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E.C.

LOS MISTERIOS DE LA
EXISTENCIA DEL SER
HUMANO
Descubre qué Eres, y Conocerás tu
Origen y Destino

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Contacto: elcdluz@gmail.com
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© Z. D. S
TÍTULO DEL LIBRO: LOS MISTERIOS DE LA EXISTENCIA
DEL SER HUMANO

Libro en Formato Electrónico PDF


Editado por El Circulo de Luz.

Todos los derechos de este libro son libres para la humanidad. Se per-
mite la reproducción total o parcial de esta obra, siempre y cuando no
se modifique su sentido o el contenido de este con fines de pervertir su
mensaje. Su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio
(electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) es libre y no re-
quiere autorización previa y por escrito, ya que este está destinado a la
humanidad.

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Dedicatoria

Este libro va dedicado a todos los buscadores de la luz, el


amor y la justicia en todo el universo, sin los cuales este
mundo estaría sumergido en el caos, las tinieblas de la men-
tira y el odio. Sin estos, este libro carecería de sentido y
este mensaje seguiría oculto a la humanidad.
A todos los miembros del círculo de luz, hijos de la luz, el
amor y la verdad, que me han brindado todo su apoyo físico,
energético, emocional y mental, desde los planos sutiles
hasta el plano físico, para poder materializar este trabajo.
En particular, quiero dedicar este libro a mis hermanos y
amigos que estuvieron conmigo y apoyaron con su contribu-
ción mental durante la fase de gestación de este libro, y que
por los misterios del destino no han podido estar hasta el fi-
nal por razones que Sólo conocen Dios y el alma. Quienes,
gracias a sus incesantes preguntas, me han hecho ver la ne-
cesidad de compartir los humildes conocimientos que me han
sido revelados con estos que, como yo, buscan respuestas
existenciales y caminan en el sendero de la espiritualidad.
De manera especial, Dedico este libro también a mi

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amada esposa que me ha asistido en toda la fase de correc-
ción y ha sido siempre mi apoyo cuando lo he necesitado, y a
mi hermano JSS, que ha sido mi confidente y colaborador
durante todo este proceso de trabajo.
Al final, dedico este libro a todos los que se dispongan a
leerlo de manera libre y sin prejuicios, con el fin de descubrir
el velo del misterio del ser humano y del alma.

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Índice

Introducción ....................................................................................... 7
El Hombre o ¿Qué soy? ...................................................................... 9
¿De dónde vengo? ............................................................................ 21
¿Cuál es el Objetivo de mi Presencia en este Mundo y Cómo
Alcanzarlo? ....................................................................................... 25
¿Qué es la Muerte y Dónde Vamos Después de la Muerte? ............ 37

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Introducción

El hombre siempre ha sido un misterio para sí mismo, de-


bido a su propia ignorancia de lo que es y su verdadero origen.
Ha llegado el momento para sacar a la luz el conocimiento,
así como los misterios que han sido ocultos al gran público,
reservándolo a un pequeño grupo de personas que lo han uti-
lizado para controlar y dominar a la mayoría, aprovechándose
de su ignorancia.
Durante toda mi infancia siempre me han surgido distintas
preguntas que han perturbado mi conciencia, ya que por más
que las hacía a la gente que me rodeaba, principalmente a mis
padres y gente mayor, las respuestas que me daban no colma-
ban mi sed y el vacío de mi interior; las aceptaba, porque de-
bido a su edad, yo pensaba que estos tenían un conocimiento
que yo no tenía, sobre todo, porque no tenía otra alternativa.
Algunas de estas preguntas eran: ¿Qué soy? ¿de dónde vengo?
¿cuál es el objetivo de mi presencia en este mundo y cómo
alcanzarlo? ¿Dónde vamos después de la muerte? Mientras
crecía, mi curiosidad aumentaba cada día más, hasta que en
algún momento de alguna manera que no sabría del todo ex-
plicar, empezaron a estructurarse las respuestas de manera
misteriosa en mi vida, y de manera repentina empecé a acce-
der a un conocimiento que nunca imaginé que podría haber
tenido. Se abrieron puertas a un mundo totalmente descono-
cido e inimaginable que transformó totalmente mi vida. Estoy
seguro de que, si estás leyendo este libro en este momento, es
porque tú también te has hecho las mismas preguntas en al-
gún momento, o te las estás haciendo en este preciso mo-
mento. Si tal es el caso, creo que estás tocando a la puerta

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adecuada, porque como dicen los sabios, cuando el alumno
está listo, el maestro aparece. A raíz de mi experiencia perso-
nal, me he propuesto e impuesto el reto de propagar este co-
nocimiento para todas las personas que, como yo, han pasado
toda la vida haciéndose estas preguntas.
A continuación, voy a tratar de responder a estas cuatro
preguntas de la manera más sencilla, para que el lector más
neófito lo pueda entender, basándome en mi propia experien-
cia y en las investigaciones que he realizado a lo largo de los
años.
No les pido que crean en mí ni en mis palabras, sólo quiero
que analicen de manera indiscriminada y de forma objetiva,
toda la información que transmito en este libro y saquen sus
propias conclusiones. Mi única ilusión es, a través de este libro
en el que pongo por escrito algunas de las respuestas a las
preguntas existenciales que una vez me hice, poder traer un
poco de luz para todos mis hermanos en el mundo que, al
igual que yo, llevan mucho tiempo buscando respuestas sin
hallar satisfacción.
Si en mi intento de responder a estas preguntas, involunta-
riamente hago que de alguna manera se sienta el lector ofen-
dido, o en discrepancia con mi visión de la vida o alguna de
las revelaciones de este libro, quiero disculparme por adelan-
tado, y repetir que este libro va destinado a todos los que bus-
can respuestas a estas preguntas. Los que ya tienen las res-
puestas, creo que este libro ya no les es de mucha utilidad. Sin
embargo, pienso humildemente que en los misterios siempre
hay algo nuevo que desvelar.

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El Hombre o ¿Qué soy?

Me gustaría empezar haciendo mi propia aclaración de lo


que es el hombre. He buscado en el diccionario de la real aca-
demia española, y para esta única palabra he encontrado un
mínimo de ocho diferentes definiciones, y me quedaré en este
caso con la siguiente: “Ser animado racional, varón o mu-
jer”. Ser animado racional, o sea que utiliza la razón. Sin em-
bargo, aunque parezca increíble, los animales también utilizan
la razón, porque actúan según sus deseos, necesidades y la
propia lógica de su especie. Siempre nos han hecho pensar
que estos últimos no utilizan la razón y esta es la diferencia
entre ellos y nosotros. En realidad, ésta no la es, porque al
igual que nosotros, existen animales con un alto nivel de ra-
ciocinio, y hombres con un nivel más bajo que la de cualquier
animal.
Para poder explicar de manera más sencilla mi visión de
qué es el hombre o ¿qué soy?, es necesario sumergir al lector
en las distintas teorías de la creación u origen del hombre.
Empecemos con la teoría científica que es la evolucionista de
Darwin.
Charles Darwin era un naturalista británico que propuso la
teoría de la evolución biológica por selección natural. Darwin
definió la evolución como descendencia con modificación,
la idea de que las especies cambian a lo largo del tiempo, dan
origen a nuevas especies y comparten un ancestro común.
Lo que propuso Darwin para la evolución es la selección
natural. Según Él, los recursos son limitados en la naturaleza,
los organismos con rasgos heredables que favorezcan la su-

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pervivencia y la reproducción tenderán a dejar una mayor des-
cendencia que sus pares; lo que hace que la frecuencia de esas
características aumente a lo largo de varias generaciones.
La selección natural hace que las poblaciones se adapten o
se vuelvan cada vez más adecuadas a su entorno con el paso
del tiempo. La selección natural depende del medio ambiente
y requiere que existan variaciones heredables en un grupo.
Según Darwin, el hombre es producto de una larga evolu-
ción y no desciende del mono; sino que hombres y monos
descienden de un antepasado común: el primate, que vivió
hace 70 millones de años. Todavía no se ha podido establecer
con veracidad cuándo habrían empezado a diferenciarse en
dos ramas evolutivas distintas. Una de ellas condujo al hom-
bre actual y la otra al orangután, gorila y chimpancé.
En la rama evolutiva que condujo al hombre actual, los ar-
queólogos han encontrado restos de seres a los que llaman
homínidos, debido a su semejanza biológica con el hombre:
Homo Hábilis, Homo Erectus y Homo Sapiens.
Es una teoría bastante interesante y que tendría mucho
sentido, si no fuese porque llevamos más de 5000 años sin
que haya ningún rastro o evidencia mínima de alguna evolu-
ción de ninguna especie en el planeta; todo lo contrario, han
desaparecido muchas especies por la contribución destructiva
del hombre.
La segunda teoría, es la creacionista de las religiones de ori-
gen Abrahámico: “Cristianas y Mahometanas”. Éstas afir-
man que Dios creó el mundo en 6 días y en el séptimo des-
cansó. El hombre y los animales terrestres fueron creados en
el sexto día.

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En el libro de Génesis 1: 24 - 27 dice: “Luego dijo Dios:
Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpien-
tes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios
animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y
todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio
Dios que era bueno.”
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, con-
forme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves
de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.

