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ROMANOS

CAPÍTULO 3
PABLO MUESTRA LOS PRIVILEGIOS DE LOS JUDÍOS, PERO TAMBIEN
LA MANERA EN QUE HAN PECADO AL IGUAL QUE LOS GENTILES.
SEÑALA LA CORRUPCIÓN DE TODA LA HUMANIDAD, Y QUE NADIE
PUEDE JUSTIFICARSE POR LAS OBRAS.
PONE DE MANIFIESTO, TAMBIÉN, LA MISERICORDIA DE DIOS POR
MEDIO DE LA REDENCIÓN DE JESUCRISTO.
1. ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? Los judíos se consideraban aventajados a
los gentiles por habérseles “confiado la palabra de Dios” (3.2). En realidad, no
poseían bajo ningún concepto ventaja espiritual alguno, pues no cumplieron lo
exigido por Dios. ¿o de qué aprovecha la circuncisión?
En el capítulo 2 versículo 25 Pablo dice que la circuncisión sí aprovecha para los
que están en el pacto cuya señal externa era ella. Pero no tenía valor si
transgredían la ley.
2. Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido
confiada la palabra de Dios. La revelación de Dios, dada primero a Moisés y
a los profetas, la cual es un gran tesoro.
3. ¿Pues qué, así algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad
habrá hecho nula la fidelidad de Dios? Pese a que rechazaron a Jesucristo, la
promesa de Dios no les falló (2 Tim. 2.13).
4. De ninguna manera, antes bien sea Dios veraz, y todo hombre
mentiroso; Dios es verdad, aunque a veces parezca que sus promesas
fracasan, pero la causa de esto es porque las condiciones no son
cumplidas por el hombre. De ahí la importancia de examinar
cuidadosamente nuestros actos, para ver si no están lesionando la santidad
de Dios y por cuya razón sus promesas no se cumplen. como está escrito:
Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres
juzgado. “Como está escrito”: “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he
hecho lo malo delante de tus ojos; para que sea reconocido justo en tu
palabra, y tenido por puro en tu juicio.” (Salmo. 51.4).
5. Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios - Mientras más
mal nos portemos más es admirada la fidelidad de Él a sus promesas -
¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? Claro que Dios no es
injusto al pagar a cada quien según su comportamiento. (hablo como
hombre). Pablo habla como ser humano, y de acuerdo a su situación y la
de los demás israelitas.
6. En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
Dios nunca puede practicar la injusticia, sino que es justo en su juicios
dando a cada quien lo que merece.
7. Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por
qué aún soy juzgado como pecador? El hecho de la gracia no exime de
pecado sino que hace al hombre responsable.
8. ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya
condenación es justa, afirma que nosotros decimos): Hagamos males
para que vengan bienes? Se calumnia a los cristianos, que como Pablo,
predican la gracia o don gratuito de Dios por la fe y no por la obras, porque
por gracia somos salvos y no por lo que hagamos, aun cuando la fe
verdadera necesariamente debe producir buenas obras.
9. ¿Qué , pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna
manera; ya que tanto judíos como gentiles están bajo pecado sin
excepción, pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos
están bajo pecado.
10. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; Esto incluye a María
quien necesitó de un Salvador (Lc. 1.46,47).
11. No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Por tal razón
fue Dios quien buscó al hombre (Gn. 3.9; Is. 1.18; 55.1).
12. Todos se desviaron, O corrompieron la adoración a Dios, los judíos
olvidando la ley y los profetas (Is. 53.6) y los gentiles violando la ley de Dios
escrita en sus corazones, lo que muestra tanto en uno como en otro su
corazón perverso. A una se hicieron inútiles; Esto nos hace ver que algo
que fue originalmente bueno se pudrió, se descompuso, se tornó como el
pan que prescribe su tiempo, se enmoheció (Is. 1.6). En otras palabras, que
la humanidad se opone a Dios, le desobedece o trata de no oírlo.
no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Y si no hay actos
de justicia adentro no habrá tampoco actos de bondad afuera.
