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El conejo común o conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) es

una especie de mamífero lagomorfo de la familia Leporidae, y el único miembro actual del
género Oryctolagus. Mide hasta 50 cm y su masa puede ser hasta 2.5 kg. Ha sido
introducido en varios continentes y es la especie que se utiliza en la cocina y en la
cunicultura. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas
del mundo3 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Su
introducción en Australia es uno de los capítulos más importantes del deterioro causado
por especies exóticas invasoras.

Etimología
El término orycto viene del griego ορυκτός (oriktós ‘[ex]cavado, desenterrado’) y este de
ορύσσειν (orýssein ‘cavar’), haciendo referencia a las costumbres excavadoras
características de esta especie en estado salvaje, mientras que el término griego λαγός
(lagos) significa estrictamente ‘liebre’.4
Para descubrir el origen del nombre de la especie, así como de su nombre común, hay que
remontarse hasta algunos siglos antes de Cristo. El conejo era un animal desconocido
para los griegos y romanos de la Antigüedad que visitaron la península ibérica. El
historiador griego Polibio (siglo II a. C.) lo describe por primera vez.5 Su
nombre vernáculo, conejo, proviene del término íbero (o «prerromano», según
el Diccionario de la lengua española) kýniklos (κύνικλoς), que después derivó al término
latino cuniculus, y al español conejo.4

Descripción

Ejemplar salvaje tumbado


Se caracteriza por tener un cuerpo cubierto de un pelaje espeso y lanudo, de color pardo
pálido a gris, cabeza ovalada y ojos grandes. Pesa entre 1,5 y 2,5 kg en estado salvaje.
Tiene orejas largas de hasta 7 cm las cuales le ayudan a regular la temperatura del cuerpo
y una cola muy corta. Sus patas anteriores son más cortas que las posteriores. Mide de 34
a 50 cm en condiciones favorables, incluso más en razas domésticas. Todas estas
características que posee esta especie en estado salvaje pueden variar significativamente
según la raza.
Los machos tienen la cabeza más ancha que las hembras.
El conejo salvaje mide de 34 a 50 cm (longitud cabeza y cuerpo), las orejas miden de 4 a
8 cm. Su peso varía de 1,2 a 2,5 kg. Posee una piel de color pardo leonado pelirrojo, a
veces colorado que permite su camuflaje para evitar a sus depredadores.
La talla de conejos domésticos varía muchísimo de una raza a la otra. El más grande, el
gigante de Flandes, puede alcanzar 8 kg y 80 cm de longitud pero el conejo ariete enano
sobrepasa apenas 1 kg, a veces menos para los conejos extra enanos. La piel
originalmente es gris beige —a veces con matices negros o pelirrojos—, con el vientre más
claro y el fondo de la cola (rabo) blanco, mientras que los conejos domésticos presentan
colores muy variados, uniformes, degradados o moteados. Existen cerca de ochenta
variedades.
Los dientes de un conejo, particularmente sus incisivos, crecen sin cesar. El conejo debe
constantemente desgastar sus dientes con el fin de evitar que se vuelvan demasiado
largos (lo que podría por otro lado herirlo).

Ejemplar de conejo melánico


Distribución
Era abundante en el Paleolítico, a juzgar por los restos descubiertos en la península
ibérica.6 En la actualidad, su área de distribución abarca el norte de África y
toda Europa hasta Rusia, siendo introducido en muchos lugares del continente con
motivos cinegéticos. A lo largo de la historia también ha sido llevado al estado
de Washington (Estados Unidos), Chile, Sudáfrica y Australia, donde los
conejos cimarrones se han convertido en la principal plaga del país debido a la ausencia
de depredadores y competidores naturales.7

Hábitat
Vive en áreas secas próximas al nivel del mar con un suelo arenoso y blando para facilitar
la construcción de madrigueras. Habitan en bosques aunque prefieren campos extensos
cubiertos por matorrales donde pueden esconderse. Antiguamente también eran
frecuentes en tierras de cultivo aunque los nuevos métodos de arado incluyen la
destrucción de madrigueras de conejos. A pesar de ello, esta especie se ha adaptado a la
actividad humana viviendo en parques, campos de césped o incluso cementerios. En
ocasiones se encuentran en cultivos agrícolas donde se alimentan de lechuga, granos o
raíces cuyo fin era la ingesta humana.

Comportamiento
El conejo es un animal gregario y territorial (territorios de menos de 15 m², en ocasiones
solo uno o dos). En óptimas condiciones de terreno y alimento prefieren vivir en largas y
complejas conejeras o madrigueras. En ellas habitan de seis a diez individuos adultos de
ambos sexos. La jerarquía de dominancia es importante en los machos ya que establece
quién tiene prioridad para el apareamiento.
Animal de hábitos nocturnos y crepusculares, se alimenta desde que anochece hasta que
amanece y pasa la mayor parte del día en su madriguera.
Habitualmente son muy silenciosos pero emiten fuertes chillidos cuando están asustados o
heridos. Otros tipos de comunicación son los olores y el contacto físico.
Ante la presencia de un potencial depredador permanece inmóvil intentando pasar
desapercibido antes de huir a la carrera hasta un refugio. Este comportamiento provoca
muchos atropellos, especialmente durante la noche.
Golpean el suelo con sus patas traseras, y lo pueden hacer varias veces dependiendo de
lo exaltados que estén, cuando se enfadan, tienen miedo o cuando las hembras no se
dejan cubrir durante la reproducción.
Alimentación