Como lo pueden ver, esta es una transcripción literal de los


escritos bíblicos. La verdad es que, sin ánimo de ofender a los
adeptos de estas religiones Abrahámicas, si fuera un cuento
de ficción tendría mucho sentido limitarnos a estas afirmacio-
nes fantásticas para decir que este es el origen del hombre.
Leyendo detenidamente y de manera literal estas escrituras,
me doy cuenta de que, está llena de incoherencias y contra-
dicciones, que generan una dicotomía.
Primero, vemos que el hombre y los animales terrestres
han sido creados el mismo día, pero a diferencia del proceso
empleado en creaciones anteriores, donde se utilizaban pala-
bras en forma de decretos y sentencia como, (Produzca,
Haya, Sea…etc.), dice textualmente, hagamos al hombre,
esto nos da a entender que ya existía este ser hombre de al-
guna forma, y sólo se necesitaba transformarle de alguna ma-
nera para que tenga un plus que le haga a imagen y semejanza
de Dios o Creador de todo. Con lo anterior, me surgen algu-
nas dudas, ¿sería posible, que al ser creados los animales y el

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hombre el mismo día, el hombre físico sea una forma de ani-
mal y que Dios o Creador de todo sólo le haya dado una ca-
pacidad adicional para que pueda ser diferente a los otros y
sea como un capataz para Él en la tierra señoreando sobre los
otros seres de la creación? Cada cual saque conclusiones al
respecto.
Segundo, nos dicen al final de la creación del hombre lo
siguiente: “Varón y Hembra los creó”. ¿De dónde sale des-
pués en los siguientes versículos, la teoría de que se ha quitado
una costilla de Adán para crear a la mujer, como si ella fue
creada después del hombre? ¿Será que el machismo de los
hombres que escribieron el libro de Génesis ha hecho que
estos añadan este apartado para luego justificar la superiori-
dad del hombre sobre la mujer y posteriormente someterla?
Dejo a cada cual sacar sus propias conclusiones, porque el
objetivo de este libro no es entrar en profundidad en este
tema, sólo era un inciso. Reservaremos este tema para otro
libro.

Insisto que mi objetivo no es denigrar los escritos bíblicos, ya que


creo que son importantes, sólo que no son interpretados fielmente por
las religiones, ya que la biblia no es un libro de historia sino un libro
de misterio e iniciación a la espiritualidad, que se tiene que compren-
der sobre todo de manera simbólica e ilustrativa, de fenómenos que
se operan en el interior del ser humano y se reflejan en el exterior.

La tercera teoría, es la emanacionista de los animistas y las


culturas esotéricas primordiales como la Egipcia, Budista y los
pueblos indígenas, que afirman que el hombre es una emana-
ción divina y que, al igual que todo lo que existe en el universo,
el hombre es una proyección de Dios o Creador de todo, o la

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Energía cósmica universal de donde emana toda existencia y
vida. Esta es la razón por la cual, ellos ven y veneran a Dios o
Creador de todo a través de toda la naturaleza y todo lo que
existe, buscando la perfecta armonía y el equilibrio con la na-
turaleza.
Esta última, con menos adeptos a nivel mundial, y pese a
ser menos teórica y más intuitiva, ha llamado mucho más mi
atención debido a la profunda coherencia de sus afirmaciones
y, sobre todo, porque la ciencia moderna, gracias a la física
cuántica, está empezando a alinearse con las afirmaciones de
ésta, que anteriormente se consideraban una ficción por la
mayoría.
Debo confesar que, para mí, ambas teorías son válidas
hasta un cierto punto, y todas tienen una parcela de la verdad,
sólo necesitamos fusionarlas y encontraremos la respuesta a
nuestra pregunta, a saber, ¿qué soy?
Tras haber explorado detalladamente durante muchos
años de estudios e investigaciones sobre estas distintas teorías,
he llegado a las siguientes conclusiones: El hombre, tal y
como nos ha sido presentado siempre por las religiones
Abrahámicas, sólo se refiere al cuerpo físico, y no contempla
los otros aspectos de éste. Si nos referimos únicamente al
cuerpo físico del hombre, la teoría creacionista tiene sentido;
porque el cuerpo físico es fruto de una creación. Ejemplo de
ello es que la unión sexual de las dos polaridades hombre y
mujer, crea un tercero que es un hijo o cuerpo físico. Pero el
hombre es mucho más que el cuerpo físico, y tenemos que ir
más allá para entender el hombre en su totalidad.
Echemos ahora un vistazo a la teoría de Darwin. Creo que
éste tuvo acceso a un conocimiento metafísico muy impor-
tante. No sé por qué medio, pero creo que Él no comprendió

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el mensaje o misterio oculto, y buscó la respuesta únicamente
en el plano físico, lo cual le ha desviado por completo del sen-
tido real de la teoría evolucionista del hombre y de los otros
animales.
Trataré de explicar de manera sencilla el proceso evolucio-
nista con el lenguaje metafísico que corresponde a la visión
de Darwin, pero de una forma diferente al desarrollo de éste.
Primero tengo que afirmar que sí, existe un proceso evolutivo
en la creación del planeta, así como todo ser que habita enes
Él, particularmente el hombre, que es el centro de interés en
nuestro caso. Ante todo, quiero que el lector neófito y no ini-
ciado en los misterios, la metafísica y por lo tanto a manejar
ciertos conceptos, sepa que el mundo está principalmente
compuesto de cuatro elementos que son: fuego, agua, aire
y tierra. La combinación de estos elementos es la que hace
posible la existencia de la vida en el planeta. No voy a exten-
derme en este libro a explicar en detalle cada uno de los ele-
mentos, ya que esta no es la finalidad de este libro; pero los
lectores interesados pueden realizar sus propias investigacio-
nes o entrar en contacto directo conmigo a través de la direc-
ción de correo de la portada. A modo superficial, les diré que
el elemento fuego, representa todo lo que tenga que ver con
la luz, el sol, el calor, la electricidad y también se asocia al color
amarillo y rojo. El elemento agua, representa todo lo relacio-
nado a los líquidos, el magnetismo y se asocia al color azul. El
elemento aire, representa el movimiento y los pensamientos,
es un elemento que ejerce la función del neutro o estabilizador
y se asocia al color blanco por su ausencia de forma. Al final
el elemento tierra, que representa todo lo que es material, só-
lido y tangible, se asocia por lo general con el color marrón o

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castaño, éste último, es el resultado de la fusión y cristaliza-
ción de los tres primeros.
Después de esta breve explicación de los 4 elementos que
creo que era necesaria para entender lo que sigue, vamos a
entrar de lleno en la explicación del proceso evolutivo. Nues-
tra base será la observación natural, que por sí misma, ya de-
muestra de manera magistral el proceso de evolución del
hombre. El proceso de gestación natural del hombre se hace
en nueve etapas evolutivas que corresponden a las fases de
fusión de los cuatro elementos hasta llegar a la materia, y la
evolución en los cinco reinos básicos, (reino energético, reino
mineral, reino vegetal, reino animal y reino humano), todo en
un espacio temporal de nueve meses naturales. Se pregunta-
rán, ¿y cómo es esto? Pues vamos a ir paso a paso para que
incluso las mentes más frágiles puedan hacerse una idea clara
de lo que tratamos de explicar e intentaremos seguir un enfo-
que apodíctico en tres fases, pero no cronológicas.
Primera fase. Todo proceso de creación se inicia por la
fusión de las dos polaridades (femenino y masculino), tam-
bién conocido como el principio padre madre. Dicha fusión
que consideraremos acto sexual se realiza de manera caótica
a través de movimientos de fuerza o energías opuestas, pero
en fusión, que se concentran con el frotamiento continuo, y
se genera una explosión (teoría del bigbang), como resultado
del choque de energías polarizadas, que llamaremos en un len-
guaje más común, clímax o eyaculación. Aquí en esta primera
fase, vemos como todo empieza en el reino energético, con
la fusión de las energías de ambos polos hasta la explosión
que genera los dos primeros elementos (fuego y agua). Os
preguntaréis, ¿de dónde aparecen el fuego y el agua? Pues la
respuesta es sencilla, el fuego es el óvulo que aporta la mujer,

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que es de color rojo y con un aspecto de esfera que simboliza
el sol y por lo tanto el elemento fuego. El elemento agua es
representado por el semen masculino, que es un líquido de un
color que varía de lo cristalino al blanco según la persona y su
estado físico.
Segunda fase. Tras la aparición del elemento fuego y el
agua, o sea, óvulo y espermatozoide, la fusión de estos dos
dentro del cuerpo de la mujer que llamaremos fecundación
requiere del tercer elemento (aire), para que comience el pro-
ceso de gestación. Éste se genera a través de los movimientos
de la madre, principalmente durante las horas de descanso.
Como ya lo dijimos antes, el elemento aire es representado
por el movimiento, y al fusionar éste con los dos primeros
(fuego y agua), actúa como neutro o estabilizador, gracias al
movimiento. La fusión de los dos primeros elementos em-
pieza a evolucionar, de un estado líquido a un estado sólido.
Esto explica la aparición del embrión seguido del feto. A par-
tir de esta evolución aparece el cuarto elemento (tierra) que
representa la materia sólida. En estas dos primeras fases, ve-
mos la evolución del hombre desde el reino energético, pa-
sando por los cuatro elementos hasta la aparición de la mate-
ria física y densa que son el embrión, seguido del feto.
A partir de este punto, entramos en la tercera fase. En
ésta, veremos cómo el hombre evoluciona a través de los dis-
tintos reinos hasta llegar al reino humano.
Una vez evolucionado desde los elementos sutiles, hasta el
más denso, ósea elemento tierra y la aparición del feto, la evo-
lución sigue su proceso natural al siguiente reino, que es el
reino mineral, con la aparición de los huesos que forman el
esqueleto o fundamento del cuerpo físico. La evolución sigue
su curso natural al siguiente reino, que será el reino vegetal,

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que representa la carne o fibras que componen el tejido cor-
poral y sirven de revestimiento para los huesos. La siguiente
etapa de evolución es al reino animal, que representa el sis-
tema circulatorio, o sea la red de venas y los líquidos que cir-
culan en ella (sangre y otros). Otra vez el lector neófito se hará
la pregunta, ¿qué tiene que ver el reino animal con el sistema
circulatorio? La respuesta es obvia. Los movimientos y el des-
plazamiento empiezan en el reino animal, como lo pueden
ver, en los reinos anteriores no existe posibilidad de movi-
miento propio, son más estáticos. Los científicos y las mujeres
que han experimentado un embarazo podrán demostrar sin
duda alguna, que el bebé que se encuentra evolucionando en
el seno de su madre empieza a realizar sus propios movimien-
tos, a dar pataditas y desplazarse de un punto al otro a partir
de los cinco meses. Dejo al lector que haga su propia investigación
respecto del porqué de los cinco meses. Ahora que estamos en el reino
animal y estamos a punto de entrar en el reino humano, me
gustaría hacer un pequeño inciso para demostrar el parale-
lismo entre la teoría evolucionista y la creacionista de las reli-
giones Abrahámicas, ya que ésta también, sigue en el fondo el
mismo patrón o etapas de evolución a través de los distintos
reinos y elementos. Si leemos detenidamente y de manera ana-
lítica el primer capítulo del libro de Génesis, vamos a ver que
todo empieza desde el reino energético, seguido del reino mi-
neral, con la separación de las aguas y la aparición de la tierra
seca, luego el reino vegetal, seguido del reino animal. Lo que
hay que resaltar, es que el hombre físico y los animales han
sido creados el mismo día y, por lo tanto, forman parte del
mismo reino.

