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El trabajador social y su rol en los CAPS

El trabajador en el sector sanitario: análisis del rol profesional en los Centros de


Atención Primaria de la Salud

Resumen

El presente escrito tiene como objetivo analizar el rol del trabajador social en el área de
atención primaria de la salud. Considerando las primeras iniciativas surgidas en este ámbito
y el papel que el trabajo social tiene en el sistema sanitario, contemplando la evolución
socio-histórica del ejercicio profesional, a partir de la institucionalización de la disciplina en
Argentina.

El desarrollo recorre los inicios del trabajo social en nuestro país, desde el positivismo,
enfatizando en la corriente higienista, la cual tuvo gran impacto para la profesionalización de
la disciplina, comprendiendo la profundización del actual paradigma, destacando la
importancia de la perspectiva social en el campo de la salud.

La información fue obtenida a partir del uso de fuentes primarias y secundarias (informes
propios documentos oficiales públicos, revistas científicas y bibliografía) durante el periodo
de abril/junio del corriente año, registrados mediante entrevistas a distintos profesionales
que desempeñan su actividad en el centro de Atención Primaria de la Salud Florencio
Molina Campos.

En lo que respecta a los aspectos metodológicos, este análisis se encuadro en una


metodología cualitativa siendo un estudio exploratorio-descriptivo.

Palabras clave

Institucionalización, trabajo social, atención primaria de salud, positivismo.

Introducción

Para abordar el rol que ocupa el trabajador social en las instituciones sanitarias es
fundamental comprender que, el trabajo social, a nivel general, tiene como objetivo de
estudio al individuo y al medio con el que se relaciona. Este concepto, trasladado al campo
de la atención primaria de salud, basa la intervención en entender la influencia de la
economía y de los factores sociales en la prevención de la enfermedad y promoción y
asistencia de la Salud, para la reinserción social de los pacientes.

Este trabajo se basa a partir del análisis realizado sobre el Centro de Atención Primaria de la
Salud Florencio Molina Campos, ubicado en el barrio Irigoin, partido de Moreno. Fue creado
en el año 1983, a partir del Plan Muñiz, en el cual se ampliaron los recursos para la creación
de unidades sanitarias de primer nivel y escuelas.

El centro de salud se vincula con el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, con la UPA 12 y
la maternidad Estela de Carlotto y con algunas organizaciones comunitarias del territorio y
escuelas.

Para la atención a la población emplean algunas políticas públicas, nacionales y


provinciales. Programas como REMEDIAR, PRODIABA, PROTEGER, SALUD SEXUAL Y
REPRODUCTIVA y ENIA.

Tienen como objetivo principal intervenir de manera integral e interdisciplinar sobre la salud
encontrándose dirigida a toda la comunidad. Para esto, la institución cuenta con un equipo
interdisciplinario que comprende disciplinas cómo: trabajo social, psicología, enfermería,
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medicina general, etc. Atienden situaciones de todo tipo, haciendo énfasis en la promoción y
prevención de la salud.

El propósito de este trabajo es visibilizar el papel que juega el profesional en Trabajo Social
dentro de instituciones sanitarias de primer nivel, destacando las principales funciones que
debe desarrollar en este sector, que les permita un desempeño acorde a las exigencias de
la sociedad actual.

El trabajo se encuentra estructurado en introducción, desarrollo, en donde abordaremos los


antecedentes de institucionalización de la profesión en nuestro país relacionándolo al campo
de la atención primaria de la salud y las respectivas conclusiones.

Antecedentes de la institucionalización del trabajo social en Argentina

“El origen del trabajo social no responde a una simple evolución de las formas de ayuda que
pasaron a institucionalizarse, adquiriendo un rango “científico”, sino que es un proceso que
se inscribe en la dinámica de la historia de la sociedad capitalista, atravesada por la lucha
de clases.” (Oliva, 2006,74)

Durante la mitad del siglo XIX, la Argentina vivió transformaciones vinculadas al proceso de
modernización: apertura hacia la economía mundial, procesos migratorios, de
industrialización y urbanización. Estos cambios trajeron aparejadas consecuencias no
deseadas dando vida a la llamada cuestión social.

Hasta este tiempo la iglesia y las damas de la elite, quienes dirigían la Sociedad de
Beneficencia, eran los encargados de brindar ayuda a los más necesitados mediante la
caridad o filantropía, aunque el crecimiento tan acelerado de la población, principalmente en
Buenos Aires, terminó saturando estas instituciones, generó falta de empleo, teniendo como
consecuencia la aparición de movimientos obreros. Los dirigentes políticos asociaban estos
conflictos con la delincuencia, lo inmoral, dejando de lado las condiciones insalubres en las
que vivía la clase trabajadora, interviniendo solamente para mantener el orden.

La aparición de epidemias y el descubrimiento de la enfermedad como problema social


provoca que el estado argentino no tenga otra opción que intervenir ya que impactaron a
nivel nacional. Así el departamento nacional de higiene expande sus actividades, cobrando
mayor relevancia la figura del médico higienista. El higienismo se despliega como respuesta
a la “cuestión social”, en donde la profesión médica obtenía status y dominio sobre las
instituciones públicas y privadas del país.

En 1883 se crea la salud pública en conjunto con la municipalidad de Bs As de la mano de


higienistas como Ramos Mejía, quien bajo su dirección se creó el servicio médico de
asistencia al enfermo, el instituto antirrábico, servicio de ambulancias, entre otros. La
institución tenía como propósito brindar asistencia médica a quienes no podían pagarla.

