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El ayuno: un arma poderosa

TEXTO BIBLICO: «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen
por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte,
ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré
ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!»
(Ester 4:15-16)
1. UN AYUNO APROPIADO:
El ayuno ha sido siempre una práctica entre los del pueblo de Dios. En la actualidad es
un mandamiento dado por el Señor a todos los miembros de la Iglesia. Además de los
ayunos especiales que hacemos de vez en cuando por razones personales y familiares.
El ayuno es abstenernos de alimentos y bebidas por dos comidas consecutivas o, en
otras palabras, por veinticuatro horas; y debemos asistir a la reunión de ayuno.
El ayuno debe tener un propósito…¡cuál es nuestro propósito para este ayuno? El ayuno
nos ayuda a vencer defectos y pecados personales; nos sirve para superar nuestras
debilidades. Hace que nuestras debilidades se conviertan en fortalezas. El ayuno nos ayuda
a ser más humildes, menos orgullosos, menos egoístas y a preocuparnos más por las
necesidades de los demás. Nos ayudar a ver más claramente nuestros propios errores y
debilidades, y a ser menos propensos a criticar a otras personas; o nuestro ayuno podría
tener como propósito afrontar un desafío familiar.
El ayuno con propósito siempre trae bendiciones y resultados hasta inesperados, por
eso es una arma poderosa.
2.-EJEMPLOS DE VICTORIAS POR AYUNAR
a) el señor jesus: lc.4:1-2
b) moises : exo. 24: 12
c) david: 2samuel 12: 7-10
d) daniel: daniel 9: 1-3 vemos cómo dios los protegió a él y a sus amigos, librándolos de
morir en el horno de fuego.
e) esther : ester 4: 15-16

A) VALENTÍA DE ESTER: Entonces con una valentía increíble, Ester contesta:


“Me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si
perezco, que pereza!” Ester es una mujer con “agallas.” Valiente. Es
una mujer de fortaleza y dignidad.(ESTER 4:14)
B) FE Y CNFIANZA EN DIOS EN LAS PROVIDENCIAS DE DIOS
Isaías 40:31 dice: “Pero los que confían en el Señor renovarán sus
fuerzas; volarán como las águilas; correrán y no se fatigarán,
caminarán y no se cansarán.”
Ester no viene al mundo con una conciencia sensible, y un corazón
valiente, sino que lo aprende de su primo, Mardoqueo, quien se
convierte en su mentor y padre adoptivo.

HISTORIA DE ESTER

Ester debía interceder ante el rey para salvar de la muerte a su pueblo, el pueblo judío. El
rey Asuero había cedido, ante la insistencia de Amán, un funcionario de alto rango. Pasó
un decreto obligándolos a todos a inclinarse ante Amán. Pero ni Mardoqueo ni el pueblo
judío estaban dispuestos a obedecer. Ellos solo se inclinaban ante Dios.

Amán se enojó mucho y buscaba destruir al pueblo judío. Mardoqueo le pidió a Ester que
intercediera ante el rey a favor del pueblo, pues ella estaba en una posición que le
permitía hacerlo. Decidieron hacer un ayuno para que el rey viera con buenos ojos el
acercamiento de Ester. Sabían que Dios era el único capaz de ablandar el corazón del
rey y protegerlos de la extinción.
En el capítulo 4 del libro de Ester vemos que ella haría un ayuno de tres días antes de ir
donde el rey. Pidió a sus doncellas, a Mardoqueo (su primo y padre adoptivo) y a todos los
judíos de la ciudad que la acompañaran. La urgencia e importancia del asunto requerían el
compromiso y esfuerzo de todos.
3.-BENDICIONES DEL AYUNO:
El rey no solo la recibe con un gesto amable, sino que le ofrece hasta el oro y
el moro. ¡Lo que Ester pidiera sería suyo! ¿Por qué Ester no le dice al rey
inmediatamente acerca del plan del malvado de Amán? Por varias razones:
LAS RESPUESTAS SON AL TIEMPO DE DIOS Y SON PERFECTAS.

