más necesitará: Otra Sentencia de Justificación.
- Por eso es que la Salvación una vez otorgada: No se pierde - No se quita. - Dios no
anda Jugando a la Salvación:
- Un día la tiene y otro día te la quito - Hoy eres salvo, mañana No…
- Ejemplo:
- 1Co.3:10-15: 10 Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos
como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima; pero
cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho
cuidado. 11 Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya
tenemos, que es Jesucristo. 12 El que edifique sobre este fundamento
podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno
o paja; 13 pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que
cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene
algún valor. 14 Si la obra permanece, ese constructor recibirá una
recompensa, 15 pero si la obra se consume, el constructor sufrirá una
gran pérdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se
escapa atravesando un muro de llamas.
3. El Trato de Dios a los Pecados del Creyentes es distinto a los Pecados del
Incrédulo:
- 1Co.11:32: Sin embargo, cuando el Señor nos juzga, nos está disciplinando
para que no seamos condenados junto con el mundo.
- Hb.12:5-8: Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a
hijos se les dirigen: «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te
desanimes cuando te reprenda, 6 porque el Señor disciplina a los que ama y
azota a todo el que recibe como hijo». 7 Lo que soportan es para su disciplina,
pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el
padre no disciplina? 8 Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos
reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.
Cita - Martin Lloyd-Jones - “La diferencia que existe entre un incrédulo que peca y
un cristiano que peca es la diferencia que existe entre un hombre que quebranta las
leyes de… [el] Estado, y… un esposo [que] ha hecho algo que no debería haber
hecho en su relación con su esposa. Él no está quebrantando la ley, está hiriendo el
corazón de su esposa. Esta es la diferencia. Ya no es un asunto legal, sino que tiene
que ver con una relación personal y… [con el] amor…Prefiero quebrantar una ley…
que herir a alguien a quien amo… [En ese caso] Has pecado, por supuesto, pero has
pecado contra el amor… [así que] Puedes y debes sentirte avergonzado, pero no
debes sentirte condenado, porque eso sería volver a colocarte ‘bajo la ley’”
Así que, si alguien está pensando que una persona que sabe que ha sido Justificada
ahora va a tomar la Gracia de Dios como una Licencia para Pecar, que no se
Equivoque.
Ro.8:5-9: Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la
carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque la
mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz;
7 ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley
de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, 8 y los que están en la carne no pueden
agradar a Dios. 9 Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en
verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, el tal no es de Él.