Excrementos finales de un conejo de conejar (los


puntos del papel distan 0,5 cm)
La abundancia de la especie, se basa, además de en su capacidad reproductora, en su
condición de fitófago con doble digestión, asemejándose a los rumiantes. En efecto, el
conejo practica la cecotrofia, de modo que las heces blandas (cecotrofos), ricas
en bacterias y proteínas, son reingeridas para un segundo tránsito digestivo. Estos
excrementos son más frecuentes por las mañanas, cuando los animales se encuentran en
reposo. Como otros lagomorfos, el conejo ha estado considerado mucho tiempo como un
rumiante, con los que no tiene ninguna relación; ello se fundamenta en la observación del
comportamiento del conejo, que pasa largas horas removiendo las mandíbulas de derecha
a izquierda. En realidad, estos movimientos no se explican por la rumia, sino por la
alimentación en dos tiempos. Primero, el conejo digiere la hierba que consumió; la celulosa
es digerida por las bacterias Anaerobacter a ácidos grasos volátiles que sirven de
nutrientes. Resultado de ello son los cecotrofos, excrementos verde oliva, blandos y
brillantes que el conejo toma de salida del ano y vuelve a ingerir. Los excrementos finales
del conejo son de un marrón oscuro, más gruesos (7 a 12 mm de diámetro) y duros.
En general seleccionan plantas compuestas, leguminosas y gramíneas vivaces de escasa
talla y con tendencia a formar céspedes. En invierno su régimen consta de tallos y
cortezas de arbustos. Puede cavar la tierra para encontrar raíces, semillas y bulbos;
también es capaz de escalar arbustos y matorrales para comer los más jóvenes retoños.
Un adulto consume de 200 a 500 g de plantas al día. Cuando los conejos están presentes
en densidad importante, su impacto sobre el medio es importante: traban la reproducción
de ciertas especies de plantas, pero también, en consecuencia, de animales.8
Reproducción
Conejos cautivos en Ohrid, Macedonia
Se considera que una hembra ha alcanzado su pubertad a las diez semanas de vida,
aunque no resulta conveniente iniciar su vida reproductiva a esta edad, pues de lo
contrario, la hembra no tendría su completo desarrollo corporal y su fertilidad se vería
afectada en partos sucesivos, es por ello que se recomienda iniciar la vida reproductiva de
las conejas cuando estas han alcanzado los 3 kg de peso aproximadamente (que
corresponde a un 80 % de peso vivo adulto en razas productoras de carne), o bien,
cuando han cumplido los cuatro meses y medio de edad.910
Son fértiles durante todo el año, pero la mayor cantidad de nacimientos se dan durante la
primera mitad del año. El periodo de gestación dura treinta y dos días y las camadas
oscilan normalmente entre cuatro y doce individuos. Pueden tener varias camadas al año
aunque los abortos espontáneos y la reabsorción de embriones son comunes,
posiblemente debido al estrés al que esta especie está siempre sometida.
Los neonatos, llamados gazapos, nacen sin pelo y ciegos. La madre solo los visita unos
pocos minutos al día para cuidarlos y alimentarlos con su leche. Los pequeños son
destetados a las cuatro semanas de vida y tanto machos como hembras alcanzan la
madurez sexual hacia los 8 meses de edad. Aunque pueden llegar a vivir diez años, el
90 % de los ejemplares no supera el primer año de vida.
Gran parte del éxito reproductivo del conejo doméstico reside en la ovulación inducida,
donde los óvulos solo son liberados en respuesta a la copulación. Por otro lado, la
placenta permite un alto grado de contacto entre la circulación materna y la de los fetos, al
igual que la humana. Por esto mismo son muy útiles para el estudio de
la embriología humana.11

Subespecies
Tradicionalmente se consideran dos subespecies: O. cuniculus cuniculus (Linnaeus, 1758),
extendido por toda la península ibérica, y O. cuniculus huxleyi, conocida también como O.
cuniculus algirus (Haeckel, 1874), restringido a Galicia, Portugal, suroeste de España y
norte de África. Esta última subespecie es más primitiva, pequeña y menos robusta que la
primera y se supone que su introducción en África se debe a la acción del hombre. Está
protegida en las islas del Mediterráneo y Atlántico.12
Se considera que las razas domésticas descienden de la subespecie O. cuniculus
cuniculus.