Primero. Porque no era el momento adecuado. El rey no estaba preparado


para recibir la noticia que su Oficial No. 1 era un criminal. En medio de los
deberes del reino, Asuero podría haber considerado su acusación como un
acto de traición.

Segundo. Tampoco era el lugar adecuado para interceder. Seguro que habría
muchos oficiales atendiendo al rey en el salón del trono, y hubiera sido una
violación al protocolo de palacio, si la reina hubiera hecho su petición
públicamente.

Tercero. Ester quería que Amán, y solo Amán, estuviera presente cuando ella
le dijera al rey acerca del complot de su primer ministro. Con su intuición
femenina, ella confiaba que Amán, al verse atrapado desprevenidamente, de
alguna forma admitiera su culpa, e hiciera algún disparate que pondría al rey
furioso.
Cuarto. Había otra razón, de la cual Ester no sabía nada todavía. Tenía que
suceder un evento más antes de que ella pudiera compartir su dolor con el
rey, y ese evento sucedería esa misma noche.

El rey iba a descubrir que no había recompensado a Mardoqueo por salvarle


la vida cinco años atrás. Y por consiguiente, iba a rectificar ese error
inmediatamente.

El honraría a Mardoqueo, y sin saberlo, humillaría a Amán también. Esa


experiencia ayudaría a preparar al rey para escuchar la petición de Ester.

5 Respondió el rey: Daos prisa, llamad a Amán, para hacer lo que Ester ha
dicho. Vino, pues, el rey con Amán al banquete que Ester dispuso. JUSTICIA
DE DIOS

Como Dios contesta las oraciones de su pueblo, Dios estaba obrando en el


corazón del rey, para que no solo cooperara completamente con su reina,
sino también, para que Amán cooperara.

Esa es la maravilla de la providencia de Dios. El rey podía gobernar el reino


de Persia, y Amán podía firmar los edictos con el sello oficial del rey, pero ES
EL SEÑOR quien está en control de la situación.

Ester planea este banquete porque confiaba en que Dios iba a hacer lo
inesperado. ¿Estás abierta TU a lo inesperado? ¿Estás esperando realmente
que el Señor haga Su voluntad en tu vida? ¿Quién iba adivinar el plan que
Dios tenía para Ester?

A pesar de que Ester no le había dicho al rey lo que la preocupaba, estoy


segura que él sospecharía que algo no andaba bien. Ella jamás se hubiera
atrevido a presentarse ante él, a menos que tuviera una buena razón.

(6-9ª) Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es tu


petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del
reino, te será concedida. 7 Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi
demanda es esta:

8 Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi
petición y conceder mi demanda, que venga el rey con Amán a otro banquete
que les prepararé; y mañana haré conforme a lo que el rey ha mandado. 9 Y
salió Amán aquel día contento y alegre de corazón.

¡Qué tal honor para Amán el poder asistir a un banquete especial con el rey y
la reina, y nada menos, que en el departamento privado de la reina. Mientras
Amán comía y bebía con el rey Asuero y Ester, su confianza en sí mismo
aumenta.
Cuando el rey le pide a Ester que hiciera su petición delante de Amán, esto
hace que el primer ministro se pusiera como un “pavo,” porque el rey y la
reina estaban hablando de un asunto privado en su presencia. Amán no solo
era el confidente del rey, sino que ahora también estaba compartiendo las
preocupaciones personales de la reina.

En el banquete vemos dos evidencias más de la soberanía de Dios. La


primera evidencia es que el Señor hace que Ester se reprimiera, y que no le
dijera al rey la verdad acerca de Amán. Que esperara al momento preciso.

El Señor estaba obrando en su vida, y dirigiendo lo que ella decía, aun


cuando ella no se diera cuenta. Dios estaba retardando el “gran
descubrimiento” hasta que el rey hubiera honrado a Mardoqueo.