13. Sepulcro abierto es su garganta; Malhablado, depravado en su
manera de hablar, como colmillo de serpiente y el hedor de una tumba
abierta conteniendo un cadáver pudriéndose. con su lengua engañan.
Veneno de áspides (alude a la cobra, una de las serpientes más
venenosas existentes) hay debajo de sus labios;
14. Su boca está llena de maldición y de amargura. La abren únicamente
para perjurar, blasfemar y calumniar.
15. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Mata a su prójimo sin
sentir dolor de corazón.
16. Quebranto y desventura hay en sus caminos; Destruyen con su
conducta criminal
17. Y no conocieron camino de paz. Como no tienen paz ellos mismos
tratan de provocar discordia en los demás.
18. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Niega o se burla de Dios.
19. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están
bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el
juicio de Dios. Dios abandona al pagano a su perversión religiosa, al
hipócrita a su fingida religiosidad y al judío a su religión sin poder.
20. ya que por las obras de la ley ningún ser humano es justificado
delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del
pecado. Sentencia: muerte espiritual, que consiste en quedar
definitivamente separado de Dios para sufrir la muerte eterna en el lago de
fuego (Rom. 6.23; Apoc. 20.11-15). El mayor de los delitos: Rechazar a
Cristo como Salvador, trae como consecuencia el mayor de los juicios: El
tormento eterno.
21. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas; La ley: un testigo. Los profetas:
otro testigo. La ley de Moisés requería de dos testigos para darle crédito o
prueba a cualquier hecho (Deut. 19.15).
22. la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los
que creen en él. Un otorgamiento limitado a “los que creen en El“ Porque
no hay diferencia, El alcance de esta justicia.
23. por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Todos los hombres sin excepción. Por ello, todos, necesitan de Jesucristo.
24. siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús, Esta justicia requirió un gran precio: el
derramamiento de la Sangre de Jesús, y sin embargo, fue dada
gratuitamente, de regalado, y no por méritos humanos, para que no
presumamos.
25. a quien Dios puso como propiciación La gran demostración del amor
de Dios: La muerte de Jesús en el Calvario. por medio de la fe en su
sangre, Sangre que no cubre los pecados, como la de los machos cabríos
del Antiguo Testamento, sino que los quita, los desaparece para que no
quede ni rastro (Jn. 1.29) para manifestar su justicia, en este tiempo de la
historia humana. a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los
pecados pasados. Borrándolos totalmente con la sangre vicaria de Jesús.
26. con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él
sea el justo, y el que justifica al que es de la fe en Jesús. Siendo éste el
producto de la justicia de Dios.
27. ¿Dónde, pues, está la jactancia? ¿Por qué te jactas de ser judío si no
tiene ningún mérito? Queda excluida. Queda fuera de la puerta de los
cielos ¿Por cuál ley? Por qué regla o ley está fuera ¿Por la de las obras?
¿Por lo que hagamos? No, Ni por la ley ni por las obras sino por la ley de
la fe. Por la propiciación alcanzada por la preciosa Sangre de nuestro
Señor Jesús. La única que puede limpiarnos de todo pecado y por lo tanto
justificarnos ante el Padre.
28. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras
de la ley. Las obras sólo cuentan cuando son frutos de la fe, ya que fe sin
frutos, es fe muerta (Stgo. 2.17).
29. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de
los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. No hay
parcialidad en Dios, por lo tanto, es para todos los que hayan aceptado
el sacrificio cruento de nuestro Señor Jesucristo y crean que Él le
levantó de los muertos.
30. Porque Dios es uno, El Señor es el Uno, que ha hecho tanto a
judíos como a gentiles. y él justificará Perdonará por la fe a los de la
circuncisión, a los judíos y por medio de la fe a los de la
incircuncisión. Los gentiles que entreguen su corazón al Señor. Dicho
de otra manera: Dios perdonará por fe tanto a unos como a otros.
31. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino
que confirmamos la ley Quienes hemos aceptado a Cristo como
Salvador no dejamos de lado la ley, sino que con nuestra obediencia la
cumplimos observando los dos grandes mandamientos dados por
nuestro Salvador:
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Este es el principal mandamiento y el segundo es semejante: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que
éstos”.

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