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Después de este pequeño inciso que permitirá al lector más
atento entender la etapa final de la evolución del hombre en
el plano físico, vamos a seguir el proceso natural de la evolu-
ción. Seguro que el lector se precipitará en llegar a la conclu-
sión de que la siguiente etapa es cuando da a luz la madre y
nace el bebé; sin embargo, se sorprenderá mucho al saber que
no es así, porque al nacer el niño, todavía está en el reino ani-
mal. Otra vez se preguntarán, ¿cómo es esto? Pues la res-
puesta es obvia, Sólo tenemos que hacer una pequeña obser-
vación natural y nos daremos cuenta de que cuando nace el
bebé hombre y el bebé o cría animal, tienen los mismos com-
portamientos. Ambos actúan por instinto, prácticamente
como autómatas, el bebé hombre empieza arrastrándose al
suelo, luego a cuatro patas como cualquier mamífero durante
su proceso evolutivo de nueve meses. Si observan las dos si-
guientes figuras, verán la similitud y podrán sacar sus propias
conclusiones.

Figura 1: Evolución del hombre según Darwin. Figura 2: Evolución natural del hombre.

Tras haber visto las imágenes anteriores, es fácil concluir


que el reino humano empieza cuando el niño comienza a po-
nerse en pie y caminar con las dos piernas. Como lo podéis
observar, el hombre es el único animal que se desplaza con
las dos piernas de manera natural y tiene un crecimiento ver-
tical.

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A nivel esotérico o metafísico, es simbolizado por la figura
de la cruz que representa el desarrollo horizontal y el vertical.
Todos los reinos anteriores (mineral, vegetal y animal) así
como el plano físico y material en el que vivimos, representan
el desarrollo horizontal. Sin embargo, el reino humano entra
en el desarrollo vertical, que es un desarrollo de la conciencia
hacia los planos más elevados o el dominio del espíritu.
Dicho esto, vamos a explorar la teoría emanacionista. Esta
última, se basa en el animismo, que es la primera religión hu-
mana y la de los primeros hombres. Esta entiende al hombre
como ser energético intangible y no como cuerpo físico, ya
que, para ésta, el hombre es una emanación de Dios o Creador
de todo al igual que todo lo que existe, o sea, una parcela o
chispa divina y, por ende, es una divinidad. Esta chispa divina
baja de los planos sutiles hasta el más denso y toma posesión
de un cuerpo físico o vehículo animándolo, con el fin de po-
der manifestarse en éste plano y experimentar. Esta afirma-
ción es igual de cierta, que las dos primeras teorías, ya que,
analizando detenidamente las dos primeras teorías (creacio-
nista y evolucionista), encontramos también referencias de
ésta. Veamos una evidencia clara de que, dentro de la teoría
creacionista de las religiones Abrahámicas, se encuentran afir-
maciones de la teoría emanacionista. Si leemos el capítulo 2 y
versículo 7 del libro del Génesis vemos la siguiente declara-
ción: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Creo que es muy claro para aquel que lea con objetividad y
sin preconceptos. Vemos aquí cómo Dios o Creador de todo,
forma una estatua de barro, que llamaremos cuerpo físico in-
animado. Seguido, sopla en su nariz aliento de vida que en

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otras palabras podemos decir que emana de Él y que intro-
duce en la estatua de barro y entonces ésta se vuelve animada
y se convierte en un ser viviente y consciente. Esto nos per-
mite confirmar que el ser humano, es emanación divina y es
un ser energético o ser de luz, también llamado alma o vida
en algunos círculos religiosos y esotéricos. De ahí la famosa
afirmación del venerable maestro Jesús el Cristo que dice: Si me ha-
béis visto, habéis visto a mi padre. He de precisar que el maestro Je-
sús no habla de su cuerpo físico, sino del alma que es una parcela de
Dios o Creador de todo. Esto explica la palabra ser humano, que re-
presenta una fusión simbiótica entre la materia (cuerpo físico) y el
alma, energía de vida o esencia divina.
Con todo lo anterior, el lector más avispado, llegará senci-
llamente a la conclusión, que en realidad estas 3 teorías refle-
jan una única verdad absoluta y para alcanzarla, es necesario
unirlas en vez de separarlas como se ha estado haciendo a lo
largo de los tiempos. El gran problema de la humanidad es
que, por motivos egoístas y por querer tener siempre el mo-
nopolio de la verdad y la razón, hemos promovido más la se-
paración que la unión. Lo pueden ver en las religiones del
mundo, todos hablan del mismo Dios o Creador de todo y
otros de Jesús el Cristo, pero cada cual piensa tener el mono-
polio de la verdad y siendo adoradores del mismo Dios o
Creador de todo son incapaces de unirse, son hijos del mismo
padre y son incapaces de convivir en la misma casa. Creo que
es hora para la humanidad de tener una visión conjunta y ob-
jetiva, no basada en preconceptos y dogmas que promueven
la separación e intolerancia, porque Dios o Creador de todo
ha puesto una parcela de su verdad en todas las conciencias,
y la única manera de acceder a la verdad absoluta es fusio-
nando todas.

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¿De dónde vengo?

Tras haber respondido a la primera pregunta, surge natu-


ralmente la necesidad de responder a la segunda, a saber, cuál
es nuestro origen. Existen muchas teorías también al respecto,
pero esta vez prefiero hablar únicamente de la que creo, en
vez de pasear por todo este mar de ideas existentes. No quiero
que me mal interpreten, no estoy diciendo que las otras ideas
son erróneas, las respeto y estoy seguro de que, si tomamos
un poco de tiempo para analizarlas, encontraremos puntos en
común entre todas, porque como me gusta pensar, existe una
porción de verdad en todo, sólo hay que saber ver y escuchar
sin preconceptos y prejuicios, para poder acceder al contenido
real o mensaje.
Parte de la respuesta a esta pregunta ya se encuentra en la
respuesta de la primera pregunta, precisamente en la tercera
teoría. Sabiendo que Dios o Creador de todo, es todo, y todo
lo que existe, existe a través de Él y en Él, porque todo es una
proyección y cristalización de su infinito e inconmensurable
pensamiento; después de haber comprendido que somos al-
mas, seres de luz o energía de vida que emanamos de Él y por
lo tanto no somos una creación como todo lo que existe sino
una parte de Dios o Creador de todo, puesto en el cuerpo
físico para animarlo. Podemos llegar rápida y sencillamente a
la conclusión de que venimos de Dios y somos parte de Él.
Para hacerlo más sencillo de asimilar, voy a utilizar un
ejemplo simple que refleja de manera clara todo lo anterior.
Imaginemos los rallos del sol que atraviesan el techo de cha-
pas de una casa o el fondo del agua, mirando desde abajo, lo
que observamos son muchos rallos que se reflejan a través de

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cada agujero y se ven como rayos individuales; sin embargo,
si quitamos el obstáculo, que en este caso sería el techo de
chapas, lo que veremos es una única fuente de luz que es el
sol. En el caso del ser humano, cada uno de nosotros repre-
senta uno de estos rayos, el techo o chapa, representa el
mundo material y el materialismo con el que nos hemos ape-
gado a través de los egos y ha densificado y nublado nuestras
conciencias a tal punto de olvidar nuestro verdadero origen.
Dios o Creador de todo representa el gran sol. Con esto,
reitero la afirmación del gran rabí de Galilea y venerable maes-
tro Jesús el Cristo, que dice: Si me habéis visto, habéis visto a mi
padre.

Figura_3: Ilustración de los rayos del sol bajo el agua.

Esta es la razón por la que las antiguas civilizaciones como


es el caso de la Egipcia, adoraban al sol o RA como el padre
de los dioses. Como el famoso dicho castellano “de tal palo, tal
astilla”. Si somos hijos de Dios, entonces somos dioses.

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Los egipcios y otras civilizaciones antiguas habían com-
prendido esto miles de años antes de nuestra era. Hoy en día,
muchos son incapaces de entender esto debido al hecho de
que no han entendido quienes son en realidad, y creen ser el
personaje en vez de la persona. En otras palabras, creen ser el
vehículo, olvidándose de que en realidad son el conductor del
vehículo. Para entender de dónde venimos es importante sa-
ber qué somos.
Considerando que, gracias a las anteriores explicaciones, el
lector ya se hace una pequeña idea de qué somos, podemos
afirmar sin dudas, que si como almas o energías de vida, so-
mos emanación divina o parte de Dios o Creador de todo,
somos seres de luz, venimos de Él y somos Él, el gran princi-
pio y la eternidad.
Sé que estas declaraciones pueden sonar aberrantes y pro-
fanadoras para muchos, por esto pido al lector neófito en los
misterios, el esoterismo y la metafísica que haga uso de la ra-
zón, y haga un análisis crítico de todos los preconceptos que
se le han inculcado durante su vida, y saque sus propias con-
clusiones sobre estos temas.
Una vez estaba hablando con un amigo que se interesaba
mucho por saber el motivo por el cual yo ya no participaba
en los cultos de la iglesia en la que todos éramos miembros
desde niños. Yo le dije, simplemente porque ya conozco la
verdad, y como se dice claramente en alguna parte de la biblia,
conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Me preguntó con
mucha preocupación si todavía creo en Dios y en Jesús el
Cristo como su hijo y salvador. Le dije que claro que creo en
Dios o Creador de todo, aunque no de la misma forma que
Él, porque mi padre Dios no es un señor mayor con una larga
barba, bata blanca y supuestamente sentado en un trono en