En la segunda evidencia, vemos la soberanía de Dios obrando en la forma


como el rey acepta esperar al segundo banquete. Monarcas, como el rey
Asuero, no estaban acostumbrados a esperar.

Como dice Proverbios 16:1 “El hombre propone y Dios dispone.” Y Proverbios 19:21
dice, “El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final, prevalecen los
designios del Señor. Cualquiera que hubieran sido los planes del rey Asuero para el
día siguiente, serían cancelados para poder asistir al segundo banquete de la reina.
El hecho de que Ester invitara a Amán al segundo banquete hace que su confianza
aumentara aún más. Y eso es exactamente lo que Ester quería. Cuanto más
seguridad su enemigo tuviera, más rápida sería su caída.

Proverbios 28:26 dice, “Necio es el que confía en sí mismo; él que actúa con
sabiduría se pone a salvo.”

5:9-12) Cuando vio a Mardoqueo a la puerta del palacio del rey, que no se
levantaba ni se movía de su lugar, se llenó de ira contra Mardoqueo. 10 Pero
se refrenó Amán y vino a su casa, y mandó llamar a sus amigos y a Zeres su
mujer.

11 y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y


todas las cosas con que el rey le había engrandecido, y con que le había
honrado sobre los príncipes y siervos del rey.

12 Y añadió Amán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el rey al
banquete que ella dispuso, sino a mí; y también para mañana estoy
convidado por ella con el rey.

Amán sale de palacio y regresa a su casa con el corazón contento. Amán


comienza hacer alarde de todo lo que tenía… de su dinero… su posición… sus
hijos. Todo era yo, yo, yo.
Proverbios 16:18 dice, “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería el
fracaso.” Y Proverbios 29:23 dice, “El Altivo será humillado, pero el humilde
será enaltecido.”

¿Haces tú alardes de tu posición… de tu dinero…de tu familia o de cualquier


otra cosa? 1 de Corintios 4:7 dice, ¿Qué tienes que no hayas recibido? ¿Y si
lo recibiste por qué presumes como si no te lo hubieran dado? ¿De qué se
puede vanagloriar un pecador?

El orgullo es la esencia misma del pecado. Tal vez esa es la razón por la cual
el orgullo es No. 1 en la lista de las cosas que Dios detesta. Es el orgullo que
hace que Lucifer (su nombre significaba La Estrella de la Mañana) se
convirtiera en Satanás. Porque dice: “Seré como el Altísimo.

(13-14) Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo
sentado a la puerta del rey. 14 Y le dijo Zeres su mujer y todos sus amigos:
Hagan una horca de cincuenta codos de altura, y mañana di al rey que
cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y
agradó esto a los ojos de Amán, e hizo preparar la horca.

Amán no solo era orgulloso, sino que también lo consumía la malicia. Cuando
Amán deja el apartamento de la reina, se sentía como en las nubes de
felicidad, pero cuando ve a Mardoqueo sentado en la puerta real, eso lo hace
volver a la realidad. La rabia que le da verlo..

En el pasado, Mardoqueo no había querido rendirle homenaje; pero ahora, ni


siquiera se pone de pie ante su presencia. Es importante recordar, que
cuando el presidente de una nación entra al salón, todos se deben de poner
de pie.

Cuando un juez entra a la corte, todos tienen que ponerse de pie y


permanecer “de pie” hasta que el juez se sienta. No importa si no nos gusta
el presidente o el juez. Ese no es el punto.

Todos debemos respetar el cargo que ocupan. Amán estaba furioso con
Mardoqueo. Su odio contra los judíos, en general, y contra Mardoqueo en
particular, habían envenenado su alma.

La malicia es un odio tan profundamente arraigado que nos hace sentir


placer cuando nuestro enemigo sufre, y nos hace sentir dolor, cuando éste
tiene éxito. La malicia no puede perdonar, siempre quiere vengarse.