Poco a poco y con la creación del Museo Social Argentino, y la primera escuela de servicio
social dependiente de este, se rompe con lo instituido hasta el momento, la idea de caridad
y filantropía, dando paso a concebir a la asistencia social como un deber público.

Antecedentes del trabajo social en el área de salud

Los orígenes del trabajo social en el área de salud datan de principios del siglo XX, cuando
el médico Richard Cabot y la trabajadora social Ida. M. Cannon, fundaron en 1905 el primer
servicio de trabajo social en salud en el Hospital General de Massachussets. Desde este
servicio se proporcionaba, junto al diagnóstico y al tratamiento médico del paciente,
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información relacionada con su estado mental y con las características de su contexto


social.

Según Cabot, la principal contribución que el trabajo social podía hacer en el contexto
sanitario, no tenía relación tanto con los aspectos metodológicos, sino con la inserción de
una visión más amplia de los problemas de salud. De este modo, los servicios prestados por
el médico y el trabajador social tenían que ser interdependientes, de la misma forma que lo
eran las dificultades físicas y sociales del usuario.

A partir de los años 70, los servicios de Atención Primaria de Salud, surgidos a raíz de las
propuestas de Alma Ata, partirán de esta idea de atención sanitaria integral a la población.
Que pretendía combinar la mirada de la medicina clínica, con la mirada de la medicina
social, entrelazar la medicina de los trabajadores con la higiene social.

En Argentina, casi desde el principio de la reforma sanitaria, los trabajadores sociales han
tenido un papel clave en la prestación de los servicios socio-sanitarios. En este sentido, por
causa de la reestructuración del sistema sanitario iniciada en 1984, se crean los servicios de
atención primaria, se delimitan las zonas y distritos de salud y aparece el equipo de salud,
como unidad básica de atención, formado por los médicos de familia, los pediatras, los
diplomados en enfermería y los ATS, los auxiliares de enfermería, el personal administrativo
y los asistentes y trabajadores sociales.

Funciones y rol del trabajador social en el área de salud

El centro de salud analizado brinda atención del primer nivel a la población de los barrios,
Irigoin, San Norberto, Mayor del Pino, entre otros. Estas comunidades, debido a las medidas
neoliberales durante los últimos años fueron las más afectadas, los habitantes del territorio
son en su mayoría provenientes de países limítrofes, como Paraguay, Bolivia, Perú, etc. Su
principal empleo es informal, por lo tanto, la mayoría de las mujeres perciben programas
sociales, como la AUH, Tarjeta alimentar, AUE.

Es por esto que podemos decir que la población que asiste a los centros de atención
primaria son las más vulnerables, las que por la desigualdad en la redistribución de la
riqueza debe atenderse en el sistema de salud público, que a través de los años ha sido
muy criticado A pesar de haber tenido varios avances durante los gobiernos de carácter
populista, a partir de la creación de políticas públicas para paliar las diferencias económicas,
nunca es suficiente.

Por lo tanto, el rol que desempeña el trabajador social en el campo de la salud primaria, no
solamente se encuentra orientado a tareas administrativas o de eficacia técnica, es
importante remarcar que si bien el profesional, en su dura cotidianidad laboral, realiza con
frecuencia estas actividades, su intervención en equipos interdisciplinarios y en tareas de
prevención y promoción es fundamental, para completar los objetivos referidos a la buena
salud de la población.

A su vez, el trabajador social dentro de la institución atiende todo tipo de demandas por
parte de la población, desde acompañar a las familias del paciente enfermo hasta la gestión
de mejoras habitacionales, articulando siempre con otras instituciones, haciendo hincapié la
restitución de derechos de los más vulnerados

La cotidianidad que rodea a las/los trabajadores sociales en esta área, exige mayor
capacidad para sostener el funcionamiento institucional que se vuelca en la calidad de
atención de los usuarios, así como la máxima eficiencia de recursos institucionales
disponibles. La demanda en este terreno va en aumento, el crecimiento compromete de
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manera directa al trabajo social, teniendo en cuenta que es una profesión que
históricamente ha batallado por generar procesos de inclusión que transforme en una mejor
calidad de vida.

Conclusión

Para concluir es necesario destacar, que el profesional inserto en el área de salud juega un
papel importante para el desarrollo y bienestar de personas con trastornos, enfermedades o
discapacidades, enfatizando en los objetivos profesionales de la práctica profesional,
teniendo como base el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Es así que el Trabajo Social irá ocupando un lugar marcado por las características de su
surgimiento y por las vicisitudes de cada contexto donde se desempeñe.

Bibliografía

Achilli, E. (2005). “Un enfoque antropológico relacional. Algunos núcleos identificatorios”. En:
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Laborde Editor.

Escolar, C. (2010). “Institución, implicación, intervención. Revisando y revisitando las


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Oliva, A (2006). Antecedentes del trabajo social en Argentina: asistencia y educación


sanitaria. Revista Trabajo Social No. 8, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad
Nacional de Colombia. D

Trachitte, M. y otros (2014). “La etapa fundacional de la profesión de Trabajo Social”. En


Trabajo Social: textos y política en clave histórica (pp. 171-187 y 211-212). Paraná:
EDUNER.

Therborn, G (2015). Los campos de exterminio de la desigualdad. - 1a ed.- Ciudad


Autónoma de Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Capítulo II.

https://www.eumed.net/rev/cccss/2017/02/portoviejo.html recuperado 06/07/2022

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