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alguna parte del cielo y observándonos desde lo alto de su
trono, sino que mi padre Dios es la energía cósmica universal
de donde emana toda vida y existencia está en todo y todo en
Él, está en mí y yo en Él. Pude observar cómo mi amigo, con
asombro y prejuicio, movía la cabeza como para hacerme ver
que he perdido el rumbo, ya que había salido de todos los
preconceptos religiosos en los que nos encontrábamos todos
inmersos desde la infancia, y que para nosotros eran una ver-
dad absoluta. Pensábamos que todos los que no se encontra-
ban en nuestra religión estaban perdidos y no entrarían en el
reino de los cielos como se dice en la mayoría de las religiones
exotéricas de origen Abrahámico, que piensan detener el mo-
nopolio de Dios y la verdad. Respecto a Jesús el Cristo, le dije
creo que el maestro Jesús es hijo de Dios al igual que yo, sim-
plemente le veo como un hermano mayor que ya consiguió la
meta de fusionar con el padre y convertirse en un dios al igual
que yo lo haré cuando llegue el momento.
El mismo maestro Jesús enseñando a sus discípulos a orar
les dijo, orar así, padre nuestro que estás en los cielos. Si ana-
lizamos esta introducción, Él dice claramente que somos to-
dos hijos de Dios al igual que Él, entonces no sé de dónde
viene esta idea de que Él es el hijo unigénito de Dios, puesto
que el mismo Jesús nunca lo ha dicho. Sé que, tras mis decla-
raciones el lector avispado investigará un poco más, utili-
zando la razón y la lógica para llegar a sus propias conclusio-
nes.

24
¿Cuál es el Objetivo de mi
Presencia en este Mundo y
Cómo Alcanzarlo?
Esta es sin duda alguna la mayor de las preguntas en la vida
de todo ser humano. Por lo general, todos nos hacemos esta
pregunta en algún momento de nuestra existencia, y a me-
nudo la respuesta suele ser superficial y poco convincente. Me
acuerdo de una de estas respuestas superficiales que nos da-
ban de pequeños en la escuela, “El hombre nace, crece, se
reproduce y muere”. Si éste fuera el objetivo de nuestra exis-
tencia en este planeta, creo sin lugar a duda, que nadie estaría
interesado en vivir la vida, porque sería un sin sentido.
Cuando era más joven, a veces me ponía a pensar y me
preguntaba internamente, ¿será posible que en realidad yo sea
lo único real que existe en esta vida, y todos los otros sean
sólo mis acompañantes para ayudarme a cumplir con mi ob-
jetivo? Creo que muchos se habrán hecho la misma pregunta.
Vamos a intentar responder de manera sencilla a cuál es el
objetivo de nuestra presencia en este mundo. Sin embargo, la
única forma de hacerlo es a través del esoterismo, porque al
ser almas o energías sutiles que residen en el interior de un
cuerpo físico, debemos buscar la respuesta en nuestro interior
y no en el exterior.
Es probable que muchos de los lectores no entiendan con
mucha facilidad algunas de las terminologías o simbolismos
que utilizaré, ya que la respuesta a esta pregunta se encuentra

25
escondida en símbolos, parábolas, profecías religiosas, tradi-
ciones y culturas esotéricas. Pero trataré de ser lo más claro
posible para que la gran mayoría lo pueda entender.
Antes de empezar, me gustaría disculparme por adelantado
con todos los adeptos de las religiones exotéricas de origen
Abrahámico tales como el cristianismo y otros, porque para
responder a esta pregunta me veo en la obligación de explicar
de manera esotérica, y desvelar el misterio oculto de uno de
los fundamentos erróneos sobre los que se basa toda su fe. Se
trata del misterio del pecado original. Todos hemos oído ha-
blar de la famosa historia sobre la rebelión del arcángel lucifer,
actualmente conocido con el nombre de satanás. Voy a hacer
un pequeño resumen del relato para no tener que contar toda
la historia, porque el lector puede encontrarla en la biblia
(Ezequiel 28:12-19), en otros libros o en internet. Reco-
miendo a los lectores que nunca han escuchado esta historia
que la lean, para poder estar en sintonía con lo que sigue.
Se nos cuenta según la biblia, que Dios antes de crear al
hombre, creo primero a los ángeles que moraban con Él en
los cielos, su supuesta morada. Entre todos estos seres extra-
ordinarios y maravillosos creó uno de manera especial, que
era el más perfecto y bello de todos; irradiaba de luz y vida, y
fue llamado lucifer o portador de luz. Todo era perfecto en
los cielos, hasta que en un momento éste ser perfecto y lumi-
noso ha sido corrompido por la ambición y ha querido ser
igual que su padre y creador. Entonces, en compañía de otros
ángeles que creyeron en Él, han organizado el primer golpe
de estado fallido, y tras el fracaso, han sido expulsados de su
morada o patria original y, lamentablemente cayeron en la tie-
rra, y conocéis el resto de la historia.

26
Vamos a hacer un análisis detallado sobre esta famosa his-
toria que se nos ha grabado en la mente desde pequeños como
una impronta o mantra, para que nunca se nos olvide. Empe-
zaremos primero con un análisis exotérico, literal, intelectual
y racional. Consideremos por un instante que éste Dios que
se nos relata en la historia es un padre y que los ángeles fuesen
los hijos. ¿Qué padre no quiere que su hijo sea como Él? Me
acuerdo, que la ilusión de mi padre era que yo sea mínimo
como Él, licenciado o doctorado en una universidad, quizás
un pastor, pero su mayor deseo era que supere todas sus am-
biciones sociales. Según el relato bíblico, el pecado de lucifer
era querer ser como su padre Dios, lo cual incluso humana-
mente es absurdo. Lo otro sobre lo que deberíamos pensar es
que, si Él quería ser como su padre, es porque existía la posi-
bilidad o los mecanismos para que alcance esta meta. Razón
por la cual, se le ha tenido que impedir, porque de lo contra-
rio, lo hubiese conseguido. Si hurgamos un poco más en esto,
veremos su similitud con los sistemas de gobierno, monar-
quías y castas del mundo a lo largo de la historia de nuestro
planeta, donde algunos pocos pretenden dominar a la mayo-
ría, como si fueran ellos especiales y los únicos dignos o ele-
gidos para estar por encima de la sociedad. ¿Será que lo que
nos han querido inculcar de manera subconsciente los religio-
sos con la interpretación literal de este simbolismo esotérico,
es que seamos sumisos a ellos y a los sistemas de castas hu-
manas dominantes con los que se han aliado de manera inces-
tuosa para dominar a la humanidad?
Las otras preguntas que deberíamos hacernos son, ¿Dios
siendo omnipotente, omnisapiente, clarividente, que ve el pa-
sado, presente y futuro, no se dio cuenta de que todo esto
ocurriría con lucifer y los otros ángeles? ¿Será que Dios se

27
haya equivocado, cometido un error o simplemente fraca-
sado? ¿Entonces es verdad que todo era bueno en gran ma-
nera o esto sólo era una suposición errada que demuestra la
imperfección de este Dios del relato? Personalmente, creo
que el ser humano profano al esoterismo, por ignorancia o
por fines viciados, ha interpretado de manera equivocada este
relato, y ha perdido su rumbo y el verdadero objetivo o misión
de su existencia.
A partir de estas últimas preguntas, vamos a alejarnos de
toda interpretación literal y adentrarnos de lleno en la inter-
pretación esotérica de este relato. Primero quiero despejar una
duda que ciertamente he levantado en la conciencia del lector
a raíz de las preguntas anteriores.
Dios o Creador de Todo en ningún momento se ha
equivocado, ni ha cometido un error, porque es perfecto.
Todo lo sucedido en este relato forma parte del perfecto
plan maestro de Dios, y todo ha sucedido como estaba
debidamente planificado.
La mente humana limitada, profana y viciada, es la que no
ha entendido los misterios que se relatan en estos libros sa-
grados, y ha hecho su propia falsa interpretación. Ha llegado
el momento de que esta verdad salga a la luz, y éste es el ob-
jetivo de este libro: despertar las conciencias y corregir las in-
terpretaciones equivocadas que ha hecho la humanidad de
este gran relato cósmico y esotérico durante cientos y miles
de años. Para esto, vamos a tratar de interpretar cada uno de
los símbolos que aparecen en el relato, y empezaremos ha-
ciendo uso de una famosa ley hermética que servirá de base a
todo nuestro desarrollo, “como es arriba, es abajo”. Esta
ley hermética es a la que se refieren en la biblia como los cielos

28
y la tierra, y nos relatan en el libro de Génesis que en el prin-
cipio creó Dios los cielos y la tierra. No se trata de un cielo
físico y una tierra física, son estados de conciencia y al mismo
tiempo representan lo esotérico y lo exotérico. Dicho esto,
veamos que representan los distintos elementos simbólicos
del relato de la rebelión de lucifer.
Lucifer. _ Significa portador de luz. Si os acordáis, cuando
explicábamos de dónde venimos dijimos que somos esencia
divina o energías de vida, también llamados seres de luz. Con
esto entenderéis que aquí en el relato lo que conocéis como
lucifer no es nada más que la representación del alma. Podéis
hacer la similitud con el relato de la creación del hombre en
el jardín del Edén, Dios o Creador de Todo crea la tierra y
todo lo que hay en ella, y al final hace al hombre especial di-
ferente a todos los otros seres de la creación y le pone por
encima de todos. Exactamente lo mismo que pasa en los cie-
los, crea a todos los ángeles y hace a uno especial llamado
lucifer y le pone por encima de todos. Dejo al lector atar los
cabos sueltos y sacar sus propias conclusiones.
Los cielos. _ El lugar donde todo es perfecto y bueno,
pero donde, sin embargo, surge la rebelión o lo imperfecto.
Éste representa en realidad la zona de confort donde no que-
remos salir, nos sentimos cómodos y a la que nos apegamos;
por ejemplo, la sociedad en la que vivimos con todos los vi-
cios, lujos y apegos a los bienes materiales, la comodidad o
pereza mental de no querer saber mucho, con la famosa ex-
cusa de que las cosas reveladas son para el hombre y las cosas
no reveladas para Dios. Esta es una invención de los hombres
para evitar responder a preguntas existenciales y dormir la
conciencia del colectivo, para mejor manipularlos. Si Dios no
quisiese que busquemos respuestas a estas preguntas, no nos

29
daría la capacidad de pensar en ellas. Es más, este mismo ra-
zonamiento va en fragante contradicción con el libre albedrio.
El lector avispado, hará rápidamente la asociación entre el
cielo como zona de confort y el jardín del Edén que repre-
senta lo mismo, teniendo en mente la ley hermética que dice,
“como es arriba es abajo”. Para ambos se ha dicho que todo
era bueno en gran manera hasta que también surge la rebelión.
El lector seguirá sacando sus propias conclusiones.