Un hombre con la autoridad de Amán podía inventar cualquier cargo, ya que


el rey no se iba a tomar la molestia de investigarlo. Claro, que esto era antes
de que el rey se enterara de que Mardoqueo le había salvado la vida. Ahora
podemos entender mejor, el por qué, de la demora de Ester en hacerle su
petición al rey.
Como Amán no quería perder el tiempo, ordena que construyan
inmediatamente una horca de 25 metros de altura. El plan de Amán era
obvio. Él quería usar la ejecución de Mardoqueo para intimidar a los judíos –
para que supieran que el rey hablaba bien en serio cuando decreta la
exterminación de los judíos.

La ejecución de un judío prominente, como Mardoqueo, paralizaría la


voluntad de los judíos en el imperio. Sin embargo, esa horca terminaría
siendo el instrumento de ejecutaría del mismo Amán.

Proverbios 5:21-23 dice: “Nuestros caminos están a la vista del SEÑOR; El


examina todas nuestras sendas. 22 Al malvado lo atrapan sus malas obras;
las cuerdas de su pecado lo aprisionan. 23 Morirá por su falta de disciplina;
perecerá por su gran insensatez.”

Y ESTO NOS LLEVA AL CAPITULO 6 DE ESTER

(6:1-5) Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el
libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia. 2
Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de
Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que
habían procurado poner mano en el rey Asuero. 3 Y dijo el rey:

¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron


los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él. 4 Entonces dijo
el rey:

¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa


real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca
que él le tenía preparada. 5 Y los servidores del rey le respondieron: He aquí
Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre.

Nuevamente podemos ver la mano soberana de Dios trabajando en la vida del


rey Asuero. Dios estaba llevando a cabo Sus propósitos. En este pasaje
podemos ver 5 evidencias de la providencia de Dios.

Primero. El rey tiene Insomnio. Salomón escribe en Eclesiastés 5:12, “El


trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas
riquezas no lo dejan dormir.”

¿Serían las “preocupaciones de estado” las que no dejaban al rey dormir?


¿Estaría preocupado por sus finanzas? ¿Habría comido o bebido mucho
durante el banquete con la reina? Estaría perplejo por la misteriosa petición
de la reina?

Algunas de estas preocupaciones podrían haber influido en el insomnio del


rey, pero detrás de ellos, estaba la mano soberana del Dios, que cuida de Su
pueblo y nunca se duerme ni se adormece.
Dios quería que el rey se quedara despierto porque Él tenía algo que decirle.
Cuando nosotros dormimos, nuestro Padre Celestial está obrando para que
nuestro nuevo día sea exactamente como Él quiere.

Lamentaciones 3:22-23 dice, “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su
compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy
grande es Su fidelidad!”

Segundo. El Rey Decide como Entretenerse. El rey Asuero tenía a su


disposición muchas formas de entretenimiento. Podía haber llamado a una
de sus concubinas del harem. O él y sus guardias podían haber jugado algún
juego; o podía haber llamado al trovador de palacio para que le cantara una
balada. ¡Pero no! El pide que le lean un libro.

Tercero. El Oficial del Rey Escoge el Libro. Dios dirige al rey Asuero a que
preguntara por las crónicas, para que se las leyeran (ESO PONE A DORMIR A
CUALQUIERA).

Dios dirige al ayudante a que sacara el mismísimo libro donde habían escrito
el servicio de gran valor que Mardoqueo había hecho por al rey, CINCO AÑOS
ANTES. Definitivamente que habrían otros volúmenes a mano… PERO ES ESE
el que su sirviente trae. ¡Nuestro Dios es el maravilloso Dios de la
providencia!

Cuarto. La Demora del Rey en Premiar a Mardoqueo. Este es el punto clave.


Si Mardoqueo hubiera sido honrado hacía cinco años, los eventos de este día
crítico, no hubieran sucedido.