Amenazas a la conservación

Cepo utilizado para cazar conejos


Enfermedades de origen vírico
El conejo doméstico constituye una plaga en numerosos países, donde se ha tratado de
controlar su número mediante la introducción deliberada de enfermedades contagiosas. El
más claro ejemplo es la mixomatosis, introducida en 1950 en Australia y en 1952 en
Francia, desde donde se extendió a toda Europa.
Tularemia
Artículo principal: Tularemia

Enfermedad infecciosa, que se transmite a los humanos, potencialmente grave, causada


por la bacteria Francisella tularensis. Es difícil de diagnosticar, ya que no presenta
síntomas, tan solo que el animal afectado deja de crecer. Solo se puede diagnosticar con
pruebas de laboratorio ya que no presenta sintomatología ni se pueden realizar pruebas
veterinarias in situ.
Rabia
Es una enfermedad extendida por todo el mundo pero también en muchas zonas del
planeta ya está erradicada debido a la existencia de una vacuna efectiva. Aunque es
preciso decir que una vez que el animal tiene esta enfermedad no existe cura para ello.
Mixomatosis
Es una enfermedad vírica que se transmite a través
de vectores (artrópodos hematófagos como garrapatas y pulgas) y en condiciones
silvestres presenta nueve días de incubación; la sintomatología de la enfermedad se
manifiesta característicamente con una inflamación palpebral. El virus de la mixomatosis
terminó con el 90 % de los conejos silvestres y a pesar de los planes de recuperación que
se llevan realizando desde los años ochenta, las poblaciones aún no han superado el
bache. Como consecuencia de ello, un gran número de especies que se alimentaban de
conejos han sido gravemente mermadas, como es el caso del lince ibérico y el águila
imperial ibérica. Actualmente se inoculan vacunas en ejemplares silvestres en primavera
para contrarrestar el virus. Por otro lado, los conejos han adquirido resistencia y la
mortalidad de la enfermedad es ahora menor. Los ejemplares adultos suelen ser
resistentes a la mixomatosis por haberla superado de jóvenes.
En Australia surtió el efecto buscado al disminuir el número estimado de conejos desde
seiscientos millones hasta alrededor de cien millones. Sin embargo, la resistencia natural
de los conejos ha hecho fracasar los posteriores intentos de reproducir el éxito de los años
cincuenta, donde la enfermedad fue fatal en el 99 % de los casos. El gobierno australiano
se niega a legalizar una vacuna para la mixomatosis, lo que ocasiona numerosas muertes
en conejos como mascotas o de uso industrial.
Hemorragia vírica
Artículo principal: Neumonía hemorrágica vírica

Fue detectada por vez primera en España en 1988 aunque años atrás ya se habían dado
casos de la enfermedad en China. Su origen parece estar en una mutación de un virus no
patógeno presente en los lagomorfos. Se trata de una enfermedad muy contagiosa que
resulta letal en la mayoría de los casos. Los ejemplares jóvenes tienen más posibilidades
de sobrevivir a la infección y desarrollar resistencia frente al virus. La vacuna se suministra
en primavera y se debe dejar un periodo de dos semanas entre la vacuna de la
mixomatosis y la de la hemorragia vírica.
También se pretendió usar el calicivirus causante de la enfermedad en Australia,
intentando reproducir el éxito de la mixomatosis. No obstante la enfermedad no fue tan
efectiva como habrían esperado, ya que solo el 65 % de los animales infectados murió
frente al 99 % de la mixomatosis. En parte se debe a que existe otro calicivirus menos
virulento en las zonas húmedas y frías, que inmuniza a los conejos contra la hemorragia
vírica. Al contrario que con la mixomatosis, sí existe una vacuna legalizada de la
hemorragia vírica en Australia.
Enfermedades de origen parasitario interno
Destacan la diarrea y la infección por coliformes.
Diarreas
Frecuente en conejos pequeños aunque puede afectar a cualquier edad.
Infección por coliformes
Es una infección secundaria. Su síntoma principal es la diarrea continua que si no se trata
a tiempo puede producir la muerte del animal.
Enfermedades hereditarias
Sobrecrecimiento dental o malformación de acortamiento de la mandíbula
Se da por el crecimiento excesivo de los dientes, ya sean los incisivos superiores o
inferiores, esto acaba desplazando la mandíbula o el maxilar hacia atrás por problemas de
espacio provocando que el conejo no pueda alimentarse bien y en algunos casos pueda
llegar a morir.

Relación con el ser humano

Un conejo de casa y su dueña comparten una

manzana Los conejos de casa suelen llevarse bien con


otras mascotasDos ejemplares en un zoológico
Se llama cunicultura o producción cunícola a la cría sistemática de conejos para su
explotación. El conejo puede ser también una mascota que se adapta perfectamente a la
compañía del hombre aunque, a diferencia de lo que se piensa es un animal que requiere
un esfuerzo por parte de sus cuidadores para proporcionarle unos cuidados, alimentación
y alojamiento adecuado, así como una atención veterinaria especializada.
El conejo es explotado como alimento, animal de compañía, animal de exposición, animal
de laboratorio, por su piel, para obtener la lana de angora, además de ser una pieza
común para los cazadores.
Domesticación
Se trata de un animal de relativamente reciente domesticación. En 500 a. C., en
China, Confucio describe como sus antecesores domesticaban conejos para alimentación
y ofrenda a sus dioses.13 Hay datos históricos que demuestran que los romanos en el
siglo I a. C. ya mantenían conejos en cautiverio con el fin de produci

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