En Apocalipsis: 12:7-12 se nos relata lo siguiente: Después


hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban
contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no preva-
lecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado
fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Sa-
tanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus
ángeles fueron arrojados con Él.
Si el lector ha podido leer el relato del libro de Ezequiel
28:12-19, se dará cuenta que es el mismo relato, pero el per-
sonaje y protagonista, ya tiene otros nombres (Satanás, Dra-
gon y Serpiente antigua). En realidad, ambos simbolizan lo
mismo, el dragón es una serpiente, con la única diferencia que
éste posee alas para volar, mientras que la serpiente ordinaria
se arrastra por los suelos. La cultura China es la que mejor la
representa como una deidad. Aquí, vuelve a aparecer la ley
hermética, como es arriba, es abajo. En el relato de los cie-
los se hace principalmente uso del dragón por disponer de
alas, mientras que, en el relato del edén, se utiliza la serpiente
que se arrastra sobre la tierra.
La serpiente o dragón. _ En el lenguaje de misterios, éste
representa la sabiduría e inteligencia que permiten despertar
la conciencia, acceder al conocimiento y la verdad. Lo pueden

30
observar en las coronas de los Faraones Egipcios, conocido
como Uræus y situado justamente en la posición del chakra
del tercer ojo que otorga la clarividencia. Esta es la razón por
la cual, la serpiente es el animal utilizado en el relato del edén
para supuestamente engañar a Eva.
Dicho todo lo anterior, y considerando que incluso el lec-
tor más neófito ha entendido estos símbolos y su representa-
ción, voy a explicar de manera esotérica este relato tan miste-
rioso que en realidad oculta la misión del ser humano o alma
encarnada en este plano físico. Como les dije al principio,
todo lo que ocurre en el plano físico, es un reflejo o proyec-
ción de lo que ha ocurrido en los planos sutiles; por esto, es
importante que el lector entienda y asocie los conceptos bí-
blico cielo y tierra y el hermético arriba y abajo.
Quiero empezar diciendo que lo que se nos ha presentado
como una rebelión es simplemente la misión del alma, mal
entendida, mal interpretada y manipulada por algunos seres
negativos para impedir que el alma alcance su objetivo real.
Sabiendo que Dios o Creador de todo es perfecto, omnisa-
piente y que nunca se equivoca, es lógico y bastante obvio
entender que el verdadero plan de Dios o Creador de todo
era que lucifer o alma se rebele, salga de la zona de confort
mental y social que representa los cielos en el relato, y trate de
volver a su origen, fusionando con Dios, ser uno con Dios y
por ende ser Dios. Como lo puede constatar el lector, la in-
terpretación real del relato ha sido invertida y manipulada para
hacernos entender lo contrario que nos haría pensar que Dios
o Creador de todo no fue suficientemente perfecto y falló en
su propio plan y que, por lo tanto, perdió el control de su
creación y le surgió una insurrección. Esto se parece mucho
más a los planes humanos y no divinos. Como era importante

31
que se repita lo de arriba abajo, encontramos el mismo relato
en la tierra, precisamente en el jardín del edén; lo único que
cambia es el guión y los personajes. En el edén, vemos el alma
encarnado en la materia o cuerpo físico representado esta vez
como hombre, creado de manera especial a todas las otras
criaturas de Dios en la tierra, hecho a imagen y semejanza de
Dios y puesto por encima de todas las otras criaturas. Aquí
vemos el mismo escenario que se repite, al igual que el lucifer
del relato del cielo, creado de manera especial y puesto por
encima de todos los otros ángeles. No creo necesario relatar
toda la historia de Adán y Eva en el edén, porque creo que es
conocida por todos, y si alguno no conoce el relato, lo encon-
trará en el libro de Génesis de la biblia. Para los que lo cono-
cen, vemos como el alma u hombre vuelve a querer ser como
su Padre Dios rebelándose otra vez, comiendo del fruto del
conocimiento del bien y el mal, y saliendo de nuevo de la zona
de confort representado esta vez como el jardín del edén
donde supuestamente todo era bueno en gran manera al igual
que lo era en los cielos.
El lector se hará ciertamente la siguiente pregunta, ¿qué re-
presentan miguel y sus ángeles que combatieron a lucifer o el
dragón? Pues muy sencillo, estos representan nuestra socie-
dad y todos sus prejuicios, preconceptos y leyes limitantes que
impiden al hombre ser libre en todos los sentidos, y gene-
rando obstáculos y barreras en la evolución de la conciencia y
liberación del alma. Para los que se han adentrado en el sen-
dero de la espiritualidad y el esoterismo, pueden dar fe de que
ya han empezado las batallas y dificultades en sus vidas, la fa-
milia y los amigos se alejan de ellos, los tratan de brujos, re-
beldes, paganos, los marginan a nivel social…etc. De repente
tenemos la sensación de no pertenecer o hallar lugar en esta

32
sociedad para nosotros. Porque la sociedad no quiere a hom-
bres libres y consientes, lo que necesita son gente sumisa y sin
capacidad de pensar por sí misma, y a la que se puede contro-
lar como ganado. Por esto se dice en el relato de lucifer o el
dragón tras la rebelión que, no prevalecieron, ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo. Lo otro que el lector consciente puede
observar es que Dios no es el que lucha contra Lucifer, sino
otros ángeles iguales a Él, porque supuestamente Dios nece-
sita que le defiendan sus hijos o criaturas de otros de sus hijos.
En realidad, la interpretación literal y común de este relato
que ha sido propuesto por las religiones exotéricas Abrahá-
micas (Cristianismo e Islam), hace quedar a Dios o creador de
todo como un fracasado que no ha sido capaz de controlar su
creación en los cielos y en la tierra. No quiero ser yo quien
saque las conclusiones para el lector, por esto siempre dejo
que sea Él mismo que haga su investigación basándose en la
poca información que transmito en este libro y saque sus pro-
pias conclusiones.
Con todo lo anterior, quiero hacer otro inciso y revelar que
la mayoría de los libros de la biblia no son libros de historia
que se pueden leer y entender de manera literal, sino que gran
parte de ellos son libros de iniciación a los misterios esotéri-
cos, y que relatan procesos que se operan a nivel del alma y
no en el exterior. Los personajes y figuras que se encuentran
en los relatos de los cielos y en el edén, no son más que esto,
personajes y figuras que simbolizan realidades esotéricas y que
se pueden observar a nivel exotérico en la sociedad y en la
naturaleza.
En base a todas las explicaciones precedentes, queremos
que el lector adepto de las religiones de origen Abrahámico
(Cristianas e Islámicas), sepa que la verdadera misión del

33
hombre se encuentra en los relatos de la rebelión de lucifer en
los cielos y en la rebelión de Adán y Eva en el edén, ya que
ambos relatos transmiten la misma información cumpliendo
con la ley hermética, como es arriba es abajo.
Con esto, creo que los lectores ya iniciados en el sendero
espiritual y esotérico con alguna experiencia ya comprendie-
ron la misión real del ser humano o alma encarnada en la tie-
rra. Pero voy a ser más explícito diciendo para los neófitos,
que en realidad la misión del alma en la tierra o plano físico es
experimentar la dualidad, acceder al conocimiento del bien y
del mal, para después volver al padre y creador de todo, reli-
garse a Él y ser uno con Él, o sea ser un Dios. Yo llamo a este
proceso, el proceso de creación de una divinidad. Por esto, el
lector atento e investigador puede ver en el relato de los cielos
a lucifer que quiere ser como su padre o Dios y en el relato
del edén, Adán y Eva siguen el mismo objetivo; y vemos
cómo después de haber comido del fruto del conocimiento
del bien y del mal, el supuesto Dios y sus colegas dicen lo que
sigue en Génesis 3: 22.

“Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,


sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y
tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”.

Si lo han entendido, ya saben que el hombre es un Dios y


su misión es trabajar para religarse a su padre Dios Creador
de todo, ser uno con Él y ser como Él. Este trabajo pasa por
la revolución o rebelión de la conciencia, salir de la zona de
confort creada por nuestra sociedad, las familias, las tribus,
razas…etc.