Los premios y los castigos eran básicos en el sistema persa para mantener
la lealtad del pueblo, y era raro que un servicio meritorio no se hubiera
premiado. ¿Pero cómo es que la buena acción de Mardoqueo fuera escrita en
las crónicas,, pero olvidada? No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que Dios estaba a cargo de la situación, y ya había


seleccionado el día en que Mardoqueo sería honrado. ¿Está Dios a cargo del
tiempo y de los horarios? ¡Por supuesto que lo está!

Cuando José, el hijo de Jacob, se hace amigo del mayordomo del faraón en
la prisión, y le pide que lo ayudara a salir de la cárcel,

José tiene que esperar 2 años más hasta que fuera el momento oportuno,
escogido por Dios, para su salida. Y poderse convertir, en aquel preciso
momento, en el primer ministro de Egipto.

Dios decidió, el día exacto, en que los judíos saldrían de Egipto. Y hasta el
nacimiento de Jesús ocurre en el día exacto que Dios había designado. Por
eso Gálatas 4:4 dice: “Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a Su hijo.”
Y Quinto. La llegada tan Oportuna de Amán. Es posible que Amán se hubiera
pasado la noche entera levantado supervisando la construcción de la horca
que tenía planeada para Mardoqueo.

Era bien temprano por la mañana, pero Amán quería ver al rey, lo antes
posible para conseguir el permiso para la ejecución de Mardoqueo. ¡Ahora sí
que los judíos temblarían!

¿Imagínense si Amán hubiera llegado dos horas más tarde?

El rey hubiera consultado con otros consejeros, y él se hubiera perdido “el


honor” de homenajear a Mardoqueo. Dios quería que Amán se pasara el día
honrando a Mardoqueo, en vez de estar contemplando, con satisfacción
perversa, al cuerpo colgando de la horca.

Cuando reflexionamos acerca de las evidencias de la providencia de Dios, no


nos queda de otra que ponernos de rodillas ante Dios… de alabarlo… y de
darle gracias por ser el gran Dios que es.

Y YA PARA CONCLUIR. Durante el segundo banquete, el rey le pregunta otra


vez a Ester cuál era su deseo. Ella le dice que alguien había planeado
destruirla y destruir a su pueblo. ¡Y que ese alguien era el malvado de Amán!
El rey sentencia a Amán a morir en la misma horca, que éste había hecho
construir, para ahorcar a Mardoqueo.

Nuestra primera reacción a la historia de Amán, es de decir: “¡Bien hecho!


¡Recibió su merecido!” Pero ponte a pensar, ¿Cuánto de Amán hay en ti?
¿Cuánto de Amán hay en mí?

¿Quieres siempre controlar a otros? ¿Te sientes amenazada cuando otros no


te aprecian como debieran? ¿Te quieres vengar cuando tu orgullo es
atacado? .

OREMOSLE AL SEÑOR

Padre, Tú tenías un plan para la historia de Ester. Y Tú tienes un plan para


cada una de nuestras vidas. Ester nace en un momento específico en la
historia. Nosotras no decidimos el momento ni el lugar de nuestro
nacimiento, ni de nuestra nacionalidad.

Padre, en esta historia vemos que el orgullo y la malicia llevan a un hombre a


su muerte. ¡Hay tanto de Amán en nosotras! Ayúdanos a ser humildes,
bondadosas y perdonadoras. Ayúdanos a no ser mujeres controladoras.

Señor, Tú llevaste a Ester al reino persa para hacer Tu obra, y Tú nos llevas a
tu Reino para hacer Tu obra. Tú nos has salvado y nos has traído a Tu Reino
“precisamente para un momento como éste.”
Danos las fuerzas y las agallas para mantenernos firmes, aun cuando nos
encontremos solas en esa decisión. Danos valor, sin importar el precio que
tengamos que pagar. Danos valentía para decir, como Ester, “¡Si perezco,
que perezca!” En el nombre de Jesús, Amén.

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