34
Tengo que mencionar que lo que llaman en el pasaje árbol
de la vida, no es más que el conocimiento de la inmortalidad
del alma. Por esto, se ha utilizado la muerte como principal
elemento para generar miedo y poder vender el producto es-
trella de todas las religiones que es la vida eterna.
Imagínense, si todos fueran consientes de la inmortalidad
del alma, y que la vida eterna es un hecho en sus vidas que no
necesitan buscar porque están destinados a vivir para siempre,
las iglesias ciertamente estarían vacías. La mayoría de los
adeptos de las religiones están ahí por miedo a la muerte, y a
un supuesto infierno donde pasarán miles y miles de años ar-
diendo en un fuego eterno puesto por el supuesto Dios de
amor que se deleitará e incluso disfrutará del sufrimiento de
sus hijos. Hay otros que viven con la esperanza de una vida
eterna si se mantienen sumisos a este Dios, otros porque irán
a un paraíso donde no Sólo vivirán para siempre, sino que
cada hombre tendrá siete vírgenes como esposas.
¿Dónde situaríamos en este caso el libre albedrío? El ser
humano tal y como nos lo han presentado a lo largo de los
años, es como un esclavo frente a un señor que le exige res-
peto y sumisión. En el caso contrario, recibiría un severo cas-
tigo. Si lo vemos de esta manera, nuestra relación con este
supuesto Dios se basa principalmente en el miedo y no en el
amor, como debería ser entre padre e hijo.
Fíjense cuán interesada y materialista es la mente humana,
que incluso se le tiene que vender una idea para que pueda
acercarse a Dios, infundirle miedo y terror para que respete a
su padre. Lo extraño es que nos sigamos preguntando porqué
el mundo es tan cruel, el mundo Sólo es el reflejo de nuestros
propios pensamientos y egos. Dios o Creador de todo es

35
amor y justicia, nunca diseñaría un plan tan macabro para sus
hijos.
Existen más misterios en otros libros sagrados relaciona-
dos a éste mismo relato, y ciertamente múltiples interpreta-
ciones, pero les aseguro que todo buen espiritualista conoce
éste misterio, y lo interpretará de la misma forma, porque en
la espiritualidad Sólo existe una verdad y no hay contradiccio-
nes, a diferencia de las religiones donde cada cual piensa de-
tener el monopolio de Dios y la verdad y piensa que, si no es
a través de su religión, no hay posibilidad de salvación. Esta
verdad es presentada a través de distintos símbolos y figuras
en las diferentes escuelas de misterios, círculos iniciáticos y las
antiguas religiones esotéricas, pero todos hablan de la misma
verdad existencial.

36
¿Qué es la Muerte y Dónde
Vamos Después de la
Muerte?
Ésta es una pregunta tipo dos en uno y la vamos a respon-
der en dos partes, para que sea fácil de asimilar por el lector.
Empezaremos explicando qué es la muerte de manera apo-
díctica y detallada, a través de simples ilustraciones.
Desde que existe nuestra raza en esta tierra han nacido mu-
chos y muerto muchos. La muerte es un fenómeno al que nos
enfrentamos todos los días, desde el inicio de los tiempos y,
sin embargo, sigue siendo un misterio para la mayoría de los
seres humanos y todavía no se ha respondido de manera uná-
nime a esta. La ciencia clásica y las religiones han tratado de
responder a esta pregunta a su manera de entender, y me pa-
rece que ambas están en el buen camino; pero pese a estos
esfuerzos de responder a esta, creo que todavía falta mucho a
nuestra sociedad para entender la muerte, y que es necesario
añadir a la explicación científica y religiosa, la comprensión
metafísica y esotérica del proceso de la muerte, para darle una
visión completa de lo que hasta ahora es un misterio para la
mayoría.
Cuando era más joven, en el barrio donde vivía en una de
las ciudades de mi país, es donde pasaba la carretera principal
que llevaba a la gente al cementerio, y yo veía con inocencia
cómo pasaban los cortejos fúnebres dirección al cementerio.
Observaba cómo se manifestaba la tristeza, y veía las lágrimas
de los que acompañaban al finado a su última morada en este

37
plano físico. Con la mirada y la mente inocente de un niño,
no entendía mucho sobre lo que pasaba, y en algunas ocasio-
nes, incluso podía divertirme por la manera escandalosa en la
que expresaban su dolor algunas mujeres. A lo largo de los
años entendí que los que iban al cementerio no volvían, sino
que se quedaban para siempre, y sus familias lloraban de esta
manera porque ya nunca volverían a ver a sus seres queridos.
En este momento es cuando me empecé a hacer también la
intrigante pregunta a saber, ¿qué es la muerte y dónde vamos
después de la muerte?
Para poder responder a estas preguntas, y antes de hablar
de la muerte, es necesario hablar de la vida o el proceso de la
vida, ya que ambas están estrechamente ligadas y no existe
muerte sin vida, ni vida sin muerte. En realidad, desde que
nacemos o empezamos a vivir, tomamos sita con la muerte,
por esto se dice que morimos porque vivimos.
El lector que ha comprendido los anteriores capítulos ya
conoce qué es la vida y no necesita muchas explicaciones al
respecto. Sin embargo, voy a dar una breve explicación, con
algunos elementos que no había mencionado en los anteriores
capítulos sobre la conexión del alma y el cuerpo que harán
entender al lector el proceso metafísico de conexión del alma
o energía de vida con el cuerpo físico o materia.
Todos los adeptos de las religiones Abrahámicas saben que
Dios o Creador de todo, formó el cuerpo humano con arcilla
como cualquier estatua, y para animarle o darle vida sopló o
puso su aliento en esta estatua y ésta se animó y tomó vida.
Utilizo la referencia de las religiones Abrahámicas, porque es
la más conocida debido a la expansión de éstas en el mundo.
Por haber leído los anteriores capítulos, el lector ya sabe que

38
cuando hablamos de aliento de Dios o energía de vida, nos
estamos refiriendo al alma que es una emanación divina. Se-
guro que se habrán preguntado al igual que los científicos,
¿dónde se encuentra alojado el alma dentro del cuerpo físico?
Existen muchas teorías al respecto, pero yo simplemente les
diré que el alma se encuentra alojado en todas partes del
cuerpo humano, porque es la energía que circula en todo el
cuerpo incluso en el más diminuto elemento visible del
cuerpo humano actualmente conocido como átomo y permite
la vida. Quiero explicarles un poco cómo se hace la conexión
entre el alma y el cuerpo físico; y para esto, me basaré en un
fenómeno natural que observamos a diario con el nacimiento
de un bebé. Este fenómeno tiene una doble acción, visible al
ojo humano e invisible a éste. Durante toda la gestación, el
bebé que se encuentra en el interior de la madre se alimenta,
recibe información vital y está conectado a ésta a través del
cordón umbilical; porque Él no tiene todavía vida propia, sino
que vive a través de la madre. Cuando todo el proceso que
hemos descrito en el primer capítulo, y precisamente en la fase
de evolución, se realiza y llega el momento de dar a luz o traer
a la vida al bebé, empieza ahora el proceso invisible al ojo
humano, que es en realidad la fusión del alma y el cuerpo. Este
proceso es observado a diario y de manera inocente e incons-
ciente por los médicos y comadronas en el atendimiento del
parto. Cuando se corta el cordón umbilical físico y visible que
conectaba a la madre y el bebé, en este preciso momento se

39
conecta un nuevo cordón umbilical invisible llamado en me-
tafísica y esoterismo cordón de plata. Para los lectores de la
biblia, también se encuentra referencia a este cordón de plata
en el libro de Eclesiastés 12:6 con el nombre de cadena de
plata. Este es el que conecta el alma al cuerpo físico y le da
vida propia a través de su primer aliento. En este momento,
se crea una relación simbiótica entre la materia o cuerpo físico
y el alma, y ya se puede decir que tenemos a un ser humano,
que en otras palabras se denomina alma encarnada. Es impor-
tante que el lector se acuerde y tenga en mente la imagen del
cordón umbilical que después viene a ser sustituido por el cor-
dón de plata invisible al ojo físico, para poder entender el pro-
ceso de la muerte.
Antes de explicar qué es la muerte, quiero hacer la siguiente
afirmación: No existe la muerte tal y como se nos ha en-
señado de manera popular, y sobre todo a través de las
religiones. Lo que llamamos comúnmente muerte, Sólo es la
separación del alma y el cuerpo físico. Como ya explicamos
en los anteriores capítulos, en realidad somos almas o energías
de vida encarnadas en cuerpos físicos. El cuerpo físico es con-
siderado, en realidad, como un vehículo que nos permite ma-
nifestarnos en este plano físico de tercera dimensión, y poder
experimentar la dualidad y todo lo que experimentamos como
seres humanos. Con esto, simplemente estoy diciendo que no
somos el cuerpo físico, sino lo que habita en Él, o sea el con-
ductor del vehículo. Esta es la razón por la cual se dice ser
humano; por una parte, está el ser o alma, y por la otra el
humano o cuerpo físico, juntos conviven en una relación sim-
biótica. Si el lector ha comprendido todo lo anterior, conven-
drá sin dificultad alguna conmigo, que el alma o energía de

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vida no puede morir; porque al ser esencia divina, es inmortal
como Dios. Lo que observamos todos los días es simple-
mente la separación del alma del cuerpo físico, y a tal efecto,
el cuerpo físico se queda inerte y exánime. En metafísica y
esoterismos, sólo se considera muerta una persona en este
plano físico cuando se corta el cordón de plata y el alma aban-
dona el cuerpo. Esto sólo puede ocurrir por tres motivos a
nivel físico (muerte natural, suicidio y asesinato) y a nivel me-
tafísico y esotérico (por haber finalizado la misión prevista
para la encarnación). Se preguntará el lector, ¿qué representan
los tres tipos de muerte?, pues voy a hacer un pequeño resu-
men de los tres distintos tipos de muerte física.
La primera, es la muerte natural, que consiste en morir por-
que vivimos, o sea que, por haber alcanzado una edad avan-
zada, y como el cuerpo físico tiene fecha de caducidad, el
alma, al ser una energía muy poderosa, si llega el momento en
el que el cuerpo físico ya no puede contenerla se desconecta
por si Sólo y se prepara a coger uno nuevo para continuar su
proceso de evolución.
La segunda, es la muerte por suicidio, que consiste en mo-
rir enfermo en un hospital por haber mal cuidado el cuerpo
físico, por mala alimentación e intoxicación, por haberse em-
borrachado, manejado el vehículo y morir por un accidente,
por haberse cortado las venas, por haberse puesto una soga
en el cuello o haber fumado tanto tabaco hasta morir de una
neumonía o pulmonía…etc. Todos estos tipos de muerte son
por suicidio.
La tercera, es por asesinato, cuando un padre alimenta mal
y mal cuida a su hijo y este se enferma y muere, el padre le ha
matado; cuando uno atropella con su coche por exceso de
velocidad a un peatón y este se muere, le ha asesinado.

41
Cuando uno es agredido, golpeado y se muere, le han asesi-
nado. Podríamos hacer una amplia lista de muertes por asesi-
natos, pero como tal no es el objetivo del libro, nos limitare-
mos con estas.
Cada una de estas formas mencionadas en los tres tipos de
muerte, pueden ser causa de desconexión o ruptura del cor-
dón de plata y consecuencia de muerte. En África hay un fa-
moso dicho: “el africano nunca muere, le matan”. Por esto
siempre se busca a un culpable de la muerte.
A nivel metafísico y esotérico, el alma Sólo puede desco-
nectarse del cuerpo físico cuando ha finalizado su misión para
esta encarnación, no importa cómo muera, porque sólo se
puede morir en el tiempo previsto. Nadie muere antes del
tiempo previsto. Cuando el tiempo no ha llegado, uno puede
tener cualquier tipo de accidente mortal y sobrevivirá, sin em-
bargo, cuando llega el momento de la muerte, incluso se
puede morir por haber comido un pequeño arete o tropezar
con una piedra; ósea por algo insignificante. En el conoci-
miento metafísico y esotérico, el alma diseña su plan de vida,
las experiencias a vivir, dónde nacer, los padres, la gente con
las que se cruzará a lo largo de su vida, escoge cuándo y cómo
va a morir mucho antes de encarnarse.
Como lo hemos dicho al principio del capítulo, la respuesta
a esta pregunta se dará en dos partes. Asumo que la primera
parte ha sido comprendida por el lector, a saber, ¿qué es la
muerte? Lo siguiente es responder a la segunda parte de la
pregunta.

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¿Dónde vamos después de la muerte?

Ésta pregunta sería muy fácil de responder, diciendo sim-


plemente que, como almas y emanaciones divinas, volvemos
a Dios o Creador de todo como lo dicen las religiones de ori-
gen Abrahámico. Es verdad que las almas tienen como misión
última volver al Padre y Creador de todo, fusionar con Él, ser
uno con Él y ser como Él. De esto hablamos en el capítulo
anterior. Sin embargo, el proceso después de la muerte del
cuerpo físico no es tan rápido ni directo. El ser humano, para
alcanzar esta meta tiene que pasar por muchas etapas, entre
ellas las reencarnaciones, porque una sola encarnación en el
plano físico no sería suficiente para experimentar y aprender
de la dualidad, el bien y el mal, para poder ser como su padre
Dios.
Para poder explicar dónde vamos después de la muerte, me
veo en la obligación de hablar un poco de la anatomía oculta
del ser humano. No me extenderé mucho en este tema y tam-
poco profundizaré en detalles, porque éste será objeto de otro
libro y conferencias. Dicho esto, vamos a hablar del hombre
y sus cuatro cuerpos sujetos a la dualidad.
El lector ya iniciado en los misterios dependiendo de su
cultura o escuela iniciática, ya ha oído hablar de los distintos
cuerpos o vehículos del alma, algunos hablan de siete cuerpos,
otros de nueve y más. Todos tienen razón, dependiendo de
cómo se plantee y del nivel de expansión de su conciencia.
Para el lector neófito, esto le parecerá más un cuento de fic-
ción, o simplemente incomprensible. Trataré de ser lo más
sencillo posible, para que cualquiera con un mínimo de enten-
dimiento, pueda comprender de qué estamos hablando.

43
La mayoría de los hombres, sólo son conscientes del
cuerpo físico, porque es el único que ven y con el que lamen-
tablemente se han identificado, hasta el punto de confundirse
y creer que ellos son este cuerpo. Como lo dije en un capítulo
anterior, hemos confundido la persona y el personaje, el
vehículo y el conductor. El cuerpo físico Sólo es un vehículo
del alma para poder manifestarse en el plano material y tangi-
ble; el alma dispone de diversos vehículos para manifestarse
en distintos planos de existencia. Imaginen a un hombre bien
organizado y con suficientes medios, este tiene un vehículo
para ir al trabajo, uno para ir a eventos importantes, uno para
ir al campo y en algunos casos uno para ocio. Pues el alma es
similar a este hombre y tiene distintos vehículos para mani-
festarse en distintos planos de existencia.
Para hablar de la muerte, voy a concentrarme en 4 de los
vehículos del alma que son los únicos afectados por la muerte,
se trata de los cuerpos Físico, Ethérico, Astral o emocional
y el Mental. Los neófitos se preguntarán, ¿qué son estos
cuerpos y para qué sirven? Pues bien, voy a dar una pequeña
explicación superficial de cada uno de estos y su utilidad para
el alma.
Cuerpo o Vehículo Físico. _ éste es el cuerpo que todos
conocemos, y el único conocido para la mayoría. Es el que
nos permite experimentar la materia y vivir en el plano físico.
Éste da al alma la posibilidad de utilizar los cinco sentidos
básicos del hombre (tacto, gusto, oído, visión, olfato).
Cuerpo o Vehículo Ethérico. _ éste es el que se ocupa
de gestionar las energías vitales del cuerpo físico. Cuando nos
alimentamos físicamente, hacemos deporte y adquirimos
cualquier forma de energía asociada al cuerpo físico, este es el
que lo absorbe y gestiona. Cuando sentimos vigor o cansancio

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físico, es a través de este cuerpo o vehículo. Este también per-
mite al alma manifestarse en la cuarta dimensión.
Cuerpo o Vehículo Astral o Emocional. _ éste es en
realidad el cuerpo de las emociones, el que nos hace aferrar-
nos con mucha facilidad a la materia; ahí tenemos los senti-
mientos (miedo, alegría, placer, ira, tristeza, frustra-
ción…etc.). Este cuerpo es el que utilizamos también para ac-
ceder al mundo onírico y poder experimentar algunas realida-
des paralelas a las del plano físico. Es muy utilizado en algunas
escuelas de iniciación y culturas esotéricas para experimentar
actividades extrasensoriales y acceder a una realidad diferente
a la que vivimos comúnmente. Para los lectores experimenta-
dos, han oído hablar de los viajes y proyecciones astrales que
se realizan con este cuerpo. En África y América latina es muy
utilizado en las sociedades ocultistas de brujería negativa, para
hacer daño a los enemigos durante el sueño, realizar viajes a
otros países y reunirse con aliados, hacer espionajes y más.
Por otra parte, también es utilizado por curanderos de medi-
cina natural para curar de manera remota a pacientes enfer-
mos e incluso curar este vehículo, porque muchas de las en-
fermedades que supuestamente son incurables para la medi-
cina clásica se encuentran en estos vehículos y son indetecta-
bles por los aparatos diseñados para el cuerpo físico. Éste
también permite al alma manifestarse en la quinta dimensión.
Cuerpo o Vehículo Mental. _ éste es muy utilizado por
el hombre y, sin embargo, no es consciente de ello. Es el que
maneja los pensamientos y las distintas personalidades del ser
humano o alma encarnada. Estas personalidades que también
se conocen en los lenguajes de misterio como egos o yoes.
Como algunos saben, el ser humano tiene múltiples persona-

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lidades en Él, la ciencia moderna tiene muchas formas de lla-
mar a estas personalidades (trastorno bipolar, esquizofrenia,
trastorno de personalidad…etc.), la mente humana es mucho
más compleja de lo que nos han podido enseñar en las escue-
las, hasta hoy la ciencia sigue sorprendiéndose del potencial
de la mente, porque ni siguiera hemos alcanzado a utilizar el
10% de nuestro potencial mental. Incluso los que llamamos
superdotados, siguen por debajo de estos valores. La mente
es la herramienta del alma para crear realidades, es tan pode-
rosa que si uno no es capaz de controlarla ella misma toma el
control y controla a la persona haciendo que el alma se quede
dormida en la zona de confort; por esto se habla del despertar
del alma, porque para la mayoría de los seres humanos el alma
se queda casi dormida debido a la actividad mental descon-
trolada. Os daréis cuenta, que la mejor forma de controlar al
ser humano es a través del control mental y la manipulación
de la información (medios de comunicación, redes sociales,
películas y más). Este vehículo está por encima de los tres pri-
meros y es el que los controla. Ahora bien, como dije antes,
este vehículo es la herramienta del alma para crear la realidad,
por esto en metafísica se dice que todo es mente, porque todo
lo que vemos, oímos, tocamos, gustamos y olemos, es a través
de la mente. En otras palabras, es el que controla los cinco
sentidos básicos del ser humano. Este también permite al
alma manifestarse en la quinta dimensión.
Las escuelas de misterio y metafísica se han concentrado
mucho en el control de esta herramienta, para poder despertar
al que han llamado el super hombre que no es más que el alma
que se encuentra dormido en estos vehículos, en lo que po-
dríamos llamar modo piloto automático. A través de mucho
entrenamiento físico, mental y sobre todo por medio de la

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meditación, muchos han conseguido despertar al alma y to-
mar el control sobre los vehículos, sobre todo el mental que
es el más poderoso de los cuatro vehículos sujeto a la dualidad
y la muerte. Muchos lo hacen en busca de poderes sobrena-
turales, otros simplemente, en busca de la sabiduría, el cono-
cimiento y la iluminación.
Una vez que el hombre toma conciencia y control de estos
cuatro vehículos y los utiliza de manera consciente, se abren
las puertas a nuevas realidades y se despiertan en Él facultades
innatas que consideraríamos sobrenaturales.
Dicho todo lo anterior, y considerando que el lector ha en-
tendido de manera básica qué son estos cuatro cuerpos y al-
gunas de sus utilidades para el alma, podemos empezar a res-
ponder a la pregunta, ¿dónde vamos después de la muerte?
Como lo he dicho antes, lo que comúnmente llamamos
muerte, Sólo es la desconexión del alma del cuerpo físico con
la ruptura del cordón de plata. Cuando sucede esta separación
del ser y el humano, el ser simplemente abandona el cuerpo o
vehículo físico y sigue utilizando los otros tres vehículos
(Ethérico, Astral y Mental), éste seguirá manifestándose en
cada uno de estos vehículos durante muchos años más des-
pués de abandonar el vehículo físico. Se preguntarán, ¿cómo
es esto? Pues imaginen una cebolla, ésta tiene muchas capas
parecidas a envoltorios, cada vez que quitas una, encuentras
otra, así sucesivamente hasta encontrarte con el centro. Esta
ilustración es para que el lector entienda que las distintas capas
representan los distintos cuerpos o vehículos, y el alma es el
centro. Tras la muerte o ruptura del cordón de plata del
cuerpo físico, se va despojando el alma de cada una de las
capas o vehículos durante un largo proceso que puede durar
en algunos casos cientos de años. El siguiente cuerpo o

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vehículo del que se despoja es el cuerpo Ethérico, por lo ge-
neral éste sólo dura unas semanas después de la muerte o des-
conexión del cuerpo físico. En algunas culturas antiguas e in-
cluso en la actualidad, existen sociedades donde se hacen ri-
tuales durante unos días después de fallecer las personas, con
el fin de facilitar la partida del alma y su viaje a otros planos o
mundo de los muertos o ancestros para algunos. En realidad,
tras la ruptura del cordón de plata y separación de los otros
cuerpos del físico, en este momento el hombre toma concien-
cia inmediatamente del cuerpo Ethérico y se da cuenta de que
su cuerpo físico está inerte, este se queda en este lugar un
poco desorientado y muchos no se quiere separar de su
cuerpo físico, de la familia, objetos o bienes que tenía en este
plano físico por el apago a estos, y sobre todo, porque todavía
no entiende lo que ha sucedido. Es como despertase de un
sueño profundo o un coma de muchos años. Estos rituales
son para que el cuerpo Ethérico se despida de todos estos
apegos y siga su proceso de desconexión al siguiente plano.
Muchos habrán experimentado que, tras la muerte de un ser
querido, por lo general en los tres primeros días, pueden ob-
servar siluetas, sentir presencias, sombras que se desplazan e
incluso en algunos casos, escuchar voces como una llamada
de parte del muerto. Estas son manifestaciones del cuerpo
Ethérico que todavía intenta de manera desesperada contactar
con los seres queridos o permanecer en algunos casos en lu-
gares donde le gustaba estar cuando estaba en vida en este
plano. Conozco casos en los que el apego era tan fuerte hasta
el extremo en el que el cuerpo Ethérico se ha podido cristali-
zar y ser visible por un tiempo a los ojos humanos, donde
familiares han podido ver al ser querido que había fallecido.
Quiero aprovechar esta ocasión para explicar al lector que lo

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que llamamos comúnmente fantasmas Sólo son cristalizacio-
nes o proyecciones del cuerpo Ethérico en el plano físico, se
presentan como hologramas. Por lo general, cuando el cuerpo
Ethérico se aferra mucho a la materia y al plano físico por
mucho tiempo, este se corrompe por la dualidad y se con-
vierte en un fantasma que empieza a molestar en el plano fí-
sico. Un ejemplo muy conocido son las casas y objetos encan-
tados. Por este motivo, las culturas antiguas realizaban estos
rituales que impedían que el cuerpo Ethérico se apegara al
plano físico y se corrompiera, convirtiéndose en un problema
en la familia y la sociedad.
Tras la disolución o desaparición del cuerpo Ethérico del
muerto, que por lo general se hace a los siete o máximo 14
días de la muerte del cuerpo físico, el alma empieza a mani-
festarse a través del cuerpo astral en la quinta dimensión. El
cuerpo o vehículo astral, a diferencia del Ethérico, puede per-
manecer activo por muchos años, ya que éste se alimenta de
las emociones de los seres queridos hacia el finado; estas emo-
ciones a través de los recuerdos, imágenes, palabras…etc. Ha-
cen que el cuerpo o vehículo astral se mantenga vivo y expe-
rimentando por mucho tiempo en el plano astral. Desde este
plano, el vehículo Astral puede todavía entrar en contacto con
el plano físico a través del plano onírico. El lector ciertamente
habrá experimentado en alguna ocasión que, durante su sueño
se encuentra con un ser querido que ya falleció, y éste le da
una información importante para resolver un problema o te-
ner acceso a una información específica de mucha utilidad en
el plano físico. Por lo general, el cuerpo astral del finado
puede seguir en comunicación con gente del plano físico y
viceversa.

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En África es bastante frecuente que, cuando un familiar
quiere entrar en comunicación con un ser querido que se en-
cuentra en lo que llaman el reino de los muertos que no es
otro que el plano astral, acude a una persona que posee estos
conocimientos y la técnica para comunicar con el plano astral,
y crea un canal de comunicación entre este plano y el plano
físico, para hacer posible la comunicación con lo que llaman
de manera equivocada el alma o espíritu del muerto. En reali-
dad, no es más que el cuerpo astral de éste. En occidente, lla-
man a estas personas médium, porque son canales o medios
por los cuales se establecen contactos con los planos invisi-
bles, y en particular, el mundo de los muertos o astral. Quiero
precisar que el plano astral se llama mundo de los muertos
porque en este plano Sólo se encuentran seres desencarnados,
sea por ruptura del cordón de plata o por experiencias fuera
del cuerpo físico de manera consciente o inconsciente, más
conocido como viaje astral. Este cuerpo astral permanece por
lo general muchos años hasta que la gente que se encontraba
directamente conectada a él desde el plano físico (familia, ami-
gos, enemigos…etc.), y que generaban las emociones de las
que éste se alimentaba hayan dejado de generar estas emocio-
nes, ya sea porque estos también estén muertos en el plano
físico o porque, simplemente se olvidaron de Él.
Por último, cuando se disuelve o desconecta el alma del
cuerpo astral, se queda el cuerpo o vehículo mental. Este
vehículo mental puede durar muchos más años que el astral o
simplemente disolverse en el mismo momento que el cuerpo
astral, dependiendo de distintos factores.

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El primer factor es que ambos se alimentan de la misma
fuente energética que son los pensamientos, que a su vez ge-
neran las emociones. Lo cual hace que, cuando ya no hay pen-
samientos, el cuerpo o vehículo mental también se disuelve.
El segundo factor es que, debido a la evolución del hombre
y las tecnologías, el cuerpo mental dura cada vez más tiempo
en desagregarse porque están los dibujos, las fotos, los videos,
el culto de la personalidad y más cosas que prácticamente in-
mortalizan la imagen del muerto en la mente de sus seres que-
ridos y otros durante varias generaciones. Lo cual hace que el
cuerpo mental se mantenga actualmente por muchos más
años en los planos sutiles, y su energía pueda seguir influ-
yendo en el plano físico.
En la antigüedad, el proceso de desagregación de los dis-
tintos cuerpos o vehículos era mucho más rápido, porque, a
no ser que fuera un noble, no tendría un retrato suyo en nin-
guna pared, ni siquiera una escultura de ningún tipo con su
figura que haga que se le recuerde por mucho tiempo. Esto
facilitaba el proceso de desintegración de los cuerpos o
vehículos en los planos sutiles, y permitía una rápida reencar-
nación del alma. Con esto, estoy diciendo que en la actualidad
las almas pasan mucho más tiempo manifestándose en los pla-
nos sutiles, particularmente el astral y el mental, debido a los
pensamientos y las emociones que los alimentan desde los
planos físicos por mucho tiempo, y esto retrasa su evolución,
porque es necesario que el alma se quede libre y pueda reen-
carnar tomando otro cuerpo para seguir experimentando
hasta alcanzar la perfección y religarse a Dios o Creador de
todo, que es el destino o meta final.
Por esto, en la espiritualidad se recomienda no contactar
con los seres desencarnados que todavía tienen que seguir su

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proceso de evolución a través de las reencarnaciones, para
evitar retenerlos en éste durante mucho tiempo en las distin-
tas dimensiones donde se siguen manifestando a través de los
otros cuerpos o vehículos. Porque cuanto más tiempo pasen
ahí alimentándose de las energías del plano físico, están ex-
puestos a pervertirse y convertirse en lo que vulgarmente lla-
man espíritus malos, que van engañando y poseyendo a la
gente para poder alimentarse de sus energías. También pue-
den ser utilizados por practicantes de magias oscuras con fi-
nes nocivos que prefiero no mencionar.
Con todo lo anterior, creo que el lector ha podido entender
de manera sencilla que lo que comúnmente llamamos muerte.
En realidad, sólo es el inicio de nuevas aventuras en otros pla-
nos para el ser que ha abandonado el plano físico. Sabiendo
que somos almas y esencias divinas, y que por ende somos
inmortales, que simplemente utilizamos vehículos para poder
manifestarnos en los distintos planos de existencia, (Físico,
Ethérico, Astral, Mental…etc.), llegamos fácilmente a la con-
clusión de que después de la muerte física sólo hay vida, y
simplemente las almas se van a otras dimensiones donde si-
guen manifestándose hasta volver a reencarnarse, para seguir
su largo proceso de evolución y aprendizaje de la dualidad.
También conocido en el lenguaje esotérico como conoci-
miento del bien y del mal, para que al final de todo esto, pasen
por el proceso de la resurrección, que no es más que la fusión
del alma con Dios o Creador de todo a través de la creación
de un cuerpo glorioso o de luz, conocido en el esoterismo
cristiano como el cuerpo Crístico, en el budismo como el
cuerpo Búdico, que le permite al alma ser uno con Dios y ser
un dios. En este momento, es cuando ya podemos decir sin
lugar a duda, ahora no soy yo, más Cristo vive en mí.

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Ahora que este conocimiento ha llegado a ti, es el mo-
mento de emprender tu propio camino y realizar tus propias
investigaciones y experiencias. Porque como lo dice el maes-
tro Jesús el Cristo, conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres.
Yo he cumplido la misión que se me ha encomendado
desde los planos superiores. Sólo he sido el canal utilizado por
el Creador de todo y el maestro interno para traer este men-
saje a través de su luz, amor y verdad a este mundo; para que
a través de éste se despierte las conciencias y las almas que en
este momento se encuentran dormidas en la zona de confort.
Por la gracia y el poder del creador de todo que es mi ver-
dadero ser y Yo superior, a través de su infinito poder, su luz,
amor y verdad en mí, doy por cumplida esta misión.
Publico este libro, para traer más luz al mundo y despertar
las conciencias que todavía están dormidas. Así es, y así será.

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